Está en la página 1de 4

El globo terrestre está constituido por un núcleo formado predominantemente por compuestos de

hierro y níquel. Se considera que la densidad media de este núcleo es considerablemente superior
a la de las capas más superficiales... también puede deducirse que el núcleo carece de rigidez y
esta característica ha inducido la mayoría de los investigadores a juzgarlo fluido.

Un manto fluido (magma) rodea el núcleo. Envolviendo al mato mencionado se ven encuentra la
corteza terrestre capa de densidad decreciente hacia la superficie formada sobre todo por
silicatos. Esta capa de espesor medio 30-40 km en las plataformas continentales, esta constituida
por grandes masas heterogéneas con depresiones ocupadas por los mares y océanos.

Toda esta corteza se encuentra aproximadamente en estado de balance isostático, flotando sobre
el magma terrestre, más denso.

Supra yaciendo a la corteza terrestre propiamente dicha, existe una pequeña capa, formada por la
disgregación y descomposición de sus últimos niveles; esta pequeña patina del Planeta, es el suelo.

Es un conjunto de partículas orgánicas e inorgánicas con una organización definida y propiedades


que varían vectorialmente. En la dirección vertical sus partículas cambian mucho más que en la
horizontal. Para el geólogo es todo tipo de material terroso desde un relleno de desperdicio hasta
areniscas parcialmente cementadas, contiene materia orgánica en la superficie, corteza para
sustentar la vida vegetal. El agua debe tomarse en consideración.

La corteza terrestre es atacada principalmente por el aire y las aguas, siendo los medios de acción
de estas sustancias sumamente variados. Los mecanismos de ataque del suelo se dividen en:
desintegración mecánica y descomposición química. El término de desintegración mecánica se
refiere a la intemperización de las rocas por agentes físicos, tales como cambios periódicos de
temperatura, acción de la congelación del agua en las juntas y grietas de las rocas.

Por descomposición química se entiende la acción de agentes que atacan las rocas modificando su
constitución mineralógica o química. El principal agente es el agua. Y los mecanismos de ataque
más importantes son la oxidación, la hidratación y la carbonatación. Los agentes vegetales
también influyen ya que crean arcilla como último producto de descomposición.

Los productos del ataque de los agentes de intemperismo pueden quedar en el lugar,
directamente sobre la roca de la cual se derivan, dando así origen a los suelos llamados residuales.
Pero esos productos pueden ser removidos del lugar de formación, por los mismos agentes
geológicos y re depositados en otra zona. Así se generan suelos que sobre yacen sobre otros
estratos sin relación directa con ellos; a estos suelos se les llama transportados.

Existen en la naturaleza numerosos agentes de transporte, de los cuales pueden citarse como
principales los glaciares, el viento, los ríos y corrientes de agua superficial, los mares y las fuerzas
de gravedad, estos factores actúan a menudo combinándose.
La combinación del escurrimiento de aguas en las laderas de colinas y montes y de las fuerzas del
campo gravitacional, forma los depósitos de talud, en las faldas de las elevaciones; estos depósitos
suelen ser heterogéneos, suelos y predominantemente formados por materiales gruesos.

El escurrimiento de torrentes produce arrastre de materiales de gran tamaño, que se depositan en


forma graduada a lo largo de su curso, correspondiendo a los materiales más finos a las zonas
planas de los valles.

Los depósitos lacustres son generalmente de grano muy fino, a causa de la pequeña velocidad con
que las aguas fluyen en los lagos

Los depósitos marinos suelen ser estratificados reflejando muchas veces las características de las
costas que los mares bañen.

Los depósitos glaciares están formados por suelos heterogéneos que van desde grandes bloques
hasta materiales muy finamente granulados

Dos tipos principales de suelo deben su formación al arrastre del viento: el loess y los médanos. El
loess puede definirse como un depósito eólico, constituido por una mezcla uniforma de arenas
finas cuarzosas, algo feldespáticas y limos, estructurado en forma abierta y algo cohesiva. Esta
cohesión suele atribuirse a la presencia de carbonatos de calcio solubles, en los que se ha querido
ver un elemento cementante.

Los médanos son aglomeraciones de arena suelta que fue arrastrada por el viento a poca altura y
que se vio detenida por algún obstáculo natural de la superficie del terreno. Suelen estar formados
por arenas cuarzosas uniformes con algo de mica.

En lo que respecta a los suelos residuales existen dos conceptos que juegan un papel muy
importante son estos el perfil de meteorización y el conjunto de estructuras heredadas. El primero
es la secuencia de materiales con diferentes propiedades, que se ha formado en el lugar donde se
le encuentra y que sobre yace a la roca no meteorizada. Se forma tanto por el ataque mecánico
como por descomposición química y puede variar considerablemente de un punto a otro sobre
todo por variaciones locales en el tipo de estructura de la roca, topografía, condiciones de erosión,
régimen de aguas subterráneas y el clima.

Las estructuras heredadas consisten en diaclasa, exfoliantes, juntas, grietas, fallas y otros defectos
estructurales que muestra el suelo como herencia de los que tenía la roca original.

Un mineral es una sustancia inorgánica y natural que tiene una estructura interna característica
determinada por un cierto arreglo específico de sus átomos e iones. Su composición química y sus
propiedades físicas o son fijas o varían dentro de límites definidos. Sus propiedades físicas son: el
color, el lustre, la tonalidad de sus raspaduras, la forma de cristalización, la dureza, la forma de su
fractura y disposición de sus planos crucero, la tenacidad, la capacidad para permitir el paso de
unas y radiaciones y la densidad relativa.

En los suelos formados por partículas gruesas, los minerales predominantes son: silicatos,
principalmente feldespato (de potasio, sodio o calcio), micas, olivino, serpentina, etc.; entre otros.
En los suelos grueso el comportamiento mecánico e hidráulico esta principalmente condicionado
por su capacidad y por la orientación de sus partículas, por lo que la constitución mineralógica, es
hasta cierto punto secundario,

Minerales de arcilla; partiendo de los numerosos minerales (principalmente silicatos) que se


encuentran en las rocas ígneas y metamórficas, los agentes de descomposición química llegan a un
producto final: la arcilla.

La investigación de las propiedades mineralógicas de estos sedimentos comenzó en épocas


recientes (1930) y presenta gran importancia en cuestiones de Ingeniería, pues a diferencia de lo
señalado para los suelos gruesos, el comportamiento mecánico de las arcillas se ve decisivamente
influido por su estructura general. Las arcillas están constituidas básicamente por silicatos de
aluminios hidratados, presentando además en algunas ocasiones, silicatos de magnesio, hierro u
otros metales, también hidratados.

Ciclo de las rocas y origen del suelo

Los granos minerales que forman la fase solida de un agregado del suelo son el producto de la
intemperización y la erosión de la roca. El tamaño de los granos individuales varía en un amplio
intervalo. Muchas de las propiedades físicas del suelo son dictadas por el tamaño, la forma y la
composición química de los granos. Las rocas se pueden dividir en rocas ígneas, sedimentarias y
metamórficas.

Las rocas ígneas se forman por el enfriamiento y la solidificación del magma expulsado del manto
de la tierra. Después de la expulsión por cualquier erupción volcánica o de fisura una parte del
magma fundido se enfría en la superficie de la tierra. Se forman granito, gabro y basalto son
algunos tipos comunes de rocas ígneas.

La meteorización es el proceso de descomposición de las rocas por procesos mecánicos y químicos


en fragmentos más pequeños. Puede ser causada por la expansión y contracción de las rocas a
partir de la ganancia y la perdida continua de calor que da lugar a la desintegración final.

Los productos de la meteorización pueden permanecer en el mismo lugar o pueden ser movidos a
otros lugares por el hielo, el agua, el viento, y la gravedad. Los suelos formados por los productos
en su lugar de origen son llamados suelos residuales. Una característica importante del suelo
residual es la gradación del tamaño de partícula. Los suelos de grano fino se encuentran en la
superficie y el tamaño e grano aumenta con la profundidad. Se dividen en

Suelos glaciales, formados por el transporte y la deposición de los glaciares

Suelos aluviales, transportados por corrientes de aguay depositados a lo largo de los arroyos

Suelos lacustres, formados por deposición en los lagos

Suelos marinos, formados por la deposición en los mares.


Suelos eólicos, transportados y depositados por el viento.

Rocas sedimentarias. Los depósitos de grava, arena, limo y arcilla formados por la meteorización
pueden ser compactados por la presión de sobrecargas y cimentada por agentes como el óxido de
hierro, calcita, dolomita y cuarzo. Agentes cementantes son transportados generalmente en
solución por el agua subterránea. Llenan los espacios entre partículas y forman las rocas
sedimentarias.

Rocas metamórficas

El metamorfismo es el proceso de cambiar la composición y la textura de las rocas mediante el


calor y presión. Durante el metamorfismo se forman nuevos minerales y los granos minerales son
sometidos a esfuerzos para dar una textura soleada de roca metamórfica. Como el mármol.

Ellos que los suelos orgánicos se encuentran generalmente en zonas bajas donde el nivel freático
está cerca o por encima de la superficie del suelo. Dentro de sus características están:

Su contenido de humedad natural puede variar de 200 a 300%

Son altamente comprensibles

Las pruebas de laboratorio han demostrado que, bajo cargas, se derivan grandes asentamientos a
partir de la consolidación secundaria.

Tamaño de las partículas del suelo: independientemente de su origen los tamaños de partículas
que conforman el suelo pueden variar en un amplio intervalo. Los suelos son generalmente
llamados grava, arena, limo o arcilla, dependiendo del tamaño predominante de las partículas
dentro del suelo.

Las gravas son fragmentos de rocas con partículas ocasionales de cuarzo, feldespato y otros
minerales.

En las partículas de arena predominan el cuarzo y el feldespato.

Los limos son las fracciones microscópicas del suelo que consisten en fragmentos de cuarzo muy
finos.

Las arcillas son en su mayoría partículas en forma de láminas microscópicas y submicrocospicas de


mica, minerales de arcilla y otros minerales.

También podría gustarte