REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITECNICO

“SANTIAGO MARIÑO”

La influencia en la Arquitectura de los autores

Kenzo Tange y Aalvar Alto

Daniela Alsina
C.I; 26.632.985
17 DE JUNIO 2019
to de un nuevo estilo
arquitectónico: el estilo
internacional.
Aprovechando las
innovaciones técnicas del
siglo XIX: acero, vidrio y
posteriormente hormigón
armado, la arquitectura se
decantó por estructuras
donde la base portante
fuese independiente de las
paredes de cerramiento,
creando así una fluidez espacial
y continua que difumina la
franja, hasta entonces
claramente marcada, entre
interior y exterior
El periodo histórico de la Modernidad se encuentra marcado por grandes
acontecimientos bélicos, y por ser unos siglos de profundos cambios epocales, el
hombre crece buscando expandir sus horizontes, incluso con el deseo de llegar a la
luna, las sociedades y los antiguos modelos comienzan a sucumbir delante de nuevos
paradigmas y descubrimientos científicos. Este periodo histórico sin embargo es
prolífico de hombres que destacan por su genialidad y creatividad productora, que
marcaran el progreso de la arquitectura en los años venideros como fueron Alvar Aalto
y Kenzo Tange. Hugo Alvar Herink Aalto mejor conocido como Alvar Aalto, nació en
Kuortane, Finlandia el 3 de febrero de 1898 su padre realizaba proyectos
medioambientales, su madre era profesora. Estudio arquitectura en Helsinki donde
recibió el influjo de la corriente romántica nacionalista, movimiento artístico que
buscaba ensalzar las raíces históricas de Finlandia. Después de graduarse inició un
largo viaje de estudios que lo llevo por Europa central e Italia, durante este tiempo
participó del pensamiento de distintas corrientes como por ejemplo el de la Bauhaus,
cuya meta era que los artistas y artesanos debían trabajar juntos en la construcción del
futuro. En 1928 es nombrado miembro de los CIAM (Congresos Internacionales de
Arquitectura Moderna) que se presentaban como una elite de los mejores arquitectos
del mundo y fuente de inspiración de grandes genios de la época, como Le Cobusier,
Sert, y más adelante el mismo Kenzo Tange. Alvar Aalto muere en el 1976.
A principios de los años 20 las experiencias artísticas empezaron a ser
aplicadas y traducidas al mundo de la arquitectura, naciendo así un audaz sistema
constructivo basado en formas elementales, asimétricas y abiertas, negando
cualquier monumentalismo e historicismo pasados. Esta oleada se difundió por
toda Europa a lo largo de los años 30 desarrollando visiones y
conceptos
desconocidos entorno a la naturaleza misma de la arquitectura y sus
componentes.
Durante el periodo de entreguerras se inició un proceso de regeneración de
los ideales artísticos tradicionales que se da a conocer como movimiento moderno
y concretamente el nacimiento de un nuevo estilo arquitectónico: el estilo
internacional.
Aprovechando las innovaciones técnicas del siglo XIX: acero, vidrio y
posteriormente hormigón armado, la arquitectura se decantó por estructuras
donde la base portante fuese independiente de las paredes de
cerramiento,
creando así una fluidez espacial y continua que difumina la franja, hasta entonces
claramente marcada, entre interior y exterior

Para Aalto la experimentación de las ideas no concluía hasta que el proyecto mismo
estaba construido, los proyectos al no estar terminados sobre el papel sufrían
abundantes modificaciones durante el periodo de las obras. En la segunda mitad del
siglo XVIII comienza un proceso de trasformación, pasándose de una concepción
tradicional de la ciudad con carácter cerrado y monocéntrico al concepto abierto de la
ciudad moderna que tiende a expandirse y al dinamismo. En Alvar este concepto
permea el fulcro de su producción arquitectónica, haciendo que el espacio libre pase de
ser el fondo neutro a ser una de las figuras activas en la definición de la estructura,
como vemos en la villa Mairea. Aalto concede una especial importancia a los espacios
públicos y urbanos en su obra, le interesa el dialogo de los diferentes elementos como
sistemas abiertos que permiten la multiplicidad de las situaciones y la autonomía de las
partes. Solía ordenar sus edificios y espacios urbanos a partir de una serie de
elementos parcialmente autónomos, respetando las necesidades de cada uno al
margen de la rigidez de las estructuras portantes o geométricas, en contraposición al
clasicismo imperante que ordenaba la obra desde lo geométrico. Para el arquitecto
finlandés es primordial la unión de lo múltiple por concatenación o mera relación
tangencial. Otra característica importante de la obra Aaltiana es la organización en
torno a un espacio central, gran número de sus edificios y espacios arquitectónicos se
componen a partir de la aglomeración o yuxtaposición de diferentes fragmentos en
torno a un eje central: cubierto o descubierto, interior o exterior que los une.
Sus construcciones se curvan, se pliegan o aparecen rodeando este espacio, el papel
de un espacio nuclear no radiante adquiere gran finalidad. Un tercer elemento esencial
es la formulación del recorrido perimetral y tangencial que rodea el núcleo, aquellos
que nos dan a entender que la obra es un conjunto coherente y único. Para Aalto es
fundamental el control del movimiento de los usuarios en interiores cerrados o en
exteriores abiertos, las personas deben moverse con naturalidad y se les proporcionan
las solicitaciones necesarias para recorrer dichos espacios. Las piezas de los edificios
se organizan para provocar secuencias perceptivas episódicas y pintorescas que
ponen en relación todos los ámbitos, estableciéndose como mortero que unifica y
condensa la obra.
Alvar Aalto dona a la arquitectura un intenso humanismo, su obra lo refleja, no miraba
en abstracto las relaciones del usuario con el proyecto al contrario eran los requisitos
de este los que marcaban la funcionalidad y se encontraban en el substrato de su
propia inspiración. Tanta es la fuerza de esta idea que cuida los detalles como el
diseño de los sanitarios y de las sillas de un sanatorio para tuberculosos, buscando la
calidad y el bienestar del usuario final, la calidez de sus estructuras fue otro de los
aportes de la arquitectura en Aalto, Finlandia geográficamente es una región fría y
obscura, Alvar e preocupó en incluir la luz en sus obras como una protagonista,
aprovechando todo el posible la luz solar en el proceso creativo. Este fue el gran
legado de un hombre que se adelantó a su época y que no se conformó con ser
arquitecto y repetir una serie de espacios geométricamente correctos, sino que
humanizó su trabajo y dejó una impronta ecologizadora en su obra, en la que siempre
respetó y dignificó el entorno transformando el fondo en forma abierta e interlocutora.
Por otra parte, con procesos creativos distintos e inspiraciones y motivaciones diversas,
de las islas del oriente lejano encontramos el nacimiento de una luminaria para la
arquitectura de la modernidad: Kenzo Tange, un gran visionario, un hombre que viendo
el horror de la guerra responde desde el corazón con una obra con mucha solidez pero
que, al mismo tiempo ingrávida y etérea, como la vida humana. Kenzo Tange nació en
Imabarí (Isla de Shikoku) creció en Osaka y parte de su formación transcurrió en
Hiroshima, culmina sus estudios en Tokio, fue una de las figuras más importantes y
destacadas de la arquitectura en la segunda mitad del Siglo XX, padre de la corriente
arquitectónica llamada metabolismo, concepto prestado de la fisiología a fin de
entender la ciudad como un organismo vivo, donde los elementos arquitectónicos más
allá de los cambios estéticos cumplen una función vital y contextual. Por ello se dedicó
a entender y fortalecer los específicos y complejos contextos urbanos. Su obra se
encuentra claramente influenciada por Le Corbusier, sin embargo, posee cierto aspecto
que evocan a la tradicional japonesa. Su propuesta es un equilibrio entre la arquitectura
moderna occidental y la tradición constructiva oriental, que sumado a su ligereza
constructiva le concedió el elemento etéreo. La propuesta del arquitecto nipón para la
reconstrucción de Hiroshima le valió la invitación en 1951 al CIAM donde contribuyó
con su visión personal al estudio del centro urbano introduciéndose el grupo de elite de
Le Cobusier.
Desde el inicio de su carrera Tange promovió el interés de comprometerse no solo con
el diseño arquitectónico aislado sino también con su contextualidad urbana. Denominó
como metabolismo esta nueva forma de planificación contraponiéndola al crecimiento
irregular y no planificado de las grandes ciudades, no sería hasta el 1960 por medio del
Tokio Plan cuando revela su radicalidad de Kenzo como urbanista metabolista en su
propuesta para la bahía de Tokio con 1000 metros de ancho, con diferentes niveles de
hasta 40 metros de alto. De esta manera Kenzo muestra su gran utopía de lucha contra
la desorganización del espacio y de un crecimiento improvisado de la ciudad. El
crecimiento de las grandes urbes preocupó al arquitecto Tange, por los trastornos
funcionales de la sobrepoblación, esta motivación impulsó a Tange y a los metabolistas
que querían ordenar rígidamente estos procesos y prometer un metabolismo sano,
donde el cuerpo (la ciudad) sirviera como marco para la renovación de las células
arquitectónicas. A Tange le debemos la sistematización que se produjo por primera vez
en Japón de los conocimientos y diseño arquitectónico, de construcción y planeación
urbana, además que enfrentó y no solo teorizó el problema de la sobrepoblación del
planeta. Kenzo incluso esperaba que el pensamiento arquitectónico modular del
metabolismo ayudase a superar la contradicción es sociales de la sociedad urbana. Sin
embargo, la radicalidad utopía de Kenzo, a priori pareciera factible, aunque en distintos
aspectos se revelan inviables, bien sea por su extensión (solo pudiendo ser construida
por un estado autocrático) o por problemas de construcción y estructuras (rascacielos
en zonas altamente sísmicas). Así encontramos en Kenzo la síntesis de la tradición
nipona y el funcionalismo moderno occidental, la corriente metabólica con Tange a la
cabeza transformó e influyo en la configuración hodierna de Tokio, El uso de hormigón
armado en forma de creativas estructuras se presentan muy adecuados para esta
ciudad altamente sísmica. Por otra parte, estuvo a la vanguardia del diseño de
ampliación de Tokio con proyectos a gran escala que permitieron su crecimiento
metabólico, obras emblemáticas como el ayuntamiento de Tokio, con sus grandes
torres o el estadio nacional para los juegos olímpicos del ’64 cuyo techo evoca la
sencillez de las formas de un templo antiguo. De igual modo debemos a Kenzo Tange
la trasformación urbana de Hiroshima con la construcción del monumento
conmemorativo y con el parque de la paz. Los proyectos de Tange dejan clara su
convicción de que la arquitectura debe tener algo que llegue al corazón de las
personas, lo que no debe contradecir que las formas, los espacios y el aspecto deban
responder a la lógica, Kenzo Tange creía en el equilibrio entre la tecnología y la
humanidad. Su concepto de diseño urbano fue innovador, su obra crecía utópicamente
a niveles inmensos sin sacrificar sin embargo la sencillez y la racionalidad de los
edificios. Introdujo con éxito la influencia norteamericana y europea en especial de Le
Cobusier sobre todo en el uso del hormigón en las fachadas, así como el empleo de la
azotea como quinta fachada y en la sectorización de los edificios. De este modo es
claro como la modernidad en su complejo y específicamente en la arquitectura es como
un gran jardín donde las flores siendo únicas viven en una intensa relación entre ellas,
así las distintas corrientes de arquitectura humanistas del lado de Alvar Aalto y
metabólica de la parte de Kenzo Tange, manifiestamente diversa llegan a influenciarse
y complementarse.
Vemos como Kenzo Tange es una figura, quizás, menos destacada y publicada en los
manuales de arquitectura, pero no por ello de reducida importancia. Queremos
ensalzar aquí su obra y textos por su visionaria actitud frente al hecho arquitectónico
que en muchos casos es de capital relevancia, equiparable a Gaudí o Wright. Su mayor
proeza es la capacidad de aproximar los contrarios de manera tan justa: romántico-
racional, moderno-popular, nuevo-tradicional, natural-artificial, libertad-geometría y todo
de tal forma que desequilibra la ortodoxia arquitectónica en favor de un mensaje
poético y progresista.