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ANEXO. JURISPRUDENCIA RELEVANTE.

1. APLICACIÓN DE SANCIONES POR LA ADMINISTRACIÓN.

La facultad deferida por ley a la autoridad administrativa para juzgar y reprimir


contravenciones, que constituyen el ejercicio de facultades de tipo judicial, no atenta
contra el principio de división de los poderes, ni contra la garantía del juez natural ni
de la defensa en juicio, siempre que al justiciable le sea brindada la oportunidad de
ocurrir ante el órgano judicial, con el fin de que cualquier decisión de aquellas
autoridades que lo afecte sea materia del consiguiente control.
El reconocimiento a los litigantes del derecho a interponer recursos ante los jueces
ordinarios y la negación a los órganos administrativos de la potestad de dictar
resoluciones finales en cuanto a los hechos y el derecho controvertidos, con
excepción de los supuestos en que, existiendo opción legal, los interesados
hubiesen elegido la vía administrativa, privándose voluntariamente de la judicial.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Fernández Arias c/Poggio”, del año


1960. En similar sentido, del mismo tribunal, “Fernández, Carlos María y
otros”, del 08/03/1967 y “Asociación de Periodistas de Buenos Aires c/Diario
La Razón”, del 29/11/1971.

2. PRESUNCIÓN DE FRAUDE ANTE LA MATERIALIDAD DEL HECHO.

Establecida la materialidad de la infracción, de ello resulta la intención de defraudar


salvo prueba suficiente de la inocencia del contribuyente, y sólo a título excepcional
puede aceptarse como eximente de sanción el error bajo la forma de ignorancia de
las leyes.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Yankelevich, Jaime”, del año 1953.

Acreditada la materialidad de la infracción cabe presumir la intención de defraudar,


salvo prueba suficiente de su inocencia por el contribuyente, por lo que carece de
asidero el agravio fundado por éste en no haberse demostrado su propósito doloso.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Bacigalupo, Domingo y José”, del


año 1948.

En materia de impuestos internos, acreditada la materialidad de la infracción cabe


presumir la intención de defraudar, sin perjuicio de considerar las razones de
descargo y la prueba de inocencia del contribuyente.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Ahun Hnos.”, del año 1947.


La circunstancia de no haberse realizado el expendio de las pieles gravadas por la
ley no basta para absolver al procesado en cuyo poder fueron halladas en
infracción. Tampoco basta para absolverlo, en cuanto a las pieles vendidas sin
haber pagado el impuesto legal, la alegación de la ignorancia de la ley por ser ésta
de fecha reciente.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Real de Azúa, Julio”, del año 1946.

3. CARÁCTER PENAL DE LAS SANCIONES FISCALES.

En el campo del derecho represivo tributario rige el criterio de la personalidad de la


pena que, en su esencia, responde al principio fundamental de que sólo puede ser
reprimido quien sea culpable, es decir, aquel a quien la acción punible pueda ser
atribuida tanto objetiva como subjetivamente. Allí se trataba de un caso de infracción
por omisión, previsto en el artículo 45 de la Ley 11.683.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Casa Elen-Valmi de Claret y Garello",


del 31/3/1999.

Si bien la presunción consagrada en el artículo 25 de la Ley 11.683 (t.o. en 1978)


resulta suficiente para fundar una determinación impositiva, dicha consecuencia no
puede extenderse al campo del ilícito tributario, sin el necesario sustento de otros
elementos de prueba que permitan acreditar la existencia de una actividad dolosa
tendiente a defraudar los intereses del Fisco Nacional.
El principio de culpabilidad resulta aplicable a las infracciones tributarias. En materia
de sanciones administrativas, no le correspondería al contribuyente, por efecto de
una inversión de la carga de la prueba, desvirtuar las presunciones legales a los
fines de acreditar su falta de intención en defraudar al erario. Este sistema
probatorio presuncional ha sido establecido por la ley 11.683 (t.o. 1978) en tanto
restringido al ámbito del derecho tributario sustantivo.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Mazza, Generoso y Mazza, Alberto",


del 06/04/1989.

Las infracciones y sanciones impositivas de la Ley de Procedimientos Fiscales,


integran el derecho penal especial y les son aplicables las disposiciones generales
del Código Penal, salvo disposición expresa o implícita en contrario.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, "Usandizaga, Perrone y Juliarena


S.R.L.", del 15/10/1981. En similar sentido y del mismo tribunal, "Guillermo
Mirás S.A.C.I.F.", del 18/10/1973.

Ante el ingreso tardío de retenciones practicadas, es necesaria la exigencia del


elemento subjetivo para que se configure la respectiva infracción, pues no se
concibe que semejante penalidad pueda aplicarse en forma puramente objetiva sin
considerar para nada la culpabilidad del agente.

Así, se establece, para las sanciones administrativas, el principio de que “sólo


puede ser reprimido quien sea culpable”.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Parafina del Plata S.A.”, del


02/09/1968.

4. APLICACIÓN DE LAS INSTRUCCIONES GENERALES DE AFIP.

Con el dictado de la Instrucción General 6/2007 (AFIP), la autoridad del organismo


recaudador competente realizó una valoración general estableciendo una pauta que
debe ser seguida por sus inferiores, salvo que éstos encuentren en el caso
particular ciertas peculiaridades que destruyan esa presunción. La instrucción
general no ha sido dictada para reglar una situación contingente que se agota con
su cumplimiento sino que expresa la voluntad de la autoridad fiscal sobre cómo
deben proceder los jueces administrativos frente a todos los casos que se presenten
y que reúnan ciertas características.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, “Semisa


S.R.L.”, del 10/12/2015.

5. RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS.

En materia de contrabando, no cabe descartar la posibilidad de sancionar a la


sociedad una vez juzgado y eventualmente condenado su socio gerente. Así, sin
perjuicio de la disidencia del Dr. Zaffaroni, la Corte reconoce la responsabilidad
penal de las personas jurídicas.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Fly Machine S.R.L.”, del 30/05/2006.

6. MEDIO COMISIVO ÚNICO.

El medio comisivo de ambas infracciones materiales de la ley 11.683 (artículos 45 y


46) es la presentación de una declaración jurada, sea inexacta o sea engañosa. Es
decir, que el medio comisivo es único y el mismo para ambas figuras, de lo que se
deriva que una misma declaración jurada presentada por el contribuyente, no puede
ser omisiva y engañosa en forma simultánea, la declaración jurada es una
manifestación única que no puede ser fraccionada para su encuadramiento penal en
los distintos conceptos que lo componen, sin perjuicio que dicha división conceptual
pueda ser planteada por el organismo a los efectos de clarificar debidamente sus
impugnaciones y determinaciones. Entonces, al analizar el aspecto represivo, debe
recurrirse en el caso a las normas de aplicación subsidiaria del ordenamiento penal,
específicamente en lo atinente al concurso de figuras, resultando acertado el
artículo 54 del Código Penal, que norma especialmente el caso de que un mismo
hecho cayere bajo más de una sanción penal, prescribiendo aplicar, solamente, la
figura que fijare pena mayor.

Tribunal Fiscal de la Nación, Sala B, “Paraconcagua S.A.”, del 21/04/2004. En


igual sentido, de la Sala C del mismo tribunal, “Megafusión S.A.”, del
02/02/2006.

7. NE BIS IN IDEM.

No obstante que el alcance del principio en cuestión, debe ser reconocido en la faz
infraccional tributaria como la prohibición de la doble persecución penal, no hay
afectación a dicho principio en un caso donde no se dictó en el primer sumario que
se le instruyó a la actora un acto estatal que definiera su situación frente a la
infracción imputada, sino sólo un acto de acusación que, luego del descargo y sin
que transcurran más etapas, fue dejado sin efecto.
En segundo lugar, a diferencia de la doctrina elaborada por el Máximo Tribunal en
dos precedentes que reconocieron la afectación del principio (fallos “Alvarado,
Julio”, del 07/05/1998 y “Sandoval, David Andrés”, del 31/08/2010), si en autos
existió una retrogradación del procedimiento, fue porque la vista e imputación de
infracción no se formularon siguiendo las formas legales, lo cual aparejaba su
nulidad.
Así, no existió una modificación de los hechos mediante la declaración de nulidad en
sede administrativa, sino una errónea calificación jurídica que justamente,
fundamentó tal declaración.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala III, “Ortiz


Selva Rossana”, del 25/6/2015.

8. LEGITIMIDAD DE LAS INFRACCIONES FORMALES.

La sujeción de los particulares a los reglamentos fiscales constituye el núcleo sobre


el que gira todo el sistema económico y de circulación de bienes. La tan mentada
equidad tributaria se tornaría ilusoria de no mediar, al menos, el cumplimiento de los
deberes formales establecidos en cabeza de quienes tengan responsabilidad
impositiva. En consecuencia, el cumplimiento de los extremos formales constituye,
en materia tributaria, el instrumento que ha considerado el legislador para
aproximarse al marco adecuado en el que deben desenvolverse las relaciones
económicas y de mercado. De allí que es irrelevante que se provoque o no una
lesión patrimonial al Fisco desde que el objetivo de las sanciones a las infracciones
formales es reprimir aquellas conductas que atentan contra el correcto
desenvolvimiento de la actividad administrativa del Ente Recaudador en sus tareas
de verificación y fiscalización.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala IV,


“Telefónicas Móviles Argentina SA”, del 23/09/2014.
9. BIEN JURÍDICO TUTELADO.

El artículo 39 de la ley de procedimiento tributario establece sanciones por


incumplimiento a obligaciones de carácter formal, cuyo bien jurídico protegido es la
Administración Tributaria en sus funciones relativas a la determinación de la
obligación tributaria y a la verificación y fiscalización del cumplimiento que de ellas
hagan los responsables. Las infracciones de tal clase sancionan el incumplimiento
de los deberes establecidos como colaboración de la Administración Tributaria y no
requieren de resultado alguno, porque el solo hecho del incumplimiento implica la
falta de colaboración y, consecuentemente, la afectación del bien jurídico protegido.
Son ilícitos de pura acción u omisión y la materialidad de los hechos o la omisión
permiten presumir el elemento subjetivo culpa. Por ello, en esta clase de ilícitos, la
imputación objetiva de la conducta, al constituir el elemento que permite presumir el
elemento subjetivo necesario para la existencia de la infracción, produce la inversión
de la carga de la prueba.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala II, “Edumet


S.A.”, del 21/08/2014.

10. NATURALEZA DE LOS INTERESES RESARCITORIOS.

No cabe eximir al contribuyente que ingresó una suma inferior a la debida por un
tributo -Impuesto a las Ganancias- de los intereses resarcitorios previstos en el
artículo 42 (actual artículo 37) de la Ley 11.683, si sostuvo un criterio de
interpretación de la ley tributaria distinto del esgrimido por el juez de la causa -en el
caso, al entender que el Impuesto a los Activos era deducible de la base imponible
del Impuesto a las Ganancias, no obstante la falta de desembolso efectivo por tal
concepto-, con prescindencia de la complejidad de la cuestión debatida.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Citibank N.A.”, del 01/06/2000.

11. PRESUNCIÓN DE LA EXISTENCIA DE CULPA.

La naturaleza de las infracciones tipificadas en el artículo 39, hace que en principio,


la sola trasgresión implica la aplicación de la multa, no obstante la administración
debe valorar la conducta del infractor para la justa graduación de la misma. En
consecuencia, comprobada la existencia de elementos materiales de una infracción
a los deberes formales, le corresponde a la imputada cargar con la prueba de la
inexistencia del elemento subjetivo.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala I, “Levie


S.A.”, del 17/06/2014.
12. INEXISTENCIA DE ERROR EXCUSABLE.

La circunstancia de que haya emitido una opinión el área de “operaciones


internacionales” de la AFIP no prueba per se la complejidad interpretativa ni el
estado de incertidumbre que alegó el banco actor. Ello es así, por cuanto el agravio
expresa una-equivocada- identidad entre las consultas que, en el marco del
procedimiento administrativo, pueden realizar los órganos del ente fiscal con el
objeto de formar la decisión administrativa y los supuestos de error excusable;

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala I, “Banco


Piano S.A.”, del 12/03/2015.

Quien pretenda exculparse en el campo de las obligaciones fiscales de carácter


formal, deberá acreditar de un modo fehaciente que, a pesar de haber actuado con
la debida diligencia, no tuvo la posibilidad real y efectiva de comprender el carácter
antijurídico de su conducta.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala I, “Los


Lupinos del Sur”, del 19/06/2014. En igual sentido, de la misma Sala, “B de T
S.A.”, del 11/08/2011.

13. POSIBILIDAD DE APLICAR EL ERROR EXCUSABLE.

El error o ignorancia respecto de las obligaciones impuestas por el organismo fiscal


puede constituir una causal de exculpación, toda vez que el principio de
culpabilidad, que exige, como presupuesto para la aplicación de una sanción, la
posibilidad real y efectiva de ajustar la conducta individual a los mandatos de las
normas jurídicas, rige en el campo del derecho represivo tributario (con cita, entre
otros, del leading case “Usandizaga, Perrone y Juliarena S.R.L”, CSJN, Fallos,
303:1548).

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala I, en el citado


fallo “Los Lupinos del Sur”, del 19/06/2014.

14. FALTA DE PRESENTACIÓN DE DECLARACIÓN JURADA INFORMATIVA.

Es correcta la aplicación de multa sustentada en el artículo 38 bis, ya que la


responsable se encontraba incluida en el régimen de información previsto en la
Resolución General 2371/2007 (AFIP), puesto que la misma obliga expresamente a
las inmobiliarias a informar el incumplimiento del deber de obtener el COTI de sus
clientes.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala III,


“Administración Baigum SH”, del 03/03/2015.

15. APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 39 COMO SANCIÓN GENÉRICA.


La multa aplicada por el fisco, con sustento en el artículo 39 de la Ley 11.683, a un
contribuyente que conservó los talonarios de las facturas con Código de
Autorización de Impresión vencido y que no fueron inutilizados con la leyenda
“anulados”, debe ser confirmada, pues el aspecto objetivo de la infracción quedó
configurado con el incumplimiento a lo dispuesto en la reglamentación vigente,
siendo irrelevante que se hubiera provocado o no lesión patrimonial al fisco.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala V, “J y F


Toys S.R.L.”, del 05/07/2016.

16. INCUMPLIMIENTO DE REQUERIMIENTOS.

Corresponde confirmar dos multas con sustento en el artículo 39, por el


incumplimiento a requerimientos de la AFIP, en tanto que los mismos no resultan
excesivos o desmesurados y siempre que se le haya otorgado al contribuyente el
plazo previsto por la Ley de Procedimientos Administrativos para su contestación.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala V, “Exagrind


S.A.”, del 27/04/2010.

17. APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 39 BIS.

La omisión de presentar en término la declaración jurada informativa del Régimen


de la Resolución General 4120/96 (DGI), cuya presentación fue efectuada con
posterioridad a la iniciación del sumario, es merecedora de sanción, pero no por el
tercer párrafo del artículo 39, sino conforme a los parámetros establecido en el
artículo agregado a continuación del 39 de la Ley 11.683 (artículo 39 bis), según la
reforma introducida por la ley 25795, en atención a que la misma resulta más
benigna.

Tribunal Fiscal de la Nación, Sala A, “Deep Clean System S.R.L.”, del


03/12/2007.

18. LEGITIMIDAD DE LA CLAUSURA.

El interés público comprometido en el cumplimiento de las obligaciones tributarias


justifica el establecimiento de los deberes de colaboración con al Administración
tributaria, en sus funciones de comprobación. La Corte Suprema, en oportunidad de
considerar constitucionalmente legítima la sanción de clausura establecida en el
artículo 44 de la Ley 11.683 – artículo 40 del t.o. en 1998 – por el incumplimiento de
normas reglamentarias sobre facturación y registración de operaciones, destacó que
no aparecía exorbitante, ante la finalidad de combatir la evasión fiscal, que el
legislador castigara con la sanción en cuestión la no emisión de facturas o
comprobantes en legal forma, pues aunque se trata de un incumplimiento de
deberes formales, es sobre la base de la sujeción a tales deberes que se aspira a
posibilitar el ejercicio de una adecuada actividad fiscalizadora, finalidad que, en sí,
se ve comprometida por tales comportamientos omisivos.

La sanción de clausura por infracciones meramente formales no resulta


desproporcionada ni entra en pugna con los derechos y garantías resguardados en
la Constitución Nacional en tanto su aplicación deje margen para ponderar las
peculiaridades del caso y para considerar las causales de exención que pudieran
caber (voto de los Dres. Belluscio y Petracchi, considerando 7º).

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Mickey S.A.”, del 05/11/1991.

19. INAPLICABILIDAD DEL NON BIS IN IDEM.

No se puede considerar que la previsión legal de multa y clausura signifique una


violación al principio non bis in idem, habida cuenta de que dicho principio prohíbe la
aplicación de una nueva sanción por un mismo hecho ya juzgado y castigado (Fallos
- T. 311 - pág. 1541) y, en cambio, el sistema sancionatorio del artículo 44 (actual
artículo 40) de la Ley 11.683 no establece dos sanciones diferentes, sino una única
sanción que se concreta de dos modos diversos, lo cual es una modalidad común
en las leyes penales y contravencionales, admitida incluso en el Código Penal en
diversos artículos (prisión y multa, prisión e inhabilitación, multa e inhabilitación).

Juzgado Federal de Paraná Nº 1, “Barbagelata de Marco, Elsa”, del 11/07/1997.

20. FALTA DE EMISIÓN DE FACTURAS.

Ante la sanción de clausura por la no emsión de facturas en forma reglamentaria, el


Alto Tribunal de Justicia concluyó que si bien el artículo 18 de la Constitución
Nacional proscribe la aplicación analógica o extensiva de la ley penal, ello no impide
su razonable y discreta interpretación tendiente al cumplimiento de los propósitos de
sus preceptos.

Por otra parte, el tipo infraccional que se examina en el caso se integra con la
Resolución General 3419 (DGI), la que con total claridad prescribe tanto la
obligatoriedad de emitir facturas, excepto en los casos que ella misma establece
(Art. 2º y 3º), cuanto la de cumplir con ciertos requisitos y formalidades al emitir los
respectivos comprobantes (Art. 5º y 6º).

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Relojerías Fernández S.C.A.”, del


10/12/1997.

21. INCUMPLIMIENTO DE LAS FORMALIDADES DE FACTURACIÓN.


El hecho imputado es la no emisión de facturas o comprobantes equivalentes con
los requisitos y condiciones que establece la reglamentación dictada por el órgano
administrativo (Resoluciones Generales 4104 DGI y 259/98 AFIP). No está en
cuestión el hecho de si se entregó o no una factura, o su correspondiente
registración contable, sino la ausencia de las formas requeridas por la
reglamentación mencionada.

Cámara Nacional en lo Penal Económico, Sala A, “Abadi, Ernesto Fabián”, del


26/09/2000.

22. TRASLADO DE MERCADERÍAS.

El traslado de mercadería que no se encuentra respaldado por el remito


correspondiente constituye una infracción a las formas que el organismo
administrativo ha fijado para ejercer las funciones de contralor, y tiene adecuación
típica en lo prescripto por el artículo 40, inciso c), de la ley 11.683, integrado con lo
establecido por los artículos 27 y 28, inciso a), de la Resolución General 1415
(AFIP).

El argumento de la defensa de atacar la validez de la Resolución General, no puede


prosperar, pues no vulnera el principio de legalidad previsto por el artículo 18 de la
Constitución Nacional la circunstancia de que por vía reglamentaria, se complete la
descripción del tipo legal cuando la ley lo autoriza expresamente. (in re CSJN Fallos:
148:430, 270:42, 280:25, entre otros).

Cámara Nacional en lo Penal Económico, Sala B, “Minetti, Octavio Andrés”,


del 16/06/2011.

23. CONTROLADOR FISCAL.

Corresponde confimar la multa impuesta por la AFIP y revocar la sanción de


clausura, con sustento en el artículo 49 de la ley 11.683, considerando que la
transgresión (emisión de comprobantes sin controlador fiscal) tuvo lugar a pocos
meses de iniciada la actividad comercial de la contribuyente, que, con posterioridad,
el Organismo recaudador habilitó el controlador fiscal que se había utilizado para
emitir los comprobantes efectuados manualmente cuestionados, y que la
contribuyente carecía de antecedentes computables.

Cámara Nacional en lo Penal Económico, Sala A, “Thames 2212 SRL”, del


19/05/2016.

24. AGENTE FEDATARIO.


Se convalidó la denuncia anónima como un antecedente fiscal, para convalidar la
aplicación del agente fedatario. Ello, en sustento no solo de la validez intrínseca de
dicho instrumento (voto del Dr. Grabivker), sino también en que, sin perjuicio de la
invalidez de dicho tipo de denuncias, tal situación no acarrea nulidad alguna, ni
tampoco posee necesariamente un valor probatorio (voto del Dr. Repetto).

Cámara Nacional en lo Penal Económico, Sala B, “Almenir S.R.L.”, del


14/02/2014. Del mismo tribunal, en idéntico sentido, “Pippo S.A.”, del
10/12/2007.

Las denuncias por las cuales se da cuenta que en dos oportunidades, la rubrada no
habría emitido espontáneamente comprobantes con las formalidades exigidas por la
normativa vigente, acompañadas de elementos que las sustentarían (tickets no
válidos como facturas), tienen entidad suficiente para habilitar al juez administrativo
a utilizar la atribución de excepción y de uso prudente y restrictivo de autorizar a los
inspectores a actuar como compradores de bienes, con el fin de constatar el
cumplimiento de las normas establecidas por la AFIP en materia de facturación de
conformidad a lo previsto por el artículo 35, inciso g) de la ley 11.683.

Cámara Nacional en lo Penal Económico, Sala B, “Penibianc S.R.L.”, del


04/07/2007.

No resulta admisible la pretensión de que el artículo 35, inciso g), se descalifique


desde el punto de vista constitucional, pues por aquélla no se afecta el
reconocimiento de algún derecho concreto, ni se ocasiona un perjuicio a quien
pretende aquella declaración.

Cámara Nacional en lo Penal Económico, Sala B, “Mente Abierta S.A.”, del


28/12/2006.

25. QUEBRANTAMIENTO DE CLAUSURA.

La competencia asignada a los Jueces en lo Penal Económico de Capital Federal y


a la Justicia Federal del resto del país para entender en los sumarios en los que se
investigue el incumplimiento de una clausura en los términos del artículo 44 de la ley
11.683 no resulta inconstitucional, ni violenta la forma federal de gobierno, ni se
invaden las facultades no delegadas por las Provincias.

En este tipo de infracciones, se aplica la ley nacional de procedimientos tributarios y


se investiga la posible comisión de un quebrantamiento de la sanción impuesta en el
marco de un sumario por el apartamiento de las obligaciones allí dispuestas, por lo
que existe una íntima relación con la integración del Tesoro de la Nación.

Es decir que, en virtud de la expresa concesión hecha por las Provincias hacia la
Nación en materia tributaria, la intervención de la Justicia Federal en la investigación
y juzgamiento del injusto previsto en el artículo 44 de la ley 11.683 se encuentra
habilitada.
Cámara Federal de San Martín, Sala I, “Gormaz, José Luis”, del 12/02/2002. En
igual sentido, Cámara Nacional en lo Penal Económico, Sala B, “Ritorto,
Diego”, del 03/08/2000.

26. CLAUSURA PREVENTIVA.

La clausura preventiva se estableció una hora y cuarto después de haber iniciado el


sumario por la presunta comisión de la infracción al artículo 40, sin verificar los
extremos legales que habilitan su procedencia, es decir si el contribuyente
registraba antecedentes de haber cometido esa falta con anterioridad, y expresado
sin fundamento alguno que existía un “grave perjuicio a las tareas de verificación y
fiscalización” y que se trataba de “una maniobra de probable continuidad”.
Lo expresado al respecto por el a quo (Cámara Federal de Apelaciones de
Córdoba), implica que la clausura preventiva fue indebidamente dispuesta por los
funcionarios de la AFIP, ya que no estaban reunidos los recaudos establecidos a tal
efecto por el art. 35, inciso f), de la ley 11.683. Resulta claro que tal fundamento es
suficiente, por sí solo, para dejar sin efecto esa clausura, con abstracción de la
opinión que pueda sostenerse en orden a la validez o invalidez constitucional de la
mencionada norma.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Barolo, Guillermo A. por El Lomo y


Cía. SRL”, del 02/12/2008.

Corresponde revocar la declaración de insconstitucionalidad del artículo 35, inciso f)


de la ley 11.683, por parte del juzgado de primera instancia, en tanto que la clausura
preventiva de un establecimiento comercial tiene como finalidad hacer cesar de
inmediato las consecuencias lesivas que ocasionan algunas conductas y situaciones
de los contribuyentes al bien jurídicamente protegido, que en ocasión de una
inspección se ha verificado en el mismo lugar.
En este sentido, el legislador ha considerado que los bienes jurídicamente
protegidos por la ley 11.683 son la intangibilidad de la renta pública y la protección
del cumplimiento de las obligaciones formales que tienen a su cargo los
contribuyentes.
Asimismo, resulta fundamental que los funcionarios ajusten su conducta con estricto
apego a lo exigido por el art. 75 de dicha ley, debiendo conducirse con suma
celeridad y comunicar en forma inmediata la medida al juez competente, para que
sea posible el control judicial; entonces, el instituto de la clausura preventiva es
constitucional siempre que la medida se disponga por un tiempo prudente y
razonable, durante el cual la autoridad judicial pueda revisarla

Cámara Federal de Córdoba, Sala A, “Esa SA – Bar Argentino”, del 24/10/2017.

La procedencia de la aplicación de las clausuras preventivas deberá encontrarse


indisolublemente ligada a la constatación de infracciones cuya aptitud lesiva no se
agote con su simple comisión, sino que lo que en verdad corresponderá evaluar es
la posibilidad de sus persistencia o reiteración a futuro y la consecuente necesidad
de evitar ese riesgo mediante la aplicación de la medida preventiva.

Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nº 5, “Rubmar SRL”, del 15/02/2017.

Corresponde mantener la clausura preventiva dispuesta por la AFIP, a una


contribuyente que no emitió comprobantes en las formas establecidas por dicho
Organismo, hasta tanto la situación sea regularizada mediante la correcta validación
de los controladores fiscales.
En tal sentido, el requisito de la gravedad de la infracción prevista en el el artículo
35, inciso f), de la Ley 11.683, se encuentra ínsita en las caracteristicas de la
misma, puesto que ante tal situación la contribuyente no ingresa sus obligaciones.

Juzgado Federal de Rosario Nº 4, Secretaría Nº 1, “Complejo Schlua S.A.”, del


30/01/2017.

No puede imponerse al Fisco la realización de un esfuerzo más allá de lo normal


para perseguir el cobro de deudas tributarias, pues ello impondría obligar al Fisco a
tolerar la explotación emprendida por un prestanombre y desarrollar toda su
actuación fiscalizadora sobre un contribuyente ficticio y al que se lo ha inhabilitado
para operar en el comercio conforme resulta de la inactivación de la CUIT, que no
solo resulta reconocido por el contribuyente sino que participa de los principios de
legitimidad y ejecutoriedad propios de todo acto o decisión administrativa. Ello irroga
un claro e inadmisible perjuicio con el consiguiente desgaste de esfuerzos estériles
del organismo lo que se procura aventar a la medida cautelar que aquí se hubo
autorizado.

Juzgado Federal de Mar del Plata Nº 1, “Deleites del Cabo S.A.”, del
20/02/2015.

27. DECOMISO

El decomiso es una consecuencia accesoria a una pena principal, de carácter


retributivo, que constituye un efecto de la sentencia condenatoria cuando, se
configuran las condiciones previstas en la disposición mencionada.

Cámara Nacional de Casación Penal, Sala IV, “Jerez, Víctor E.”, del 08/09/2003.

28. INFERENCIA DE LA CULPA. ACREDITACIÓN.

Si bien es correcto que las infracciones deben ser imputables tanto objetiva como
subjetivamente para justificar la imposición de una sanción, el artículo 45 no exige
una intención dolosa, sino que resulta suficiente la culpa del contribuyente en el
cumplimiento de sus obligaciones fiscales. Es la actora quien debe demostrar la
falta del elemento subjetivo requerido para tener por configurado el ilícito que se le
imputa, en atención a la inversión de la carga de la prueba que se produce en las
infracciones tributarias, sin que la recurrente haya arrimado elementos que sirvan
para desvirtuar la pretensión tributaria en que se funda la sanción.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala V, “Sindicato


Petrolera de Córdoba”, del 26/03/2016. En igual sentido, Sala IV, “La Rueca
Porteña S.A.”, del 27/10/1998, Sala II, "Velocidad Tiempo Cero S.A.", del
28/06/2007 y Tribunal Fiscal de la Nación, Sala D, “Arepo S.R.L.”, del
21/05/2012.

29. REENCUADRE DE LA CONDUCTA DOLOSA EN CULPOSA.

La Cámara dio la razón al Fisco en cuanto al incorrecto reencuadre de la conducta


en el artículo 45, por lo que resultó correcta la sanción por una infracción de carácter
doloso. En efecto, consideró que como resultado de las tareas de fiscalización
efectuadas, pudo determinarse un impuesto superior a 300 veces el declarado por el
contribuyente, siendo evidente la grave contradicción existente entre los
antecedentes y los datos que surgen de las declaraciones juradas, cuya inexactitud
se encuentra en manifiesta disconformidad con las normas legales y reglamentarias
aplicables al caso.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala IV,


“Chiaradía, Vicente Luciano”, del 10/02/2015.

30. DECLARACIÓN JURADA RECTIFICATIVA. CONSUMACIÓN DE LA


INFRACCIÓN.

En el artículo 45 de la ley 11.683 se reprime la omisión culposa en el pago de


tributos mediante la falta de presentación de declaraciones juradas o por ser
inexactas las presentadas. Así, de su texto, surge que esa omisión se consuma en
el momento del vencimiento del plazo para el ingreso del tributo correspondiente,
independientemente de la actitud desplegada por el contribuyente una vez
presentada, o no, la declaración jurada originaria.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala V, “Italcred


S.A.”, del 28/04/2016.

31. ERROR EXCUSABLE.

Cabe admitir la existencia de un error excusable, con origen en la complejidad y las


dificultades propias de la cuestión debatida, que quedó demostrada por el dispar
tratamiento y las encontradas soluciones a las que llegaron los tribunales de las
anteriores instancias.

En el presente, por un lado por la complejidad en la interpretación de las normas en


trato, el Tribunal Fiscal revocó el ajuste fiscal, y la Cámara confirmó lo actuado por
el Fisco, que en su faz sustantiva fue ratificado esto último por el Alto Tribunal.
Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Astra CAPSA”, del 02/03/2011.

El contribuyente que pretende ser exculpado con motivo de la falta de cumplimiento


de sus obligaciones fiscales, basándose en la ignorancia o error acerca del carácter
ilegítimo de su conducta, debe acreditar de modo fehaciente que, a pesar de haber
actuado con la debida diligencia, no tuvo la posibilidad real y efectiva de comprender
el carácter antijurídico de su conducta.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Morixe Hnos. S.A.C.I.”, del


20/08/1996.

Es razonable admitir que el contribuyente pudo haber incurrido en error excluyente


de responsabilidad, toda vez que por los informes producidos por Argentores, la
obra se encontraba inscripta como libreto teatral. Además, por la existencia de notas
en las que se reclama la falta de pago por los derechos de autor, pudo entender que
le correspondía la exención prevista en el decreto 1251/1958.

Tribunal Fiscal de la Nación, Sala A, “Sánchez, Roberto", del 28/04/2004.

La Administración Fiscal emitió una serie de pronunciamientos, en algunos casos


favorables a la tesis de la actora, situación que obligó al dictado del Decreto
644/1997, que expresamente excluyó de la exención a lo publicitario, lo que implicó
una dificultad interpretativa que pudo inducir al contribuyente al error eximente de
responsabilidad.

Tribunal Fiscal de la Nación, Sala B, “Cine del Parque S.R.L.”, del 28/05/2002.

32. ILÍCITO POR OMISIÓN DEL AGENTE DE RETENCIÓN O PERCEPCIÓN.

Acreditado el incumplimiento de la obligación legal que pesa sobre el agente de


retención, la posibilidad de que el Fisco impugne en el balance fiscal el gasto
realizado por aquel (conforme al artículo 40 de la Ley del Impuesto a las Ganancias)
excede el mero interés patrimonial que es protegido por otras disposiciones del
ordenamiento jurídico al consagrar la responsabilidad solidaria por el tributo omitido
(artículo 8, inciso c) del a Ley 11.683) y, en consecuencia, funciona como un castigo
al infractor, cuya finalidad es restaurar el orden jurídico infringido, y no reparar un
perjuicio o constituir una fuente de recursos para el erario.

Por su parte, la Procuradora General de la Nación señaló: “... a diferencia de lo que


ocurre con el artículo 37 de la misma ley, no se procura aquí la íntegra percepción
de la renta fiscal en una particular situación -falta de individualización del
beneficiario de la renta-, sino que se persigue la represión de una conducta ilícita
-omisión de actuar como agente de retención- con un alcance eminentemente
punitivo”.
Corte Suprema de Justicia de la Nación, “San Juan SA”, del 27/10/2015.

33. RÉGIMEN INFRACCIONAL DE ANTICIPOS Y PAGOS A CUENTA.

La solución alcanzada con base en la ley impositiva conduce a resguardar la


naturaleza reconocida a los anticipos y los fines tenidos en mira al instituirse
aquéllos (Fallos: 302:504) a la vez que impide otorgar al contribuyente que no
cumple sus obligaciones un beneficio del que no gozan quienes las observan con
arreglo a las leyes que gobiernan la materia, consistente en el uso del capital por el
período transcurrido entre el vencimiento de cada anticipo y la fecha del hipotético
pedido de devolución de las sumas ingresadas en exceso, en principio posterior al
vencimiento general.

Si bien luego de vencido el término para presentar la declaración jurada del período,
y presentada o determinada de oficio la misma, el Fisco no pueda reclamar el pago
de anticipos, por ausencia del presupuesto de exigibilidad de los mismos, no se ve
alterada la situación originada en la mora de su ingreso, en virtud de ostentar dichos
anticipos el referido carácter de obligaciones de cumplimiento independiente.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Francisco Vicente Damiano S.A.”,


del 06/10/1981.

Ante la ausencia de norma que exonere de los anticipos, en el supuesto de que el


gravamen que se adeude según la liquidación final del ejercicio fuere menor que las
cantidades anticipadas, y atendiendo al carácter que se reconoció a los anticipos,
como obligaciones de cumplimiento independiente, con individualidad y fecha de
vencimiento propias (Fallos 285:117), cuya falta de pago en término da lugar a la
aplicación de intereses resarcitorios y actualización monetaria, resulta inviable la
repetición de los intereses resarcitorios abonados por el contribuyente y exigidos por
la Dirección General Impositiva en los términos de la Resolución General 1700
(DGI) por anticipos no declarados.

Más aun, cuando en la especie excedieron, al igual que la actualización, el impuesto


al valor agregado que se liquidó al final del ejercicio, lo que importa tanto como
afirmar que la proporción de intereses correspondientes a los saldos acreedores del
contribuyente no constituye crédito a su favor.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Cristalería de Cuyo S.A.”, del


08/06/1980.

34. DESCRIPCIÓN DE LA CONDUCTA DEFRAUDATORIA.

La defraudación fiscal se configura, entonces, con la comisión de un artificio, de un


engaño, de una conducta dirigida a evadir el tributo y evitar las consecuencias
sancionatorias.
De este modo, se requiere: 1) la existencia de un ardid o engaño desplegado por el
sujeto activo del ilícito; 2) un error de la víctima del ilícito, y 3) la existencia de una
lesión ocasionada al patrimonio del sujeto pasivo del ilícito.

Así como la omisión de pago de impuestos presupuesto de hecho descripto en el


artículo 45, es una figura cuyo elemento intencional surge del acaecimiento del
hecho mismo -por presumirse la existencia, al menos, de negligencia en la
presentación de las declaraciones juradas-, en la figura de la defraudación, la
intención dolosa ha de ser probada por la Administración. La presunción de dolo en
las infracciones tributarias ha de ser desechada, sin más, por ser contraria a
elementales principios constitucionales de presunción de inocencia en materia
penal.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, “Matelec


S.A.”, del 21/04/2016, con cita del precedente de la Sala V de la misma Cámara,
“Batello, Tarcisio”, del 29/03/1999.

La defraudación fiscal se configura con la comisión de un artificio, de un engaño, de


una conducta dirigida a evadir el tributo y a evitar las consecuencias sancionatorias.
La existencia de dicha conducta comprensiva del elemento intencional puede
considerarse probada si se atiende a que las deducciones practicadas en concepto
de hotel y bar fueron efectuadas en manifiesta discordancia con lo dispuesto por las
respectivas normas del impuesto al valor agregado y a las ganancias, las que son
suficientemente claras e impiden una interpretación diferente, por lo que la conducta
adoptada por el contribuyente contraría indudablemente lo prescripto, no admitiendo
excusa para la eximición de la pena.

A mayor abundamiento, se destacó que el recurrente conformó el criterio fiscal


presentando declaraciones juradas rectificativas, por lo que no alcanza la simple
alegación de la falta de intención de defraudar, pues no discutió la procedencia de
las deducciones.

35. DOCTRINA DEL ARDID IDÓNEO. ACEPTACIÓN Y RECHAZO.

No toda falta de pago intencional del impuesto adeudado constituye un supuesto de


defraudación fiscal, sino solo aquella evasión que va acompañada de un artificio
dirigido a evadir el tributo; al no describirse en que consistió el comportamiento del
actor efectuado con la intención de inducir al Fisco en error, corresponde revocar la
sanción aplicada.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala I, “Georgalos


Hnos. S.A.I.C.A.”, del 01/10/2008.

A partir de la lectura del artículo 13 de la ley 11.683, debe considerarse la doctrina


que entiende que la declaración jurada hace responsable al declarante por el
gravamen que de ella resulte, sin perjuicio de las facultades de verificación que le
competen a la DGI, pero además, también lo responsabilizan por la exactitud de los
datos que ella contenga y más aún, esta responsabilidad subsiste, aun cuando se
presente una declaración jurada rectificativa; por otra parte, el formulario de la
declaración jurada trae impresa la declaración —que hace suya el responsable de
firmar—, de que los datos consignados son correctos y completos, que no se ha
omitido o falseado ninguno de ellos, siendo fiel expresión de la verdad.

De este modo, procede confirmar la multa del artículo 46, aplicada a un


contribuyente que presentó sus declaraciones juradas en “cero”, y luego
rectificativas, ya que los elementos obrantes en la causa resultan suficientes para
satisfacer la pretensión fiscal motivada en la imputación dolosa, considerando
especialmente las diferencias detectadas por la inspección que originaron la
presentación de las rectificativas.

Tribunal Fiscal de la Nación, sala B, “Matafuegos Mar del Plata S.A.”, del
03/12/2010, del voto en disidencia parcial del Dr. Castro, con cita del
precedente del mismo Tribunal, "Paz Anchorena, J. M.", del 17/11/1976.

36. FALTA DE DOCUMENTACIÓN RESPALDATORIA.

Debe confirmarse la multa aplicada por el Fisco en el impuesto al valor agregado,


con sustento en los artículos 46 y 47 incisos a) y b) de la ley 11.683, al
contribuyente que se le impugnaron créditos fiscales ante la falta de documentación
respaldatoria, pues, el aspecto material de la infracción quedó acreditado con la
presentación de las declaraciones juradas rectificativas, omitiendo el actor
demostrar la ausencia de dolo en su accionar.

Tribunal Fiscal de la Nación, Sala A, “Dalmolin, Pedro”, del 12/03/2007.

37. FACTURACIÓN APÓCRIFA.

Debe revocarse el fallo del Tribunal Fiscal, y de este modo confirmar la multa
aplicada por defraudación, en virtud de la aplicación del inciso b) del artículo 47, en
un caso donde se utilizó facturación apócrifa con el propósito disminuir su carga
tributaria.

Al respecto, cabe destacar que la existencia de pagos en efectivo -admitida por el


contribuyente- que resultó capital tanto el análisis de los cheques librados para
cancelar las operaciones impugnadas, que arrojó que fueron cobrados por terceros
del entorno del contribuyente en dos de las tres operaciones impugnadas, así como
la magnitud de las diferencias declaradas en las declaraciones rectificativas
presentadas luego de la inspección, que conjugadas autorizan a tener por
configurada la grave incidencia sobre la determinación de la materia imponible a la
que alude presunción del mencionado inciso.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala III, “Álvaro,


Raúl Omar”, del 03/03/2015.
38. DECLARACIONES JURADAS EN CERO.

La recurrente no logró acreditar la falta de intencionalidad en su conducta, en


especial si se tiene en cuenta que, tal como se dijo anteriormente, sus declaraciones
juradas originales fueron presentadas con saldo "cero".

En tal sentido no se puede soslayar que no resulta justificativo alguno el haber


presentado intencionalmente las declaraciones juradas con saldo en cero "por
carecer de los números finales del ejercicio", pues éstas son cuestiones que debe
prever para cumplir con sus obligaciones adecuadamente, en especial cuando el
principio en el sistema de la ley 11.683 es el de la autodeterminación del impuesto.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, “Business


Professional Group IT S.A.”, del 11/12/2012.

39. DECLARACIONES JURADAS RECTIFICATIVAS.

La conformidad de la contribuyente, mediante la presentación de declaraciones


juradas rectificativas, implica reconocer que las declaraciones juradas primitivas no
se correspondían con la realidad impositiva, quedando de este modo comprometida
su responsabilidad por la inexactitud de sus declaraciones.
Los hechos ponderados por la fiscalización en el informe final, como ser que los
proveedores se encuentran incluidos en la base apoc o negaron haber operado con
el contribuyente, no sólo desmienten que el ajuste se fundara únicamente en la
documentación proporcionada por aquel, sino además que resultan suficientes para
considerar que se encuentra presente el ardid o engaño necesario para generar el
error en el organismo recaudador.
Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala III, “Perales
Aguiar SA”, del 08/11/2016.

40. SUPUESTOS LEGALES QUE PERMITEN INFERIR EL DOLO.

Para que la figura de la defraudación fiscal del artículo 46 resulte procedente, debe
verificarse la realización del tipo objetivo, la inexistencia de causales de justificación,
que el sujeto sea imputable y que se compruebe en forma directa la presencia de
dolo en su accionar. Para la aplicación de dicha figura se debe contar con el
sustento de otros elementos que acrediten la existencia de una actividad dolosa
tendiente a defraudar los intereses del Fisco, ya que no resultan suficientes los
mismos que han sido tenidos en cuenta a efectos de determinar el impuesto omitido.
Más aún, con respecto al elemento subjetivo del ilícito, se ha interpretado que se
requiere no solo la intención (dolo) de evadir el pago del impuesto, sino que también
se exige un plus representado por la existencia de un ardid o engaño realizado por
el sujeto activo del ilícito con el objeto de generar un error en la víctima de aquel. No
toda falta de pago intencional del impuesto adeudado constituye un supuesto de
defraudación fiscal, sino solo aquella evasión que va acompañada de un artificio
dirigido a evadir el tributo.
De la lectura del acto se extrae que la Administración no ha expresado, o sólo lo ha
hecho escuetamente, las razones por las que la conducta del contribuyente queda
comprendida en el inciso a) del artículo 47, de manera tal que haga operativa la
presunción. La AFIP debió probar por qué la contradicción era grave, calificativo que
exige el legislador en el citado inciso.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala III, “Adi,


Alberto Rachit, del 06/02/2015. En similar sentido, el precedente de la Sala II
de la misma Cámara, “Seler S.A.”, del 10/05/2012.

La consecuencia de la existencia de estas presunciones legales contenidas en el


artículo 47, consiste en que una vez que el Fisco ha probado que en el supuesto
bajo examen se configura alguno de los casos previstos en los cinco incisos que
contiene la norma, se presume que el infractor ha tenido dolo de realizar la
defraudación, y será éste quien deberá probar la inexistencia de dicha intención
dolosa.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala V, “Beleza


S.A.”, del 24/06/2005.

Cada uno de los distintos supuestos del artículo 47 tiene su individualidad y requiere
que en su aplicación, por el principio de tipicidad penal, exista un estricto ajuste
entre la norma y los hechos.

En el inciso a) del artículo 47, se realiza una confrontación entre las registraciones y
documentaciones, y con la declaración jurada con datos de allí extraídos, siendo
necesario que de dicha comparación surja "una grave contradicción" todo lo que
debe ser debidamente explicado por el juez administrativo al momento de aplicar la
sanción a excepción de algún caso donde dicha situación surja con absoluta
evidencia. Como puede observarse, no es la simple contradicción lo que funda el
presupuesto de hecho, sino que la misma requiere "gravedad" que puede surgir por
ejemplo de los montos que se omiten, o de la cantidad de comprobantes que no han
sido receptados en la declaración jurada.

En el inciso b) ya no se confronta la documentación con la declaración jurada sino


que es aquella la que se juzga en su exactitud valorándose si contiene datos
inexactos u omisiones totales o parciales. Al igual que en el inciso a) es necesario
que el juez administrativo también fundamente que la merma de materia imponible
reúne la calidad de "grave", lo que también podrá juzgar en base a montos y/u
operaciones omitidas de registrar, siempre dando la debida explicación.

En el inciso c) en realidad contiene una remisión al inciso a) (inexactitud en las


declaraciones juradas) y al inciso b) (documentos que le sirvan de base), pero
observado el fenómeno desde otra perspectiva: la disconformidad con las normas
aplicables. Ahora bien, si no se precisa el concepto pareciera que este inciso sería
de aplicación en todos los supuestos, pues es evidente que siempre que hay una
diferencia en menos de impuesto, es que las normas se han aplicado
"disconformemente", lo que no ha sido esa la intención del legislador pues para ello
usó un sistema taxativo en el artículo que indica que se trata de supuestos distintos
y el matiz diferencial está dado, por el hecho de que la disconformidad sea
"manifiesta", lo que exige que la disconformidad sea casi radicalmente opuesta a lo
que la norma dice y no se trate de problemas de dudosa interpretación.

En el inciso d) exige que el Fisco acredite que el contribuyente tiene una entidad
jurídica (por ej.: SA) o económica (importancia de su movimiento e inversión) que
sea imposible pensar que pueda actuar sin necesidad de la documentación
necesaria para ello, sin causa que lo justifique.
Finalmente, en el inciso e) se aparta del método utilizado en los casos anteriores
donde de una situación objetiva se deriva a una subjetividad dolosa por presunción
legal, mientras que en este supuesto, el legislador, consideró que el presupuesto de
hecho base de la presunción de dolo es casi la misma conducta dolosa. Obsérvese
que expresa que se "declaren" o "hagan valer" ciertas formas o estructuras
inadecuadas o impropias que "oculten" o "tergiversen" la realidad. El supuesto se
dirige a conductas concretas de los contribuyentes, tales como declarar, hacer valer,
ocultar o tergiversar donde el legislador prácticamente ha superpuesto esta
conducta con la del artículo 46, ya que la valoración de dichas acciones, en nada ha
aliviado, para el Fisco, la inversión de la carga de la prueba del dolo que estatuye el
artículo 47.

41. DEFRAUDACIÓN FISCAL DEL AGENTE DE RETENCIÓN O PERCEPCIÓN.


LA APROPIACIÓN INDEBIDA DE TRIBUTOS.

Corresponde revocar la multa aplicada por la AFIP en los términos del artículo 48
por el ingreso extemporáneo de las retenciones practicadas, toda vez que con los
elementos arrimados a la causa en el caso, copia del acuerdo celebrado para
rebajar provisoriamente los salarios del personal, suspender a la totalidad de éstos
durante algunos días al mes y despedir a varios de ellos- la actora probó la crisis
económica y financiera alegada, correspondiendo que sea exculpada por la mora
incurrida, máxime cuando el lapso transcurrido fue menor a quince días hábiles, lo
cual resulta insuficiente para que haya podido usufructuar las retenciones
declaradas en término.

El imputado optó por asignar los recursos de los que disponía su empresa a cubrir
rubros que consideró absolutamente esenciales para la continuidad de sus
actividades; tuvo como objetivo primordial, según lo protestó enfática y
coherentemente, mantener la fuente de trabajo para varios centenares de obreros y
empleados.

Y al efectuar esa opción sacrificó un bien jurídico de jerarquía por lo menos


equivalente al que procuró salvar, lo cual encuadra en lo que doctrinariamente se
conoce como estado de necesidad disculpante, según cuyas reglas no es exigible al
sujeto activo que actúe de modo heroico al destruir el bien jurídico propio para
salvar el ajeno o, lo que viene a tener idéntica solución, que al obrar en el marco de
una colisión de intereses equiparables acierte al escoger aquel que debe ser
salvado.

Tribunal Oral en lo Criminal Federal de San Martín N° 1, “Adot, Oscar Gabriel”,


del 22/02/1995, del voto del Dr. Costa.

42. NULIDAD POR FALTA DE INSTRUCCIÓN SUMARIAL.

En el marco de una sanción en concepto de recargos por impuesto a las ganancias


eventuales correspondientes al período fiscal 1966, al no haberse corrido al
contribuyente la vista previa al sumario respectivo, ha viciado de nulidad todo el
procedimiento seguido y ha teñido del mismo vicio la resolución venida en
apelación.

La garantía del debido proceso legal exigida por el artículo 18 de la Constitución


Nacional y expresamente reiterada por la ley 11.683, en sus artículos 66 a 70, rige
bajo pena de nulidad absoluta para poder aplicar las sanciones previstas por la ley,
se trata de las distintas multas o de los recargos por mora.

El régimen de los recargos está informado del principio de legalidad que rige en
materia tributaria. La aplicación de una pena requiere el máximo de las garantías
legales para evitar su imposición injusta. No puede haber pena sin ley que
determine precisamente; el sujeto pasivo de la sanción, el hecho imponible y el
quantum de la pena.

Tribunal Fiscal de la Nación, “Piñeiro, José”, del 22/05/1975.

43. INCONSTITUCIONALIDAD DEL EFECTO DEVOLUTIVO DE LA APELACIÓN


DE LA CLAUSURA.

Corresponde confirmar la sentencia que declaró la inconstitucionalidad de los arts.


10 y 11 de la ley 24.765 –modificatorios de la ley 11.683– en tanto disponen la
ejecución sin otra sustanciación de la sanción de clausura aplicada por la autoridad
administrativa, y el otorgamiento al solo efecto devolutivo del recurso de apelación
interpuesto ante el órgano judicial correspondiente.

No cabe hablar de "juicio", y en particular de aquel que el art. 18 de la Constitución


Nacional exige como requisito que legitime una condena, si el trámite ante el órgano
administrativo no se integra con la instancia judicial correspondiente; ni de "juicio
previo" si esta instancia no ha concluido y la sanción, en consecuencia, no es un
resultado de actuaciones producidas dentro de la misma.

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Lapiduz, Enrique”, del 28/04/1998.


44. CLAUSURA PREVENTIVA. COMUNICACIÓN INMEDIATA AL JUEZ.

El levantamiento de la clausura preventiva dispuesta en autos resulta ajustada a


derecho. La comunicación de la clausura preventiva al juez competente de acuerdo
al artículo 75 de la ley 11.683, puede ser realizada de forma personal, telefónica o
telegráfica al despacho o al domicilio particular del magistrado o del secretario del
juzgado, razón por la cual el Fisco no puede aducir dificultades para procurar la
comunicación como justificativo por no haberla efectuado.

Cámara Nacional en lo Penal Económico, Sala B, “Kriscaldis SCS”, del


10/10/2000.

45. PRESCRIPCIÓN.

Debe revocarse el fallo del Tribunal Fiscal que resolvió, por mayoría, que el artículo
44 de la Ley 26.476 resultaba inaplicable al caso en función del principio que
imponía la "no operatividad de la ley penal más gravosa", ya que el mismo se
excedió de sus facultades jurisdiccionales, en la medida en que el artículo 185 de la
ley 11.683 importa una limitación a las decisiones del Tribunal Fiscal, que no podía
pronunciarse acerca de la falta de validez constitucional de las leyes tributarias y
sus reglamentaciones.

Asimismo, el administrado no había planteado la prescripción en esos términos, y el


Tribunal inferior había actuado de oficio.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala III, "Arauca


Bit AFJP S.A.", del 16/02/2017.

Con respecto a la prescripción, el inciso a) artículo 68 de la Ley 11.683 indica que la


misma se interrumpirá por la comisión de nuevas infracciones; sobre el alcance de
dicha norma, esta Sala tiene dicho que no es menester que la infracción haya sido
juzgada por la autoridad fiscal, pues en esta materia, como en lo penal ordinario, el
efecto interruptivo deriva del acto ilícito en sí mismo, de su comisión, y no de la
decisión judicial acerca de su punibilidad.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala V, “Sindicato


Petrolera de Córdoba”, del 29/03/2016, con cita del precedente de la misma
Sala, “Parques Interama S.A.”, del 04/09/2002.

La existencia de una declaración jurada rectificativa no significa per se la


configuración de una infracción punible con alguna de las sanciones establecidas en
la ley de procedimiento tributario. En efecto, no puede tenerse por configurado el
supuesto que prevé la norma con la mera referencia a la presentación de
declaraciones rectificativas pues esa circunstancia no implica automáticamente la
comisión de una infracción. Ello es así, en atención a que siendo que toda infracción
supone la concurrencia de un elemento subjetivo, no puede tenerse por verificada la
comisión de un ilícito por el solo hecho objetivo de la presentación de una
rectificativa. A lo que cabe agregar, el hecho de que la declaración jurada
rectificativa puede obedecer a errores materiales o a la existencia de un error
excusable eximente de sanción y, por ende, no pasible de sanción.

Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, “Bona


Fields S.A.”, del 04/05/2015.

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