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Pedagogía Social.

Revista Interuniversitaria
ISSN: 1139-1723
pedagogiasocialrevista@upo.es
Sociedad Iberoamericana de Pedagogía
Social
España

Barrón, Margarita; Crabay, Marta Isabel; Bas Peña, Encarna; Schiavoni, María Cristina
Adolescentes, violencia y familia en la ciudad de Córdoba (Argentina)
Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, núm. 17, marzo, 2010, pp. 83-95
Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social
Sevilla, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=135013577007

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02 INVESTIGACION 71-106 12/3/10 09:27 Página 83

Adolescentes, violencia y familia


en la ciudad de Córdoba (Argentina)
Adolescents, violence and family in the city of
Cordoba (Argentina)
Margarita Barrón y Marta Isabel Crabay
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)

Encarna Bas Peña


Universidad de Murcia

y María Cristina Schiavoni


Universidad Nacional de Río Cuarto (Argentina)

Resumen Summary

El incremento de la violencia, su magnitud Increasing violence, it’s magnitude and des-


y efectos destructivos sobre quienes se en- tructive effects on those more disadvantaged
cuentran en mayor desventaja y vulnerabili- and vulnerable, challenged us to investigate
dad, nos llevaron a investigar sobre la temá- them. We considered that the absence of so-
tica. Partimos de la premisa que la ausencia cial support (family, school, state) increased
de apoyo social (familia, escuela, Estado) au- the possibilities of violence in adolescents.
menta las posibilidades de violencia entre los We described and characterized, violence re-
adolescentes. Describimos y caracterizamos lated conducts in adolescents, and developed
conductas relacionadas con violencia para de- intervention strategies promoting prevention
sarrollar estrategias de intervención promo- We worked with a sample of adolescents both
viendo acciones de prevención. Trabajamos attending schools and those who dropped out,
con una muestra de adolescentes escolariza- in Córdoba city (Argentina) city gathering
dos y no escolarizados de la ciudad de Cór- data with an anonymous survey processed by
doba (Argentina) aplicando una encuesta anó- Epi-Info. Likewise, participative strategies
nima cuyos resultados se procesaron con were used –group discussions– to promote
Epi-Info. La devolución a través de talleres group productions on the significance of
con estrategias participativas promovieron la violence.
producción grupal de sentidos y la reflexión
conjunta acerca de la violencia. Key words: adolescence, family, education,
health, risk behaviours, resiliency, violence.
Palabras clave: adolescencia, familia, edu-
cación, salud, riesgo, resiliencia, violencia.

adolescentes, violencia y familia en la ciudad de córdoba (argentina) [ 83 ]


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Introducción se ha vuelto frecuente la violencia familiar


como trasfondo de otras problemáticas. En
Castel (1997) planteaba que el proceso de estos procesos los adolescentes pueden ju-
globalización quiebra con un modelo de so- gar roles diferentes como: receptores, gene-
ciedad en donde el Estado es capaz de sos- radores, espectadores, cómplices. También,
tener material y simbólicamente cada uno como testigos silenciosos y /o partícipes.
de sus integrantes. Asimismo, Sennet (2000) Esta realidad social responde a factores
formula, por su parte, la pérdida del sistema multicausales, que interactúan, que pueden
de referencias y el pasaje a un sujeto auto- presentarse con modalidades, intensidades
rreferencial, en donde el proyecto de vida y tiempos variables, pero finalmente alteran
pierde sentido, en donde el trabajo y el es- el desarrollo holístico de las personas invo-
fuerzo dejan de ser los configuradores sim- lucradas. Si son niños o adolescentes ven
bólicos de la realidad. Las personas quedan comprometida su autoestima, su socializa-
atrapadas y a la deriva, es el fin de la carrera ción, su educación, su forma de entender el
laboral, el fin de las seguridades, la imposi- mundo e incorporarse a él.
bilidad de proyectar, en definitiva la inesta- La constitución de las subjetividades e
bilidad, laboral, social, afectiva, etc. identidades se realizan en interacción con los
En este marco, es posible plantear fuertes medios sociales en los que se desenvuelve un
transformaciones socio-culturales, que van ge- sujeto. Pretendemos entonces describir o ex-
nerando distintas modalidades de impacto en plorar en los diferentes contextos, en que se
las construcciones personales, familiares y so- inscriben las construcciones subjetivas de
ciales, modificando sustancialmente los esce- “adolescencias” y “juventudes” en sus proce-
narios de vida y de relaciones. Los intercam- sos de socialización. Por esta razón, trataremos
bios sociales actuales, se ven impregnados de de diferenciar adolescentes escolarizados y no
distintos componentes referidos a las moda- escolarizados. Parafraseando a Galende (1997),
lidades que adquiere la sociedad de consumo. la experiencia de individuación sólo puede
A propósito de los cambios imperantes, sostenerse en la función de reconocimiento
“estas transformaciones conducen a un au- y decir del otro sobre sí, pensando entonces
mento de la complejidad de la sociedad y de en un individuo que no es sustancia autó-
las organizaciones, sistemas y redes, mediante noma, sino que es res social, y esta depen-
las cuales articulamos y sostenemos la vida dencia del decir del otro, es lo que da lugar a
de nuestra especie, en una creciente simbio- su clasificación en el ordenamiento social en
sis con el entorno. La complejidad emergente cuanto a su género, su origen y su generación.
desafía nuestros métodos tradicionales de Su filiación e identidad provienen del decir
análisis y acción, yaciendo desguarnecidos del otro y requieren del reconocimiento para
frente a las demandas que éstas transforma- su asunción individual. Aquí vemos entonces
ciones producen” (Morín, 1998: 10). cómo el sujeto es impensable fuera de su lazo
Se plantea actualmente que nuestra so- social. Esta perspectiva, más actual, nos ofrece
ciedad compleja requiere de herramientas una mirada contemporánea acerca de los ras-
que permitan concebir esta complejidad y gos de nuestra comunidad, a partir de lo cual
que den cuenta de espacios, tiempos y mul- se hace más comprensible la configuración de
ticulturalidades. Estos espacios y tiempos con- las subjetividades de los adolescentes en la ac-
figuran actualmente nuevos desafíos en el de- tualidad, impactados por este contexto con ca-
cir, el hacer y fundamentalmente el pensar. racterísticas específicas.
De este modo, en nuestro trabajo con “Considero que estamos asistiendo al sur-
adolescentes, en diferentes estratos sociales, gimiento de nuevos rasgos en los comporta-

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mientos de la cultura, de modalidades nove- en las diferentes culturas y sufre transforma-


dosas en los vínculos humanos, de formas de ciones a partir de las mutaciones que se dan
sociabilidad que cuestionan aspectos claves en los sistemas –histórico-políticos– pensemos
del lazo social tal como hasta aquí lo había- en los modos con los cuales se constituye la
mos comprendido, de transformaciones en el subjetividad en Grecia o en los modos con los
Estado que han modificado profundamente cuales estamos habituados a movernos, la pre-
la organización de los ámbitos de lo público gunta que cabe es ¿qué elementos permane-
y de lo privado, de nuevos dinamismos de la cen y cuáles sufren modificaciones a partir de
política que cuestionan los sentidos tradicio- las prácticas originales específicas que lo cons-
nales de la representación y aun de los crite- tituyen?... Cuando decimos función de las re-
rios de la democracia” (Galende,1997:18). laciones sociales en la producción de subjeti-
Es frecuente hallar en las familias de es- vidad ¿a qué nos referimos?, porque es
tos adolescentes violentos o violentados an- indudable que no se trata del conjunto de las
tecedentes de conducta violenta en otros in- relaciones sociales, sino en el espacio teórico
tegrantes del grupo, con procesos o cuadros que nos corresponde, de definir de qué modo
siquiátricos, antecedentes de alcoholismo, ciertos aspectos de las relaciones sociales me-
familias en etapa de desintegración o ya de- diatizan, vehiculizan, pautan, los modos pri-
sintegradas. Asimismo, es frecuente que los marios de constitución de los intercambios
padres a su vez, cuando niños o adolescen- que hacen a la producción de representacio-
tes, hayan sido maltratados, abandonados nes... ¿Qué quiere decir producción de subje-
o institucionalizados. Otra situación fre- tividad? ¿De qué manera se constituye la sin-
cuente es la de madres adolescentes, con gularidad humana en el entrecruzamiento de
bajo nivel de escolaridad, con insuficiente universales necesarios y relaciones particula-
soporte de pareja, familiar y social, sin olvi- res que no sólo la transforman y la modifican,
dar los padres adolescentizados que no asu- sino que la instauran?”.
men su maternidad/paternidad. De este modo, puede formularse que la
Por otro lado, cada día se acentúan si- producción subjetiva es un fuerte componente
tuaciones de riesgo, condicionadas por el en- del proceso de socialización y, evidentemente,
torno como marginación, cesantía, pobreza, como lo señala la autora, ha sido regulada a
aceptación cultural de la violencia, ausencia lo largo de la historia de la humanidad, por las
de redes sociales de apoyo a la comunidad... elites de poder que instituyen el tipo de indi-
En este marco actúan como disparadores si- viduo necesario para la conservación de sí
tuaciones como separaciones, duelos, en- mismo y del sistema. De aquí, que cobre cada
carcelamiento, patologías, períodos de es- vez más sentido el valor de la “educación, en-
pecial vulnerabilidad, cambios frecuentes en tendida como el proceso mediante el cual un
cuidadores, etc. Es decir, que en nuestra ex- individuo se socializa y accede al desarrollo de
periencia ningún factor de riesgo, por sí solo, las competencias que le permiten una parti-
explica la ocurrencia de maltrato, ni existe cipación social plena, se ha convertido en una
una única asociación de factores caracterís- variable clave de las estrategias para enfren-
tica de alguna forma de maltratos. tar los desafíos del futuro…” (Tedesco, 1998).
Bleichmar (2005:81-83) se plantea “si la Sin olvidar otros factores como los económi-
subjetividad es un producto histórico, no sólo cos, políticos y culturales.
en el sentido de que surge de un proceso, que Otros autores como Mayor Zaragoza
es efecto de tiempos de constitución, sino que (2001:442) abunda en la importancia de la
es efecto de determinadas variables históricas, educación para todos durante toda la vida,
en el sentido de la historia social, que varía afirma que será el principal reto que deberá

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abordar el siglo XXI, establecido ya por la triangulación metodológica, entendiéndose


UNESCO en la estrategia de 1995. También, por ella la combinación de metodologías
para Morin (2001:110) la educación es la para el estudio de un mismo fenómeno. El
“fuerza del futuro”, pues constituye uno de los método seleccionado para el trabajo de
instrumentos más poderosos para realizar campo es cuanticualitativo, aleatorio simple,
cambios en nuestros estilos de vida y en nues- estratificado y de “afijación óptima”, es de-
tros comportamientos. “El pensamiento, por cir, asignando a cada segmento de la pobla-
tanto, debe armarse y curtirse para afrontar ción, un número de encuestas en función de
la incertidumbre. Todo lo que implica opor- su volumen y de su homogeneidad, es decir,
tunidad implica riesgo, y el pensamiento debe del grado de la dispersión del dato (los da-
diferenciar las oportunidades de los riesgos, tos) que estamos investigando, en cada uno
así como los riesgos de las oportunidades”. de los estratos establecidos y de sus corres-
A continuación presentamos una des- pondientes variables, ya que la homogenei-
cripción de la realidad que viven los ado- dad de los distintos segmentos, en relación
lescentes de la ciudad de Córdoba, Argen- con el fenómeno a estudiar, es diversa. Para
tina, a través de los resultados obtenidos por ello, partimos del volumen de población y
encuesta en la investigación la investigación de la desviación típica que, en cada seg-
financiada, mediante convocatoria, con fon- mento, se daba el fenómeno. La desviación
dos públicos, “Inequidad Sociocultural. típica, s, se estimó mediante los resultados
Riesgo y Resiliencia en la Adolescencia: vio- de encuestas anteriores.
lencia y adicciones”, PICT 04-12020. El tamaño de la muestra se obtuvo a tra-
vés de un pretest realizado a 200 adoles-
1. Objetivos centes escolarizados y no escolarizados de
Córdoba ciudad (Argentina), lográndose así
1.1. Describir y caracterizar a través de indi- los porcentajes que representan dos valores,
cadores específicos conductas de riesgo psi- p y q que sumados dan 100. p representa el
cosocial para la salud de los adolescentes es- número de veces que se produce un fenó-
pecialmente relacionadas con violencia. meno concreto, mientras que q es el por-
centaje complementario. Una vez obtenida
1.2. Analizar la situación familiar de los ado- la dispersión de los datos, se determinó el ta-
lescentes escolarizados y no escolarizados, maño de la muestra mediante la utilización
así como sus relaciones familiares según sean de las Tablas de Harvard que indican direc-
mujeres o varones. tamente el tamaño de la muestra a encues-
tar, el error muestral y el coeficiente de fia-
1.3. Conocer la situación de violencia en- bilidad. En definitiva, han participado 3.670
tre los adolescentes. adolescentes, varones y mujeres, de 15 a 19
años, escolarizados y no escolarizados.
2. Metodología Para la elaboración de la encuesta se to-
maron en consideración el informe del Cen-
La naturaleza del problema pone en evi- tro de Control de Enfermedades (CDC) de
dencia la diversidad de aspectos que pre- Atlanta, que realiza una encuesta anual a los
senta, de allí que el acceso al mismo, desde adolescentes escolarizados de los Estados
enfoques cuantitativos y cualitativos, se hace Unidos e informa periódicamente sus re-
necesario, ya que cada enfoque estudia di- sultados a través del Youth Risk Behaviour
mensiones diferentes de la realidad. Abor- Surveillance System (2003). Analizamos su
damos el problema de la violencia desde la encuesta y realizamos sobre ella algunas

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adaptaciones que percibíamos necesarias, en


gráfico 1. relación entre nivel de
función de nuestras características, costum- educación de los padres y escolarización
bres y modalidades. Tomamos también al- de los adolescentes
gunas decisiones que incluían la frecuencia 60%
de toma de encuesta, incorporar a los ado- 40%
lescentes que no estaban concurriendo a la 20%

escuela y aspectos relacionados con el mues- 0%

Analfabetos

Primario

Secundario

Terciario
treo. Ante la importancia creciente que ad-
quirían distintas formas de violencia entre los
adolescentes, se agregaron algunos ítems co- Adolescentes Escolarizados Adolescentes No Escolarizados
rrespondientes a la encuesta de Díaz Aguado
(2000)1 lo que nos permitió reconocer aspec-
tos relacionados con la victimización, la par-
ticipación en hechos de violencia, el “no te me- gráfico 2. vivienda
tas” y la violencia escolar en mayor detalle.
100%
3. Análisis e interpretación de los resultados 90%
80%
Analizando los resultados de 3.670 adoles- 70%
centes, varones y mujeres, de 15 a 19 años, 60%
escolarizados y no escolarizados, podemos 50%

detectar muchos elementos de los anterior- 40%


30%
mente expuestos, que nos señalan la mag-
20%
nitud del problema.
10%
En primer término, señalamos que el
0%
56% de los chicos relata problemas en su fa- Propia Alquilada Cedida Compartida
milia de origen. Inmediatamente nos llama
la atención la grave disrupción que se per- Escolarizados No Escolarizados

cibe comparando la constitución familiar de


los adolescentes escolarizados –que en un
90% conviven con su familia de origen– en
relación con los no escolarizados, entre los gráfico 3. vivienda
cuales sólo 50% de las mujeres y 25% de
los varones convive con alguno de sus pa- 100%

dres, uno de cada cuatro vive con su pareja, 90%


80%
50% de las mujeres y 25% de los varones
70%
ya son padres, una de cada seis mujeres y
60%
cuatro de cada diez varones viven solos o en 50%
bandas y uno de cada cinco vive en la calle. 40%
Éste es un panorama desolador (Gráfico 1). 30%
Los datos referidos a la escolaridad pa- 20%
terna, materna y del adolescente acentúan las 10%

diferencias que se presentan entre ambos 0%


Energía Agua Cloacas Baño
grupos, señalando una perdurabilidad en este eléctrica potable instalado
círculo vicioso de falta de educación, que ve- Escolarizados No Escolarizados
remos se sostiene con relación a la calidad

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gráfico 4. trabajo paterno. ciudad de gráfico 5. trabajo materno. ciudad de


córdoba 2006 n 3670 córdoba 2006 n 3670

100% 100%
90% 90%
80% 80%
70% 70%
60% 60%
50% 50%
40% 40%
30% 30%
20% 20%
10% 10%
0% 0%
Ninguno No estable Estable Ninguno No estable Estable

Escolarizados No Escolarizados Escolarizados No Escolarizados

del trabajo que cada grupo logra, en su vi- tados anteriores tiene efectos perturbadores
vienda, en su calidad de vida (Gráficos 2 y 3). y generadores de violencia. Si de las mujeres
Es de hacer notar que de los adolescen- que trabajan, cinco de cada siete lo hacen sin
tes no escolarizados, 24%, tiene escolaridad estabilidad, sin obras sociales, sin resguardos
primaria incompleta, 35% han completado legales, obviamente esta situación de inse-
su escolaridad primaria, y 40% han cursado guridad se transmite a su familia agregando
entre 1 y 3 años de escuela secundaria. un nuevo factor condicionante.
Es clara la importancia del hábitat, de las Por otro lado, saber que de los adoles-
condiciones de saneamiento ambiental, de centes que ya no están concurriendo a la es-
contar con elementos como energía eléctrica, cuela nos coloca en la situación de repre-
agua potable, una modalidad de eliminación guntarnos qué hacen estos adolescentes de
de excretas segura y no contaminante de las 15 a 19 años con su tiempo, con su vida.
napas, de poder acceder a un baño instalado Pues, el 52% tampoco tiene ningún tipo de
en condiciones que permita una adecuada trabajo, y otro 38% hace changas u otros tra-
higiene personal, ya no sólo por razones de bajos de tiempo parcial.
salubridad, sino de autoestima, de presen- ¿Cómo son las relaciones familiares de
tación personal y posibilidades de relación estos adolescentes? Analicemos primero los
con los otros. Asimismo la seguridad que datos de adolescentes escolarizados. Obser-
brinda el saberse dueño de su espacio, da vamos un deterioro mayor en la comunica-
una seguridad hacia el futuro de la que ca- ción con el padre varón principalmente en
recen muchas familias que viven en vivien- las mujeres. Sólo 48% dicen tener buen diá-
das precarias, cedidas o construidas en te- logo con su padre, comparativamente con el
rreno ajenos, sin mejoras (Gráficos 4 y 5). 78% que logra dialogar con su madre. ¿Y el
Otro factor que claramente condiciona otro 22%? Entre los varones el 25% no tiene
la calidad de vida de los jóvenes está referido buen diálogo con su madre y 37% con su pa-
a las condiciones de trabajo de sus padres. dre. Son cifras altas que están mostrando
Considerando la alta frecuencia de ho- que, en promedio, uno de cada cuatro ho-
gares con jefas mujeres es claro que la situa- gares, en este segmento, tiene dificultades
ción de inequidad que muestran los resul- en la comunicación.

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Menos del 50% de los adolescentes, mu- no tienen asignadas tareas en su hogar.
jeres y varones, comparte actividades con Como contraparte, mayoritariamente se
sus padres, en el 34% de los hogares no es sienten escuchados, considerados, respeta-
habitual ayudarse entre sí cuando algún dos por sus familias y consideran que pue-
miembro de la familia tiene problemas, y den expresarse en libertad en el medio fa-
34% de las mujeres y 41% de los varones miliar.

gráfico 6. relación familiar en adolescentes escolarizados

100%
90% 88
84 84 84
78 75 80 83 81
80% 76
73 73
70
70% 63 66
62 59
60%
50% 48 47
42
40%
30%
20%
8
10% 2
0%
Puedo hablar de
todo con mi madre

Puedo hablar de
todo con mi padre

Las relaciones con


mis padres son
buenas

Puedo expresar lo
que siento

Me escuchan

Comparto actividades
con ellos

Nos ayudamos a
resolver los
problemas

Tengo asignadas
tareas y
responsabilidades

Confían en mí

Me consideran al
tomar decisiones

Aporto dinero
a mi casas
Mujeres Varones

gráfico 7. relación familiar en adolescentes no escolarizados

100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Puedo hablar de
todo con mi madre

Puedo hablar de
todo con mi padre

Las relaciones con


mis padres son
buenas

Puedo expresar lo
que siento

Me escuchan

Comparto actividades
con ellos

Nos ayudamos a
resolver los
problemas

Tengo asignadas
tareas y
responsabilidades

Confían en mí

Me consideran al
tomar decisiones

Aporto dinero
a mi casas

Mujeres Varones

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En cuanto a los chicos no escolarizados El 12,6% de las mujeres y 10,5% de los va-
analizaremos por separado la situación de rones “pensaron” en suicidarse; 2% de las
mujeres y varones. Las mujeres consideran mujeres y 8,2% de los varones, lo intenta-
que las relaciones con sus familiares son ron; el 1% de las mujeres y 4,5% de los va-
buenas en un 90%. Nos preguntamos qué rones fueron hospitalizados por ese intento.
significa para ellas “relaciones buenas”, por- Otra situación especialmente notable es
que más del 60% informan de dificultades la que muestran estos gráficos referidos a la
en establecer diálogo con su madre o padre, violencia intencional en adolescentes en los
sólo un 15% dice poder expresar en su casa que podemos ver que el uso de navajas y ar-
lo que siente, y un 8% que en su familia se mas de fuego, peleas y problemas policiales,
ayudan cuando alguno tiene un problema. se dan en adolescentes escolarizados con por-
Aportan dinero a su casa el 52% de las en- centajes mucho mayores que los deseables,
cuestadas. Un número semejante refiere con valores entre los varones muy superio-
compartir actividades con su familia, sen- res. Que entre los chicos escolarizados, el 2%
tirse considerada, respetada. ¡La mitad! de las mujeres y 12% de los varones usen na-
Los varones muestran resultados aún vajas y el uso de armas de fuego sea del 2,5%
más estremecedores. Porcentajes que sólo es realmente preocupante. También lo es, que
rondan un 25% logran un diálogo adecuado en el último mes, el 30% de las chicas y 74%
con padre o madre, se sienten escuchados, de los varones se hayan involucrado en una
respetados, considerados, ayudados cuando pelea física y que hayan resultado detenidos
lo necesita, participan de actividades y tiene 2% de las mujeres y 12% de los varones.
obligaciones hacia su familia. Sólo uno de ¿Cómo se compadecen estos resultados con
cada cuatro. sus proyectos de vida?
Dijimos anteriormente que una vía de es- Aun así, los datos referidos a no escola-
cape era el suicidio, y estos resultados ava- rizados muestran que un 84% estuvo invo-
lan las estadísticas oficiales que muestra que lucrado en un episodio de violencia en el
el suicidio y las muertes de origen violento último mes, hubo uso mayoritario de armas
figuran entre las primeras causas de muerte blancas (72% de los varones) y un 50 % de
en adolescentes, en permanente incremento. adolescentes detenidos por robo.

gráfico 8. violencia intencional gráfico 9. violencia intencional


adolescentes escolarizados adolescentes no escolarizados

80% 80% 75
74
72
70% 70%

60% 60%
50
50% 50%

40% 40%
30
30% 30% 25
19
20% 20%
13 12 13
10% 10%
2 2 3 2 2 3
0% 0%
Navaja Arma de fuego Pelea Detenidos Arma Arma de Pelea Detenido Detenido
blanca fuego por pelea por robo

Mujeres Varones Femenino Masculino

[ 90 ] • Margarita Barrón, Encarna Bas Peña, Marta Isabel Crabay y María Cristina Schiavoni
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Estas manifestaciones de violencia en la presentan y cuyos impactos pueden resultar


adolescencia nos lleva a considerar tanto los fatales.
acontecimientos vitales que pueden consti- Los adolescentes se ven inmersos en una
tuirse en estresores, como las características cruda competencia por alcanzar la imagen
psicológicas propias de este período de la corporal que más se acerca a la del ideal so-
vida, que determinan el tipo de valoración cial. Ello los expone a un estrés tal que puede
individual que el sujeto realiza. Con relación conducirlos a adoptar estrategias de afron-
a los primeros, Lázarus (1986) plantea que tamiento sumamente inadecuadas y extre-
se pueden identificar tres tipos: mas, entre ellas, los desórdenes de la ali-
1. Cambios Mayores que afectan a mu- mentación. Este panorama se complejiza al
chos (por ejemplo, desastres naturales). hacerse evidente que el joven no encuentra
2. Cambios Mayores que afectan a pocos frente a sus problemas un referente en el
o a uno sólo (por ejemplo, pérdida de adulto que lo sostenga y le permita seguir
un ser querido o enfermedad). adelante afrontándolos productivamente. Al
3. Ajetreo Diario. contrario, se encuentran con adultos que,
buscando conseguir la anhelada juventud
Milgran (1993) describe posibles experien- eterna, intentan detener el paso del tiempo.
cias que pueden ser estresantes en la niñez La necesidad de consumo indiscrimi-
o la adolescencia: nado, que la cultura posmoderna genera e
• Tareas rutinarias que provocan males- impone como la condición principal para
tar o tensión (problemas en el estudio). verse integrados a ella, se erige como otro
• Transiciones normales del desarrollo, factor estresante que, estrechamente vincu-
asociadas a las distintas etapas evolu- lado al anterior, les exige a los sujetos la acu-
tivas (la adolescencia como tal). mulación de posesiones materiales, algo que
• Acontecimientos convencionales de no es accesible a todos. Esta seducción y ne-
corta duración, que son considerados gación simultánea posiciona al sujeto en una
positivos, pero estresantes (el logro de encrucijada predominantemente estresante,
una meta anhelada). además de condenarlo a una vida superficial
• Acontecimientos que alteran al sujeto, que constantemente lo somete a la sensación
sin amenazar su vida (una lesión leve). del vacío.
• Alteraciones familiares graves (divorcio). Otros factores que pueden provocar vio-
• Desgracias familiares (fallecimiento de lencia tienen que ver con las siguientes ca-
un ser querido). rencias: en primer lugar, aquella vista desde
• Desgracias personales (violencias, la óptica posmoderna, que se vincula con la
abuso). imposibilidad de lograr los deseos indivi-
• Desgracias catastróficas asociadas a de- duales e inmediatos que, al mismo tiempo,
sastres naturales (incendios) o desastres no configuran necesidades humanas reales
causados por el hombre (guerras). ya que son el resultado de un constructo so-
cial basado en el consumismo y en la su-
Considerando a las diversas configuraciones perficialidad. Por ello, son irrealizables y más
subjetivas de los adolescentes en la posmo- aún al ser buscados en absoluta soledad. Por
dernidad, entre los factores que los predis- el otro, una carencia que, a nuestro entender,
ponen a situaciones estresantes y a condi- tiene que ver con cuestiones más profundas
ciones de vida insalubres, sin duda el culto y trascendentales en la vida de cualquier ser
al cuerpo y la exaltación de la estética cons- humano: la ausencia de lazos afectivos, en
tituyen aquellos que más corrientemente se tanto ser de naturaleza social.

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Obviamente que el entorno condiciona confusión que sienten ante los múltiples
situaciones de riesgo tal como queda de- cambios que este pasaje hacia a la adultez
mostrado en los datos previos, con relación implica. Consecuentemente debemos aten-
a la violencia en general que generan o su- der a todos aquellos indicadores que nos
fren estos adolescentes. alerten acerca de la posibilidad de que su-
Con respecto al abuso, sexual, violación fran estrés.
u otra forma de acoso sexual, si bien admi- Retomamos entonces los mencionados
tido en ambos sexos y en todos los estratos por Frydenberg (1997) con el objetivo de re-
sociales, está claro que las cifras muestran saltar la importancia de que tanto padres y
mayor frecuencia en mujeres y entre los ado- madres, docentes como agentes de salud,
lescentes no escolarizados. puedan reconocer la situación emocional por
Consideramos necesario, ante esta rea- la que atraviesa un adolescente (hombre o
lidad, el diseño, aplicación y evaluación de mujer) e intenten actuar como sistemas de
acciones educativas continuas y sistemáti- apoyo para sostenerlo en su proceso de
cas en diferentes contextos (familia, escuela, afrontamiento.
barrio), a cargo de equipos interdisciplina- La promoción de las estrategias de afron-
res que aborden desde la salud, la educación, tamiento es defendida desde un enfoque epi-
la formación laboral y ocupacional, el fo- demiológico preventivo ya que, trabajadas
mento del empleo y la cultura, etc., los fac- desde la educación para la salud, devendrán
tores de riesgo detectados en el presente es- en factores protectores de ella. En este sen-
tudio, y posibiliten el desarrollo de los tido, se propenderá a la modificación de co-
factores de protección. Trabajar, de forma nocimientos, actitudes y comportamientos
complementaria, en distintos escenarios y de los adolescentes, en busca de la salud, de
con diferentes destinatarios, constituye una la vida. La educación contribuye a que cada
vía importante para estudiar y abordar los sujeto sea capaz de llevar las riendas de su
factores que inciden en el desarrollo de con- propio destino de manera responsable, y
ductas no violentas y violentas, los mode- toma como fundamentales la comunicación
los de identificación, la responsabilidad, la interpersonal, la capacidad de reflexionar so-
libertad, la coherencia, el respeto, el sentido bre uno mismo y sobre los demás, la habili-
crítico, el desarrollo de competencias per- dad para resolver problemas y la toma de de-
sonales y sociales, las formas de resolver cisiones, debido a que éstos son elementos
problemas por medio del diálogo, la im- esenciales de los estilos de vida y en su gran
portancia de la comunicación, las relacio- mayoría se ven involucrados en vínculos in-
nes interpersonales, la presión de grupos terpersonales y en el afrontamiento de pro-
(amigos, medios de comunicación, etc.), la blemas de la vida diaria.
toma de decisiones responsable, el desarro- Verificados estos resultados en nuestra
llo de habilidades personales y sociales, etc. ciudad, en función de lo señalado en el co-
(Bas, 2001). mienzo del artículo, creemos fundamental
continuar analizando y complejizando el
4. Conclusiones modelo sobre violencia en los adolescentes.
Para ello, consideramos que la presentación
Las expresiones cognitivas y comporta- de Albert Bandura (1973, 1986,1991) sobre
mentales son los medios que los adolescen- el papel de la cognición y el aprendizaje so-
tes encuentran para comunicarnos, a veces cial en la génesis y desarrollo de la conducta
de manera más directa y otras más indirec- agresiva, brinda un marco de referencia apto
tamente, la angustia, la preocupación y la para entender la violencia.

[ 92 ] • Margarita Barrón, Encarna Bas Peña, Marta Isabel Crabay y María Cristina Schiavoni
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En síntesis, podemos decir que el entorno comportamiento”. Este autor sugiere que la
afecta a la persona determinando las res- violencia puede reducirse:
puestas disponibles en la práctica, produ-
ciendo situaciones y eventos que son perci- a) Modelando los entornos para reducir la
bidos y, a su vez, generan procesos cognitivos disponibilidad de reacciones excesivamente
y afectivos que llevan a conductas que pro- violentas o mortales (disminuir la disponi-
veen modelos sociales que incluyen infor- bilidad de armas) y aumentar la disponibi-
mación sobre cómo se comportan otras per- lidad de reacciones no violentas.
sonas y las consecuencias de esas conductas.
Tanto las consecuencias observadas (apren- b) Manejar los entornos para reducir el al-
dizaje indirecto) como las que el sujeto ex- cance de situaciones o eventos conflictivos
perimenta en sí mismo (aprendizaje directo), (reducir desigualdades en calidad de vida).
generan aprendizajes y promueven actitudes
y habilidades que influyen sobre los proce- c) Cambiar las consecuencias (castigar la
sos cognitivos, y preparan futuras respues- violencia, premiar la conducta no violenta).
tas ante situaciones que se le presenten. Esto
incluye modificar aspectos del entorno. d) Comunicar modelos sociales para influir
Aplicando este modelo a las situaciones procesos (cambiar actitudes, enseñar habi-
de violencia, podría inferirse que el entorno lidades, mediación entre pares).
ha provisto situaciones y circunstancias,
frente a los que víctima y victimario reac- A lo largo de la presentación de los re-
cionan en función del significado que dan sultados pudimos ver claramente como las
al evento y del registro de respuestas posi- situaciones que apuntan a las dos primeras
bles para cada uno de ellos. Ante el enojo y propuestas están ampliamente difundidas
la frustración, la selección de un comporta- en nuestra sociedad.
miento como respuesta específica estará Asimismo, con relación a la tercera op-
orientada por las valoraciones de cada actor, ción, lleva años en nuestro medio el debate
lo aceptable o no de esas conductas, en lo sobre si aumentar las penas o disminuir la
personal y en el entorno en que se mueve, edad de imputabilidad podrían tener algún
y si las consideran efectivas o no para al- beneficio. Por ello consideramos más via-
canzar el objetivo propuesto. ble aprovechar, en el trabajo con adolescen-
El consumo de alcohol, el estrés, la emo- tes, en el consultorio, en la escuela, en la fa-
ción violenta modifican la forma en que se milia, en la comunidad, el abordaje a través
procesa la información, se analiza una si- de la cuarta opción que requiere mejoras en
tuación, se toman decisiones. Por otro lado, la comunicación interpersonal, mejora en las
la disponibilidad de armas, la deprivación prácticas de crianza, favorecer el desarrollo
económica, el escaso valor que se da a la vida personal, las posibilidades de acceder a edu-
propia y ajena, hacen su aporte a conduc- cación, salud, beneficios sociales mejorando
tas violentas. la calidad de vida familiar, disminución de
Tal como señala Mc Alister, (1998) “la los contenidos violentos de los programas
idea básica es que las actitudes y habilida- de los medios de comunicación social, sin ol-
des pueden determinar si algunos eventos o vidar la necesidad de realizar un adecuado
situaciones particulares resultarán en vio- diagnóstico de situaciones personales (pro-
lencia. Esas actitudes y habilidades se apren- blemas psicopatológicos, alcoholismo, con-
den mediante el modelaje social, y mediante sumo de drogas), familiares y sociales, desde
la experiencia sobre las consecuencias del un abordaje interdisciplinario.

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Otras conclusiones: y la eliminación del absentismo escolar tiene


Los problemas en su familia de origen que constituir un objetivo primordial de las
son una realidad. Los adolescentes escolari- políticas públicas y de las intervenciones so-
zados, mayoritariamente conviven con su fa- ciales y educativas. Así como promover di-
milia, frente a los no escolarizados, donde la ferentes actuaciones orientadas, por ejem-
convivencia se reduce significativamente. plo, a) a la educación de padres y madres
En este grupo cabe destacar la diferencia en- de cara a su propia formación y a la de sus
tre mujeres y varones, pues sólo 50% de las hijos e hijas; b) al desarrollo de una forma-
mujeres y 25% de los varones convive con ción profesional, mediante Escuelas taller,
alguno de sus padres. que facilite la incorporación laboral de estos
Los datos referidos a la escolaridad pa- adolescentes; c) la formación universitaria
terna, materna y del adolescente, acentúan de los educadores que intervienen con estos
las diferencias que se presentan entre am- colectivos en diferentes espacios.
bos grupos, señalando una perdurabilidad
en este círculo vicioso de falta de educación,
que se sostiene en relación a la calidad del
trabajo que cada grupo logra, en su vivienda, Referencias bibliográficas
en su calidad de vida.
Respecto a las relaciones familiares de Bandura, A. (1973): “Social learning theory of
adolescentes escolarizados y no escolariza- aggression”. In J. F. Knutson (Ed.): The control of
dos, observamos un deterioro en la comu- aggression: Implications from basic research.
nicación. Y, la idea de suicidio constituye una Chicago, Aldine.
vía de escape tanto para hombres como para – (1986): “Psychology of crime and criminal jus-
mujeres. tice” (pp. 198-236). The social learning perspec-
La violencia intencional en adolescentes es- tive: Mechanisms of aggression. In H. Toch (Ed.):
Prospect Heights. IL, Waveland Press.
colarizados se da con porcentajes mucho ma-
yores de los deseables, y con valores entre los – (1991): “Self-efficacy mechanism in physiolo-
varones muy superiores. Sin embargo, los da- gical activation and health-promoting behavior.”
In J. Madden, IV (Ed.): Neurobiology of learning,
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Barrón, M. (Comp) (2006): Violencia. Serie Ado-
Señalar que las peleas entre mujeres, en este lescencia Educación y Salud 2. Córdoba (Argen-
grupo, es inferior al de escolarizados. tina). Brujas.
Con respecto al abuso, sexual, violación
– (2005): Inequidad sociocultural, riesgo y resi-
u otra forma de acoso sexual, si bien admi- liencia. Serie Adolescencia Educación y Salud 1.
tido en ambos sexos y en todos los estratos Córdoba (Argentina). Brujas.
sociales, está claro que las cifras muestran
Bas Peña, E. (2001): “Educación Social y preven-
mayor frecuencia en mujeres y entre los ado- ción de la violencia juvenil. Orientaciones y pro-
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Finalmente, queremos destacar la im- teruniversitaria, nº 8, pp. 209-230. Disponible en:
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modificar la situación de violencia en dife- runiversitaria
rentes contextos, pero unida a otras medi- Bleichmar, S. (2005): La subjetividad en riesgo.
das de carácter laboral, político, cultural, eco- Barcelona, Paidós
nómico, sanitario, indicadas anteriormente. Castel, R. (1995): La metamorfosis de la cuestión
Conseguir la escolarización de los menores social. Barcelona, Paidós.

[ 94 ] • Margarita Barrón, Encarna Bas Peña, Marta Isabel Crabay y María Cristina Schiavoni
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(Argentina). Brujas.
1
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Roca, pp. 140-244. Iberoamérica, con el objetivo de difundir los avan-
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celona, Círculo de lectores.
McAlister, A. (1998): La violencia juvenil en las
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DIRECCIÓN DE LAS AUTORAS: Margarita Barrón. Me-
zación Panamericana de la Salud. Disponible en:
http://www.paho.org/Spanish/HPP/HPF/ADOL/ dina Allende s/n. Pabellón Francia. 1º piso. Box 2.
violence.pdf Ciudad Universitaria. Córdoba. Argentina X5000.
Correo electrónico: margarita@barron.com.ar
Milgran, N. A. y Palti, G. (1993): “Psychosocial cha-
racteristics of resilient children”. J Res Pers 1993, Fecha de recepción del artículo: 03.IX.2009
27, pp. 207-21. Fecha de aceptación definitiva: 30.IX.2009
Morín, E. (2001): Los siete saberes necesarios para
la educación del futuro. Barcelona, Paidós.
– (1998): La cabeza bien puesta. Barcelona, Paidós. COMO CITAR ESTE ARTÍCULO:
Barrón, M.; Bas Peña, E.; Crabay, M. I., y Schia-
Tedesco, J. C. (1998): Los grandes retos del nuevo
voni, M. C. (2010): “Adolescentes, violencia y
siglo. Aldea global y desarrollo local. En G. Pérez
Serrano (coord.): Contexto cultural y socioedu- familia en la ciudad de Córdoba (Argentina)”.
cativo de la educación (pp. 19-51). Sevilla, Uni- Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, 17,
versidad de Sevilla. pp. 83-95.

adolescentes, violencia y familia en la ciudad de córdoba (argentina) [ 95 ]


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