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ABAJO SOBRE EL CIELO

FLECOS

“El río está en nuestro interior


el mar nos cerca por todos lados”
T. S. Eliot
Una construcción que no me permite observar hacia afuera
una construcción abisal y sórdida como un cuadro abisinio
bajo el lente estoy en Louvre
y Louvre en Plaza Francia es un espejismo
Desde lo alto de un bus
contemplo la ciudad
el sol brilla intensamente como un par de anteojos blancos
cáscaras rotas botellas sin licor una banca verde me espera
sólidos intactos versos que aún musitan sonrisas
Un líquido oscuro
como niebla nos envuelve al atardecer

"En algún lado mora mi soledad" es una vieja canción la escuché


en los labios redondos de una muchacha en un bar de Lima
allí conocí el amor
sus cabellos ahondándose en su seno como serpientes
son la nostalgia
La confusión convulsa sobre sus paredes de barro
rosa me agita sus trucos
los malos trucos
diseñando noches enseñando diariamente cómo salir por la ventana
trazando un puente directamente hacia ti
en esta imagen y música rock decadentes
Absurda
tapizando las noches con cremas descubrí ese dulzor
indeleble reflejo y me permito soñar
acerco un trago caliente
insalobre material oscuro de té a mis labios
mientras me acaricias y eran golpes suaves
ruedas húmedas una espada helada descendiendo por las escaleras
hacia el fondo
Una sucesión de escenas fantásticas
mi hermana bajo la mesa porque le teme a los temblores
férreas cortinas de luz aplastando paredes vacías y paredes
hechas polvo frente a la cámara son la suciedad fetal que temo

Las construcciones son altas


Indomesticable como un animal me agito
Insegura en un clímax violeta -sólo hablo francés en sueños-
retengo la saliva ato un párpado a la reja gris busco la llave
exacta
es difícil escoger el ángulo de salida el cemento suave
Sé que en algún lado mora la soledad (mi soledad)
y a esa muchacha no le gusta su oficio
Es verano en el almanaque
poco a poco el frío se abriga en los cerros
humo y velitas de electricidad se almacenan al desorden
Un cuerpo verde
tu cuerpo y el mío juntos
bocabajo
acumulados en este fragmento
color y sombra desde el cielo
el sur interminable
En tus ojos el mar
el mar una espuma rosada
deja caer garabateando las cosas ebrio y excitado
una nueva sensación
El mar es la nueva sensación que alcanzo
y desciendo
veo lugares que no conozco
Christiania Belo Horizonte Montmartre
Barranco en un rincón
Sauces pinos piedras labradas con esmero listas para la noche
Me abrazas
el movimiento acelera esforzándose
el movimiento de las ramas más rápido ahora se estrella en las
sombras de pie
El puente se consume rojo y lila centellean con violencia
El parque afeitado para los novios
Tul y ceniza se fotografían sin cesar
Ella una linda rubia de corsé
guinda se prepara para el trabajo
Él se cubre los años en un póster
de cine y cree aún en los tumultos
que atrajo su loción sin marca
La que pegó un sticker en tu auto y mezcló sus manos en vinagre y carne
La que murió de suicidio hace dos años y hoy posa
enseñando las piernas y el labial nacarado de perfil
La actricilla inundada de besos díscolos y espirales profundos
en las espaldas
olorosos como un jabón doméstico
Si podríamos ser nosotras
y no la empleadita de uñas largas estropeadas por el aceite de freír
trenzada
maniáticamente a su tiempo una libreta de apuntes

“quién iba a preveer que el amor ése informal


se dedicara a ellos tan formales”
-más allá Benedetti escribió-
seguramente
bebía solo en un restorán parisino
una velocidad incalculable lo despeinaba él
feliz pipa y revistas en la bolsa de cuero sopesaba
al centro de una postal borrosa
sopesaba frases sencillas amores sencillos amantes tan formales
como un código de amor sin preguntas
sin respuestas

Ellos son diestros


saben jugar bien sus cartas
Las horas pasan volando
No hay mostradores ni Ace para lavar la suciedad de las manos
el dolor acumulado como vitamina D en los músculos
Al pie de la estatua esperan
espantando
ahuyentando esperan
el tiempo pegado a sus narices
EL HAMBRE COMO UNA BOLA DE METAL OXIDA TODO A SU PASO
Que no me falla la memoria María
- hace tiempo dejamos de coexistir -
tengo todos mis papeles en regla horarios libretas
y no figuro en ninguna lista ni soy buscada
¿quién me buscará después de todo?
yo misma me confundo en mí misma cuando me retrato:
histérica hipocondríaca estos hijos no están por gusto
ni mi dedicada belleza de doméstica
entregada a la esclavitud de una profesión absurda:
lavar platos refregar pisos tener listo el desayuno y caliente el pan
esta fotografía me delata He dejado listo todo
para que no me delaten las piezas de este hogar romántico
porque lo único que quedan son recuerdos lindos horas lindas: instantes
Total
¿qué se supone memorable? Y no sé por qué diablos hasta yo empecé a perder
la cuenta de cuántas veces vino a visitarnos el abuelo -los tíos- y
cuándo esa fotografía fue el hecho real que nos hizo reír con un
desenfado inolvidable propio de los que son felices y ya no importa
cuál de los gestos horribles -de los tantos- es captado por esta máquina
de la verdad ¿cuál es la verdad? hace tiempo me desentendí de esas
cosas y no se trata de morderse la lengua o jugar limpiamente para no
herir a nadie la procesión va por dentro el río puedes engañarme
pero a la máquina no Puedes engañar a todos menos a mí
- tu curadora tu protectora - María
que no lo sabes todo aunque debieras saberlo
con tus 13 o 12 o 16 y esas dos grandes masas de luz que te sofocan
al despertar Sí que eras maravillosa -lo veo- y es maravilloso
el sol pero le temes a todo lo que supone exceso brillo
exaltación y que trepa como una fogata avivando el fuego de la
oscuridad reviviendo lo muerto de las cosas que permanecen
dormidas en los cuartos petrificadas en los aposentos inertes en los
museos en la mente: intocables -no pienses- En un lugar donde
todas las niñas sueñan con el verano pasado y piden que se repita lo
mejor de lo mejor vivido y es toda la vida lo mejor vivido: anaqueles
llenos de muñecas y felicidad pastel y abrazos para los cumpleaños
el sol llega a la hora exacta no es un traficante de comercio Tú llegas
cuando no debes llegar pero no eres el sol ni menos una traficante de
comercio que viene a cobrar cuantiosas deudas yo no pago si fuera
así te obstinas en fijar la atención en esos retratos que no se
parecen en nada a nuestro pasado convertido en un hermoso cuento
que no puedo terminar de contarte que no podré contarte niña
porque son falsos los paraísos y perdido todo lo que no se hizo en su
momento ganas no me faltaron para marcharme en una puesta de sol
dejando atrás hasta lo inolvidable se cierra una página y yo me
prometí cerrar muchas de las escritas una mañana en blanco
y con sólo el deseo de ser feliz o no ser Toma tu Alka Seltzer
Baña a los niños Vé a la cama ¡Huye!
Y estabas adormilada presa de los sedantes:
la realidad atrapada por las órdenes: la sociedad prescrita
como buena receta médica nosotros tendríamos la posibilidad
de curarnos con tu amor robándote lo mejor quizás
lo peor No te juzgo inocencia no me juzgo: inocentes
incapaces de descubrir lo nuevo de tantas veces repetirlo
Al amor hay que amarlo a veces a veces
no basta con retenerlo sólo a veces ocurre que te amo
como al mejor de los recuerdos y eres la niña que perdí
y eres la niña que perdí a ciegas caminando como se pierde
una joya invalorable se pierde la vida
y ahora sonríes apretando con tus manitas sucias a quién
sabe quién en la foto pero no funciona el gatillo el agua
el sosiego ¿acaso esas noches pensaste lo mismo?
cuando no lo acariciabas lo sigues acariciando y si veías caer
monedas las ves caer plateadas alfombrando circulares la noche
llenándola de espejos cubriéndote de tules tú adorada querida
busca bolsillos tantos cuántos aun luego de inventar el amor
Las muchachas como ella esperan el momento de la paz
para agradecer con los ojos un indiferente apretón de manos
un saludo luego un más tarde el domingo siguiente
entonces era simplemente la muchacha así la llamábamos
muchacha señorita
9:30 el desayuno 10: tengo miedo
11: ya no puedo prescindir de ella
una mezcla extraña en su seno turgente y olor natural
es leche cortada sudor y días de trabajo
todo la hacía imprescindible
En los periódicos las noticias del día en las alacenas
los platos que debe refregar en los cajones su ropita de pájaro
las botitas de bebé que cree haber escondido bien
Sé que libró sus manos de la tierra y de los fierros
retorcidos que buscan fruto en su interior
Nunca entendiste de insecticidas de fungicidas ni de plagas
tu destino era la ciudad y ahora vista en el espejo nadie
en tu pueblo te reconocería tarareando
idéntica a la que llegó a ayudarte en los quehaceres
o por la manera de recogerte el cabello
un moño atado por un lazo rojo y la cadenita de fantasía
que da dos vueltas en tu cuello dorado
adorado porque tú esperabas algo más de mí
¿no hacemos lo suficiente con crecer?

El barrio es una garganta raída lúgubre infectada


estas calles oscuras donde sobresale el charol
que absorbe nada de botellas vacías
Perros lánguidos se disuelven en los rincones
Algunos vigilantes que como tú silban
destruyen a paso lento goma entre sus dientes
intoxicados por un pésimo desayuno
a veces un menú de dos soles titilan
en el frío corredor que conduce a la avenida principal
Pero no es únicamente eso lo que te molesta
Noches
días que debes permanecer refugiado en la cama viéndola salir
muy temprano y bien arregladita llevando un atado de ropa
¿de dónde sacaste esos trapos tan bellos?
Me dejas el desayuno servido porque a pesar de los años
no has perdido la costumbre el niño en la cuna
las camas tendidas yo adentro
como si fuera una pieza más de ese desorden obligado
Pienso que a todas les encanta encontrar su casa
completamente desarreglada y sucia Aquí no hay luz

A mí me pagan por cuidar la entrada ten cuidado me dicen


al fondo como todos los sábados los muchachos la esperan
No pensé llegar a junio ¿sabes? las fiestas -enfrentarlas-
y junio es un mes lleno de cumpleaños me ponen nerviosa
sin embargo aquí estoy los días son bloques mustios de telas
grises el frío penetra como una lámina de metal ahogándose
bajo mis chompas el amor parece -más bien- un abrazo
que encontrar en reencuentro forzoso con nosotros mismos
en verano -días de sol y sombrillas- uno no necesita más de uno
para andar por allí devanando calles echando cartas
a la suerte cíclica que imponen relojes y horarios ¿un café?
al fin y al cabo ¿qué diablos hago en un menú tan corto?
una muchacha se congela vendiendo detergentes
y sus sonrisas sirven al público de las pantallas
de las puertas que toca -el cielo que no se abre-
y toca insistentemente -el cañón del amor encendido-
insistentemente y yo apago el televisor
y todo termina en una profunda paz espiritual
El silencio sin paredes de los cementerios
-inacabado y sutil- ¿al piso 10 del ascensor?
El aire castaño cierra sus alas como palomas sin vida
borra los balcones sin gente se queda en la nariz de los árboles sin
copa y Lima -para lo que vivo- una cabina más
de las tantas con el teléfono descolgado mi madre -créeme-
es la camisa que llevo puesta
junio me baña de fantasmas de santos y antigüedades
como la lírica -luz verde- de los semáforos que detienen un vocerío
inimaginado de cabezas calvas y pasajes sin ida
el invierno de los refrigeradores de las máquinas registradoras
de los andamios expuestos al ojo material como una pera disecada
la uña crecida de la mano de la muchacha del comercial
el ojo que no siente
el frío extraído de un tubo de pruebas el ojo que no siente
Quizás encienda la radio lentos cínicos toques de puerta
invadan el televisor
Flecos -uñas color rojo sangre- más flecos flotando
con sus cabellos teñidos de espiga
cuando llegó la I. B. Show Orchestra
y esa damita de mini dorada
repartiendo besos a diestra y siniestra
prometía al público darse completamente
el mejor espectáculo jamás visto en tierra norteña
y con sensualidad se despojaba de su saconcito de paño negro
meneándose
susurrando una canción
algo así como "tómame" -por favor- y por favor
boquiabiertos mis paisanos no dejaban de mirarla
sí te pertenecemos -tú ordenas costeña-
ella ordena bailar y bailamos te guiña el ojo y obedecemos
habla bajito que obedecemos
sólo por esta vez que -diablos- no le sale una
y un "adivina qué sigue"
creo que la vamos a pasar adivinando toda la noche
techno salsa rock ¿reggae?
ah Callao puerto mío canta el pelucón
Lima ¿dónde estás? yo no bailo sola
sí que tengo sueños
y por discreción ni te cuento
ni por esta rubia flaca enloquecida por la luz
que la amo que sus tacones 10 la soporten
que dios la soporte porque yo prosigo
la música el río la música el río
cómo duele el río digo las costillas
el cuerpo de 26 años y trabajos forzados
estorbos primo
yo no claudico fácilmente
ante lo incognoscible el talento de la imaginación
abro
cierro puertas tanteo
aparto de mí la tentación el mundo
qué mundo me mueve
puro filamento de cosas costras podredumbre y felicidad
así que no me muevas más la cola perro
no me finjas el delirio
de una lágrima escrita en tu carita triste
que no respondo de mí
no respondo necia y echada a perder
borracha con la borrachera de la gente ensimismada
en un cuerpo rubio y "ya me cansastes" disparados
como bombas sin piedad por mis amigos que lo amo
deja que baile que cada vez entiendo menos esta música
y salte el pelucón confundiéndose en el griterío chicha
del coliseo gloriosísimo San Ramón
que grita mal y nadie escucha su pico roto de botella
herido destilando sangre y canciones pésimas
manos y pies adornan como guirnaldas la intimidad del estrado
presiento tu mano caliente en la cintura
y en el aliento palabras palabrotas brillantes
como tus dientes amarillos
que prometo sucumbir en la humanidad
en la humildad en el alma: Fiesta
-Es lo último que fumo-
si hubiera algo que meter en este cartucho de papel seda
salvo la oscuridad que me acompaña
y no este polvo de mesa y pan rancio que no me haga soñar
pero sé que siempre será así la espera y ya voy
por la tercera taza de agua hervida que recoge el mesero intacta
nunca confío en lo que dice llamarse esto o aquello
y menos en esta sustancia negra cuya etiqueta dice café
y no es café debe de ser la tarde tan prematura que llegó a mi reloj
para despertarme y traerme aquí como todos los viernes a esperar
lo que me pone de este maldito humor hasta que inesperadamente
llegas pides la cuenta no dejas propina porque ya nadie deja
propina y me preguntas si estoy cansada y yo me marcho
no porque esté cansada sin explicarte que estoy cansada
y voy confundida y feliz para ti separo una hora
-a todos nos llega esa hora- y pienso que debería ser más fácil
para mí que me obliga a pensar en el amor aceleradamente
y siento las alas ligeras del viento que llega contigo
y el húmedo polvillo de tu casaca que acomodas en mi silla
cuando sin saludarme primero me propones algo
parecemos felices bebiendo en rincones secretos de Lima
siempre en lugares diferentes siempre diferentes
nosotros que no podríamos dejar de hablar sin tocarnos
con el rabo del ojo y sentir la tibieza de otros cuerpos
internados también en el corazón de la ciudad
el fuego es el fuego del horno y la ciudad vomita autos
edificios gente atollada en calles y Cafés para acabar
con nuestro amor en lo que resta de la hora
La gente hace cola en la puerta de los cines
entra rápidamente con sus parejas a un motel
se pelea reclama roba en las esquinas
a mí sólo me asusta esperarlo tanto
Veredas que toman la palabra
y los autos no oyen más nombres gastados
esperando un boleto a la luna
un viaje a Moravia entre bambalinas y sedas
aquí mismo se deshacen los sueños

predica la palabra retiene la música


y la gente empieza a llegar las copas
como un juego maestro de servilletas y
azafates mozos y chicas lindas van
acomodándose en la barra

mientras el foco palidece ciega la noche


la pantalla enreja a los visitantes del Cotton Club
una laguna de noche rodea el espejo:
Brown Gillespie ¡Olson! el aleteo
en mi garganta roja la estampida del saxofón
en el cuarto de baño Todo es negro

-hace tiempo que amo a poca luz-


Detrás de la pared no había nada -eso creo- y ella
de espaldas -tampoco sé qué piensa-
lleva más de media hora con la mirada fija en algún punto
¿atractivo? para quién será atractivo ese punto
de la pared sin parpadear sin moverse a los 65 años
ni siquiera en los peores momentos -ahora-
perdía la costumbre de subir a descansar allí
-de vecina gritona e indeseable –
nadie toma en cuenta una pared de 20 x 50
muy elevada para la municipalidad
horrible para mi gusto
sólo yo sé que detrás se levantan más casas y construcciones
pésimas fuera de plano techos cementerio de ballenas
atestados de muebles viejos artefactos en desuso
y aves de corral enjauladas
ella que conoce bien el juego de la arqueología
y ahora juega buscando entre escombros
el origen de una vida que fue
y continúa jugueteando con la nube de polvo que levanta
con sus saltitos amaestrados ese animalito enfermo
todo en su vida siempre lo supo desde el pronóstico del tiempo
sería esta casa sin hijas y con un esposo atrapado
en un cuadro sin flores como el de su Sarita Colonia bendita
mil y muchas glorias dichas contadas como sus mentiras
siempre en versiones diferentes que ya olvidó
-promete no olvidar más- pero no se trata de él
esta vez no ha movido el brazo derecho
que como toda buena enfermera debería mantener ágil
pero acaricia el lomo erizado de ese ser espectral
que ladra todas las noches y que a pesar de todo no la odia
con la punta del pie
con la misma con la que acostumbra a patear
su platito de comida y derramarlo en un montón de desmonte
que conserva en su techo
el más sucio y descuidado de la vecindad
por eso nos quejamos ¿y el perro le ladra?
y el perro le ladra y ella no deja ¿será por eso?
de mirar esta vieja pared la única
que logró terminar su esposo gracias a su trabajo
siempre a medio tiempo siempre
interrumpido por alguna enfermedad o un viaje
inesperado a provincia cuando ella no estaba sola
y tenía esperanzas por ejemplo
de levantar una pared más alta que ésta
y criar sus animalitos sin que los vecinos la anden husmeando
y reventar cohetones para las fiestas del Corpus Christi
y llevar esa procesión muy adentro
en su refugio de paredes altas y fuertes de ladrillo
que no se parecen en nada a las de estos hogares de ciudad
¿hogares perfectos?
a los que nadie se atrevería a traerles abajo una pared
De pie
sin sentir nada más que tu cuerpo
ahondarse palabras vacías en los muelles
mis brazos solos
mis piernas digitables y solas
Fuego sucio amenaza el contorno
esporádico oscuro como un fantasma fluye estremecido por la luz

-Sarina escribe-
cada salto a su cuerpo es una travesía peligrosa
leopardos animales extraños decorados
oscuros deslizan por la escalera
"alguien murió drogado en un burdel"
Alguien murió drogado en un burdel
un tieso adorno de metal bronce observa
continúa el cuento elemental del destino con los labios
intoxicados de órdenes y poses fingidas

la griega la egipcia la romana la pequeña estatua


con alcancía de barro bajo un tapete crepé

"alguien muere serenamente en una


1eyenda/ de vaqueros de flechas
lúdicas engarzadas como dos
cápsulas en la historia/ el hedor
indiferente extraviado en los
pasillos/ tantos cuerpos Tantas
risas..."
luego el clip del fotógrafo y la orden:
eh levántate goza goza goza
Hoy día sirve para levantarse y gozar esta hermosa mentira
mi cuerpo bañado de sudor de mayólica sin ti
mientras tanto dios cae como estas cortinas de lienzo
y el sol asoma en el foco
agresivo absorbe mi luz interior despierto asustada
Sarina
Sarina
alguien se tapa la boca y huye
sin sentir nada más que tu cuerpo
nada más que su cuerpo
nada más que mi cuerpo sentido como soledad sin ti
los viernes buscan esta complicidad extraña
Diluirse en la imaginación de las paredes húmedas
el miedo desolado invisible es la ruta de rigor al placer
y la necesidad se estruja como un vestido viejo
el tramo que esta última noche alumbra A pesar de tus gritos
a pesar de los niños que te esperan frente a un partido de fútbol
quieto bordado en los árboles zonas que no quiero recordar

porque la vida se traslada de un lugar a otro y esta canción


interrumpe maravillosamente el secreto de tu alegría
olvidada mi memoria el cuadro pintado de fiesta
aparecen templos profanados sacrificios la sonrisa que te regaló
en un sueño

Apenas años y la inquietud acicalada sobre tu luz terrible


Había lluvia pan humeante en canastos grises improvisaba el temor
arriba la dulzura rociando su licor como una mentira penetraba
en una angosta calle violeta

Tacones altos sobre la ciudad Luz


y esa escalera...
esa escalera que nos conduce a ti como a una calle sin números
Xánax

necesito una donde despabilar la irrefrenable


su sedosa e infinita humedad fuera de la lógica
lenta y apisonada lógica de los calendarios de arena
bajo mi ventana
Una para dormir bien como los anuncios electrónicos prometen
más allá del horror
como una concreta conflagración en soledad
ceniza hombres
labios rojos juntos

El hilo me conduce a sus brazos


Un racimo de sombras capaz de
disfrazarlo todo ha de ser el mismo baile
rojo y naranja sobre su falda lila
¿sus brazos a la altura de la felicidad?

(Colmena o la avenida
se reduce a una sola presencia
o belleza como basura y frases
sin cuidado: belleza introducida
en el mismo gran murmullo destrozadas
en las mismas mil palabras monócromas
como en una clara obra de arte)

Y analizo
juego
armo el óleo
empapada de estaciones
en el estar mostrando mi cuerpo a una máquina solar
que no me distingue que busca entre los amotinados
la noche su fin de semana como los ladrillos donde
volcarse y crecer duramente crecer
bloquear el cielo de plomo metálico

Irrefrenable angustia en las bibliotecas


en los parques
horquilla de luz dorada en el beso
Irrefrenable como esta necesidad de vivir es
la muerte
indiscreta bella suave identidad
II

RETRATOS DE ARENA
A Lucha Reyes

recuerdo su grito ronco laminado


extraña voz extraño color de piel
los músculos eran aún gelatina movible
difusa
como el fuego de antorchas
¡un vals pequeña!
un escupitajo azul de abundantes bronquios
En televisión los vestidos hacen bellas transformaciones
pero el callejón quedó inmune como una vacuna intestinal
inamovible en la piel esa marionetilla antialérgica
mírala
-sabe cantar-
su cuero negro azul marino bajo los reflectores
¡una cicatriz demente en la foto!
vamos Lucha
(Luchita)
la cancha espera
El aguardiente añejo en un solo sorbo ácido para los amigos
la carroña en orden y numeración sobre la platea curva
un contrato seguramente y salir de aquí
a las Bermudas a la Bahamas a donde sea salir de aquí
¿quién lleva y trae los paquetes?
El foro muerto empuña como un botón maduro la oscuridad
la iglesia de violáceo sale al encuentro con sus alas
de palma yace
inservible en la alacena Nada que beber
ni sonreír Esta vez no
Ahora el micrófono es mío el púrpura descomunal de la orilla
soledosa me excita encajona mis pensamientos
algunas ratas rodean El Buque y el color lava el cielo sucio
sobre el asfalto
flores de felpa
¿y el agua que no existió?
-y el agua que no existió nunca
Entonces sólo era la felicidad y el rey negro de las cucharas
con un tenedor brillante en las axilas redondas de la noche
un par de ajos gigantes
Aplausos sobre la pleamar endurecida de la pared Un corazón
de jesús ebrio sobre la puerta descansa del sueño
tu padremadre el tío Miguel formas impresionistas como el amor
Hay que ir al Karamanduka para verte sonreír de ese modo
¡Qué jarana!
sudando bailando gozando de ese modo
Hoy quiero darte la peluca de rafia dorada del maniquí celeste
que te prometí
los rizos piel de tigre
antes del sueño
A Felipe Pinglo Alva

cojo de mierda ¡qué cueros débiles!


-yo siempre recordándole que se guarde para
después esa canción que le dedicó a la negra
-negra linda- no escupas aquí que aquí estoy yo
para que me protejas de los malos espíritus
y árboles curiosos en los paseos de Lima con tu
aire vagabundo que nada teme ni tiene ni siquiera
una primera plana esta vez te enorgulleces
de no haber tenido una primera plana hoy 13 de
mayo fecha memorable en el calendario religioso
tan sólo una virgen de cera que no cambiarías
ni por mil tragos o partidos de fútbol
¿qué hay de la cita a la que nunca pudiste llegar?

Estos tubos fueron tu único y último contacto


con la vida y el amor una mujer
a la que hay que aferrarse y beber
Aunque esté nostálgica y te quiera y te tenga
polvo en las manos susurro en los oídos huesos
que los calambres tiemplan dolorosamente en las
noches me aferro a ti como lo hacen los niños
asustados a sus juguetes
Noches como ésta de Felipe junto a todos los
que quieren esputar su vergüenza y recibirte con
los brazos abiertos Ron
camarada sumamente amargo y solo
Solo siempre
Mientras escuchaba a Franz Liszt
-Rapsodia Húngara Nº12 Lima-

lamento haberte encontrado así


entre papeles y pericotes polvo y estantes
viejos abogados se preguntan cuál es tu
problema un conflicto no se resuelve con sonrisas
y los conflictos como esta música desgastan
absorben al espíritu más fiel y no queda más que eso:
música temblando en un rincón sacro de la ciudad
manos sin cuerpo dirigiendo una sinfonía
bajo la tolvanera y ya estás atento
a las indicaciones del semáforo a la mujer
que cubre sus uñas con esmalte y rabia
porque es cara y su belleza se ha diluido una noche
fresca que no pudo más con la felicidad de ese
húngaro loco ni con la aparente frialdad de su
sangre azul para los amigos roja para los habitantes
de Doborjan fogoso como nadie
sin rencores Franz creo que estos contactos nos
aproximan aunque estemos lejos
dos siglos atrás Tú dentro de la radio yo dándole
solución a tus problemas que son tan míos como de
la vecina del panadero del guardián: noble estirpe
barrios oscuros -nada codiciosos- me alarman
Con sus derechos -viles- miles -bocas- espadas
salen de sus bocas No es por indiscreción esta escena
en que tu música ha revolcado a muchas jovencitas
y enamorado con astucia al amor con el entusiasmo
propio de la juventud al amor Cien pies bajo tierra
y todavía marchas indagas Ebrio por estos libros
tristes plagado de tristeza ocultándote en los sonidos
ocultándome al mundo la cosa va y no va
así es Sólo a veces me encuentro contigo y sorprendes
a mi escritorio con tu par de guantes
nuevos blancos
y las personas huyen despavoridas porque no te entienden
porque temen la estridente burla de un viejo músico
autodidacta -viejo caprichoso-
el caos que felizmente ordena
que las desordena Ésa es la costumbre aquí todo lo diferente
es sustituido por un poco de pintura y buenos deseos
sonrisas vagas que reprimen: maquillajes

Yo me refugio en esta música demente


Apasionada
A César Vallejo

4
maquinando la nostalgia al caer
volverse revolcarse y aún
con los dolores en la punta de la
lengua y la palabra en la mano
-y quisiera que no me implanten más sonrisa
que la mía- tú procedes
seco el otoño en las alcantarillas en una
habitación París se prepara en el lecho amado
musita el eco del estornino cae el vaso de agua
en la pared rodea la ventana estornudas
No están allí los sauces ni el sabor avinagrado
de la fruta madura con el calor de esta ciudad
madre se resiente porque estás tan lejos y también
ella reclama un rato a solas mientras rebana el
pan rancio del día y que su cintura lo cargue todo

Paseos de café Linternas iluminadas por cigarrillos


transeúntes Jardines y bares humanos
Qué no me meto en los bolsillos César saco pero
no encuentro y jalo a sorbos de la delantera
vecina y el hilo del botón botón
bajo mis zapatos
la tierra que es molde cariñoso y también madre
en busca de agua en el arenal
y el alma subterránea se interna en objetos inútiles
y eres tú aunque me disgusta la tristeza
una sonrisa gacha en la enfermedad del aire humano
que me persigue
y ya cierra este libro y ya me corre enemiga me
tapa los ojos En efecto ésa es la muerte que late
y ésta la vida Vital
la cifra que crece a mi costado
A Borges

a ti aguafiestas
entonces no veo forma de dirigirme a ti
y seguramente no te importe tanto hablar
de causas perdidas un día de sol
bajo estos árboles moribundos a tu edad
se hace más clara e intensa la visión de lo imperceptible
vuelven en el color de las cosas olores sabores
sueños y quién sabe Amanda sonría
peinando con sus manos lacias las piedras del jardín
en un Paraguay desbordado por ríos de plata
y brillante leche -decorados de feria-
y hagas para mí un recuento inmediato de los personajes
que empiezan a llenar las calles de héroes anónimos
para asistir al primer concierto de un verano
atroz sin más música que los ruidos armonizadores
de esta ciudad tranquila y chirridos de pájaros
todos elegantes -hombres sencillos-
bajo sombreros los mayores -sofocados-
inclinados ordenadamente echados algunos en el grass
perfecto de Europa
esperando alguna lluvia diferente a la ácida
que anunciaron esta mañana los titulares
-última reunión de científicos por el fin de la guerra-
Pero me hablabas de ese jardín un poco más al sur
y al este en la boca del mar y de sus rosedales perfumados
como de una joya preciosa retratada en estos almanaques
por el fin de la guerra pues te aburren
mis preguntas y esta raya que trazé ataviada por un
largo viaje para identificar la ceniza de tu rostro
bronceado y limpio en la multitud es igual a la de los
mapas Ahora mismo la siento perdida en una ciudad
y en el tiempo
A Víctor Humareda

mojado
con la mano en los bolsillos
silbando una tonada a la hora incierta
-un pájaro se deja caer en la brisa de la mañana-
también yo cierro los ojos anegados de humo
paladeo la arena derretida y pura
comienzo con las palabras del día
voy
tras el polvo encaminado al rincón
ahí un retazo de papel se desvive en un retrato

como en sus mejores días intenta la palabra diáfana


los símbolos mudos el color alegre de la
música íntima le hierve en la sangre sacude
sus hombros bajos
humildemente
majestuosamente se traslucen sus tardes
en el licor voluble del día

luego vendrá la verdadera tarde


sobre la pantalla roja figuras vivas
sobre tu cielo achorado y dime
qué cuadro nos dará la razón qué tipo
distancia precio desde este suelo frío

Acobardado por las luces que migran de los cerros


y focos alucinado en su lejanía
sin tragos que agrupen miradas pesos ni
curiosidades reposa tu cuerpo absorbido por la luz
que arruga el papel
aquí mismo sin subir escaleras interiores
mercados me embargo de sueños

En la ciudad postrada suelo abordar el pasaje que


no lleva a ningún lado tocando la luna de los
espejos rotos de las bisagras enmarañadas de las
copas como ojos vacíos
Sólo para alcanzarlos me apresuro
A Juanita de Lurigancho

el auto se llevó como la vida sus ideas


una corona de espinas sonrientes maduran
al contorno sin tocarlo casi

el suero sube y baja


olor maldito en los zócalos las flores
envejecen como pájaros moribundos ocultan su perfil
en la sombra verdadero blues
sonoro arete de hierro perverso
los disparos construyen columnas inmóviles de plomo
líquido
dardos
(su colesterol casi hasta estallar)

sé que ha sufrido mucho lo sé


en su pecho los 12 signos del zodíaco
muestran cómo todo camino a seguir es incompleto
un par de ojos tristes
inmovilizados por la cámara de televisión
y muchas preguntas cómo es morir

el oxígeno de este cuerpo me asfixia


y pienso que todos los pabellones son iguales
los rostros cúbicos de las santas morenas
como sus corpiños parchados
innumerables veces la soledad es eso
avanzo en un corredor que no es más
que un pasamanos trunco
interminable
los números se suceden como fotografías algunas
bellas: un beso sellando el común adiós

las rocas lanzan sus frutos


cáscaras golosinas rodean la pared donde el pintor
imaginó a Juanita
el hábito
de perfil con sus costales llenos de ropa
y multicolor inclinada como un arco iris
transparente y quién sabe lo que pasará
un rincón frío un pastel helado en la boca del horno
en el jirón de la unión en cualquier compra o venta
el canje dono mis vestidos: objetos
inútil por un poco de saliva hostil

los huesos del patio crujen


en círculo huyen de sí mismos
(ven no huyas de ti mismo)
cercando las luces de seguridad
se evapora la sangre en el calor de corcho
de una botella borracha al despertar
me acerca a ti

HUAYRONA-SANTO CRISTO
(tomaré esa línea para visitarlos)
III

PERIÓDICO MURAL
En noches como ésta me acerco
nudo de sirenas y descoloridos carteles hacia el camino
empapada de polvo
en una pintura formidable
dejando atrás recordando
mi voz arrastra su disonancia y sumerge tu sombra en cada estría
del tapiz de oscuridad fulminante

la respiración tensa es el mar


mi tela floreada e invisible la inmensa fogata donde irrumpes
coronado como un bello sueño de palabras fáciles
y no hallas sino caminos
senderos donde desembocan tus manos caudalosas
saltar puentes oasis febriles lagos de paroxismo poéticamente

la desgracia es como un perfume cíclico


en invierno me obliga a tomar tu mano
la otra a tientas recorre confusamente
ilógica un enjambre de rocas jironadas
y crece en los gritos redondos e infantiles
...el mar
el mar
el mar empapa los abismos fosforescentes donde recoges basura
y separas y
seleccionas
y eres una invitación apacible al infierno
todos tus dedos escurriéndose de sudor desoxigenado
detenidos en el cemento estoico como en una película absorta muda
breve
entonces voy tiritando al borde sin sentido y los niños me jalan
enmarrocados a la fuga inevitable del día receptor
que corre en sus cortinas de moscas nocturnas
la tarde fluye
y no necesito una máscara
de aluminio
mi abrigo carga la lluvia furiosa mientras voy ascendiendo
al piso más alto de Pampas
sin margen y la alfombra afila sus contornos
cenizas latas trozos de algo
siempre vivo desintegrándose y los perros insuflan sus gargantas
enmohecidas y desfallecen en la primera tos
es el mismo paraíso perdido final feliz
que ahogo como monedas y lanzo
donde pausadamente se escinde la noche

se hilvanan todos los ladrillos de la ciudad como un pretexto


indiscutible
el jardín del manicomio
la casita de hule sobre una roca
de estrellas gigantes mi sangre pastosa que merodea
como tu naúsea
necesaria y cristalina tanta sed
árboles bolsas flores muros de cemento
mientras el kerosene es lo único que se expande
a cada paso
la única bella
luz prendida
en los fósforos de electricidad
Ayer
la noche de la explosión
cerré mis cortinas definitivamente
pensé al negro como mi color favorito
su túnica gris enredada
invisible
veredas de luz inhabitable
una furiosa espiral de cenizas con mi cabello

Largo y delgado es el nudo


su boca
personificación pequeña de esta pequeña ciudad insólita
entre los flancos del paisaje
una flecha mortal en la herida en la herida la maquinaria
sus mitos de bronces enrarecidos esta casa vieja que intenta
huir del desastre de los escombros del buen pasado
Me veo
la música es la misma
una frazada grotesca como ventana un puñado de arroz inasible
ventosea el cuarto
tus dedos se abren como una rosa delicadamente
exacta y artificial
Moho tabaco negro entre los dientes las manos siempre ocupadas
el viejo lema en la frente como un estigma
que se escucha sin fin desde que empezó todo:
San Juan estalla
no perfora no rasga su piel periódico marchito en mis manos
Todo tiene sombra y distorsión frente a la lámpara
todo luce monstruoso agigantado me asusta tu peligrosa y oculta
página de filosofía en letras rojas sobre la pared
tu sangre vuela rasguño esta ansiedad
verte congelado en un parque
correr
200 metros por ti
Avenidas oscuras como una invitación separas de tus brazos
el aire ciñe sus palabras mecanógrafas en mi mente No hay luz
desde tu ventana imaginas que persiguen o buscan a alguien
te comes las uñas y quieres que el viejo radio de pilas de Rebeca
funcione
(golpes subterráneos
perros ladran iluminados por la intuición
helicópteros cruzan en zig-zag radar previa
luz roja lanzan dardos luces naranjas El cielo
inmóvil La mezcla es terrible)
Aún la arena con habilidad dentro de mis uñas
se evapora el sopor en un pañuelo Cansancio y tú
exquisita forma de esperar la tristeza
el fuego de la cocina atrapándolo todo
El último dices…

La madrugada dejó 3 muertos


probablemente festejaban fin de mes cerca del mercado
sus parientes colocaron a centímetros de sus cabezas una vela
encendida una bolsa con la boca abierta donde debes depositar tu
colaboración
Las mayólicas resisten la palidez de su sangre regada
inusitadamente
se oculta la luna como una cuchillo
las fisuras que guarda
el espíritu partido en dos el silencio
Perros verdes amarillos en la búsqueda
vidrios rotos
la crueldad su dulce silencio
diseminada en los árboles
bajo los reflectores un cubo de hielo
sin color ni miedo
El Agustino

lo que yo llamo cielo y es tierra


y todas las noches ocupa un espacio distinto al de los cielos
y se extiende sobre un paño de noche elegante
y vive como las fogatas de los castillos conquistados
allá arriba
y deja escapar anillos de luz simples bocanadas de gente
innumerables miles no podría contar cuántas veces
me perdí en el cielo yo que creí que pisaba tierra
empecé a enumerar sus escalones desvanecidos
con tanta facilidad por la gente que al pisarlos
los duplica los triplica y pienso que es la velocidad
-alucinaciones de estómago vacío- de trabajo
mecánico y a tiempo completo sin vacaciones
con vacaciones -sin goce de haber-
o sólo el caos en un mundo que no es
cielo ni tierra entre tierra y cielo cielo y tierra
hay un lugar común de seres indiferenciables que bien
observo
con este cucurucho que quiere -intenta- ser mi único
microscopio o mirador oficial sin asomarme a la ventana
del micro aunque la gente grite Me ordene
cordura razón para no mirar nuevamente
verme
indefenso en un mundo que no podría domeñar solo
Ese día casi toqué el cielo
porque su olor a tierra sudada o lo que sea se impregnó
en mi chompa en mis cabellos quedó un poco del polvo abigarrado
de su alimento mi lengua también saboreó
la acidez segura de sus suburbios celestes y no dejé
de parpadear cuando quise contar cada lucecita suya
en la inmensidad -ya me estaban tragando-
Si no fuera por estos golpes
torpes ininterrumpidos de chofer por esa voz ronca de vaso vacío
(solo) que desde arriba me recordó que simplemente estaba
abajo
Colegio Nacional José María Arguedas

a Ceci

todo lo que duerme se esconde en estos cerros cansados


la música es un juego de niños
y ya piden tiempo extras o algo de comer
desde muy hondo
se deterioran las miradas en una arena
desplomada en pisadas venidas de lejos
y compases de rítmicas rockolas

calles y mercados rotan del amarillo


a fuegos más humanos se aparean
multiplican
Ha llegado el tiempo hasta aquí
y mudado el cielo entre raros crujidos
y altavoces y luces fluorescentes luces
casacas en pechos abultados
pechos hinchados de tanto rodar
soñar y mentirse mi casaca negra
prueba de esta realidad desteñida y del óxido
óseo una verdad embotellada
Así
contagiando al peligro del ladrón
al niño del malo al bueno
de mis voladuras
se despliegan los días de explosión intensa y el sueño
esta cáscara de luz muerta que es el cielo habitado
de San Juan
y sus neumáticos y sus oquedades y
su música atorada en un solo disco rayado
y su gente
topo fierro catre sin ventana
que asoma para despedirse de sí misma
mientras un esplendor -brillo de aire-
se derrumba y anida el gas en el volumen
alto en las paredes cerradas en los ojos
sin asombro
los caminos llegan hasta aquí transitados
íntimamente también yo me ausculto en estas veredas
cuajadas en voces semejantes a escuelas sin
maestros sin
flor
San Mateo

cielo para fondo de un nuevo día


el aire blanco espiritual de los responsorios
apuntando universos de iconos estelares
y diablos azules

Ayer dos bandas de músicos hicieron bailar


a los devotos de San Mateo Tierra -arena-
¿por qué no decirlo?
Qué vacío bordea
Carretera sin alas
Velocidades ineludibles

Y una guirnalda parecía sucumbirme en el ocaso


pálido de asombro
Y una estampita y una promesa
y una constante
firmemente decisión

Y un antes de todo y antes de todo


que despachaban mis dedos en el mar
veteado y sudorífico de la música

¿De quién pues va a ser el mérito?


y quien lo sepa no obstruya
Corriendo se llega lejos

En los periódicos no se lee la verdad


Las radios te cambian la voz
En los periódicos se lee: Invasores ocupan terrenos
del Estado
Bebimos
bebimos como la sombra monstruosa del amanecer
Litoral de los sueños
Pista de las cacerolas sin agua

Todo sea por su honor


Camposanto

precisamente ahora que el sol agrede


es la boca del horno y dejo me dejo
envolver por sus carbunclos fogonazos
alguien atiza la brisa y siento el carbón
del corazón como una fruta pelada

en el pecho también escucho el vals del mediodía


corro de las sombras distorsionadas del cuarto
cuento las flores como minutos secos los
fantasmas de las paredes boca arriba

exhaustamente digo exhaustamente digo por qué no


así los días van un segundo de mil y tanto
desencuentro
y no hay don
que certifique ni reclamo que se oiga ni río
en la hierba
tía que venga de consuelo tío
que venga de consuelo eres irrecuperable amor
hermano así lo siento
Terokal

A contraluz todo es visible


Otros son los lunares perfectos
Un grabado en letras doradas
Repica la canción soñadora
Otra ilusión volverá parirá

El patio por dios


nuevamente la yerba ágil adormece sus labios
sin sentido

Sobre las dunas el espejismo se deshace


para reaparecer y la carretera se hunde cada
vez más al sur
¿Qué hay más allá
de las palmeras imaginarias y el tragamonedas
del cine el traga camiones pasajeros bañistas
niños sucios
sólo óxido?

Al principio fueron cosas simples


como no sonreír
cosas simples como la misma vida
El oxígeno carcome el odio carcome
como un roedor hambriento sus pulmones de caña
ácidos El paisaje la contuvo

(ahora el silencio de este mundo lunar)


---------------------------------------------------------------------
Rincones inaccesibles encolerizados
por la respiración Muebles cajones
aun espejos
----------------------------------------------------------------------
Todo sucumbe en las brazas del polvo
y la suciedad de Lima
Escanciabas del pico chato de la botella
un espejo verde cítrico blanco y áspero
vestido rápidamente
sobre los pliegues de la oscuridad
sin abotonar la noche
Anduvimos por algo que te devolviera la calma
detrás de un portón sonriente
multiplicado en los racimos de aire
tu ruido oxigenado
de bocanada rural acompasado
como me gusta
Recuperas el medio tiempo sobre un periódico que alumbra
tu sonrisa el vértigo horas antes del apetito

Parque de la Exposición tiene su manera de aguardarnos


una eterna y tensa huida de la luz poblada a la luz
del ángulo real que me coloca en su insomnio
entroncado en los árboles donde me oculto
fuera de la lógica que nos persigue como un collar
sin superficie sin razones matemáticas donde caer bien
torpe e insignificante adorno:

Choroloma Peña Blanca y lo mucho que dejamos alrededor


incompleto en su nombre
como un teorema indescifrable viene a invocarnos
sin embargo solamente mi deseo
tu deseo en la casaca febril de siempre
tu alimentación litúrgica de pájaro nocturno
(todas sus arrugas se aglutinan copulan se
sintetizan y repiten la avenencia inmóvil
cerrada del círculo nervioso)
El hombre pierde su mirada dentro del tubo de escape
trabaja por instinto solo espera
vigila
la épica transformación del basural
que llueve del futuro
esa multitud anegada en una neblina densa
Podemos bailar toda la noche y poblar otras pieles
cueros multicolores sin dejar de ser ahí mismo dos
monedas de bronce sobre tu bufanda minutos minutos
escasos sin reconocerse y caer armando un horizonte redondo
y morado como la tierra
innumerable mansa fiel
N.N.

-asustado maltrecho
todas las señales le apuntan-
¿qué pasaje llevo en los bolsillos? sin tapa sin
pasaporte la gente se pregunta por mí
los libros se preguntan por mí
dejé mi rúbrica como el perfil los grandes
hombres que pasaron desapercibidos
hasta el día de su muerte
una muerte cruel de brazos
cruzados
el sueño es un cuaderno sin anotaciones reales
y mi vida puede ser vista desde las dos caras
de la moneda una es el brillo del sol
pero no es el sol realmente nunca fue el sol
como todos creyeron el sol -habría que preguntarse
con los ojos cerrados- nunca hubo tal respuesta
sigo recibiendo rayos esclavo dueño de no sé qué
poderes divinos me viene por el lado materno
tanto orgullo tanto orgullo
¿quién dice que lo perdí todo?

En 1994 -Lima- la soledad es un aeropuerto inmenso


y los turistas buscan lo alto de las postales
para comunicarse con sus seres queridos
y las azafatas escrutan cierto color achinado
entre mis sábanas de sonrisa
hojeo mi rostro
-tarea ineludible- surcando arruga calle por calle
cada país
Parque Universitario

aquí no flamea más que una sola bandera


un trapo negro sonriente
nada ni nadie parece real
las mujeres ajustan bajo el brazo sus viejas carteras
apuran el paso
cierran bien la boca al cruzarlo
cuídate
es lo último que escuchaste antes de salir de casa
cuídate de todo
ya se hizo tarde en este pedazo de mundo
cercado por paredes altas de cemento
focos de neón música chicha y otras mixturas de fondo
un frío de cuchillo amenaza entorpecer el paso de transeúntes
que van y vienen como si éste fuera el círculo vicioso
de los habitantes de una ciudad
ir y venir partir y regresar
sin saber siquiera hasta dónde
hasta cuándo
con desasosiego
luego de doblar por enésima vez el periódico y tarjar todos los avisos
“pedidos de” “se necesita”
Llegaste en busca de una dirección
el anuncio decía "sólo para jóvenes con deseos de triunfar"
no fue fácil dar con el tercer piso de un edificio
destartalado en la cuadra 6 de la avenida
expulsado por tubos de oficinas agencias y transportes
-un griterío interminable- trato de hallarles un orden
sirenas luces luces de autos y tiendas
tiendas comerciales ambulantes
como un río que inunda asolando pistas veredas gente
siempre su murmullo ocupando cada lugar
hasta ubicarte en una agencia oscura
que compra y vende dólares falsificados
-me trataron de explicar el negocio-
una marea metálica hombres mujeres en distintas
direcciones moja antes de replegarse
por las avenidas cercanas al Parque
Llegó –contaba-
sabe dios por qué desgracia a Lima
el monstruo de las 7 cabezas 7 pecados 7
como los días de la semana que seguramente lleva encima
como todo un hombre
Mural con niños al borde del Rimac

el sol tomaba presa de los árboles con su capa de río


empantanado El río endurecido en algas como espuma
o eco de voces intangibles con los brazos desnudos en la piel
Rocas negras en el pico de un pájaro que recorre círculos
insistentes y asociaciones fortuitas del color Allí
entre tablones gigantes abismados roedores sin uñas
los niños juegan a ser sus propios sueños
los torsos desnudos de los niños en sus propios sueños
llevados por la corriente amarilla a veces verde de un cuajo
de sangre una gota de cemento en la arena desollada
y febriles endurecen sus cuerpos antes de bajar en busca de sol y
tornillos en monedas y juguetes de otros
cubiertas de libros que no leí pomos destapados
que nunca abrí
allí mismo entre titulares de periódicos y tantos días
-el tiempo hace ovillos de madejas y nada-
buscaron los secretos bajo las ollas que la corriente
inesperadamente visita o una enfermedad más dócil
que estar quietos como los geranios del baño al genio
en las botellas a la muchacha desnuda a la verdura y
el sol
columpiándose destruyendo
sus castillos levantados con el odio que el amor
hace crecer como plantitas percudidas bajo los zapatos

El horizonte encendido en el motor de la fábrica


que los hombres adoran al amanecer con un cerillo
en el hombro
Una pelota de trapo que el río ahoga lentamente divaga
vaga tras una línea de humo o la línea del tren
en vano buscas la ola y el tren le digo a uno de ellos

Los niños con el sol en las espaldas


bajo la lupa de dios y más tos que dios
en los bolsillos y más corredores
que interiores en su costillas de trapo
y más mierda que esperanza
que me deje sentir
Y seguir por el mismo camino y sucesión de ideas
lejos de la ciudad en sucesión de todo y nada
mediodía es cualquier hora
100 watios como bocanadas de luz al fondo
siempre al fondo el miedo absurdo a la nieve
la nieve densa
oscura del paisaje

lo inimaginable existe y tú
envuelves un fajo delgado de billetes
negros y silbas
cuentas
billetes negros como alas en la oscuridad

de noche las nubes descorchan de raíz este cuerpo


irreconocible a los 10 a los 20
la historia este llanto
dicen que te roba todo dicen que te matará
y suplica espera
inexplicablemente dentro de su delantal rojo
apretado vapor en silencio
luchando contra la luna
contra los hijos (contra ti)
-irreconocible-
un cuento tal vez una película pero el rencor graba
y nadie devuelve lo que toman
tu vida
un papel rayado en la pared
como en cualquier parte yo te observo
los drogadictos te hacen llorar
las prostitutas amamantan como una ventolera de hojas
amarillas que nunca caen la frustración más larga de la noche
vasos que rompiste
dados que se juegan con ira dispersos
alternadamente como lo hace dios
la gruta junto a tu hermano pende como un par de velas apagadas
ya vacías
-el más pequeño es él-
te golpearon para forzar el último piso de tu sombra
inextinguible
sus juguetes salvajes
sueños almidonados en moco
dulce como un caramelo que no se vendió fósforos y cigarrillos

la pareja que se ama no sabrá nunca quién eres al amanecer


el conductor de un auto vuela contra su velocidad sin preguntas
traza
un ángulo como el destino la indiferencia
la continuidad es la llave nadie responde

y siempre el niño como una acumulación de brazos insectos bolsas


orines como el mar
que arroja su espuma babeante y solitaria en la dirección
tranquila en el perfume
¿dices que te matará? dices que volverá por ti
antes de que encuentres un hueco cálido cerca al contenedor
y el pequeño despierte en una esfera roja de tos y fiebre
repitiendo su nombre como el primer nombre otros
nombres estaciones accidentales
y empiece a joder
joder a cambio
pedir para llenar el costal
fibra humana
JODER JODER
Una capa de hollín sagrado abraza el puerto
desnuda los montículos brillantes
que descansan
como tiernamente el sol al amanecer sobre la arena
y oscurece a medida que la luz
va perdiendo consistencia en el horizonte
Plásticos
en las costuras de la red podrida que olvidó guardar
Una vela sin encender
únicamente el fuego inquebrantable de su lámpara
sin dirección sobre la noche y abajo sus ojos
sus ojos danzando
confundiéndose
buscando en la luz perfecta
la postura inmóvil
el trance deseado
Gajos peces helechos moribundos de regreso
desaparecen ante su intensidad revivida en el camino
Sé del olor a cal cocida que ulcera su estómago y envilece
su sueño premeditado como todo lo que a menudo circula
con desasosiego alrededor de la plaza y está solo
sé que tu guitarra perdió su última cuerda ayer y no preguntaste
quién lo hizo
y transcurrieron días y riendo
nerviosamente recordaste el bello responso
que a lo largo de Etén pronunció el cura para que a nadie se le ocurriera
morir
Cactus piedrecitas de zinc y azogue rodearon tu casa de brujo
abandonado como un voluminoso libro de cuentos de hadas
opuesto a la realidad
desintegrándote
Y ahora vuelas hermoso y sucesivo como una lucha
e
imágenes falsas confluyen palabras como oraciones sacrílegas
entonces sé que la muerte no existe
La muerte no existe
que tus botellas de florida mishas y san pedros en un atado
sólo esperan que inicies el rito como cada noche y como la noche
un nuevo argumento
subterráneamente veloz y me obligues a amar la tierra
sensible e inanimada faz
mírala me dijo
Oigo su respiración clavada en los maderos
El silencio más fuerte
todo el ron junto arracimado como el poder
en una botella sin etiqueta

La danza a la luna en los rasgos de la huaca se hace más clara


tu sombra de guerrero me hará volver a ver la sombra
verde que te perdió luego de días y
días en la clandestinidad en el monte
Podré volver a ocultar tus conversaciones en la hoguera
mi enfermedad al fondo
siempre al fondo como un secreto que tu destreza hunde
en la noche
(El viejo se reincorpora
largo y agónico silbido
luz muerta en la orilla Lluvia
virgen
sus palabras perforan el espacio
y dios lo sabe)
Sol

pero aún este frío redondo y negro lentamente me sobrecoge


adormecida
lívida e impura la tarde se pega hasta saciar mi deseo
loco voy como otras
detrás de un color auscultando el pulso del amor como tu sexo
mezclado al mío en la oscuridad debe sentir el deseo
y sentir la oscuridad bajo una camisa mojada en mis manos
calientes en un parque o en la avenida solitaria D

Bloques sucios y empecinados en una esquina de tela


donde sorpresivamente el mundo comenzó a girar
neblina distancias rápidamente
maldecir su instinto en una playa u hoyo metálico
entonces la monotonía es terrible

Aves y pájaros con sus bellos torsos indomables


un Miró bajo luz tenue me tocan de perfil
siento el amor ahora como escarcha sanguínea verde
sobre toda la ciudad plasmada en un papel no argumentos
He tomado parte de las cosas absurdas que permanecen inmóviles
minutos exactos insondables rostros
deslizándose lejos de ti cada quien toma rumbos
calles vacías
laberintos inversamente a lo que deseamos
el verano fue azul
Azul
el verano visto desde un ómnibus el pequeño
ocultándose
perdiéndose en una gota de agua haciendo mares ácidos en mis ojos
hierba
El anuncio de trabajo pegado en todos los postes desde la ventana
de níquel desaparece
Me voy alejando cada vez más sin sentirlo
como la música cambian mis sensaciones
veleidosa estúpida nado y nada me hace temblar

Grumos de aceite congelados en el cielo


sin razón alguna bebo un café
enlodo píldoras y sueño a la diosa
y la diosa es una flecha que se posa sobre mi lámpara
y desaparece con la pureza de la luz con la exactitud
de un video clip
penetrándome El poema está

aún hierve metido en mis uñas


Persiste la soledad con sus movimientos perversos
un vidrio una lata roída donde claramente el sol
es un insecto inofensivo luminoso
abierto a la significancia

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