Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La planeación traza el camino a seguir durante las etapas subsiguientes del proceso de
auditoría externa, y determina el alcance del encargo y las responsabilidades de las
partes involucradas. La planeación de la auditoría de información financiera incluye
varias actividades centrales, las cuales se resumirán a continuación.
Antes de aceptar un cliente se debe llevar a cabo una investigación suficiente de sus
antecedentes tanto legales como financieros. La firma auditora o auditor independiente
debe consultar la lista Clinton con el fin de evitar relacionarse con empresas y/o
personas con vínculos con el narcotráfico. También, es necesario consultar los abogados
para identificar oportunamente si la compañía está demandada. Por otra parte, se debe
investigar la situación financiera de la compañía y obtener referencias comerciales. En
el caso de que la empresa sea un nuevo cliente, es necesario comunicarse con el anterior
auditor y solicitarle información.
“El socio del encargo debe satisfacerse de que se han aplicado los procedimientos
adecuados en relación con la aceptación y continuidad de las relaciones con clientes”.
“Si el socio responsable del encargo obtiene información que de haber estado disponible
con anterioridad hubiese sido causa de que la firma de auditoría rehusara el encargo de
auditoría, el socio del encargo comunicará dicha información a la firma [...] con el fin
de que pueda tomar las medidas necesarias”.
El auditor debe llegar a acuerdos con el cliente en cuanto al tipo de servicio que se
prestará, por ejemplo una revisión o una auditoría, la cantidad de horas, las fechas de las
reuniones y las fechas límite para la entrega del trabajo.
Riesgo inherente: Este tipo de riesgo tiene ver exclusivamente con la actividad
económica o negocio de la empresa, independientemente de los sistemas de
control interno que allí se estén aplicando. El riesgo inherente consiste en la
susceptibilidad de los estados financieros a la existencia de errores significativos
debido a la naturaleza de las actividades económicas, y al volumen tanto de las
transacciones como de los productos y/o servicios.
Riesgo aceptable de auditoría: indica qué tan dispuesta está la firma de
auditoría a aceptar que los estados financieros puedan tener errores importantes.
Riesgo de control: es el relacionado con los sistemas de control interno que
estén implementados en la empresa. Se refiere a que los controles internos
puedan bajo alguna circunstancia resultar insuficientes o inadecuados para la
aplicación y detección oportuna de irregularidades. Cuando existen bajos niveles
de riesgos de control es porque se están efectuando o están implementados
excelentes procedimientos para el buen desarrollo de los procesos de la
organización.
6) Seleccionar el personal
La asignación del personal adecuado para el contrato es importante para cumplir con las
normas de auditoría generalmente aceptadas. El primer principio de las normas señala
que: “La auditoría debe ser realizada por una persona o personas que tengan un
entrenamiento técnico adecuado y pericia como auditores”. Entonces, se debe asignar a
profesionales que conozcan la industria del cliente. También, dependiendo de los
requerimientos del encargo se pueden asignar especialistas externos; por ejemplo, la
auditoría para una empresa que trabaja con diamantes requerirá de un experto en
diamantes y de un actuario.
Son distintas las situaciones o hechos que conllevan a trabajar de diferentes formas y
que permiten determinar el nivel de riesgo por cada situación en particular.
Es así como se han determinado tres tipos de riesgos los cuales son:
Riesgo inherente
Riesgo de control
Riesgo de detección.
Riesgo inherente
Este tipo de riesgo tiene ver exclusivamente con la actividad económica o negocio de la
empresa, independientemente de los sistemas de control interno que allí se estén
aplicando.
Entre los factores que llevan a la existencia de este tipo de riesgos esta la naturaleza de
las actividades económicas, como también la naturaleza de volumen tanto de
transacciones como de productos y/o servicios, además tiene relevancia la parte
gerencial y la calidad de recurso humano con que cuenta la entidad.
Riesgo de control
Aquí influye de manera muy importante los sistemas de control interno que estén
implementados en la empresa y que en circunstancias lleguen a ser insuficientes o
inadecuados para la aplicación y detección oportuna de irregularidades. Es por esto la
necesidad y relevancia que una administración tenga en constante revisión,
verificación y ajustes los procesos de control interno.
Cuando existen bajos niveles de riesgos de control es porque se están efectuando o están
implementados excelentes procedimientos para el buen desarrollo de los procesos de la
organización.
Entre los factores relevantes que determina este tipo de riesgo son los sistemas de
información, contabilidad y control.
Riesgo de detección
Este tipo de riesgo está directamente relacionado con los procedimientos de auditoría
por lo que se trata de la no detección de la existencia de errores en el proceso realizado.
Es por esto que un proceso de auditoría que contenga problemas de detección muy
seguramente en el momento en que no se analice la información de la forma adecuada
no va a contribuir a la detección de riesgos inherentes y de control a que está expuesta la
información del ente y además se podría estar dando un dictamen incorrecto.
“Artículo 32: El profesional puede revelar el secreto, exclusivamente ante quien tenga que
hacerlo y en sus justos y restringidos límites, en los siguientes casos: a) Cuando el profesional
es relevado por el cliente o empleador de guardar el secreto, no obstante ello debe considerar
los intereses de todas las partes, incluyendo los de terceros que podrían ser afectados. b)
Cuando exista un imperativo legal. c) Cuando el profesional se vea perjudicado por causa del
mantenimiento del secreto de un cliente o empleador y este sea el autor voluntario del daño.
El profesional ha de defenderse en forma adecuada, con máxima discreción y en los límites
justos y restringidos. No deberá divulgar entre terceros detalles peyorativos de su cliente o
empleador para desacreditarle como persona. Debe compaginar su defensa con el respeto
deontológico que se debe a si mismo y a su cliente o empleador. d) Cuando guardar el secreto
profesional propiciase la comisión de un delito que en otro caso se evitaría. e) Cuando guardar
el secreto pueda conducir a condenar a un inocente f) Cuando el profesional deba responder a
un requerimiento o investigación del Tribunal de Disciplina. En este caso no puede escudarse
en el secreto para ocultar información esencial para la resolución del caso.” Como bien se
encuentra establecido, existe la posibilidad de revelar la información que haya obtenido el
contador como consecuencia del desarrollo de su labor profesional cuando la misma se vincule
con los aspectos allí mencionados y siempre que se haga ante la persona que corresponda y
con sujeción a los límites establecidos, lo que veda la posibilidad de brindar
información que no sea necesaria para la causa específica y que presente la potencialidad de
dañar a aquella persona que solicitó asesoramiento profesional. Resulta interesante destacar
que se trata de una posibilidad y no de un deber de revelar el secreto profesional, así mismo es
oportuno acotar que ante la ocultación de un hecho que debería darse a conocer y, de acuerdo
al tipo, magnitud y gravedad del mismo, podría convertirse –circunstancialmente- en cómplice
de cliente, siendo por lo tal pasible de sufrir sanciones de diverso tipo.