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En toda investigación criminal se siguen 2 tipos de protocolos de actuación; el

método científico, donde se recogen todas las evidencias, propio de la


criminología, y el método de interpretación y reconstrucción de los hechos,
objetivo de la criminalística.

En este artículo nos centraremos en los 5 pasos ordenados sistemática y


cronológicamente del método científico:

1. Protección del lugar: en el primer momento que se tiene conocimiento del hecho
delictivo se procede a la protección y fijación de los límites de investigación,
evitando el tránsito de personas con el fin de mantener la zona inalterable para la
recopilación de pruebas. Para ello, se acordona la zona y se colocan señales de
prohibición de paso.

2. Observación del lugar: una vez se ha preservado la zona de investigación se


realiza una inspección ocular escrupulosa de todos los elementos susceptibles de
proporcionar una información relevante para el caso sin que pase nada
inadvertido.

3. Fijación del lugar: es el momento de la descripción detallada del escenario del


suceso donde se recogen los indicios mediante distintos soportes. Esta
recopilación de materiales hace posible que no se tenga que acudir al lugar de los
hechos para el estudio del caso.

• Descripción manuscrita: se hace una descripción exacta que va de lo general a lo


particular de todo lo que contiene el contexto del delito, así como de las víctimas,
si las hubiera, teniendo en cuenta hasta el mínimo detalle.
• Documentación fotográfica forense: se realiza un reportaje fotográfico preciso del
escenario y de todos los elementos implicados en la escena del crimen. Este
documento gráfico es necesario antes de que se recopilen las pruebas para
llevarlas a analizar y se realiza tanto de forma panorámica como detallada.

• Planimetría forense: se reproduce el escenario exacto de los hechos delictivos


mediante un dibujo en forma de plano. Se realiza en un papel milimétrico o
cuadriculado con una escala que suele ser de 1:200 ó 1:400 con el fin de dar una
precisión exacta de las distancias entre los objetos.

• Moldeado: se aseguran sobre papel o masilla todas las huellas que pudieran
aparecer en el lugar de los hechos, marcas de armas, huellas dactilares, de
ruedas…

4. Colección de indicios: se recogen todas las pruebas, tanto biológicas como


sintéticas, que pudieran dar algún tipo de información: restos de sangre, piel,
cabellos, pintura, fibras de tejidos, arena…

5. Suministro de indicios al laboratorio: en paralelo con el paso anterior y una vez


se cuenta con todo el material recolectado, se procede a su selección y
clasificación mediante etiquetado tomando las precauciones adecuadas para
evitar que sufran algún tipo de alteración durante el traslado al laboratorio.

Esta es, como decíamos al principio, una de los dos vías de investigación que se
abren al estudiar cualquier crimen, desde los violentos a los de “guante blanco”. Al
tiempo que trabaja el laboratorio, los investigadores del órgano que corresponda
realizan su propia investigación para reconstruir los hechos, encontrar testigos si
los hubiera, investigar el entorno de la víctima y la víctima en sí y determinar
sospechosos. Esta investigación criminalística se confirmará o refutará con las
conclusiones de la investigación criminológica.

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