La Gran Novela de las Matemáticas de Mickaël Launay

Es un libro recomendable por varias razones. A ver, no se trata de una novela en el sentido
literal como indica el título, sino de una serie de ensayos de historia de las matemáticas y de
matemáticas que inicia con algunas páginas en un estilo narrativo verdaderamente delicioso
que, lo advierto porque puede suceder, alejaría a muchos que esperan números y cuentas
desde el comienzo. Los números y las formas geométricas vienen después, y sin empacho.
Pero la historia inicial se debe disfrutar como lector de literatura; vale la pena porque Launay
describe una visita al museo de Louvre, particularmente a la sala sumeria, donde se dedica a
clasificar, por su aspecto geométrico, cenefas trazadas en objetos arqueológicos de varios
miles de años de antigüedad, lo que le sirve de pretexto para arrancar su relato histórico de
casi 240 páginas desde el mismísimo nacimiento de las matemáticas, en Mesopotamia, algo
que se encuentra estrechamente ligado a la invención de la escritura. Y se va. Pasa por
babilonios, egipcios, griegos, árabes, Edad Media, Renacimiento, Europa hasta el siglo XXI
junto con el resto del mundo. Pero no es una historia estrictamente lineal, aunque en términos
generales respeta cierto orden cronológico. Por momentos va y viene en el tiempo,
contextualiza a los grandes personajes de las matemáticas, cuenta historias de problemas
reales, de teoremas, de viajes, de encuentros y desencuentros. A pesar del juego histórico-
narrativo, sabe muy bien cómo mantener el interés por las matemáticas puras y su
abstracción, lo que le da un plus al escrito, porque, creo yo, hay que comprender el carácter
intangible de las matemáticas para comenzar a amarlas. Tampoco deja de lado su área de
especialización, la probabilidad, y se aventura a señalar una serie de posibles caminos para las
matemáticas del futuro, muy ligadas, desde luego, a la computación.

Me parece que este librito es de los mejores intentos que he leído de divulgación de las
matemáticas donde parte de una historia para atrapar a los lectores y lleva de la mano para
explicar problemas matemáticos con cierta complejidad.

En un finde se puede disfrutar. ¡Léanlo! A mí me latió mucho. De repente te encuentras con

cosas muy diferentes a lo que uno está acostumbrado a encontrar en comunicación escrita.