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Taller de sociales

1 El capitalismo es un orden o sistema social y económico que se encuentra en constante


movimiento, derivado del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta
de producción, que se encuentra mayormente constituido por relaciones empresariales
vinculadas a las actividades de inversión y obtención de beneficios, así como de relaciones
laborales, tanto autónomas como asalariadas subordinadas libres, con fines mercantiles.1
En el capitalismo, los individuos y las empresas usualmente representadas por los mismos,
llevan a cabo la producción de bienes y servicios de forma privada e interdependiente,
dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos.2 El intercambio
de los mismos se realiza básicamente mediante comercio libre y, por tanto, la división del
trabajo se desarrolla de forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda
de beneficio.3 La distribución se organiza, y las unidades de producción se fusionan o separan,
de acuerdo a una dinámica basada en un sistema de precios para los bienes y servicios.4 A su
vez, los precios se forman mayoritariamente en un mercado que depende de la interacción
entre una oferta y una demanda dadas por las elecciones de productores y consumidores,5 y
estos, son necesarios para la coordinación ex-post de una economía basada en el intercambio
de mercancías.6
El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso para la
propiedad privada de los medios de producción,78 sin embargo, se relaciona mayormente al
capitalismo como concepto con el intercambio dentro de una economía de mercado que es su
condición necesaria,910 y a la propiedad privada absoluta11 o burguesa1213 que es su corolario
previo.1415 El origen de la palabra puede remontarse antes de 1848 pero no es hasta 1860 que
llega a ser una corriente como tal y reconocida como término, según las fuentes escritas de la
época.16
Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada basada
en una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción,
caracteres propios de aquel sistema económico.17 En el orden capitalista, la sociedad está
formada por clases socioeconómicas en vez de estamentos como son propios
del feudalismo y otros órdenes pre-modernos.18 Se distingue de aquel y de otras formas
sociales por la posibilidad de movilidad social de los individuos, por una estratificación
social de tipo económica,19 y por una distribución de la renta que depende casi enteramente
de la funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la estructura de
producción.20

2 El capitalismo es un orden o sistema social y económico que se encuentra en constante


movimiento, derivado del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta
de producción, que se encuentra mayormente constituido por relaciones empresariales
vinculadas a las actividades de inversión y obtención de beneficios, así como de relaciones
laborales, tanto autónomas como asalariadas subordinadas libres, con fines mercantiles.1
En el capitalismo, los individuos y las empresas usualmente representadas por los mismos,
llevan a cabo la producción de bienes y servicios de forma privada e interdependiente,
dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos.2 El intercambio
de los mismos se realiza básicamente mediante comercio libre y, por tanto, la división del
trabajo se desarrolla de forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda
de beneficio.3 La distribución se organiza, y las unidades de producción se fusionan o separan,
de acuerdo a una dinámica basada en un sistema de precios para los bienes y servicios.4 A su
vez, los precios se forman mayoritariamente en un mercado que depende de la interacción
entre una oferta y una demanda dadas por las elecciones de productores y consumidores,5 y
estos, son necesarios para la coordinación ex-post de una economía basada en el intercambio
de mercancías.6

3 El socialismo es una corriente filosófica política, social y económica que abarca una


gama de sistemas socioeconómicos caracterizados por la propiedad social de los medios de
producción123 y la autogestión de empresas por parte de los trabajadores. Incluye teorías
políticas y los movimientos asociados con tales sistemas. La propiedad social puede
ser pública, colectiva o cooperativa.45 La RAE define el término socialismo como: «Un Sistema
de organización social y económica basado en la propiedad y administración colectiva o
estatal de los medios de producción y distribución de los bienes».6 El socialismo implica, por
tanto, una planificación y una organización colectiva consciente de la vida social y económica.7
No obstante, hay muchos tipos de socialismo y no existe una definición única que las englobe
a todas, siendo la propiedad social el elemento común compartido por sus diversas formas8
cuyo objetivo es sortear las ineficiencias y crisis tradicionalmente asociadas con
la acumulación de capital y el sistema de ganancias en el capitalismo.910
Subsisten sin embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la
administración económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el marco de
una sociedad compleja,1112 frente a la posibilidad de formas diferentes de gestión
descentralizada de la colectividad socialista, tanto por vías autogestionarias como
de mercado, así como mediante el empleo de pequeñas unidades económicas socialistas
aisladas y auto-suficientes.1314 El primer acto en que el Estado se manifiesta efectivamente
como representante de toda la sociedad: la toma de posesión de los medios de producción en
nombre de la sociedad, es a la par su último acto independiente como Estado.15
Los sistemas socialistas se dividen en formas no comerciales y de mercado.16 El socialismo de
no mercado implica reemplazar los factores de mercado y el dinero por criterios técnicos y de
ingeniería basados en cálculos realizados en especie, produciendo así un mecanismo
económico que funciona de acuerdo con distintas leyes económicas de las del capitalismo.1718
19
El debate del cálculo socialista, originado por el problema del cálculo económico, se refiere
a la viabilidad y los métodos de asignación de recursos para un sistema socialista
planificado.20 Por el contrario, el socialismo de mercado conserva el uso de los precios
monetarios, los factores de mercados y, en algunos casos, el ánimo de lucro, con respecto al
funcionamiento de las empresas de propiedad social y la asignación de bienes de capital entre
ellas. Las ganancias generadas por estas empresas serían controladas directamente por la
fuerza laboral de cada empresa o se acumularían a la sociedad en general en forma
de dividendo social.212

4 No hace mucho leía unas declaraciones de un médico experto en


trastornos del sueño en las que aducía como primer efecto de la privación
del sueño (dormir mal) “la merma de nuestro rendimiento laboral”.
Continuaba con una retahíla de otras situaciones, pero no deja de ser
sintomático que encabezara sus declaraciones con el tema del empleo. Y
es que vivir en una sociedad capitalista significa que la primera
razón de casi todo está relacionada con la productividad y, por
extensión, con el consumo, y por prolongación, con el dinero, y
como último, con el poder.
Para los hombres y mujeres de a pie la crítica al capitalismo consiste la
más de las veces en una crítica al consumo desenfrenado, a los bancos y
sus abusos y a un sistema que ve al ser humano como parte de un
engranaje laboral explotador. No deja de ser muy cierto.
Pero el capitalismo no es tanto un ámbito contra el que luchar
cuanto una forma de entender y vivir cualquiera de los lugares
que nos rodean. No en vano, cuando originalmente los romanos
hablaban de “capitalis” se referían a lo que va en cabeza y está en primer
lugar, es decir, a lo que lo gestiona todo. De ahí que nuestras capitales (y
Roma fue la primera en sentido pleno) son los lugares desde las que se
amplifican las leyes y los usos a sus alrededores.
El problema del capitalismo es que entiende, por usar el significado
romano, que única y solamente existe lo primero, a saber, él mismo, pero
no, por decirlo así, lo segundo o lo tercero. Tiene una estructura de
subordinación en cuya cúspide sólo hay una cosa: el capital. El capital no
es tanto el dinero o la propiedad cuanto el poder para tenerlos y disponer
de ellos y el capitalismo es, básicamente, el sistema que siempre
se pone en primer lugar para analizar cualquier asunto en
función de la disponibilidad de tener dinero o propiedad.
Uno de los mejores ejemplos para entender qué significa el capitalismo es
el sistema europeo de educación superior (universitaria) actual, también
llamado plan Bolonia. El plan de Bolonia consistía en la igualación y
convalidación de títulos universitarios de todos los estados miembros de
la Unión Europea. Los acuerdos fueron sellados en la antiquísima ciudad
de Bolonia, sede de unas de las primeras universidades del mundo.
A primera vista la bondad del plan estaba clara: un alumno podía estudiar
en otro país europeo sin merma en la obtención de su título con respecto a
su país de origen. Pero el llamado “Plan Bolonia” tenían como finalidad
última no los estudios en sí, sino la igualación del mercado laboral
europeo sin coste en las titulaciones académicas, esto es, que al considerar
la Unión Europea sobre todo como un espacio laboral, se necesitaba una
homogeneización de los títulos universitarios para que cualquier
ciudadano pudiese hacer valer su titulación académica en cualquier país
de los Estados miembros.

5 Recibe su nombre del hecho de que los bancos y otras instituciones


vinculadas al sistema financiero son los principales agentes de este
período.
Algunos estudiosos creen que el capitalismo financiero terminó con el
colapso de la Bolsa de Nueva York en 1929, lo que llevó a la aparición de
una nueva fase del capitalismo: el capitalismo informativo o cognitivo.
6 Uno de los aspectos que más llaman la atención de la teoría económica
convencional es su falta de referencia a lo que clásicamente se considera
son «las clases sociales». Por motivos metodológicos, la teoría económica
convencional prefiere analizar la realidad social a partir de la dicotomía
consumidor-productor, mientras que la teoría marxista (y otras de herencia
más clásica) prefieren utilizar la división capitalistas-trabajadores. En todo
caso no es sólo una cuestión terminológica, ya que hacen referencia a
entidades completamente distintas.

Los marxistas buscan comprender la realidad social y, más concretamente,


el funcionamiento del sistema económico capitalista. Un sistema éste que
es una forma posible, entre muchas, que tiene una sociedad para organizar
su produción, distribución y consumo. Sin embargo, cualquier científico
social sabe que analizar la sociedad observando a los individuos uno a uno
es un imposible. Es necesario hacer un proceso de abstracción teórica, es
decir, se trata de reducir el sistema estudiado a elementos analíticos más
simples pero que mantengan las propiedades generales.
Tanto los economistas convencionales como los marxistas anclan el estudio
del individuo en el proceso de producción de bienes y servicios, en la
actividad económica. Los primeros reducen la masa de individuos a dos
tipos posibles: productores (generan bienes y servicios) y consumidores
(agotan esos productos producidos). A partir de ahí levantan toda su teoría
económica. Los marxistas, por el contrario, analizan el proceso de
producción desde una perspectiva más clásica (en referencia a los
economistas clásicos: A. Smith, D. Ricardo, etc.) y con especial atención al
excedente, concluyendo que, en el grado máximo de abstracción, hay dos
clases sociales posibles y que además tienen intereses contrapuestos:
trabajadores y capitalistas.
Este análisis técnico y perfectamente riguroso ha sido históricamente
trasladado al plano político en múltiples formas, dando lugar a un gran
número de confusiones. Las circunstancias históricas, las estrategias
políticas y un dogmatismo profundo tanto en la derecha como en la
izquierda ha dado lugar a la creencia generalizada de que sólo se puede
estar en uno de los dos bandos. O se es un trabajador que busca la
revolución, o se es un capitalista explotador.

1. 7 Capitalistas parasitarios. Son aquellos cuya riqueza no es utilizada


para producir bienes y servicios para la sociedad. Son ricos cuya riqueza
aumenta por vías no vinculadas a la actividad económica.
2. Capitalistas de capital ficticio. Son aquellos que tienen títulos de
propiedad (acciones, por ejemplo) sobre alguna empresa que sí reproduce
la riqueza de una sociedad. Sin embargo, no han sido los sujetos que
aportaron los fondos iniciales para comenzar la propiedad productiva, y
aunque dotan de liquidez a las empresas no están ligados a ellas más que
de una forma especulativa. Sus intereses no están vinculados a los
intereses a medio plazo de la empresa, es decir, un posible proceso de
inversión que amortice en varios años puede ser contraproducente con los
intereses de este tipo de capitalistas. Un ejemplo son los fondos de
inversión: entidades con una lógica de maximización de la rentabilidad en
todo activo financiero y que se desentienden del destino final de la empresa
en la que se mantiene la propiedad (a menudo de forma muy breve).
3. Capitalistas proveedores de fondos (de propiedad o de crédito). Son
aquellos cuyos intereses están vinculados a la empresa. Obtienen ingresos
de los intereses o dividendos. Son el clásico ejemplo del capitalista del siglo
XIX al que se recurría para obtener recursos en alguna nueva empresa, y
que se mantenía al tanto de la evolución de la misma.
4. Capitalistas activos (en un sentido de control). Tienen títulos de
propiedad y además gestionan la empresa.
5. Cuadros, gestores o ejecutivos. Carecen de títulos de propiedad
relevantes y en un sentido estricto son asalariados con gran capacidad de
gestión sobre la empresa. Además, suelen ser retribuidos con formas
financieras que vinculan los resultados de las acciones a sus ingresos
(como las stocks options).
6. Asalariados de cuello blanco. Se encargan de tareas de supervisión,
organización, diseño, etc. en el marco de la empresa.
7. Asalariados de cuello azul. Son los más vinculados directamente a la
actividad productiva.
La utilidad de pensar la sociedad a través de este enfoque es múltiple, como
veremos en los próximos días en este blog. Pero ante todo, hay varios
elementos clave que me parece importante señalar. En primer lugar, esta
estructura social es jerárquica, es decir, hay clases dominantes y clases
dominadas. En segundo lugar, los conflictos entre las fracciones de clase
son factibles, comunes y poderosos. En tercer lugar, la resolución de tales
conflictos determina el modo y forma en que se desarrolla el sistema
económico capitalista. En cuarto lugar, la cohesión de las diferentes
fracciones de clase depende de la conciencia de clase, es decir, de la
percepción de que entre un determinado grupo de individuos se mantienen
intereses comunes. En quinto lugar, ninguna institución (Estado, bancos
centrales, educación, teoría económica, etc.) opera en el vacío, sino que es
también escenario del enfrentamiento entre las diferentes clases sociales y
sus fracciones. Y en sexto lugar, la distribución de la renta es la
cristalización final de la evolución de estas luchas.

El enfoque marxista, por lo tanto, hunde su raíz en el rigor analítico del


estudio del excedente que se genera en la actividad económica, pero se
complementa con el concepto de poder. Es a partir de estas herramientas
como mejor podemos entender, en mi opinión, los devenires de nuestra
sociedad.

Un vistazo a la actualidad política a partir de esta lente nos recordará que


las clases sociales existen, que el análisis marxista es mucho más preciso
que cualquier otro a la hora de revelar la realidad social, y que las luchas
entre las distintas fracciones están a la orden del día. Lo vemos en España
cuando los sindicatos de (des)organizan, cuando la patronal se posiciona
conjuntamente, como dentro de la propia patronal surgen también disputas
importantes (por ejemplo, al respecto del plan de ajuste que reducía la
inversión pública: las empresas de la construcción se mostraron en contra,
frente a un algarabío generalizado), etc.
8 Ventajas del capitalismo
Entre las ventajas del capitalismo destacan:

 El libre comercio, que permite al acceso a una amplia variedad de bienes


y servicios. Asimismo, se procura que la oferta y la demanda determinen los
precios del mercado, llegando a un punto en el que los demandantes deberían
poder ser capaces de satisfacer sus necesidades.
 Se promueve la igualdad de oportunidades. Para el capitalismo, aunque la
diferencias socioeconómicas siempre existirán, una persona de bajos ingresos no
está impedida de escalar en la sociedad.
 El capitalismo suele estar ligado, en general, no solo a las libertades
individuales, sino también aquellas de índole social, como el derecho a votar y a
manifestar ideas políticas.
 Se respeta la propiedad privada. Es decir, los individuos no deben vivir con
el temor de que sin justificación, el Gobierno se apropie de sus bienes. Un caso
excepcional podría ser el de una expropiación por fines de un interés público. Pero
en este escenario el expropiado recibe una compensación económica.
 Se fomenta la innovación, pues no se limita la capacidad de las personas
para crear ideas de negocio y generar riqueza.

Desventajas del capitalismo


Sin embargo, el capitalismo también tiene desventajas:

 Se privilegia el bienestar individual, que en ocasiones puede chocar con el


interés colectivo.
 Se suele dejar en segundo plano el tema de la desigualdad. Esto puede ser
peligroso pues, de agrandarse mucho la brecha o diferencias socioeconómicas en
un país, se podría generar un conflicto social.
 No se le suele dar prioridad el tema del medio ambiente. Es decir, se da
más importancia a la productividad que al cuidado del ecosistema. Esto puede
traer consecuencias a futuro. Afortunadamente, pueden surgir alternativas de
mercado que sirvan para enfrentar el problema del calentamiento global, por
ejemplo, negocios sostenibles que justamente busquen atraer a clientes
preocupados por reducir la contaminación.
 No se prioriza el abastecimiento de bienes y servicios básicos a la
población, siendo comercializados como cualquier otra mercancía, lo que hace
que un sector de la población aún no pueda acceder a un mayor nivel de vida.
 Se pueden dar abusos en el mercado laboral, explotando a trabajadores
que no tienen el mismo poder de negociación que sus empleadores.
9 Mientras que el socialismo se concentra en la búsqueda de la
eliminación paulatina de la diferencia entre clases y la considera como un
motor para la transformación social, política y económica, el comunismo
busca eliminar las clases por completo. Mientras que el comunismo hoy en
día es sostenido por los partidos comunistas a nivel mundial, el socialismo
es representado por los diferentes partidos de izquierda que buscan más que
la abolición de las clases, la reforma política que logre disminuir las
diferencias entre pobres y ricos.

En el socialismo cabe la idea de que se puede lograr una sociedad sin clases
por medio del capitalismo y la propiedad privada pero sólo con el suficiente
control que logre borrar las diferencias económicas (cosa que no busca el
capitalismo por sí mismo, ya que hay capitalismos que promueven las
diferencias, la acumulación desmedida y el monopolio de los medios de
producción).

Una sociedad sin clases sólo se logra a través de una sociedad en la que
todos son iguales, sin distinción de género o de cualquier otro tipo.

Por otro lado, el ideal del comunismo es una sociedad libre, sin división de
clases. En el comunismo, toda la actividad económica y social está regulada
por el Estado. En el comunismo sí es importante terminar con el sistema
capitalista y la propiedad privada. Además, la producción se reparte no sólo
de acuerdo con el trabajo de los individuos sino según sus necesidades. En
el comunismo, el ideal no es que la gente trabaje por obligación, sino
porque el trabajo es una responsabilidad para con los demás (comunismo
viene del latín “comunis”: común).

Para el comunismo, es importante cambiar el régimen económico y social


porque es la única manera en que podremos cambiar al hombre.

El socialismo puede convivir con diferentes formas de gobierno mientras


que el comunismo busca que el gobierno sea directamente de los proletarios
(el pueblo).
10 Los capitalistas tienen mentalidad de judío, porque al capitalismo lo inventó el
banquero judío David Ricardo y el economista masón Adam Smith, por eso el sionismo
es el que controla el capitalismo, y como resultado somos gobernados por una elite de
burgueses corruptos codiciosos usureros amantes del dinero, esa es la mentalidad que
tienen los plutócratas imperialistas de la elite globalista dominante.

11
12
13 modo de producción capitalista es uno de los modos de producción que Karl
Marx definió como estadios del devenir histórico, definidos por un determinado nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas y una forma particular de relaciones de producción.
Según la teoría marxista, es el siguiente al feudalismo y, en la predicción del futuro que
implicaba el compromiso político de algunos marxistas, su lógica interna le conducirá a su
desaparición y sustitución por el comunismo.1
Mientras que en la bibliografía no marxista el capitalismo suele definirse como un sistema
económico, para el materialismo histórico el capitalismo es un modo de producción, es decir,
un régimen o totalidad social.

14 Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización, pero el
capitalismo como sistema económico, en teoría, no apareció hasta el siglo XVII en Inglaterra
sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos siempre han tenido una
fuerte tendencia a «realizar trueques, cambios e intercambios de unas cosas por otras». De
esta forma al capitalismo, al igual que al dinero y la economía de mercado, se le atribuye
un origen espontáneo o natural dentro de la edad moderna.40
La sustitución del feudalismo tuvo como impulso a poderosas fuerzas del cambio que sirvieron
para introducir de forma gradual la estructura de una sociedad de mercado, dentro de las
principales fuerzas se encuentran:41

 El papel del mercader ambulante en la introducción del comercio, el dinero y el espíritu


adquisitivo.
 El proceso de urbanización como una fuente de actividad económica y como punto
central de un poder nuevo y orientado al comercio.
 Las cruzadas como una interrupción de la vida feudal y la introducción de nuevas
ideas.
 El surgimiento de estados nacionales que apoyaban y facilitaban el comercio.
 El estímulo de la edad de la exploración y del oro.
 El surgimiento de nuevas ideas religiosas que simpatizaban más con la actividad de
los negocios que con el catolicismo.
 La monetización de los tributos dentro del sistema feudal.
Todas estas fuerzas del cambio crearon un aspecto económico en la vida de las personas que
antes no existía, con estos cambios se empieza a marcar la separación del aspecto social de
la vida con el aspecto económico, con este nacimiento del aspecto económico la sociedad
empieza a tener fuertes transformaciones, por ejemplo, el siervo ya no está atado a la tierra
sino que se convierte en un trabajador libre, el maestro gremial ahora es un empresario
independiente, el señor feudal se convierte ahora en un simple arrendatario, estas
transformaciones son cruciales para el nacimiento del capitalismo ya que empiezan a
introducir las bases de este nuevo sistema económico. El nacimiento de estos trabajadores
libres, capitalistas y terratenientes cada uno vendiendo sus servicios en el mercado del
trabajo, el capital y la tierra hicieron que nacieran los "factores de producción".
El orden económico resultante de estos acontecimientos fue un sistema en el que
predominaba lo comercial o mercantil, es decir, cuyo objetivo principal consistía en
intercambiar bienes y no en producirlos. La importancia de la producción no se hizo patente
hasta la Revolución industrial que tuvo lugar en el siglo XIX.
El camino hacia el capitalismo a partir del siglo XIII fue allanado gracias a la filosofía
del Renacimiento y de la Reforma. Estos movimientos cambiaron de forma drástica la
sociedad, facilitando la aparición de los modernos Estados nacionales que proporcionaron las
condiciones necesarias para el crecimiento y desarrollo del capitalismo en las naciones
europeas. Este crecimiento fue posible gracias a la acumulación del excedente económico
que generaba el empresario privado y a la reinversión de este excedente para generar mayor
crecimiento, lo cual generó industrialización en las regiones del norte.

15 Adam Smith (Kirkcaldy, 5 de junio de 1723–Edimburgo, 17 de julio de 1790) fue


un economista y filósofo escocés, considerado uno de los mayores exponentes de
la economía clásica y de la filosofía de la economía.
Es conocido principalmente por su obra La riqueza de las naciones (1776), que es un estudio
acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza, temas ya abordados por
los mercantilistas y fisiócratas, pero sin el carácter científico de la obra de Smith. Debido a
dicho trabajo, que fue el primer estudio completo y sistemático sobre el tema, a Smith se le
conoce como el padre de la economía moderna. Fue rector honorífico de la Universidad de
Glasgow.

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