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La segunda mitad del siglo XIX

CONTEXTO HISTÓRICO
¡Llega la Revolución Industrial! La lucha de clases
Liberada de las turbulencias bélicas de la época napo- Algunos miembros de la burguesía
leónica, Europa vive durante el siglo XIX la expansión de intelectual son sensibles a las con-
la Revolución Industrial. diciones de la clase obrera. El más
Surgida en Inglaterra en el siglo XVIII, la Revolución Indus- conocido es el filósofo alemán Karl
trial pronto se extiende por toda Europa occidental y se Marx, que desarrolla una teoría bien
traduce en innovaciones tecnológicas de gran alcance, argumentada, la «lucha de clases»,
siendo la máquina de vapor la primera de ellas. En el cam- para justificar el combate de los
bio de siglo, entre 1890 y 1910, también aparecen, por obreros o «proletarios» contra los
ejemplo, el automóvil, el cine, la aviación, etc. capitalistas. Con ella se origina una
El comercio marítimo se fortalece con la multiplicación de corriente política que será muy
los barcos de vapor y con la apertura de los canales trans- importante durante el siglo XX, el
Retrato de Karl Marx
oceánicos: el canal de Suez permite, a partir de 1869, comunismo. (1818-1883).
pasar directamente del Mediterráneo al océano Índico. En
1914 también se construye el canal de Panamá. En busca de una vida mejor

No solo la población del continente europeo se duplica


en menos de un siglo, sino que, además, decenas de
millones de europeos emigran a América o a Oceanía
para escapar de la miseria y de la opresión política, y
poder rehacer su vida en países en expansión.

Alto nivel de alfabetización


La instrucción se desarrolla en el conjunto de países
occidentales, y a finales de siglo la mayor parte de la
población está alfabetizada.

La Exposición Universal de París


Los contemporáneos tuvieron conciencia de los cam-
Fábrica de medias de M. M.Owen y Uglow en Inglaterra (1860). bios comportados por la industria y la técnica, y así, por
ejemplo, enaltecieron el progreso en grandes exposicio-
Empresarios capitalistas frente a emplea- nes universales. A raíz de la Exposición Universal de
dos de fábrica París, en 1889, se construyó la torre Eiffel. Algunos escri-
Nace una nueva clase de hombres de negocios, los tores populares, como Julio Verne, recrean en sus obras
empresarios capitalistas, que piden el ahorro de particu- el progreso técnico.
lares para desarrollar sus empresas. Los ahorradores
depositan su dinero en la empresa y perciben dividendos
en función de los beneficios. Se crean, entonces, las socie-
dades anónimas, divididas en acciones que, a veces, se
pueden vender y comprar en la bolsa. Para desarrollar su
actividad y hacer frente a sus competidores con éxito, los
empresarios se esfuerzan por fabricar sus productos con
el mínimo coste. Para conseguirlo, pagan salarios misé-
rrimos y buscan la mejor forma de aumentar la producti-
vidad. Esta progresa rápidamente gracias a invenciones
técnicas como la electricidad o la aparición de nuevas
maneras de organizar el trabajo.
Se desarrolla también una nueva clase social: los obreros
de fábrica, sometidos a duras condiciones de vida. Ponen
en común sus ahorros en mutuas para utilizarlas en caso
de necesidad. También crean sindicatos que negocian El ingeniero francés Gustave Eiffel construyó la Torre Eiffel con
con sus patrones, denuncian sus abusos y reclaman mejo- motivo de la Exposición Universal de París (1889). Con el tiempo
res condiciones de trabajo y de salario. se convirtió en emblema de la capital francesa.
1 La novela realista del siglo XIX
El Realismo como corriente literaria se desarolló en Europa en la segunda
mitad del siglo XIX (más exactamente, entre 1850 y 1890), especialmente
en Francia e Inglaterra. Los escritores realistas deciden retratar la reali-
dad, reflejarla objetivamente basándose en una observación que les permite
describir, de forma minuciosa y exacta, ambientes y personajes. Con
esta finalidad, se documentan tomando notas de la realidad o mediante
libros. Asimismo, en ningún momento pretenden idealizar las cosas o dejar
de reflejar lo que ven, por muy sórdido y abominable que sea.
Aunque cronológicamente coincide en parte con el Romanticismo (en 1856
se publica Madame Bovary, de Flaubert, y en 1862, Los miserables, de Vic-
tor Hugo), el Realismo se opone a esta corriente y al Clasicismo. Efectiva-
mente, el Realismo no pretende imitar las obras clásicas, como el Clasicismo,
sino los originales de la naturaleza; tampoco exalta los sentimientos, ni sitúa
las acciones en lugares o tiempos remotos, ni muestra una sensibilidad apa-
sionada o melancólica, como el Romanticismo.
La aparición del Realismo coincide cronológicamente con el incremento de
la población urbana a causa de la industrialización, con la eclosión del pro-
letariado y, sobre todo, con el apogeo de la burguesía como clase dominante
durante el siglo XIX. El aumento de poder de las clases medias, que había
empezado con la Revolución Francesa de 1789, se percibe en Francia con
los gobiernos de Luis Felipe y Napoleón III, y en Inglaterra con el de la reina
Victoria (1837-1901). Rusia siguió con unas estructuras de tipo feudal durante
todo el siglo XIX. No obstante, la calidad de su novela realista se justifica por
la apertura de los intelectuales rusos a las influencias occidentales.
Igualmente, desde el punto de vista teórico, la literatura realista
recoge las doctrinas filosóficas, políticas y científicas del momento:
a August Comte, en el Sistema de la filosofía positiva (1850), pro-
pone el positivismo como sistema filosófico y como reacción con-
tra el idealismo, basándose en la investigación de los hechos
observables y mensurables. En 1867, Karl Marx publica El capi-
tal, obra en la que propugna la abolición de la sociedad burguesa
y la urgencia de implantar el socialismo.
b Por otro lado, la ciencia consigue avances espectaculares
durante la segunda mitad del siglo XIX. En 1859, Charles Dar-
win formula la teoría de la evolución en El origen de las espe-
cies y, en 1863, el austríaco Mendel expone las leyes de la
herencia. Otro científico muy de moda en aquel momento es
Claude Bernard (1813-1878), que introdujo el método expe- Las espigadoras (1865), de Jean François Millet, uno de los prin-
rimental (que consistía en realizar investigaciones a partir de cipales pintores del Realismo. En este cuadro aparecen tres muje-
hipótesis) y aceptó el determinismo como certeza de que cada res recogiendo espigas al atardecer, en el campo, en un alarde de
crítica a las condiciones de trabajo y los horarios extenuadas de
fenómeno está determinado por las condiciones materiales y las clases pobres. Al fondo, la carreta cargada y los almieres.
una serie de leyes fijas.
Narrativa
Las características del Realismo se podrían resumir de la siguiente manera:

tiempo El tiempo de los hechos narrados es aproximadamente contemporáneo a la composición de la novela y cons-
y espacio tituye un fondo histórico real para los acontecimientos ficticios –pero verosímiles– con los que se encuentran
comprometidos los personajes novelescos.
El Realismo concede importancia al medio ambiente, ya que considera que el ser humano está influido por el
medio donde vive (no obstante, la novela realista no es determinista). Esta pintura del ámbito vital de los perso-
najes se muestra casi siempre con unas descripciones minuciosas que sirven para crear un clima determinado,
adecuado al individuo, su oficio o profesión, y su psicología.
Por otro lado, el escritor realista ofrece una gran diversidad de ambientes, aunque prefiere espacios urbanos, a
menudo con la presentación de cuadros de costumbres: reuniones en casinos, festividades religiosas, banque-
tes de gala, etc.
centro de interés El centro de interés narrativo procede de las acciones que lleva a cabo el protagonista –que es generalmente
narrativo una persona joven– para colocarse favorablemente en este marco social, en un intento de consolidar su situa-
ción o de mejorarla. La novela realista no es la representación de ninguna teoría abstracta o doctrina, ni tam-
poco la defensa de una tesis, sino la descripción de las peripecias de unos personajes concretos.
Los personajes de la novela realista suelen ser presentados tanto desde el punto de vista físico como psicoló-
gico o moral. Esta pintura de personajes y las descripciones se basan en las sensaciones más variadas, que el
escritor transmite con vivacidad.
empresa del Las características de la empresa del protagonista son indicativas de los valores que prevalecen en la sociedad
protagonista donde esta se lleva a cabo, en la que imperan los criterios individualistas y competitivos de la mentalidad bur-
guesa. Además, en su búsqueda de prosperidad –que determina el triunfo o el fracaso individual–, el protago-
nista anhela prestigio y fortuna, y a menudo recurre al matrimonio para obtenerlos.
personajes En el curso de las peripecias que vive el protagonista, el acento puede recaer en la pintura social o encaminarse
a una minuciosa exploración psicológica del comportamiento. Los personajes realistas tienen un carácter indi-
vidual y un valor o significado social, ya que expresan rasgos propios de su clase o grupo social.
Para el Realismo importa el individuo como ser social, en su relación con los demás. Por este motivo, suelen
aparecer personajes tipo que, al mismo tiempo que son individuos particulares, ejemplifican estratos de la
sociedad.

narrador El novelista tiende a presentarse como narrador omnisciente que conoce todos los hechos acontecidos y
que tiene la facultad de penetrar en la conciencia de sus criaturas imaginarias cuando lo considera necesario.
Además, suele construir el relato de acuerdo con una causalidad temporal lógica, respetando, así, el orden de
los acontecimientos de la historia narrada. Por otro lado, el narrador realista intenta evitar cualquier tipo de emo-
ción o compasión hacia los personajes que él mismo inventa.
lenguaje El lenguaje no es considerado un valor creativo intrínseco, sino un medio destinado a describir el ámbito de los
acontecimientos, las acciones realizadas y los caracteres que las llevan a cabo.
Por lo tanto, el novelista trata de utilizar un lenguaje utilitario, de significación concreta y unívoca, apto para
reproducir la realidad sin ambigüedades ni simbolismos. Asimismo, con el lenguaje se pretende reproducir los
aspectos particulares del habla de cada personaje: vulgarismos, errores de pronunciación, regionalismos, etc.
También se advierte un ritmo lento en la narración, de forma que la preparación de las acciones a veces
ocupa más espacio que las propias acciones.

Respecto a la forma literaria, el Realismo prefirió la narrativa como medio


más adecuado para responder a las necesidades de conocimiento de la socie-
dad. Entre los diversos tipos de novela, se inclinó generalmente por la novela
social, con algunas excepciones como Guerra y paz, de Tolstoi, que es una
novela histórica.
2 l Naturalismo
Más bien como una evolución del Realismo y no como una oposición a este, en Francia aparece el Naturalismo en la segunda
mitad del siglo XIX. De hecho, el Naturalismo es obra del escritor Émile Zola, que reconoce la influencia del posi- tivismo de Comte,
los principios deterministas de Taine, y el origen y selección de las especies de Darwin, creando personajes que se sienten
atrapados por el medio, la naturaleza y su propia constitución genética, en una especie de determinismo social, físico
y biológico.
El Realismo partía de la observación de la realidad y la reflejaba casi de forma fotográfica; el Naturalismo, que aún se siente
más atraído por la ciencia que el Realismo, va más allá: recoge las miserias humanas –locos, alcoholizados, enfermos– y los
instintos más primarios y brutales, para ofrecernos la ima- gen de unos seres reducidos y limitados por la sociedad injusta en
la que viven. Se trata de unos personajes estigmatizados por un fatalismo que acabará des- truyéndolos, a no ser que consigan
salir por sí mismos de esa situación, rom- piendo todos los moldes injustos que los oprimen. El afán de denuncia contra la
sociedad de su tiempo se percibe a través de los personajes embrutecidos que crea la propia sociedad.
El objetivismo naturalista se convierte a veces en literatura de tesis: el Natura- lismo observa con desencanto su tiempo y
denuncia una sociedad corrompida, atacando a menudo instituciones tradicionales como el ejército y la Iglesia. La literatura
naturalista, pues, se caracteriza por estos elementos:
a La imitación de la naturaleza como norma suprema de arte.
b El cientifismo: la novela tiene un carácter doctrinal y pretende enseñar más que entretener. La novela naturalista sigue de
cerca las tesis darwinianas de la selección natural, que presenta como indiscutibles. La literatura puede con- tener experimentos
y diagnosis, basándose siempre en tres principios: obser- vación, objetividad y precisión.
c La gran importancia de la descripción: de hecho, se concibe el arte como una especie de fotografía.
d El pesimismo y el interés por los elementos patológicos o mórbidos. Hay una preferencia por la presentación de las clases
sociales más bajas o margi- nadas y por tipos sociales poco convencionales.
e La elevación a categoría de las leyes hereditarias y la negación de los ele- mentos espirituales de la naturaleza humana,
que en realidad están someti- dos a fuerzas deterministas del mundo material.
f La negación de los principios morales o sociales y la apología del instinto.
g La ausencia de lirismo en el lenguaje. Se imita el lenguaje popular, tal como se habla, a veces con un estilo voluntariamente
poco cuidado.
Los límites entre Realismo y naturalismo no son tan fáciles de establecer. Zola calificó de novela naturalista Madame Bovary
(1857), de Gustave Flaubert, y actualmente esta obra se considera una de las culminaciones del Realismo.

258 Literatura universal


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