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La Parroquia y sus agentes

1. ¿Qué es ser Parroquia?


"Vosotros sois como un edificio levantado sobre los fundamentos que son los
Apóstoles y los Profetas, y Jesucristo mismo es la piedra principal" Ef. 2,20.
“La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo
estable en la Iglesia particular (diócesis), cuya cura pastoral, bajo la autoridad del
Obispo Diocesano , se encomienda a un párroco, como su pastor propio” (Código
de derecho canónico, canon 515). “
Es el lugar donde todos fieles pueden reunirse para la celebración
dominical de la Eucaristía. La parroquia inicia al pueblo cristiano en la expresión
ordinaria de la vida litúrgica, la congrega en esta celebración, le enseña la doctrina
salvífica de Cristo y la lleva a practicar la caridad del Señor en obras buenas y
fraternas”. (Catecismo de la Iglesia Católica No. 2179).
La palabra "Parroquia" viene del griego Paroika. En la palabra paroika está
oika: "casa". Paroika significa etimológicamente "el tiempo de estadía o
residencia”. El verbo paroikein quiere decir: "habitar cerca de, junto de, al lado de,
estar provisoriamente, estar de paso, peregrinar”. Paroikaos es "el extranjero
domiciliado". Muchos autores cristianos utilizan el verbo parokein para dar la idea
de una presencia pasajera de los cristianos en el mundo. En el siglo II Paroika se
convierte en sinónimo de "comunidad cristiana" o "Iglesia particular".
La Parroquia es como una fuente a la que todo el mundo viene a calmar su
sed, decía el Papa Juan XXIII . Es una fuente de agua viva que Jesucristo ofrece a
cada uno. Pablo VI decía que “la Parroquia tiene una misión indispensable de gran
actualidad; ella debe crear la primera comunidad del pueblo cristiano”.
La Parroquia es el lugar donde los ministerios y carismas de todos los fieles
laicos, esenciales a la vida de la iglesia, pueden ser valorados. Ella no es en primer
lugar una estructura, un territorio, un edificio, una comunidad de personas
cumpliendo un cierto número de funciones sociales; Ella es ante todo, la familia de
Dios, fraternidad que no tiene mas que un alma, una casa de familia, fraternal y
acogedora; es la comunidad de los fieles. (Cf. exh. ap. Christifideles Laicis). “
Después de la familia la Parroquia es la primera escuela de fe, oración y
educación moral” dijo en 1985 el Papa Juan Pablo II. La Parroquia tiene por
vocación reunir a los fieles de un territorio, sin distinción de origen, status social o
edad; no sólo por afinidades, sino en razón de la proximidad. Reúne a los hijos de
Dios que fácilmente se podrían dispersar.

2. ¿Quiénes son los agentes de pastoral?

Hombres y mujeres responsables de su fe y su compromiso de hacer presente


a Jesucristo vivo en el mundo. Todo bautizado que quiera prestar un servicio
específico a la comunidad parroquial y a la iglesia universal, puede ser agente de
pastoral, que tenga disponibilidad para el servicio, que quiera superarse mediante
la formación permanente que nuestra parroquia le ofrece.
3. ¿Cómo es un agente de pastoral?
PERFIL DEL AGENTE DE PASTORALa la luz del Documento de Aparecida
R. Guízar Díaz

Rasgos de un verdadero agente pastoral según el querer de Jesús:


1. El agente de pastoral no lo es por propia iniciativa, sino por elección de
Jesús.
2. Un agente de pastoral no puede formarse ni actuar sino en comunión: en
comunión trinitaria, con el Padre, por medio de Cristo, en el Espíritu Santo: y en
comunión con los hermanos que comparten la misma elección de Jesús.
3. El agente de pastoral ha de actuar siempre en sintonía y referencia con la
Iglesia: con el Papa, con el Obispo, con el presbiterio, con el párroco, con los
hermanos colaboradores suyos.
4. El agente de pastoral ha de saber evaluar repetida y asiduamente toda su
labor a la luz de la Palabra de Dios y principalmente del Evangelio.
5. El agente de pastoral necesita alimentar continuamente su vida y su labor
pastoral en la Eucaristía y en la oración personal.
6. El agente de pastoral ha de gustar referir su vida y su labor pastoral al
ejemplo de María, y actuar también en comunión con ella y con los santos del
cielo.
Cabría preguntarse acerca de la manera como este anhelo podría concretizarse. Yo
considero que puede iluminarse esa manera, enfocándola desde la perspectiva
del compromiso.
Llegar a concretizar el propio compromiso es ciertamente una ardua y decisiva
tarea. No es empresa sencilla y fácil. Sólo es radicalmente posible con la gracia de
Dios. Pero requiere también un esfuerzo humano personal y una ayuda de la
Iglesia.
Planteo pues este reto como una necesidad específica de formación referida al
compromiso.

¿Cómo formar para el compromiso?


1. Con-prometer significa “prometer mutuamente”, es decir, obligarse con
alguien a cumplir algo determinado, hacerse responsable de algo con alguien.
2. Todo compromiso engendra un deber hacia alguien, libremente aceptado.
La virtud que se aplica a quien siempre es cumplido en sus compromisos es la
fidelidad.
3. La fidelidad del hombre ante todo ha de estar dirigida a Dios, en Cristo
Jesús. Somos fieles a Cristo, como respuesta al amor fiel de Él.
4. Nuestra fidelidad a Cristo se hace también fidelidad a la Iglesia. Es una
respuesta que entraña en el agente de pastoral un verdadero cambio de vida, que
afectará a toda su persona y todas sus futuras decisiones y proyectos.
5. Dicha respuesta implica una decisión. Formar para el compromiso implica
formar aquella superabundancia de amor fiel a Cristo que se requiere para decidir
por Él, para seguirlo, para elegirlo a Él.
6. Toda elección supone una renuncia (ver Mt 16,24; Lc 9,23). Supone ante
todo la elección de seguir a Jesús, pero hecha con abnegación y anhelo, queriendo
hacerse así de verdad esforzado discípulo y misionero suyo.
7. La elección hecha por Jesús a sus discípulos ha de crecer, madurar,
perfeccionarse; y suele Dios completarla con sucesivas elecciones suyas.
8. Formar para el compromiso es un proceso lento y laborioso.
9. Pero es más arduo todavía ayudar a la persona que ha de madurar
plenamente con la madurez de Cristo. Se necesita penetrar a su corazón, a su
voluntad, para motivarlo y animarlo a decidir. Se necesita ayudarle a formar en él
una disposición de amor generoso y fiel a Jesús y a la Iglesia.

10. Este proceso tiene ciertas características o exigencias que el documento de


Aparecida destaca mucho, yo las condenso en seis principales:
1. La primera consiste en alcanzar una viva, profunda y fuerte adhesión
personal a Cristo. (Ver A 131).
2. La segunda está en aceptar la necesaria mediación de la Iglesia, para
discernir el compromiso que ha de hacerse y decidir concretarlo en generosa
respuesta. (Ver A 246. 150-152).
3. La tercera, que especifica la segunda, es madurar dicho discernimiento y
respuesta en comunidad. (Ver A 162-164).
4. La cuarta consiste en fortalecer la decisión del compromiso en la
Palabra de Dios, en la liturgia, especialmente en la Eucaristía, y en la oración
personal y comunitaria. (Ver A 158. 250. 253).
5. La quinta en ejercitar el compromiso y afianzarlo participando en la
misión. (Ver A 278.284-285).
6. La sexta, en mantener y reforzar el compromiso por la formación
permanente. (Ver A 391-398. 366-367).
 
Como RESUMEN de todo lo expuesto, como el elemento más decisivo para
crecer en nuestro compromiso como agentes de pastoral, necesitamos todos, con
renovado convencimiento, “asumir la centralidad del Mandamiento del amor”. Así
nos lo pide el Documento de Aparecida en el nº 138: “Este amor, con la medida de
Jesús, de total don de sí, además de ser el distintivo de cada cristiano, no puede
dejar de ser la característica de su Iglesia, comunidad discípula de Cristo, cuyo
testimonio de caridad fraterna será el primero y principal anuncio, ‘reconocerán
todos que son discípulos  míos’ (Jn 13,35)”.
Examen de conciencia del Agente de Pastoral

Pide al que te ilumine para reconocer tus faltas con y amor

¿Eres agente de pastoral por decisión propia ¿Trabajas sólo si los demás siguen tu
y amor a la expansión del Reino? proyecto? ¿Tienes preferencias a ciertas
¿Cumples satisfactoriamente tus personas, ciertos grupos?
responsabilidades como padre/madre, ¿Eres prudente y caritativo en tus
estudiante/hijo, trabajador? ¿No los comentarios? ¿Usas la corrección fraterna?
descuidas? ¿Sabes callar?
¿Eres organizado en el uso de tu tiempo y la ¿Te involucras en chismes?
dedicación a la pastoral, la familia, tu trabajo? ¿Buscas la unidad ante todo?
¿Eres hombre/mujer de oración? ¿Qué tanto ¿Eres mordaz, criticón(a)? ¿Te la pasas
oras al día? evaluando lo que los demás hacen? ¿Eres
¿Ofreces tu trabajo al Señor? ¿Tienes una conciente de tus errores cuando sacas a la luz
relación personal con el Señor? ¿Qué es Dios los de los demás?
para ti? ¿Le has preguntado a Dios si lo que ¿Te gusta hacer mucho, hacer cosas
haces es su voluntad? “grandes” pero con poco resultado, solo para
¿Cumples de ordinario los mandamientos? que te vean, demostrar tus cualidades o por
¿Cada qué te confiesas, vas a misa, deseo de autoridad?
comulgas? ¿Respetas la autoridad de la Iglesia?
¿Te preocupas por prepararte, estudiar para ¿Obedeces y trabajas aunque a veces no te
que tu servicio sea mejor? convenza?
¿Eres alegre, espontáneo, simpático(a), ¿Pones al servicio todas tus cualidades?
humilde, sencillo(a)? ¿Trabajas con, sin y a pesar de las actitudes
¿Le tienes miedo a la responsabilidad? de los demás?
¿Vives la caridad, antes de pensar en ¿Trabajas en equipo? ¿Eres individualista?
anunciarla y enseñarla? ¿El prójimo es ¿Te esfuerzas por aprovechar y por que los
primero en tus proyectos? demás aprovechen las cualidades de los
¿No te gana la pereza, la comodidad, la demás?
superficialidad? ¿Promueves la participación de más agentes,
¿Eres improvisado(a)? indicándoles la manera de trabajar?
¿Planeas lo que vas a hacer? ¿Buscas alguna recompensa aquí en la
¿Caes en la monotonía, rutina… o eres tierra? ¿Reconocimiento, dinero, mando?
creativo?
¿Tienes iniciativas? ¿Haces sólo lo que digan Señor, si hemos hecho bien … que sea para
los responsables… sin enriquecer de tu tu gloria
cosecha? Si por el contrario, mal… ten misericordia de
¿Te interesas en hacer todo lo que esté a tu nosotros.
alcance o sólo una parte?
¿Te interesa la marcha de la parroquia o sólo Ninguno de nosotros somos perfectos,
de tu grupo? ¿Eres “cerrado” en tus ideas o Pero sí perfectibles…
“abierto” a los demás? Dios, al que ama, lo corrige.
Reconocer nuestras faltas no ha de ser
motivo de tristeza, desaliento o desgano para
seguir adelante… sino la oportunidad que nos
da nuestro Padre para servirle mejor. ¡A
trabajar!

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