R-. Un accidente de trabajo es toda lesión corporal del trabajador. Para que un
accidente sea considerado como tal, debe cumplir los siguientes puntos: Que el trabajador sufra una lesión corporal. Se entiende por lesión todo daño corporal causado por una herida, golpe o enfermedad. Se considera también lesión corporal las secuelas o enfermedades psíquicas o psicológicas. Que la lesión sea causada con ocasión de un trabajo por cuenta ajena. Que exista una relación de causalidad entre la lesión y la realización del trabajo. En la legislación se establece que la simple presencia de una lesión no constituye, por sí sola, accidente de trabajo.
2-. ¿Qué no se considera accidente de trabajo?
R-. No son considerados accidentes de trabajo los siguientes supuestos:
Aquellos accidentes debidos a imprudencia temeraria del
trabajador. Por imprudencia se considera cuando el accidentado ha actuado de manera contraria a las normas de forma reiterada y notoria en materia de seguridad e higiene. Los debidos a fuerza mayor al trabajo, es decir, cuando no guarde relación alguna con el trabajo que se realiza en el momento del accidente. Accidentes provocados voluntariamente por el trabajador para recibir la prestación correspondiente. Accidentes derivados de la actuación de otra persona.
3-. ¿Y qué se considera enfermedad profesional?
R-.Se denomina Enfermedad Profesional a una enfermedad producida a consecuencia de las condiciones del trabajo, por ejemplo: neumoconiosis, alveolitis alérgica, lumbago, síndrome del túnel carpiano, exposición profesional a gérmenes patógenos, diversos tipos de cáncer, etc. 4-. ¿a qué protección tengo derecho en caso de sufrir un accidente o una enfermedad profesional? R-. Los derechos que amparan al trabajador que sufre un accidente de trabajo son:
1. Asistencia sanitaria: La Ley General de la Seguridad Social establece que
el objetivo es el restablecimiento de la salud del accidentado y su capacidad laboral. Se trata de una reparación íntegra del daño incluyendo cirugía plástica y generadora, suministro de prótesis y ortopedia, implantación de piezas dentales, gastos por desplazamientos fuera del domicilio.
2. Prestación por incapacidad temporal: desde el día siguiente al de la baja
y sin necesidad de periodo previo de cotización y mientras el trabajador reciba asistencia sanitaria de la Seguridad Social y esté impedido para el trabajo, con una duración máxima de trescientos sesenta y cinco días, prorrogables por otros ciento ochenta días cuando se presuma que durante ellos puede el trabajador ser dado de alta médica por curación. Esta prestación se calcula teniendo en cuenta las bases de cotización y horas extras del mes anterior de trabajo, percibiendo el trabajador el 75%. Algunos convenios establecen mejoras a cargo de la empresa, pudiendo alcanzar así el 100% de la prestación.
3. En el supuesto de sufrir lesiones permanentes no invalidantes que, sin
llegar a constituir una incapacidad permanente, supongan una disminución o alteración física del trabajador, tendrá derecho a una indemnización y a continuar al servicio de la empresa. Las lesiones se valoran a través del baremo establecido en la Orden ESS/66/2013, de 28 de enero.
4. En el caso de incapacidad permanente es la situación del trabajador que,
después de haber estado sometido al tratamiento prescrito, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral. No obstará a tal calificación la posibilidad de recuperación de la capacidad laboral del inválido, si dicha posibilidad se estima médicamente como incierta o a largo plazo. 5-. ¿Cuál es el procedimiento a seguir para que te declaren una enfermedad profesional? R-. Los organismos administradores deben efectuar de oficio o a petición de los trabajadores o de las entidades empleadoras, los exámenes que corresponda para estudiar la eventual existencia de una enfermedad profesional, sólo en cuanto existan o hayan existido en el lugar de trabajo, agentes o factores de riesgo que pudieran asociarse a una enfermedad profesional. Frente al rechazo del organismo administrador a efectuarlos, se puede reclamar ante la Superintendencia de Seguridad Social.