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Presentación

1 1º DE MAYO Y 15 DE ENERO
2 LA JORNADA DE TRABAJO
3 LA CLASE OBRERA PERUANA
Y SUS LUCHAS
4 COMO SE CONQUISTÓ LAS OCHO
HORAS EN VITARTE Y EL PERÚ
5 LAS LECCIONES DE LA LUCHA
POR LAS OCHO HORAS
6 J. C. MARIÁTEGUI, V. R. HAYA

Comité Patriótico de Ate DE LA TORRE Y LAS OCHO HORAS


Palabras finales

1919 - 2012 15 DE ENERO, 93 AÑOS DESPUÉS:


¡GLORIA ETERNA A LOS MÁRTIRES
DE LAS OCHO HORAS EN VITARTE!

Lima, el día del paro de enero de 1919, mujeres, hombres y niños con el puño en alto.
“Instruyánse, porque necesitamos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitamos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitamos toda nuestra fuerza”.
GRAMSCI

Presentación
Hoy 93 años después de la conquista de las ocho horas en nuestra
patria, nos encontramos que la situación general de explotación capita-
lista se mantiene, profundizada con la aplicación del modelo económico
neoliberal, se restringe y arrebata a la clase obrera y al pueblo los dere-
chos conquistados con luchas en las que se entregó sangre y vidas para
conseguirlos.

La conquista de las ocho horas lograda hace ya 93 años, hoy práctica-


mente ha sido borrada, los diversos mecanismos que utiliza el sistema
hacen que la jornada de trabajo sea mayor que las ocho horas. El capita-
lista se las ingenia -cuenta para ello con sus ministros de Economía y Tra-
bajo- para prolongar la jornada de trabajo y, sin embargo no pagar mas
salario por ello. Hace trabajar al obrero horas extras y no le paga lo que
realmente debería por el esfuerzo que el obrero realiza al seguir traba-
jando después de cumplir sus ocho horas. En el colmo de la voracidad y
ambición económica utiliza el desarrollo de la tecnología, para obtener
mayores utilidades, ganancias, es decir plusvalía. Si con las nuevas tec-
nologías un obrero produce mas productos de los que producía
antes,¿acaso el capitalista aumenta en algo el salario al obrero?, NO, no
le paga ni un sol mas, peor aún ni siquiera le reduce la jornada de trabajo
que sería lo lógico; utilizar el desarrollo tecnológico en beneficio de los
seres humanos, es decir en reducir la jornada de trabajo. Si anteriormen-
te en ocho horas producía 50 productos y hoy con la nueva tecnología
produce 100, ¿porqué no reducir la jornada de trabajo a seis horas?, En
esas seis horas el obrero produciría 75 productos, es decir el trabajador,
con menos horas de trabajo le proporcionaría al capitalista 25 productos
mas que antes; ¿Acaso el capitalista perdería?. Evidentemente que no,
pero este hecho demuestra la irracionalidad del sistema capitalista, que
pudiendo mejorar las condiciones de vida y trabajo del obrero; por su
ambición, sus apetitos económicos, por haber perdido el mas mínimo
sentido y sentimiento humanitario y solidario solo le interesa hacer cre-
cer su capital.

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El actual gobierno de Ollanta, en el cual el pueblo tenía cifradas sus
esperanzas -pues para eso lo eligió- hoy ha abandonando el compromiso
asumido con el pueblo. La presión del poder económico y político de la
derecha ha sido mayor que la poca presión ejercida por el pueblo; las
organizaciones de izquierda y populares no hemos estado a la altura de
las circunstancias y hemos contribuido a que el gobierno tenga hoy un
gabinete de derecha y que al interior del gobierno se haya asentado una
corriente militarista.

Las posibilidades de revertir esta situación están en manos del pue-


blo; de nuestras organizaciones políticas, sindicales y populares. Para
ello debemos tener claro que el problema principal no es que el gobierno
sea controlado por la derecha, que aquí no está en juego el cumplimien-
to de las promesas electorales, lo que está en juego es el destino de nues-
tra patria, pues ésta se ha vendido y se sigue vendiendo al capital nacio-
nal y principalmente internacional, se está depredando nuestras rique-
zas y nuestros recursos naturales, sin importar la miseria en la que que-
da nuestro pueblo, Yanacocha es una prueba contundente de esto y Con-
ga es seguir con el mismo entreguísmo de siempre, todo para las gran-
des empresas capitalistas y nada para el pueblo; de ser "mendigos senta-
dos en un banco de oro" como decía Raymondi, quedaremos como men-
digos sentados en el suelo, pero un suelo sin riquezas, sin valor, porque
todo eso se lo habrán llevado las grandes empresas imperialistas.

No queda otra alternativa que salir a defender la patria de la vora-


cidad de las transnacionales y de los vende patria, pero ello exige verte-
brar una organización a nivel nacional que verdaderamente haga retro-
ceder a la derecha y que al mismo tiempo vaya vertebrando una alterna-
tiva realmente popular con líderes propios y no prestados y que enfrente
a la derecha en todo terreno. Esa organización debe ser en su concepto
un FRENTE PATRIÓTICO POPULAR, con el nombre que todos definamos y
cuyo programa sea el resultado de un amplio debate y que fundamental-
mente debe: defender la patria, nuestros recursos y riquezas naturales
(en selva, sierra, costa y mar), defensa de nuestros derechos conquista-
dos, cambio de la política económica neoliberal y nueva Constitución.

Sólo así podremos dar un paso adelante en la histórica necesidad de


construir una patria libre, soberana, donde la paz y la justicia sea igual
para todos.

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Placas recordatorías en EE. UU. de los “Mártires de Chicago”. La de la derecha tiene una inscripción
(pinta) que dice:”Primero tomaron vuestras vidas, ahora explotan vuestra memoria”.

1 EL 1º DE MAYO: DÍA INTERNACIONAL


DEL PROLETARIADO.
15 DE ENERO: CONQUISTA DE LAS
OCHO HORAS EN EL PERÚ.
Muchos compañeros obreros nos han preguntado porque recor-
damos y celebramos dos fechas: el 1º de mayo y el 15 de enero, tratare-
mos de resolver dicha pregunta.

La historia comienza en EE. UU. el 1º de Mayo de 1886, ese día se


declararon simultáneamente cinco mil huelgas y 350,000 trabajadores
salieron a las calles, sus demandas eran: ¡ocho horas de trabajo!, ¡ocho
horas de reposo!, ¡ocho horas de recreación!. Ese mismo día en varios
estados 125,000 trabajadores obtuvieron la jornada de ocho horas. La
situación mas conflictiva se vivió en Chicago donde las condiciones de
trabajo eran mucho peor que en otras ciudades. La única fabrica que tra-
bajaba era la de maquinaria agrícola McCormik (en Haymarket Square),
que estaba en huelga desde el dieciseis de febrero porque querían des-
contar a los obreros una cantidad de sus salario para la construcción
de una iglesia. La producción se mantenía a base de los amarillos. Aquí la
huelga prosiguió, el dos de mayo la policía disolvió violentamente una
manifestación de cincuenta mil trabajadores, el día tres se convocó a
una manifestación frente a la puerta de la fábrica McCormik, en pleno
mitin sonó el pito de salida de los amarillos y se produjo una pelea cam-
pal, la policía sin previo aviso abrió fuego causando la muerte de seis tra-
bajadores y decenas de heridos. En respuesta a este hecho se convoca a
una concentración de protesta para el día cuatro en Haymarket Square,
contando con el permiso del alcalde Harrison el cual asistió al acto, al
igual que veinte mil trabajadores. Se produce aquí la represión ordenada
por el inspector John Bonfield, estalla una bomba entre los policías (mu-

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Placas recordatorías en EE. UU. de los “Mártires de Chicago”. La de la derecha tiene una inscripción
(pinta) que dice:”Primero tomaron vuestras vidas, ahora explotan vuestra memoria”.
riendo uno), la poli- cía abrió fuego a
diestra y siniestra no determinándose
la cantidad de obre- ros muertos. Se
declaró el estado de sitio y toque de que-
da. Los explotadores a través de sus
medios de prensa exigieron un juicio
sumario y castigo a los "culpables", no
de la policía sino a Manuel Gonzálerz Prada y Manuel los dirigentes obre-
ros. Ocho de ellos Caracciolo Lévano. fueron llevados a
juicio y sentenciados sin prueba alguna,
tres sentenciados a cadena perpetua y los otros cinco a la horca; estos
compañeros son los "Mártires de Chicago", en su honor y por la huelga
iniciada por 350,000 obreros en EE. UU. el 1º de Mayo de 1986, es que en
esa fecha se celebra e l " D í a I n t e r n a c i o n a l del trabajador”.
Recordemos siempre lo que grita Spies antes de ser ahorcado: "La voz
que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas pala-
bras pudiera yo decir ahora"

En 1905 la Federación de Obreros Panaderos "Estrella del Perú" orga-


niza la primera conmemoración del 1º de Mayo en el Perú. Se convocó a
una masiva romería a la tumba de Florencio Aliaga (primer mártir por las
ocho horas caído en mayo de 1904 en el Callao), y a un a c t o pu b l i c o
donde M a n u e l González Prada pronuncia el discurso "El intelectual
y el obrero", y Manuel Caracciolo Lévano lee su escrito "Qué son los gre-
mios obreros en el Perú y lo que debieran ser". Desde esta fecha la Fede-
ración incorpora en sus estatutos la lucha por la jornada de ocho
horas. Si en EE. UU. consiguieron las ocho horas en 1886, en el Perú
recién fue en las primeras décadas del siglo veinte que se lograron con-
quistar las ocho horas.

En 1913, durante el gobierno de Guillermo Billinghurst los trabaja-


dores del Muelle y Dársena del Callao se declaran en huelga y así con-
quistan el diez de enero la jornada laboral de ocho horas. Nueve años

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El cartel no puede ser mas elocuente de la exigencia de los ocho horas.
después, en el gobierno de José Pardo se conquista las ocho horas en el
Perú, tal como lo detallamos más adelante.

El 1º de mayo es "El día Internacional del Trabajo" a nivel mundial; el


15 de enero es la celebración de la conquista de las ocho horas en nues-
tro país.

2 QUÉ ES
REALMENTE
LA JORNADA
DE TRABAJO

Antes de 1866, la jornada de trabajo era de doce y siez horas, la clase


obrera luchaba ya desde 1829 por la reducción de la jornada de trabajo,
que podríamos resumir en "ocho horas para el trabajo, ocho horas para
el estudio y ocho horas para el descanso". Mucho hablamos de la jornada
de trabajo, pero: ¿Qué es realmente la jornada de trabajo?

El capitalista es el dueño de los medios de producción, el obrero no


tiene nada, solamente su fuerza de trabajo. La jornada de trabajo es el
tiempo que el obrero vende al capitalista para que este utilice su fuerza
de trabajo. Aparentemente la jornada de trabajo tiene límites, pero en la

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práctica no, ¿por qué?; porque: "El capital tiende constantemente a dila-
tarla hasta el máximo de su duración físicamente posible, ya que en la
misma proporción aumenta el plustrabajo y, por tanto, la ganancia que
de él se deriva. Cuanto más consiga el capital alargar la jornada de traba-
jo, mayor será la cantidad de trabajo ajeno que se apropiará"(1). El obre-
ro vende su fuerza de trabajo, pero para ser usada bajo ciertos límites
razonables.

El capitalista utiliza diferentes mecanismos para lograr ampliar la jor-


nada de trabajo sin aumentar nada el salario del obrero, las leyes y los
gobiernos brindan un soporte legal para ello. El principal mecanismo
para prolongar la jornada de trabajo es el desarrollo de la tecnología. Si
en una jornada de trabajo de ocho horas un obrero producía, por decir,
cincuenta productos, hoy con todos los avances tecnológicos, produce
cien, por los cincuenta artículos demás producidos, ¿pagará algo el capi-
talista al obrero? NO, el trabajador sigue con el mismo salario de siem-
pre.

Pero no es sólo eso, un obrero trabaja de 8 a.m. a 4 p.m. y según este


horario su jornada laboral es de ocho horas y por eso el explotador le
paga un salario de 850 nuevos soles; pero el tiempo que utiliza el traba-
jador para ir de su casa al trabajo y luego del trabajo a su casa, ¿quién se
lo paga?. En realidad un obrero utiliza diez horas o más para trabajar.
Más aún, un obrero trabaja sus ocho horas, su explotador (capitalista) le
exige que se quede más del tiempo normal, esas horas extras, por lo
menos deberían pagarse proporcionalmente a su salario, la realidad es
que eso casi nunca ocurre y al obrero le pagan menos.

Paros y huelgas, esa ha sido siempre la forma como la clase obrera y el pueblo han conquistado y
han defendido sus derechos.

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Por ello, la lucha permanente de la clase obrera, es la lucha por reducir
la jornada de trabajo y lograr mejor pago por la venta de su fuerza de tra-
bajo, o sea por aumento de salario, es decir la lucha económica, por
medio de su organización sindical o federación; pero esta lucha es sólo
mientras exista el sistema capitalista, puesto que los trabajadores no
pueden permanecer siempre, generación tras generación como esclavos
asalariados. Justamente es la clase obrera la que debe acabar con esta
situación, así como los terratenientes acabaron con el sistema esclavis-
ta, los burgueses con el feudalismo; así los obreros, junto con el pueblo
acabarán con el capitalismo. Es la única forma de garantizar no solo un
salario, sino una vida digna, defendiendo y conservando la naturaleza y
la continuidad de la especie humana.

Policias tratando
de dispersar a
los activos
huelguistas
de una de
las calles
centrales de
la ciudad.

3 LA CLASE
OBRERA
PERUANA Y
SUS LUCHAS

En nuestro país la lucha de la joven e incipiente (en ese entonces) clase


obrera se inicia en 1896, "Frente a esta triste realidad los obreros prin-
cipalmente textiles, fueron los primeros en hacer sentir su protesta desa-
rrollándose así en 1896 una primera Huelga exigiendo la reducción de la
jornada de trabajo, aumento de salarios y mejora de la alimentación”
(2). “Fue una Huelga dirigida por un grupo encabezado por Emilio Mendo-
za y que era de la fábrica Textil del Grupo Grace en Vitarte y que no contó
con el apoyo del Gobierno de Nicolás de Piérola que más bien la tildó de
"criminal" (3).

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Nicolás
Gutarra,
dando un
encendido
discurso a
un piquete
de huelguistas
en 1919.
En el Callao, en 1904, los trabajadores portuarios realizan una huel-
ga, en ella muere el primer mártir obrero: Florencio Aliaga.

En 1905 se celebra por primera vez en el Perú el 1º de Mayo, se organi-


zan dos actos: en la mañana una Romería a la tumba de Florencio Aliaga
y en la noche un acto en la Federación de Panaderos, donde Manuel Gon-
zález Prada habla sobre "El intelectual y el Obrero" (José Carlos Mariáte-
gui, lo publica en el Nº 8 de su revista "Labor") y el dirigente panadero
Manuel Lévano habla sobre "Qué son los gremios en el Perú y lo qué debe-
rían ser". El diario La Prensa tituló así este hecho: "Los obreros de Lima y
Callao han conmemorado hoy la fiesta del socialismo".

En 1911 se realiza el Paro General en Lima, en apoyo a los obreros de


Vitarte que fueron masacrados por protestar.

En 1912, se produce una Gran Huelga en el Valle de Chicama en pro-


testa por los bajos salarios y los precios de los alimentos.

En el año de 1913 el 7 de enero se realiza un Paro General de Metalúr-


gicos, textiles, tipógrafos, panaderos, etc. en apoyo a la Huelga Gene-
ral de Jornaleros del Callao, exigiendo las ocho horas de jornada y el aba-
ratamiento del pan por lo que Billinghurst decreta estado de sitio en Lima
y Callao, el 10 de enero se decreta las ocho horas en el Callao (de 7 a.m. a
11 a.m. y de 1 p.m. a 5 p.m.), para lo trabajadores del Muelle y Darsenas.
Al mismo tiempo se reglamentó las huelgas.
En Talara y Negritos en 1913, se desarrolla una exitosa huelga contra
la firma Duncan Fox.

En Huacho el 10 de junio de 1 9 1 6 , I r e ne Salvador y Manuela


Chaflajo son victimados(4).

En 1915 en Vitarte es asesinado Andrés Vilela.

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Masiva asamblea de obreros reunidos en el local de “La Confederación”.

4 COMO SE
CONQUISTÓ LAS
OCHO HORAS EN
VITARTE Y EL PERÚ
(Reseña histórica narrada desde el punto de vista vitartino)

En diciembre de 1918, los reclamos de los trabajadores iban en


aumento. El gobierno de José Pardo dicta una ley dando la jornada de
ocho horas pero solo para las mujeres y los niños.

El 12 de diciembre de 1918 la Unificación Textil Obrera de Vitarte en


una histórica asamblea acuerda, exigir a la empresa -entre otros pun-
tos- la jornada de ocho horas de trabajo para todos los obreros textiles.
Para entonces los trabajadores textiles de El Inca ya se encontraban en
Huelga. Al ser rechazada violentamente por la empresa la justa exigen-
cia de los trabajadores de Vitarte acuerdan ir a la huelga indefinida desde
el 25 de diciembre de 1918, idea secundada por los centros de trabajo de
Lima y Callao.

Se forma una comisión de propaganda integrada por los obreros vitar-


tinos: Héctor Merel, Fausto N a l v a r t e , L a g u n a , J u l i o Portoca-
rrero, Borja, Gutarra, entre otros, quienes se encargarían de visitar los
centros laborales, mineros y campesinos para convocarlos a la lucha. La
Comisión visita el Callao, Huacho, Morococha, etc. Mientras que en
Vitarte los trabajadores se declaran en sesión permanente.

El 29 de diciembre de 1918, por fin -y a exigencia de los vitartinos- se


elige el Comité Central de Huelga de Lima, presidido primero por Fausto

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Nalvarte, entran a la comi sión de Vitarte, Ciro Garcés, Manuel Casabona
y Alfredo Nalvarte.

Se van sumando a la huelga de los Vitartinos y del Inca, los demás tra-
bajadores de las fábricas textiles de Lima y Callao. Asimismo, gremios
de otras actividades se van sumando a la lucha: tranviarios, zapateros,
motoristas, conductores, fideeros, panaderos, luego mineros de Moro-
cocha y campesinos de Huacho.

Se anuncia desde el 9 de enero de1919 el paro general en Lima,


Callao y provincias.

La comisión elegida para dialogar con el gobierno integrada por obre-


ros rechaza la oferta de las nueve horas de trabajo. Se inicia el paro gene-
ral el 13 de enero de 1919, se suman a ello, hoteleros, baja policía, ferro-
viarios y estudiantes universitarios.

El 13 de enero los campesinos del Valle de Ate resuelven entrar tam-


bién a la huelga general. Los campesinos de Santa Clara de Ate son aba-
leados por la policía, el 16 de enero sucede lo mismo con los mineros de
Morococha.

El Paro General prosiguió el 14 y el15 de enero. El gobierno, los oligar-


cas, los empresarios estaban realmente asustados por los aconteci-
mientos y la firme decisión de lucha de los trabajadores del país. El pue-
blo de Lima, Callao y de Provincias se suman a la protesta solidarizán-
dose con los trabajadores, quienes son sus padres, hermanos, hijos,
amigos.

Obreros textilers de Vitarte en el año 1919.


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Un afiche de 1919, la carátula del periódico anarquista La Protesta y la información publicada en
un periódico local luego de conseguidas las ocho horas.

El gobierno manda al ejército a poner orden en las calles, en tanto que


la gendarmería no podía hacerlo, miles y miles de personas llenaban las
calles principales de Lima. Pese a la dura represión, donde hubo muchos
heridos y detenidos, nadie bajo la guardia. Ante la contundente medida,
el gobierno de José Pardo, arrinconado por las fuertes protestas y movi-
lizaciones, el día 15 de enero en horas de la tarde tuvo que dictar la ley
que establece la jornada de las ocho horas en el país; los trabajadores y
el pueblo estallaron de júbilo y abrazos, gritando victoria, hemos triunfa-
do. Fue esta la primera victoria política del proletariado peruano ante el
capitalismo.

Fuente: "Medio Siglo de Vida Sindical" de Demetrio Flores Gonzales, ex


sindicalista y ex secretario general de la Unificación Obrera Textil de
Vitarte.

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LECCIONES
DE LA LUCHA
POR LAS
OCHO HORAS

Son muchas las lecciones que rescatamos de está heroica jornada de


lucha obrera, permanente ejemplo de lucha consecuente.

1.- En primer lugar hay que destacar que esta lucha fue el primer triunfo
político que como clase logran los obreros peruanos ante sus enemigos
de clase. Este enfrentamiento permanente entre el capital y el trabajo
tuvo en este hecho la primera derrota de los capitalistas y su gobierno, a

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pesar del estado de emergencia,
de la persecu- ción y represión
contra los diri- gentes.

2.- La solidari- dad, en especial


la solidaridad de clase fue un pilar
fundamental (y lo sigue siendo)
para enfrentar a la derecha y sus
gobiernos. Los obreros se ple-
gaban a la lucha, apenas les
informaban de la huelga, no
vacilaban en tomar esa deci-
sión.

3.- La férrea UNIDAD, en tor-


no a sus sindica- tos, sus dirigen-
tes, sus exigen- cias y la existen-
cia de una direc- ción única, clara
y consecuente Puerta de la fábrica Textil de Vitarte. Demolida permitieron
doblegar al ene- pla fábrica para en su lugar construir lo que hoy migo de clase.
Este es el prin- es Plaza Vitarte. cipal factor para
lograr está pri- mera victoria del
proletariado peruano.

Hoy en día debemos asimilar y aprender de esta demostración de


UNIDAD de la clase obrera peruana, que le permitió conquistar las ocho
horas.

6 J. C. MARIÁTEGUI,
V. R. HAYA DE LA TORRE,
Y LA LUCHA POR
LAS OCHO HORAS
Existen mucha versiones, algunas de ellas oportunistas -principal-
mente del aprismo, que quieren atribuirse participación en la lucha de
las cho horas. Siendo honestos y basándonos en los datos históricos,
deben concluir que ni socialistas y menos aún apristas, tuvieron una par-
ticipación como tales en esta gloriosa gesta, pues en 1919 no existía ni
el Partido Aprista, ni el Partido Socialista, que fueron fundados años des-
pués.
Es evidente que las ideas que predominaban eran las del anarco sin-
dicalismo, lideradas por Manuel González Prada, eso ya antes de 1919.

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José Carlos Mariátegui La Chira Víctor Raúl Haya de la Torre
Él trajo la ideología anarquista de Europa, donde tanto anarquistas como
socialistas habían planteado y participado en la lucha por las ocho
horas.

Pero si queremos referirnos a la participación de V. R. Haya de la


Torre en la lucha por las ocho horas, éste en ese año era estudiante uni-
versitario, inclusive recién en octubre de ese año es elegido presidente
de la Federación de Estudiantes del Perú. Además la participación de la
FEP durante la lucha por las ocho horas era la de colaborar para que se
lleven a cabo las negociaciones entre los trabajadores y el Ministro de
Fomento Manuel A. Vinelli.

Por otra parte el único periódico que contribuía con la lucha de las
ocho horas, era el diario "El Tiempo", diario opositor al Presidente
José Pardo y Barreda, allí escribía el Amauta José Carlos Mariátegui quien
publicaba todos los Oficios que remitía el Comité de Huelga.

La historia no se inventa, se hace.

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Palabras finales

"...toda la historia de la sociedad - una vez disuelto el primitivo régimen


de comunidad del suelo- es una historia de luchas de clases, de luchas
entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono
con las diferentes fases del proceso social, hasta llegar a la fase presen-
te, en que la clase explotada y oprimida -el proletariado- no puede ya
emanciparse de la clase que la explota y la oprime -de la burguesía- sin
emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la explota-
ción y las luchas de clases" (6)

No solo basta interpretar la realidad, sino que hay que transformarla,


la lucha y la conquista de las ocho horas en Vitarte, es parte, de esa per-
manente lucha por transformar y cambiar este sistema capitalista por un
sistema superior, donde no exista la explotación del hombre por el
hombre, donde el hambre y la miseria desaparezcan, donde primero
se cumpla el precepto "a cada quien según su trabajo" para luego del
desarrollo de la sociedad se cumpla "de cada quien según su capaci- dad,
a cada cual según su necesidad", donde la contradicción con la naturale-
za no sea antagónica, sino que el ser humano viva en armonía con ella, la
utilice, la transforme, pero principalmente la conserve; eso en las
actuales condiciones es luchar y defender el medio ambiente mantener
el equilibrio ecológico, salvar nuestro planeta y garantizar la existencia
de la especie humana.

NOTAS.-
(1) C. Marx: El Capital;
(2) Ernesto Yepes del Castillo: Un Siglo de Desarrollo Capitalista
en el Perú. 1820-1920.
(3) Demetrio Flores G.: Medio Siglo de Vida Sindical en Vitarte. 1911-
1961;
(4) Jorge Basadre: Historia de la República del Perú.
(5) Diario El Comercio. Edición del 13 de Enero de 1919;
(6) F. Engels: Prólogo a la edición alemana de 1883 de El Manifiesto.

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