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EL PODER DE LA GRATITUD (Marcos 6: 41).

"Luego Jesús tomó los cinco panes y los dos peces, miró al cielo y dio gracias a Dios.
Después partió los panes, y los dio a los discípulos para que los repartieran entre toda la
gente; lo mismo hizo con los dos pescados". 

I. ES FUNDAMENTAL ADMINISTRAR BIEN TODO LO QUE DIOS NOS DA.


II. ES NECESARIO RECONOCER CON GRATITUD QUE DIOS ES NUESTRO PROVEEDOR. El
Señor Jesús “Dio gracias a Dios”, la verdad es que la ingratitud nos aleja de la bendición
divina, por ejemplo, Israel por el desierto (se quejaron por el camino que les había tocado,
por la provisión del maná, por la escasez de agua, por los enemigos encontrados en el
desierto, por el líder que Dios había puesto, entre otras cosas). 
III.   LOS MILAGROS ESTÁN PRECEDIDOS DE LA GRATITUD A DIOS.
Como podemos ver en este día sucedió uno de los más grandes milagros en el ministerio
terrenal de Jesús, pues se alimentaron miles de personas (eran 5.000 varones sin contar
mujeres y niños). Observamos pues en este milagro el poder de la gratitud y su valor.   
Reflexión final: Por todo esto nuestro corazón debe ser agradecido con Dios en todo
momento, y debemos caminar con él para ver su obra sobrenatural, pues quienes le
siguieron a este lugar de Galilea fueron testigos y bendecidos por los milagros del Señor
Jesús.

La gratitud en nuestro corazón es de gran valor para Dios, pues ésta reconoce no sólo el
poder del Señor, sino su amor y cuidado por cada uno de sus hijos.       

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