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OS '“~S ll veNTe Rs al edificio 0 separado de to, permite que la mod tenga lugar sin dis modesto, hecho © cin, y no intervi (no tiene por qu y probabl €s mas barato y sencillo que no coincidan) Nuestra tesis es que la mayoria de los eli ficios de los arquitectos de hoy edificios en los que la fin Por el aparcamien- fancién de come torsionarse en un edificio presamente para esta fans ne en son gansos lidad expresiva lo ha alli de los limite de conomia y la comodidad; y que esto es, aunque no se admita, un tipo de decoracidn, we equivocado y caro, Mejor seria que se era de una vex la necesidad y que se aplicara la decoracién alli donde se precisa, no en la forma que lo hicieron los victorianos sine para ajustarnos a nuestros tiempos, con la mis. ry ma facilid: Superestructur: Para permitir qu lad que se p est in los anuncios a su Yuxtapuesta al edificio ste vaya por s para perm 1 propio ca que por Ia . incionales {le Dor las barras y las pasarelas funcional de la superestructura. Esta es uy na aI " fl ¢$ una aproxima- Cin mas sencilla, mis barata, mas Hiren hasie: is hone cues de chonesta a la cuestion de la Permite que sigamos con nuestro ral ¥ edificios convencionales y trax ‘ar las necesidades simbélicas de un modo mis Sutil y habil. Puede levarnos a revalorizar la horripilante afirmacién de Ruskin: «La arqui- tectura es la decoracién de la estructura», afia- diéndole, sin embargo, la advertencia de Pu- gin: «Esté muy bien decorar la construccién, Pero nunca construir decoracién». decoracién; trabajo de ha DIVERSIDAD, PERTINENCIA Y REPRESENTACION EN EL HISTORICISMO., LA IDEA DE APLIQUE Robert Venturi Conseroando esta actitud de «enfant terriblen Venturi continia sus criticas que en los aos ochenta no sélo se dirigen a los tardomodernos sino también a los posmodernos acriticos. : El arliculo que reproducimos insiste tanto en esta critica a los estilos convencionales como en la defensa de wn ulterior paso en su arquitectura: la defensa del «apliquen, es generales racionales simples en las cuales se habria trabajado singular y pidermis del edificio Robert Venturi (1925), el articulo « ‘raducido al castellano en Arquitectura Architectural Record, junio de 1962 9 en inavi ia sido una conferencia de de 1982. Originariamente habia sido w eae ‘Sol of Des l ciclo de conferencias Walter Gropius de Un buen indicio para distinguir a los grandes 4 jc Ta con Arquitectos era, cuando yo era sere ‘A Mies sistencia y la originalidad de su obra, it Van der Rohe se le conocia por su” decir, de unas arquitecturas de formas artesanalmente el envoltorio, la Diversidad, pertinencia y representacién en el historicismo...» fue bis, mim. 48, icado previamer “irancés en LiArchitecture d’Aujourd’hui, nim 1984. Habia sido publicado previamente en inglés en 23, octubre ‘Robert Venturi impartida el 15 de abril de 1982 en ign de la Universidad de Hareard. dible vocabulario de estructuras palimeniadas, de acero y vidro, detalladas con fiura y 2ph- tadas universalmente a rascacielos, Laborato ios de universidad o casas para clientes ricos. Scanned with CamScanner + A Le Corbusier se le distinguia por su voca- bulario particular de planos cubistas suspen didos en el aire durante sus primeros afios y formas esculturales y monumentales en sus til- timos afios. En cada uno de estos periods apli- 6 su mas © menos consistente vocabula todo tipo de edificios, tanto si se trataba de una escuela de arte en Cambridge como de una casa en Chandigarh, Lo mismo se podia decir de la obra de Frank Lloyd Wright, Louis Kahn 0 Alvar Aalto (aunque Aalto difiere de sus pares en el aspecto que supone su tenden- cia a desarrollar variaciones a partir de ele- mentos industriales convencionales, eludiendo asi una originalidad expresionista). Para estos maestros, la variedad de estilo dentro de sus propias obras habria implicado indecision y falta de compromiso con un ideal unificado, sin embargo, la obra de cada uno de ellos ten- dia hacia un aspecto global diferente de la de los otros al esforzarse cada uno de ellos por afirmar una originalidad que se consideraba el sine qua non de la expresion artistica en los ar- tistas Romédnticos y también en los Modernos. Eran tiempos en los que la forma, en arqui- tectura, dominaba sobre los simbolos, y los procesos industriales universales eran conside- rados determinantes esenciales de la forma para cualquier tipo de edificio estuviese donde estuviese y asi, la prioridad asignada al voca- bulario original de cada arquitecto se combi- naba curiosamente con un rigido ideal de uni dad formal para la arquitectura en su totali- dad. Ya no deberia ser asi. Si la fuerza de los maestros modernos residia en la consistencia, la nuestra deberia residir en la diversidad. Pero sigue siendo asi. No deberia ser porque los macstros modernos, junto con sus principios, han sido repudiados por los arquitectos actua. les —a menudo vengativamente, por desgra- cia— y ahora buscamos inspiracién en un ar- quitecto como sir Edwin Lutyens quien utilizd toda una variedad de estilos historicos y deco. rativos, especialmente en su arquitectura de. méstica. Los estilos que escogié tenfan un sig nificado para sus diversos clientes y apoyaban cl papel que debian jugar en tanto que terra, tenientes, capitalistas, embajadores en Was. hington o virreyes en Delhi. Intentaré demos- trar que los arquitectos de hoy deberfan ser 1A CRISIS DE LA MOD ERNIDAD dlistinguidos por Ia rica variedad de su obra ‘or In diversidad de sus vocabularios arquites. Ponicos antes que por la unidad de su obra y Ia consistencia y originalidad de sus vocaby. Iario: - Hace unos quince aiios en Complexity and Con. nadicton in Architecture y posteriormente en Lea. ning from Las Vegas abogébamos por unos prin. Cipios arquitecténicos que entonces se conside- raban polémicos pero que ahora se aceptan como sensatos. Reivindicabamos una arquitec. tura que promoviese la riqueza y la ambigie. dad por encima de la unidad y Ja claridad; la contradiccién y la redundancia por encima de la armonia y la simplicidad. Una referencia ¢jemplar es 1a capilla Martorana, en cuyo in- terior bizantino los sistemas espaciales y es- tructurales quedan ofuscados por la aplicacién general de mosaicos ornamentales y figurati- vos y por el trabajo de Gosmati que produce un efecto de gran riqueza. Hemos escogido éste, antes que otro arquetipo querido, la ca- pilla Pazzi, en cuyo interior, un ornamento in- tegral y sencillo articula la estructura y el es- pacio consiguiendo un efecto unitario, Una ar- quitectura semejante hace compatibles las in- tumidades del contexto local con el dogma de universalidad. Proporciona soluciones pragmé- ticas a problemas reales antes que una obe- diencia facil a las formas ideales —como ha icho Stanislaus von Moos, resuelve proble- mas pero también los expresa— privilegia la superficie ornamentada sobre la forma articu- lada, el patron sobre la textura y, a veces, ¢ patr6n sobre todo lo demas, Esta arquitectura Teconoce una vez mas los aspectos fundamen tales de abrigo y funcién. Y finalmente, utiliza cl simbolo al igual que el espacio y la luz como la medida de su arte —obtiene significado de Sus simbolos al igual que expresién de sus for mas. Los simbolos, al depender de las asocia~ clones por su propia naturaleza, promucvel clementos y vocabularios que son fami ordinarios y convencionales antes que origina les, extravagantes 9 avant-garde. Esta forma de considerar las cosas, expande £ango de vocabularios de arquitectura més alla del vernaculo industrial y la estética dela maquina del Estilo Internacional y del Hig ‘ech del modernismo tardio, de modo que PY da incluir vernaculos locales y comerciales as! el Scanned with CamScanner | venture como estilos histéricos diversos de a consistencia y la oportunidad para I diversidad que resultan son importantes: lee son inherentes una sensibilidad tiempo y a la cultura y un la multiplicidad y la rela La diver cidn FE iento de vidad de los gustos idad cs, de hecho, una obligacién si nuestra arquitectura no quiere verse limitada una vez ms por un Vocabulario de alta cul, tura, tinico y del que se espera que sea capa de afiltrarse» hacia las zonas inferiores y «uni ficar» el medio ambiente, puesto que un voeas bulario semejante tiende a degenerar durante el proceso, transformindose en petrificados o extrafalarios travestis del vocabulario original 0 en versiones desangeladas de la avant-garde del afio pasado. Plus ¢a change... Aunque la mayorfa de los principios enume rados hasta ahora forman parte de los criterios corrientes de criticos y arquitectos contempo- raneos, la mayoria de los arquitectos de hoy no han alcanzado una diversidad 0 una per nencia cultural mayor que la de sus anteceso- res modernos. Es acerca de esta situacién de plus ¢a change de lo que quiero tratar. Si la arquitectura se balancea siempre entre el sim- bolo y Ia forma, ahora nos inclinamos hacia el simbolo. No es sorprendente que haya una ten- dencia hacia el simbolismo, puts es una reac- cién contra el largo periodo durante el cual el simbolismo estaba proscrito como una mani- festacién de ornamento 0 de historicismo, 0 no se reparaba en él, como ocurria con el simbo- lismo industrial del movimiento Moderno pri- mitivo, o era sustituido por una articulacién expresionista de forma y estructura, como ocu- ria en los diltimos afios con el movimiento Mo- demo, Por otra parte, ahora que hemos vuelto @ reconocer el simbolismo en arquitectura, el Problema es qué hacer con él. Para mi, las respuestas hasta ahora han sido demasiado dogméticas, demasiado simples —les ha falta do complejidad y contradiccién. eh Los arquitectos han utilizado tradicional- Mente el simbolismo en arquitectura para ¢ riquecer su contenido y para incluir otras ‘i mensiones, algunas de ellas casi literarias, 4 “ hacen que aoe la arquitectura no sea un medi Pitamente espacial, El simbolismo expande el Hiatt arquitectura hasta incluir el sig- juleado al igual que la expresién, y promover '@ comunicacion explicita, tanto. is Is ita, tanto denotati como connotativ: = (Por desgracia esto ha tenido siempre por consecuencia que la mala arquitectura pueda Proyectar simbolismos pretenciosos y sensacio- nalistas y expresionismos estructurales. rim: bombantes,) Diversidad Una razén esencial para utilizar el simbolismo en la actualidad es que puede proporcionar una diversidad de vocabularios arquitectoni: cos apropiados a una pluralidad de gustos y sensibles a la herencia y al lugar. Este uso se ajusta a la necesidad que tenemos ahora de jar una respuesta tanto a la cultura de masas como a la expresién del pluralismo. Hoy en dia el mundo es al mismo tiempo mas peque- fio y mas diverso, mas interdependiente y mas nacionalista; incluso las pequefias comunida- des conservan con seriedad las identidades ét- nicas y registran cuidadosamente la historia local. La gente es hoy mas consciente de las diferencias que hay entre ellos y al mismo tiem- po es més tolerante con estas diferencias. También es una época de la arquitectura en a que el equilibrio variable entre lo universal y lo inico favorece a este tiltimo. Al movimien- to Moderno temprano se le denominé Estilo Internacional para proclamar entre otras co- sas su universalidad. Nuestra diversificada aproximacién al simbolismo distinguira nues- tra arquitectura de la de nuestros predecesores cuyos edificios tenian que parecer fabricas 0 contener al menos referencias industriales y promocionar de este modo un orden industrial universal. Pero nuestra aproximacién al sim- bolismo también deberia distinguir nuestra ar- quitectura de la de otras épocas. No podemos utilizar el historicismo, como hicieron los ar- quitectos del Renacimiento para instituir el re surgir de un Gnico estilo arquitecténico; ellos se apoyaban en una cultura homogénea que estaba, de un modo general, comprometida con una herencia humanista. Ni tampoco podemos Scanned with CamScanner “ LA CRISIS DE LA MODERNIDAD y las gue- reavivar el Revivalismo del siglo XI. ras de estilos, como por ejemplo la gu entre el Gotico Perpendicular y el Ornamental abogados respectivamente por los Movimien- tos de Oxford y Cambridge, y promovidos como la expresién exclusiva de los dogm eclesidsticos de cada uno de ellos, Nuestro his- toricismo deberia implicar no tanto una riva- lidad cuanto una mezcla de estilos; como el eclecticismo libre de los pabellones de de finales det siglo XVII —Goticos y/o Gri gos— que evocaban toda una gama de asocia: ciones hist “as y estados de danimo romanti- cos, 0 como Ia arquitectura del siglo XIX en Ia que la destreza en las combinaciones de estilos reflejaba las funciones y el contexto de edifi- cios individuales. En la arquitectura reciente el historicismo ha sido la manifestacién pr cipal del nuevo simbolismo. Pero es importan- te reconocer otras fuentes de simbolismo, que icluyan el gran arte y el Pop y Scarlatti y los Beatles, si se quiere Hegar a alcanzar la diver sidad. Nuestra firma ha adoptado numerosos vocabularios locales y vernculos —mis 0 me- nos risticos 0 clasicos— en el diseiio de casas individuales. En nuestra exposicién de la Smithsonian Institution, mostramos cules eran las bases simbélicas de las viviendas co- merciales americanas y estudiamos las aplica- ciones vernaculas que se acumulaban en estas casas a lo largo del tiempo al ser renovadas, ampliadas y ornamentadas por sus propicta- tios. En Learning from Las Vegas analizamos los vocabularios comerciales vernaculos de las reas que rodean las autopistas y los subur- bios urbanos, en busca de una arquitectura simbélica apropiada a nuestro tiempo. En este mismo libro tratébamos de la estética de la maquina del movimiento Moderno como un conjunto de simbolos antes que como un con- junto de formas que derivasen de procesos in- dustriales del mundo moderno. Otro vehiculo para el simbolismo en arqui- tectura es el patrén ornamental. El patron or- namental se diferencia del simbolismo Pop, verndculo o histérico en que puede ser mag libre y menos consistente y puede depender menos de la asociaci6n. Podria ser sumamente significativo para la arquitectura actual, y su potencial de desarrollo es enorme. Volveré a 4 mas adelante. jardlines Pertinencia La arquitectura puede ser muchas cosas per deberia ser apropiada. Como ha sefalade po. nise Scott Brown deberfa ser culturalmente pertinente. Es necesario hacer esta obvia punt tualizacién porque la arquitectura actual ¢ eeuentemente arbitraria en su simbolismy Los arquitectos que tienen prelerencia por sim, bolos exdticos 0 esotéricos tienden a produciy tuna arquitectura de pabellones caprichosos y Jocuras pintorescas que no hace suficiente re ferencia a las culturas proximas 0 al context del lugar que deberfa proporcionar sustancig a la forma. Pero hay un sentido de lo apro. piado que deberia aplicarse no sélo a una y; riedad de tipos culturales sino también a una jerarquia de valores culturales —no todos los edificios son igualmente importantes, no todos los edificios deben ser arte con mayiisculas, en la mayoria de los paisajes deberian verse edi- ficios sencillos y bonitos. En el intento de obtener una arquitectura que sea relevante para culturas, gustos y lu- gares diversos, pongo el acento sobre los as- pectos simbélicos de la arquitectura antes que sobre los aspectos técnicos o formales. Y lo hago porque los elementos simbélicos son mas flexibles y adaptables que los elementos for- males y sobre todo que los técnico-estructura- les. También estan menos sujetos a las limita: ciones de uso, coste y estabilidad fisica y a los condicionantes de la estandarizacién. Los sis- temas constructivos y sus formas resultantes deberian constituir las cualidades mas univer- sales de nuestra arquitectura y actuar como un contrapunto de las cualidades singulares que serian simbélicas. El método de construc- Gién de nuestro edificio de Iraq, por ejemplo, consiste en una estructura de hormigén con Paneles prefabricados, que es algo estandar et todo el mundo: pero algunas de las aberturas de los paneles prefabricados estdn disciadas como arcos apuntados, en conformidad con los deseos de nuestros clientes de simbolizar el ca- racter nacional y expresar su herencia cultural Por medio de la arquitectura. He discutido la necesidad de separar forma y simbolo en el articulo «Una definicién de Ia arquitectura como tinglado decorado». Insistia en que hay una contradiccién ademas de una Scanned with CamScanner ha Sa SSS So — oe —~ SS See SS SSS SS = if i a SS STR SE exter separacién entre form, forma ¥ la func nite q te funcional ay fu nein. de n vayan ca ee mino per por su ea, Wn 8a Verdaderas re Jo que ney pr camente, cuando la Forme eae St ala Pun. ncn ia Va ohh HAspecin ademae de tra. anv en ba Vieja €poca N gacidin de tener t Ihajar Ast, la independencia de forma y fay beneficio de un funcionalisme mas chews puede distinguit nuestra arquitectura dele Vine pendencia de » al servicio de la. pertinenci: cultural puede distingnirla también de la ar tradicional. Los edificios renacentistas por ejemplo, estaban construides vimiento Moderna. Pero ta inde forma y simt quitectura historiets! mas © menos como los edificios romanos a los que emulaban (aunque los roma os estaban tecnicamente mas avanzados en su utilizacic del hormigén) mientras que los ed 10s revi valistas de los dltimos dos siglos estaban cons- truidos de un modo casi idéntico que el de los cdificios que copiaban icos, Clasicos 0 ree nacentistas— aparte de alguna que otra pieza metilica embebida en la mamposteria. Y el revivalismo vernacular del cambio de siglo su- ponia una supervivencia mas que unr miento, en tradi La tecnologia constructiva ne hasta hace poco. En la mayoria de lay épocas, sy los simbolos his- rts and crafts» como nto que el « 4n constructiva continuaba existiendo. ambi mucho las formas contemporane Loricos podian estar integrados en todo cl edi- ficio: sélo nuestra épo tradicciones entre © tre forma y simbolo. En la actualidad es ps formas técnicas modernas y | armonicen. rental deben set ha visto grandes con- o ene ructura y simbolo, 1 frecuente que las Jas formas simbo- simbolismo his casi licas histé rico y el patron orna inevitablemente, algo aiiadido, Las sillares de esquina en una fachada renacentists 0 ren lista podian ser estructurales tun cuando fueser aiiadidas; pero ahora no, porque neselier ms truimos de un modo diferente. Tam?! n ver mos diferente, No. queremos armonia ents ° tructura y simbolo si est forzida 0.6 MX" Si somos lo suficientemente «Poston como para aceptar una contradic en tural y formal, todavia somos Jo su Ee a te «Modernos» como para rechazal whheala € is arquitecta “ ¢ levtnom on el trompe Veal ey la medida ent que Representacion Me tratade hasta abora ol «ques y ef de a diversdad y a pertinencia ea Asner my arquitectinsces tal comm we aplice al Nhora trataré del la representacide en erqttecuse Rene Simbolismo histirien Reprencets: dn en al i quitectura por medio de apliquies ? ¥ pinturas aoe. La separacivin de muro y estructura medias te la aplicacion de pars © rellenando éste, ¢s al + para tenon quitectura Mederma. Cuando Las paredes independientes o los paneles moctula- res estaban coloreados 0 text tros en laa frecuente encontrar un patrée definado) adel cra por a. Peto sectara is poco usual en esa arqni csos muros no estructurales de la arg) Modern pacial bre la reticula estructural del Pab celona dirigian el curso del expaco y las par redes curvas que serpentean a traves de bs naves del Parlamento de Chandigarh encerra- cio determinado mientras que los 4 funcidin exencialmente e enian ancles de mirmol disp: 1 un esp ncles modulares del mismo editic comple 4 reticula estructural, En lugar de tilizacidin de tos apli- mentaban cso, Yo he defendide Law como signs, cuya fincidn basica no ques : saunicativa por espacial o estructural Via del simbolismo y del omames dr euafidad que distingue nuestros apliques de | rn sales uma se cern, ea ee ts em © Venturi tamente det Hranvés (APP te rant tod want ana He Kel xls | sna ge pes ae ery | pala ae 9 Pa | wea cine ur algo el galicts ra fae " se tear aio lcm Bae nas Na mi en mea Scanned with CamScanner 46 los de nuestros predecesores. El precedente his- t6rico mas vivido de nuestro modo de plantear las cosas es, una vez mas, el interior de una capilla bizantina en donde la aplicaci6n de un fresco o un mosaico sirve para comunicar men sajes explicitos —simbdlicos y_representati- vos— y es independiente de la arquitectura en contenido y forma. El contenido es religioso, Ia forma es un patrén y las configuraciones y los ritmos no tienen nada que ver con los cle- mentos espaciales o estructurales a los que se aplican. La representacién de la cabeza de un santo puede deformarse hacia delante en la superficie curva de la béveda mientras sus pies quedan amputados por un arco que se abre en la pared inferior. En Complexity and Contradiction in Archilecture he analizado la idea de estratificacién espacial y de «cosas dentro de cosas» ejemplificada por las cipulas caladas miltiples de las iglesias barrocas y otros tipos de yuxtaposiciones ar- quitecténicas que implican una redundanci Oponia estas formas complejas de aplique a las complicadas configuraciones espaciales P' ranesianas 0 Paxtonianas que la arquitectura Moderna tardfa habia utilizado en lugar del simbolismo y el ornamento. En Learning from Las Vegas analizabamos los edificios comercia- les situados al lado de las carreteras como mo- delos de una arquitectura simbélica ¢ ilustra- mos esta idea con nuestro proyecto para el concurso del Football Hall of Fame al que la- mabamos edificio-pantalla, A partir de estos signos aplicados desarrollamos la idea de co- bertizo decorado como un tipo de edilicio y como un vehiculo para el ornamento en la ar- quitectura. En la progresién de nuestras ideas acerca del aplique, primero como estratificacién es- pacial, luego como pantalla de signos y luego como ornamento, legamos al aplique como re- presentacién en arquitectura, La representa- cién, en este contexto, implica la descripcién fi- gurativa como opuesta a la construccién del sim- bolo y el ornamento. Las manifestaciones de este modo de entender el simbolismo en arqui- tectura son csencialmente bidimensionales y pictéricas. Como ejemplos de representacién en la arquitectura historicista estarfan las co- lumnas clisicas 0 ménsulas esculpidas como siluetas que figuran sin reconstruit en detalle 1A CRISIS DE LA MODERNIDAD al, o sillares angulares clasicos que se igi sicos seen una fachada y cuya funcién palica y decorativa queda perfect Una gran parte de las primeras obras de E Gunnar Asplund y de otros arquitectos de prin. cipios del siglo XX estaban adscritas a un his. foricismo no literal que se expresaba por medio de ornamentos figurativos. En una ornamen. tacién que no sea rigurosamente historicista, tun patron de flores, por ejemplo, puede estar aludiendo a un empapelado de flores conven- cional antes que a flores reales; el nivel del significado afiadido hace que el simbolismo sea amento de la arquitectura popular de- a de un motivo ornamental figurative de procedencia ilustre que es sim- lo a dos dimensiones por dos sobre superticies nte siluctas. Los pérticos de en- rada de las casas ‘as con sus listones cn diente de sierra o las balaustradas alpinas de madera recortada son ejemplos de esto. Las atas de este modo de entender la representaci6n fueron probablemente la eco- nomia y la ingenuidad, pero su resultado es- tético fue una expresién elocuente de la esen- cia del estilo. En nuestros dias la economia y estandarizaci6n industrial por un lado y la fal ta de artesanado por otro, justifican este modo simplificado, repetitivo y descriptivo de enten- der el ornamento. Si ahora no podemos construir una arqui- tectura hist6rica o revitalizar el Revivalismo, podemos representarlos por medio del aplique y del signo. Estas técnicas pueden parecer sim- Plistas pero pueden ayudarnos a evitar los in- convenientes de una ambigiiedad mala y de- Jarnos en libertad para crear una arquitectura que sea buena para nuestro tiempo nas o medi razon inmed Plus plus ¢a change Creo que el término Posmodernismo se origi n6 en Princeton en donde se lo of por primera vez a Jean Labatut para describir una arqui- tectura de mediados de los cuarenta. El térmi- no se usa ahora con amplitud y ligereza pai definir tendencias arquitecténicas que son completamente divergentes. Incluye por ejem- a GE ie oe rae EIA G Wo t+ Pee ‘ SAS Scanned with CamScanner VENTURI ne movin, Reina tian an 0 D lad en si mis- mo y de hecho ha influido en el movimiento Posmodernista americano especialmente en su adopcién de un vocabulario Neoclasico, Mi evaluacién del Posmodernismo cubrird tan sdlo cl modo en que se entienden en el movimiento las ideas de diversidad, pertinen- cia cultural y simbolismo que son las que he estado tratando. Mi punto de vista estard lic ado por mi relativo conocimiento de lo que se hace actualmente en arquitectura y se bar sard mds en los proyectos de arquitectos pos- modernistas que en sus escritos tedricos, En general estoy de acuerdo con las bases teéricas del Posmodernismo: lo que me interesa es la arquitectura que resulta y sus implicaciones aparentes. En mi opinién, el Posmodernismo ha pro- clamado, en teoria, su independencia del Mo- dernismo —de su vocabulario singular y su rigida ideologia— pero, en la prictica, ha sus- tituido el viejo vocabulario por otro nuevo que se diferencia del antiguo por su simbolismo pero cs similar en su singularidad, en lo limi- tado de su campo y en la rigidez de sus prin- cipios. El nuevo movimiento no ofrece la den- sidad simbélica y la pertinencia cultural que son apropiadas para nuestra era, En este sen- tido no es diferente del movimiento anterior, Plus ca change... El Posmodernismo ha abandonado el voca- bulario industrial universal del Modernismo. Como deciamos en Learning from Las Vegas, todo el mundo, menos los arquitectos, se ha ente- tado de que Ia Revolucion industrial esta muerta y que su continua glorificacién resulta irénica, Senalabamos que, aunque el béton-brut modernista-tardio de Le Corbusier era simbé- licamente antindustrial, en manos de sus se- guidores se convirtié en heroico-expresionista y tan irrelevante como el vocabulario indus- trial que venia a sustituir. Sin embargo, los posmodernistas al suplantar a los modernistas han sustituido el, practicamente irrelevan'c, Vocabulario universal del industrialismo hero'- co por otro, practicamente irrelevante, Vou bulario universal —el de un Clasicism® 200” nedizo al que se anade, en sus versiones Ny” ricanas, un poco de Decd, ¥ un toa te doux—. Al sustituir el simbolisme lerno “ Por un simbolismo historicista pres de Neoclasicismo que aspira a al- anzar una universalidad que resultaria apro- Piada a finales del siglo XVII para los patro- icos y republicanos del Neoclasi- las homogéncas sociedades prein iales en las que vivian, pero que es ina- propiado para sociedades posindustriales como la nuestra que son complejas y pluralistas, En este contexto, los saltos que se dieron en la arquitectura de los setenta desde Le Corbusier hasta Ledoux, de los White a los pasteles, no eran tan grandes como parecian. La transicion desde las formas cubistas puras y sencillas d Estilo Internacional hasta las formas puras y sencillas del Clasicismo y Neoclasicismo, ma- nifiesta la continua predileccin formalista de los arquitectos por la simplificacién. De todas maneras, las formas blancas estan ahora ba fiadas cn tonos mediterrancos, lo que gusta a los clientes y hace que los proyectos y los di- bujos se vendan mejor. La simplicidad formal y la consistencia sim- hélica hacen que la arquitectura sea facil de identificar, nombrar, copiar, aprender, ense- fiar, promover, anunciar, publicar, dibujar y exponer. Que esta arquitectura es facil de nom- brar se ve por la proliferacién de nombres Posmodernismo, Racionalismo, Eclecticismo, Radical, Estilo Libre, Clasicismo, Nuevas Nor- mas, etc... Pero, esta variedad de nombres, zno esté mostrando la insuficiencia del contenido? {No deja al descubierto, la facilidad y la rapi- dez con que sus creadores los bautizan, su es- quematismo? Nombrar estilos y movimientos es responsabilidad del historiador. ¢Sabia Ber- nini que era Barroco? Los arquitectos debe- rian describir sus obras no nombrarlas. Que el posmodernismo es facil de ensefiar se ve por la popularidad que tiene entre los estudiantes y por su aceptacién en la academia arquitec- tonica, en donde se tiende a preferir los arque- tipos simplificados y las universalidades faciles a la complejidad y Ia contradiccién. Que es ficil de promover resulta obvio porque a los periodistas les encantan los slogans. Todo esto ofrece evidentes ventajas y proporciona satis facciones inmediatas pero cayuda a fortalecer una arquitectura que debe enfrentarse con las complejidades de la realidad? : Ledoux, en el contexto de los Estados Uni Orme BIBLIOTECA han promovido cismo y pa dust Scanned with CamScanner lista, Recuerdo ha- dos resulta exético y berme sorprendido al ver de reojo el ayuntay miento Neoclisico del barrio antiguo de Mon- treat: era un edificio Neockisico auténtico. AL haber olvidado momentineamente que estaba taba esperando Ver, subconscientemente, un edificio Neogriego, pico de los Estados Unidos —tipico, de hecho, \¢ podria haber encontra i ra del Estado de Nue~ entre una version del pstractat, CU ¢ cruzando la va York. Las diferenci: Clasicismo «Ledousiana», pura, ropea y la versidn angloamericana, toresca y algo naif, me parecieron su elocuentes Si el simbolismo posmodernista tiene que basarse en el Clasicismo por qué se limita sobre todo a Ledoux cuando es bastante dis- cutible que resulte apropiado para este conti- nente, aparte de Quebec? La respuesta es que Ledoux es ficil de digerir para los antiguos modernistas. Es uno de los arquitectos hist6- ricos a los que los arquitectos modernos se per- mitieron admirar y es facil pasar de apreciarlo a hacerlo como él”. También esta de moda por la influencia que ha tenido en el movi- miento posmodernista de este pais el movi miento racionalista proveniente de Italia con su versién, caracteristicamente latina, del Neo- clasicismo. Hay un paralelismo con la importacién del Estilo Internacional a este continente en los aiios treinta. La arquitectura de la Bauhaus ejercié una presién similar sobre lo exético y lo irrelevante en el contexto americano. Qué ironfa el que muchos de los que rechazan aho- ra las rigidas normas del Estilo Internacional estén siguiendo sus mismos pasos... Encore pilus ¢a change... Al defender ciertas versiones del simbolismo Clasico, como el Neogriego, el Pa- Hadiano o el Queen Anne, que son variados y resultan naturales en nuestro entorno y en nuestra historia y al emplearlos en nuestro tra- bajo, estoy siendo més realista que chovinista y mas racional que racionalista. ePero por qué sélo lo clasico? He tratado aqui de las razones que hay para emplear di- jes pero Hay aqui un juego de palabras intraducibl juego s intraducibles (dou- xing and overdouxing him) entre «Ledous», cer) y «over do» (retocar) lanes LA CRISIS DE LA MOD! JERNIDAD versos estilos y para emplear el aplique y jg figuracién como medios de conseguir pertinen. seetaltural. En «Una definicién de la Argyj. cetgomo Tinglado Decoradon describfa yy filielo hipoteurco que lucia una fachada de, Tantera serbo-croata y una trasera Mary Anne romatifcada su contradiccidn estética por ig solicitac’ contrapuestas de forma y funcién ane aban acomodo en una configura. Gdn entendida como cobertizo decorado. Por que sea la interdependencia de form: mn y por muy literal y «seriay Gque sea la identificacién de forma y simbolg ay et Posmodernismo, no se podra encontrar seomodo para estas contradicciones funciona. les, Esto tiende a limitar el Posmodernismo a tuna jerarquia de tipos edificatorios tradiciona- les ¥- a edificios civicos ¢ institucionales —la gama de edificios que se asocian al Clasicis- fio aunque, por extrafio que resulte para los americanos, las viviendas sociales en estilo Neoclasico parecen Hlevarse bien con los alcal- des comunistas del norte de Italia. :Pero es que la arquitectura no comprende también los edificios corrientes? He visto un disefio de sala de exposiciones para ventas por catalogo en un estilo Clasico realmente literal. Como edificio Posmodernista resultaba, para mi, bastante inquietante; como cobertizo de- corado podria haber pasado. Otro diseiio re- ciente para un barrio en Paris consiste en un exquisito collage de ejes & la Le Notre (au Né- tre2). Bulevares Hausmannianos se entrecri- zan con deliciosas calles cuyas anchuras equi- libran perfectamente las alturas de las clésicas fachadas y cuyo cielo est4 punteado de bipla- nos que parecen lanzarse en picado como si estuviesen pilotados por ases de la Primera Guerra Mundial. La densidad peatonal de este tejido urbano hubiese seducido a cualquier at ticuario que se pasease por las calles de los barrios del siglo XVIII de Paris 0 de partes de Munich 0 Leningrado, pero gqué pasa con los coches que hay sobre la tierra (a partir de d bujos de Messerschmitts en el aire) a finales del siglo Xx, y con el derecho de nucstras Cr dades a funcionar civica, residencial ¥ comet cialmente, y con su simbolismo para set 2° talgicas y reales? Scanned with CamScanner SRSy to BER = ae Ruswwcs ae oe ae ee vewrons Rogativa por unu extension de los patrones kin esti erftica del Posmodernismo he clacento sobre ef historicisma en arquiteeta porque es It caracterfstien prineipal deo ieuto y he defendido mente simbélico y figurative tal como se namite por medio del aplique, P; ‘| de otra manera, he estado tratando de une ormamentcion con contenido histérien, Per hay otro tipo de ornamento que se ha tenide en cuenta pero que ha sido poco empleade por los posmodernistas quizd debido a su renee nente predilec ta por la simpli dad y a la influet nante del Racio- nalismo italiano. Este ornamento consiste en un patrén_gencral mentales pueden s superlicies: di la arquiteetu ‘se mo- » historicismo explic decirlo predon do, Los patrones orna- bstractos, como en las {cjas 0 ladrillos decorativos de a Musulmana —entre las erea- ciones mas bellas de ka historia del arte—. Puc de ser figurative, como en los mosaicos bizan- tinos 0 en Tos en con motivos flor nos, en las antadores papeles pintados les de los interiores. victor urquitectura simbélica, como chadas de esas iglesias romanicas ita- i de areadas en bajorrelieve » formando porticos, rosetones 0 mol- que aparecen discordantes y liricos al mismo tiempo. Nuestras ampliaciones del Oberlin Art Mu- scum, de las oficinas del ISI, y del Best Pro- duets Showroom son cobe decorados los que se aplican patrones geométricos y fo- rales utilizando paneles de ceramica y mam- Posteria, En la galerfa para Best Products, ‘unas enormes flores, atrevidas y bonitas, enmas caran la inevitable banalidad de la forma ar- quitecténica y se leen como una seal a través del gran aparcamiento y de Ja autopista. Un omamento basado en la generalizacién de los Patrones es actualmente el tema de los pinto- Fes del Pattern and Decoration Movement de Nueva York. Estos pintores han experimenta- 0 una inevitable reaccién contra el Minime: lismo de las tiltimas estéticas modernas. Al igual que ha ocurrido con el Pop Arty el Foto- Healismo, la sensibilidad estética de los pine FSS est por delante de la de los arquites\t™ ‘ambién Jos arquitectos, creo, tendran 4 1 wo conocer Ia mo he a impracticabilidad del expresionis- Toico por un lado y de la condescenden- imalista por otro y aceptar la ee hay en el cobertizo decorado —y ‘almente en el coche decorado, en cual- osi-que-nos-rodee decorada. m he asignado un mal nitectura Moderna pero quiero actitud hacia el Movimiento Mo- crno y distinguirla de la de muchos posmo- dernistas. Nunca he intentado rechazar total- mente la arquitectura Moderna, en palabras 0 cn obras porque me sittio dentro de una evo- lucién, tal como creo que debia ocurrir con nuestra arquitectura, no de una rebelién con- tra ella, Sus obras maestras pueden equiparar- se con tas de cualquier otra época. Aparte, uizi, del Rococd, ¢! Moderno ha sido el pri- mer estilo desde el Gético basado en un sim- bolismo original (reconociendo su derivacién directa del vernéculo industrial de su época). Hoy nos fijamos en sus excesos y debilidades finales olvidando los éxitos y la gloria de sus comienzos. Esto nos leva a querer ser mas re- volucionarios que capaces de evolucionar, mas anti-modernos que realmente posmodernos. Uno de tos tallos del Movimiento Moderno fac su celo revolucionario, su progresista re- chazo del pasado. Es irénico que muchos er ticos del exclusivismo y la rigidez del Moder- nismo que proclaman ahora fervientemente su liberacion de estas ataduras muestren un celo revolucionario igual, aunque opuesto; algunos de los arquitectos posmodernistas mas intole- rantes de hoy eran Whites el aiio pasado. Es demasiado facil odiar a nuestros padres mien- tras intentamos sobrepasarlos. Al hacerlo nos volvemos a proteger de un mundo complejo y contradictorio por medio de formulas simples para nuestro trabajo y dogmas simples para nuestra filosofia. Denise Scott Brown escribia en nuestro prefacio a Learning from Las Vegas: «Puesto que hemos criticado la arquitectura Moderna debemos manifestar también nues- tra gran admiracién por sus comienzos cuan- do sus fundadores, sensibles a su tiempo, pro- clamaban una revolucién justa, Nuestra criti- ca se dirige principalmente a la inadecuada y distorsionada prolongacién actual de esa vieja revoluciém. Y ahora, a la de esa vieja revo- lucién con un nuevo disfraz. precisar mi d Scanned with CamScanner

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