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la estructura lingiiistiea de De Saussure que no tiene esquemas o modelos a priori, sino que constituye progresivamente un sistema «oit foul se tient». Asi como en tiempos el arte revelaba en cl objeto la estructura inmévil del mundo objetivo, hoy debe revelar en el proyecto la estructura mévil de la existencia. El proyecto, cuyo modelo metodolégico ha de suminiswrar~ nos el arte, es, en resumen, la ajetreada defen- sa de la vida social, hist6rica, en su enfrenta~ miento cotidiano con la eventualidad y el caso: y contra la muerte, eventualidad extrema y liltima de los casos. En la proyeccién del arte hay un sentido, un interés, una pasion de la vida que no encontramos en la l6gica irrepro- chable de la proyeccién tecnolégica, que crece sobre si misma en sucesivas ilaciones, ignoran- do la alternativa de muerte que acompaiia a cualquier accién moral, y por tanto siempre en peligro de sobrepasar, sin siquiera perce tarse de ello, el limite de la vida. De hecho ya lo ha sobrepasado: de progreso en progreso ha legado a programar la muerte. Pero, gpuede considerarse interés critico el sign de Ia critica en el proceso-proyecto gy arte, el profundo cariicter critic de ese Pro. aetaral que el arte deberia servir de modely, Monsisten en la verificacidn, Paso por paso, de Ios actos intencionados y de su sucesidn, $j jg accion proyecta' rte en su globalidad ty a un tiempo critica, rectificadora y modelg para el comin actuar y, hoy en dia, para ly petuacion tecnolégica de la industria y de fa serialidad de sus actos ordenada de antemano, la fimcion esencial del arte deberia consistir en reducir esta serialidad a una sucesién inten. cionada. Lo que se verifica de modo critico no es tanto el acto en sf cuanto el acto en su condicién de estimulo y direccién de una ac- tuacién ulterior. Si la obra de arte no tiene mas valor por perfecta y acabada sino por no acabada, sera necesario preguntarse qué es lo que apareja y eva en si, qué problema le de- para al futuro. ¢Plantea un problema que vay se amando una solucién artistica 0 un problema que la excluye? La supervivencia del arte en el mundo del maiana, sea el que sea, slo depende del proyecto que el arte de que guia los proyectos artisticos? La intromi- hoy hace para el arte de maiiana. AMO LOS INICIOS Louis Kahn Tal como se ha sehalado, el contexto norteamericano va aumentando paulatinamente su influencia sobre ¢l panorama internacional. El mas destacado protagonista de la transformacién de la arquitectura en los ais cincuenta es el arquitecto norleamericano Louis Kahn. a La pasién por los inicios en la obra ¢ ideario de Louis Kahn es una muestra tanto de ta influencia de la ‘radiciin Beaux Arts —el inicio del proyecto es asimilable a la idea del «partin— como de un evidente platonismo y de la integracion de algunas ideas del filésofo alemdn Martin Heidesser. Y es basica para entender el uso por parte de Kak de un deimitado repertorio tipoldgico formado per lay Bae cripcién o articulacion de las formas geométricas simples. por la yuxtaposicion, Louis Kahn (1901-1974). El texto «Amo los inicios» corres Is exto «A » corresponde a una versior i is que Louis Kahn presenté en el seminario internacional celebrado en Aspen Sere ata asad hassel) de junio de 1972. La versin que aqui se presenta es la traduccién al castellano en la edicisn de Nari ‘Madrid, 1981, del libro publicado por Rizzoli y por Oficina Batrans : and imagert, escrito por Ch. Norberg-Schulz a Dig tt Rome. 1960, Louis Kahn. lee Scanned with CamScanner Katy Sw actividad como profesor parte, en el texto W' , day Accesspress and Rizzoli, New conferenciante York, 1986, Amo los inicios. Los inicios me Henan de mae ravilla, Yo creo que el inicio es lo que garan- tiza la prosecucién. Si ésta no tiene lugar, nada podria ni querria existir. ‘Tengo un gran res peto por la instruccién porque es una inspira- cién fundamental. No es s6lo una cuestion de deber, es innata a nosotros, La voluntad de aprender, el deseo de aprender, es una de las mayores. inspiraci No me I medida la educa jones emociona en igui in, Aprender esta hien; pero la educacién es algo que siempre esti en discusién porque ningdin sistema consigue eap- cel verd: lero significado del aprender. al biisqueda de los inicios, un nerado por muchas influe cias— se me hacia presente recurrentemente, en cuanto me daba cuenta de q es luz consumida, Emerger de la luz me pare- comparable a la aparicién de dos herma nos, aun sabiendo muy bien que no exist dos hermanos y ni tan siquiera Uno. Pe que uno es la personificacin del deseo ser-ex- presar, y uno (no se puede decir «el otro») equi- vale a ser-ser. El segundo es no luminoso, m tras que el Uno (prevalente) es luminoso, y esta fuente luminosa prevalente puede ser ima- ginada como una Hama que danza salvajemen- te y que poco a poco se aplaca y se consume en la materia, La materia —crco yo— ¢s | consumida. Las montaiias, la terra, los rios, todos luz con- la materia Ovi claire y nosotros mismos, some sumida, Este es el centro de nucstr El deseo de ser-expresar es cidn de la vida. No creo que hay Empecé por trazar un esqueny Haman al deseo ser-expresar silencio; al otro, luz Yet movimiento, del silencio a la luz, de Ia luz silencio, tiene muchos umbrales: mnuclies, muchisimos umbrales; y cada umbral es ¢ ee tivamente una individualidad, Cada ule co Aosotros posce un umbral en el que se St encuentr» entre luz y silencio. cate ama este punio de encuentro, & el nivel (om na, Hamando uy generd multitud de escritas Will Be Has Always Hen The Wa lt 3 jue se hallan recagidas. en gran Kahn, Richard Saul Wurman, Words of Loui Pe su infinme en ta Design Conference de Aspen, 1973, to magico) de las esti alli donde el d piraciones. La inspiracién “0 ser-expresar encuentra lo posible, Es la creacién de las presencias, Aqui esté también el rio del arte, el cen- t1o de las exigencias expresivas y de los me dios de expresion En un primer momento, habi esquema pa rec trazado el que se leyera de izquierda a de- y helo aqui e1 specular (para confundir las ideas y evocar una fuente avin mas grande que el esquema mismo), para no ponerles delante nada que sea del todo ver daderamente legible; de esta manera, ustedes pueden incluso esforzarse en hallar algo que vaya mais alld de esta realizacién, Una vex mas sigo buscando una fuente de inicio. Sé que es parte de mi cardeter querer descubrir Jos ini- cios. Amo la historia inglesa; tengo muchos: libros que tratan de ella pero nunca leo mis que cl primer volumen, y de éste sélo los tres © cuatro primeros capitulos, Y, naturalmente, mi tinica y auténtica finalidad seria leer el vo- lumen 0 (cero), gcomprenden?, el que ain no ha sido escrito. Debe ser una mente bastante rara la que impulsa a uno a buscar cosas se- mejantes. Dirfa que una imagen semejante su- giere el surgir de una mente. Nuestra primera impresién es de Belleza; no lo bello, no lo be- isimo: s6lo la belle: . Es el momento Za en § —podria decir el momento magico— de la per- fecta armonia. Y de este aura de belleza, in- mediatamente, viene illa. El sentido de la maravilla es tan importante para noso- tros porque precede al conocimiento, Precede a la cultura, Cuando los astronautas iban por clespacio y la tierra parecfa una bolita de cris- tal, azul y rosa, comprendf que nada era me- nos importante que el conocimiento. Acaso la cultura ain era importante pero la instruccién, no, de veras. Y sin embargo —y qué raro re- sulta decirlo— Paris, Roma, las espléndidas obras del hombre, que vinieron todas de cit stancias contingentes, de algtin modo re- ducen la importancia de la mente, compara- das con el sentido de marayilla que parece Scanned with CamScanner 116 haber prevalecido en aquel tiempo. Sin embar- go, estoy convencide de que una toccata,® fuga permanece porque ha mani nido las distancias desde lo ‘mensurable. Lo inconmen- surable es lo tinico que ha fascinado a la men- te; lo mensurable signifies bien poco. ‘Cuando hablamos de contaminacién, lo peor es ver un gracioso arroyuelo contaminado: el sentido de maravilla suscitado por el arroyue- Jo nos abandona. Si legamos a un arroyuelo cuya agua atin esté limpia, sentimos algo in- quietante al estar junto a un arroyo. que pron- to perder su poder de maravilla, Esta nunca debe abandonar nuestra mente, ni podemos aceptar sucedaneos ni nada que sea instrumen- tal, salvo el problema en si mismo, que debe- ria ayudarnos a mirar juntos y a seguir mara- vilkindonos. Para que esta ponencia valga algo, debe ser constante y no limitarse a ser una nocin m: Examinemos la inspiracién a aprender. Pa- rémonos a pensar en las otras inspiraciones; por ejemplo, he dicho que todos los urbanistas deben participar de las inspiraciones a encon- trarse. Pero luego, si pensamos en la escuela, también ella es parte de la inspiracién a en- contrarse. Hay otra inspiracién que, en cierto modo, esta en discusién —prefiero decirlo asi— y es la inspiraci6n al bienestar. Y el bie- nestar comprende cosas como la ecologia. Y sin embargo no debe considerarse un tema ‘ilogo a la ecologia 0 a cualquier otro. Se debe ver como algo catastréfico que corrompe nuestro sentido de maravilla, nuestro instinto a encontrarnos, a aprender, Podemos ver por qué las inspiraciones originarias que rodeaban la arquitectura, apenas ésta se convirtié en algo visible, eran inclasificables, salvo como una es- pecie de momento inspirado que luego adopté un nombre. Pero el inicio no tenfa nombre, Tenia solo una irrefutable urgencia de ser Ie vado a la vida. Y hasta ese momento —y yo creo que siempre sera asi— no habia Arqui- tweturs, habia su espiritu, pero ninguna pre- sencia Lo que tiene presencia es una obra de airquitcclara, que, todo lo mas, debe ser con- siderida como una offenda a la Arquitectura nism, aunque sélo fuera por la maravilla de su inicio, Por tanto, cuando la gente habla de Ja arquitectura como si estuviera en un com- partimento, y del urbanismo como si estuviera a. SIS DE La ne en o1ro, mientras 1a planificacton «urbana, ayia en un cercero y lt proycetacién ambjey, tal en otro ms, éstas para mf son divisions puramente mercantiles. Y me parece desain, Pogue alguien declare, en el membrete de 5, papel de correspondencia, que se dedica a to. Faptstas cosas. En cl mercado esto constituye tuna notable ventaja. Pero un hombre que sien, tala Arquitectura como espiritu no puede au. buirse titulos semejantes, porque lo considera. ja pura disipacién de sus propias y originales inspiraciones. Un arquitecto puede constrir tuna casa y puede construir una ciudad al mis. mo tiempo solo si considera a ambas como partes de una esfera maravillosa, expresiva e inspirada. De las primeras impresiones o de la primera percepcion de la belleza, y de la ma- ravilla que se deriva de ello, viene la compren- sidn, La comprensién nace del modo en que hemos sido hechos porque, para existir, debe- mos recurrir a todas las leyes del univers. Nosotros conservamos dentro de nosotros el recuerdo de las decisiones que nos han hecho esencialmente seres humanos. Es el recuerdo psiquico y es el recuerdo fisico, junto con las opciones que hemos Ilevado a cabo para satis- facer este deseo de ser, que, a su vez, se ha dirigido hacia lo que ahora somos. Yo creo que este inicio esta presente en la hoja y en el mi- crobio. Toda cosa viviente. La conciencia, en mi opini6n, existe en todas las cosas vivientes Una vez entendido el proceso de compren sién, de aqui procede la forma. La forma no ¢ la conformacién visual. La conformacién una cuestién de disefio, mientras que la forma es la comprensién de components insepar” bles. El disefio da ser a lo que la comprension —la forma— sugiere. También se podria decir que la forma se revela como la naturaleza d¢ algo y que el disefio, en un determinado pur” to, se esfuerza por recurrir a las leyes de !2 naturaleza para hacerlas ser, haciendo entra? en accién a la luz. Este recurrir a la mater!» que es el hacer, el hacer ser, esta creacion de Presencias, es el elemento que introduce lo mensurable en nuestra obra. Hasta que no ™" tra en accién, todo es esencial y coherenteme™ te incomensurable, Ademas, cualquier © que se deja posee ambas cualidades. Una ve Pintado un cuadro, y sélo en ese moment Podemos decir: «No me gusta el rojo», 0 bie™ Scanned with CamScanner Kany equetios». Sélo entonces lo que el pensamiento darnos. ¥ el pensa mien- to, a su vez, revela pose > revela poser existencia ney a ia pero no El proyectar exige que se comprenda el orden Cuando tenemos que vérnoslas con los India llos © proyectamos con ellos, debemos pregum. tar al ladrillo qué quiere 0 qué puede hacer Y si preguntamos al ladrillo qué quiere, res. ponderd: «Bueno, querria un arco». Y eatom. ces diremos: «Pero los arcos son dificiles de hacer. Son mas costosos. Creo que el cemento iria igualmente bien por encima de tu apertw. ra», Pero el ladrillo replica: «Ya sé, ya sé que tienes raz6n, pero si me preguntas qué prefic- ro, yo quiero un arco». Y uno dice: «Pero bue- no, ¢por qué eres tan terco?» Y el arco dice: «gPuedo hacer una pequefia observacién?» «No os dais cuenta de que estais hablando de un ser, y que un ser de ladrillo es un arco®» Esto significa comprender el orden. Signilica conocer su naturaleza. Significa saber qué pue- de hacer. Y respetarlo profundamente. Si tra- bajamos con ladrillo, no lo usemos como una opcién de segunda mano o porque cuesta poco. No, debemos alzarlo en toda su gloria, y ésta es la dinica interpretacién que merece. Si tra- bajamos con cemento, debemos conocer cl orden de su naturaleza, debemos conocer la naturaleza del cemento, qué trata de ser real- mente el cemento. En realidad, el cemento quicre ser granito, pero no !o consigue. Los hierros de refuerzo son la intervencién de un prodigioso elemento secreto que hace milagro- samente eficiente a esta llamada piedra fundi- da: un producto de la mente. El acero quiere decirnos que puede tener Ja fuerza de un fs Secto, y el puente de piedra que fue construico como un elefante; pero nosotros conocemos belleza de ambos, la armonfa derivada ce ber aprovechado al maximo las posiblidades del material. Si nos limitamos a revestir de acin de estar Piedra un muro, tenemos la sensacié ae haciendo algo mezquino, si bien esa ores de entre nosotros. Pueda hacerse a Jos mejores ren con- Ver las cosas correctamente y actua 315 Secuencia, sin compromisos, puede costarnos cl aislamiento. Sin embargo, es importantisi. mo dar un paso adelante; hay que darlo con cautela y en plena consciencia. 3 Para colaborar en la conmemoracién del bi- Centenario de Filadelfia, se cligié un grupo de arquitectos. Aunque hoy parezca improbable que el proyecto se realice, sin embargo, quiero hablarles de él, Fue bastante dificil hacer tra- bajar al unisono a estas lamadas primeras fi- guras, ya saben lo que pasa. Pero gracias al hecho de que yo me he acostumbrado a pen- sar en términos de silencio y luz, me fue po- ble proponer el esquema que, al final, todos cligicron, porque representaba bien lo que in- tentébamos hacer. La idea original, antes de que viéramos el contexto ambiental, era hacer una calle (cosa con la que estoy perfectamente de acuerdo y que fui el primero en alentar). Una calle, en realidad, es una estancia comu- nitaria, Pose ya un cardcter terriblemente vi culante y ofrece un inmediato punto de parti- da en lugar de obligarle a uno a pensar en una lista de objetos para ser vistos, como los obje- tos exhibidos en una exposicién. Diseiiamos someramente un edificio; tiene un aire bastan- te amenazador, pero es un edificio. Se trataba de una serie de tres edificios, de este tipo; su forma exacta no tiene importancia. Este edifi- cio era el palacio de la expresin y debia ser programado por los grandes representantes de la expresién (los que se dedican al cine, a la prensa, a la pintura, a la escultura, a la ar- quitectura, a todas las exigencias expresivas). Otro edificio debia ser programado por los grandes cientificos, que habrian sido capaces de expresar las manifestaciones de la luz, del aire, del agua y de la tierra. Y asf, le dimos el titulo de «los recursos naturales», o sea, el cdificio de las fuentes naturales. Aqui estaba el «foro de los servicios sociales», unido por una gran calle a un canal y a otros medios de transporte. A lo largo de la calle se abrian una especie de ensanches, que diseiiaré rapidamen- te, Servian para alinear a lo largo de la calle los servicios centrales: un auditorio y varios lugares resultantes del encuentro, por asi de- Scanned with CamScanner se we rst Las funciones po undario en ¢ cirlo, de luz y silencio, mismas jugaban un papel s¢ eres to que la efectiva participacin se concent wiales a lo large Sets cae La van cra bt fai Ja gente de la calle, La tesis era invitar agente que exté aprenadicnda (y exten agota nuestro trabajo colegial). La oferta se a cualgul cca se interesara en ella y, 6m no tenian particular, se dirigia a aquellos qv tice de fa ean servieia social. Las ini idea de lo que es un \ shi Jos pakistanies —v vo ditia que hasta los habitantes de muchos paises africa: oe, en often; ta enayor parte del mundo en gran medida no distrata de modo directo de Los servicios sociales esta~ las exigencias 0 ten- servicios sociales. ban alli para satis dene S expresivas Lo cual nos leva al urbanismo. Yo creo en escuclas especiales para el desarrollo de las do- tes naturales; vo creo que, si un muchacho, no importa de que edad, muestra disposicién para la danza, se le debe mandar, ante todo, a una escuela de danza. A continuacion, él buse: Avidamente otros tipos de escuela, pero el ¢ tro de su interés deberia localizarse en cual: quier cosa que le salga bien de modo natural, Uno no aprende nunea nada que no sea parte de si mismo, parte de ese «Uno», Cualquier se aprenda apenas queda pe da o prendida con alfileres, a menos que en= cuentre en nosotros una sustancia real. Ye que si uno sigue sus inclinaciones natur posiblemente aprender hasta las materias mas dificiles, simplemente porque habra tenido le libertad necesaria oftecida divectamente. ¥ Ie escuela, mas que cualquier otro lugar, debe ser el centro de la libertad, No deberia haber juicios ni ex nes entre una persona y otra. Yo creo que, si tenemos una clase d. einta alumnos en la que reine la libert acabaremos teniendo treinta enseantes, Imac Sinemos una escuela sin pasillos; en lugar de un transito —un pi tenemos tna sal orientale ha Coo tuna sala que, por su importancia, comp, rain, sal ji » compite con {a biblioteca. Dos chimeneas marcan los extre, mos de la sala y los huecos de las ventanas otra cosa qu pasts DE LA MODER’ NDAD disponer de lugares en los que y, arse en medio de ese lugar de je es un aula escolar hecha de permit puede relist os. qu aoe erada de La obligacién de sistin wo) Nw hallarin nada semejante en uy qe na normal, Deberia ser algo que et ag roan en su primera reaccion al verse oft Ia oportunidad de expresar Wn campo espagiy ae estudio, debe reerear a partis. veto. Iqnoranda ef programa que se le han dln, debe redescubrir la naturaleza des. yeias en his que sea bello aprender. Nun presentara una serie de estancias, denomin das como aulas para seminarios (1, 2, 3, $5 6. etc.) sino que consideraré un aula de sem. hario como un descubrimiento en si mismo Tales estancias no tendrin, probablemente, un nombre indicativo que conste en el plano, Ea cambio, ofrecersin posibles orientaciones de las que uno podra clegir el ambiente en el que sea bello discurrir de lo que se esté discurriendo do con el mimero de los presentes. Y asi con las clases y con las bibliotecas, que hoy llevan el desagradable titulo de «Centro de in- formaciones». Es increible lo lejos que queda de su inspiracion originaria. El lugar se ha convertido en «operativo», como si la informa- cién fuera tan importante. Un libro es enor- memente importante, Nadie ha pagado jamis cl precio de_un libro; se paga solo su impre- sion, Pero un libro, en realidad, es una offen- da y asi se lo debe considerar. Si rendimos homenaje al hombre que lo escribe, incentiva- de acu Femos atin mis los poderes expresivos de la literatura, 5 mos metidos en el tema de las Estoy construyendo un teatro cn Fort Wayne, Indiana, y por tanto, habiet” tudiado los teatros, Hegué a la conclusion de que el auditorio y ef escenario deben com siderarse como un violin, como un sensible ins truntento, en el que uno pueda oir hasta Uo Susurto sin necesidad de amplificacién, Los Jo 271 y los demas espacios afiadidos pueden com” P : Se Pararse con el estuche del violin, El violin Y fos eauche son totalmente distintos. Pero luc metiéndome entre bastidores, en muchos Scanned with CamScanner Kany teatros nO encontré mas que cesto de papeles. Cuando ef esa papelera parece como sino hubi cl interior de un cl actor emerge de wee Perfectamente ealmo, bastidores tropieza con las eget RETO cute as escobas. Es un ver~ dadero infierno. Asi ecidi conesia media milla Icjos del teatro, consitem a “Estancia verde» (sala de espera de los none como un salén con chimenea, los locale los ensayos, los camerinos y todo come Tuncion nes de aquella casa... También puce ei una pequeiia capilla, en la que une pada relexionar en soledad sobre su papel Sinan nadie le metiera prisa. En el exusion yee casa construf un mirador que dan In ee huego, le di vuelta a este proscenio ¥ presenta el mirador de la casi como un fone wea cuando se alza el telon Trataba de deseubrir la at fa que fuera posible plante el fondo, la of lleva a cabo eu Muraleza» sobre ‘ar el proyecto, En acion es iloga a la que se ndo nos imaginamos el dor- si estuviera en un campo, sin jado, para poder ver las estrellas, Las ven- tanas pueden ser bastante reducidas porque la dadera venta mitorio como na la tenemos encima de no- sotros. Luego nos damos cuenta de que la ha- bit @ no es una habitacién para dormir sino que se ha transformado en la habitacién de un enfermo, y si necesitamos una taza de 1, buscamos desesperadamente la co Poco a poco, fart el dormitori desliza hacia la cocina, a lo mejor pidiendo salén hace lo mismo, a pesar de ad, lo mismo que la cocina, Pero la se recompone de modo afectuoso, de modo comprensivo. En cierto modo, adquiere fuerz: considerando las cosas no como son ahora sino como podrian ser. También la ciudad debe considerarse a la luz de como podria ser y no con la intencién de corregir cuanto ya existe. Yo creo que el punto mas rico de esti cin, del que podriamos partir para inenae comprender la arquitectura, ¢s la minncia la simple estancia, vista como el principio de Ia arquitectura. Cuando entramos ent and Cuarto, sabemos que Jo comocemox come die. ‘Tal vez, lo may maravilloso de Tt ets sean las ventanas,, 1 poeta norteamericane Wallace Stevens dijo algo a los arquitectos w7 {Wueria serlo). Preguntés «Qué porcién de sol eur en tu habitacidn?» Es como decir que ef Sol no supo lo grande que era hasta que hoes fontra el flanco de un edificio. ¢Podemos me- (Cr Una cosa asi en una computiadora Univac? Yo creo que un proyecto es una sociedad de sstancias. Un verdadero proyecto es aquel en due las estancias conversan entre si. Dicho de otro modo: el proyecto podria definirse como wma «estructura de espacios en su luz». Siem- Pre que se considere que la estructura es la creadora de la luz, porque la estructura libera los espacios contenidos en ella, y esto crea la luz, Podria tratarse de una puerta o de una Ventana, 0 también de una pequefia construc: cién con ventanas porque los intervalos entre {as columnas estén tan Henos de recursos que no podemos competir con la gencrosidad de semejante construccién usando el cemento (que pose tanta fuerza y exige tan poco ma- ). La disciplina de la columna ofrece un estudio sin fin, Sus elementos con: ‘isten, como hemos dicho antes, en el sentido de forma que un edificio posee. La forma de una escuela po- dria tener algo que ver con la conversacion cnire las distintas estancias —que es su natu- raleza— y con la manera en que ellas se com- pletan reciprocamente y enriquecen el am! te circundante, comunicando la impresion de n «buen sitio para aprender». Consideremos. los elementos de una casa, por ejemplo, cuyo sal6n contenga un «bay window» donde se pueda sentar un nifio castigado y sentir que se halla marginado o en su cuartito. O bien, su- pongamos una escalera que vaya de un nivel otro como si estuviera, en cierto sentido, «me- dida» por la agilidad de un muchacho con to- das sus facultades de coordinacién, que quiere subir las cuatro rampas a la carrera. En un caso asi, cuando un arquitecto disefia un pro- yecto que contemple una escalera, nunca se lo bastante cuidadoso. Mientras puede disehar las paredes un poco al desgaire, las escaleras deben ser disefiadas como si se establecicra una ley o una unidad de medida. Tal es la sensacién de importancia que hay que sentir. Y las escaleras deben tener un rellano, una cantidad de rellanos. Y el rellano debe querer ser una auténtica estancia, El rellano es una cosa maravillosa porque la escalera, la misma era, es usada por un niiio, por un joven Bau canned with CamScanner i LA CRISIS DE L ejo. Y cuando el viejo sube las es 10 y Hega al rellano, alli debe ible una ventana mn estante cor al nino: « y por un v caleras con el ni haber una ventana, a con asientos y, mejor bros. Asi, mientras sube, d bes? Siempre deseé leer este libro». EL tejado, el cntablamento, el techo, son lidad clementos y merecen, natural ser tratados como tales, Pero hay una tendencia a recurr a Graphic Stan- dards, donde encontrarain todo lo que quicran aber. Les dira todo. Les dina qué tipo de ¢s- calera puede ir bien, pero no les diré nunca cémo deben sentirlo ustedes, en calidad de ar= quitectos La sensibilidad queda perfectamente ejem- plificada en Gertrude Jekill, que cra una fa- mosa arquitecta p: y que hizo muchos jardines para Lutyens, en Inglaterra. Para e3 Plicar la sensibilidad en la creacién de sus jar- dines, contaba que, una mafiana, subia una escalera en uno de ellos. Un nifio que conoct estaba bajando la escalera a la carrera mien- tas ella subia, y Jckill le dijo: «Johnny, jqué pronto te has levantado!», Pero él le contesté: «Oh, seforita Jekill, yo crefa que era invisible. r, claro est 6 A propésito de los «érdenes»: el orden del mo- vimiento, el orden de la luz, el orden del vien- to, del agua, de todo lo que nos rodea... Recibi un encargo que no podfa cumplirse: construir una ciudad que pudiera alojar eventualmente MODERNIDAD 41 500,000 habitantes; era la capital del esq, ‘en la India, y debia Hamarse Ghan. MH Nagar, El rio Sevamarti, salvo en la pq fe los monzones, cuando los Correntes barren su lecho hasta el mar, est seco. Habia ideadg nos puentes que salvaban el lecho del rio; sy fancidn principal era pasar de una orilla a otra, pero al mismo tiempo podian recoger y con. servar el agua que cae cn la temporada de fog monzones; pura agua de Huvia que se desper. diciaba. De alli partirfan los acueductos, que habrian legado a los distintos puntos de Ia futura ciudad, como Ia central de bomberos, las comisarias de policia, el centro de mante. nimiento, la central de aire acondicionado y, naturalmente, los depésitos de agua. Los ar. boles de mango, que son sagrados, se queda- rian alli donde cstaban, constituyendo un pun. to de partida para los barrios residenciales, Las calles estaban orientadas en la direccién del viento. Las restantes instalaciones de uti- lidad pablica seguian las lineas del agua. Asi las caracteristicas «naturales», en particular las instalaciones hidraulicas (el agua significa muchisimo para una ciudad india) resultaban ser la base del proyecto. Aguas arriba, no ha- bia otra teoria de cardcter fisico sino los «6r- denes», que serian los puntos de partida. Sin embargo, yo buscaba también la manera de introducir lo que considero un punto de pat tida bastante mas importante, es decir, los ser- vicios sociales. Los inconmensurables servicios sociales, que deben ser coherentes con la ur- Bencia en nosotros del ser-expresar. de Gujera EL INTERIOR DEL TIEMPO Aldo Van Eyck EL holandés Aldo Van Eyck es uno de los arg arquitectura de la segunda mitad del siglo XX. Tal como muestra este texto, J @ Los valores permanentes, africanas. su interés por legar a la ratz de la arquitectura, 4e Wess a estudiar drectamente las viviendas y pobla, uiteclos europeos que ha tenido una mayor influencia en la 4 las formas arquetipicas dos de culturas primitivas Scanned with CamScanner

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