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Interiorizar la Biblia:
Dedicarle tiempo.
Memorizar sus palabras.
“para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de
Dios sin mancha en medio de una generación maligna
y perversa, en medio de la cual resplandecéis como
luminares en el mundo” (Filipenses 2:15)
El Espíritu Santo…
Ilumina nuestra mente
Filipenses 2:12 nos invita a (Juan 14:26)
ocuparnos de nuestra salvación.
Nos conduce a Jesús
¿Cómo podemos hacer esto?
(Juan 15:26)
Según Pablo, el estudio de la Nos guía a la verdad
Palabra de Dios debe producir (Juan 16:13)
cambios significativos en nuestra
Nos da esperanza y confianza
vida (v. 14-16).
(Romanos 5:5)
Para que estos cambios se Nos trae gozo
realicen, debemos dejar obrar al (Romanos 14:17)
Espíritu Santo. ¿Por qué? “Porque Nos llena de amor
Dios es el que en vosotros produce (Gálatas 5:22)
así el querer como el hacer, por su
Nos lleva a la obediencia
buena voluntad” (v. 13).
(Filipenses 2:13)
Debemos seguir el ejemplo de Aquel que
dijo: “aprended de mí” (Mateo 11:29).
Jesús estudió e interiorizó las Escrituras
de tal modo que era capaz de recurrir a
ellas y aplicarlas correctamente en los
Usó las Escrituras cuando fue tentado, distintos sucesos de su vida.
como justificación para expulsar a los
mercaderes del Templo, como
respuesta a preguntas difíciles…
Veía el cumplimiento de las Escrituras
en los acontecimientos que ocurrían a
su alrededor (Marcos 14:27).
De igual modo, debemos aplicar la
Biblia al tomar decisiones, a la hora de
actuar, al interpretar los
acontecimientos, al compartir a Cristo
con otros…
Algunos piensan que Jesús rechazó partes del
Antiguo Testamento, sustituyéndolas por nuevos
mandamientos (“Pero yo os digo”).
Lejos de rechazarlas, lo que Jesús hizo fue darles un
significado más amplio y correcto a esas partes.
Él mismo aclaró que no había
venido “a anular la ley o los
profetas” (Mateo 5:17 NVI).
Nunca fue su intención
aceptar unas partes de la
Biblia y rechazar otras.