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Walter Martello
Trabajo de Campo
Edición
Colaboración
Ana Finocchi
Milagros Lacalle
Ficha Técnica
Muestra: 450 casos efectivos con asignación por cuota de edad y sexo
Técnica de recolección: Entrevistas telefónicas con cuestionario administrado
por entrevistador, y respuestas on line con cuestionario autoadministrado
Esta época del año reflota un debate sobre los usos de la misma, debido a los
peligros que conlleva su utilización. Se trata de elementos sonoros que son
perjudiciales para la salud de amplios sectores de la población, entre los que
podemos mencionar las personas que poseen sensibilidad auditiva, niños con
TEA y TGD, adultos mayores, y las mascotas sufren de manera particular estas
explosiones.
Las partes del cuerpo que suelen resultar más afectadas por accidentes de
pirotecnia son las manos, los ojos, la cabeza y el rostro.
Estadísticas
Más de mil personas por año son asistidas en instituciones sanitarias del país a
raíz de lesiones provocadas por la manipulación indebida de pirotecnia, y la
mitad de ellas son niños, según advierten los especialistas, quienes vuelven a
exhortar a no utilizar esos productos en las fiestas de Navidad y Año Nuevo,
cuyo impacto, por ejemplo, constituye “una catástrofe” para quienes sufren
autismo.
Así, las lesiones más graves se producen en las manos y dejan “secuelas graves,
con limitación de la movilidad y necesidad de tratamiento quirúrgico”, entre los
que la doctora Firmino mencionó “el toilet con extracción de cuerpos extraños y
pólvora, hasta amputaciones de falanges y realización de cirugías reparadoras”.
“La zona del cuerpo más afectada por las lesiones son las manos y la cabeza; en
ojos es del 15 al 30 por ciento, mientras que en manos y dedos, entre un 20 a
40 %”, sostuvo.
-explosión excesiva,
-elementos cortantes,
-Lesiones en miembros inferiores (algunos en los pies, por pisar los artefactos)
Las lesiones en los ojos son en su mayoría leves y temporales, pero algunas son
severas y pueden provocar la pérdida del ojo o de la visión. Las lesiones del ojo
pueden ser: quemaduras, laceraciones o abrasión en conjuntiva, córnea o
párpados, también lesiones penetrantes y cuerpos extraños.
El oído puede sufrir trauma acústico por pirotecnia ya que las detonaciones de
los petardos alcanzan hasta 190 decibeles, superior a los 85 decibeles (límite
aceptable en materia de salud sonora). Se pueden sentir zumbidos o silbidos
luego de las detonaciones y si bien luego disminuyen su intensidad, pueden no
desaparecer totalmente durante varios días.
Personas ancianas a los que les resultan traumáticos los estruendos, enfermos
cardíacos, personas con discapacidades cognitivas o neurológicas que no
comprenden la causa de explosiones, tales como Síndrome de Down, Asperger,
Autismo, y otras, bebés y niños con mayor sensibilidad auditiva.
Pero los animales que permanecen en sus casas también sufren. Los animales
tratan de esconderse y ocultarse por miedo.
“Los estudios científicos han revelado que el 15.5% de los niños en edad escolar
de la población general tiene dificultades con la regulación sensorial de su
entorno (Reynolds, et al, 2008). Esto significa que algunos niños pueden
presentar más dificultades que otros en el procesamiento de las diferencias
entre estímulos emocionales, motrices y sensoriales que son necesarias para la
vida diaria.
“Todos hemos disfrutado alguna vez de los fenómenos luminosos que tienen
que ver con la priotecnia en las épocas de las fiestas navideñas o de fin de año.
Se trata de un espectáculo muy lindo de ver. Pero no tanto de oir o escuchar ya
que no todas las personas tienen la misma capacidad de poder tolerar ciertos
ruidos y ese es el caso de algunas personas como los que padecen autismo, que
como otras particularidades que tienen, poseen ciertas dificultad para poder
procesar los sonidos. Por una cuestión de maduración de los filtros dentro del
sistema nervioso central en el cerebro. No tanto en el oído sino más bien en el
cerebro”.
“Lo que quiero decir, es que hay zonas de llegada del sonido que normalmente
todos procesamos para atenuar las intensidades auditivas y hacer tolerable la
percepción del sonido. El individuo con autismo tiene poco desarrollada esa
parte del cerebro. Tiene poca nivel de maduración, no tiene esa zona
mielenizada lo suficientemente y por lo tanto el ingreso de la información del
sonido es absoluto, es total, sin ningún tipo de filtro. Por lo tanto la intensidad
es dañina, la intensidad de los sonidos de mucho nivel vibratorio agudo o las
frecuencias muy graves. Es decir que no pueden regular la intensidad de los
ruidos”.
Propuestas legislativas
En nuestro país, la provincia de Tierra del Fuego fue pionera y dispuso mediante
Ley N° 306 en el año 1996 la prohibición del uso de la pirotecnia. El caso de la
legislatura de la provincia de Neuquén que sancionó en el año 2012 la Ley N°
2833 que prohíbe la utilización, tenencia, acopio, exhibición, fabricación y
expendio al público de artificios de pirotecnia y cohetería.
El art. 55 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, dispone: “ El
Defensor del Pueblo tiene a su cargo la defensa de los derechos individuales y
colectivos de los habitantes…”
Así, también en la citada obra, se expresa que, cuando se adjetiva como “sano”
el ambiente al que los habitantes tienen derecho, ello implica -como mínimo-
una referencia al parámetro humano de salud, es decir que, con este término se
toma como pauta un componente preponderantemente antropocéntrico para
definir el derecho al ambiente.
Debemos remarcar que la Liga Internacional de los derechos del Animal adoptó
en 1.977 “La Declaración Universal de los Derechos de los Animales”, que luego
fue también aprobada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y la
UNESCO.