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Peña, D. (2019) - Responsabilidad Social Empresarial en El Sector Turístico. Ecoe Ediciones PDF
Peña, D. (2019) - Responsabilidad Social Empresarial en El Sector Turístico. Ecoe Ediciones PDF
SOCIAL EMPRESARIAL
E N E L S E C TO R T U R Í S T I CO
ANÁLISIS INTEGRADO DEL
CO N O C I M I E N TO, L A A P L I C AC I Ó N
Y L A CO M U N I C AC I Ó N
D AV I D D A N I E L P E Ñ A M I R A N D A
Catalogación en la publicación - Biblioteca Nacional de Colombia
Peña Miranda, David Daniel
Responsabilidad social empresarial en el sector turístico / David Daniel Peña Miranda.
-- 1a. ed. -- Bogotá : Ecoe Ediciones : Universidad del Magdalena, 2019.
189 p. -- (Ciencias empresariales. Administración)
Introducción............................................................................................ XIII
Bibliografía............................................................................................... 153
Contenido XI
ÍNDICE DE FIGURAS
Í N D I C E D E TA B L A S
Por otra parte, Glattfelder y Battiston (2009) y Vitali, Glattfelder & Battiston (2011),
citados en Peña, Guevara & Fraiz (2016a), son investigadores pertenecientes a
un grupo prestigioso de teóricos de sistemas complejos de la Escuela Politécnica
Federal (ETH) de Zúrich (Suiza) que han estudiado de una manera exhaustiva
las redes de control y el poder de las empresas a nivel mundial, llegando a una
conclusión determinante: 147 ETN controlan alrededor del 40% de la riqueza
mundial. Estos resultados dejan en evidencia el enorme poder e influencia que
XIV Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
tiene el sector empresarial sobre uno de los activos más importantes para la
generación de bienestar, la riqueza.
En relación al estudio del 2009, es importante resaltar que “va más allá de la
ideología para identificar empíricamente una red de poder en las empresas, ya que
combinan las matemáticas utilizadas para modelar sistemas naturales con datos
corporativos exhaustivos para catalogar la propiedad entre las corporaciones
transnacionales del mundo” (Peña & Serra, 2013, p.102). Por su parte, del estudio
del 2011, se destaca también el hecho de que ningún otro trabajo había incluido una
base de datos tan robusta; en concreto, analizaron la información de 37 millones
de compañías e inversionistas de todo el mundo, lo que les permitió identificar
43.060 ETN y sus respectivas propiedades de acciones vinculantes, proponiendo
un modelo explicativo del control de compañías mediante redes de propiedad
de acciones. Un dato interesante del modelo es que logra combinar los ingresos
operativos de cada una de las empresas para luego hacer una representación de
toda la estructura de su poder económico global.
Así las cosas, “es sensato y prioritario que este poder empresarial sea utilizado
para contribuir de una manera más eficaz al bienestar de la sociedad y, en última
instancia, a la construcción de un mundo más justo y equitativo para todos”
(Peña & Serra, 2013, p.102), y en este sentido, De la Cuesta (2004) plantea que
dentro del libre juego del mercado son necesarias unas normas mínimas de
conducta empresarial, para poder mitigar o minimizar los evidentes impactos
medioambientales y sociales que generan sus actividades. Lamentablemente,
hay que decir que dicha conducta empresarial no ha sido la esperada y que sus
actuaciones han estado caracterizadas por la ausencia de valores éticos y morales
de sus dirigentes (ver estudios de Kliksberg, 2011; Stets & Carter, 2012; y Alwyn
& Kiyoteru, 2012), generando un pasivo incalculable para la sociedad e impactos
negativos para el bienestar, como la crisis económica - financiera iniciada en el
2008, la cual produjo muchas afectaciones tanto a países desarrollados, como a
países en vía de desarrollo.
Tal como lo argumentan Peña & Serra (2013): “los diferentes momentos de crisis
económica, ambiental, social y de valores que el mundo ha venido experimentado
a lo largo de la historia han puesto en una encrucijada a aquellas organizaciones
que buscan exclusivamente la maximización del beneficio para el accionista”
(p.102). En este sentido, es urgente y necesario hacer una disrupción en los
modelos tradicionales de gestión empresarial, proponiendo un enfoque que
centre su atención en todos los grupos de interés (en adelante stakeholders)
de la organización, hasta el punto de convertirlos en la esencia de la estrategia
empresarial. Para el autor de la presente obra, la Responsabilidad Social Empresarial
(en adelante RSE) se convierte en el vehículo más adecuado para lograr este
objetivo.
Introducción XV
problemas con el mismo pensamiento utilizado cuando fueron creados. Sin duda
alguna, esta idea se debe extrapolar a la realidad actual del mundo empresarial y
de los negocios, para que en la práctica la relación actual empresa-sociedad genere
unos mejores resultados para la sociedad. Bajo este argumento, dicha relación
analizada en profundidad por diversos estudiosos como Carroll (1999), Frederick
(1978), McMahon (2002) y Reich (2007), ha evolucionado significativamente,
hasta el punto de suscitar en la sociedad un particular interés, cada vez mayor, por
conocer las actuaciones que, en materia de RSE, vienen desarrollando los distintos
sectores empresariales.
El interés por el estudio de la RSE se ha mantenido vigente, dada, entre otras cosas,
la complejidad práctica de su interpretación. No en vano Votaw & Sethi (1973)
“la definían como un término brillante que significa algo, pero no es siempre lo
mismo para todos. En los tiempos actuales, es evidente que muchos estudiosos
de la RSE siguen apoyando esta pensamiento, no obstante, coinciden en que la
RSE establece que las responsabilidades de las empresas no se limitan sólo a sus
accionistas, sino a la sociedad en general” (Cruz & Porto, 2016 citado en Peña,
Serra & Ramón, 2017a, p.106). Además es un fenómeno dinámico que puede ir
cambiando con el tiempo y ser diferente de acuerdo al lugar y al sector económico
en donde se lleve a cabo, convirtiendo al espacio y al tiempo en variables que
influyen en las formas y contenidos de la RSE, lo que implica una muy probable
diferencia en su aplicación dadas la características de los países y empresas.
Es así como en palabras de Welford et al. (2007), citado en Guédez (2010), “la
forma de entender y aplicar la RSE varía de localidad a localidad, de industria
a industria y a través del tiempo” (Peña, Guevara & Fraiz, 2016, p.153), por tal
motivo, el concepto de la RSE debe ser adaptado a las situaciones y prácticas
Introducción XVII
Por otra parte, autores como Bigné, Alvarado, Currás & Rivera (2010); De Bakker
et al. (2005); Gerde & Wokutch (1998); Lockett, Moon & Visser (2006); y Rowley &
Berman (2000); citados en Perdomo & Escobar (2011) argumentan que la RSE ha
venido presentando una evolución en sentido progresivo, como un campo de es-
tudio dentro de la disciplina del interés del presente libro, es decir, el management,
no obstante, en la literatura científica son escasos los trabajos e investigaciones
sectoriales en el tema y más aún en empresas del sector turístico (Bohdanowicz,
2006). Investigadores reconocidos en turismo como Henderson (2006), Papaleo
& Beeton (2006) y Fennel & Malloy (2007) citados en Tepelus (2008), coinciden
con esta afirmación.
Para reforzar estos datos, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus
siglas en inglés) argumenta que el turismo representa, a nivel mundial, el 10,4%
del PIB, emplea al 9,9% del total de trabajadores y se estima que para el 2028
llegue al 11,6%. Así mismo, la inversión en turismo equivale al 4,5% del total
mundial y se espera que llegue al 5,1% en los próximos 10 años (WTTC, 2018).
general conoce y es cada vez más consciente de esta realidad (Holden, 2003); de
igual manera, se ha convertido en un elemento prometedor para la mejora de la
situación laboral y para el desarrollo económico mundial, pero al mismo tiempo
es causante de muchos problemas sociales, culturales y ecológicos, además de
caracterizarse, dentro de las relaciones laborales, por una alta carga en el trabajo,
dependencia de las temporadas y por la falta de protección social (Kate, Tourism
Watch & ACSUD, 2006). Por lo tanto, el estudio de la RSE en el sector turístico
se convierte en una herramienta que puede contribuir tanto a la identificación de
dichos impactos, como a su correcta gestión.
Por su parte, la RSE es también relevante para el sector hotelero debido a su conexión
directa con el medio ambiente y la comunidad, cuestión que se ve determinada por
su ubicación física en el propio destino turístico. Tal como lo argumenta Ayuso
(2003), los establecimientos hoteleros son empresas propiamente turísticas, dado
que ofrecen productos y servicios para el uso explícito y exclusivo del turismo en
el destino, lugar en donde los turistas suelen pasar el mayor tiempo de su visita,
realizando a su vez la mayor parte del gasto, con lo cual su comportamiento
puede verse influenciado por dichos establecimientos; por lo tanto, los impactos
positivos y negativos de las empresas turísticas de alojamiento son más evidentes
en las comunidades de acogida, y un ejemplo de ello es que suelen tener un fuerte
impacto en el ambiente natural y social, a través de la contaminación del aire, la
contaminación acústica, la generación de residuos, el consumo de espacio, entre
otros, con lo cual, el estudio de la RSE en las empresas turísticas hoteleras es de
una evidente importancia (Chung & Parker, 2010 citados en Li, Fu & Huang,
2015) adquiriendo una atención e interés cada vez mayores.
Actualmente, los trabajos sobre RSE en la industria hotelera son escasos, si los
comparamos con otros temas de mayor desarrollo investigativo en el sector
turístico/hotelero; y más aún, si se contrastan con otros sectores económicos; por
ejemplo, Bohdanowicz & Zientara (2009) y Gard Mcgehee, Wattanakamolchai,
Perdue & Calvert (2009), argumentan que pocas investigaciones han analizado
aspectos relacionados con la RSE en hoteles, mientras que Bohdanowicz (2007)
y Holcomb, Upchurch & Okumus (2007) evidencian el bajo número de trabajos,
desde el punto de vista holístico, sobre la RSE en el sector hotelero. Esto, sin duda
alguna, se convierte en una motivación adicional para estudiar la RSE desde
el ámbito de la aplicación del sector turístico, concretamente en las empresas
turísticas de alojamiento.
Bajo este contexto, el presente libro pretende hacer una contribución concreta
al mundo empresarial y académico, en el sentido de aportar al debate de la RSE,
proponiendo un análisis integrado del conocimiento, la aplicación y la comuni-
cación de esta (en adelante CAC-RSE), todo ello bajo un marco científico sólido
que permita el traslado efectivo de la misma al mundo real de las organizaciones,
cuya utilidad práctica quedará en evidencia al ser aplicado en el sector turístico y
en concreto, en las empresas turísticas hoteleras de la región Caribe colombiana.
que, para el autor del presente documento, la RSE solo puede llegar a tener un
sentido práctico y una mayor efectividad para las empresas en el momento en
que se integren al seno de las organizaciones, sus tres pilares básicos, es decir, el
conocimiento, la aplicación y la comunicación.
Con este propósito, a partir de los resultados del análisis CAC-RSE, se proponen
un par de modelos de gestión de la RSE, los cuales son complementarios,
cuyos objetivos se centran, por un lado, en entender las relaciones causales del
conocimiento, la aplicación y la comunicación de la RSE y sus respectivos factores
determinantes, y por el otro, en apropiarse de una manera sencilla de estos
conceptos para que el traslado de los mismos a la realidad empresarial sea más
efectivo. Con la aplicación de estos dos modelos, la RSE puede llegar a convertirse
en la esencia de la gestión estratégica de las empresas del sector hotelero de la
región Caribe colombiana, con lo cual sus acciones aportarán y contribuirán, con
mayor efectividad, a la conservación ambiental y al bienestar social de todos sus
stakeholders, así como a la mejora de la competitividad empresarial, logrando en el
mediano y largo plazo un mayor beneficio y valor, tanto para los establecimientos
hoteleros, como para la sociedad anfitriona que los acoge.
De una manera más amplia, se quiere enriquecer, bajo una perspectiva teórico-
práctica, el constante debate académico que se viene dando desde hace más de
50 años, entre aquellos pensadores que defienden el clásico modelo de gestión
empresarial (maximización de beneficios como único objetivo empresarial) y
aquellos otros, cuyos argumentos exponen que la empresa, dentro de su gestión
estratégica, debe tener en cuenta también las cuestiones sociales y ambientales
del entorno, y no solo los aspectos económi cos propios de la naturaleza
utilitarista de la misma. Dicho debate, además de despertar el interés en las
escuelas de negocios, ha llamado la atención del propio sector empresarial, de
inversores, gobiernos e inclusive de la sociedad en general, e incluye algunas
posturas académicas al respecto, entre las cuales se destaca la de De la Cuesta
(2004), quien argumenta que “la corriente a favor de que la empresa como
organización desempeña un papel clave en la sociedad no solamente restringido
a la creación de riqueza y empleo es cada vez más aceptada y los viejos esquemas
conceptuales de la escuela de Friedman van poco a poco perdiendo relevancia”
(pp. 45-46). Esta misma autora recuerda que “Friedman afirmó en varias
ocasiones que la única responsabilidad de la empresa es maximizar el beneficio,
con el único límite de la ley y las costumbres mercantiles” (De la Cuesta, 2004:
p.46). No obstante su espaldarazo a la RSE, publicaciones prestigiosas como
The Economist han criticado la falta de unanimidad del concepto de RSE y
su posterior aplicación o medición en el mundo real de las organizaciones,
tachándola inclusive de falacia empresarial (The Economist, 2005), aunque tres
años más tarde reconociera en otro escrito el valor estratégico de la misma (The
Economist, 2008).
Introducción XXI
Teniendo en cuenta lo anterior y para una mayor compresión del tema, el presente
libro se ha dividido en cinco capítulos. El primero aborda el conocimiento de la
RSE y contiene tres secciones. En la primera (origen y evolución del concepto) se
explica amplia y detalladamente el origen del concepto y se proponen seis perío-
dos que argumentan el grado evolución de la RSE a lo largo de la historia. En la
segunda (aproximación conceptual de la RSE) se hace un riguroso análisis con-
ceptual de la RSE, explicando las bases científicas para el constructo de la misma,
mostrando y agrupando diversas definiciones propuestas por diferentes stakehol-
ders de la sociedad (académicos, organizaciones internacionales, organizaciones
empresariales y organizaciones de la sociedad civil). En la tercera (aporte al cons-
tructo de la RSE. Una propuesta de definición) se plantea una definición propia
de la RSE que pretende aportar al constructo de la misma, aplicada, por una parte,
al ámbito general de los sectores económicos y por otra, al ámbito específico del
turismo.
Por último, el quinto capítulo describe las conclusiones generales del libro haciendo
énfasis en las principales implicaciones prácticas para el mundo empresarial, con
una propuesta complementaria de modelo de gestión de la RSE como aporte para
la adecuada apropiación y puesta en marcha de la misma, buscando la decidida
sensibilización de los empresarios turísticos hacia una mayor implicación con el
bienestar de la sociedad y el desarrollo de un turismo más responsable y sostenible
en su área de influencia más cercana.
E L CO N O C I M I E N T O D E L A
RESPONSABILIDAD
SOCIAL EMPRESARIAL
Howard R. Bowen.
orígenes y más allá de esto, analizar la evolución y los avances que ha tenido hasta
nuestra sociedad actual. Como un primer acercamiento, en un sentido amplio, la
RSE se entiende como una respuesta de las empresas a las demandas o expectativas
de la sociedad (Carroll, 1979), lo cual implica una relación evidente entre empresa
y sociedad. Por lo tanto, el análisis de la evolución del concepto debe partir del
entendimiento de las teorías que buscan explicar dicha relación y en este sentido,
tal como se comentó en la introducción del presente libro, muchos pensadores
coinciden en que Adam Smith fue el primero en analizar este tipo de relaciones
en su obra La Riqueza de las Naciones publicada en 1776.
A partir de los postulados de Adam Smith sobre las relaciones entre productores,
propietarios y consumidores se derivó la teoría neoclásica de la empresa (Key,
1999), que se fundamenta en las fuerzas del mercado y la racionalidad que subyacen
a las mismas (Friedman, 1962) y que tiene como meta básica para el directivo
maximizar la riqueza de la empresa (Brenner & Cochran, 1991). Esto explica la
clásica visión de la maximización del beneficio como objetivo organizacional,
planteamiento con el que muchos sectores y organizaciones empresariales de los
tiempos actuales se sienten plenamente identificados.
Es claro entonces que las ideas de Adam Smith llevadas al campo práctico de la
RSE se limitan a lo económico. No obstante, el tipo de relaciones en los ámbitos
de empresa y mercado (consumidores como parte de la sociedad) que él mismo
expone, hacen que su mención en esta introducción a la evolución del concepto de
RSE sea importante para su entendimiento, aunque lógicamente sea un incipiente
precedente de la RSE. Dicho de otro modo, era la responsabilidad social que en
dicha época se presumía por parte de las empresas.
Diversas ETN tienen claro esto y por ello no han dudado en trasladar el aparato
productivo a países con regulaciones blandas, principalmente en temas de
derechos laborales y medioambientales. El ensayo titulado El mundo en el límite
de Vandana Shiva publicado en 2001 denuncia cómo Lawrence Summers -
quien fue Economista Jefe del Banco Mundial - sugería transferir las industrias
más contaminantes a los países del tercer mundo. De igual forma, el caso más
sonado en materia de explotación laboral ha sido el de la empresa Nike, cuando
la revista Life, en el año 1996, publicara una foto de niños paquistaníes cosiendo
balones de esta empresa, recibiendo un pago de seis centavos de dólar por hora
(Robledo, 2004). De esta manera, se pueden seguir citando muchos ejemplos de
empresas que asumen una responsabilidad diferente o acorde - según ellos - al
espacio geográfico en donde se encuentren operando. Este principio también
se ve reflejado en las responsabilidades sociales estatales, por ejemplo, muchos
países de oriente no aceptan la participación de la mujer en cuestiones tan básicas
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial 5
Durante los años sesenta se sigue haciendo un esfuerzo significativo para precisar
el significado de la RSE, aumentando considerablemente la literatura y la produc-
ción científica en torno a las definiciones de la RSE, y es a finales de esta década
cuando comienza el debate entre dos corrientes de pensamiento: aquella que con-
sidera que los objetivos sociales y económicos son incompatibles, enfoque total-
mente financiero que prima a los accionistas (shareholders); y los que consideran
que el comportamiento socialmente responsable no tiene por qué ser incompatible
con la creación de valor, el cual, sin realizar cuestionamientos a la primacía de los
8 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
intereses de los propietarios, tiene en cuenta los de todos los interesados o par-
tícipes de la compañía (stakeholders). Vale la pena comentar que este debate, en
muchas esferas, permanece vigente.
Se aprecia, entonces, por parte de las empresas - con el respaldo de sus accionistas -
un interés por tratar de mejorar el bienestar de la sociedad, pues con ello también
mejora el bienestar de sus propias empresas; esta actuación, en últimas, es motivada
por un interés propio privado, y no social, solidario o común, el que, ya en 1971,
el Comité para el Desarrollo Económico de Estados Unidos había denominado la
doctrina del autointerés iluminado, en donde el accionista asume la RSE como una
táctica puntual de financiación que contribuye con los beneficios empresariales.
Bajo este panorama el sector empresarial comenzó a valorar la confianza de los
stakeholders para su posicionamiento, por lo que acciones que fueran más allá de
la ley eran vistas con buenos ojos por parte de la sociedad. De igual manera hay
una profusión de organizaciones no gubernamentales que velan por la ética de
los negocios y el comportamiento de las empresas y por primera vez se incluye el
medio ambiente como preocupación de la RSE.
Por otra parte, el avance académico en la materia, durante la primera década del
período se da en el sentido de ir más allá de responder a la clásica pregunta ¿qué
se entiende por RSE?; se comienza a investigar entonces sobre la definición de los
contenidos de la RSE en el escenario de la praxis empresarial. Hasta este punto no
había un modelo conceptual totalmente aceptado para sustentar la relación entre
la empresa y la sociedad en el ámbito de la RSE, y es entonces cuando Archi B.
Carroll (1979) publica el artículo A three - dimensional conceptual model of corporate
performance, en donde propone un modelo basado en tres dimensiones: la RSE,
los asuntos sociales y la capacidad de respuesta social corporativa, responsiveness,
estableciendo que los objetivos empresariales y sociales no son excluyentes, sino
todo lo contrario: pueden integrarse dentro del marco guía de la RSE. Esta visión de
los negocios se ve reforzada con las aportaciones de R. Eduard Freeman quien en
su libro Strategic managment, a stakeholders aproach, publicado en 1984, propone
un nuevo modelo stakeholder, basado en un diálogo e interrelación permanente
y en doble sentido entre la empresa y sus grupos de interés; de esta forma, la
empresa se convierte en un sistema en continua relación con la sociedad, ya no
de una manera abstracta, sino mediante grupos concretos de la misma. Freeman
10 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
expresa que los stakeholders son cualquier individuo o grupo que puede afectar
- pero que también puede verse afectado - por el cumplimiento de los objetivos
empresariales, con lo cual, la empresa ya puede conocer concretamente ante quién
es o tiene que ser responsable. Un año después, Wartick & Cochran (1985), en su
artículo The evolution of the corporate performance model, mejoran el modelo de
Carroll, mediante la inclusión de principios, procesos y políticas a las dimensiones,
facilitando con ello la implementación del mismo en las organizaciones. En el
contexto empresarial, los directivos tratan - insistentemente - de buscar una
justificación económica a la implantación de la RSE, lo que se ve reflejado en el
ámbito académico con el inicio del business case o trabajos orientados, en primera
instancia, a establecer una relación entre rentabilidad y RSE.
Por otra parte, el modelo de stakeholders comienza a ser aplicado a la RSE, y fue
Clarkson (1995) el primero en hacer una adaptación más práctica al respecto.
Concretamente en su artículo A stakeholder framework for analyzing and evaluating
corporate social performance clasifica la naturaleza de los temas a tratar por la
empresa con los grupos de interés, con el objetivo de darle un tratamiento más
efectivo en el ámbito empresarial. Ese mismo año Jones fue más allá y en su artículo
Instrumental stakeholder theory: a synthesis of ethics and Economics propone una
teoría instrumental de los stakeholders, que se caracteriza por tener una capacidad
de predicción fuerte, tomando como base las teorías del agente, de la producción
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial 11
futuras para satisfacer sus propias necesidades” (WCED, 1987, p.46); a partir
de esta definición, el DS ha emergido como principio rector para el desarrollo
mundial a largo plazo y tiene como objetivo tratar de lograr, de manera equilibrada,
el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente
(ONU, 2012a), es decir, velar por el equilibrio de sus tres pilares fundamentales, el
económico, el social y el ambiental.
En breve, para un mejor entendimiento del DS, es relevante comentar que la ONU
ha llevado a cabo tres conferencias mundiales, conocidas también como Cumbres
de la Tierra, para tratar de poner en práctica el concepto del DS. La primera
se realizó del 3 al 14 de junio de 1992, en Río de Janeiro, Brasil y se denominó
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,
teniendo como el resultado más significativo la adopción del Programa 21, con
planes de acción específicos para lograr el DS en los planos nacional, regional
e internacional (ONU, 1992). La segunda se llevó a cabo del 26 de agosto al 4
de septiembre de 2002 en Johannesburgo, Sudáfrica, con el nombre de Cumbre
Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, en la cual se ratificó que existen tres pilares
interdependientes y sinérgicos del DS, los cuales son el crecimiento económico,
el desarrollo social y la conservación ambiental; de igual manera, se aprobó el
plan de aplicación de Johannesburgo, que se basa en los progresos realizados y
las lecciones aprendidas desde la cumbre anterior, previendo un enfoque más
específico, con medidas concretas, metas cuantificables y plazos establecidos
(ONU, 2002). La tercera se celebró del 20 al 22 de junio de 2012, nuevamente en
Río de Janeiro, Brasil, y fue denominada Conferencia de las Naciones Unidas sobre
el Desarrollo Sostenible, El futuro que queremos; en esta, una de las conclusiones
más importantes fue la de reconocer como algo imperante la incorporación del
DS en todos los niveles, recomendando para ello la integración y el vínculo directo
de sus aspectos económicos, sociales y ambientales, en busca del logro del DS en
todas sus dimensiones (ONU, 2012b).
las regulaciones para que las empresas asuman sus responsabilidades y que
países como Dinamarca, Holanda, Noruega y Francia han tomado medidas para
obligar a sus empresas a publicar información relativa a cuestiones sociales y
medioambientales. Esto podría indicar que se está pasando de aceptar, de forma
generalizada, que la RSE es una cuestión voluntaria, a hacer un cuestionamiento
serio de esa voluntariedad que conduce a plantear ciertas obligaciones en la
materia (Greenpeace, 2009). Vale la pena agregar que, como un acontecimiento
importante a nivel internacional, en relación con la divulgación de información
no financiera para la transparencia en la gobernanza empresarial, la Comisión
Europea (en adelante CE) ha acogido con plena satisfacción la adopción, por
el Parlamento Europeo, de las medidas sobre la divulgación de información no
financiera de las grandes empresas que operen en Europa, pues estas tendrán
que revelar información sobre las políticas, riesgos y resultados, en relación
con temas ambientales, sociales, laborales, derechos humanos, lucha contra la
corrupción y el soborno, así como también sobre la diversidad en los consejos de
administración (CE, 2014).
Es evidente, entonces, que para la UE, la RSE sigue siendo una herramienta
efectiva para la maximización de valor compartido empresa-sociedad, lo cual, sin
duda alguna, contribuye, en un sentido más amplio, al DS.
En relación con la OCDE, a pesar de que fue en 1976 cuando publicó un documento
denominado Líneas directrices de la OCDE para empresas multinacionales como
una guía de los gobiernos a las empresas - para tratar de armonizar los intereses
de ambos - en la cual se recomiendan principios y normas para una conducta
empresarial responsable, fue hasta después de su revisión en 2000 cuando
comenzó, en la práctica, el giro de la RSE hacia su contribución al DS.
Por otro lado, la OIT muestra su interés por la RSE desde 1977 con la publicación
de la Declaración tripartita de principios sobre la empresas multinacionales y la
política social, que recomienda acciones en materia de derechos laborales por parte
de las empresas y lo que estas deben cumplir en materia de empleo, formación,
relaciones laborales y condiciones de trabajo y de vida; pero fue sólo hasta después
de la revisión del año 2000 publicada en el 2001, que comenzó a impulsar en la
praxis la RSE en materia de derechos humanos aplicados al DS.
Actuar como factor catalizador para impulsar las temáticas de ética, desarro-
llo y capital social por parte de gobiernos, partidos políticos, entidades em-
presariales, sindicatos, universidades, comunidades religiosas, organismos
no gubernamentales y todas las instituciones que trabajen por el bienestar
colectivo en las sociedades del continente. (BID, 2001, p.1)
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial 17
A raíz de esta iniciativa nacen las conferencias interamericanas sobre RSE (cuyo
nombre inicial fue The Americas Conference on CSR), las cuales se llevaron a
cabo desde el año 2002 hasta el 2012, en países como Estados Unidos, Panamá,
México, Chile, Brasil, Guatemala, Colombia, Uruguay, Paraguay y Ecuador. Estas
conferencias, sin duda alguna, han ayudado a promover el concepto de la RSE
en diferentes ámbitos de la sociedad (incluido el empresarial), y lo que es más
importante, a vincular el concepto al DS de la región latinoamericana.
En este sentido, Prahalad & Hammond (2002) proponen una relación más
estrecha entre empresa y desarrollo de la sociedad, planteando concretamente que
las empresas deben centrar el compromiso social en las regiones más pobres del
planeta. De igual forma, otros autores argumentan que, a partir de la obligación
moral, es necesario también un cierto componente obligatorio (como por ejemplo
políticas públicas), para que se desarrolle adecuadamente la RSE, pues la condición
voluntaria del business case, por ejemplo, ha demostrado tener diversas falencias,
entre las que se puede mencionar los free riders (empresas que escapan del proceso
y eluden responsabilidades), el acomodo empresarial de la RSE (empresas que
sólo llevan a cabo actividades de RSE que puedan generarles un mayor beneficio,
en sentido amplio) y la falta de información y homogenización de la misma (no
existe información suficiente ni homogénea en temas de políticas, estrategias y
resultados de RSE por parte del sector empresarial).
Por último, académicos y gurús reconocidos del management como Michael Porter
& Mark Kramer dejan en evidencia la evolución de la RSE en el presente período,
mediante la publicación de tres artículos influyentes e importantes en 2002 (The
Competitive Advantage of Corporate Philantropy), 2006 (Strategy and Society: the
link between Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility) y 2011
(Creating Shared Value. How to reinvent capitalism and unleashe a wave of innova-
tion and growth), respectivamente, en la prestigiosa Harvard Business Review. El
análisis de estas publicaciones muestra que la RSE ha pasado de una filantropía es-
tratégica que abre nuevos mercados, despierta la innovación y mejora la reputación
y prestigio de la empresa, a una RSE que hace que se cree una interdependencia ente
los negocios y la sociedad, y que la relación entre ambos sea del tipo gana-gana (win-
win) en el sentido de poder descubrir oportunidades para beneficiar a la sociedad,
al tiempo que se fortalece el entorno competitivo en el que operan las empresas. El
fin último que busca la RSE, según Porter & Kramer (2011) es la creación de valor
compartido (CSV por sus siglas en inglés) para la empresa y la sociedad desde los
ámbitos económico, social y ambiental, o como mínimo, compartir el valor creado
en la medida de las posibilidades empresariales (Vives, 2012a), procurando siempre
que ese valor que se comparta sea sostenible en el tiempo.
A partir de todo lo anterior, se puede concluir que la RSE de este período (el cual
sigue vigente actualmente) trata de vincularse e implicarse de manera directa con
el bienestar y el DS de la sociedad, por lo tanto, se comienza a situar en un nivel de
responsabilidad integral y sostenible, estadio que, sin duda alguna, es el que todos
(empresarios, gobiernos, académicos, ONG y sociedad civil) debemos promover,
apoyar y exigir, hoy en día, por el bien y el futuro de la humanidad.
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial 19
Por otro lado, El ICCA ha dejado plasmado, en sus dos trabajos más importantes,
The ICCA Handbook on Corporate Social Responsibility-CSR (2006), editado por
Hennigfeld, Pohl & Tolhurst; y The A to Z of Corporate Social Responsibility-
CSR (2007, 2010), editados por Visser, Matten, Pohl & Tolhurst, que la RSE
es la forma de hacer negocio éticamente con el fin de lograr el DS, no sólo en
términos económicos sino en las esferas sociales y medioambientales. En el
mundo académico internacional, estas dos publicaciones son muy prestigiosas
y reconocidas, ya que incluyen artículos de más de 100 expertos en RSE de todo
el mundo. Concretamente, The ICCA Handbook on CSR ha sido la primera base
global de las prácticas de RSE en las empresas más importantes del mundo y The A
to Z of CSR ha sido el primer diccionario académico de la RSE (Visser et al., 2007).
Esta concepción sobre RSE se basa en el modelo del DS y autores como Wempe
& Kaptein (2002); Linnanen & Panapanaan (2002); y Panwar, Rinne, Hansen &
Juslin (2006) han fundamentado diversas definiciones de la RSE, de acuerdo a los
planteamientos del DS, las cuales se basan en la triple línea base o la triple cuenta
de resultados (económica, ambiental y social). Los primeros exponen que la RSE
gira en torno a las utilidades (profit), las personas (people) y el planeta (planet);
los segundos explican que la RSE comprende las responsabilidades económicas,
sociales y ambientales; y los últimos concluyen que la RSE está compuesta por
las dimensiones económicas, sociales y medioambientales. De manera general,
esto se puede sintetizar en el esquema de la triple línea de base (triple bottom
line), desarrollado en 1994 por el cofundador de la prestigiosa organización
SustainAbility, John Elkington, quien expone que las empresas pueden crear valor
sostenible en el tiempo y lograr resultados integrales mediante acciones conjuntas
dirigidas desde los ejes ambientales, económicos y sociales (Elkington, 2010).
En este sentido, cualquier definición específica sobre la RSE debe estar enmar-
cada en:
Número de
Década Año Autor (es) Definición de RSE
definiciones
Obligación del empresario de perseguir esas políticas, tomar esas decisio-
Los 50 1 1953 Bowen nes, o seguir esas líneas de acción que son deseables en términos de los
objetivos y valores de nuestra sociedad.
1967 Davis
éticas de que los actos propios puedan afectar a los intereses de otros.
Davis & Blom- Obligación personal de considerar los efectos de las decisiones y actos den-
1968
strom tro de un sistema social global.
Manne
Los 70 11 1972 Acciones voluntarias.
& Wallich
Número de
Década Año Autor (es) Definición de RSE
definiciones
1972 Steiner Actividades económicas, legales y voluntarias.
Eells
1974 Preocupación por el conjunto del sistema social.
& Walton
Hay, Gray
Responsabilidad en una serie de ámbitos de interés social.
& Gates
la empresa.
1987
Es aquella que trata principalmente de lograr que los resultados de las de-
cisiones organizativas referentes a aspectos o problemas específicos, los
Epstein
cuales, por algún estándar normativo, tengan efectos positivos en lugar de
negativos en los stakeholders corporativos pertinentes.
Medida en que los outputs organizativos son consistentes con los valores y
1988 Lerner & Fryxell
las expectativas de la sociedad.
Número de
Década Año Autor (es) Definición de RSE
definiciones
Idea que se centra en que los negocios y la sociedad, más que ser entida-
des distintas se deben unos a otros, por lo tanto, la sociedad tiene ciertas
Wood
expectativas respecto al comportamiento y los resultados apropiados de
1991 las empresas.
Angelidis & Acciones sociales corporativas cuyo propósito es satisfacer las necesidades
1993
Ibrahim sociales.
Los 90 7 Es el reflejo del estatus y las actividades de una compañía respecto a sus
Brown & Dacin
obligaciones sociales percibidas.
1997
Comportamiento voluntario que persigue el bienestar de otros sin una apa-
Murray & Vogel
rente probabilidad de beneficio inmediato para el benefactor.
Maignan, Ferrell Grado en que las empresas asumen sus responsabilidades económicas, le-
1999
& Hult gales, éticas y discrecionales hacia sus stakeholders.
Boatright
sabilidades meramente económicas y legales de las empresas.
2000 en
27 2000
adelante
Davidson & Grupo de obligaciones que una organización tiene para proteger y promo-
Griffin ver a la sociedad en la cual funciona.
27
28
Número de
Década Año Autor (es) Definición de RSE
definiciones
McWilliams & Acciones que persiguen algún bien social más allá de los intereses de la em-
2000
Siegel presa y de los requerimientos legales.
Mohr, Webb & Compromiso de una empresa de minimizar o eliminar cualquier efecto ne-
Harris gativo y maximizar su impacto positivo en la sociedad.
Watson Distintas formas en las que las empresas intentan integrar sus obligaciones
& MacKay sociales y medioambientales en sus actividades de negocios.
Número de
Década Año Autor (es) Definición de RSE
definiciones
Maignan Obligación de cumplir o mejorar las normas de los grupos de interés, defi-
2004
& Ferrell niendo comportamientos deseables de las empresas.
Expectativa de que las empresas se comporten de una forma que sea bené-
Basil & Weber fica, o al menos no dañina, para un grupo de stakeholders mayor que el de
aquellos impactados directamente por sus productos o servicios.
2008
Bohdanowicz & Actitud que adopta la empresa hacia sus stakeholders, como trabajadores,
Zientara clientes, la sociedad en general e incluso las futuras generaciones.
2000 en Es ante todo un concepto ético que se fundamenta en que las compañías
27 Argandoña &
adelante son responsables de sus decisiones y de los resultados que producen esas
Hoivik
decisiones.
2009
Adoptar una visión a largo plazo de la maximización del beneficio empresa-
Calveras &
rial basada en gran medida en mantener una estrategia de cooperación con
Ganuza
los distintos stakeholders de la empresa.
2010 Guédez acciones hacia las dimensiones de los derechos humanos, la sustentabili-
dad y el capital social.
Fuente: elaboración propia a partir de Friedman (1962); Davis (1967); Manne & Wallich (1972); Carroll (1979, 1983, 1991, 1999); Lerner & Fryxell (1988); Wood (1991); Brown & Dacin (1997); Mohr, Webb &
Harris (2001); Correa, Flynn & Amit (2004); García (2004); Durán (2005); Solano (2006); Yepes, Peña & Sánchez (2007); Alvarado (2008); Pérez (2011); Vives (2011a); Kliksberg (2012).
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial
31
32
Tabla 2. 40 definiciones de RSE propuestas por organizaciones
internacionales, empresariales y de la sociedad civil
Acción Empresas por Visión de negocios necesaria para la sostenibilidad y competitividad de las empresas, que les permite
un Desarrollo Soste- Chile integrar armónicamente el desarrollo económico con el respeto por los valores éticos, las personas, la
nible comunidad y el medio ambiente, en toda su cadena de valor.
Alianza por la Res- Compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con la finalidad de la empresa, conside-
ponsabilidad Social rando y respondiendo las expectativas económicas, sociales, humanas y ambientales, tanto en lo interno,
México
Empresarial en México como en lo externo de todos sus grupos relacionados demostrando el respeto por las personas, las comu-
(ALIARSE) nidades, los valores éticos y el medio ambiente.
Asociación de Contabi- Compromiso voluntario de las empresas con el desarrollo de la sociedad y la preservación del medio
lidad y Administración España ambiente, desde su composición social y un comportamiento responsable hacia las personas y grupos
de Empresas (AECA) sociales con quienes se interactúa.
Asociación Española Conjunto de obligaciones y compromisos legales y éticos, nacionales e internacionales con los grupos
de Normalización y España de interés, que se derivan de los impactos que la existencia, actividad y operación de las organizaciones
Certificación (AENOR) producen en el ámbito social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos.
Respuesta que la empresa debe dar a las expectativas en los sectores con los cuales ella tiene relación, en
Asociación Nacional
Colombia materia de desarrollo integral de sus trabajadores y en el aporte a la comunidad que le permitió crecer y
de Empresarios (ANDI)
desarrollarse.
Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Visión sobre la empresa que concibe el respeto a los valores éticos, a las personas, a las comunidades y al
Banco Interamericano Estados
medio ambiente como una estrategia integral que incrementa el valor añadido y, por lo tanto, mejora la
de Desarrollo (BID) Unidos
situación competitiva de la empresa.
Organización País Definición de RSE
Compromiso de las empresas para comportarse éticamente y para contribuir al desarrollo económico
Estados
Banco Mundial (BM) sustentable trabajando con todos los stakeholders relevantes para mejorar sus vidas en maneras que sean
Unidos
buenas para la empresa, la agenda del desarrollo sustentable y la sociedad en general.
Business for Social Estados Administración de un negocio de forma que cumpla o sobrepase las expectativas éticas, legales, comer-
Responsibility (BSR) Unidos ciales y públicas que tiene la sociedad frente a una empresa.
Compromiso de una empresa con la sociedad y la aceptación de su rol en ella, lo cual incluye el pleno
Business in the Commu- Reino
cumplimiento de la ley y acciones adicionales para asegurar que la empresa no opera a sabiendas en
nity (BITC) Unido
detrimento de la sociedad.
Se refiere, por una parte, a que las organizaciones empresariales asuman la responsabilidad de los impac-
Center for Creative Estados
tos de sus operaciones en las sociedades y el entorno natural, y por la otra, a que se comprometan con la
Leadership Unidos
aplicación de los principios de sostenibilidad a las formas en las que realizan sus negocios.
Centro Colombiano
Capacidad de respuesta que tiene una empresa o una entidad, frente a sus efectos e implicaciones de sus
de Responsabilidad Colombia
acciones sobre los diferentes grupos con que se relaciona.
Empresarial (CCRE)
Centro Internacional
de Responsabilidad Conjunto de planteamientos o decisiones respecto a contribuir al desarrollo integral o bienestar de deter-
Colombia
Social & Sostenibilidad minadas personas o grupos sociales.
RS
Visión de negocios que integra el respeto por las personas, los valores éticos, la comunidad y el medioam-
Centro Mexicano para
México biente con la gestión misma de la empresa, independientemente de los productos o servicios que esta
la Filantropía (CEMEFI)
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial
Comisión Económica
para América Latina
Forma de hacer negocios que toma en cuenta los efectos sociales, ambientales y económicos de la acción
y el Caribe (CEPAL) -
Chile empresarial, integrando en ella el respeto por los valores éticos, las personas, las comunidades y el medio
División de Desarrollo
ambiente.
Sostenible y Asenta-
mientos Humanos
Consorcio Ecuatoriano Instrumento de la gestión empresarial con una visión alternativa de negocios de la empresa, que consi-
para la Responsabili- Ecuador dera el aspecto económico, el social y el ambiental, así como la relación que la empresa establece con sus
dad Social (CERES) grupos de interés.
Desarrollo de la Res-
ponsabilidad Social Uruguay Responsabilidad de las empresas por sus impactos positivos y negativos en la sociedad.
Empresarial (DERES)
Escuela de Responsa- Herramienta generadora de valor y competitividad para las empresas. Es un vehículo para la construcción
bilidad Social Empresa- Colombia de relaciones de confianza entre el sector empresarial, la sociedad civil y el Estado, bases fundamentales
rial (ERSE) para el desarrollo humano y el establecimiento de sociedades prósperas y equitativas.
Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
European Foundation Principios que las organizaciones reconocen y reflejan en sus acciones. Esto incluye el respeto a los dere-
for Quality Manage- Bélgica chos humanos, el trato justo a trabajadores, clientes y proveedores, el ser un buen ciudadano corporativo
ment (EFQM) en las comunidades donde operan y conservar el medio natural.
Asunción voluntaria por parte de las empresas de responsabilidades derivadas de los efectos de su acti-
Forética España vidad sobre el mercado y la sociedad, así como sobre el medio ambiente y las condiciones de desarrollo
humano.
Organización País Definición de RSE
Es, además del cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes, la integración voluntaria en su
gobierno y gestión, en su estrategia, políticas y procedimientos, de las preocupaciones sociales, laborales,
Foro de Expertos en RSE España medio ambientales y de respeto a los derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo transparen-
tes con sus grupos de interés, responsabilizándose así de las consecuencias y los impactos que se derivan
de sus acciones.
Forum Empresa - Red de Nueva forma de hacer negocios, en la cual las compañías manejan sus operaciones de manera más respon-
Panamá
RSE de las Américas sable y sustentable con respecto a la economía, la sociedad y el medioambiente.
Fundación Ecología y
España Es la necesaria contribución de las empresas al objetivo de alcanzar un desarrollo sostenible.
Desarrollo (ECODES)
Forma de hacer negocios competitivos, permitiéndole a las empresas incorporar políticas y prácticas en
Fundación Empresarial
beneficio de los accionistas, los colaboradores, la comunidad, el medio ambiente y su cadena de valor, a
para la Acción Social El Salvador
través de la adopción de medidas alineadas a su estrategia de negocios, contribuyendo así al desarrollo
(FUNDEMAS)
sostenible.
Fundación ÉTNOR para Respuesta a las expectativas que la sociedad tiene depositadas en la empresa y que permiten legitimarla, la
la Ética de los Negocios y España cual se logra cuando la organización asume los valores y pautas de comportamiento que la propia sociedad
las Organizaciones le marca.
Fundación para el
Significa hacer lo correcto y para ello las compañías deben ir más allá para analizar cómo sus acciones im-
Desarrollo Sostenible de Costa Rica
pactan a la amplia variedad de stakeholders.
Latinoamérica (FUNDES)
Global Compact / Pacto
Estados Es el camino hacia la sostenibilidad corporativa, es decir la generación de valor en el largo plazo en términos
Mundial de Naciones
Unidos financieros, sociales, ambientales y éticos.
Unidas
Instituto Argentino de Es la capacidad de una empresa de escuchar, atender, comprender y satisfacer las expectativas legítimas
Argentina
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial
Es la forma de gestión que se define por la relación ética y transparente de la empresa con todos los públi-
Instituto ETHOS de
cos con los cuales se relaciona y por el establecimiento de metas empresariales compatibles con el desa-
Empresa y Responsabi- Brasil
rrollo sostenible de la sociedad, al preservar recursos ambientales y culturales para generaciones futuras, y
lidad Social
al respetar la diversidad y promover la reducción de las desigualdades sociales.
Prácticas y políticas que establecen la adopción por parte de la empresa, de principios y valores que guían
Integración Centroa- su conducta de negocios en los ámbitos laboral, comercial, medioambiental y gubernamental. La base
mericana por la RSE Nicaragua para llevar a cabo esta estrategia es que las organizaciones se comprometen a cumplir con códigos de
(INTEGRARSE) ética que establecen marcos de desempeño y que se someten al escrutinio permanente por parte de la
sociedad civil.
Responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones ocasionan en la sociedad y el
International Organiza- medio ambiente, mediante un comportamiento transparente que contribuya al DS, incluyendo la salud y
tion for Standardization Suiza el bienestar de la sociedad, tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas, cumpla con
(ISO) la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento, esté integrada
en toda la organización y se lleve la práctica en sus relaciones.
MHC International Ltd Es un proceso para alcanzar el DS en las sociedades. Esta definición fue propuesta por el reconocido Doctor
Suiza
(MHCi) en Economía Michael Hopkins, fundador y responsable de MHCi.
Observatorio de la
Forma de dirigir las empresas basado en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus
Responsabilidad Social España
clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general.
Corporativa (RSC)
Observatorio de la Es aquella que propone una idea de la empresa como una institución con unas responsabilidades que van
Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Responsabilidad Social España mucho más allá de sus funciones estrictamente económicas y de creación de riqueza y de las obligaciones
Empresarial (RSE) legítimas que tiene hacia sus propietarios y accionistas.
Es la manera en que las empresas toman en consideración las repercusiones que tienen sus actividades
sobre la sociedad y en la que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios mé-
Organización Interna-
Suiza todos y procesos internos como en su relación con los demás actores; de igual manera, es una iniciativa de
cional del Trabajo (OIT)
carácter voluntario y que solo depende de la empresa, y se refiere a actividades que se considera rebasan
el mero cumplimiento de la ley.
Organización País Definición de RSE
Se refiera a como las empresas gestionan los procesos organizacionales para producir un impacto global
Reino
The Business Respect positivo en la sociedad. Esta definición fue propuesta por el reconocido experto internacional en el tema,
Unido
Mallen Baker, responsable de The Business Respect.
World Business Council Compromiso que asume una empresa para contribuir al desarrollo económico sostenible por medio de
for Sustainable Develo- Suiza colaboración con sus empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en pleno, con el objeto de
pment (WBCSD) mejorar la calidad de vida.
Fuente: elaboración propia a partir de las páginas web de las organizaciones referenciadas.
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial
37
38 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
será más fácil el logro del diálogo entre el resto de racionalidades (ecológica,
social y económica). (Bañón, Guillén, Hoffman & Mcnult, 2011, pp.86-87)
Los valores éticos son estados de conciencia que se van desarrollando progre-
sivamente con el aprendizaje en el individuo o en la organización, constitu-
yéndose en la percepción interna de las personas para la toma de decisiones
y el comportamiento de forma ético. (Abreu & Badii, 2007, p.67)
De esto precisamente se trata la RSE. Ahora bien, una justificación adicional que
refuerza el concepto ético de la RSE, se evidencia cuando se lleva la propia RSE
al plano de la realidad económica actual, concretamente, cuando se analizan
las responsabilidades que han tenido algunas conductas empresariales en una
de las peores crisis económicas - financieras que ha vivido la humanidad en
toda su historia, la crisis del 2008, en la que aún muchas economías del mundo
(desarrolladas y en vía de desarrollo) se encuentran inmersas. De acuerdo con
Kliksberg (2011):
[…] La economía ortodoxa que practica un reduccionismo que sólo ve las va-
riables económicas clásicas, se cerró a su presencia, desconectándose de la
realidad. (p.3)
bien posible” (Pauli, citado en Fraile, 2010, p.16). Pauli, considerado además un
emprendedor sistémico, desarrolla más su postura sobre la ética.
En el terreno de la ética tenemos que pasar “del mal menor al mejor bien po-
sible”. Siguiendo esta reflexión decidió vender sus acciones e ir un paso más
allá: multiplicar el empleo sin dañar la naturaleza.
Para llegar a esta conclusión fue decisivo otro encuentro importante en su
vida, en este caso con Elie Wiesel, el Premio Nobel de la Paz que sobrevivió
al holocausto nazi. Él le mostró que ni lo empresarial ni lo sistémico valen la
pena si no hay ética. Es decir, alcanzar el equilibrio entre poder, dinero y ética.
Si tú eres un emprendedor exitoso, vas a adquirir poder y dinero, pero ¿dónde
está la ética? Para Pauli “la ética empresarial consiste en generar un capital
social. El emprendedor no puede tener como objetivo únicamente la acumu
lación de dinero que luego mete en cuentas bancarias para que generen más
dinero de lo que ha generado como emprendedor con sus innovaciones”.
(Fraile, 2010, pp.16-17)
Por su parte, Günter Pauli, desde el punto de vista del DS, propone aplicar la
manera de funcionar de los ecosistemas al mundo de los negocios, lo cual haría
que las empresas iniciaran el verdadero camino hacia la sostenibilidad, siendo a
la vez más competitivas.
Finalmente, teniendo en cuenta los conceptos de la ética y el DS, es interesante
mostrar cómo Pauli los integra en las actuaciones empresariales. En concreto,
hace una apuesta por la aplicación de la sabiduría de los ecosistemas (cuyo
funcionamiento natural los hace sostenibles) al mundo empresarial, explicando
detalladamente cómo la naturaleza también actúa bajo principios totalmente éticos.
La naturaleza también ha sido una escuela de ética para Pauli. Para ilustrar
esta afirmación nos habla de una planta muy especial que crece en el desier-
to de Namibia, la Welwitschia Mirabilis, que es capaz de captar el rocío cada
mañana antes de que se evapore y que generosamente se deja comer por
los ratones porque es la única fuente de agua y de minerales. Se deja devorar
para dar vida a otros, pero gracias a este proceso se convierte en la planta más
vieja de la tierra, pudiendo alcanzar los 2.000 años. “La moralidad y la ética
que tiene esta planta es tan espectacular que nosotros como seres humanos
deberíamos inspirarnos en ella”, afirma Pauli. (Fraile, 2010, p.17)
Sin duda alguna, la RSE, bajo las actuaciones de la ética y el DS, debería ser
el camino a seguir por las empresas, debido a que lograrían hacer una mayor
y sobre todo una mejor contribución a la construcción de una sociedad mejor.
En este sentido, a partir de todas las consideraciones previas, en adición a las
100 definiciones de RSE descritas en el numeral anterior, complementadas con
los trabajos de Peña (2015, 2016), Peña, Serra & Muñoz (2017) y Peña, Serra
& Ramón (2017a), se propone la siguiente definición de RSE adaptada para el
presente trabajo:
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial 43
Una quinta característica que la identifica es que evidencia a la RSE como fuente
de ventaja competitiva en un marco de sostenibilidad, al establecer que el fin
último de la misma es la generación de valor compartido empresa-sociedad, en
un sentido amplio, o en la medida de las posibilidades empresariales, compartir el
valor creado con la sociedad, al tiempo que busca minimizar en el largo plazo los
impactos negativos y maximizar los positivos sobre su entorno, en el marco del
cumplimiento de los principios del DS.
Este organismo no es ajeno a los conceptos de ética y DS, hasta el punto de subrayar
la necesidad de promover un turismo responsable y sostenible que beneficie a
todos los sectores de la sociedad (ONU, 2001). Es así como en la asamblea general
del primero de octubre de 1999, realizada en Santiago de Chile, la OMT proclama
los principios del Código Ético Mundial para el Turismo (OMT, 1999), como
marco fundamental de referencia para el turismo responsable y sostenible en todo
el mundo, el cual fue reconocido por la asamblea general de la ONU mediante
Capítulo 1: El conocimiento de la Responsabilidad Social Empresarial 45
En cuanto al Código Ético Mundial para el Turismo, si bien todos los principios
son necesarios para la promoción y el desarrollo de un turismo responsable y
sostenible, se destacan los siguientes artículos, por tener una relación más directa
con la RSE: artículo 2, el turismo, instrumento de desarrollo personal y colectivo;
artículo 3, el turismo, factor de DS; artículo 5, el turismo, actividad beneficiosa
para los países y las comunidades de destino; artículo 6, obligaciones de los
46 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Para dar cierre al presente capítulo, a partir de la definición general de RSE plan-
teada en páginas anteriores y teniendo en cuenta las consideraciones previas en
el ámbito del turismo, para el presente estudio se entiende que la RSE en el sec-
tor turístico es la forma correcta de gestionar las organizaciones turísticas y tiene
como fin aportar y contribuir al bienestar y a la mejora de la calidad de vida de
las personas que integran el destino turístico, dentro de un marco de desarrollo
económico, social y ambiental sostenible, que vele por el equilibrio rentabilidad
empresarial – medio natural – sociedad anfitriona, y promueva integralmente, en
toda la cadena de valor, el respeto de los derechos humanos. Lo anterior se ma-
terializa cuando los principios y valores éticos que sustentan la responsabilidad
social se integran al gobierno, a la estrategia, a los procesos y a los sistemas de la
empresa turística. Así mismo, se hace eficaz cuando hay una creación de valor
compartido entre la empresa turística y la sociedad anfitriona, en un sentido am-
plio (crear valor compartido) o como mínimo, cuando la empresa turística, en la
medida de sus posibilidades, comparte con la sociedad anfitriona el valor creado
(compartir el valor creado). Por último, se debe tener en cuenta que en cualquiera
de los dos casos, la eficacia del resultado de la implementación o materialización
de la RSE será mayor, cuando sus acciones contribuyan, de mejor manera, a la
reducción de la pobreza y al desarrollo humano y sostenible de la sociedad que
integra el destino turístico.
C APÍTULO 2
L A A P L I C AC I Ó N
DE LA RESPONSABILIDAD
SOCIAL EMPRESARIAL
“La labor más importante del ser humano es buscar la moralidad en sus actos.
Es de lo que depende nuestro equilibrio interno, y nuestra propia existencia. La
moralidad en nuestros actos es lo único que puede conferir belleza y dignidad a
la vida. Quizá la principal tarea de la educación sea convertirlo en una fuerza vi-
tal, e inscribirlo claramente en las conciencias. Hay que evitar que los cimientos
de la moral dependan de algún mito o estén ligados a alguna autoridad, debido
al riesgo de que las dudas sobre el mito o sobre la legitimidad de la autoridad
pongan en peligro los cimientos del buen juicio y de la acción correcta”.
Albert Einstein.
El enfoque del business case establece que la RSE debe implementarse, pues sus
resultados operan en función del beneficio empresarial; se trata de convencer a
los gestores y a los accionistas, principalmente, de que la RSE es buena para sus
propios intereses y para la sociedad en general (relación ganar-ganar). De la Cuesta
(2004) argumenta que si se presta una atención mayor al capital social, humano e
intelectual, la empresa podría obtener en el largo plazo, el máximo retorno sobre
los recursos empleados para la producción o prestación del servicio, en el largo
plazo. Estos activos, en últimas, terminarán convirtiéndose en reputación externa
y en el fortalecimiento de la cultura interna de la empresa, valores inmensurables
para cualquier organización. Este enfoque parte de la voluntariedad empresarial,
pues no es necesario regular ni crear mecanismos que obliguen a las empresas
a comportarse responsablemente, ya que estas serán recompensadas por ello,
principalmente por el mercado. En la práctica esto se puede apreciar a través de la
adhesión a pactos o por la integración voluntaria por parte de las organizaciones,
de principios, conductas y normas que promuevan la RSE, e igualmente con
la aparición de los inversores socialmente responsables, quienes castigan los
comportamientos irresponsables de las empresas.
Capítulo 2: La aplicación de la responsabilidad social empresarial 49
Desde la perspectiva del economy case una gestión empresarial con criterios de
RSE sin duda alguna, contribuye al desarrollo sostenible y equilibrado del planeta.
Es evidente que, si mejoran los procesos en el ámbito macroeconómico, se puede
generar riqueza de una manera sostenible, sin agotar los recursos naturales y
minimizando la huella medioambiental de la generación presente. Desde este
enfoque son las fuerzas del mercado las que obligan a las empresas y a los Estados
a adoptar políticas sostenibles. Se hace además un énfasis en la responsabilidad
de los consumidores y ahorradores, pues los primeros deciden lo que quieren
comprar y los segundos dónde invertir. No obstante, en la práctica este aparente
poder del consumidor o del inversor es relativo, pues:
Con esto, es recomendable que todos los agentes económi cos asuman
responsablemente lo que les corresponde, incluyendo la capacidad que tienen
para influir en un verdadero cambio.
No hay bienes públicos más claros; por ello, resultaría incoherente que el Es-
tado prescindiera de toda función y responsabilidad en cuanto al impacto de
la empresa sobre estos bienes. La decisión de internalizar - o no - esas exter-
nalidades, no puede quedar únicamente en manos de la iniciativa privada; el
Estado debe proteger a las «víctimas» de esas externalidades; y estas no son
otras que la sociedad actual y la futura. (De la Cuesta, 2004, p.56)
Finalmente, el moral case se basa en el papel social que deben jugar en la sociedad
las empresas y organizaciones económicas, y más en estos momentos en los que
50 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Es claro entonces que existen diferentes puntos de vista para encauzar el tema de
la RSE y todos se basan en coherentes y sólidas argumentaciones para justificar,
desde un punto de vista moral, social, económico o del negocio, la incorporación
de aspectos de RSE en la gestión y operación empresarial. No obstante lo anterior,
en el mundo real de las organizaciones, el avance en materia de prácticas de RSE
no ha sido el esperado, tal como se describe en las siguientes líneas:
En el Informe Global Corporate Sustainability publicado en 2013 por el Pacto
Mundial de Naciones Unidas, por ejemplo, en el que se analizan las posicio-
nes y las medidas adoptadas por parte de 2.000 empresas de 113 países que
han suscrito los diez principios del Pacto Mundial para incorporar las prácticas
responsables a sus estrategias, cultura de gestión y actuaciones, la conclusión
más significativa es que existen diferencias sustanciales entre los discursos
de las empresas respecto a las políticas responsables y a los objetivos gene-
rales de sostenibilidad y los cambios que se han realizado en las políticas y
Capítulo 2: La aplicación de la responsabilidad social empresarial 51
Debido a lo anterior, autores como Peña, Guevara & Fraiz (2016a) argumentan que
más allá de las diferentes justificaciones que puedan existir, lo que debe primar es
la acción, es decir que la empresa integre la RSE, de una manera más decidida, a
la gestión y operación de su negocio.
[…] se quiere hacer énfasis en el hecho de que en estos momentos de crisis
económica - financiera, ambiental e inclusive social y de valores, en donde son
mínimas las prácticas sistemáticas y generalizadas de RSE en todos los sec-
tores económicos […] no es tan relevante conocer en detalle la justificación
(sea moral, social, económica o de beneficio organizacional) del empresario
para incorporar la RSE en la estrategia de su negocio; lo realmente importante
para la sociedad es que lo haga y más aún cuando hay una clara evidencia
del poder global que tienen las empresas hoy en día. (Peña, Guevara & Fraiz,
2016a, pp.21-22)
Sin duda alguna, el autor de la presente obra coincide plenamente con esta
afirmación e invita a que haya un mayor compromiso empresarial con el tema de
la RSE que permita a las empresas transitar con mayor rapidez el camino que se
encuentra entre el discurso y los hechos.
Por su parte, la RSE en Asia ha tenido un enfoque diferente, dadas las distintas
circunstancias que vive este continente principalmente en materia laboral.
[…] muchos aspectos de la RSE se encuentran menos desarrollados que en
los países industrializados del occidente, principalmente aquellos que atañen
a las prácticas laborales y los empleados, la diversidad, la interacción con las
comunidades locales, y las iniciativas para la protección y la conservación del
medioambiente. Sin embargo, se le presta notable atención a la implementa-
ción de códigos de conducta que monitorean las operaciones y actividades
desarrolladas en las fábricas, principalmente en aquellas que actúan como
proveedores dentro de la cadena de suministros de marcas reconocidas. Tras
los grandes escándalos sufridos en años anteriores, las operaciones de los
proveedores son verificadas a través de auditorías, aunque la tendencia actual
busca crear relaciones estables y a largo plazo con proveedores, sobre una
base de confianza mutua, valores compartidos y asesoramiento continuo, en
vez de inspecciones costosas e inefectivas.
La RSE en Asia es percibida como una herramienta para la empresa, pero tam-
bién para las autoridades locales, quienes ven en ella una vía para promover
buenas prácticas en el sector privado. Esta visión ha favorecido el incremento
de alianzas tripartitas en la región y el énfasis en el gobierno corporativo […]
Los mayores retos de la región se centran en la creación de estándares labora-
54 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Por otro lado, en Oceanía sí que se han evidenciado avances notorios de la RSE,
principalmente en Australia, dada la fortaleza en sus asociaciones comunitarias y
su capacidad extraordinaria para el dialogo y el debate entre las diferentes partes
interesadas.
[…] ha demostrado ser lo suficientemente fuerte en el desarrollo de asocia-
ciones con las comunidades indígenas y alianzas estratégicas intersectoriales
a largo plazo. Esta experiencia ha contribuido a la conformación de diferen-
tes mesas de trabajo que promueven el debate y la educación, tanto de las
empresas como de la comunidad, para asegurar el fortalecimiento de la RSE
en la agenda australiana. Por su parte, el gobierno no se ha mostrado inter-
vencionista en términos de legislación, de hecho cuando el estado sugirió la
creación de una legislación para regular la RSE, esta recibió gran oposición.
Términos como ciudadano corporativo y sustentabilidad son cada vez más
usados […] Reportes voluntarios, de sostenibilidad social y medioambiental
se han incrementado exponencialmente en los últimos 10 años […] Linea-
mientos, metodologías y códigos de conducta, internacionales, para asegurar
transparencia, como el del GRI, el SA 8000, el Dow Jones Sustainability Index,
etc.; cada vez son más usados. La RSE en Australia se desarrolla sanamente,
aunque no puede simplemente compararse con los niveles de crecimiento de
otros países. Sin embargo, esta goza de un gran reconocimiento a nivel mun-
dial, sobre todo por su carácter distintivo y su naturaleza cultural específica.
(Díaz de Feliciano, 2010, pp.37-38)
Por su parte, para Vives & Peinado-Vara (2011), la RSE en América Latina nace de
una tradición filantrópica corporativa que ha evolucionado poco a poco hacia una
Capítulo 2: La aplicación de la responsabilidad social empresarial 57
responsabilidad social más activa, tanto en los ámbitos internos, como externos
de la organización. Históricamente la acción social se ha basado en creencias
religiosas, éticas y morales de carácter individual, lo cual se debe a la importancia
de las empresas familiares, por lo que la propiedad y la gestión son inseparables.
También argumentan que las actividades empresariales de carácter filantrópico no
están vinculadas con la actividad misional de la organización, y su inversión no es
alta. Los recursos financieros, mayoritariamente, van dirigidos a sus stakeholders,
pero no necesariamente son los que tienen mayor incidencia en el negocio y, por
lo general, la consecuencia de dichas actividades no es otra que la de ganar cierta
reputación o imagen, eso sí, solo si se logra una comunicación adecuada.
En relación con las diferencias entre la RSE de América Latina y Europa, Casado
& Roser (2009) plantean un interesante análisis haciendo una agrupación en
cuatro áreas principales relacionadas con la economía, la geografía y los recursos,
las sociales y políticas y los movimientos asociativos. En cuanto a la primera, las
economías europeas son maduras, con buenas infraestructuras, un sector privado
58 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
En referencia a la segunda área, Casado & Roser (2009, p.12) explican que en
Europa la densidad de población es alta y se caracteriza por un elevado consumo,
escasez de recursos y alta dependencia de materias primas que les obliga a
ahorrar, reciclar y minimizar los impactos en el entorno. En América Latina, la
densidad poblacional es menor con un territorio natural más amplio que cuenta
con grandes riquezas naturales, lo que origina una necesidad menor en cuanto
al reciclaje, conservación y promoción de prácticas que estimulen la producción
limpia (Casado & Roser, 2009, p.12).
Por su parte, el análisis de la tercera área muestra un marco legal europeo que cuenta
con políticas supraestatales que se encuentran bien estructuradas y establecidas
para generar un bienestar social que cubra y garantice derechos fundamentales
como salud, educación, medio ambiente y trabajo. Europa cuenta con servicios
públicos eficientes y con gran cobertura, y además la historia evidencia una relativa
estabilidad política y económica, garantes de los diálogos entre las empresas y
los gobiernos (Casado & Roser, 2009, p.12). En América Latina, ocurre todo lo
contrario; las políticas son inestables y las prácticas de sostenibilidad son muy
pobres, no hay garantías para acceder de manera equitativa a los bienes públicos
básicos y los derechos fundamentales no están cubiertos; de manera general, se
tolera la ineficiencia, y lo más preocupante es que en la región se presenta un alto
grado de corrupción sistémica que permea los gobiernos y en algunos casos la
sociedad (Casado & Roser, 2009, p.12).
Ello es debido a que las necesidades sociales y ambientales son más evidentes
y es necesario cubrir las deficiencias en la actuación del sector público.
En Europa las empresas dedican muchos más recursos a actividades deporti-
vas, culturales y educativas, y no suelen dar tanta prioridad al trabajo en áreas
de desarrollo y con comunidades desfavorecidas. (Casado & Roser, 2009, p.12)
Por otra parte, Vives & Peinado-Vara (2011) argumentan en su estudio que las
diferencias entre la RSE de América Latina y Europa son notables, y que ello se debe
fundamentalmente al nivel de desarrollo, en general, en materia de instituciones,
marco legal, entre otros. Por ejemplo, si se tiene en cuenta la legislación en temas
laborales, una práctica modelo de América Latina puede ser el mínimo legal en
países desarrollados de Europa; en síntesis, en Europa, la presencia del Estado
de Bienestar e instituciones robustas y supranacionales (Unión Europea) da un
panorama de ventaja que contribuye a una mejor aplicación de la RSE, que en
América Latina.
Las circunstancias sociales y ambientales derivadas de un desarrollo económi
co desigual también influyen. En Europa, las empresas, la sociedad civil y el
Estado pueden cumplir con sus responsabilidades más fácilmente, mientras
que en América Latina el sector privado tiene que hacerse cargo de algunos
asuntos que quizá no le corresponde asumir pero que no puede evitar para
poder tener un entorno favorable (formación, educación, sanidad, acceso a
servicios básicos).
Otro asunto es la presión que pueden realizar las partes interesadas, que por
lo general va muy unida al grado de desarrollo y el activismo legítimo de las
partes interesadas. En Europa, además de existir una tradición de economía
social donde las empresas, el gobierno, la sociedad civil y los sindicatos tienen
cada uno su espacio reservado y participan activamente de la mayoría de los
procesos de toma de decisión, todos estos actores son más fuertes que en
Latinoamérica. Las instituciones en general son más fuertes, la sociedad civil
puede actuar como portavoz de los ciudadanos (o de algunos colectivos) y
existen mecanismos de control. Sin embargo, precisamente por esto, en paí-
ses menos desarrollados las expectativas que se tienen sobre las empresas
son mayores. Se espera que las empresas solucionen algunos asuntos que por
definición no les corresponde (acceso a servicios básicos, educación, seguri-
dad, etc.) y estas no tienen más opción, para poder seguir operando, que ser
creativas y poner en marcha iniciativas que solucionen fallas del mercado o,
mejor dicho, fallas del Estado. (Vives & Peinado-Vara, 2011, pp.78-79)
Es claro, entonces, que existen unas diferencias bastante evidentes entre las
realidades de América Latina y Europa, que hacen que las maneras de entender
y aplicar la RSE sean también diferentes. Estas realidades hacen que la RSE en
Europa se encuentre en un estadio muy superior al de América Latina; no obstante,
la RSE debe ser vista como una oportunidad y un medio concreto para que esta
región avance en los diferentes indicadores de sostenibilidad económicos, sociales
60 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
En América Latina aún queda mucho camino por recorrer en materia de RSE, y en
este sentido, ya se están dando los primeros resultados derivados de los esfuerzos
realizados por organizaciones y redes internacionales en materia de promoción
de la RSE. Se destacan, por ejemplo, entre otros, el Fórum Empresa (alianza de
22 organizaciones empresariales que representan a 17 países de la región); el
Consejo Empresarial para el DS de América Latina CEDSAL (cuenta con 11
centros situados en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador,
Guatemala, Honduras, México, Perú y Venezuela); y la Red de Conocimiento sobre
Emprendimientos Sociales (SEKN por sus siglas en Inglés), formada mediante la
participación de un grupo de escuelas de negocios líderes en Iberoamérica y la
Harvard Business School, en alianza con la Fundación Avina. Esta red está formada
por 10 importantes universidades, de las cuales 8 están en América Latina:
Universidad de San Andrés de Argentina, Universidad de Sao Paulo de Brasil
(USP), Pontificia Universidad Católica de Chile (PUCCh), Universidad de los
Andes de Colombia, Instituto Centroamericano de Administración de Empresas
de Costa Rica (INCAE), la Escuela Superior de Administración y Dirección de
Empresas de España (ESADE), la Harvard Business School de Estados Unidos, la
Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas de México,
la Universidad del Pacífico de Perú (UP) y el Instituto de Estudios Superiores de
Administración de Venezuela (IESA).
Dicho esto y para ser más específicos, es el momento de analizar la forma como
se entiende y se práctica la RSE en un país concreto de América Latina como
Colombia, y para ello se ha realizado un análisis de seis valiosos estudios realizados
por Heincke (2005); Gutiérrez, Avella & Villar (2006); Correa (2007); Atehortúa
(2008); Cárdenas & Tolosa (2009); y Gómez (2011).
En el segundo trabajo, Gutiérrez, Avella & Villar (2006) llevan a cabo un análisis
de 75 organizaciones, 35 empresas y 40 corporaciones, fundaciones o asociaciones
colombianas, concluyendo que las empresas en Colombia desarrollan una varie-
dad de intervenciones con un impacto social resaltable. Se destaca en el contexto
latinoamericano la relevancia de las fundaciones empresariales y las actuaciones
de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) en materia de promoción de
balances sociales desde la década del setenta del siglo XX. Los hallazgos encon-
trados muestran que el tipo de contribuciones empresariales ha evolucionado de
la caridad a la inversión social y filantropía estratégica que es liderada, en mayor
medida por las grandes empresas.
En el tercer estudio, Correa (2007) argumenta que las prácticas de RSE han sido
lideradas principalmente por las fundaciones empresariales y la ANDI; así mismo
plantea que en el contexto colombiano no existe claridad sobre el concepto y
aplicación de la RSE y que el tema es trabajado, por parte de las empresas, con
parámetros propios. Los informes de Balance Social no tienen un formato
estandarizado, lo que obedece a los intereses particulares de cada organización
que a su vez dependen de la naturaleza social, el tamaño y el compromiso de
la alta dirección en cada organización. Adicionalmente, concluye que no existen
62 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
En el cuarto trabajo, Atehortúa (2008) plantea algo muy interesante, ya que refiere
el nombre de unas de las investigadoras pioneras en Colombia en el tema de la
RSE, y en concreto, el resultado de sus trabajos sobre el comportamiento de las
organizaciones en relación con la gestión social. De igual manera, se evidencia el
compromiso que ha tenido la ANDI en esta temática.
El 40% de los ciudadanos está de acuerdo con que muchas empresas pro-
mueven la responsabilidad social pero realmente no están comprometidas
con ella, mientras que el 52% de las empresas respalda esta afirmación. Esta
percepción es preocupante pues parece indicar que los esfuerzos a favor de
la RS se relacionan con la imagen empresarial principalmente. (CCRE & Ipsos
Napoleón Franco, 2006, p.27)
El 40% de los ciudadanos considera que las empresas hoy en día no realizan
esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de las comunidades vecinas,
mientras que el 22% considera que sí lo hacen. El 36% de los ciudadanos no
planteó ninguna postura al respecto. En otras palabras, sólo 2 de cada 10 ciu-
dadanos consideran que hay una preocupación de las empresas por las co-
munidades vecinas. (CCRE & Ipsos Napoleón Franco, 2006, p.30)
El segundo estudio, liderado por la ANDI (2013), muestra una serie de actividades
que ha venido llevando a cabo el sector empresarial colombiano, lo que ayuda a
entender un tanto el perfil característico de las empresas en el tema de la RSE.
Los principales mecanismos empleados por las empresas para desarrollar ac-
tividades de RSE son donaciones en especie a proyectos (57%), seguida de
apoyo a programas sociales internos (54%), patrocinios (51%), donaciones en
dinero a proyectos (49%) y alianzas público-privadas (45%). (ANDI, 2013, p.23)
De estos tres interesantes trabajos se puede concluir que, a pesar del esfuerzo que
han realizado algunas grandes empresas colombianas por integrar la RSE a la es-
trategia del negocio - para contribuir de mejor manera con sus comunidades de
incidencia -, en la práctica no hay una percepción generalizada, por parte de la
sociedad, sobre esta cuestión, y de manera particular, sobre las empresas. Además,
se deja en evidencia que stakeholders tan diversos como la ciudadanía, los exper-
tos en RSE y los líderes empresariales, coinciden en que, si bien ha habido un
avance en los temas de RSE en Colombia, aún falta un mayor esfuerzo, tanto del
sector empresarial como del gubernamental, para que el avance de la RSE en el
país sea percibido de mejor manera por todos los niveles de la sociedad y, lo más
importante, que se pueda constatar de una forma más real por la misma.
En relación con el primer enfoque, existen una variedad de estudios sobre teorías
que proponen diversas clasificaciones para las actividades de RSE y su debida
aplicación por parte del sector empresarial (véanse Alvarado, 2008; Cancino &
Morales, 2008; Carroll, 1991; Garriga & Melé, 2004; Gerde & Wokutch, 1998;
Joyner & Payne, 2002; Lantos, 2001; McWilliams, 2006; Murphy, 1978; Nasi, Nasi,
66 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Phillips & Zyglidopoulos, 1997; Sethi, 1995; Siegel & Wright, 2006; Van Marrewijk,
2003; Wartick & Cochran, 1985; Watson & MacKay, 2003; Windsor, 2006; Wood,
1991 y Zenisek, 1979).
A partir del trabajo de Peña & Serra (2013), se concluye que Carroll (1991), Lantos
(2001) y Garriga & Melé (2004) han llevado a cabo los trabajos más destacados
de la literatura científica, cuyas conclusiones más importantes de los primeros se
describen a continuación.
Carroll (1991) concluye que las acciones de RSE se agrupan en cuatro tipos: 1)
las Responsabilidades Económicas, que cumplen el triple propósito de satis-
facer al cliente con productos de buena calidad, generar buenos trabajos a los
empleados y mejorar la rentabilidad para el accionista; 2) las Responsabilida-
des Legales, que se enfocan en el cumplimiento de las leyes y las regulaciones
gubernamentales propias de la actividad empresarial; 3) las Responsabilida-
des Éticas, que son guiadas por la moral de la empresa e implican una actua-
ción correcta, justa y equitativa con los diferentes grupos de interés, y 4) la
Responsabilidad Filantrópica, que busca de una manera altruista y voluntaria
contribuir con el mejoramiento de la sociedad mediante acciones puntuales,
como donaciones.
Las teorías éticas, por su parte, tienen su foco de atención en los valores éticos:
Las Teorías Éticas están basadas en las actividades empresariales que dan
respuesta al cumplimiento de los derechos universales, tales como los
derechos humanos, los derechos laborales, el respeto por el medio ambiente
y la preocupación por un desarrollo sostenible para la sociedad. Para ello el
negocio debe prestar atención al progreso tanto de las generaciones presentes
como futuras (Freeman & Reed, 1983; Kaku, 1997; Annan, 1999; Chomali &
Majluf, 2007). Las empresas llevan a cabo acciones concretas fundamentadas
en una sólida base ética y en principios que expresan qué se debe y qué no
se debe hacer. Se busca el aporte empresarial para la construcción de una
sociedad mejor, a través de la puesta en marcha de 4 subcategorías de teorías
basadas en la teoría normativa de los grupos de interés o stakeholders, los
derechos humanos, el desarrollo sostenible y el enfoque del bien común. De
manera general, las Teorías Éticas postulan que las empresas, al ser parte de
la sociedad, deben contribuir al bien común y a la construcción de un mundo
más solidario, justo y equitativo para todos. (Peña & Serra, 2013, p. 105)
68 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Es relevante comentar que, en un estudio posterior, Melé (2007) hace una revisión
crítica de cuatro teorías interesantes (Corporate Social Performance o actuación
social de la empresa; Shareholder Theory o valor para el accionista/teoría del
accioniosta/teoría del capitalismo fiduciario; Stakeholders Theory o teoría de
los grupos implicados; y Corporate Cityzenship o ciudadanía empresarial)
concluyendo que es necesario desarrollar una teoría más global que cumpla con
un doble objetivo: superar el racionalismo ético y tener un enfoque que vaya
más allá del mostrado por las ciencias sociales particulares como la psicología, la
economía y los estudios políticos.
Por otra parte, es interesante también hacer mención del estudio de Alvarado
(2008), ya que complementa apropiadamente el trabajo de Garriga & Melé (2004)
y Melé (2007). Concretamente identifica la naturaleza teórica de las contribuciones
o investigaciones sobre RSE, con base en los postulados de McWilliams, Siegel
& Wright (2006) (teorías, visiones, perspectivas y principios teóricos), clasifica
el tipo de trabajo de cada investigación según las categorías de orientación
epistemológicas propuestas por De Bakker, Groenewegen & den Hond (2005)
(conceptual, exploratoria, predictiva, instrumental, normativa o descriptiva),
incorpora el análisis de nuevos trabajos contribuyendo con la inclusión de la
perspectiva teórica neo-institucional y, finalmente, las clasifica dentro de las
categorías y subcategorías de Garriga & Melé (2004).
Fuente: elaboración propia a partir de Garriga & Melé (2004) y Alvarado (2008).
70 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Aunado a lo anterior, tal como lo argumentan Garriga & Melé (2004), desde la
realidad empresarial, una propuesta pragmática - dentro del campo de la RSE -
consiste en ampliar la contabilidad tradicional o línea de base (bottom line) al
concepto de la triple línea de base (triple bottom line) desarrollado en 1994 por
John Elkington (tal como se comentó en un apartado anterior), dado que se
logran integrar los aspectos ambientales, económicos y sociales de las empresas,
los cuales son la base de la sostenibilidad. Dicho esto y teniendo en cuenta que el
sector de interés del presente escrito es el turismo, han de ser consideradas también
las apreciaciones que sobre el tema del desarrollo sostenible (fundamentado en la
ética) ha tenido el órgano rector a nivel mundial en el sector, la OMT, y que fueron
explicadas en detalle en un apartado anterior.
De manera concreta, el proceso metodológico que siguieron los autores Peña &
Serra (2012), en Peña, Guevara & Friz (2016b) se muestra seguidamente.
[…] (i) se llevó a cabo un análisis detallado y riguroso de la evolución que han
tenido las prácticas de RSE a lo largo de la historia, proponiendo la división
de los períodos de evolución en seis grupos y para cada uno se hace una des-
cripción de sus características y del tipo de RSE que se llevaba a cabo; (ii) se
realizó una clasificación del nivel de RSE, con base en la siguiente escala: nulo,
mínimo, bajo, medio, alto, máximo; (iii) se realizó una valoración cuantitativa,
con base en la siguiente escala: (0,0), (1,0-1,9), (2,0-2,9), (3,0-3,9), (4,0-4,9) y
(5,0); (iv) se realizó una valoración cualitativa, con base en la siguiente escala:
nulo, deficiente, insuficiente, aceptable, sobresaliente y excelente; y (v) a par-
tir del análisis de los 4 ítems anteriores, se propusieron 6 tipologías para las
empresas, las cuales son: Inactiva, Reactiva Filantrópica, Reactiva Legal, Acti-
va, Proactiva y Líder. (Peña, Guevara & Friz, 2016b, pp.15-16)
Fuente: elaboración propia a partir de los trabajos de Carroll (1991, 1999); De George (1987); Drucker (1993); Freeman (1984);
Garriga & Melé (2004); Murphy (1978); Peña & Serra (2012, 2013); Peña, Guevara & Fraiz (2016b); Peña, Serra & Muñoz (2017);
Porter & Kramer (2002, 2006, 2011); Sasía y Valor (2007); Yepes, Peña & Sánchez (2007); Zadek, Sabapathy & Dossing (2003).
A partir de la tabla 4, se concluye que las empresas pueden clasificarse en seis grupos,
de acuerdo con sus prácticas de RSE; en concreto: Inactiva, Reactiva Filantrópica,
Reactiva Legal, Activa, Proactiva y Líder. Algo realmente valorable e interesante
es que a cada tipo de empresa se le ubica históricamente en el período evolutivo
Capítulo 2: La aplicación de la responsabilidad social empresarial 73
[…] muchos han sido los enfoques que se le han dado a los estudios académi
cos sobre la RSE, y en este sentido, Steiner (1972), Davis (1973), Keim (1978)
y Shaw & Post (1993) argumentan que líneas de investigación procedentes
de áreas como la teoría económica o la gestión empresarial han sido impor-
tantes para ir avanzando en el conocimiento científico de esta. Sin embargo,
en palabras de Calveras & Ganuza (2009), no existe mucha literatura sobre la
RSE desde la teoría económica, en cambio sí que existen varias reseñas de la
literatura académica de la RSE desde el management.
En cuanto a los impactos ambientales, Llull (2001), en uno de los trabajos más
completos y rigurosos sobre el tema, sugiere que, para su clasificación, se pueden
plantear cinco tipos de criterios. El primero, desde el punto de vista del consumo de
inputs y la generación de outputs; el segundo, según los efectos en el tiempo (corto
o a largo plazo); el tercero, de acuerdo con si son positivos o negativos; el cuarto,
según el tipo de alcance que tengan (local, regional, nacional o global); y el quinto,
según el origen de los mismos (directos, indirectos o inducidos). Teniendo en cuenta
todos estos criterios, el mismo autor opta por el primero como hilo conductor,
relacionándolo con el tercero de acuerdo con si son positivos o negativos. Por tal
razón se hará una descripción detallada de los impactos del primer criterio.
Una vez conocidos los impactos generados por la actividad turística y teniendo en
cuenta los resultados de los trabajos de Peña & Serra (2012, 2013), a continuación
se hará una síntesis sobre los principales estudios en materia de RSE, aplicados
tanto al sector turístico en general, como al sector hotelero en particular. En
este sentido, a partir de los impactos positivos y negativos del turismo, Ayuso &
Fullana (2002), Bengoechea, Magadán & Rivas (2006), Bramwell & Lane (1993),
Hunter & Green (1995) y Welford, Ytterhus & Eligh (1999) argumentan que, en el
campo turístico, la RSE debe plantearse bajo el contexto de un turismo sostenible
y para lograr un verdadero avance práctico en el tema, ambos conceptos deben
quedar explícitos en las políticas turísticas de los destinos, teniendo en cuenta,
entre otras cuestiones, los principios básicos recomendados por Torres (2004)
que hacen referencia al sistema de actividades turísticas, la concienciación
e identificación turística, los aspectos socioeconómi cos, medioambientales,
culturales, territoriales y la transversalidad y gestión pública del turismo. De esta
manera, se garantiza que la actividad turística se desarrolle dentro de parámetros
y criterios responsables y sostenibles, contribuyendo con ello al mejoramiento de
los indicadores socioeconómicos de los destinos y del bienestar de las poblaciones
locales. Es clara entonces la imperante necesidad de una mayor relación práctica
entre la RSE y la sostenibilidad, sobre todo en turismo, tal como lo argumenta
Tepelus (2008).
En este sentido, Tepelus (2008) considera la RSE como un marco conceptual
guía para hacer avanzar el debate sobre la sostenibilidad del turismo de una
manera que reconoce y asigna la responsabilidad específica para el sector pri-
vado.
No obstante, desde el punto de vista práctico la misma autora argumenta que
la RSE solo ha sido abordada explícitamente en el turismo desde hace muy
poco tiempo y en la práctica generalizada del sector turístico el concepto aún
es débil. (Peña & Serra, 2012, pp. 1463-1464)
Capítulo 2: La aplicación de la responsabilidad social empresarial 77
Por otra parte, Sheldon & Park (2011), en su estudio, argumentan que la literatura
en RSE relacionada con la industria de viajes y turismo ha venido aumentando,
debido a su estrecha relación conceptual con la sostenibilidad; sin embargo, los
datos empíricos sobre las percepciones y acciones de dicha industria, en relación
con la RSE, siguen siendo escasos. En su revisión de literatura, un trabajo
interesante es el de Ravinder (2007), quien recomienda el desarrollo de una nueva
serie de directrices para las actividades de RSE de las compañías aéreas a nivel
global. Otros trabajos destacados son los de Carey, Gountas & Gilbert (1997),
Miller (2001), Kalisch (2002), Tepelus (2005), Budeanu (2005) y Van Wijk &
Persoon (2006), los cuales reconocen el papel crítico de los touroperadores en
la sostenibilidad de los destinos, enfocando su atención sobre todo en Europa
(Alemania y Reino Unido, principalmente), en donde este tipo de empresas son
más frecuentes que en el resto del mundo. De estos estudios, llama la atención
una de sus conclusiones, la cual argumenta que el nivel de preocupación por la
sostenibilidad de los destinos turísticos de los touroperadores de masas ha sido
menor que el de los pequeños touroperadores especializados, quienes ponen
en consideración la sostenibilidad del destino y enfatizan en la necesidad de la
educación continuada y el entrenamiento.
minoristas de alimentos por cuota de mercado de ese país concluyen que la RSE
trae beneficios multifacéticos y a largo plazo a las empresas y a la sociedad. De
igual forma, también referencian trabajos interesantes en el sector hotelero,
como los de Gard McGehee & Wattanankamolchai (2007), Henderson (2007) y
Bohdanowicz (2007).
Una primera conclusión sugiere que las industrias del turismo están presenciando
continuamente el cambio de actitudes por parte de los consumidores y a su vez de
las propias empresas (en especial las hoteleras), lo cual, se ha debido a la aparición
de la agenda de la sostenibilidad en el sector; además, se identifican factores claves
que plantearon la cuestión del turismo sostenible, así como las políticas de RSE,
incluyendo comités intergubernamentales y organizaciones no gubernamentales.
Se evidencian, también, continuas discusiones en muchos foros internacionales,
80 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
La literatura revisada en este trabajo revela, también, que los enfoques basados en
el valor se centran en mejorar el rendimiento del negocio del turismo a través de
prácticas eficaces y eficientes en sus entornos de trabajo. Camilleri (2014) también
argumenta que una de las contribuciones más importantes de su estudio es mostrar
los avances en la relación que tienen la RSE y la sostenibilidad dentro del sector
turístico y que, en últimas, la sostenibilidad a largo plazo puede ser alcanzada,
si los profesionales de la industria direccionan sus esfuerzos con éxito hacia sus
déficits sociales y comunitarios, lo que sin duda alguna, puede convertirse en una
realidad, mediante la práctica de la RSE.
Wheeler, Colbert & Freeman (2003) coinciden con esta afirmación al conside-
rar que el progreso de las comunidades humanas será alcanzable a través del
Capítulo 2: La aplicación de la responsabilidad social empresarial 81
Por otra parte, en relación con los estudios de RSE aplicados al sector hotelero, un
trabajo interesante ha sido el realizado por Peña, Guevara & Fraiz (2016a) quienes
han realizado una revisión de literatura del período 2004-2014, mediante la cual
encontraron 52 estudios que agruparon en cuatro grandes líneas de investigación
(ver tabla 5), tal como se muestra a continuación.
[…] i) línea RSE-Prácticas; ii) línea RSE-Accountability; iii) línea RSE-Marketing; y
iv) línea RSE-RFE. La primera línea se enfoca en el análisis de las prácticas de
RSE que las empresas hoteleras llevan a cabo (incluyendo filantropía/donacio-
nes), así como en los principales factores que motivan u obstaculizan su imple-
mentación; además, estudia la influencia del entorno local (economía, política,
cultura, desarrollo) en los niveles aplicación de la RSE. La segunda línea orien-
ta sus estudios hacia la rendición de cuentas (transparencia) y el reporting cor-
porativo. La tercera estudia diversas temáticas relacionadas con estrategias y
acciones empresariales de marketing en RSE, así como la relación y percepción
de los consumidores y clientes internos (empleados) sobre las actuaciones en
la materia. La cuarta analiza la correlación existente entre RSE y los resultados
financieros empresariales. (Peña, Guevara & Fraiz, 2016a, p.144)
82 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
especial en hoteles que lleven a cabo estrategias y acciones de RSE; el vinculo entre
la RSE y el desempeño financiero empresarial; y finalmente la posible relación
entre la RSE y el valor de la firma en un sentido amplio, no solo el financiero.
C APÍTULO 3
L A CO M U N I C AC I Ó N
DE LA RESPONSABILIDAD
SOCIAL EMPRESARIAL
“Decidí utilizar las vidrieras de las tiendas de The Body Shop no para
dar a conocer nuestros productos, sino para impulsar y expandir nues-
tra filosofía, nuestros propósitos y las campañas que alentamos, sean
estas de Amnistía Internacional o simples mensajes contra la violencia
doméstica o en apoyo de la autoestima femenina”.
Anita Roddick.
“Lets cooperate”
OR
ESS SECT
USIN
THE B “Of course”
“Yes, if we must”
“Lets
”Trust us”
Cooperate”
“Show us”
“Tell us” Y
OCIET
THE S
“We do”
Estos mismos autores dejan en claro que - bajo la perspectiva del DS, en un
contexto de globalización - los distintos actores sociales se interrelacionan y
dialogan, teniendo como vehículo conductor la transparencia, que debe darse
de manera transversal en todas las actividades de la empresa; esto es lo que los
anglosajones denominan accountability. En palabras de Vilanova, Lozano &
Dinarés (2006): “En el centro de este proceso de accountability se encuentra la
necesidad de cada organización de reflexionar sobre su visión, sus stakeholders
y sus actividades, donde cada actor se pregunta qué le exigen los otros y qué se
exige a sí mismo” (p.10). La figura siguiente ilustra la relación entre el DS, la RSE
y el accountability.
Sociedad
Democracia
(sentido amplio)
Accountability
Políticas Desarrollo
Gobiernos Sostenible RSE Empresas
públicas
Accountability
Movimientos
y colaboraciones
ONGs
Fuente: Vilanoba & Lozano (2005) en Vilanova, Lozano & Dinarés (2006).
la sociedad en general; y para que esto tenga sentido práctico, la organización debe
saber sobre qué acciones concretas es responsable (responsabilidad), ante quién es
responsable (stakeholders específicos) y cuáles serán los medios que utilizará para
que la información llegue a buen destino (canales de comunicación).
Procesos
Legislación, directrices
y recomendaciones
Fuente: Vilanoba & Lozano (2005) en Vilanova, Lozano & Dinarés (2006).
Este proceso tendría que llevarse a la práctica, de una manera cíclica y sistemática,
y por lo menos debe incluir una revisión del marco de referencia en cuanto a
la visión empresarial sobre RSE, un benchmarking de políticas de accountability
en su campo, así mismo, un diagnóstico empresarial en la materia, plan de
acción específico (que incluya indicadores a mostrar y sistema de medición) y la
realización propiamente dicha del reporting, con la respectiva verificación, por
parte de organismos externos/independientes a la empresa. Todo esto se ilustra a
continuación:
Proceso de accountability
Fuente: Vilanoba & Lozano (2005) en Vilanova, Lozano & Dinarés (2006).
90 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Por otro lado, tal como lo argumentan Morsing & Schultzn (2006), las empresas
deben ser cuidadosas a la hora de emprender el proceso de accountability, pues,
a pesar de que la RSE es generalmente asociada a valores corporativos positivos
(casos Johnson & Johnson, The Body Shop y Patagonia), los mensajes de RSE han
despertado el sentido crítico por las actuaciones empresariales (caso Shell, por
ejemplo). Estos mismos autores citan los trabajos de Ashforth & Gibbs (1990) y
Vallentin (2001) en cuyos estudios demuestran que las empresas que exponen de
manera ambiciosa sus resultados éticos y sociales, atraen mucho la atención crí-
tica de sus stakeholders; también hacen mención de las investigaciones de Brown
& Dacin (1997), pues estos concluyen, de manera más crítica, que si una compa-
ñía se enfoca con mucha intensidad en la comunicación de la RSE, los consumido-
res pueden creer que tales empresas están tratando de esconder algo.
Por otra parte, uno de los principales problemas con los que se enfrenta la práctica
del accountability es la multitud de iniciativas e instrumentos - diversos entre
sí - que existen actualmente, desde los sectores público, privado y tercer sector,
principalmente, cuyas actuaciones pueden ser de los niveles locales, nacionales o
internacionales. La empresa se ve abrumada ante tanta información y no tienen,
en ocasiones, la capacidad para realizar una valoración que les permita seleccionar
la iniciativa más adecuada. Por tal motivo, a continuación se describirán, de una
manera ordenada y práctica, las diferentes iniciativas e instrumentos que permiten
que la RSE sea visible para el colectivo de la sociedad. No obstante, se advierte
que no serán explicados en detalle porque esto desbordaría el objetivo central del
presente escrito.
Capítulo 3: La comunicación de la responsabilidad social empresarial 91
En todo caso, debemos convenir que la dificultad del empeño no nos exi-
me de abordar la tarea. Ya en 1972, Daniel Yankelovich (citado por Gray et al.,
1993; p.21) planteó la cuestión con claridad: “El primer paso es medir todo
aquello que pueda ser fácilmente medible. Hasta aquí estamos de acuerdo.
El segundo paso consiste en hacer caso omiso de lo que no puede medirse
con facilidad, o bien asignarle un valor cuantitativo arbitrario. Esto es artificial
y engañoso. El tercer paso es hacer la presunción de que todo aquello que no
puede ser fácilmente medible no tiene importancia. Esto es ceguera. El cuarto
paso es afirmar que aquello que no se puede medir con facilidad realmente
no existe. Esto es un suicidio”. (Lluill, 2001, pp.106-107)
Estos trabajos han agrupado a las iniciativas e instrumentos de RSE desde cinco
enfoques: el primero, desde la dinámica y aplicación que tengan (CE, 2003); el
segundo, desde el área de RSE sobre la cual incidan (CE, 2004); el tercero, desde
la organización y gestión empresarial (Rubio, 2005); el cuarto, desde el amplio
ámbito que incluye las iniciativas propuestas desde los sectores público, privado
y tercer sector con actuación local o internacional, en los cuales, sus ámbitos
de actuación, son más o menos comunes: identidad y gobernanza corporativa,
gestión de stakeholders, medio ambiente, prácticas de mercado y accountability
(Vilanoba & Lozano, 2005, citados en Vilanova, Lozano & Dinarés, 2006); y
el quinto, desde las principales categorías de medición de la RSE (Perdomo &
Escobar, 2011). Para mayor información ver la tabla 6.
92 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Fuente: elaboración propia a partir de CE (2003, 2004); Rubio (2005); Vilanoba & Lozano (2005),
citados en Vilanova, Lozano & Dinarés (2006); Perdomo & Escobar (2011).
Amex), el Ethibel Sustainability Index – ESI (ESI Américas, ESI Europa, ESI
Pacífico), el Jantzi Social Index-JSI (Toronto Stock Exchange-Bolsa de Toronto),
el Citizens Index, el JSE SRI Index (Jonannesburg Securities Exchange Socially
Responsible Investment Index – Bolsa sudafricana); en el ámbito latinoamericano,
se tienen los indicadores Ethos (realizados por el Instituto Ethos de Brasil), los
indicadores de Acción Empresarial (Chile) y el índice IRSE elaborado por el Foro
Ecunémico Social de Argentina; y, concretamente en Colombia, el referente es la
GTC 180 RS (Guía Técnica Colombiana en Responsabilidad Social), aunque este
último no ha sido de mucho reconocimiento, aceptación y aplicación para las
empresas, dándole mayor importancia a la norma internacional ISO 26000.
mejor manera, las acciones de RSE, de tal forma que mejore la reputación de las
mismas, así como también la percepción de los stakeholders; recomiendan, en su
estudio, que la comunicación debe realizarse de una manera explícita de tal forma
que los diferentes stakeholders puedan entenderla y apropiarse de ella.
sugiere que son pocos los buenos informes; iv) hay una real presión de tiempo
para la realización de informes y esa es la sostenibilidad, por lo que se está en
la obligación de prestar más atención a la forma en como reportar, tanto por
esa apremiante sostenibilidad, como por cuestiones de justicia social. (Gray,
2001, p.13-14)
con las comunidades. Esta actuación en reporting quedó marcada como uno de
los acontecimientos más importantes en la materia en el ámbito empresarial.
Por último, en 1997 ocurriría el hito más importante para la historia del
reporting; la creación del GRI Sustainability Reporting Standards, primer estándar
mundial de lineamientos para la elaboración de memorias de sostenibilidad de
las compañías, elaborado por el GRI (Global Reporting Initiative – mencionado
inicialmente en el capítulo uno), una organización sin ánimo de lucro con sede
en Holanda, fundada en los Estados Unidos de América en 1977 por CERES y la
United Nations Environment Programme - UNEP. Los actuales estándares (GRI
4) estipulan que son diez los principios que se deben tener en cuenta para un
adecuado reporting. Por una parte, la inclusión de los stakeholders, el contexto
de sostenibilidad, la materialidad y la exhaustividad, los cuales determinan el
contenido de la memoria; y por la otra, la precisión, el equilibrio, la claridad, la
comparabilidad, la fiabilidad y la oportunidad, los cuales establecen la calidad
de la misma (GRI, 2013, 2016). Es relevante dejar en evidencia la evolución que
ha tenido el reporting mediante el GRI sobre todo en la última década, hasta
el punto en que 31.584 informes GRI se encuentran hospedados en su base de
datos (GRI’s Sustainability Disclosure Database, 2019), cantidad muy superior
a los 500 informes reportados por el GRI en 1997, de acuerdo con Lee (2008).
Sin embargo, el porcentaje de las empresas que publican no es significativo, si
se tiene en cuenta el número total de empresas a nivel mundial; de acuerdo con
los datos proporcionados por la UNCTAD, existen 82.000 empresas mundiales
o transnacionales con más de 700.000 empresas filiales y más de dos millones de
empresas suministradoras (Observatorio RSE, 2013).
Por su parte, Tepper & Tepper (2003) dividen la evolución del reporting en RSE
en tres fases. La primera comprende las décadas del setenta y ochenta del siglo
XX, caracterizadas por la publicación de informes anuales basados en el respeto
al medioambiente (contaminación); en este período el reporte no fue vinculado al
desempeño de la empresa, se presentaba de manera aislada y sin auditoría externa
bajo estándares internacionales. La segunda fase comenzó con la auditoria
social, a finales de la década del ochenta y comienzo de la década del noventa del
siglo XX, y contemplaba temas de la empresa, los proveedores y la comunidad
local; los stakeholders fueron clasificados en comunidades, empleados, clientes,
proveedores e inversores; estas auditorías carecían de unos estándares aceptados
generalmente, con lo cual las empresas no podían ser medidas ni comparadas.
La tercera fase aparece a finales de la década del noventa del siglo XX, con la
creación, en 1997, de The Social Accountability International (SAI), la cual, junto
a Forest Stewardship council y Fair Trade, conformaron la International Social
and Environmental Accreditation and Labelling (ISEAL), encargada de diseñar
directrices internacionales de estándares sociales y ambientales ampliamente
reconocidos a nivel mundial.
Capítulo 3: La comunicación de la responsabilidad social empresarial 99
Por último, para Caldera (2010) los acontecimientos históricos de cada época
influyeron de manera determinante en el nacimiento y desarrollo del balance
social, tal como se indica a continuación.
Los años sesenta fueron el escenario del creciente rechazo a las acciones
bélicas y de manifestaciones protagonizadas en contra de las empresas que
estaban contribuyendo financieramente con las guerras, especialmente en
Vietnam, y esto desencadenó protestas y un abierto boicot contra la adquisi-
ción de sus acciones y productos. La sociedad exigía una nueva postura ética,
y diversas empresas apelaron a presentar cuentas públicas de sus iniciativas,
objetivos y actividades sociales. La empresa Singer fue la pionera, en 1965,
con la presentación del primer “Balance Social Empresarial”.
Las décadas de los 70´s y 80´s, fueron períodos marcados por luchas de reivin-
dicación laboral y las empresas se ocuparon de presentar informes especial-
mente centrados en los beneficios sociales hacia sus trabajadores y acciones
filantrópicas a las comunidades. Los temas ambientales se abordaban espe-
cialmente como respuesta al emergente y creciente marco regulatorio y en
algunos casos como aportes a instituciones públicas o privadas vinculadas a
la conservación de los recursos naturales.
Al comienzo del siglo XXI, los líderes empresariales abordan temas como go-
bierno corporativo, creación de valor social, voluntariado, cambio climático,
base de la pirámide […] De esta manera, incorporaron a sus prácticas de ne-
gocio la elaboración de informes, balances y memorias con datos sobre sus
contribuciones al desarrollo económico, social y ambiental, conocidos como
la “triple cuenta de resultados”. (Caldera, 2010, pp.358-359)
Siguiendo con el tema europeo, el FRC & GMA (2010) se pronuncian argumentando
que, desde 2003, Europa ha propiciado una regulación descentralizada, dando
lugar a más de 44 reformas legales estatales sobre la obligatoriedad y los contenidos
que deben aportar los informes de sostenibilidad de cada país. En síntesis, los
modelos se clasifican en impositivo (Francia y Suecia), flexible (Dinamarca), limi
tado (Alemania, Bélgica, Austria, Irlanda, Italia, Países Bajos, Noruega y Reino
Unido) y voluntario (España, Finlandia, Grecia, Luxemburgo y Portugal), tal
como se detalla en la siguiente figura.
Al respecto, Vives (2011a) ha visto siempre con buenos ojos el informe integrado,
solo si se mantiene el objetivo de los informes de RSE/sostenibilidad, que no es otro
diferente al de estimular las prácticas responsables a través de la transparencia y
la acción de los stakeholders; en últimas los informes se deben ver como un medio
y no como un fin. Para mayor comprensión, este autor argumenta de manera
contundente lo siguiente.
industrias asociadas, y por el otro, son realizados desde la propia empresa para
tranquilizar a inversores y consumidores.
Por último, para promover en mayor medida el reporting en las empresas del sector
turístico, Dodds & Joppe (2005) proponen: i) aumentar la cooperación público-
privada para la formación en estrategias de sensibilización y mitigación de aspectos
ambientales y sociales; ii) ofrecer incentivos y directrices de aplicación específica
para el sector turístico, que a su vez sean distribuidas a través de las asociaciones
de la industria; de igual manera, apoyar la formación y promover la socialización
y el compartir de buenas prácticas en reporting entre las empresas del sector; iii)
fomentar a las asociaciones de la industria su adhesión a las políticas de turismo
sostenible o responsable internacionalmente aceptadas y que informen sobre los
progresos realizados; iv) fomentar el reporting de touroperadores, aerolíneas,
cruceros, hoteles y destinos en sí mismos, de manera que puedan entender el
impacto que ellos tienen, informando mediante criterios medibles que pueden
compararse con otras empresas y destinos.
En un estudio posterior, Font et al. (2012) argumentan que hay poca información
en turismo que evalúe el estado del reporting, aunque ha crecido el interés en la
materia; en este sentido, cita los trabajos de Lee & Park (2010); Assaf et al. (2011);
y De Grosbois (2012); de igual manera, expone sintéticamente las conclusiones
de los trabajos que, en la materia, han elaborado Henderson (2007), Holcomb,
Upchurch & Okumus (2007) y Bohdanowicz & Zientara (2009). En otro estudio,
106 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Zizka (2017) proporciona una discusión interesante sobre la utilidad de las redes
sociales para comunicar la RSE en empresas turísticas, mediante sitios web,
intranets y plataformas y la necesidad de hacerlo de manera diferenciada para
cada uno de los stakeholders, de tal forma que aumente la participación y relación
con los mismos.
Por otra parte, se destacan un par de trabajos en dos sectores de gran importancia
e impacto para el turismo, como los son las aerolíneas y los touroperadores, que
han sido elaborados por Ringham & Miles (2018) y Van Wijk & Persoon (2006),
respectivamente; los primeros hacen un análisis de contenido de los informes
de RSE de 35 compañías aéreas, a partir de la clasificación de constructos que
proponen para el análisis y gestión de la reputación, la propiedad y la rendición
de cuentas; y los segundos, analizan los informes de RSE/sostenibilidad de 42
touroperadores internacionales y argumentan que en comparación con otros
sectores de la industria en general, su realización/presentación en cuanto a
calidad/cantidad de información aún es débil, ocupando los últimos lugares
dentro de un total de 17 sectores industriales. Así mismo, los resultados evidencian
que los touroperadores más grandes reportan mucho mejor que los pequeños y
medianos, detectando una leve diferencia en la presentación de reporting entre los
touroperadores de Reino Unido, Alemania y Holanda. Se evidencia, también, que
hacen un gran esfuerzo explicativo y de redacción sobre cómo hacer del turismo
un sector más sostenible, no obstante, cuando se trata de especificar iniciativas,
actividades de monitoreo y cumplimiento, su exposición es un tanto vaga; por
lo tanto, la probabilidad de aplicación de las políticas sostenibles reportadas es
también baja; por último, muy pocos reportan mejor que el promedio, siendo el
touroperador TUI el líder indiscutible.
fundamentales para el tema que nos ocupa en el presente capítulo (la comunicación
de la RSE), pero desde un enfoque tecnológico y aplicado al sector principal del
estudio (el hotelero), las cuales son: i) cómo los hoteles comunican la RSE en sus
sitios web; ii) cómo los clientes responden sobre el compromiso de los hoteles
en esta tema en las revisiones en línea; y iii) cómo los hoteles responden en línea
dichas revisiones. En síntesis, los problemas ambientales y las relaciones con los
proveedores reciben la mayor atención de los hoteles, al igual que las evaluaciones
de los clientes; no siendo así con el tema que tiene que ver con las relaciones de
los empleados, pues estas son comunicadas con menos frecuencia y abordadas
en menor medida en las revisiones en línea realizadas por los clientes, lo que
repercute también en una baja atención por parte de los hoteles.
C APÍTULO 4
C AC - R S E . A N Á L I S I S I N T E G R A D O
D E L CO N O C I M I E N T O , L A A P L I C AC I Ó N
Y L A CO M U N I C AC I Ó N D E L A
RESPONSABILIDAD SOCIAL
EMPRESARIAL EN EL
S E C TO R T U R Í S T I CO
4.1. Fundamentación
El CAC-RSE consiste en la puesta en marcha de un análisis integrado de las prin-
cipales variables de la RSE, es decir el conocimiento, la aplicación y la comunica-
ción, cuyos resultados permitirán identificar lo que saben, hacen y comunican
las empresas en materia de RSE es decir, los niveles (grados) de conocimiento,
aplicación y comunicación de la RSE, así como las posibles relaciones causa-
les entre dichas variables y sus respectivos factores determinantes (ver figura 7).
Análisis CAC-RSE
Es así como las actividades de RSE han sido clasificadas a partir de sus
dimensiones económicas, sociales y ambientales, pero teniendo en cuenta el
concepto del valor compartido, por dos razones fundamentales; la primera
tiene que ver con la coherencia que se debe tener con el concepto evolutivo de
la RSE; y la segunda con las particularidades del sector del estudio (turismo).
De manera específica, en empresas del sector turístico, las prácticas de RSE son
amplias y ambiguas en ocasiones (Garay & Font, 2012), y autores como Ayuso
(2006), Bohdanowicz (2006) y Kasim (2007) argumentan que aún predominan las
acciones de carácter ambiental destinadas a reducir costos operativos, minimizar
el consumo de recursos e introducir la compra verde. Para dar solución a esto,
El Dief & Font (2010) clasifican las prácticas de RSE en turismo, en organizacionales
y operacionales. Las primeras ayudan a que la gestión de la RSE se haga de una
manera holística y consistente (Hooghiemstra, 2000), mientras que las segundas
están más relacionadas con las dimensiones ambiental, social y económica
(Holcomb, Upchurch & Okumus, 2007; Inoue & Lee, 2011). Con base en un
análisis más integral, se ha optado por incluir en el listado ambos tipos, pero
Capítulo 4: CAC-RSE. Análisis integrado del conocimiento, la aplicación y la comunicación 113
Pratt & Fintel (2002), Chong et al. (2003), Haslam (2004) y Peinado
América Latina
(2006), citados en Casado & Roser (2009); Casado & Roser (2009).
Heincke (2005); Gutiérrez, Avella & Villar (2006); Correa (2007); Atehor-
Colombia
túa (2008).
Sector turístico WTTC (2002); Tepelus (2008); Roadmap (2010); Sheldon & Park (2011).
Por otra parte, es importante tener en cuenta las motivaciones y obstáculos que
puedan presentarse a la hora de implementar actividades de RSE, tal como lo
evidencian estudios de sectores económicos generales (ANDI, 2011, 2012, 2013;
BSR & GlobeScan, 2011, 2012, 2013; CCRE & Ipsos Napoleón Franco, 2006;
Corral, Isusi, Peinado-Vara y Pérez, 2007; Forética, 2006, 2008a, 2008b, 2011b;
Observatorio ERSE, 2010; Teis, Govern Balear & Fondo Social Europeo, 2008;
Vives, Corral & Isusi, 2005), del sector turístico en general (Roadmap, 2010;
Sheldon & Park, 2011) y del sector hotelero en particular (Aminudin, 2013;
Garay & Font, 2012, 2013; Huimin & Ryan, 2011; Kasim, 2006; Khunon &
Muangasame, 2013; Martos, 2011; Palau, 2006, citado en Tepelus, 2008; Vaca,
2012). Por tal motivo, para la definición de las motivaciones y obstáculos además
de estos trabajos se han analizado los estudios de Kasim (2007), Kusyk & Lozano
(2007), Sampaio, Thomas & Font (2012) y Tzschentke, Kirk & Lynch (2008). Los
resultados específicos se muestran en la tabla 9.
116 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Motivaciones Obstáculos
(M1, M2 Internas; M3, M4 Externas). (O1, O2 Internos; O3, O4 Externos)
A manera de síntesis, se puede decir que existen claras evidencias sobre los niveles
bajos de implementación de prácticas de RSE, y es interesante comentar que estas
conclusiones coinciden, generalmente, con los principales estudios encontrados
en la materia, desde el ámbito mundial (Alwyn & Kiyoteru, 2012); de América
Latina (Casado y Roser, 2009; Pratt & Fintel, 2002, Chong et al., 2003, Peinado,
2006 y Haslam, 2004 citados en Casado y Roser, 2009); de Colombia (Atehortúa,
2008; Correa, 2007; Gutiérrez, Avella & Villar, 2006; Heincke, 2005); del sector
turístico en general (Tepelus, 2008) y del sector hotelero en particular (Eme,
Capítulo 4: CAC-RSE. Análisis integrado del conocimiento, la aplicación y la comunicación 117
Obal, Inyang & Effiong, 2013). De igual manera, son factores determinantes del
grado de aplicación de la RSE, el tamaño, la edad, la categoría, el tipo de contrato,
el desempeño financiero y el nivel de inversión en innovación de las empresas
del sector hotelero; también lo son el sexo, la edad, el nivel de educación, el
grado de autonomía para la toma de decisiones en RSE de sus directores/as y las
motivaciones y obstáculos que perciban los/as mismos/as.
En Colombia, uno de los datos más importantes que evidencia la relevancia que
ha venido adquiriendo el turismo para el país está relacionado con el tema del
empleo; en 2017, el sector con mayor participación en la ocupación nacional fue
comercio, hoteles y restaurantes con un 27,2%. Por otra parte, la participación en
el PIB también es destacable, ubicándose en la tercera posición en el mismo año,
con un 12,1% del total, superando al sector industrial (10,9%), y detrás solamente,
de los sectores financieros (21,2%) y sociales (15,6%). Dentro del sector turístico,
se destaca también la importancia del sector hotelero, con una representación del
2,91% del PIB nacional y una ocupación promedio del 55,1% en 2017 (MINCIT,
2018a, 2018b, 2018c).
Por su parte, la región Caribe colombiana es una de las zonas con mayor
operación turística del país, además de contar con evidentes recursos naturales,
geográficos, históricos y culturales que la ubican como una de las regiones con
mayor potencial de desarrollo turístico de América Latina. Uno de los estudios
más importantes de turismo en esta región ha sido el realizado por Aguilera,
Bernal y Quintero (2006), el cual deja en evidencia la importancia que tiene la
misma para el turismo del país. Estos autores argumentan que, en relación con la
participación del valor agregado de los hoteles y restaurantes, los departamentos
de la región Caribe contribuyeron con el mayor porcentaje a nivel nacional
(24%), en 2003, mientras que Bogotá, Antioquia y los departamentos de la zona
cafetera participaron con 20,85%, 10,85% y 5,85%, respectivamente. En relación
con la producción bruta (ingresos percibidos) la región Caribe (Barranquilla,
Santa Marta y Cartagena principalmente) aportaron, en conjunto, el 32,76%
de la producción bruta nacional. De igual manera, la participación de hoteles,
120 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
restaurantes, bares y similares en el PIB regional pasó del 4,2% en el año 2000
al 5,3% en el año 2016 (MINCIT, 2018d), demostrando con ello, la importancia
que han venido adquiriendo estas actividades en el caribe.
En resumen, del total de la muestra n (224 hoteles) se tiene que 58 son de la ciudad
de Barranquilla (25,90%), 72 de Santa Marta (32,14%) y 94 de Cartagena (41,96%),
guardando, aproximadamente, la misma proporción de los hoteles por ciudades
con respecto a la población total N (506), lo que garantiza su representatividad
(ver tabla 10).
Capítulo 4: CAC-RSE. Análisis integrado del conocimiento, la aplicación y la comunicación 121
Barranquilla 24 34 58
Santa Marta 38 34 72
Cartagena 59 35 94
BARRANQUILLA
25,9%
CARTAGENA
41,96%
SANTA MARTA
32,14%
Total 82
Una vez conocido el perfil característico del sector hotelero de la región Caribe
colombiana, a continuación se mostrarán los resultados del análisis CAC-RSE
que se concretan en la determinación de los niveles (grados) de conocimiento,
Capítulo 4: CAC-RSE. Análisis integrado del conocimiento, la aplicación y la comunicación 125
la RSE, en aquellas empresas que conocen mejor el concepto; por otra parte, otros
trabajos han concluido que compañías con mayores conocimientos en RSE tienen
una mayor comunicación de la misma (Jeppesen, Kothuis & Ngoc Tran, 2012); de la
misma forma, investigaciones como las de Wijesinghe (2012) muestran que existe
una mayor comunicación de la RSE en aquellas empresas que sobresalen en su apli-
cación; finalmente, otros estudios, entre los que se resalta el de Kusyk & Lozano
(2007), dejan en evidencia que las motivaciones influyen de manera positiva en la
aplicación de la RSE y los obstáculos, por el contrario, influyen de manera negativa.
AE-MC
MOT-DCIPS
AE-E.RSE
CON. BAS.
AS-CLRCL
Comunic.
CON. AV.
AS-PPASD
OBST-DDRG
AA-AMBIENTAL
Variables Descripción
Conocimiento básico de la RSE: la principal responsabilidad social
de la empresa gira en torno al cumplimiento de los requerimientos
económicos estipulados por los accionistas - Nitidez nivel nulo; la RSE
CON. BAS. trata de actividades de caridad, donaciones voluntarias y filantropía
que no están relacionadas con el negocio de la empresa - Nitidez nivel
mínimo; la RSE se identifica con el cumplimiento de todas las regla-
mentaciones legales que afectan a la empresa - Nitidez nivel bajo.
Conocimiento avanzado de la RSE: la RSE está implicada con el de-
sarrollo sostenible de la sociedad - Nitidez nivel máximo; la RSE se
refiere a integrar el triple ámbito económico-social-ambiental a la
CON. AV.
estrategia del negocio - Nitidez nivel alto; la RSE se relaciona con
prácticas responsables de carácter táctico a las que no están obliga-
das por ley - Nitidez nivel medio.
Actividades económicas de la RSE relacionadas con el mercado/
AE-MC
competitividad.
Actividades económicas de la RSE relacionadas con la estrategia de
AE-E.RSE
la RSE.
Actividades sociales de la RSE relacionadas con las condiciones la-
AS-CLRCL
borales y el respeto por la comunidad local.
Actividades sociales de la RSE relacionadas con la política, plan de
AS-PPASD
acción social y discapacidad.
AA-AMBIENTAL Actividades ambientales de la RSE - acciones ambientales.
COMUNIC. Comunicación de la RSE.
Motivaciones relacionadas con los valores y estilo de dirección, la
MOT-DCIPS
competitividad e imagen del hotel y la presión de los stakeholders.
Obstáculos relacionados con la actitud y estilo de dirección, el des-
OBST-DDRG conocimiento y la ausencia de recursos (financieros, tiempo y huma-
nos) y de apoyo gubernamental.
T_-10 Hotel con menos de 10 trabajadores.
T_10-50 Hotel con un número de trabajadores de 10 a 50.
T_51-200 Hotel con un número de trabajadores de 51 a 200.
T_200 Hotel con más de 200 trabajadores.
HOT_-10A Tiempo de funcionamiento del hotel menor a 10 años.
130 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Variables Descripción
HOT_10-20A Tiempo de funcionamiento del hotel de 10 a 20 años.
HOT_21-40A Tiempo de funcionamiento del hotel de 21 a 40 años.
HOT_40A Tiempo de funcionamiento del hotel mayor a 40 años.
0_ESTRE Hotel sin estrellas.
1_ESTRE Hotel con 1 estrella.
2_ESTRE Hotel con 2 estrellas.
3_ESTRE Hotel con 3 estrellas.
4_ESTRE Hotel con 4 estrellas.
5_ESTRE Hotel con 5 estrellas.
PROPIET Hotel en propiedad.
ARRENDAM Hotel en arrendamiento.
FRANQUIC Hotel en franquicia.
GEST Hotel en gestión.
FIN_MALO Desempeño financiero del hotel malo.
FIN_REGULAR Desempeño financiero del hotel regular.
FIN_BUENO Desempeño financiero del hotel bueno.
INV_MALO Nivel de inversión en innovación del hotel malo.
INV_REGU Nivel de inversión en innovación del hotel regular.
INV_BUENO Nivel de inversión en innovación del hotel bueno.
HOMBRE Sexo masculino del director.
MUJER Sexo femenino de la directora.
DIR_-40A Director/a menor de 40 años.
DIR_40-60A Director/a de 40 a 60 años.
DIR_60A Director/a mayor de 60 años.
GRADO Director/a con carrera universitaria de pregrado.
POSTGRADO Director/a con postgrado.
AUTO_DIR Autonomía del director/a para la toma de decisiones en RSE.
PCL_CRSE Presión de los clientes para la comunicación de RSE.
PCO_CRSE Presión de la comunidad local para la comunicación de RSE
PSP_CRSE Presión de los socios y proveedores para la comunicación de RSE.
PCM_CRSE Presión de los competidores para la comunicación de RSE.
PGO_CRSE Presión de los gobiernos para la comunicación de RSE.
AE-MC AUTO_DIR
AE-E.R.SE
MOT-DCIPS
PGO_CRSE
ARRENDAM
CON. BAS. AS-CLRCL
FIN_REGU
Comunic.
2_ESTRE
H_-10A H_21-40A MUJER POSTGRADO
H_10-20A DIR_-40A
AE9_RSE 0,880
AE4_RSE 0,870
AE3_RSE 0,804
AE5_RSE 0,782
AS5_RSE 0,946
AA - AM- MOT - OBST -
AE - E.RSE AE - MC AS - CLRCL AS - PPASD CON. AV. CON. BAS.
BIENTAL DCIPS DDRG
AS6_RSE 0,944
AS4_RSE 0,912
AS10_RSE 0,850
AS7_RSE 0,789
AS2_RSE 0,884
AS1_RSE 0,854
AS9_RSE 0,852
AS8_RSE 0,753
NIT2_RSE 0,966
NIT4_RSE 0,949
NIT6_RSE 0,847
NIT5_RSE 0,915
NIT3_RSE 0,914
NIT1_RSE 0,809
MOT1_RSE 0,889
MOT2_RSE 0,817
MOT3_RSE 0,812
OBS2_RSE 0,950
OBS3_RSE 0,890
OBS1_RSE 0,843
Capítulo 4: CAC-RSE. Análisis integrado del conocimiento, la aplicación y la comunicación
Composite Cronbachs
AVE R2 Redundancy
Reliability Alpha
Por otra parte, la validez convergente (Anderson & Gerbing, 1988) implica que
un conjunto de indicadores representa un único constructo subyacente, pudiendo
demostrarse esto por medio de su unidimensionalidad (Henseler, Ringle &
Sinkovics, 2009). Habitualmente se valora a través de la Varianza Extraída
Media (AVE) y en este sentido, Baggozi y Yi (1998) recomiendan 0,5 como valor
mínimo, lo que significa que más del 50% de la varianza del constructo es debida
a sus indicadores. Tal como se muestra en la tabla 18, los constructos utilizados
muestran un AVE superior a 0,70, valor muy superior al mínimo de 0,5 exigido
por la literatura, por tanto, puede afirmarse que el nivel de validez convergente es
elevado.
Tabla 18. Cargas cruzadas (cross-loading) de los ítems utilizados
AS5_RSE 0,678 0,599 0,772 0,946 0,686 0,650 -0,174 0,595 -0,642
135
136
AA - AM- MOT - OBST -
AE - E.RSE AE - MC AS - CLRCL AS – PPASD CON. AV. CON. BAS.
BIENTAL DCIPS DDRG
AS6_RSE 0,674 0,613 0,732 0,944 0,667 0,654 -0,156 0,600 -0,660
AS4_RSE 0,566 0,580 0,707 0,912 0,634 0,629 -0,153 0,586 -0,657
AS10_RSE 0,675 0,608 0,742 0,850 0,700 0,559 -0,168 0,586 -0,626
AS7_RSE 0,495 0,494 0,601 0,789 0,483 0,510 -0,174 0,491 -0,626
AS2_RSE 0,671 0,773 0,655 0,715 0,884 0,602 -0,205 0,528 -0,679
AS1_RSE 0,590 0,825 0,551 0,611 0,854 0,557 -0,186 0,529 -0,561
AS9_RSE 0,672 0,583 0,502 0,608 0,852 0,559 -0,052 0,373 -0,541
AS8_RSE 0,530 0,487 0,426 0,441 0,753 0,430 -0,088 0,312 -0,417
NIT2_RSE 0,567 0,653 0,674 0,711 0,644 0,966 -0,049 0,523 -0,658
NIT4_RSE 0,598 0,670 0,623 0,675 0,662 0,949 -0,109 0,491 -0,679
NIT6_RSE 0,450 0,388 0,410 0,445 0,448 0,847 0,232 0,361 -0,384
NIT5_RSE -0,110 -0,279 -0,122 -0,147 -0,181 -0,005 0,915 -0,097 0,259
NIT3_RSE 0,015 -0,204 -0,178 -0,196 -0,103 -0,017 0,914 -0,143 0,273
NIT1_RSE -0,077 -0,199 -0,116 -0,148 -0,139 0,047 0,809 -0,112 0,243
MOT1_RSE 0,620 0,668 0,700 0,760 0,646 0,664 -0,101 0,889 -0,685
MOT2_RSE 0,149 0,238 0,362 0,308 0,237 0,163 -0,124 0,817 -0,158
MOT3_RSE 0,121 0,242 0,345 0,300 0,200 0,152 -0,125 0,812 -0,133
Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
OBS2_RSE -0,667 -0,645 -0,644 -0,693 -0,645 -0,600 0,274 -0,461 0,950
OBS3_RSE -0,646 -0,618 -0,511 -0,582 -0,619 -0,537 0,261 -0,417 0,890
OBS1_RSE -0,496 -0,568 -0,610 -0,660 -0,512 -0,584 0,249 -0,500 0,843
AA-
1,000
AMBIENTAL
AE-E.RSE 0,641 1,000
AE-MC 0,584 0,599 1,000
AS-CLRCL 0,698 0,652 0,841 1,000
AS-PPASD 0,738 0,806 0,642 0,717 1,000
CON. AV. 0,590 0,637 0,632 0,678 0,646 1,000
CON. BAS. -0,066 -0,261 -0,156 -0,185 -0,162 0,004 1,000
MOT-DCIPS 0,465 0,551 0,632 0,644 0,526 0,505 -0,132 1,000
OBST-DDRG -0,676 -0,682 -0,656 -0,720 -0,663 -0,642 0,292 -0,511 1,000
AVE 0,891 0,895 0,865 0,890 0,837 0,922 0,884 0,840 0,895
Ahora bien, para contrastar si los coeficientes de regresión son significativos, PLS
se basa en un procedimiento bootstrap no paramétrico, según Davison & Hinkley
(1997), quienes definen el bootstrapping aplicado como un proceso de remuestreo
en el que, de manera aleatoria, se generan muestras a partir de la muestra original,
mediante sustitución con reemplazo. Hair, Hult, Ringle & Sarstedt (2014) afirman
que las estimaciones de los parámetros generadas a partir de las submuestras se
138 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
utilizan para determinar los errores estándar de las estimaciones. Por su parte,
para poder determinar los valores críticos de la t de Student se utilizó una
distribución t de Student de dos colas, con 4.999 grados de libertad. En concreto,
en la tabla 20 siguiente, se detallan los resultados del análisis de la significación
de las diferentes relaciones causales conservadas en el modelo causal final que se
mostró en la figura 10.
Constructo Dependiente Q2
AA-AMBIENTAL 0,489
AE-E.RSE 0,499
AE-MC 0,463
AS-CLRCL 0,578
AS-PPASD 0,484
CON. AV. 0,514
CON. BAS. 0,062
Comunic. 0,682
De igual manera, las categorías bajas de los hoteles (0 y 2 estrellas) tienen un efecto
directo negativo sobre el grado de aplicación de la RSE (actividades ambientales
AA-AMBIENTAL); por su parte, las categorías altas (5 estrellas) tienen un efecto
positivo (sobre las actividades sociales AS-PPASD, principalmente). El tipo de
contrato en arrendamiento del hotel tiene un efecto directo negativo sobre el
142 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Por otra parte, el nivel regular de inversión del hotel tiene un efecto directo negativo
sobre el grado de aplicación de la RSE (actividades económicas AE-MC, AE-E.RSE,
sociales AS-CLRCL, ASPPASD y ambientales AA-Ambiental). El nivel malo de
inversión del hotel tiene un efecto directo negativo sobre el grado de conocimiento
avanzado de RSE y el grado de aplicación de la RSE (actividades económicas
AE-MC, sociales AS-CLRCL, ASPPASD y ambientales AA-Ambiental). El sexo
femenino en la dirección tiene un efecto negativo en el grado de conocimiento
básico de la RSE y positivo sobre el grado de aplicación de la RSE (actividades
económicas AE.E.RSE, sociales AS-PPASD y ambientales AA-Ambiental). Las
edades más jóvenes (menos de 40 años) del director/a tienen un efecto directo
positivo sobre el grado de aplicación de la RSE (actividades económicas AE-E.
RSE). Del mismo modo, el nivel educativo de grado del director/a tiene un efecto
directo positivo sobre el grado de conocimiento avanzado de la RSE y el grado
de aplicación de la RSE (actividades económicas AE-MC). El nivel educativo
de postgrado del director/a tiene un efecto directo negativo sobre el grado de
conocimiento básico de la RSE y positivo sobre el grado de conocimiento avanzado
de la RSE y el grado de aplicación de la RSE (actividades sociales AS-CLRCL, AS-
PPASD y ambientales AA-Ambiental). El grado de autonomía para la toma de
decisiones en RSE del director/a tiene un efecto directo positivo sobre el grado
de aplicación de la RSE (actividades económicas AE-MC). Finamente, la presión
de los stakeholders externos (gobierno) tiene un efecto positivo en el grado de
comunicación de la RSE.
CO N C LU S I O N E S
GENERALES
“Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus pala-
bras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán
en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino”.
Mahatma Gandhi.
digma del DS y que este debe ser la base para el desarrollo del sector turístico, lo
cual promueve mediante la aplicación del turismo sostenible (OMT, 2005).
Por otra parte, analizando el avance de la agenda del turismo sostenible, mediante
la perspectiva de la RSE en turismo es evidente que las discusiones sobre el tema
se han caracterizado por presentaciones teóricas, en lugar de promover una par-
ticipación más protagónica de la RSE en la industria del turismo. Sin embargo,
a partir de los avances de la relación que tiene la RSE y el DS dentro del sector
turístico, se puede argumentar que la sostenibilidad a largo plazo solo puede ser
alcanzada si los profesionales de la industria direccionan sus esfuerzos con éxito
hacia sus déficits sociales y comunitarios, lo que, sin duda alguna, puede conver-
tirse en una realidad, mediante la práctica de la RSE (Camilleri, 2014).
Esto, sin duda alguna, traerá muchos beneficios a los/as directores/as hoteleros/
as en la gestión de áreas concretas de la empresa, representada por stakeholders
específicos. En este sentido, teniendo en cuenta el carácter contextual de la RSE
(Jones, 1980; Van Marrewijk, 2003; Kakabadse, Rozuel & Lee-Davies, 2005;
Capítulo 5: Conclusiones generales 145
Existe también una directa y estrecha relación entre las empresas del sector y
su entorno físico-ambiental y social, lo que ha ocasionado impactos negativos
en el mismo que deben ser mitigados, cuestión que se torna importante, tanto
para el entorno, como para la sostenibilidad de la propia industria (Kasim, 2006).
Martos (2011) justifica este hecho argumentando que, en materia de actuaciones
de RSE, la protección de los atractivos turísticos de los lugares en los que opera
la empresa turística, se ha convertido en una clara inversión. Por otra parte,
el comportamiento responsable, mediante acciones de compras locales en la
cadena de abastecimiento, contribuye al alivio a la pobreza en la zona donde se
aplique (Font, 2008); las implicaciones en los temas de la RSE tienen unos efectos
positivos en la comunidad local y sostenibilidad medioambiental (Bohdanowicz
& Zientara, 2008); diversas acciones de RSE bien dirigidas contribuyen a mejorar
la calidad de vida de las comunidades locales (Bohdanowicz & Zientara, 2009); y
las prácticas de RSE integradas al funcionamiento empresarial pueden acelerar el
desarrollo de todo un país (Eme et al., 2013).
En relación con los clientes, los turistas tienden a elegir los hoteles con base en
criterios ambientales y sociales (Kasim, 2004), siendo el medio natural uno de
los atributos que más valoran dentro de las acciones de RSE (Kucukusta, Mak
& Chan, 2013). Por su parte, la RSE en su conjunto se ha convertido en un
elemento crucial para las empresas hoteleras, ya que influye en la lealtad de los
consumidores, pues esta se ve afectada indirectamente por la RSE, mediante el
rol que juega sobre la confianza, la identificación del cliente con la compañía y
la satisfacción (Martínez & Rodríguez del Bosque, 2013). Ha sido demostrado
146 Responsabilidad social empresarial en el sector turístico
Por otra parte, las implicaciones en los temas de la RSE tienen unos efectos
positivos en la administración basada en el recurso humano y contribuyen al
bienestar de sus empleados (Bohdanowicz & Zientara, 2008, 2009). La capacidad
de los hoteles para crear beneficios para sus empleados se ve mejorada, lo que
tiene un efecto positivo sobre su funcionamiento (Benavides-Velasco, Quintana-
García & Marchante-Lara, 2014). De otro lado, la RSE en el marketing sostenible
es un elemento clave para diseñar el marketing interno estratégico de la RSE con
sus empleados (Trías & García, 2014).
Por otro lado, de manera específica, los hallazgos encontrados en materia de fac-
tores determinantes, les permitirá a los/a directores/as hoteleros/as tomar las me-
jores decisiones para que sus empresas entiendan, apliquen y comuniquen de una
manera más apropiada la RSE. En concreto: i) las características de los hoteles
relacionadas con el tamaño, la edad, la categoría, el tipo de contrato, el desem-
peño financiero y el nivel de inversión en innovación influyen en los niveles de
conocimiento y aplicación de la RSE; para el caso de la comunicación de la RSE
solo influye el tamaño; al respecto, los directores/as tendrán presente que se in-
crementarán los niveles de conocimiento y aplicación, a medida que el hotel vaya
aumentando su tamaño (aplicación), adquiriendo experiencia (conocimiento y
aplicación), mejorando su categoría (aplicación), teniendo un contrato en arren-
damiento (conocimiento) o en franquicia (aplicación) y algo muy importante, que
siempre mantenga unos buenos niveles de desempeño financiero (conocimiento y
aplicación) y de inversión en innovación (conocimiento y aplicación); por su parte,
aumentarán los niveles de comunicación a medida que lo vaya haciendo también
el tamaño del hotel; ii) en cuanto a las características relacionadas con el/la direc-
tor/a, las decisiones para tener unos mayores niveles de conocimiento, aplicación
y comunicación de la RSE pasarán por tener en la dirección una persona relativa-
mente joven (aplicación), mejor si es mujer (conocimiento y aplicación), con estu-
dios universitarios, preferiblemente con postgrado (conocimiento y aplicación) y
con autonomía para la toma de decisiones en materia de RSE (aplicación).
Sin duda, una mayor participación e implicación del gobierno vía políticas públi-
cas para la promoción de la RSE, es fundamental dado que adicionalmente a lo
comentado en el párrafo anterior, ello también contribuye a mejorar los niveles de
comunicación en materia de RSE. Ha quedado en evidencia en el presente estudio
que la administración pública es el único stakeholder capaz de persuadir a los em-
presarios para que comuniquen más (cantidad) y mejor (calidad) las actividades y
acciones de RSE que llevan a cabo dentro y fuera de sus organizaciones.
Como aporte adicional al tema de la RSE, se puede decir que las tres variables de
la RSE estudiadas pueden ser consideradas las más importantes para la puesta en
acción de la RSE en las organizaciones y el autor de la presente obra las relaciona,
de manera directa, con tres palabras de la realidad organizacional, las cuales son
el pensamiento, la práctica y la palabra del empresario. Con ellas se propone un
nuevo modelo complementario para un mejor entendimiento y gestión de la RSE,
denominado El Triángulo de la RSE: las 3 P (ver figura 10), haciendo alusión,
precisamente, a las tres variables principales del estudio, es decir conocimiento/
pensamiento; aplicación/práctica; y comunicación/palabra.
Capítulo 5: Conclusiones generales 149
Práctica Palabra
(Aplicación) (Comunicación)
EL TRIÁNGULO DE
LA RSE: LAS 3 P
Pensamiento
(Conocimiento)
Lo que se busca con este modelo es darle una interpretación menos sofisticada/
compleja y más cotidiana/sencilla a la RSE, para que su traslado al mundo
empresarial sea mucho más real y efectivo; de igual manera, busca la decidida
sensibilización de los empresarios turísticos hacia una mayor implicación con el
bienestar de la sociedad y el desarrollo de un turismo más responsable y sostenible
en su área de influencia más cercana.
Teniendo en cuenta lo planteado hasta estas líneas, tal como lo concluyeron Peña,
Guevara & Fraiz (2016a), no cabe duda de que el sector turístico y en específico
el hotelero, tiene el potencial para contribuir, desde su campo, a la construcción
de una sociedad mejor y de ese mundo más justo y equitativo que tanto se anhela,
pero solo será posible si las empresas turísticas hoteleras que hacen parte de él
deciden incorporar, tanto en la estrategia como en la operación, ese concepto que
se conoce como RSE, del que hoy en día muchas empresas hablan, pero pocas
empresas practican.
Por lo tanto, para una mayor acción en materia de RSE por parte del sector hotelero,
se puede afirmar que la verdadera utilidad del estudio para el empresariado ha
sido brindarles unos resultados concretos vía definiciones, listados o modelos,
con el único fin de contribuir a la puesta en marcha de la RSE en las empresas
turísticas de alojamiento de la región Caribe colombiana. Esto, evidentemente,
contribuirá a la mejora en la toma decisiones, tanto de los propietarios de los
hoteles, como de sus stakeholders más influyentes. En concreto, para el empresario,
en gestión y operación; para el dirigente político, en política pública del sector;
para el cliente, en decisiones de compra; para la academia, en decisiones sobre
investigaciones en marcha o nuevas investigaciones; y para la comunidad local,
en control y seguimiento que permita legitimar o no la actividad empresarial; lo
que en últimas contribuye a la generación de los mayores impactos positivos en
las comunidades donde se desarrolla la actividad empresarial.
Sin duda alguna, el carácter práctico de los resultados es muy importante, pues tal
como argumentan Peña, Guevara & Fraiz (2016b), en estos momentos de crisis
económica - financiera, ambiental e inclusive social y de valores, en donde son
mínimas las prácticas sistemáticas y generalizadas de RSE (y más en el campo
turístico/hotelero), no es tan relevante conocer en detalle la justificación (sea
moral, social, económica o de beneficio organizacional) del empresario para
incorporar la RSE en la estrategia de su negocio; lo realmente importante para la
sociedad es que lo haga y más aún cuando hay una clara evidencia del impacto
positivo que pueden tener estas acciones en la competitividad y la sostenibilidad
de las empresas y en concreto en los destinos turísticos.
Capítulo 5: Conclusiones generales 151
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