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Fecha: 23 de septiembre del 2020

Materia: Teoría y metodología de discurso narrativo


Análisis de la obra El cantar del pecador
Alumno: César Salto Morales
Facilitadora: Silvia Guadalupe Alarcón Sánchez

Manifestación de lo privado

Este escenario se desarrolla en varios sitios, inicialmente a través del viaje que realiza la
protagonista hacia la casa de su tía en Perote, donde se transporta en carro. En términos
espaciales, lo vivido dentro de ese vehículo es considerado privado, esto entre ella y Fidel.
El sitio principal donde se maneja este concepto es en la casa de tres pisos de su tía
Guadalupe, específicamente en la recamara de la sobrina, quien vivía atormentada por los
ruidos tormentosos y raros que escuchaba cerca de allí, en el cuarto de la madre, que vivía
en una especie de cautiverio, propiciando un fuerte olor a cerrado y un raro perfume de
humedad. Las otras partes de la casa también se expresan como sitios privados.

La mujer como víctima y la violencia

Una de las víctimas de violencia se expresa en el personaje de Guadalupe, quien se dedica a


bordar como todas las demás mujeres para soportar el dolor. En la historia, el constructo
social dar lugar a una dependencia de la mujer por el hombre, manifestándose en primer
lugar, por la soltería de sus hijas, y en segundo, por la muerte de su marido. Con la perdida
de su hacienda, expresada con su retiro bajo un edicto del gobierno que se debía a las
reformas agrarias, se manifiesta como injusticia. El mayor terror aparece con la madre de la
protagonista, que estaba en un cuarto, una mujer empequeñecida como un perro apaleado,
viviendo con un olor fétido víctima de violencia por las condiciones en las que vivía,
murmurando un cántico que manifestaba, que las tres Marías siendo vírgenes había pecado,
refiriéndose quizás a sus tres sobrinas.

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