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ciones precedentes resulta que la anchura es mento observande 6 ana siperticye ys, un atributo mas bien m pientras que — oscuras un cielo cargade De nubey cy te la profiandida profuundiad inmensa del ye altura al intelecto. Segin Schiller: «ln igual lugar a un espectaculo much nay vay ta dad, las alturas nos parecen mis sublimes que — que su altura...» my las longitudes debido a que la idea de sublime La profundidad, al ser horizontal ey, se asocia necesariamente a la vision de una —tectura, no produce en HOR—LON terra, fhe altura. Una simple longitud, aun prolongin- sino mas bien eva especie de apy me, dose hasta pe que deviva del misterio, Loa visiin de yg nada de terrible; en cambio, una alturas en cambio nos desliga de 4 a) rrible, ;podriamos precipitarnos! Sin em! para que una gran altura sea terrible, hace falta en primer lugar que nuestra imaginacion hos transporte a la cima y que, por consiguicr te, esta altura se convierta pal mo y la azul la ties, 6 de lay hace que nuestra alm 1 dice Joubert, an | grandeza se toma de Has conay dy bay Nac, nosotros en FORMULAS DE LA BELLEZA ARQUITECTONICA MODERNA Henry Van de Velde En Formulas de la belleza arquitecténica moderna hallamos una aplicacién casi inmediata de ls presupuestos de la Binfithlung a la biisqueda de una nueva figuraciin. Segin Van de Velde, la linea es um fuerza, es decir, sentimas en las lineas que definen la configuraciin de los objetos la manifestaciin dela vitalidad que les atribuimos 0, en tltimo término, de nuestra propia vida objetivada en ellos. A partir de ai. el trabajo artistico debe consistir en la afirmacién de esa fuerza vital mediante la explicitacién de las lies —la fuerza, su acentuacién y distincién—. Por eso el ornamento surge de la forma originaria esté indi Iublemente ligado a ella. En cuanto manifestacién de la vitalidad humana, la linea serd también, para Van de Velde, expresiin de sentimiento vital de los grupos hermanos en los diversos momentos de la historia. En tanto manifestacin 6 ccespiritu del pueblon, la linea serdé ta clave de todo estilo. La pretensién final del escrito de Van de Velde es la de interrogarse sobre cudl debe ser la linea —# estilo— que refleje la vida del hombre moderno Henry Van de Velde. Anvers, 1863-Oberiigeri (Suiza), 1957, | Les Fe = la Beauté Architec tonique Moderne. Weimar. 1916-1917. Ediciin facsinil. Archives ochre sae, Beaune Architecture Moderne. Bruselas, 1978 La linea es una fuerza con" cn septiembre de 1902, formulaba con ut cision deliberada una conviccién asumida ae Esta definicién, aparecida por primera ver » ipa ez en de 1891, época haci amos nue pees ee eee 91, época hacia Ja cual produciamos un articulo de la revista alemana die Zukunft t20s primus clementos decoretives abstrac™ Scanned with CamScanner VAN DE VELDE y puramente lineales. Durante las c y cursos impartidos en L’Université Nouvelle de Bruselas (1894-1895) analizamos | raleza de la linea ¢ intentamos establ relaciones existentes entre su natur mica y la naturale: decorativo. La definicion, tal como aparecis. por prime- ra vez en el articulo de die Zukunft, se en mi libro Laienpredigten, aparecido en en el capitulo dedicado a los «Prinzipielle Jarungen»: «La linea es una fuerza cuyas actividades son andlogas a las de todas las fuerzas natu. rales elementales; jcuando se retinen varias I neas-fuerza ¥ ejercen sus actividades en sent do contrario, provocan los mismos resultados que cuando las fuerzas naturales se oponen entre si en las mismas condiciones!» «La linea toma su fuerza de la energia de quien la ha trazado.» Precisabamos ademas el parentesco existen- te entre la naturaleza de la fuerza que impreg naa la linea y la de las fuerzas cuyas activi- dades y resultados consideramos en la natura leza. «En este tipo de lineas operan las mis- mas fuerzas que en Ja naturaleza han impreg- nado al viento, al fuego y al agua. Cuando el arroyo se precipita contra una piedra que se opone a su curso, se desvia y dirige sus aguas hacia la orilla opuesta donde escarba y erosio- na los bordes. Cuando el viento choca con las poderosas cimas de las montafas se rompe contra esas masas inquebrantables y cuando el fuego se desencadena bajo bévedas de pie- dras se extiende, corre y se lanza buscando salidas.» Esta definicién de la linea, y esta concep- cién dinamica de su naturaleza fueron mu comentadas desde entonces por muchos estu- diosos del arte, y desde 1902 esta definicion aparece citada a menudo. Es més, la denomi- nacién de «linea-fuerza» aplicada a la linea de fabricacién de los productos metalirgicos, a la ©nstruccién y a las obras de los ingemieros data de entonces. La linea actiia sobre cualquier ser que tenga 4lgo de sensibilidad por medio de las direcclo- es, las relaciones de longitud y los acentos Inducidos mientras es trazada. Esta accion ¢ : acs *Sponténea. Asi, incluso cuando creemos ‘onferencias ja natu lecer las ¢ aleza din za-y funcién del elemento recoge 1902, rk- tar tan sélo orientados por un fin prictico, es decir, en el momento en que tratamos de fijar cl esquema de una forma cualquiera, nuestra sensibilidad percibe las relaciones que se esta blecen entre las lineas que se suceden y mo# difican el aspecto de esta forma. Si a continua- cidn constatamos que la impaciencia del goce estético se remonta a los primeros instantes de la concepeién, comprobaremos ademas que no percibimos goce estético hasta que las sucesi- vas modificaciones del esquema revelan la exis- cia de relaciones dinamicas entre todas las lineas en juego. Aunque en un caso semejante pretendamos fundamentalmente la creacién de una forma un resultado como el descrito constituye un elemento decorativo lineal de la mas primitiva y rudimentaria naturaleza. Concebir asi la for- ma nos impedir concebir la ornamentacién que le resulte mas adecuada de otro modo que no sea un desarrollo, un complemento organi- co. Ahora bi . s6lo podemos realizar la orna- mentacién valiéndonos de elementos capaces de actuar a su vez sobre la forma o de seguir ccién de las actividades que en ella se stan, es decir, elementos de su misma naturaleza, elementos lineales. Toda forma se nos presenta en condiciones que determinan la ornamentacién que es «sw» ornamentacién, jla Heva literalmente en si! Las relaciones entre forma y elemento decorativo no pueden ser sino «omplementarias». La lie nea se encarga de evocar aquellos complemen- tos de los cuales la forma atin no esta dotada pero que presentimos indispensables. Esas re- laciones son relaciones de estructura y la Ii- nea, que es la que las establece, tiene la fina- lidad de sugerir el esfuerzo de una energia, tanto alli donde la linea de la forma revele una flexién cuya causa no es evidente, como alli donde los efectos de la tensién sobre la elasti- dad de Ja linea y de la forma evoquen la accion de una direccién energética procedente del interior de la forma. La ornamentacién asi concebida completa la forma; es su prolongacién y reconocemos el sentido y Ia justificacién del elemento decora- tivo en su funcion. Esta funcién consiste en «estructurar» la for- ma y no en «adornar» como generalmente tien- de a pensarse. Sin el apoyo de esta estructura Scanned with CamScanner a la que la forma se adapta como un fino te jido al bastidor o la carne a los hucsos, ka for- ma tendera a cambiar de aspecto 0 a desplo- marse del todo. a ornamentacién «es- tructural y dinamografica» y la forma o la superficies, deben parecer tan intimas que dé la impresién de que la ornamentacién hay «determinado» la forma, Esta determinacion encajara en ese orden de las cosas naturales que considera que el vestido y el revestimiento Vinieron después de la estructura, de la arma z6n interna. Poco importa que en la realidad el orden de aparicién de una y otra haya sido invel De hecho, fa ornamentacién estructuro-li- neal y dinamogrifica vista como el comple mento adecuado de las formas, concebidas és- tas segiin el principio de la concepeién racio- nal y consecuente, es la imagen del juego de las fuerzas interiores que presentimos en todas las formas y materiales. Son esas actividades las que parecen haber inducido la forma, fijado su aspecto. Las mo- dificaciones, cuya ltima consect forma, se detuvieron en el momento en que esas fuerzas interiores neutralizaron su energia en un equilibrio perfecto de efe jEse momento pasa entonces a ser la cterni dad! Podemos imaginar formas realizando ese equilibrio sin la ayuda del elemento decorati- vo y ésas son las formas mas perfectas. En su simplicidad, estas formas han realizado un es quema lineal que constituye en si mismo y sin complemento una ornamentacién perfecta, eterna. Seria excesivo coneluir que la presencia del elemento decorativo es secundaria con relacion a la Belleza. Sélo es secundatio si es inonga. nico, sin nexo con la forma, sin actividad com. plementaria y estructura La menor debilidad sentimental, asociacion naturalista ame de dicha oramentacion, liblemente a devolver al «ducra» del tiempe canis Las relaciones entre est cia es da tos y causas. la menor nazan la eternidad Ambas tienden infa- tiempo lo que estaba eu realidad, lo que estaba rae ele panto de nuestras con- Hdinos con Worringer, quien tlic tate uns forma neces “yell. Sin embargo, he. eve on al saria a —=—— mos aleanzado este absolute por caminos yny diferentes ¥ mediante una concepeign oh ty 51 propagador de Ini r accion» —opuesta a la del Hine fihlung— afirma que la concepcion de wy linea inorgénica y muerta», de una «linea deat pojadan del tiltimo resto de dependencia y qe tomunidad con la vida japuede por si sole ibrimos los caminos del mas allan! Worringer en su obra Abstraction und Kinfah. lung opone «la gran inquietud interior que sus. citan cn cl hombre los fendmenos del mundo aparente» a la confia «bienaventurada y pantefsta» que anima al mundo occidental en sus relaciones con los fenémenos del mundo aparente. Esta inquictud, alimentada por su, gestiones religiosas, habria evado al hombre primitivo y al oriental «a una imperiosa trans. cripcidn transcendental» sobre cuyo sentido y aleance el autor no nos deja lugar a dudas puesto que, segiin él, es el producto de la «li nea inorganica y mucrtay. Aun aceptando con Worringer que la men- talidad oriental ticnde a cubrir todas las cosas ndo aparente con el «fulgurante velo de », hemos de decir que ese velo no es tan . ni im- pide que cl oriental disfrute del aspecto de las cosas, que se abandone a las delicias y volup- tuosidades que procuran a quienes las contem- plan. EJ oriental abandona tan completamente su ser a la contemplacion, que las actividades de la linea, a la que ve trabajar moldeando ks cosas y fijando sus formas, repercuten sin duda en él tanto como acttian sobre la sensacidn del hombre occidental. El cardcter particular de ambos grupos de seres humanos puede, tof lo més, hacer variar el ritmo con el que actividades de la linea hacen intervenit la pat Uicipacién de la conciencia En cuanto al hombre primitivo, nos nee MOS a considerarlo, como hace el autor, «Pt dido e incapaz de captar mediante su intelee® las cosas del mundo aparenten, Todo lo 4° sabemos del hombre prehistérico y det are trogloditas contradice esta afirmaciol hombre del cuaternatio, como el bosquima toma i vida sin complicaciones y constata™e rablemane due realiza es eminente ¢ itm «impresionista»; que ka ot del Ma tupide que oculte esas cosas a la vist at Scanned with CamScanner pce atocrac, (A palcolitica y ty maori) BEG) abetraccion QUE WO Priva a ta tines Ae ina de sus NitTUCS OnGAnCaL: mmarnee, ee neyncidn esteucteral imnien. i ninedin eseripnlo, Worringer ¢ vio del arte tanto las pintutas w parictates de los abrigos come ne jones de la gliptioa y de la cecutiira Pro. raneas, Mucho antes que dl, Bert y Ch, También to balan hecho com el preven or esas prsticciones quedtahan alters ted noo Wstirioos y Riegl con et pretext de gee no renian ninguna telackin con el desa- def arte Antiguo», La exclusién no pa. fae definitiva mi para los primeros ni para el fimo, rwienttas que para Wortinger es cate- gériea ¥ sin tetorno, Este proclama que esas Seaciones «no tienen nada en comin con el ‘gre propiamente dicho, con el arte que tene- fos en Mente COMO LOCC Cstéticon, La justificada antipatia del autor hacia un arte naturalista, caido en expres tables de un sentimentalismo sin inteligencia yandor reales, le ha Hevado mas alli de lo que jastiica la severidad mas excesiva Gertamente, no debe confundirse ¢ con «la habilidad manual de ta imita Pero, de ahi se desprende que esta habilidad eaduye fatalmente del dominio del arte todo aquello que, puesto a su servicio, revel un sentido profundo de la linea, una sensibilidad dispuesta a abandonarse « todos los goces que fa finea puede proporcionarnos? No es posible que a Worringer se le hayan escapado los la 20s y el parentesco estético que unen esas crea iones que se remontan al comienzo del mun- do, a la pintura y escultura egipcias, & a es cultura griega arcaica, « la pintura pri china y persa y a Ja pintura primitiva occiden= tal. En cuanto al absurdo del que pretende ‘onvencernos, es un absurdo que nos Hevarit Aaceptar Ja opinion segtin la cual «los troglo- itas de Aquitan nivel decultura artistica mas avanzado que los crea" dores del estilo Dipylon» y que expone a Wer Ta que la malevolencia se vuclvat en con suya, por cuanto le obligaria a declarar producciones del arte pr mitivo orien occidental, el arte de un Pisanello, por al dominio de las producciones “ave nen nada en comin con ce] arte prople “xcluye de} ¥ tos eras ore mes lamen- TAS DE vrrny Re jliche: com et atte que noe proporciona Wilidad ett éticae, ya que revelan exa «hae cnet dela imitacidn, wad aon par eae Vas ragnnes que adu- trea de ane Pla ta estilizacitin geomé 18 primitivas Ta eset de las ormamentacioe Ya works det origen ett snes tet. Aplicars aL Onan atéenicn y materalistan h mmarees den, mmamentactones oo encaja en innata de alnaraccnins Fata necesita rent tara de Wwe Bata necesiclad revel Inrestibdenrnes teenie ng atacet ee Teratitlemente condacir af hoenbee prin ite con a a 1 objeto aparente de texts rela faeces ic natutalesa, a transferirle teers det Iwero de las variaciomes de las conas exintene cs; a depurario de talo lo arbitrarin que de- riva de sus nexos con la vida, dindole asi una forma necesaria, inmutable que le apeenima & su valor absoluto». Por consiguiente, la «esti- lizacivin~ de las ornamentaciones primitivas se referiria a postulados psicoligicos de alto va- Jor. Wundt no habia buseado en tan alta o fera las explicaciones de la tendencis 2 la ee lilizaciin, El célebre psicélogo se conform con considerar «la fatalidad geometrica» y «el ca- ricter téenico» de ciertas omamentaciones, ¥ en lo que Worringer denomina necesidades de «aproximacion al valor absolutos, Wundt per- cibe lo mucho que corresponde a ala ventaja prictica de la abreviaciéns, «La razon mis inmediata de esta estilizaciin es siempre la simplificaciin, mientras que en cualquier for ma un poco complicada hay una referencia al arte mnemo-téenico, a la accidn de ta constan- te repeticion del mismo motivo, a su empleo imple marca sugestiva, A su vee, esta simplificacion provoca una aproximacidn mas ‘o menos efectiva a la regularidad geométrica.» Mas adelante dice: «Alli donde el modo de la ‘estilizacidn se aptica a las formas naturalmen- te simplificadas de los animales, éstas se apro~ Aiman a las figuras mis rudimentarias de la geometria, hasta tal punto que su sentido y Grigen naturalista sito son perceptibles para el dibujante y pact los iniciados» (Mensch ad Tier in den Anfangen der Kunst, vol. HUT Val- Kerpsychalogie)» ‘A pesar de esa j ringer concede a los primitivos el ben una situs mn y de una toma de posicién que Scanned with Camecanner i DVN nn ie Ay pontoon mtn Mv no viele a dlinse onis a Dposteriones a toe conmtenzos deb atte val cultura Compartimos ke oprnton det autor en tye ferente al nvonrente ent gave fa thaanaannichaad vate ve a ateaneat ann grate similar de cnt dy nevesidtades estetivass este moments eantespat deal pettodo en que she bunnanidad Gants ais insatistioehar de hay aparienciay let anaes exterior yo mas descontinda de sie poder ae atraccion cuanto nas fas cones se stent arrastrada por a tiersa dinamies que tendy hacia Lomas elevada Belles abstractaly, Sav embargo, nosottys estamos convencitos de que en el hombre jesta es ha wultimas no be «ptt meray fase del desarrollo det sentide de la Be Nera! Espero seme permite ne presentar en este Tibro mas que tn resumen yn expressr nis que la esencia de to que tengo que decir acer ea de la hinea y de Li ornamentacion, Remitey al lector ala obra La ormamentacions realidad 9 desarrollo de un principio estructuro-lineal » dinar nie los fev que conclave al tiempo que ord an materiales de este libro destinade a establecet la fisionomia de una Estetion moderna En realidad, nuestra ornamentacion es ine Va sdlo porque hemos tomado coneicncia de ba naturaleza de la linea, y no se-dilerencia ¢ las omamentaciones que con tanta evidenciat Ie son afines mas que en razon de la disciplina con que aplicamos el principio dinamico iden tificado en la linea, de la diseiplina con la ental aceptamos todas sus conseeuencias, Las orna mentaciones lineales que en el curse de la his- toria, de la prehistoria y en las etapas primi- tivas, precedieron al ornamento estructuro-ti- neal y dinamogrifico moderno son el resulta do inconsciente de este principio. Quienes las crearon identificaron por puro instinto la ver= dadera funcidn de la « En la Prehistoria son las ornamentaciones paleoliticas y las ornamentaciones lineales de- nominadas baleanicas, En los tiempos proto= histérieos se trata de las ornamentaciones pre micénicas y las del periodo de I adelante las oramen Entre los pueblos. primitives, los salvajes de Nueva Guinea, reas Hizaron una omamentacién en a que todos los Caracteses originales sou semejanies a los que namentacion, Vene, mas aciones célticas y el ara: besco oriental Jos maoris, Pv viernes sce wat SHARE HEA TA TIC A, tenet tinh HEE TATE HOGG ee eT nats AE ASEAN uy, ie Farange anoiniie al eon AP cantante, coanepiiiata hava ees Hin rater nanente " fhe tan Fapiehenten ee Ge IPOH TON CAA, Fic abexpaies de Haber WEREUKY ply gf canons elegy : ieee fee QOHOEAION AE COMPLE gy evan ale Tov ntivoy pe gy tania ele Danny Hance ennpleatta preterenleMnente MUR. ayy, yontactanes fined revere: eats dec qQH0, EAL COUK By he fy miata aneintamente, ch ventide y Le nang te ext OrnMentieion, Le natinalesy tle fa tines dinanion y cbusticn bt ver, ba batali dad de hy existeneia y accion de Be lhe cary Plementania, ba faneian-estiuetinal de bean Tmentaeion, low bios anganicoy qe uned ang Mention y forma ha tluvtiade, ente tanto al publicn acerca de low hazow que anew ext Ornamentacion estrnetitetineal y dinaniogra fica con el Nneve Estate! ve Toy elementos de conativos sit parhieipar ctr esay moddiligaciones, Home metereneta similar a le Las acepta ce quic mamifiesta ante el vetorne dle estils: que le son conoeides, Pte tetorno te parece tan inevitable © inditerente come eb de tos amin lev de madera de ain tovive, Su indolencia es desde cnalquier panto de vista comparable a la del ha subita Lad puede evel tat es. despertar st inivon_ en ut espeetacule de: feria sparicton de una toy por un instante su int pete CH CILLA est aparicion se te pite, su interes decae y su atencion se ditige a ott parte, AL publica te hace falta ka constr: fe renovacion de lo sensacional En efecto, al publico parece comphacerte mas ha anovedudo de las formas que podemos aportarte y la wi vedad> de ana ornamentacion en hr enal qui Zs reconoce ef producto de ama sensibilisacl que habia cambiado de mente, como en | tiplicaban pable que orentacion complet as formas ineditas que se mutt que ef cambio de orientacion pal p corresponde aun despertar dela ftcultad de participar en tas actividades ate ka linea y dlistintar del goce que esta puede pee eurar a todos nuestros sentidos dos tine 1 Tinea sobre maestros sent hace mache Completanente anutade deste No Hempo. La eseiasa express que presiaint Scanned with CamScanner perduraba en la forma de co siglo pasado no tenia eco en nuestra seni dad, habia perdido toda repercusion en «ros sentidos. Fallaba la intencidn formal she actuar sobre ellos. Observibamos que lo que quedaba de expresin en la linea y en le jetos, la practica lo tomaba presentado sin ne tencidn, sin pasion ni preferencia a la linea de cualquier estilo, Resultaba conveniente que tos dos los objetos tuvieran una hutclla visible que permitiese incluirlos en el orden de vores nan nocidas ¥ adm as y objetos del ob- das. Este formalismo obede- todo lo mas, a una moral preocupada por la clasificacion ¥ el orden, por lo que la accién de esta linea —que para cada estilo parece haberse fijado de manera casi idéntica en el Animo de todos— quedaba sin repercusin en nuestra sensibilidad. jAfiadia asi un apellido a lo que sélo tenia nombre! De este modo. cuando las producciones del arte de construir maquinas, del arte del inge- niero-constructor, nos revelaron una linea c uya expresién diferia de las generalmente emplea- das para tales identificaciones simplistas tranquilizadoras, nos despertamos del letargo en que nos hallabamos. Durante este largo pe- iodo sin estilo, la linea no habia ejercido nin- guna accion directa sobre nuestra sensibilidad Sin embargo, he aqui que u traba dotada de una expresién particular cuyo sentido se prolongaba en nuestro intelecto y en nuestra sensibilidad No fue mas que un pensamiento extraordi- nariamente perspicaz el que nos hizo entrever los lazos que unen esta linea y su nueva ex- presion con las condiciones de a mentalidad, de la moral y de los sentimientos del hombre actual. Desde siempre esas condiciones habfan sido determinantes y la linea, esta linea de los Estilos, las refleja de forma tan evidente jque podemos «leer» en ella como se lee con los ojos! La linea es tan «parlante» como ellos y mas «parlante» que la palabra escrita; gracias a clla, nada de lo que contribuia a definir la sensibilidad de los pueblos cuya supremacia se ha sucedido a lo largo de la Historia nos es ajeno. El impulso mas imperceptible, la mini- ma reflexién, el cambio de ritmo més sutil, la variacién mas inapreciable en las relaciones de frecuencia y distancia de los acentos, co- rresponden a causas cuya naturaleza esté liga oe We daa la mentalidad y psicologia particulares de cada pueblo. (Gualquicr gran periods hist6ry ©o tiene su linea sintétical La linea egipcia pronuncia discret sus curvas, ne a said brvsea hinguna direceién audaz. No es mas acentua da que el cuerpo del facllih o de la virgen Peia; evoca una sei dl enervante que obsesiona. Esta linea es de un manicrisme su premamente elegante que toma del ritmo gra Ve y regular de los horizontes, de las Hanuras de la arena y de las orillas del Nilo. Es de unva serena tranquilidad en fa que se aprecia la dis- posicién de los elementos: el agua, el cielo, los astros: jdisposicién que sélo en la Tierra de los Faraones es tan inmutable y fatal! La linea asiria es tumultuosa y grandilo- cuente, Tiene acentos sonoros y excesivas y_redundantes, Es tensa como los miisculos de los brazos que tensan arcos La ti avuelve y desenvuel ve, se mueve como el mar que echaza a Astarté; avanza y retrocede como esos gru- pos de aldeanos que hoy adn suben danzando a la Acropolis en los dias consagrados, Pone de manifiesto todos los gestos y movi- mientos del cucrpo de seres en éxtasis y en tensi6n, los cuales reflejan la naturaleza exce- siva de las divinidades de las que se les supone descendientes. Provoc por instintos que se entregan a la embriagucz dionisiaca de edades primitivas y felices, la li- nea micénica se abandona a su cuforia, des- pliega gestos que ponen de manifiesto una dida alegria ¢ ingenuos entusiasmos. La linea griega se contiene, parte con la ra- zonada seguridad de un enderezamiento que levara hasta las nubes el peso de nieves eter- nas, que vierte en la luz las salpicaduras de una ola marina. La linea griega se tensa con la nobleza y seguridad del encabritamiento del caballo impaciente y ardiente, Transforma todo lo que penetra: estatuas, templos, en nos vibrantes; un magico poder de encanta- miento le permite suavizar todos los materi les, y es entonces cuando el pensamiento puro emerge de los mismos como surge la Diosa de la espumosa ola. Esta linea liberara al mundo aparente de su propio peso, jy en ese momento sublime, el pecho de la humanidad se ensan- chard para disfrutar de una sensacién de bie- no intenta ning es, CUTVas ca micénica se atrae y im- canned with CamScanner py ros INTCIOS DELS M 108 alizacion inevi- enlat todos los pensar 1y pert naventurada confianza perfecta de Jbidos con la mas elemental table lac! instante duré hasta que ef acanto CT dujo la facundia de su estupides y Ia vans de sus hojas rizad: las formas mas ese ciales y puras con 1 entonees per Ja Humanidad. El elem sust: tuyo a la primitiva or hasta ese momento habia ayudado quitectonicos al cumplimiento de fancie- . sin su intervencion, hubieran parect- do muy por encima de sus posiblidade a linea romana es dura y violenta; esta impregnada del ritmo acelerado de cuadrigas © cortejos dispuestos para una entrada tiun fal. Sin embargo, la pompa de los mbolos, barbaros: leones, grifos, cuernos de carnero 0 ineos de caballo, mascaras, escudos, troleos, recarga la linea, le resta impulso. La linea gir en torno a sf misma como la multitud gira el domingo alrededor de un kiosco a los acordes de una fanfarria militar. Dispone sus roleos como las alamedas de un jardin botanico. Su follaje opulento reserva para la alegria y entu- siasmo infantiles la sorpresa de animales pr sioneros. Los carniceros feroces juegan con ani- males ligeros y mintisculos. jCiervos. pajaros, saltamontes, caracoles y mariposas correspon- den con suficiencia y manierismo afectados a as gracias torpes y convencionales de las fie- ras! Desde Roma —por el camino de Pompe- ya— lIlegaron hasta nosotros el conjunto de emblemas pomposos, gloriosos y gucrreros, también las atrevidas poses de animales do- mesticados y el exceso de temas zoolégicos. La linea bizantiza: manifiestamente violen- ta, presa en el torno de un hieratismo que, sin embargo, la defiende mal de las propuestas de tna lascividad que la consume de deseos bajo los pliegues suntuosos de las vestiduras sacer- dotales. Esta linea marca el punto cero o neu- tro desde donde parten en una direccién las fectas eterotpads,glacalesv stiles, yen ja otra, los roleos flamigeros de ae desencadenadas, 8" 4° 188 Pasiones La linea romanica. Aunque conquistada, se la Se ogallosament arqueada bajo el peso de ile isn mode qa et Botta simbolos, que ella impone al soldade chidas hast nto naturalist mentacién fineal que a los orga WopERNIDAD servinse de ell! f armas y servi at Thy evar nts (ETE a ie wieneid jana una CON vita ncepententistass oF ese te yg ay Tnherente tenella te og Wy Wa sian que Te ¢ ‘ sic I apt genet FC He aoe seta cultura de Barapa Oteidenta yg! fas soviales ¥ Las HHeVKS tare dine las fuer? ti man entonees fa {ites wsitien, Bata aa el a sosanrastvaclt Por 180 telieig eit, bate et ME CHEZ esp it ewteaaretinatit (He PIECE AT Hg eale encontrarnos en preseneaE AE Ding we rnejo celestial, Lat Hie w6ticn paneee yh nanos extents, cess yy pulsada por smeiones. y saplicas que Browne de conga, que des dicntemente it mas alli de Fovedas que se interponen Ente tas fel aquellas regior iveniad y beatitud cternas, Tnciense y nubes grises se cntremezc a anada y temerar ss er que su fe sity un claro, ba agua lili obstante, esta temeridad s6lo es aparente; any estructura solids y Segura: SOstiene St empuie y articula ef prodigin, Sin embargo, el pest a mil cosas y seres terrenates: pende de la liner rompiendo su-empuje. {En ese momenta, ta ajo deteniendose en el euhis linea se view mo contrite de los plieges sabiamente dis puestos de las vestiduras de santos y santas! ai linea del Renacimiento se attinea como s de cifras se ratara para obtener un (otal que desea clevado, una suma que aspire a ser int presionante, Se me antoja una figura geome trica engalanada, adornada con tapices ¥ kit naldas; un tablero de ajedrez en el que alter nan las figuras siguiendo un nimero infinite de combinaciones en un juego en el que aval zan o retroceden columnas, [rontones, bala tradas y obelisco tomandolos, eliminind los y reuniéndolos para otra ocasién. La liber tad y sensualidad que, desde una perspe'ti! wv ot arquitecténica, se ven limitadas a act! rs tablero geométrico se prodigaran et io en la pintura y en la escultura. En! Gltimas la linea recupera su vigor orikitill Chocara bruscamente con la mesa en (! ma desarrollandose el juego, retirara cf table To, interrumpira lo que era continuo, lo rigido y acereari la antorcha a esos Fiales que la linea barroca hace retoreets¢ Si fuesen presa de las Hamas, Entre (a Scanned with CamScanner AN OF VEL vor sonora de las enormes « al mundo ana eatastrote, | ta mas que dean sin pone pany nie TO-cOMe He se tig Here, jel annua se ay aipidamente de su desyarin! a Tinea reCoe8 se Caneteriz, A POL Sant isa Sy los aipes de ming pic ov y reemplazan al sonide amenasante le ya la gravedad de las cargins ilas pisadas leves de las ese wlan sin V bone palleria pines weeny al ruido sordo de lay hots con espnehsat itn cuanto a las superficie que La lines bar intentaba destacar valiendose de un continue cntrechocar de olas, ahora brillan con biases resplandor de facetas multicolores, seanejante alas que brotin de la superticie deb awa fi tigada, por otra parte, sin mala untencien linea del primer Imperio es ania forme JEs rigida como las frases de un deereto! jCorresponde al espiritn de un solitarie! En 1810, Montalivet escribia en las clases de Be Su Majestad desea ya tenido en Has Artes del Instituto: « saber por qué esta insti cuenta para la concesion del premio decenal a n ants Weta na arises Unie ah canvab se Pa Quintin, A ie AS Simplon 4 ob Bone Conte? Vs be por yun | DAC Menta y MiopMesti 4 agen tan th oe Wilieada de sana Sine A 4M ee Wate UH) Began YA YIM Al bara is NSHCW tee es 904 gree isa y Utitatia, Wan ba on Cites qin ie Ne Cyn Hapedelaiea 0 He y desenden Wilieas se Wallan se ype sayy fads séle a median yan esers embbemas bake 6 bos cvales 0 Ninitatens Nidal quienes, yon de 10, 6 esacraten en creat A estie BA yi mer Ninperio, La Seivelidad sensual Mel tbh men siguil ave adores y enatien devalver alge de He se ene eM seyuida con Ma jad y dive iplins que habia Nergeanhes cone servar el academicisine durante los paliden nodinos inversegnos: ash, ba linea del eyueutes Hinperio, arrastrada hieis ba turhuleneia poo euloquecedor y pee Hebe, gesticula, x6 contornes 9 tithes para inducis los aplanses de un piblieg en A que estimula el deseo que le poser por completo, un final de apoteasin oflenbaebiano be cane Scanned with CamScanner

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