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Informe en Políticas Públicas

Febrero 2020

Educación Sexual Integral

Contrato Nr: AE 013 001 2020

Requirente: Diputado
Sr. Jaime Bellolio Avaria
Bancada Diputados
Unión Demócrata Independiente.
INDICE

I. Introducción

II. Experiencia en Argentina

III. Proyecto de Ley

IV. Conclusión

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I. Introducción

La educación sexual en Chile se encuentra vigente en la ley Nº 20.418, que fija

normas sobre información, orientación, prestaciones de regulación de la fertilidad.

Este cuerpo legal fue promulgado el 2010.

Cabe destacar que la Ministra Marcela Cubillos y el Ministro Jaime Mañalich,

están impulsando una modificación de la educación sexual con el objetivo de obligar

esta materia desde quinto básico hasta la enseñanza media. Tiene un fuerte carácter

biológico para prevenir embarazos adolescentes, enfermedades de transmisión

sexual, radicar la violencia sexual. Sin embargo, se resguarda la autonomía de los

establecimientos educacionales y la libertad de enseñanza, respetando los proyectos

educativos y creencias de los apoderados y padres.

Este mensaje se encuentra con suma urgencia desde agosto de 2019, pero la

comisión de educación del Senado no lo ha puesto en tabla. El motivo es que la

oposición liderada por la diputada Camila Rojas presento una moción sobre

Educación Sexual Integral.

Este texto está fundamentado en el avance del movimiento feminista,

aumento de los índices de transmisión sexual (específicamente adolescentes con

VIH), abuso sexual infantil y la violencia de género.

Los patrocinadores argumentan que la educación sexual en Chile está basada

en una perspectiva valórica fomentada por el conservadurismo, morbosidad y

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criminilización. Otra de sus descargas, consiste en que está enfocado en la fertilidad

ligada a la religión católica, dejando de lado los conceptos de sexualidad y

afectividad.

Los diputados de oposición se identifican con la definición que ha dado la

UNESCO acerca de la educación sexual:

Su objetivo es preparar a los niños, niñas y jóvenes con conocimientos, habilidades,

actitudes y valores que los empoderarán para: realizar su salud, bienestar y dignidad;

desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas; considerar cómo sus elecciones afectan

su propio bienestar y el de los demás; y entender cuáles son sus derechos a lo largo de la vida

y asegurarse de protegerlos.1

La diputada Camila Rojas, ha reiterado que la actual ley 20.418, que fija

normas sobre información, orientación y prestaciones de regulación en la fertilidad,

no sería suficiente. Por ende, es urgente que se proclame una nueva normativa para

las niñas y niños, donde se consagre la identidad de género, la relación con nuestro

cuerpo, el placer y la violencia sexual que agrede a menores de edad. Estos

principios deben ser abarcados paulatinamente, dependiendo de la etapa de la niñez

o adolescencia, desde sala cuna hasta la universidad. 2

1
Directrices Internacionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura, UNESCO (2018).
2
Boletín Nº12.955-04

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La idea matriz del proyecto es generar una nueva legislación de educación

sexual y afectiva, que sea obligatoria desde preescolar hasta la educación superior.

Hay que agregar que se argumenta que la educación sexual es un derecho y

debe ser responsabilidad del Estado propagar esta enseñanza, dejando de lado toda

participación por parte de la familia, es decir, atentando contra el derecho preferente

de los padres a educar a sus hijos.

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II. Experiencia en Argentina

En Argentina se promulgó la ley Nº26.150 el año 2006, que establece la

Educación Sexual Integral en todos los establecimientos educacionales de ese país.

Dos años después, se estableció el marco normativo para coordinar e implementar

las medidas educativas que garantizan el Programa Nacional de Educación Sexual

Integral. Se estableció que es responsabilidad del Estado y es un derecho de los niños

y adolescentes desde la educación inicial. En su artículo 1º se señala que “Todos los

educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral”.

Otro aspecto relevante, es el artículo 9º de la ESI, donde se presentan sus

objetivos. Se amplían la información sobre los aspectos biológicos, fisiológicos,

jurídicos, entre otros con respecto a la sexualidad de niños y adolescentes. También

se promueve la comprensión y el acompañamiento para formar relaciones

interpersonales positivas.

Los objetivos de la Educación Sexual Integral (ESI) en Argentina, se

plantearon similares al proyecto de ley de la diputada Camila Rojas; prevenir

enfermedades de transmisión sexual (ETS), prevenir embarazos no deseado en

adolescentes, prevenir y detectar el abuso sexual infantil (ASI) e introducir la

perspectiva de la ideología de género.

El psicólogo argentino Ezequiel Baigorría ha presentado una serie de defectos

que incluye la ESI en Argentina. Según este profesional, la ESI inicia la sexualización

en la etapa de 2 – 9 años y erotiza la infancia. Se fomentan hábitos como la

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masturbación y la naturalización del voyeurismo/exhibicionismo. El psicólogo

expuso en la Comisión de Educación que “se comprende que la masturbación y los

juegos autoeróticos como una forma saludable de ejercer y explorar su sexualidad”.

La ESI ataca directamente al núcleo del niño, por ejemplo, a la familia. Se

destaca que el núcleo principal de la sociedad puede afectar en la socialización del

niño y puede manifestarse en problemas. En el libro de Santillan y Cerletti, se señala

que:

“Las familias aparecen en muchas veces como la causa de los problemas escolares de

los niños. Otras, como una causa indirecta: su “mala constitución” no brindaría el ambiente

propicio para la socialización infantil, condición sin la cual no puede desarrollarse

plenamente la escolarización de los niños” (Santillan y Cerletti, 2011).

Otro de los aspecto relevante, son las posibles modificaciones que se le

pueden incluir al artículo 5º para derogarlo. Se habla del respeto al ideario de las

escuelas privadas y públicas, más conocido como la libertad de enseñanza y la

posibilidad de levantar proyectos educativos. Esto se quiere eliminar, con el objetivo

de que sea el Estado el único agente que pueda enseñar y propagar la educación

sexual.

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III. Proyecto de Ley

El proyecto fue ingresado fue ingresado por moción parlamentaria el 12 de

septiembre de 2019, con el patrocinio de los diputados Ascencio, Bellolio, Castillo,

Fernández, González, Jiles, Mirosevic, Mix, Rojas y Torres.

Su principal precursora en el Congreso es la diputada Camila Rojas, quien

lidera la Comisión de Educación. Se tomó el acuerdo que este proyecto este

despachado de la Comisión antes del cambio de presidente.

Actualmente se encuentra en primer trámite constitucional, no se ha

presentado plazo de indicaciones y todavía se está recibiendo a invitados que sean

expertos en el tema.

Artículo 1:

Se establecen las bases generales sobre la educación sexual y afectividad de

los niños y adolescentes en los establecimientos educacionales (desde preescolar

hasta cuarto medio). También se señala que es deber del Estado la protección,

promoción y garantía de este derecho humano.

Artículo 2:

Determina que la educación en sexualidad y afectividad se impartirá desde

educación parvularia con aspectos psicológicos, biológicos, socioculturales,

afectivos y éticos. La cual se regirá por los siguientes principios:

- Reconocimiento del Derecho a la Educación Sexual

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- Interés Superior del niño, niña y adolescente

- Carácter laico

- Autonomía Progresiva

- Inclusión, igualdad y no discriminación

- Integralidad

- Participación y derecho a ser oído

- Desarrollo pleno, libre y seguro de la sexualidad, la afectividad y el género

Artículo 3:

Se incorporan en los lineamientos curriculares los siguientes aspectos:

- Incorporar la educación en sexualidad y afectividad en las propuestas

educativas reconocidas por el Estado (desde educación parvularia a la

educación superior).

- Se debe transmitir información confiable y precisa en los aspectos

involucrados en la educación en sexualidad y afectividad.

- Prevenir la violencia de género, abuso sexual, enfermedades de transmisión

sexual y embarazos no programados.

- Igual trato y respeto para hombres y mujeres

- Erradicar discriminaciones basadas en el sexo, identidad y expresión de

género.

Artículo 4:

Es deber del Estado garantizar que los establecimientos educacionales por el

Estado contemplen los programas de estudio de educación en sexualidad y

afectividad.

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Los establecimientos que no deseen implementar lo propuesto, deberán

presentan una alternativa elaborada en relación a los principios contenidos en este

proyecto. Ningún establecimiento se podrá abstener de proporcionar a los niños

educación en sexualidad desde la educación parvularia.

Artículo 5:

Las infracciones podrán ser conformes a la ley 20.529, sobre Sistema Nacional

de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Parvularia, Básica y Media y su

fiscalización.

Artículo 6:

Las universidades que impartan pedagogía deberán incluir de manera

obligatoria el ramo de “Educación Integral en Sexualidad y Afectividad”.

Artículo 7:

Derogar el inciso cuarto del artículo primero de la ley N°20.418:

Sin perjuicio de lo anterior, los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado

deberán incluir dentro del ciclo de Enseñanza Media un programa de educación sexual,

el cual, según sus principios y valores, incluya contenidos que propendan a una

sexualidad responsable e informe de manera completa sobre los diversos métodos

anticonceptivos existentes y autorizados, de acuerdo al proyecto educativo,

convicciones y creencias que adopte e imparta cada establecimiento educacional en

conjunto con los centros de padres y apoderados.3

3
Ley Nº20.418

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IV. Conclusión

Al incorporar el último artículo, se vulnera el artículo 19, número 10 de la

Constitución Política de la República: “Los padres tienen el derecho preferente y el deber

de educar a sus hijos. Corresponderá al Estado otorgar especial protección al ejercicio de este

derecho”.

En este último se incorporan que los programas de educación sexual con

respecto al proyecto educativo, convicciones y creencias con el apoyo del centro de

padres y apoderados.

Se vulnera la libertad de los apoderados que optan por un establecimiento

educacional con un determinado proyecto educacional, los cuales pueden tener

carácter valórico ligados a la religión. Por ende, pasa a ser responsabilidad del

Estado y excluye a la familia.

Por otra parte, consideramos que se debe reconocer que las familias son

anteriores al Estado, y que éste está para ayudar a los padres. La familia es el

principal núcleo protector de los derechos del niño y es una institución que alberga

las necesidades de cada individuo. La familia y especialmente los padres saben qué

tipo de educación necesitan sus hijos, esta no puede ser impuesta con principios que

no están consagrados en nuestra Constitución.

Creemos que este proyecto de ley contraviene la Constitución y el artículo 30º

de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, “toda persona

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tiene el deber de asistir, alimentar, educar y amparar a us hijos menores de edad”. Asímismo,

se contrapone contra el artíclo 26º, inciso 3 de la Declaración Universal de Derechos

Humanos, donde se señala “que los padres tendrán el derecho preferente a escoger el tipo

de educación que habrá de darse a sus hijos”.

Mostramos preocupación ante esta legislación, ya que no especifica que

contenidos de educación sexual se van a implementar a cierta edad. Esto puede

causar problemas y dudas en los menores de edad, pueden traer conocimientos

innecesarios de ideología de género que tengan efectos perjudiciales a largo plazo.

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V. Bibliografía

 Santillán, L., & Cerletti, L. (2011). Familias y escuelas: repensando la relación desde
el campo de la Antropología y la Educación. Boletín de Antropología y Educación,
3(7).

 Neufeld, M. R., Santillán, L., & Cerletti, L. (2015). Escuelas, familias y tramas
sociourbanas: entrecruzamientos en contextos de diversidad y desigualdad social.
Educação e Pesquisa, 41(SPE), 1137-1151.

 Fernández, L., Bustos, L., González, L., Palma, D., Villagrán, J., & Muñoz, S. (2000).
Creencias, actitudes y conocimientos en educación sexual. Revista médica de Chile,
128(6), 574-583.

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