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Corrientes divergentes del humanismo

El humanismo como el renacimiento se originó en Italia, desde donde se disemino hacia el resto del
territorio europeo en diferentes

El humanismo en España
El humanismo en España tuvo un gran desarrollo y constituye el antecedente más inmediato
del Siglo de Oro de su cultura. El humanismo llegó desde Italia coincidiendo con el inicio de la Edad
Moderna, aunque algunas de las características del humanismo español pueden rastrearse a lo largo
de todo el siglo XV. La consolidación del humanismo se produjo gracias a la labor de importantes
figuras como Antonio de Nebrija, que logró renovar los métodos de enseñanza de las lenguas
clásicas en España y publicó una Gramática castellana en 1492; hubo además un importante círculo
de erasmistas en la corte del rey Carlos I, principalmente los hermanos Alfonso y Juan de
Valdés; Juan Luis Vives, que desarrolló casi toda su labor fuera de España, a causa de sus orígenes
judeoconversos; Pedro Simón Abril, gran traductor sobre todo de las grandes obras
de Aristóteles; Juan Ginés de Sepúlveda, defensor de una de las ramas del humanismo,
el maquiavelismo político, o el dominico Fray Bartolomé de las Casas, gran impulsor de los derechos
humanos.
No menor importancia tuvieron Fernán Pérez de Oliva, autor de un Diálogo de la dignidad del
hombre, y su sobrino el historiador Ambrosio de Morales; Fernando del Pulgar, autor de semblanzas
y de unas famosas Letras o epístolas; el cronista Alfonso de Palencia; Juan de Mal Lara, que se
interesó por la paremiología; Juan Huarte de San Juan, médico y creador de la caracteriología, Juan
de Lucena, Alonso Ortiz y, entre los antiaristotélicos, los dos Francisco Sánchez, el Brocense y el
Escéptico. También hubo humanistas de sexo femenino (el humanismo combatía
la misoginia medieval): Luisa Sigea y Oliva Sabuco. Y, último pero no menos importante, Alfonso
García Matamoros, que escribió una clásica apología del Humanismo español en su Pro adserenda
hispanorum eruditione.
Uno de los hitos del humanismo español fue la elaboración de la Biblia políglota complutense por
iniciativa del cardenal Cisneros entre 1502 y 1517. Se trataba de una edición de la Biblia que reunía
versiones en hebreo, griego y arameo, además del canónico texto de la Vulgata en latín.

El humanismo en países bajos


El humanismo cívico burgués, en los Países Bajos en el siglo XVI y en los Países Bajos del Norte en
el siglo XVII, tenía una fuerte orientación estoica. El humanismo estoico buscó en el pasado los
valores del mundo romano republicano, de esforzados ciudadanos-campesinos libres de los vicios
atribuidos a la gran ciudad y, en especial, a la vida cortesana. El humanismo estoico hizo hincapié en
un estilo de vida sencillo y austero, moderado en cuanto a placeres y necesidades. Para definirse a
sí mismo, se elaboró un mítico mundo imaginario de la pereza, el lujo y la disipación que tenía cierta
semejanza con la vida de la corte absolutista en ese momento.
A pesar de la presencia en La Haya de una poderosa corte, el humanismo identificaba los excesos
de la burguesía cortesana con las costumbres extranjeras de una España y Francia católicas.
Mediante la definición de la identidad cortesana como la corrupta cultura de extranjeros católicos, la
burguesía holandesa infundió valores patrióticos en el humanismo estoico. Los valores como la
sencillez, la austeridad, el trabajo duro y la familia se politizaron como elementos consustanciales de
una identidad nacional burguesa. En este sentido, los holandeses eran semejantes a las primeras
sociedades republicanas, tales como Florencia en el siglo XV o los inicios de la Roma republicana.
Los valores estoicos fueron siempre aclamados como un elemento fundamental para la salud moral,
la prosperidad y la fuerza política del estado. La austeridad holandesa del siglo XVII, con sus raíces
en los tres valores burgueses, republicanos y calvinistas

Erasmo de Rotterdam
Erasmo nació en Róterdam el 28 de octubre de 1466 y falleció en Basilea el 12 de julio de 1536. Es
conocido como Desiderius Erasmus Rotterdamus, pero fue bautizado como Geert Geertsen, también
llamado Gerrit Gerritszoon. Fue un humanista, filósofo, filólogo y teólogo holandés, autor de
importantes obras en latín, de ahí que sea considerado por muchos como “El príncipe de los
humanistas”. Fue hijo de un sacerdote de Gouda y una mujer de procedencia burguesa. Entre 1478
y 1483 estudió en la escuela de Saint Lebwin, en Deventer, donde conoció a personajes como
Alexander Hegius y entro por primera vez en contacto con el humanismo (devotio moderna).
Después de ser ordenado sacerdote a partir de 1492 en la orden de San Agustín, Erasmo estudió en
la Universidad de París, lugar donde en el que estaba radiando con fuerza el Renacimiento de la
cultura de Grecia y Roma. De ahí que sea en esta etapa donde se encuentren los comienzos del
pensamiento humanista de Erasmo, que convirtieron al joven en un pensador libre y profesor de
ideas independientes para su tiempo.

Humanismo italiano y alemán


El Humanismo fue el movimiento literario, cultural, artístico e ideológico que se desarrolló en Italia
entre los últimos decenios del siglo XIV y los primeros años del siglo XVI y se caracterizó por la
vuelta al estudio sistemático de la Antigüedad clásica en oposición a la filosofía escolástica, la lógica
y la teología, predominantes en la Edad Media.
Como el italiano, el humanismo alemán se halla bajo el signo del concepto pedagógico de la
elocuencia romana (la fuerza de expresión en el lenguaje y la sabiduría humana para deleitar y
persuadir al interlocutor a realizar la virtud y la bondad. Para este fin, dispusieron los alemanes de
una rica bibliografía de ediciones, explicaciones, y traducciones de los clásicos griegos y latinos; de
textos de retórica, poética y epistolografía, de colecciones de sentencias, frases y anécdotas. Por
ello tenía que entablar la lucha contra el secular de las prolijas 'doctrinales'. Debía bastar una breve
gramática con la teoría de las formas y de las reglas más importantes. Por lo demás, la lectura serbia
de estímulo para las explicaciones formales y materiales. El griego y el latín, se comenzaban
generalmente al mismo tiempo y a veces se agregaba el hebreo. No existía una enseñanza especial
objetiva. Los conocimientos objetivos se adquirían en los autores clásicos, y se referían casi siempre
solo a la métrica, poética y dialéctica.

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