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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ESTE

FACULTAD DE FILOSOFIA
SEDE JUAN LEÓN
MALLORQUIN

CARRERA DE PSICOLOGIA

TEMA: Comunicación y procesamiento de la información en el cuerpo

CATEDRÁTICA: Lic. Uz Antonieta González de kawano

RESPONSABLES

 Rubén Sánchez Miranda


 Noemí Páez
 Cynthia Areco Báez }
 esica Soledad López
 Mabei González

CURSO: Segundo

JUAN LEON MALLORQUIN. MAYO DE 2018


INDICE

INTRODCUCCION..........................................................................................................3

CONTROL DE LOS ESTADOS CONDUCTUALES.....................................................4

EFECTOS ORGANIZACIONALES DE LOS ANDRÓGENOS SOBRE LA

CONDUCTA: MASCULINIZACIÓN Y DEFEMINIZACIÓN......................................6

EFECTO DE LAS FEROMONAS...................................................................................6

ESTUDIOS DESCRIPTIVOS DE LA CONDUCTA REPRODUCTORA.....................7

Fases de la conducta reproductiva.............................................................................7

CONDUCTA SEXUAL HUMANA.................................................................................8

EFECTOS ORGANIZACIONELES DE ADROGENOS PRENATALES......................9

EFECTOS ACTIVACIONALES DE LAS HORMONAS SEXUALES EN LA

CONDUCTA SEXUAL DE LAS MUJERES,...............................................................10

CONCLUSION...............................................................................................................11

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS..............................................................................12
INTRODCUCCION

Este trabajo que se presenta a continuación es una recolección exhaustiva


de informaciones referentes a Comunicación y procesamiento de la información
en el cuerpo de la cual desarrollaremos temas muy interesantes como el control
de los estados conductuales, control hormonal de los ciclos reproductores
femeninos, control hormonal de la conducta sexual en animales de laboratorio,
efectos organizacionales de los andrógenos sobre la conducta: masculinización y
de feminización, efecto de las feromonas, estudios descriptivos de la conducta
reproductora, conducta sexual humana, efectos organizacionales de andrógenos
prenatales, efectos activaciones de las hormonas sexuales en la conducta sexual
de las mujeres.
En las páginas siguientes se detallaran los mencionados más arriba para
una mejor comprensión.

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CONTROL DE LOS ESTADOS CONDUCTUALES

Las hormonas son responsables del dimorfismo sexual en la estructura


del cuerpo y de sus órgano. Las hormonas tienen efectos de organización y
activación sobre los órganos sexuales internos, los genitales y las características
sexuales secundarias. Naturalmente, todos estos efectos influyen en la conducta
de una persona. E simple hecho de poseer el físico y los genitales de un hombre
o de una mujer ejerce su poderoso efecto. Pero las hormonas hacen mas que
promocionar cuerpos masculinos o femeninos; también afectan la conducta al
interactuar de manera directa con el sistema nervioso. Los andrógenos presentes
durante el desarrollo prenatal afectan el desarrollo del sistema nervios. Además,
las hormonas sexuales masculinas y femeninas tienen efectos de activación
sobre el sistema nervioso de los adultos, incluyendo en los procesos fisiológicos
y en la conducta. Esta sección analiza algunos aspectos de los efectos
hormonales.

Control hormonal de los ciclos reproductores femeninos

El ciclo reproductor en los primate* hembras se llama ciclo menstrual


(tic la palabra latina mrnsis, que significa “mes"). Las hembras de las demás
especies de mamíferos también tienen ciclos reproductores, llamados ciclos del
estro. Estro significa “molestia"; cuando una rata hembra está en estro, su
condición hormonal la incita a actuar en forma diferente de como lo hace en
otros momentos (en ese caso, también incita a las ratas macho a actuar en forma
distinta). La principal característica que distingue los ciclos menstruales de los
del estro es el crecimiento y pérdida mensual del recubrimiento del útero. Las
demás características son más o menos similares -excepto que el ciclo del estro
de las ratas dura cuatro días.
Ijos ciclos menstrual y del estro consisten en una secuencia de eventos controlados por
secreciones hormonales de la glándula hipófisis y los ovarios. Estas glándulas inter-
actúan, y las secreciones de una afectan a las de la otra. Un ciclo comienza con la

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secreción de gonadotropinas por parte de la glándula hipófisis anterior. Estas hormonas
(especialmente la hormona foliculoestimulante) estimulan el crecimiento de los
folículos ováricos. pequeñas esferas de células epiteliales que rodean cada óvulo. Por lo
general, las mujeres producen un folículo ovárico al mes; en caso de producirse y
fertilizarse dos de ellos, el resultado será gemelos bicigóticos (fraternos). Al madurar los
folículos ováricos, segregan estradiol, que provoca el crecimiento del recubrimiento del
útero como preparación para la implantación del óvulo, en caso de ser fertilizado

Control hormonal de la conducta sexual en animales de laboratorio

Las Interacciones entre hormonas sexuales y el desarrollo del cerebro humano es difícil
de estudiar. Es preciso referirse a dos fuentes de

Machos: La conducta sexual di- los machos es bastante variada, aunque las caracte-
rísticas esenciales de la penetración (entrada del pene en la vagina de la hembra).
Impulso pélvico (movimientos rítmicos de los cuartos traseros, que provocan la fricción
genital), y la eyacularían (descarga de semen) son comunes a todos los mamíferos
machos, por supuesto, los seres humanos han inventado una gran variedad de conductas
sexuales copulativas y no copulativas. Por ejemplo, los movimientos pélvicos que
llevan a la eyaculación pueden ser realizados por la mujer y en los sexuales es posible
llegar a un orgasmo sin penetración.

Hembras: Muchas veces se ha descrito a la hembra de los mamíferos como el parti-


cipante pasivo en la cópula. Es verdad que en muchas especies el papel de la hembra
durante el montaje y la penetración ha consistido en asumir una postura que facilite al
macho el acceso a sus órganos genitales. Esta conducta se conoce como lordosis (de la
palabra griega lordós, que significa "doblado", “encorvado"). La hembra, además, apar-
tará su cola (si cuenta con una) y permanecerá de pie lo bastante rígida como para
soportar el peso del macho.

Sin embargo, con frecuencia la conducta de un animal hembra de laboratorio al inicio


de la cópula es activa. Ciertamente, si se intenta la cópula con una hembra fuera del
estro, ésta huirá o rechazará al macho. Pero cuando se encuentra en un estado receptivo,
se acercará al macho, le» acariciará, olerá sus genitales y mostrará conductas especificas

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de la especie. Por ejemplo, una rata hembra ejecutara saltos breves y rápidos. así como
movimientos rápidos de las orejas, lo que la mayoría de los machos encuentra
irresistible (McCIintock y Adler, 1978).
La conducta sexual de roedores hembras depende de las hormonas gonádicas presentes
durante el estro: estradiol y progesterona. En las ratas, el estradiol aumenta
aproximadamente 40 horas antes de que la hembra se torne receptiva; un instante antes
de que se presente la receptividad, el cuerpo lúteo comienza a segregar grandes canti-
dades de progesterona (Feder, 1981). Lis ratas a las que les han sido extirpados los
ovarios no son sexualmente receptivas. Aunque puede provocarse receptividad en roe-
dores ovariectomizados administrándoles grandes dosis de estradiol, el tratamiento más
eficaz duplica la secuencia normal de hormonas: una pequeña cantidad de estra-

EFECTOS ORGANIZACIONALES DE LOS ANDRÓGENOS


SOBRE LA CONDUCTA: MASCULINIZACIÓN Y
DEFEMINIZACIÓN
Los efectos organizadores de los andrógenos son  consecuencias
permanentes que ocurren al comienzo de la vida, influyendo en el desarrollo de
los órganos sexuales internos y externos y en el cerebro.

La exposición temprana a andrógenos, tiene como consecuencia la


masculinización y desfeminización del cerebro y de la conducta de la persona.

 Masculinización: el desarrollo es enfocado a conducta sexual  masculina,


producidas por la exposición a andrógenos, que causa la respuesta a la
testosterona en la vida adulta.

 Desfeminización: efectos organizadores de los andrógenos, que inhiben los


circuitos neuronales del desarrollo de la conducta sexual femenina. De esta
manera,  impide que en la etapa adulta se muestre la conducta sexual 
femenina.

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EFECTO DE LAS FEROMONAS
Las feromonas pueden afectar la fisiología y la conducta sexual. Los
olores presentes en los ratones hembra afectan al ciclo del estro, alargándolo y, a
la larga, inhibiéndolo (efecto Lee-Boot). Las sustancias olorosas presentes en la
orina de los ratones machos eliminan estos efectos y hacen que los ciclos de las
hembras se sincronicen (efecto WhiUen) (fenómenos similares a los efectos Lee-
Boot y Whilten también ocurren en las mujeres). Las sustancias olorosas
también aceleran el inicio de la pubertad en las hembras (efecto Vandenbcrgh).
Además, el olor de la orina de un macho distinto del que la embarazó liará que el
ratón hembra aborte (efecto Bruce). El efecto Bruce implica que la hembra ha
aprendido a reconocer el olor del macho que la preñó, y la actividad de una
información noradrenergica en el bulbo olfatorio (desencadenado por la
estimulación vaginal) que participa en este aprendizaje. Por último, las
sustancias olorosas en la orina de los ratones hembras estimula la liberación de
icstosterona en los ratones machos.

ESTUDIOS DESCRIPTIVOS DE LA CONDUCTA


REPRODUCTORA
La conducta reproductora se incluye dentro de la parte de la regulación
de los organismos internos ya que los machos y las hembras responden de forma
diferente en función de la situación de su sistema endocrino. En la mayoría de
las especies, la diferencia entre machos y hembras depende de la posesión de un
cromosoma, el cromosoma Y. Los cromosomas sexuales son determinados en el
momento de la fertilización, y a eso lo llamamos sexo cromosómico. En
mamíferos, la diferenciación en el sexo cromosómico conduce a la
diferenciación de las gónadas primitivas en ovarios o testículos, a lo cual
llamaremos sexo gonádico. Además, la posesión de ovarios o testículos da lugar
a la producción de gametos sexuales, que en el caso de los ovarios serán óvulos
y en el de los testículos serán espermatozoides.
Pero esta no es la única diferencia entre machos y hembras. Antiguamente, esa
diferenciación se hacía sólo por la apariencia física debida a las características
sexuales secundarias, el conocido como sexo funcional.

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Fases de la conducta reproductiva

1. Atracción Sexual (primera fase del encuentro entre un macho y una hembra).

Primera fase del encuentro entre un macho y una hembra. En muchas


especies, la atracción sexual está muy sincronizada con la disposición
fisiológica para reproducirse. 

2. Conducta Apetitiva (conductas que establecen, mantienen o favorecen la


interacción sexual).

En los mamíferos, las hembras que exhiben estas conductas están proceptivas:
pueden acercarse a los machos, permanecer cerca de ellos, o aproximarse y
retirarse de manera alterna.

3. Copulación (también denominado coito).

En muchos vertebrados, la copulación conlleva penetraciones en las que el


macho introduce el pene en la vagina de la hembra, tras lo cual se produce una
cantidad variable de estimulación copulatoria. Cuando la estimulación alcanza
un nivel umbral, el macho eyacula en la hembra semen portador de
espermatozoides; la duración y la cantidad de estimulación requerida pueden
variar mucho de una especie a otra y entre individuos.

4. Conducta Postcopulatoria (última fase de la conducta reproductora, tras la


copulación, la cual varía de una especia a otra).

 En algunos mamíferos, el pene del macho se hincha tanto después de


eyacular que no puede sacarlo de la hembra durante un rato, y entonces se
dice que los animales se hallan en un cierre copulatorio. 

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CONDUCTA SEXUAL HUMANA
La conducta sexual humana, al igual que la del resto de los mamíferos,
recibe la influencia de los efectos ac ovaciónales de las hormonas gonádicas.
Pero como se verá en las secciones siguientes, los efectos son distintos. Ix>s
hombres y mujeres son más similares en sus respuestas a las hormonas sexuales
que los machos y hembras de otras especies. Debido a que algunos de los efectos
aclivacionales dependen (lelos efectos organina acionales anteriores, se
comenzará por describir estos últimos.

EFECTOS ORGANIZACIONELES DE ADROGENOS


PRENATALES
Una idea errónea que debiera eliminarse inmediatamente
es la de que los hombres y mujeres intercambiarían sus papeles conductuales si se invir-
tiera el equilibrio hormonal (sujeto, por supuesto, a diferencias anatómicas). Nada de
ello ocurriría. Castrar a un hombre heterosexual y darle hormonas sexuales femeninas
no haría que de pronto se interesara en los machos como compañeros sexuales.
Su cuerpo cambiaría y perdería la capacidad de tener relaciones sexuales, pero su
orientación sexual no se alteraría. Del mismo modo, eliminar los ovarios de una mujer
heterosexual y darle testosterona no la haría perder su interés sexual por los hombres ni
la haría desear involucrarse en actividades sexuales con otras mujeres. Ni siquiera per-
dería su impulso sexual (aunque los hombres podrían no sentirse atraídos por la barba y
la voz grave de ella). De hecho, quizá esta mujer se interese más por el sexo que antes.
()omo se verá más adelante en este capítulo, la androgenización prenatal afecta el
desarrollo del cerebro humano; existen partes en éste que difieren entre hombres y
mujeres. Es decir, los andrógenos pueden tener efectos defeminizadores y masculiniza-
dores sobre la conducta sexual humana, del mismo modo que los tienen en otros ma-
míferos. Sin embargo, los datos que se tienen hasta ahora no son concluyentes. Aunque
la androgenización prenatal influya en la conducta sexual humana, el efecto es cier-
tamente distinto del que ocurre en los animales de laboratorio. 1.a razón más importante
es que, a diferencia de los roedores, los machos y hembras humanos no muestran
conductas sexuales radicalmente distintas. Esta declaración podría sonar tonta. “Por
supuesto", dirá el lector, "los hombres y mujeres tienen conducta sexual distinta". Sin
embargo, piensen lo que hacen hombres y mujeres, en contraste con los demás ma-

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míferos. Las ratas macho montan, penetran y realizan los impulsos pélvicos. Las ratas
hembra arquean el lomo, mueven la cola y permanecen quietas. Las conductas
copulativas son muy estereotipadas y distintas. Todos los machos copulan básicamente
el mismo modo y con las hembras ocurren lo mismo.

EFECTOS ACTIVACIONALES DE LAS HORMONAS SEXUALES


EN LA CONDUCTA SEXUAL DE LAS MUJERES,
Como se sabe, la conducta sexual de la mayoría de las hembras, exceptuando los
primates superiores, es controlada por las hormonas ováricas estradiol y proges- terona
(en algunas especies, como galos y conejos, sólo es necesario el estradiol). Como señala
Wallen (1990), las hormonas ováricas no sólo controlan el deseo (incluso avidez) de
apareamiento en una hembra en estro, sino también su caparidad de hacerlo. Es decir,
una rata macho no puede copular con una hembra que no esté en estro. Aun cuando éste
la forzara y la montara, la respuesta de lordosis no ocurriría, y el macho sería incapaz de
lograr la penetración (el control nervioso de la respuesta de lordosis y los efectos de las
hormonas ováricas serán descritos más adelante en este capítulo).
En los primates superiores (incluyendo el ser humano) la capacidad de aparearse no es
controlada por las hormonas ováricas. No existen barreras físicas al acto sexual durante
cualquier parte del ciclo menstrual.
Si una mujer u otro primate hembra acepta participar en la actividad
sexual en cualquier momento (o es forzada a ello por un macho), es seguro que
el acto sexual puede ocurrir.
Esta diferencia entre hembras con ciclos de estro y ciclos menstruales ha
oscurecido los efectos de las hormonas ováricas sobre la conducta sexual de los
primates hembras. La mayoría de los estudios ha informado que las
fluctuaciones en el nivel de las hormonas ováricas tiene tan sólo un efecto menor
sobre el interés sexual de las mujeres (Adams, Wolff y Burt, 1978; Morris et aL,
1987). Sin embargo, como señala Wallen, en casi todos estos estudios participan
mujeres casadas que viven con sus maridos. En una relación monogámica
estable en la que los compañeros están juntos diariamente, la actividad sexual
puede ser propiciad;» por cualquiera de ellos.

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CONCLUSION

En conclusión, este trabajo de investigación logró conocer y ampliar el


conocimiento sobre estos temas ya que es un estado de suma importancia en los
animales como en los humanos.

Abarcamos temas como el ciclo reproductor femenino (menstrual o del


estro) comienza con la maduración de uno o más folículos oválicos, que ocurre
como respuesta a la secreción de la FSII por la glándula hipófisis anterior. Al
madurar, el folículo

La conducta sexual de los machos mamíferos al parecer depende de la


presencia de los andrógenos. la proceptividad, la receptividad y el atractivo de
los mamíferos hembras, exceptuando los primates, depende en principio del
estradiol y la progesierona. En particular, el estradiol tiene un efecto
desencadenante de la subsecuente aparición de progesterona.

Los efectos conductuales de la androgenización prenatal en los seres


humanos, si es que existe alguno aún no se comprenden, en forma adecuada,.
Los estudios de hembras prenatalmente androgenizadas sugieren que los efectos
organizacionales muy bien pueden influir en el desarrollo de la orientación
sexual; al parecer, la androgenización aumenta la incidencia de homosexualidad.
Si lo* andrógenos no pueden actuar (como es el caso del síndrome de
insensibilidad a los andrógenos), entonces la anatomía y conducta de la persona
son femeninas, l-i testostero- na tiene un efecto de activación en la conducta
sexual de los hombres, al igual que en la conducta de otros mamíferos machos.

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REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS

- LIBRO: Fundamentos de psicología fisiológica – TERCERA EDICION Escrito


por Neil R. Carlson año 1996

- CONDUCTA REPRODUCTORA SCIELO


http://psicofisio6.blogspot.com/2014/04/la-conducta-reproductora.html

- REVISTA HORMONALES
:
http://www.saegre.org.ar/revista/numeros/2006/n3/2_hormonas_3_2006.pdf

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