Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Facultad de enfermería.
Materia: Psicología.
Maestro: Jesús Enrique Aguilera Medina.
Desarrollo de la personalidad.
La personalidad es un concepto que hace referencia a una visión única e individual del
ser humano, es decir, se trata de la visión que tenemos de cada persona, hecho que
provoca que cada una sea diferente de las demás. En concreto, la personalidad se
forma gracias a un conjunto de rasgos y características que determinan el
comportamiento, la conducta y la manera de actuar de las personas ante diferentes
situaciones y contextos. Así pues, a grandes rasgos, la personalidad es aquello que nos
permite diferenciar a una persona de las otras.
Regresión.
Es el retorno a un nivel mental anterior, cuando las circunstancias anteriores eran
menos exigentes para la persona. Suele ocurrir cuando estamos frente a fuertes
presiones emocionales y entonces nuestros comportamientos o actitudes se vuelven
más infantiles o primitivas. Uno de los ejemplos más comunes es cuando a un niño le
dan la noticia de que va a tener un hermano, y entonces vuelven aparecer
comportamientos regresivos como mojar la cama o chuparse el dedo.
Formación reactiva.
Consiste en la transformación de un impulso negativo por su contrario, que es positivo.
No solamente se reprime lo intolerable, sino que se muestra un comportamiento
opuesto para evitar que salgan a la luz los verdaderos deseos. Por ejemplo, cuando
una persona no nos gusta, a veces en lugar de mostrar comportamientos hostiles hacia
ella, tendemos a mostrarnos muy amables.
Racionalización.
Cuando se produce un deseo que la persona no puede aceptar, surgen argumentos con
los que se busca de forma lógica justificar que eso debe ser así. Ejemplo de ello es
cuando uno no se quiere enfrentar a una situación por miedo, y trata de evitarla
buscando excusas que justifican que no es necesario abordarla.
Proyección.
En este caso, una característica negativa que rechazamos de nosotros mismos es
trasladada a otro sujeto o situación, de modo que se externaliza el conflicto en la
relación social. Esta reacción puede aparecer por ejemplo en discusiones, cuando se
hacen acusaciones o se le reprochan a las demás cuestiones que en verdad nos
pertenecen.
Disociación.
Nuestra parte inconsciente trata de olvidar el afecto de un trauma para poder soportar
los hechos, pues de otro modo, su recuerdo nos ocasionaría una experiencia emocional
dolorosa. Aparece separado aquello que, en realidad, está unido. Por ejemplo, al
relatar un episodio traumático con total normalidad, sin que aparentemente surja una
carga afectiva.
Represión.
Se trata de ocultar impulsos indeseables o emociones negativas para que no afloren a
la parte consciente. Aparece ante recuerdos tormentosos o cuando se quieren evitar
deseos peligrosos.
Sublimación.
Aunque no es un mecanismo de defensa como tal, podríamos incluirlo en este listado,
pues se trata de otra forma de enfrentar la realidad que surge en las personas. Consiste
en transformar un impulso que socialmente puede no estar bien aceptado, en otro que
sí lo esté o cuya expresión tiene una consecuencia social menos negativa que la del
primero. Se transforma el deseo frustrado en un nuevo fin más adaptado socialmente.
Teorías. Autor. Enfoque. Etapas.