Está en la página 1de 8

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN SUPERIOR DIRECCIÓN DE

FORMACIÓN DOCENTE
ESCUELA NORMAL SUPERIOR FEDERALIZADA DEL ESTADO
DE PUEBLA
CLAVE: 21DNL0006L
“2020, Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria”

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA

PLAN DE ESTUDIOS 2018

TRABAJO:
RESUMEN DE VIDEOS POR CUARTILLA

ALUMNA:
MARIANA AQUINO HUERTA

CURSO:
EDUACACION SOCIOEMOCIONAL

ASESORA DEL CURSO:


COVADONGA ALANDRO SAN PEDRO

RESERVA TERRITORIAL QUETZALCÓATL, CUAUTLANCINGO, PUE. DE OCT 2020


RESUMEN 1 :
El cerebro del niño", del autor Siegel.
Un libro que no podemos dejar de leer y aplicar

Hace unos años podíamos excusarnos en el “no sabíamos qué hacer”; “hicimos
como mejor supimos” ; “nadie nos enseñó” ; “eran otros tiempos” ; “no se sabía
tanto como se sabe ahora” Pero hoy en día no podemos refugiarnos en este tipo
de frases para justificar que como padres desconocíamos maneras apropiadas de
educar a nuestros hijos. Actualmente existe cada vez un mayor cuerpo de
conocimientos psicológico y pedagógico que nos enseñan los métodos más
apropiados para criar a los niños para que en el futuro sean felices y responsables
(dos de las palabras más oídas a los padres y a las familias cuando se les
pregunta qué desearían para sus hijos en el mañana) Pero además, asistimos a
una eclosión de conocimientos neurocientíficos sobre cómo es la estructura y
función del cerebro. Y también sabemos que el cerebro no se crea sólo o
aisladamente (o lo que es lo mismo: el ser humano no puede desarrollarse si no
es bajo la influencia de otros); necesita de la relación interpersonal para
conformarse y constituirse armónica y equilibradamente. Esto es lo que nos aporta
la neurobiología interpersonal: cerebro-mente-relaciones interpersonales. Y uno de
los máximos exponentes es un autor que a mí me encanta y que ha salido en este
blog innumerables veces: el gran Daniel Siegel.
Partiendo de cómo está conformado y cómo funciona el cerebro del niño (porque
hoy en día sabemos mucho de este órgano, aunque todavía haya todo un
mundo por descifrar), Siegel se propone ofrecer a los padres unas pautas
educativas que tengan en cuenta este saber. Realmente, como padres y familias,
son más quienes están en el camino acertado en cuanto a la educación de sus
hijos que los que no, afortunadamente. Lo único que observo –puedo estar
equivocado- es que a veces nos falla el timing (qué hay que hacer en cada
momento); la gestión de nuestras propias emociones (perdemos la calma
demasiado pronto) y el obsesionarnos con la modificación de las conductas
negativas de los niños descuidando otro tipo de pautas, como las que ayudan a la
conexión emocional con el niño. Estas últimas son fundamentales y allanan el
camino para poder enseñar normas a los menores. Siegel nos ofrece esto,
además de otras muchas cosas.

Las pautas que Siegel ofrece pueden aplicarse en el día a día cotidiano. No hace
falta dedicar un tiempo específico para hacer lo que nos recomienda, sino que
desde los problemas que nos aparecen en la cotidianeidad con los niños podemos
actuar. Pero además, el autor nos proporciona algo más ambicioso: la posibilidad
de que nuestros hijos progresen. Porque a la larga –dice Siegel- conforme el
cerebro de los niños se desarrolla refleja el de sus padres. Esto nos tiene que dar
mucho que pensar. Si hablamos de los niños adoptados y acogidos con
experiencias familiares adversas, cuando llegan a la nueva familia y muestran los
problemas emocionales y de conducta que a menudo suelen presentar,
probablemente estarán reflejando el cerebro de las personas con quienes se
relacionaron. Y si estas personas (padres o educadores de instituciones) han sido
maltratadores o han abandonado emocionalmente a los menores, nuestra tarea
será que su cerebro
El libro comienza con un primer capítulo en el que el autor da a conocer el
concepto de la paternidad basado en la estructura del cerebro y presenta la idea
sencilla y poderosa de la que parte el enfoque del cerebro pleno: la integración.
Esto nos resulta bien interesante para los niños con historia de trauma de apego:
el cerebro de estos niños no está integrado. En un segundo capítulo, Siegel se
centra en ayudar al hemisferio izquierdo y al hemisferio derecho a trabajar
conjuntamente para que el niño pueda estar conectado con su faceta lógica y su
faceta emocional. En el siguiente apartado, se resalta la importancia de conectar
el “cerebro inferior” instintivo, con el “cerebro superior” Esto reviste de gran
trascendencia para todos los que trabajamos con niños víctimas de malos tratos:
su cerebro instintivo está súper desarrollado porque las estrategias que el niño
tuvo que poner en marcha estuvieron dirigidas a la supervivencia. La tarea, en la
actualidad, cuando el niño está protegido, es ir haciendo que cerebro superior e
inferior se conecten. Siegel nos dice cómo. El capítulo cuarto explica cómo puedes
ayudar a tu hijo a hacer frente a los momentos dolorosos del pasado iluminándolos
con la luz de la comprensión, para poder abordarlos de una manera intencionada,
consciente y delicada. Otro capítulo de gran interés para todos los que trabajamos
-o tienen niños a su cargo- que presentan pasados muy dolorosos, como es el
caso de muchos niños que son adoptados o acogidos. El capítulo quinto ayuda a
enseñar a los menores que pueden pararse a reflexionar sobre su estado de
ánimo. Y el último capítulo pone de relieve las maneras en que puedes enseñar a
los niños la felicidad y la satisfacción que se derivan de estar conectados con los
demás al tiempo que mantienen una identidad única.

Nos dice Siegel: “...teniendo en cuenta que uno de nuestros objetivos principales


ha sido que este libro sea lo más útil posible, proporcionamos las herramientas
concretas para que tu papel como padre o madre sea más fácil y la relación con
los hijos más plena. Por eso casi la mitad de cada capítulo está dedicada a la
sección ‘Lo que puedes hacer’, donde damos recomendaciones y ejemplos
prácticos de cómo se pueden aplicar los conocimientos científicos del capítulo.
Otra sección final de cada capítulo se llama ‘Integrarnos nosotros mismos’,
dedicada a aplicar los conceptos de cada capítulo a tu propia vida y tus relaciones
personales. A medida que los padres adquieren mayor conciencia y son cada vez
más sanos emocionalmente, sus hijos cosechan los frutos y también ellos avanzan
hacia la salud. Eso significa que integrar y cultivar tu propio cerebro es uno de los
regalos más afectuosos y generosos que puedes ofrecer a tus hijos” Por ello
nosotros en este blog estamos también dedicando un monográfico a la psico
educación para familias adoptivas y acogedoras, pues si nosotros nos volvemos
más conscientes y competentes ayudaremos a que nuestros niños progresen
mucho más.

El libro tiene al final un resumen con los conocimientos más importantes de cada
capítulo y las pautas y recomendaciones que se proponen. Le llaman “hoja para la
nevera”, con el fin de que la peguemos ahí y la tengamos presente. La obra ofrece
muchos dibujos para poder enseñar al niño cómo funciona su cerebro.

En resumen, un libro extraordinario, de los que no podemos dejar pasar la


oportunidad de adquirir, leer y empezar a aplicar. Escrito por uno de los mayores
expertos, junto con una psicoterapeuta. La referencia completa del libro es: Daniel
J. Siegel y Tina Payne Bryson. El cerebro del niño. 12 estrategias revolucionarias
para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo. Editorial Alba. Barcelona, 2012. Lo
tenía pendiente de leer, lo acabo de terminar y me ha entusiasmado por su rigor
pero a la vez su sencillez.

Para terminar, las familias o profesionales que criamos o trabajamos con niños
que han sido víctimas de malos tratos y pueden presentar apegos disfuncionales o
trauma, hemos de ser conscientes –en mi opinión- de que estas pautas y
recomendaciones funcionarán. Sin duda. Pero no probablemente de una manera
tan rápida como los padres o profesionales que tratan con niños que se apegaron
seguramente. Los caminos en el cerebro de los niños con un pasado muy
doloroso están muy trillados y volver a construir otros es una tarea ardua, que
requiere paciencia, calma y tiempo. Pero a la vez es muy gratificante. Esto es para
que tengamos en cuenta que no existen remedios mágicos sino trabajo. Pero cada
día es un avance si nos proponemos hacer equipo para el niño.

RESUMEN 2
DESARROLLO EMOCIONAL PSICOLOGÍA EVOLUTIVA

Educarse y educar en el reconocimiento y manejo de las emociones es un tema


delicado y de gran relevancia social. Las emociones o sentimientos son parte de la
vida, actúan como catalizadores que impulsan al ser humano a actuar y satisfacer
sus necesidades. Algunas de las reacciones fisiológicas y de comportamiento que
desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse o
aprenderse.

Desde el punto de vista neurológico, Bisquerra (2003), señala que una emoción


pasa por tres momentos:

1) La información sensorial llega a los centros emocionales del cerebro.

2) Como consecuencia se produce una respuesta neurofisiológica.

3) El neocortex, es una parte del cerebro que interpreta la información; de


acuerdo con este mecanismo, en general, hay bastante acuerdo en considerar que
una emoción es un estado complejo del organismo caracterizado por una
excitación o perturbación que predispone a una respuesta. 

Calle cita un estudio de McLean realizado por primera vez en 1952; McLean


introdujo el término; “sistema límbico”.El espacio límbico es donde se ubican u
originan las emociones; cuando esta parte del cerebro es estimulada –como si
fuera una corriente eléctrica ligera– las emociones son producidas. En el sistema
límbico incluye la amígdala, el hipotálamo y el hipocampo. Según McLean, la
supervivencia del ser humano está basada en la evasión del dolor y formas
recurrentes de placer. La experiencia de una emoción, generalmente involucra un
conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, las cuales utiliza
para valorar una situación concreta a partir de dichas creencias que influyen en el
modo en el que se percibe una situación. Dicho sea, por Vygotsky –citado
por Linares– los patrones mentales que son la base de los aprendizajes y
conductas, son producto de las interacciones sociales y culturales que vive el ser
humano.

Respecto a la inteligencia emocional, la primera descripción de la misma se


desarrolló en 1990 –atribuido a Peter Salovey y John Mayer– quienes la definen
como la capacidad de razonar acerca de las emociones para mejorar el
pensamiento, lo que incluye la posibilidad de percibir con precisión la emoción,
para regularla reflexivamente con el fin de promover el crecimiento emocional e
intelectual. Conocer qué son las emociones, qué las provoca, cómo se manifiestan
y aprender a manejarlas no es tarea fácil. Goleman ya señalaba sobre la
alfabetización emocional que ésta va aparejada con la educación del carácter, el
desarrollo moral y el civismo. Se ha producido recientemente un considerable
aumento en el número de trabajos que tienen como objetivo específico el análisis
de las relaciones entre inteligencia emocional, inteligencia general y rendimiento
académico.
Pérez estudió la correlación entre la inteligencia emocional y el rendimiento
académico y encontró que efectivamente hay una significativa relación. Incluso
afirma que la inteligencia emocional contribuye a predecir el rendimiento más allá
de un test estandarizado de logro, empleado para la admisión de los estudiantes.
Estudios realizados en la Universidad de Cádiz encuentran correlaciones
estadísticamente significativas entre inteligencia emocional y rendimiento
académico en estudiantes de secundaria, que se mantienen con independencia de
la influencia que sobre las notas tiene la personalidad y la inteligencia general o el
efecto combinado de ambos. Goleman afirmó que existen habilidades importantes
que la inteligencia académica no ha contemplado hasta hoy, como son las
habilidades sociales y que a la hora de alcanzar un mayor bienestar laboral,
personal, académico y social son determinantes. La escuela tiene que ir más allá
de los aspectos cognitivos, requiere promover el desarrollo de competencias para
el manejo de las emociones como parte esencial del proceso de crecimiento
personal y social.
RESUMEN 3:
EN TODO SER HAY GRANDEZA
Aprender juntos. En este video, Mario Alonso Puig nos habla de la inspiradora
historia del “último de la clase”. En una infancia difícil y gracias al apoyo de su
profesor, el pequeño Ben Carson pudo demostrar su talento y convertirse en el
Doctor Ben Carson, el mejor neurocirujano infantil de la historia. Especialista en
Cirugía General y del Aparato Digestivo, el doctor Mario Alonso Puig ha dedicado
su vida a la Medicina y al estudio de la Inteligencia Humana y la
psiconeurobiología. Miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York y de la
Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, Mario Alonso Puig se ha
convertido en un referente internacional en el desarrollo del ser humano a través
de la inteligencia, la motivación y el liderazgo. Es autor de libros de éxito como
“Madera de líder”, “Vivir es un asunto urgente” y “Reinventarse: tu segunda
oportunidad”.
Querer a las personas, creer en ellas, valorarlas y potenciarlas
En este vídeo, Marío Alonso Puig defiende que “nunca hay que dar a nadie por
perdido” porque en todo ser humano existe grandeza. Señala la importancia de los
educadores para descubrir ese potencial, desarrollarlo y dar oportunidades. “Hay
que vivir con pasión, con entusiasmo, con confianza en nuestras capacidades y
entrenar el cerebro para conseguir nuestro objetivo”, afirma. Especialista en
Cirugía General y del Aparato Digestivo, el doctor Mario Alonso Puig ha dedicado
su vida a la Medicina y al estudio de la Inteligencia Humana y la psico-
neurobiología. Miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York y de la
Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, Mario Alonso Puig se ha
convertido en un referente internacional en el desarrollo del ser humano a través
de la inteligencia, la motivación y el liderazgo. Es autor de libros de éxito como
“Madera de líder”, “Vivir es un asunto urgente” y “Reinventarse: tu segunda
oportunidad”
RESUMEN 4:
¿CÓMO HACER QUE TE PASEN COSAS BUENAS?
La felicidad no se define, «se experimenta». Para conocerla hay que haberla
sentido y, una vez se ha sentido, las palabras se quedan cortas para explicarla.
Pese a ello vamos a intentar acercarnos a ella desde diferentes ángulos,la primera
idea que quiero trasladar es la siguiente: no hay guías rápidas ni atajos que
aseguren la felicidad,existe una gran crítica sobre los libros de autoayuda que
prometen la felicidad con una receta rápida, pero lo cierto es que actualmente
contamos con multitud de estudios y datos científicos que nos acercan con cierta
precisión al nivel de bienestar físico y psicológico indispensables para ser feliz.
Los psiquiatras estudiamos las enfermedades mentales, o mejor, estudiamos a las
personas que sufren trastornos de la mente o del estado de ánimo. Nuestro
gremio celebra muy a menudo congresos sobre asuntos de lo más variado: sobre
el cerebro o regiones concretas del mismo, sobre marcadores neuronales y la
fisiología que hay tras ellos, sobre las causas internas o externas que favorecen
las enfermedades psiquiátricas o sobre cómo mejorar la fiabilidad de los
diagnósticos y los últimos tratamientos experimentales. En general, tratamos los
males de la mente desde todos los enfoques científicos posibles.
Desde joven su vocación ha sido curar y ayudar a las personas que sufren tristeza
y angustia, y eso me ha llevado a investigar la felicidad, el placer, el amor, la
compasión y la alegría, y a hacerme una serie de preguntas de difícil respuesta:
¿por qué hay gente que tiene tendencia a sufrir y quejarse cualquiera que sea su
situación?, ¿existe la buena suerte o no es tan aleatoria como parece?, ¿qué
importancia tiene la carga genética en la configuración de la mente y el carácter de
las personas?, ¿qué factores me predisponen —o indisponen— a ser más feliz?
La investigación sobre estos temas me ha conducido a recorrer caminos
variopintos y lecturas de lo más sugestivas. Nuestra sociedad actual es
comparativamente más rica que nunca. Jamás hemos tenido tanto como hasta
ahora. Nuestras necesidades están cubiertas y podemos disponer casi de
cualquier cosa; en la mayor parte de los casos a un solo clic de distancia. Como
consecuencia, y aunque no es deseable y debemos huir de ello, estamos
normalizando esa sobreabundancia. En ocasiones creemos que nos merecemos
todo, algo a lo que contribuye el materialismo imperante que nos hace pensar que
es bueno que tengamos acceso a todo lo que deseamos. Sin embargo, ninguna
acumulación de cosas puede proporcionar por sí sola el acceso a la felicidad, a
ese estado interior de plenitud. La felicidad consiste en tener una vida lograda,
donde intentamos sacar el mejor partido a nuestros valores y a nuestras aptitudes.
La felicidad es hacer una pequeña obra de arte con la vida, esforzándonos cada
día por sacar nuestra mejor versión. La felicidad está íntimamente relacionada con
el sentido que le damos a nuestra vida, a nuestra existencia. Como vemos, el
primer paso para intentar ser felices es conocer qué le pedimos a la vida. En un
mundo que ha perdido el sentido, que anda desorientado, tendemos a sustituir
«sentido» por «sensaciones». La sociedad sufre un gran vacío espiritual que se
intenta suplir con una búsqueda frenética de DESTINO: LA FELICIDAD 21 tales
como satisfacciones corporales, sexo, comidas, alcohol, etc

También podría gustarte