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INSTITUTO TECNOLOGICO DE REYNOSA

DESARROLLO SUSTENTABLE
DOCENTE: DOC. ALICIA ADAME RIVERA
UNIDAD 2: ESCENARIO NATURAL

ACTIVIDAD INVESTIGAR ETANOL EN BRASIL


Emmanuel Iñiguez Reyes
Núm. de Control: 18580084
FECHA 18/OCT/2020

Etanol en Brasil
A partir de la Crisis del petróleo de 1973, el Gobierno de Brasil, en una actitud aislada a nivel
internacional, creó el programa "Pró-álcool", y así el etanol recibió la atención
como biocombustible de gran potencial. En cuanto el gobierno promovía estudios económicos para
producción de alcohol a gran escala, realizando transferencia de tecnología y hasta proporcionando
subsidios a las plantas destiladoras de alcohol, la industria automovilística instalada en Brasil en
aquella época - Volkswagen, Fiat, Ford y General Motors - adaptaron los motores de los vehículos
para funcionar con alcohol como combustible. Así surgieron en el mercado dos versiones de
vehículos: con motor 100% movido con alcohol y la versión convencional de gasolina. El primer
automóvil a funcionar con 100% de alcohol fue el Fiat 147 en 1978. Desde entonces y hasta 1986, el
automóvil de alcohol ganó popularidad entre los brasileños, al punto que la mayoría de los vehículos
fabricados por la industria automovilística utilizaban ese combustible. En 1986 la producción llegó a
619.854 automóviles, representando el 76% de todos los vehículos fabricados en ese año.
Típicos modelos de automóvil brasileño de combustible flexible de varios fabricantes, popularmente
conocidos como "flex", que operan con cualquier mezcla de etanol y gasolina.
Originado en un alza del precio internacional del azúcar, a partir de esa época comenzó una caída
en el consumo de alcohol, lo que gradualmente provocó la disminución en la venta de automóviles
movidos con alcohol. El etanol como combustible comenzó a escasear en el mercado, al punto que
en 1991 el Gobierno tuvo que importar etanol desde Estados Unidos, medida acompañada de una
reducción progresiva de los subsidios a la producción, lo que provocó la casi extensión del programa
"Pró-Álcool". También contribuyó a la disminución de la demanda algunos problemas técnicos que
presentaban los motores movidos por alcohol, ya que en épocas frías no funcionaban
adecuadamente. Durante la década de los 90, y debido a las alzas inesperadas del precio del
petróleo, el etanol pasó a ser mezclado con la gasolina, en una proporción de alrededor del 20%,
como una forma de reducir el precio que debían pagar los consumidores por la gasolina. En 1999 se
ensamblaron solo 1.188 automóviles movidos por alcohol.
El resurgimiento del etanol como combustible se produjo en mayo de 2003, cuando
la Volkswagen montó una línea de producción para automóviles de combustible flexible, resultando
en el Gol 1.6 "Total Flex". Dos meses después la Chevrolet ofreció en el mercado el Corsa 1.8
"Flexpower", utilizando un motor desarrollado en consorcio con la Fiat llamado "PowerTrain". En
Brasil, este tipo de vehículo que opera con cualquier proporción de etanol y gasolina es
popularmente conocido como auto "flex". En 1993 la producción de automóviles "flex" llegó a 39.853
autos y 9.411 vehículos comerciales levianos. Ya para 2005, los fabricantes que producen vehículos
"flex" incluyen las
automotrices Chevrolet, Fiat, Ford, Peugeot, Renault, Volkswagen, Honda, Mitsubishi, Toyota y Citro
ën.17 Los vehículos "flex" representaron 22% de las ventas de autos nuevos en 2004, subió para 73%
en 2005. y las ventas alcanzaron el 87,6% en julio de 2008. En agosto de 2008 la flota de vehículos
"flex" registrados, incluyendo automóviles y los vehículos comerciales livianos, alcanzó 6 millones de
vehículos.10
Comparación de la producción entre Estados Unidos y Brasil.
La industria de etanol destilado a partir de caña de azúcar que fue desarrollada en Brasil es mucho
más eficiente que la industria estadounidense basada en insumos de maíz. En 2007, las plantas
destiladoras brasileñas producen etanol por USD 0,22 por litro, comparado con USD 0,30 por litro de
etanol obtenido con maíz, además de que los agricultores estadounidenses reciben del Gobierno
Federal un subsidio de USD 0,51 por bushel de maíz producido.
En los Estados Unidos la caña de azúcar es cultivada en los estados de Florida, Luisiana, Hawái,
y Texas, que cuentan con el clima tropical adecuado para ese cultivo. Las primeras tres plantas
destiladoras de etanol producido a partir de caña de azúcar en los Estados Unidos entrarán en
funcionamiento en Louisiana a mediados de 2009. Plantas productoras de azúcar en Lacassine, St.
James y Bunkie fueron convertidas usando tecnología e inversión colombiana para destilar etanol a
partir de caña de azúcar. Se espera que estas tres plantas produzcan en forma rentable 378 millones
de litros (100 millones de galones) de etanol en un plazo de cinco años.
Brasil es el segundo mayor productor de etanol del mundo, el mayor exportador mundial, y es
considerado el líder internacional en materia de biocombustibles y la primera economía en alcanzar
un uso sostenible de los biocombustibles. Juntos, Brasil y los Estados Unidos encabezan la
producción de etanol, siendo responsables en 2006 por el 70% de la producción mundial 4 y casi el
90% del etanol utilizado como combustible. 5 En 2006 la producción brasileña fue de 16,3 mil millones
de litros,6 la cual representa el 33,3% de la producción mundial de etanol y el 42% del etanol utilizado
como combustible a nivel mundial. La proyección de la producción total para 2008 se estima en 26,4
mil millones de litros.
La industria brasileña de etanol tiene más de 30 años de historia y utiliza como insumo agrícola
la caña de azúcar, emplea modernos equipos, ha desarrollado su propia tecnología, los residuos de
la caña son utilizados como para producir energía en el proceso de destilación, por lo cual el precio
del etanol brasileño es muy competitivo, y consigue un relativamente alto balance energético (razón
energía generado/energía usada en el proceso) que varía ente 8,3 y 10,2 dependiendo del uso de
las mejores prácticas. La producción de etanol está concentrada en las regiones Centro y Sur del
país, siendo el Estado de São Paulo el principal productor. En estas dos regiones se concentró casi
el 90% de la producción brasileña de etanol en 2004, y el casi todo el resto se produce en la Región
Nordeste.
La industria automovilística brasileña desarrolló vehículos que operan con flexibilidad en el tipo de
combustible, llamados vehículos de combustible flexible, popularmente conocidos como "flex" en
Brasil, ya que el motor funciona con cualquier proporción de gasolina (mezcla E20-E25) y etanol
hídrico (E100). Disponibles en el mercado a partir de 2003, estos vehículos resultaron un éxito
comercial, y en agosto de 2008 la flota de carros "flex" ya había alcanzado 6 millones de vehículos,
incluyendo automóviles y vehículos comerciales livianos, representando un 23% de la flota de
vehículos livianos de Brasil. El éxito de los vehículos "flex", en conjunto con el uso obligatorio a nivel
nacional de entre 20% y 25% de alcohol mezclado con gasolina convencional ( gasohol E25) para los
vehículos de motor a gasolina, permitieron que el consumo de etanol superase el consumo de
gasolina a partir de abril de 2008. Al considerar los otros combustibles utilizados por toda la flota,
principalmente los vehículos con motor diésel, el consumo de etanol destilado de la caña de azúcar
en 2006 fue del 18 % del consumo total de combustible del sector vial.
Los dos países también acordaron compartir tecnología y establecer estándares internacionales para
los biocombustibles. La transferencia de tecnología brasileña basada en la destilación de caña de
azúcar le permitiría a varios países de América Central, como Honduras, Nicaragua, Costa Rica y
Panamá, varios países del Caribe, y varios países de la Comunidad Andina la exportación de etanol
libre de aranceles a EE. UU., gracias a los acuerdos de libre comercio vigentes. Como ejemplo,
aunque EE.UU. impone un arancel de USD 0,54 por cada galón de etanol importado, los países que
suscribieron el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República
Dominicana estarían exentos de tal tasa de importación si producen el etanol de productos agrícolas
cultivados en el propio país.
La expectativa es que por medio de la tecnología brasileña para producir etanol de la caña de
azúcar, estos países se podrían convertir en exportadores al mercado estadounidense en el corto
plazo.
Esta alianza entre Estados Unidos y Brasil generó algunas reacciones negativas. Mientras Bush
todavía estaba en São Paulo como parte de su visita de a Latinoamérica, el Presidente de
Venezuela, Hugo Chávez, desde Buenos Aires, descartó el plan del etanol y lo calificó de "locura" y
acusó a los EE.UU. de intentar "sustituir la producción de alimentos para consumo animal y humano
por producción de productos agrícolas para vehículos, para mantener el estilo de vida americano."

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