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Adolescentes, Violencia y Familia en La Ciudad de Córdoba (Argentina)
Adolescentes, Violencia y Familia en La Ciudad de Córdoba (Argentina)
Revista Interuniversitaria
ISSN: 1139-1723
pedagogiasocialrevista@upo.es
Sociedad Iberoamericana de Pedagogía
Social
España
Barrón, Margarita; Crabay, Marta Isabel; Bas Peña, Encarna; Schiavoni, María Cristina
Adolescentes, violencia y familia en la ciudad de Córdoba (Argentina)
Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, núm. 17, marzo, 2010, pp. 83-95
Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social
Sevilla, España
Resumen Summary
[ 84 ] • Margarita Barrón, Encarna Bas Peña, Marta Isabel Crabay y María Cristina Schiavoni
sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 83-95] • tercera época
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Analfabetos
Primario
Secundario
Terciario
treo. Ante la importancia creciente que ad-
quirían distintas formas de violencia entre los
adolescentes, se agregaron algunos ítems co- Adolescentes Escolarizados Adolescentes No Escolarizados
rrespondientes a la encuesta de Díaz Aguado
(2000)1 lo que nos permitió reconocer aspec-
tos relacionados con la victimización, la par-
ticipación en hechos de violencia, el “no te me- gráfico 2. vivienda
tas” y la violencia escolar en mayor detalle.
100%
3. Análisis e interpretación de los resultados 90%
80%
Analizando los resultados de 3.670 adoles- 70%
centes, varones y mujeres, de 15 a 19 años, 60%
escolarizados y no escolarizados, podemos 50%
100% 100%
90% 90%
80% 80%
70% 70%
60% 60%
50% 50%
40% 40%
30% 30%
20% 20%
10% 10%
0% 0%
Ninguno No estable Estable Ninguno No estable Estable
del trabajo que cada grupo logra, en su vi- tados anteriores tiene efectos perturbadores
vienda, en su calidad de vida (Gráficos 2 y 3). y generadores de violencia. Si de las mujeres
Es de hacer notar que de los adolescen- que trabajan, cinco de cada siete lo hacen sin
tes no escolarizados, 24%, tiene escolaridad estabilidad, sin obras sociales, sin resguardos
primaria incompleta, 35% han completado legales, obviamente esta situación de inse-
su escolaridad primaria, y 40% han cursado guridad se transmite a su familia agregando
entre 1 y 3 años de escuela secundaria. un nuevo factor condicionante.
Es clara la importancia del hábitat, de las Por otro lado, saber que de los adoles-
condiciones de saneamiento ambiental, de centes que ya no están concurriendo a la es-
contar con elementos como energía eléctrica, cuela nos coloca en la situación de repre-
agua potable, una modalidad de eliminación guntarnos qué hacen estos adolescentes de
de excretas segura y no contaminante de las 15 a 19 años con su tiempo, con su vida.
napas, de poder acceder a un baño instalado Pues, el 52% tampoco tiene ningún tipo de
en condiciones que permita una adecuada trabajo, y otro 38% hace changas u otros tra-
higiene personal, ya no sólo por razones de bajos de tiempo parcial.
salubridad, sino de autoestima, de presen- ¿Cómo son las relaciones familiares de
tación personal y posibilidades de relación estos adolescentes? Analicemos primero los
con los otros. Asimismo la seguridad que datos de adolescentes escolarizados. Obser-
brinda el saberse dueño de su espacio, da vamos un deterioro mayor en la comunica-
una seguridad hacia el futuro de la que ca- ción con el padre varón principalmente en
recen muchas familias que viven en vivien- las mujeres. Sólo 48% dicen tener buen diá-
das precarias, cedidas o construidas en te- logo con su padre, comparativamente con el
rreno ajenos, sin mejoras (Gráficos 4 y 5). 78% que logra dialogar con su madre. ¿Y el
Otro factor que claramente condiciona otro 22%? Entre los varones el 25% no tiene
la calidad de vida de los jóvenes está referido buen diálogo con su madre y 37% con su pa-
a las condiciones de trabajo de sus padres. dre. Son cifras altas que están mostrando
Considerando la alta frecuencia de ho- que, en promedio, uno de cada cuatro ho-
gares con jefas mujeres es claro que la situa- gares, en este segmento, tiene dificultades
ción de inequidad que muestran los resul- en la comunicación.
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Menos del 50% de los adolescentes, mu- no tienen asignadas tareas en su hogar.
jeres y varones, comparte actividades con Como contraparte, mayoritariamente se
sus padres, en el 34% de los hogares no es sienten escuchados, considerados, respeta-
habitual ayudarse entre sí cuando algún dos por sus familias y consideran que pue-
miembro de la familia tiene problemas, y den expresarse en libertad en el medio fa-
34% de las mujeres y 41% de los varones miliar.
100%
90% 88
84 84 84
78 75 80 83 81
80% 76
73 73
70
70% 63 66
62 59
60%
50% 48 47
42
40%
30%
20%
8
10% 2
0%
Puedo hablar de
todo con mi madre
Puedo hablar de
todo con mi padre
Puedo expresar lo
que siento
Me escuchan
Comparto actividades
con ellos
Nos ayudamos a
resolver los
problemas
Tengo asignadas
tareas y
responsabilidades
Confían en mí
Me consideran al
tomar decisiones
Aporto dinero
a mi casas
Mujeres Varones
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
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Puedo hablar de
todo con mi madre
Puedo hablar de
todo con mi padre
Puedo expresar lo
que siento
Me escuchan
Comparto actividades
con ellos
Nos ayudamos a
resolver los
problemas
Tengo asignadas
tareas y
responsabilidades
Confían en mí
Me consideran al
tomar decisiones
Aporto dinero
a mi casas
Mujeres Varones
En cuanto a los chicos no escolarizados El 12,6% de las mujeres y 10,5% de los va-
analizaremos por separado la situación de rones “pensaron” en suicidarse; 2% de las
mujeres y varones. Las mujeres consideran mujeres y 8,2% de los varones, lo intenta-
que las relaciones con sus familiares son ron; el 1% de las mujeres y 4,5% de los va-
buenas en un 90%. Nos preguntamos qué rones fueron hospitalizados por ese intento.
significa para ellas “relaciones buenas”, por- Otra situación especialmente notable es
que más del 60% informan de dificultades la que muestran estos gráficos referidos a la
en establecer diálogo con su madre o padre, violencia intencional en adolescentes en los
sólo un 15% dice poder expresar en su casa que podemos ver que el uso de navajas y ar-
lo que siente, y un 8% que en su familia se mas de fuego, peleas y problemas policiales,
ayudan cuando alguno tiene un problema. se dan en adolescentes escolarizados con por-
Aportan dinero a su casa el 52% de las en- centajes mucho mayores que los deseables,
cuestadas. Un número semejante refiere con valores entre los varones muy superio-
compartir actividades con su familia, sen- res. Que entre los chicos escolarizados, el 2%
tirse considerada, respetada. ¡La mitad! de las mujeres y 12% de los varones usen na-
Los varones muestran resultados aún vajas y el uso de armas de fuego sea del 2,5%
más estremecedores. Porcentajes que sólo es realmente preocupante. También lo es, que
rondan un 25% logran un diálogo adecuado en el último mes, el 30% de las chicas y 74%
con padre o madre, se sienten escuchados, de los varones se hayan involucrado en una
respetados, considerados, ayudados cuando pelea física y que hayan resultado detenidos
lo necesita, participan de actividades y tiene 2% de las mujeres y 12% de los varones.
obligaciones hacia su familia. Sólo uno de ¿Cómo se compadecen estos resultados con
cada cuatro. sus proyectos de vida?
Dijimos anteriormente que una vía de es- Aun así, los datos referidos a no escola-
cape era el suicidio, y estos resultados ava- rizados muestran que un 84% estuvo invo-
lan las estadísticas oficiales que muestra que lucrado en un episodio de violencia en el
el suicidio y las muertes de origen violento último mes, hubo uso mayoritario de armas
figuran entre las primeras causas de muerte blancas (72% de los varones) y un 50 % de
en adolescentes, en permanente incremento. adolescentes detenidos por robo.
80% 80% 75
74
72
70% 70%
60% 60%
50
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40% 40%
30
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13 12 13
10% 10%
2 2 3 2 2 3
0% 0%
Navaja Arma de fuego Pelea Detenidos Arma Arma de Pelea Detenido Detenido
blanca fuego por pelea por robo
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Obviamente que el entorno condiciona confusión que sienten ante los múltiples
situaciones de riesgo tal como queda de- cambios que este pasaje hacia a la adultez
mostrado en los datos previos, con relación implica. Consecuentemente debemos aten-
a la violencia en general que generan o su- der a todos aquellos indicadores que nos
fren estos adolescentes. alerten acerca de la posibilidad de que su-
Con respecto al abuso, sexual, violación fran estrés.
u otra forma de acoso sexual, si bien admi- Retomamos entonces los mencionados
tido en ambos sexos y en todos los estratos por Frydenberg (1997) con el objetivo de re-
sociales, está claro que las cifras muestran saltar la importancia de que tanto padres y
mayor frecuencia en mujeres y entre los ado- madres, docentes como agentes de salud,
lescentes no escolarizados. puedan reconocer la situación emocional por
Consideramos necesario, ante esta rea- la que atraviesa un adolescente (hombre o
lidad, el diseño, aplicación y evaluación de mujer) e intenten actuar como sistemas de
acciones educativas continuas y sistemáti- apoyo para sostenerlo en su proceso de
cas en diferentes contextos (familia, escuela, afrontamiento.
barrio), a cargo de equipos interdisciplina- La promoción de las estrategias de afron-
res que aborden desde la salud, la educación, tamiento es defendida desde un enfoque epi-
la formación laboral y ocupacional, el fo- demiológico preventivo ya que, trabajadas
mento del empleo y la cultura, etc., los fac- desde la educación para la salud, devendrán
tores de riesgo detectados en el presente es- en factores protectores de ella. En este sen-
tudio, y posibiliten el desarrollo de los tido, se propenderá a la modificación de co-
factores de protección. Trabajar, de forma nocimientos, actitudes y comportamientos
complementaria, en distintos escenarios y de los adolescentes, en busca de la salud, de
con diferentes destinatarios, constituye una la vida. La educación contribuye a que cada
vía importante para estudiar y abordar los sujeto sea capaz de llevar las riendas de su
factores que inciden en el desarrollo de con- propio destino de manera responsable, y
ductas no violentas y violentas, los mode- toma como fundamentales la comunicación
los de identificación, la responsabilidad, la interpersonal, la capacidad de reflexionar so-
libertad, la coherencia, el respeto, el sentido bre uno mismo y sobre los demás, la habili-
crítico, el desarrollo de competencias per- dad para resolver problemas y la toma de de-
sonales y sociales, las formas de resolver cisiones, debido a que éstos son elementos
problemas por medio del diálogo, la im- esenciales de los estilos de vida y en su gran
portancia de la comunicación, las relacio- mayoría se ven involucrados en vínculos in-
nes interpersonales, la presión de grupos terpersonales y en el afrontamiento de pro-
(amigos, medios de comunicación, etc.), la blemas de la vida diaria.
toma de decisiones responsable, el desarro- Verificados estos resultados en nuestra
llo de habilidades personales y sociales, etc. ciudad, en función de lo señalado en el co-
(Bas, 2001). mienzo del artículo, creemos fundamental
continuar analizando y complejizando el
4. Conclusiones modelo sobre violencia en los adolescentes.
Para ello, consideramos que la presentación
Las expresiones cognitivas y comporta- de Albert Bandura (1973, 1986,1991) sobre
mentales son los medios que los adolescen- el papel de la cognición y el aprendizaje so-
tes encuentran para comunicarnos, a veces cial en la génesis y desarrollo de la conducta
de manera más directa y otras más indirec- agresiva, brinda un marco de referencia apto
tamente, la angustia, la preocupación y la para entender la violencia.
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En síntesis, podemos decir que el entorno comportamiento”. Este autor sugiere que la
afecta a la persona determinando las res- violencia puede reducirse:
puestas disponibles en la práctica, produ-
ciendo situaciones y eventos que son perci- a) Modelando los entornos para reducir la
bidos y, a su vez, generan procesos cognitivos disponibilidad de reacciones excesivamente
y afectivos que llevan a conductas que pro- violentas o mortales (disminuir la disponi-
veen modelos sociales que incluyen infor- bilidad de armas) y aumentar la disponibi-
mación sobre cómo se comportan otras per- lidad de reacciones no violentas.
sonas y las consecuencias de esas conductas.
Tanto las consecuencias observadas (apren- b) Manejar los entornos para reducir el al-
dizaje indirecto) como las que el sujeto ex- cance de situaciones o eventos conflictivos
perimenta en sí mismo (aprendizaje directo), (reducir desigualdades en calidad de vida).
generan aprendizajes y promueven actitudes
y habilidades que influyen sobre los proce- c) Cambiar las consecuencias (castigar la
sos cognitivos, y preparan futuras respues- violencia, premiar la conducta no violenta).
tas ante situaciones que se le presenten. Esto
incluye modificar aspectos del entorno. d) Comunicar modelos sociales para influir
Aplicando este modelo a las situaciones procesos (cambiar actitudes, enseñar habi-
de violencia, podría inferirse que el entorno lidades, mediación entre pares).
ha provisto situaciones y circunstancias,
frente a los que víctima y victimario reac- A lo largo de la presentación de los re-
cionan en función del significado que dan sultados pudimos ver claramente como las
al evento y del registro de respuestas posi- situaciones que apuntan a las dos primeras
bles para cada uno de ellos. Ante el enojo y propuestas están ampliamente difundidas
la frustración, la selección de un comporta- en nuestra sociedad.
miento como respuesta específica estará Asimismo, con relación a la tercera op-
orientada por las valoraciones de cada actor, ción, lleva años en nuestro medio el debate
lo aceptable o no de esas conductas, en lo sobre si aumentar las penas o disminuir la
personal y en el entorno en que se mueve, edad de imputabilidad podrían tener algún
y si las consideran efectivas o no para al- beneficio. Por ello consideramos más via-
canzar el objetivo propuesto. ble aprovechar, en el trabajo con adolescen-
El consumo de alcohol, el estrés, la emo- tes, en el consultorio, en la escuela, en la fa-
ción violenta modifican la forma en que se milia, en la comunidad, el abordaje a través
procesa la información, se analiza una si- de la cuarta opción que requiere mejoras en
tuación, se toman decisiones. Por otro lado, la comunicación interpersonal, mejora en las
la disponibilidad de armas, la deprivación prácticas de crianza, favorecer el desarrollo
económica, el escaso valor que se da a la vida personal, las posibilidades de acceder a edu-
propia y ajena, hacen su aporte a conduc- cación, salud, beneficios sociales mejorando
tas violentas. la calidad de vida familiar, disminución de
Tal como señala Mc Alister, (1998) “la los contenidos violentos de los programas
idea básica es que las actitudes y habilida- de los medios de comunicación social, sin ol-
des pueden determinar si algunos eventos o vidar la necesidad de realizar un adecuado
situaciones particulares resultarán en vio- diagnóstico de situaciones personales (pro-
lencia. Esas actitudes y habilidades se apren- blemas psicopatológicos, alcoholismo, con-
den mediante el modelaje social, y mediante sumo de drogas), familiares y sociales, desde
la experiencia sobre las consecuencias del un abordaje interdisciplinario.
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DIRECCIÓN DE LAS AUTORAS: Margarita Barrón. Me-
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http://www.paho.org/Spanish/HPP/HPF/ADOL/ dina Allende s/n. Pabellón Francia. 1º piso. Box 2.
violence.pdf Ciudad Universitaria. Córdoba. Argentina X5000.
Correo electrónico: margarita@barron.com.ar
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racteristics of resilient children”. J Res Pers 1993, Fecha de recepción del artículo: 03.IX.2009
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Serrano (coord.): Contexto cultural y socioedu- familia en la ciudad de Córdoba (Argentina)”.
cativo de la educación (pp. 19-51). Sevilla, Uni- Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, 17,
versidad de Sevilla. pp. 83-95.