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Articulo La Patria
Articulo La Patria
Bolivia, así como todo el mundo viene experimentando un hecho sin precedentes nunca antes
vivido en este último siglo, que puso en tela de juicio que el ser humano es tan frágil y
susceptible de cualquier acción contingencial no prevista, como es el caso de la pandemia
del Coronavirus (Covid.19).
El coronavirus trae consigo múltiples efectos de shock sobre la economía y sobre cada una
de las variables socioeconómicas, porque es una contingencia no prevista y se constituye en
un enemigo común de la humanidad, ante esta crisis sanitaria de la misma manera es
necesario aplicar medidas de shock para combatirla y hacerle frente. Las medidas propuestas
por la Presidenta de transición Jeanine Añez conlleva una sola consigna el preservar la salud
de las y los bolivianos, para tal efecto se aplican medidas económicas que a mi criterio son
medidas de corto plazo que tienden a apalear un poco este estancamiento y paralización
obligatoria de la economía en todos su rubros, pero que a mediano y largo plazo pierden su
efecto sostenible.
La pandemia puso al descubierto la terrible desigualdad que vive el país, la incapacidad que
se ha tenido en las ultimas décadas de dar respuesta a una modernización seria que signifique
una mayor profundidad de reducir las brechas de desigualdad, se pasó de un gran momento
consumista gracias a una excesiva liquidez en el mercado interno, generada por el boom del
precio de las materias primas a la tragedia de la depresión, a la recesión económica y en este
momento a la crisis económica, según datos proporcionados por la CEPAL se estima que
este año existirá una caída del producto boliviano del 3% eso significa depresión.
Según datos del FMI el índice de empleo principalmente en Bolivia, proviene del comercio
informal, nuestro País cuenta con la economía informal más grande del mundo, lo que
representa aproximadamente el 62,3% del PIB, según estudios realizados en nuestro País
aproximadamente el 50% del empleo es considerado precario e informal, es decir se acerca
mucho más a un desempleo.
El coronavirus reveló elementos estructurales que no estaban cambiando con ese auge que se
estaba viviendo, se decía que la informalidad en los mercados laborales se habían
incrementado en general en Latinoamérica pero principalmente en Bolivia, las estructuras
económicas en el país no habían mejorado en sus condiciones de calidad y productividad.
Esta pandemia a la par de agilizar y agudizar la crisis económica tiende a generar una mayor
incertidumbre sobre el nivel de empleabilidad de las empresas, cabe resaltar que solo el 18%
de los trabajadores perciben un salario fijo es decir, son asalariados, mientras que el restante
sobrevive con los ingresos de la actividad económica que se genera al día, sin ningún tipo de
seguro en salud ni mucho menos de los beneficios sociales y otra gran parte que esta inserta
en el sector formal.
El otro mundo el sector informal, donde las personas trabajan para el cotidiano, normalmente
son personas de las mismas familias que buscan a diario generar sus ingresos, que ascienden
aproximadamente a un total de 3´000.000 de personas y que no tienen capacidad de
reemplazar su fuente de ingreso, porque las condiciones de contar con un trabajo formal les
representan múltiples restricciones. La aplicación de los bonos tanto el bono familia, el bono
universal, etc, trata de responder a las expectativas económicas de mayor flujo de efectivo
para este sector, los cuales obviamente por las condiciones asintomáticas de la realidad que
atraviesa nuestro País son insuficientes.
Es imperativo mejorar con prontitud el consumo, para ello es necesario asumir acciones que
fortalezcan el lado de la oferta que en este momento está paralizado, salvo productos
esenciales principalmente la de alimentos, pero no es la solución aumentar el gasto público
(keynesianismo) es necesario la generación de políticas que fomenten la producción para que
los sueldos y salarios se normalicen, principalmente es necesario una inversión pública en el
sector agrícola para garantizar la provisión de alimentos para el consumo interno, disminuir
tasas de interés activas bancarias, tanto de consumo como de producción, subvencionar
algunos servicios para que se tenga más circulante, y por su puesto es necesario modificar la
estructura del comercio internacional cerrando las importaciones de productos y/o
incrementando los aranceles de importación de los productos que son competencia directa de
los productos nacionales con el objetivo de fomentar la producción nacional y fomentar el
consumo nacional a corto plazo, de manera que en el mediano y largo plazo se vaya
generando una cultura de consumo del producto boliviano y exista una autorregulación de la
economía.
Muchos sectores sociales están pidiendo políticas enmarcadas en el aspecto puramente social
que estabilicen el trabajo y no existan despidos, por la paralización de las empresas, pero no
se soluciona dando bonos sociales, si no estabilizando y fomentando las iniciativas privadas
obviamente reguladas y fiscalizadas por el Estado para que los trabajadores no pierdan sus
fuentes de trabajo, asumiendo el criterio de que a mayor producción, mayor trabajo; el
garantizar la estabilidad laboral genera mayor ingreso, y por ende mayor consumo y
demanda.
Es necesario dinamizar la economía, si bien las políticas enmarcadas en el plan trabajo son
políticas de corto plazo que tienden a apalear la escases de circulante en las familias, es
necesario pensar rápidamente en el mediano y largo plazo, en ese marco tanto los gobiernos
departamentales y municipales deberán jugar un rol importante en el planteamiento de
propuestas puramente creativas e innovadoras para la generación de empleos, pero no
empleos esporádicos o temporales si no sostenibles y que garanticen una adecuada calidad
de vida de la población.
Se deben crear empresas estatales con altos márgenes de rentabilidad que puedan absorber la
población desocupada (como la empresa municipal de transporte, la empresa departamental
de lácteos, la agencia turística departamental y otras industrias que puedan producir derivados
de las empresas agrícolas pecuarias).
Se debe regular el mercado con precios establecidos y dar apoyos a los emprendimientos y
agencias exportadoras a través del amnisticio tributario es decir reducir el IVA al 10% anular
el IT y reducir el IUE al 20%, así se tratará de fomentar a la iniciativa privada y su crecimiento
en el mediano plazo.
Se debe favorecer a las importaciones pero solo de bienes de capital como maquinaria, equipo
y materiales para la producción e insumos esenciales como medicamentos.