Está en la página 1de 6

Las ciudades invisibles

 Objetivo del texto y el autor:


La elección de este título para realizar el libro, se debe a que el texto es en palabras de Italo
Calvino: “un último poema de amor a las ciudades, cuando es cada vez más difícil vivirlas como
ciudades”. Estos apartes introductorios en la Nota Preliminar nos ofrece una valiosa opinión del
autor: “Tal vez estamos acercándonos a un momento de crisis de la vida urbana y “Las ciudades
invisibles” son un sueño que nace del corazón de las ciudades invivibles” (p.8). Es así como el
autor nos introduce al problema de esta era de urbanización global masiva, agravando diversos
problemas sociales, económicos y ecológicos. En mi opinión, el autor hace de su obra una
ensoñación y una crítica a un mismo tiempo: es necesario recordar por qué nació la ciudad, cuál
es su esencia, para tratar de encontrar ese modelo de ciudad viable y coherente que rescata las
bondades de la urbe sin extralimitarse o perder su propio valor.

 Leer completamente un texto y obtener ideas clave:


“La ciudades invisibles” es una compilación de breves descripciones de ciudades imaginarias,
clasificadas en once partes de cinco ciudades cada una, a través de los nueve capítulos. Cada
capítulo se abre y se cierra con los relatos que describe los encuentros entre Marco Polo, el
explorador de las ciudades y Kublai Kan, emperador de los tártaros que a través de las historias
del explorador busca conocer su amplio territorio. El libro parece en sí mismo una metáfora,
empezando por los sugestivos nombres de las nueve partes: las ciudades y la memoria, las
ciudades y el deseo, las ciudades y los signos, las ciudades sutiles, las ciudades y los
intercambios, las ciudades y los ojos, las ciudades y el nombre, las ciudades y los muertos, las
ciudades y el cielo, las ciudades continuas y las ciudades escondidas. Las descripciones de estas
ciudades son también complejas y los diálogos de Marco Polo con Kublai Kan, nos invita a
reflexionar sobre las complejas transformaciones de nuestras ciudades.
Al respecto, una vez más en la Nota Preliminar, el autor nos arroja algunas luces sobre la esencia
del texto: “Creo que lo que el libro evoca no es sólo una idea atemporal de la ciudad, sino que
desarrolla, de manera unas veces implícita y otras explícita, una discusión sobre la ciudad
moderna.” “Incluso lo que parece evocación de una ciudad arcaica sólo tiene sentido en la
medida en que está pensado y escrito con la ciudad de hoy delante de los ojos” (p.8).

 Subrayar las ideas principales:


“En la vida de los emperadores hay un momento que sucede al orgullo por la amplitud
desmesurada de los territorios que hemos conquistado, a la melancolía y al alivio de saber que
pronto renunciaremos a conocerlos y a comprenderlos” (p.12).
“Pero inútilmente emprendí viaje para visitar la ciudad: obligada a permanecer inmóvil e igual a
sí misma para ser recordada mejor, Zora languideció, se deshizo y desapareció. La Tierra la ha
olvidado” (p.20).
Vuelves de comarcas tan lejanas y todo lo que sabes decirme son los pensamientos que se le
ocurren al que toma el fresco por la noche sentado en el umbral de su casa. ¿De qué te sirve,
entonces, viajar tanto?” (p.27).
“y que de todos modos la metrópoli tiene este atractivo más: que a través de lo que ha llegado a
ser se puede evocar con nostalgia lo que fue”. (p.29)
“Con el paso del tiempo, en los relatos de Marco las palabras fueron sustituyendo a los objetos y
los gestos” (p.34).
“Polo sabía seguir el humor sombrío del soberano. –Sí, el imperio está enfermo y lo que es peor,
trata de acostumbrarse a sus llagas” (p.47).
“Nadie sabe mejor que tú, sabio Kublai, que no se debe confundir nunca la ciudad con las
palabras que la describen” (p.49).
“–De ahora en adelante seré yo quien describa las ciudades –había dicho el Kan–. Tú en tus
viajes verificarás si existen. Pero las ciudades visitadas por Marco Polo eran siempre distintas de
las pensadas por el emperador” (p.54).
“Muchas son las ciudades como Fílides que se sustraen a las miradas, salvo si las atrapas por
sorpresa.” (p.69).
“Tal vez Clarisa ha sido siempre un revoltijo de trastos desportillados, heteróclitos, en desuso”
(p.80).
“En lugar de los tejados imaginan que hay en la ciudad baja cubos de basura volcados de los que
se desprenden cortezas de queso, papeles pringosos, raspas de pescado, aguas servidas, restos de
fideos, vendas usadas” (p.83).
“Cierto es que los basureros son acogidos como ángeles y que su tarea de retirar los restos de la
existencia de ayer se rodea de un respeto silencioso, como un rito que inspira devoción, o tal vez
sólo porque una vez desechadas las cosas, nadie quiere tener que pensar más en ellas” (p.85).
“La ciudad es una para el que pasa sin entrar, y otra para el que está preso en ella y no sale; una
es la ciudad a la que se llega la primera vez, otra la que se deja para no volver; cada una merece
un nombre diferente; quizás de Irene he hablado ya bajo otros nombres; quizás no he hablado
sino de Irene” (p.91).
“Viajando uno se da cuenta de que las diferencias se pierden: cada ciudad se va pareciendo a
todas las ciudades, los lugares intercambian forma orden distancias, un polvillo informe invade
los continentes” (p.99).
“Perinzia –aseguraron– reflejaría la armonía del firmamento; la razón de la naturaleza y la gracia
de los dioses darían forma a los destinos de sus habitantes” (p.103).
“Pero antes, durante largos años, no se supo si la victoria final no recaería en la última especie
que quedara para disputar a los hombres la posesión de la ciudad: las ratas” (p.115).

 Ordenar las ideas del texto:


Las ciudades descritas por Calvino personifican en su versión “feliz” la ciudad como refugio: es
la exposición del modo de vida de civilizaciones que aman la tierra en la que se asientan con
sentido de pertenencia y una relativa armonía con el entorno que los rodea y les permite subsistir.
Por otro lado, la versión “triste” del autor relata sobre ciudades que se han visto desbordadas por
su propia prosperidad: el éxito comercial, el desarrollo económico y la superpoblación, aparecen
reflejadas como lamentables consecuencias del crecimiento desmesurado que al final termina
borrando la belleza inicial que alguna vez tuvo esas ciudades. Ambas nociones, tristes o felices,
son claramente rastreables en nuestra sociedad contemporánea: en países desarrollados con
mejor distribución de los recursos y una cultura colectiva más consciente, por lo general las
ciudades reflejan equilibrio y armonía con la naturaleza. En contraste, la gran mayoría de
ciudades en el mundo demuestran un total desequilibrio en sus urbes: hacinamiento,
superpoblación, desigualdad social y deshumanización producto del estrés diario.
El diálogo entre el explorador Marco Polo y el emperador Kublai Kan es el recurso que utiliza el
autor italiano para dar lugar a su exposición de ideas y perspectivas sobre las ciudades: sus
virtudes, defectos, complejos, contradicciones, ironías y dilemas ocupan un lugar en la historia.
El autor también advierte de la fragilidad de los grandes sistemas tecnológicos, imprescindibles
en las grandes ciudades “que pueden producir perjuicios en cadena, paralizando metrópolis
enteras” (p.8) como vivimos en estos momentos con la pandemia del Covid-19.
Cuando surgen las ciudades “tristes”, se nos revelan los errores de nuestro sistema económico
globalizado, consumismo brutal y despilfarro capitalista, así como los prejuicios y la arrogancia
tecnológica característicos de la sociedad actual. Calvino explica en esos escenarios distópicos
de las ciudades infelices la causa y el efecto del desastre, tan cercano a nuestra realidad actual:
crecimiento desmesurado, especulación bursátil, guerra del centavo, competencia desleal,
corrupción, inflación, criminalidad, entre otros tantos dilemas que son el pan de cada día en
nuestras modernas civilizaciones actuales. Este enfrentamiento de aspectos positivos y
esperanzadores frente a realidades negativas y frustrantes, nos permite reflexionar sobre el
destino del ser humano, su propósito en el mundo y el estado actual de nuestra civilización.

 Contextualizar el texto:
Los dilemas abordados en “Las ciudades invisibles”, hacen del libro de Calvino una obra
pertinente para muchos campos del conocimiento, en especial las relacionadas con las
humanidades: filosofía, ecología, ciencias sociales, antropología, ética, competencias ciudadanas,
religión, sociología y derecho; por mencionar las más cercanas. Pero en una perspectiva más
amplia y objetiva, podemos asegurar que Italo Calvino trata de abordar todos los aspectos de la
vida en su obra y, por ende, abarca también todos los oficios del ser humano: todos los roles,
todos los entornos, todas las naciones, todos los ambientes y por supuesto, todos los tipos de
organización, tanto rural como urbana, pues en los escenarios “felices” hay en ocasiones claras
referencias al ambiente del campo o de poblaciones poco pobladas que reflejan esa armonía de la
vida sencilla y agradable que se puede lograr en espacios más tranquilos.
En el marco del curso ‘Literatura, valores y ciudadanía’, el libro de Calvino podría considerarse
una obra itinerante por los valiosos aportes que hace en la comprensión de nuestra sociedad, sus
costumbres, manías, afinidades, diferencias, problemas y soluciones. Es un texto que nos permite
redescubrir nuestros espacios desde la perspectiva del autor, de los personajes, de las ciudades
ficticias que desde nombres imaginarios exponen situaciones reales, tangibles y complejas. En
mi opinión, este libro no es una obra literaria sino un estado del arte ciudadano que recurre a
recursos literarios para abordar temáticas complejas que de otra forma serían quizás muy
difíciles de digerir para el lector o simplemente perderían el brillo que logra el autor con su
historia.

Este recurso literario no limita en ningún momento la relevancia que esta historia puede aportar a
la investigación de múltiples campos del conocimiento en humanidades; pues en mi caso
personal, la historia me ha impulsado a repensar y reconsiderar muchos aspectos de la vida que
he vivido y la forma en que he asimilado mi lugar en la sociedad y su sentido general. Surgen
muchas incógnitas filosóficas luego de leer la obra de Calvino y estoy seguro que desde su
publicación ha puesto sobre la mesa el debate sobre las consecuencias que nuestra especie está
generando en la sostenibilidad del planeta. También podemos reconsiderar muchas tendencias
humanas actuales con esta obra, como por ejemplo el consumismo, la globalización, la industria,
el crecimiento económico y la superpoblación.

 Entender palabras desconocidas:


Esta regla no ha sido necesaria para analizar el texto, pues las únicas palabras desconocidas están
relacionadas con términos antiguos que describen algunas características arquitectónicas,
culturales o sociales de las ciudades imaginarias que va describiendo el autor a través de Marco
Polo y en muchas ocasiones el propio emperador. Este libro o por lo menos la traducción que
tenemos del mismo, ha sido escrita con un lenguaje muy actual, sencillo y accesible, como si de
un texto expositivo se tratara. Este factor hizo de la lectura más rápida y sencilla, apoyada
también por capítulos cortos que facilitaban la comprensión y la intención del autor.

 Resumen:
El libro es básicamente una recopilación de descripciones sobre ciudades imaginarias que son
contadas por el explorador Marco Polo al emperador Kublai Kan, rey de los tártaros. Estas
descripciones son cortas y cubren diversas temáticas que expondré en el siguiente esquema que
encontré en Wikipedia, y considero muy apropiada para entender el sentido del texto. El libro va
narrando las descripciones del explorador que en muchos casos son reemplazadas por las propias
ideas del emperador y a menudo no se sabe con certeza qué es real y qué es imaginado por los
protagonistas de la historia. El libro está distribuido en nueve partes similares entre sí y cada una
empieza y termina como un diálogo entre los dos personajes de la misma. El autor reconoce en la
Nota Preliminar que muchos de esos diálogos entre Marco Polo y Kublai Kan, son sus propias
reflexiones sobre muchas ciudades que él mismo ha estudiado.

 Esquema:
 Conclusión y comentario crítico:
“Las ciudades invisibles” es una obra formidable que llega a mis manos en un momento
inmejorable para repensar muchas cosas sobre mi propia vida y la de todos los humanos. Justo
ahora el mundo atraviesa una crisis humanitaria y sanitaria de proporciones inimaginables: la
pandemia generada por el corona virus ha puesto en jaque a todas nuestras sociedades. Hace
algunos meses atrás era impensable pensar este tipo de medidas tan drásticas como la cuarentena
o el aislamiento social, propias de la peor guerra. Con este evento en mente, el libro ha
alimentado en mí la sensación de que el ser humano ha saqueado el planeta con una ambición y
egoísmo ilimitado que probablemente ahora refleja su poca capacidad de reacción para detener
esta situación.
Es evidente que Italo Calvino ya contaba con evidencias suficientes del desproporcionado
crecimiento y acaparamiento de nuestra especie a lo largo y ancho del planeta para desarrollar en
su libro las diversas realidades que enfrentamos en la actualidad. Desde la publicación de la obra
en 1972 hasta la actualidad, podemos afirmar que la situación ha empeorado enormemente y los
peores miedos del autor se han convertido en realidad, incluso podría afirmar que ni siquiera él
esperaba este nuevo siglo con tantos y tan complejos matices que escapan a nuestro
entendimiento y sobrepasa por mucho nuestra capacidad de reacción y reparación. Puedo
destacar en esta crisis al menos una enorme ventaja: al aislarse el ser humano, preocupado por el
contagio de un virus que puede destruirnos, es el medio ambiente el que por fin ha podido
recuperar algo del terreno perdido tras siglos de destrucción continua por nuestros actos. Es justo
ahora el momento de recapacitar y darle continuidad a estas mejorías.
Calvino indica en su obra que una de las conclusiones que se pueden obtener de “Las ciudades
invisibles” es que “no podemos dejar de buscar la ciudad utópica, aunque no la descubramos”.
Para encontrarla, es necesario entender la complejidad de los sistemas urbanos actuales: la
pérdida y precarización del espacio rural a favor de las ciudades, la creciente polución y por ende
el preocupante deterioro de la calidad de vida en la ciudad. Estos factores junto a muchos otros
que cada lector puede encontrar y rastrear en su propia realidad, hacen de la obra de Calvino una
apasionante y en ocasiones desgarradora historia de todos nosotros y cómo el paso de los siglos
nos ha ido llevando a un punto de no retorno en el que quizás nos encontramos ya y nos impide
evitar el colapso de nuestra especie.

También podría gustarte