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DEPRESIÓN:
1. DEFINICIÓN DE DEPRESIÓN
2. TIPOS DE DEPRESIÓN
5. CAUSAS DE LA DEPRESIÓN
12. BIBLIOGRAFÍA
1. DEFINICIÓN DE DEPRESIÓN:
Según la OMS, la depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia
de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos
del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. La depresión puede
llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la
escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al
suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter
moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional. La depresión es un
trastorno que se puede diagnosticar de forma fiable y que puede ser tratado por no especialistas en
el ámbito de la atención primaria.
Por último, Alberdi et al. (2016) concluyen que por definición, el concepto de depresión recoge
la presencia de síntomas afectivos –esfera de los sentimientos o emociones: tristeza patológica,
decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de malestar e importancia frente a las exigencias de
la vida–, aunque, en mayor o menor grado, siempre están también presentes síntomas de tipo
cognitivo, volitivo, o incluso somático. Se podría hablar de una afectación global de la vida
psíquica, haciendo especial énfasis en la esfera afectiva.
2. TIPOS DE DEPRESIÓN:
Trastorno de depresión mayor: Incluye que en casi todos los días en la mayor parte del día
haya: estado de ánimo deprimido, disminución importante del interés o el placer por todas o
casi todas las actividades, disminución o aumento del apetito, insomnio o hipersomnia, fatiga o
pérdida de energía, sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada,
disminución de la capacidad para pensar o concentrarse o para tomar decisiones y pensamientos
de muerte recurrentes.
Trastorno depresivo persistente (distimia): Incluye síntomas similares a los de la depresión
mayor pero en menor medida, también se le conoce como depresión funcional. Sin embargo, los
síntomas de la distimia duran más tiempo.
Trastorno disfórico premenstrual: Durante los ciclos menstruales se presentan,
específicamente en la última semana antes del inicio de la menstruación, síntomas como
labilidad afectiva intensa, irritabilidad intensa, estado de ánimo intensamente deprimido,
sentimiento de desesperanza o ideas de autodesprecio, ansiedad, disminución del interés por las
actividades habituales, dificultad subjetiva de concentración, cambios en el sueño y el apetito y
síntomas físicos como dolor o tumefacción mamaria, dolor articular o muscular, sensación de
"hinchazón" o aumento de peso.
Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo: Característica de los niños y
adolescentes, incluye accesos de cólera graves y recurrentes que se manifiestan verbalmente
tres o más veces por semana.
Trastorno depresivo inducido por una sustancia/medicamento: Cuando los síntomas
característicos de un trastorno depresivo aparecen exactamente después del inicio del uso de
una sustancia o medicamento.
Trastorno depresivo debido a otra afección médica: Cuando existen pruebas a partir de la
historia clínica, la exploración física o los análisis de laboratorio de que el trastorno es la
consecuencia fisiopatológica directa de otra afección médica.
Según Coryell (2020) los síntomas de la depresión evolucionan habitualmente de forma gradual
a lo largo de días o semanas y pueden ser muy variables. Por ejemplo, una persona que se está
deprimiendo puede mostrarse aletargada y triste, o irritable y ansiosa. Según el autor, en la
depresión se presentan signos como:
Cabe resaltar que, los síntomas deben haber estado presentes casi todos los días durante un
período dado de 2 semanas, y uno de ellos debe ser el estado de ánimo depresivo o pérdida de
interés o placer en conjunto de 5 síntomas mencionado anteriormente.
Cabrera (2019) en su artículo para RCN Radio resalta la urgencia que despiertan las cifras
detectadas sobre depresión, apoyándose en que, según la OMS (2017, citado por Cabrera, 2019):
Se calcula que en el mundo hay 350 millones de personas que se encuentran afectadas por la
depresión; el peor desenlace de la enfermedad es el suicidio.
Se estima que cada año se suicidan 800.000 personas en todo el mundo y el grupo de edad más
afectado es el de las personas entre 15 y 29 años.
En Colombia el 4,7 % de los colombianos sufren de depresión, evidenciando un porcentaje más
alto que el promedio mundial.
Entre tanto, el 80% de los colombianos han presentado entre uno y tres síntomas de depresión
en algún momento de su vida, de los cuales un 25% son niños y adolescentes.
En Bogotá se posee la mayor frecuencia de síntomas de trastornos mentales en personas entre
los 18 y 48 años, que sufren de ansiedad, depresión y psicosis.
5. CAUSAS DE LA DEPRESIÓN:
El Servicio Andaluz de Salud (2013) afirma que, por lo general, se considera que existen
“factores” biológicos, psicológicos y ambientales. Algunos de ellos pueden actuar bastante antes de
que se presente la depresión, ellos “preparan el terreno” y se les conoce como factores de riesgo (o
vulnerabilidad). Por ejemplo, el hecho de tener un padre o una madre que ha sufrido depresión
aumentaría el riesgo de poder verse afectado por la enfermedad. Otros actúan justo antes de la
depresión, la desencadenan y se les se conoce como factores precipitantes. Algunos de los factores
que pueden favorecer o precipitar la aparición de una depresión son:
Factores genéticos: En algunas personas puede haber una predisposición genética, existiendo
antecedentes familiares que aumentan la probabilidad de padecerla.
Factores biológicos: En nuestro cerebro existen sustancias químicas denominadas
neurotransmisores que pasan señales de una célula a otra. En la depresión algunos de estos
sistemas, particularmente los de Serotonina y Noradrenalina, parecen no estar funcionando
correctamente. Algunas mujeres la presentan tras el parto por los cambios hormonales que se
producen durante este período (depresión posparto).
Factores sociales: Determinadas situaciones especialmente complicadas y difíciles que ocurren
en la vida (problemas familiares, laborales, etc.) pueden favorecer su aparición.
Otros: Como una enfermedad física (cáncer, diabetes, enfermedades cardiacas, Parkinson), la
toma de ciertos medicamentos y el consumo de alcohol y drogas.
Por otro lado, el Ministerio de Salud y Protección Social, mencionan en un boletín de prensa
dedicado a la depresión en el año 2017, algunos factores de riesgo que pueden desencadenar una
depresión en el entorno escolar.
Por esto último, Dallal y Castillo (2000) consideran que es necesario conocer las características
de la adolescencia para así identificar los criterios diagnósticos, el pronóstico y el tratamiento que
corresponde a esta etapa del desarrollo, estas características son:
Psicopatologías previas o de inicio temprano que se han reforzado por las estructuras externas
(familia, escuela, etc.).
Crisis motivadas tanto por los cambios físicos, fisiológicos y emocionales, como por los
desafíos que impone el ambiente. Las reacciones de los adolescentes ante cada una de estas
crisis difieren en función de sus recursos. En ocasiones, la forma en que las personas afrontan
cada crisis motiva juicios sociales y diagnósticos psiquiátricos.
Alteraciones emocionales y mentales, que se inician en la adolescencia, pero que pertenecen,
por su larga evolución, a la edad adulta.
En el caso particular de los adolescentes se deben tener en cuenta los siguientes elementos
cuando se diagnostica un trastorno depresivo:
García (2018) destruye los siguientes mitos que se han difundido sobre la depresión.
MITO VERDAD
Mito 1: “Las personas Verdad 1: La depresión es una condición real con un conjunto de
deprimidas sólo quieren síntomas determinados, prolongados y genuinos. En otras palabras, no
llamar la atención”. depende de nuestra fuerza de voluntad o de nuestra moralidad si
tenemos depresión o no.
Mito 2: “Los niños no Verdad 2: La depresión puede desarrollarse en cualquiera edad,
pueden tener además de en cualquier grupo étnico, nivel socioeconómico y sexo.
depresión”.
Mito 3: “La depresión Verdad 3: La depresión puede comenzar después de que suceda algo
únicamente tiene lugar malo, pero otras cosas también pueden desencadenarla. Los
si te sucedió algo malo”. medicamentos, problemas hormonales, el parto y el uso de alcohol y
drogas pueden desencadenar la depresión.
Mito 4: "Las personas Verdad 4: Quienes padecen trastornos mentales no tienden a cometer
con depresión o con más actos violentos que la gente de la población en general. Por el
algún otro trastorno contrario, quienes las padecen tienen más probabilidades de ser
mental son peligrosas”. víctimas de actos violentos.
Mito 5: "Si no logras Verdad 5: La depresión es una enfermedad. Es un problema con la
recuperarte de la química del cerebro, no de carácter. No puede obligarse a superarlo:
depresión, eres débil”. es como proponerse hacer que desaparezcan el asma o un ataque al
corazón.
Mito 6: "Para acabar Verdad 6: La actitud que mantengamos de cara a la vida cuenta
con la depresión, piensa mucho, pero pensar positivo no lo resuelve todo. El tratamiento
positivo”. indicado para la depresión es la psicoterapia y, en algunos casos,
tratamiento psiquiátrico.
Sí en algún momento llegas a presentar síntomas relacionados con la depresión, no tienes que
enfrentarlo solo, por esta razón debes tener en cuenta lo siguiente:
Busca apoyo en tus amigos, padres, profesores o alguien de tu familia, debido a que es
necesario que hables con alguien sobre tus sentimientos, emociones y situaciones que te
agobian, aunque si sientes que no te comprenden completamente, busca a otras personas. “ LO
IMPORTANTE ES QUE BUSQUES AYUDA”.
Trata de acercarte a los profesionales de tu institución, para que te orienten y puedas darle
un mejor manejo a los síntomas de la depresión y así, finalmente podrás informarte un poco
más sobre lo que significa este trastorno del estado de ánimo.
Practica el deporte que más te gusta o comienza hacer ejercicio, para que puedas canalizar o
distribuir un poco tu energía y así mismo los síntomas que presentas en el momento.
Evita consumir sustancias psicoactivas, debido a que estas no alivian tu heridas, sino que las
empeoran a profundidad.
No frecuentes los lugares que te hagan sentir incomodo e inseguro, ya que esto aumentará la
intensidad de los síntomas que has venido presentando.
Duerme de 6 a 8 horas diarias, para que puedas regular algunas funciones de tu organismo y a
su vez permitas que se renueve toda la energía que has perdido durante tus episodios
depresivos.
Trata de alimentarte lo mejor posible, para que puedas tener nuevas fuerzas y no afectar tu
metabolismo, así también proteges tu sistema de defensas, ya que hay estudios científicos que
fundamentan que los estados de ánimo bajos o muy bajos, nos hacen más susceptibles a padecer
virus, bacterias u entre otros, debido que a se disminuye la producción de defensas en el
organismo.
En caso de que tengas amigos que se encuentren deprimidos, dale todo el apoyo que puedas
para que se sientan escuchados y en confianza de contar las situaciones que los agobia.
Llamar a las líneas atención de salud mental, siempre será la mejor opción para evitar que
los síntomas empeoren y que las situaciones se salga de control.
Sí estas siendo víctima de abuso sexual, escolar o maltrato intrafamiliar, busca apoyo de las
personas con las que te sientas cómodo y seguro, para que te ayuden a buscar las mejores
alternativas para darle manejo a las situaciones problemáticas y así mismo las medidas que
debes tener en cuenta para el tratamiento de tus síntomas.
En primer lugar, trate de mantener una buena relación con su hijo, hable con él acerca de sus
sentimientos y sobre las cosas o situaciones que pueden estar sucediendo a su alrededor y que a su
vez pueden ser agobiantes para él.
Promueva una buena salud, debido a que es necesario que él adopte nuevos estilos de vida
saludables, tales como una alimentación balanceada y practicas saludables que le permitan tener
una mejor calidad de vida.
Esté pendiente de que duerma lo suficiente (De 6 a 8 horas diarias) para que pueda reponer
toda la energía que ha gastado durante el día y así mismo se podrán mejorar las funciones de su
organismo.
Ayúdele a implementar o implemente en familia rutinas de ejercicios, ya que son necesarios
para canalizar o distribuir la energía negativa que presenta en algunos momentos, además esto
permite que él pueda utilizarlas como un medio para invertir su tiempo libre. Sin embargo, esto
también es fundamental para que su cuerpo y su cerebro se oxigenen.
Incentive las redes de apoyo sociales y las relaciones sanas, debido a que son fundamentales
para su desarrollo a nivel social y familiar, además esto le permitirá tener un respaldo
emocional ya que con estas redes de apoyo podrá hablar sobre los sentimientos, emociones y/o
situaciones que lo hacen sentir molesto.
Limite el tiempo que él pasa en los equipos tecnológicos, debido a que no es conveniente que
se aísle, ya que uno de los síntomas de la depresión es el aislamiento, además no es nada
saludable que pierda el contacto por mucho tiempo con sus redes de apoyo, puesto a que es
necesario que él pueda estar integrado todo el tiempo que sea posible, para que los síntomas no
empeoren.
Promueva el fortalecimiento del vínculo afectivo con cada miembro de la familia y a su vez
brinde seguridad y protección a nivel general, para él pueda sentir un apoyo constante de cada
uno de los miembros que conforman su red de apoyo familiar.
Esté atento a las situaciones o asuntos que le generan aflicción, para poder comenzar a
identificar o reconocer las fuentes que desencadenan o mantienen el cuadro depresivo y
además, que este reconocimiento les permita a ustedes como cuidadores poder entablar una
comunicación con él sobre los hechos, los sentimientos y emociones que le genera cada
situación .
Busque ayuda profesional si identifica que los síntomas no mejoran, con el objetivo de que
se le brinde la orientación, el manejo y el tratamiento pertinente para cada uno de los síntomas.
Sí las situaciones que le generan el cuadro depresivo, están asociadas a problemas de duelo
por una pérdida significativa, consulte con un profesional de salud mental o en su caso a una
línea de atención de salud mental en la cual usted se pueda asesorar.
Reduzca los niveles de estrés, disminuyendo la cantidad de actividades o tareas laborales y
escolares que realice su hijo diariamente, con el fin de no saturarlo o sobrecargo de
responsabilidades, que en su momento pueden ser frustrantes para él, debido a que no las
realizará de la mejor manera.
Ayude a que su hijo aprenda a describir sus sentimientos, ya que puede tener dificultades al
momento de identificar como se siente o que está experimentando en dicho momento o
situación.
Genere espacios de comprensión y afecto, para que él pueda expresarse con confianza y
libertad, y a su vez se evita que él cree una barrera entre él y sus redes de apoyo social y
familiar.
Busque líneas de atención efectivas, que puedan responder ante una crisis de salud mental de
su localidad.
Dentro del boletín emitido por el ministerio de salud y protección social en el año 2017, se hace
mención a distintas estrategias de abordaje que se pueden llevar a cabo en el entorno educativo, por
parte de los docentes:
Adolescencia: Es la etapa del ciclo vital que implica cambios físicos, psicológicos, emocionales
y sociales. Diversos autores consideran años distintos como el comienzo de la adolescencia, pero se
coincide en que inicia con la pubertad y concluye cuando estos cambios se estabilizan alrededor de
los 19 años.
Duelo: Es un proceso psicológico producto de una pérdida, ya sea de un trabajo, un cambio de
residencia, la ruptura de una relación de pareja o la muerte de un ser querido.
Insomnio: Es un trastorno del sueño que puede manifestarse como dificultad para conciliar el
sueño o incapacidad para dormir.
Caquexia: Es la alteración profunda del organismo que aparece en la fase final de algunas
enfermedades, se caracteriza por pérdida de peso, deterioro orgánico y gran debilitamiento físico.
Enfermedad: Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo,
por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya
evolución es más o menos previsible.
12. BIBLIOGRAFÍA:
Alberdi, J.; Castro, C.; Taboada, O. & Vázquez, C. (2006) Depresión. Recuperado de:
scamfyc.org/documentos/Depresion%20Fisterra.pdf
American Academy of Pediatrics. (2010). La depresión en la adolescencia: ¿Qué pueden hacer los
padres para ayudar? Healthy Children.org, recuperado de
https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/emotional-
problems/Paginas/childhood-depression-what-parents-can-do-to-help.aspx
Cabrera, D. (10.10.2019) El 4,7 % de los colombianos sufre de depresión: OMS. RCN Radio.
Recuperado de: rcnradio.com/salud/el-47-de-los-colombianos-sufren-de-depresion-oms
Coryell W, (2020). Manual MSD versión para publico general. Depresión. Recuperado de:
https://www.msdmanuals.com/es-co/hogar/trastornos-de-la-salud-mental/trastornos-del-
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%20depresivos#v747756_es
Dallal, E., & Castillo, J. (2000). Depresión en la adolescencia. E. En Dulanto (Ed.), El adolescente
(pp. 1300-1331). México: Mc Graw Hill
Servicio Andaluz de Salud. Consejería de Salud y Bienestar Social. Junta de Andalucía. (2013)
Guía de Autoayuda para la Depresión y los Trastornos de Ansiedad. Recuperado de:
consaludmental.org/publicaciones/Guiasautoayudadepresionansiedad.pdf