Universidad Nacional de Colombia, Número 01, octubre de 2019

REDESCUBRIENDO EL COLOR DE LA PIEL

Edward Monroy Jáuregui 1
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Licenciado en Biología, Estudiante MECEN, Universidad Nacional, emonroy@unal.edu.co.

Quizás nos hemos preguntando ¿A qué se debe el abanico de colores en nuestra piel?, pero no tenemos
respuestas contundentes que resuelvan este interrogante. Éste asunto ha sido motivo de discusión, y
detonante de conflictos sociales, que llevaron equívocamente a considerar este carácter como un factor de
superioridad, emitiendo juicios de valor erróneos que distan mucho de argumentos válidos para explicar las
diferencias del color de piel en nuestra especie. Este rasgo distintivo entre humanos y nuestros parientes
chimpancés, quienes poseen un único color de piel bajo sus pelajes, es el resultado de un proceso evolutivo
que ocurrió durante miles de años, relacionado con aspectos ambientales, adaptativos y genéticos que
abordaremos a continuación.

El primer factor está relacionado con el aspecto ambiental y geográfico, específicamente con la radiación
solar que incide sobre la tierra, gracias a datos recolectados por satélites de la NASA hoy se sabe con
exactitud cuál es el promedio de radiación ultravioleta que impacta al planeta (Fig. 1). Siendo mucho mayor
en la zona intertropical y menor a medida que se acerca a los polos. Si comparamos estos datos con un mapa
de distribución del color de la piel, observaremos que existe una relación directa con los rayos UV,
encontrando tonos de piel más oscuros en la zona ecuatorial con transición hacia tonos claros hacia los polos
(Fig. 2). Este fue un factor determinante en la evolución de la pigmentación de la piel, es preciso aclarar que
las características biológicas no son ni buenas ni malas, son atributos que han evolucionado porque
aumentan las posibilidades de que un organismo perdure y transmita sus genes.

Existen diferentes tipos de rayos ultravioleta (UV), lo rayos UVC son repelidos por la atmosfera, pero los
rayos UVA y UVB pasan a través de ésta, los UVB afectan la zona ecuatorial y son importantes en tanto
estimulan la producción de vitamina D, pero sobre todo esta alta radiación confirió a la melanina un papel
fundamental. Cabe aclarar que la melanina es un pigmento que no solo da el color de nuestra piel, sino
también a nuestro cabello, se encuentra en unos granos llamados melanosomas que, a su vez, están dentro de
las células conocidas como melanocitos. Este pigmento puede ser de dos tipos, a saber, eumelanina y
feumelanina, la primera da colores de marrón a negro y la segunda tonos del rojo al amarillo.

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Pero ¿cuál es la importancia de esta molécula en el color de la piel?, empecemos por decir que otorgó una
protección natural frente a las condiciones ambientales de alta radiación (UVB) en lugares como África
ecuatorial, evita además la descomposición de una molécula esencial llamada folato muy importante en la
reproducción celular. Se estima que nuestros antepasados empezaron a migrar a otras latitudes en donde la
radiación era distinta, predominando los rayos de tipo UVA, que no tienden a estimular la producción de
vitamina D, de modo que quienes migraron hacia el norte dejaron de producir dicha vitamina. Este punto es
crucial porque hubo un proceso de selección natural, que tuvo como resultado la perdida de pigmentación en
la piel de quienes se habían trasladado hacia el hemisferio norte.

Simultaneamente, el aspecto genético también ha dado pistas de cómo ocurrió esto, pues sabemos que el gen
MCR1 está vinculado a la pigmentación humana, y éste sufrió una disminución en la presión selectiva que
permitió la variación cuando ocurrieron estas migraciones hacia el norte. Desde entonces este proceso de
evolución no ha ocurrido solamente una vez, hoy tenemos una gama de colores en la piel muy diversa,
debido a que Homo sapiens empezó a recorrer distancias más largas en menos tiempo, personas adaptadas
para zonas de alta radiación fueron llevadas a zonas de baja radiación o viceversa pero esto también trajo
consigo consecuencias negativas para la salud humana de algunas poblaciones. De ahí que el color de la piel
sea un marcador visible de variabilidad, que es un producto maravilloso de la evolución por selección
natural, en nuestro propio cuerpo.

El conocimiento científico nos invita a pensar el color de la piel, no desde un criterio cargado de prejuicios
morales e históricos, sino como una muestra viva del equilibrio evolutivo que representa, éste se hereda
independientemente de otras características y es un rasgo dúctil que ha cambiado a lo largo del tiempo.

Bibliografía:

Jablonski, Nina & Chaplin, George. (2010). Human Skin Pigmentation as an Adaptation to UV Radiation. Proceedings of the
National Academy of Sciences of the United States of America. 107 Suppl 2. 8962-8. 10.1073/pnas.0914628107.Recuperado de:
https://www.researchgate.net/publication/44575680_Human_Skin_Pigmentation_as_an_Adaptation_to_UV_Radiation

https://www.biointeractive.org/es/classroom-resources/la-biologa-del-color-de-la-piel