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“Contrato = ley para los contratos.

Cuando se celebra un contrato con todos sus requisitos de validez, esta surte
efectos (para todos los efectos) al igual que una ley.

Así como la ley obliga, el contrato celebrado entre las partes, cumplidos los
requisitos, los vincula jurídicamente, los vincula igual que la ley.

Que un contrato revista características de ley para los contratantes, significa


que todos los derechos de los contratos quedaran regidos por las disposiciones
que las partes acuerden y tendrá la misma fuerza obligatoria que un texto legal.

A las partes le es obligatorio el contrato, por lo tanto no puede desligarse de la


relació n jurídica sin que esta produzca consecuencias en la vida del Derecho.

Todo contrato legalmente celebrado, puede ser dejado sin efecto por mutuo
consentimiento. El legislador comete un error por emplear la expresió n
celebrar por mutuo consentimiento, sin perjuicio de que la nulidad produce
nulidad, por lo cual si se dice que se dejo sin efecto,

Hay casos en que esta situació n no produce consecuencias en la vida del


derecho y esto porque no se actú a al amparo de la legislació n.

Hay una excepció n en que el mutuo consentimiento no sirve para dejar sin
efecto un contrato, como por ejemplo en las capitulaciones matrimoniales, son
irrevocables. Lo que se dice es que se puede sustituir el acto por otro.

Excepcionalmente el legislador permite que un contratante se desligue del


contrato sin ulteriores consecuencias, por ejemplo, el contrato de mandato
puede terminar por la revocació n del mandante o por la renuncia del
mandatario art 2163 n°3 y n°4 (la revocació n y la renuncia son actos jurídicos
unilaterales) el abandono es la renuncia de un derecho pero para que otro se
haga dueñ o, en cambio en la renuncia uno deja un derecho pero no para que
otro se haga dueñ o.

Otra fuente, para dejar sin efecto un contrato legalmente celebrado, son las
causas legales, y estas son:

a) La resolució n, cuando se cumple una condició n resolutoria, se extingue la


condició n.
b) La muerte.
c) El plazo extintivo.
d) La pérdida de la cosa que se debe, también conocida como imposibilidad
de ejecució n. (modo de extinguir las obligaciones)
e) La acció n Pauliana o revocatoria, Art 2468 CC.

La mayoría de los autores y profesores de derecho incluye como causal legal,


para la disolució n de un contrato legalmente celebrado, la nulidad absoluta y la
nulidad relativa, pero la cá tedra señ ala que estas causales no está n en 2445
como causales legales, porque el legislador parte de la premisa que se trata de
un contrato “legalmente celebrado”, de manera que parte del supuesto que el
contrato no tiene vicio o defecto en su celebració n, porque si lo tiene entonces
no es un contrato “legalmente celebrado” y por consiguiente, si no ha producido
sus efectos, no obliga a ejecutarlos, porque la nulidad actú a como modo de
extinguir las obligaciones. Y en cambio si las obligaciones se han ejecutado o
han comenzado su ejecució n entonces la nulidad opera con efecto retroactivo,
en ambos casos siempre que haya sido declarada judicialmente por sentencia
firme y ejecutoriada.

Cuando el contrato ha sido legalmente celebrado y si una de las partes pide la


modificació n del contrato, por ejemplo porque la obligació n se ha transformado
en excesivamente onerosa (teoría de la imprevisió n), el juez chileno sigue la
teoría clá sica y aplica el 1545 CC, no hace lugar a la modificació n en virtud de la
ley del contrato a menos que no exista una ley para el contrato.

La doctrina moderna dice que es procedente la modificació n de un contrato en


virtud de la teoría de la imprevisió n o también llamada excesiva onerosidad de
las prestaciones.

El ú ltimo principio también conocido como un efecto de los contratos es el


efecto relativo de los contratos. Si decimos que un contrato legalmente
celebrado es una ley para los contratantes, significa que el efecto del contrato,
esto es los derechos y obligaciones que emanan de él, se radica en las partes
contratantes, tanto en lo que las favorece como en lo desfavorable, en otras
palabras, tanto en el derecho subjetivo como en la obligació n correlativa, esto
se conoce como el efecto relativo del contrato, y consiste en que el efecto del
contrato, sus derechos y obligaciones, solamente afectan a las partes
contratantes y no a terceros, esto hace necesario determinar quiénes son partes
y quienes son terceros en un contrato.
Esto no es pacifico entre los autores. Partes son aquellas que concurren
personalmente o representados voluntaria o legalmente a la celebració n de un
contrato, esto nadie lo discute. Los terceros se distinguen en absolutos y
relativos, en esta distinció n está n todos de acuerdo. Terceros absolutos son
aquellos que no son partes en el contrato y jamá s estará n vinculados con las
partes contratantes, nadie pone en cuestió n esto. El problema está con los
terceros relativos, estos no son partes en el contrato pero se vinculan con una
o con ambas partes contratantes, y se habla que son terceros relativos, los
causahabientes a titulo universal, ó sea aquellos que suceden en todos los
bienes, derechos y obligaciones de una de las partes y son de dos tipos:

a) Los herederos, también conocidos como sucesores a titulo universal.


Son aquellos que suceden a una persona fallecida, muerta, real o
presuntivamente, en la universalidad de sus bienes, derechos y
obligaciones transmisibles o en una cuota de ellos. Hay quienes
consideran que los herederos son terceros relativos y hay otros que los
consideramos partes por extensió n, porque el heredero es continuador
de la persona del causante y como tal lo representa Art. 1097 CC. Esto
porque les va a afectar el contrato que celebro su antecesor, esto en
virtud del principio de la continuidad.

b) Los cesionarios del derecho real de herencia, estos son adquirientes a


titulo universal. El derecho real de herencia esta visto del punto de vista
de los bienes que se adquieren. este derecho se adquiere por tres modos
de adquirir, por el modo de adquirir sucesió n por causa de muerte, pero
también puede ser por tradició n y por prescripció n adquisitiva. La
tradició n consiste en que el heredero le cede su derecho real de herencia,
en su totalidad o una cuota, a un tercero extrañ o o bien a otro heredero, y
este señ or que se denomina cesionario, por el efecto de la tradició n va a
ocupar el lugar jurídico del cedente que es el heredero que le ha cedido
su derecho real de herencia. Para la cá tedra estos también son partes por
extensió n.

Son también los terceros relativos, los causahabientes a titulo singular. Son
aquellos que adquieren o suceden en uno o má s especies o cuerpos ciertos
(bienes específicos, determinados), o bien a quienes los suceden en uno o má s
bienes indeterminados pero de cierto genero determinado, a lo menos en
cuanto la cantidad. El causahabiente a titulo singlar puede ser por acto entre
vivos o mortis causa, el causahabiente a titulo singular por causa de muerte se
llama legatario. Al legatario no le afecta el contrato que celebro su causante,
porque a diferencia del heredero no es continuador de la persona del causante,
y por lo tanto no lo representa Art. 1104 CC.

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