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AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

Magistrado ponente

STC4576-2019
Radicación n.° 73001-22-13-000-2019-00059-01
(Aprobado en sesión de diez de abril de dos mil diecinueve)

Bogotá, D. C., once (11) de abril de dos mil diecinueve


(2019).

Se decide la impugnación formulada por el accionante


frente al fallo proferido el 14 de marzo de 2019 por la Sala
Civil-Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Ibagué, que no accedió a la acción de tutela promovida por
Jaime Cruz contra el Juzgado Sexto Civil del Circuito de esa
ciudad, a cuyo trámite fueron vinculados las partes e
intervinientes en el asunto que originó la queja.

ANTECEDENTES

1. El promotor del amparo, a través de apoderada


judicial, reclamó protección de sus derechos al debido
proceso, defensa y contradicción, así como del «principio de
legalidad», presuntamente conculcados por la autoridad
judicial acusada al adelantar, sin justificación válida alguna,
la fecha fijada para la audiencia de instrucción y juzgamiento
en el juico de pertenencia que aquél incoó.
Radicación n.° 73001-22-13-000-2019-00059-01

En consecuencia, solicitó que «se ordene al Juzgado


accionado que deje sin efecto la sentencia promulgada en
audiencia celebrada el... 25 de febrero de 2019» (folio 12,
cuaderno 1).

2. Son hechos relevantes para la definición del


presente asunto, los siguientes:

2.1. El accionante instauró demanda de pertenencia


contra Mario Vargas Carrillo, Rocío Barragán Quimbayo,
Gloría Helena Murcia y Gilberto Pardo Buitrago, pretendiendo
se declarara que adquirió por la vía de la prescripción el
dominio de un inmueble; a su vez, los dos últimos plantearon
frente a aquél, demanda reivindicatoria en reconvención.

2.2. En dicho asunto se señaló el 30 de octubre de


2018 para llevar a cabo la audiencia de instrucción y
juzgamiento, la que se inició en esa data pero fue suspendida
para continuarla el 7 de mayo de 2019; decisión notificada en
estrados, sin oposición, a todos los intervinientes.

2.3. Sin embargo, con auto de 7 de febrero de 2019 el


Juzgado acusado adelantó tal programación, fijando el día 25
siguiente para la continuación de la diligencia, data en la
que, sin presencia del extremo demandante y tras agotar las
etapas pendientes, dictó sentencia, en la cual negó las
pretensiones tanto de la demanda principal como de la de
reconvención.

2.4. En sede de tutela, el actor manifestó que el

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Juzgado enjuiciado, al adelantar la fecha fijada para


continuar la audiencia de instrucción y juzgamiento,
conculcó sus garantías esenciales, desconociendo los
precedentes imperantes de la Corte Constitucional y de esta
Sala frente al particular (especialmente la STC14870-2017).

Destacó que el 7 de febrero de 2019, «al consultar el


sistema siglo XXI, observ[ó]... una anotación [que] dice: “AUTO
FIJA FECHA AUDIENCIA Y/O DILIGENCIA - SE SEÑALA
FECHA PARA AUDIENCIA DE INSTRUCCIÓN Y
JUZGAMIENTO... Sin especificar día y hora de la misma»; que
atendiendo a que «ya se había señalado fecha para dicha
diligencia... en audiencia oral, y teniendo como razón que a la
misma, los demandados no asistieron..., inf[irió] que se trataba
del auto de trámite en aras de notificar[los]»; sin embargo, fue
sorprendido al vislumbrar que «el Despacho lo que había
decidido mediante auto de 7 de febrero..., era cambiar la fecha
de la audiencia[,] adelant[á]ndo[la]... para el... 25 de febrero de
2019, sin la presencia del demandante y su apoderada[,] y se
profirió fallo adverso a las pretensiones de la demanda,
perdiendo por tanto la oportunidad procesal de objetar dicho
proveído» (folios 11 a 13, cuaderno 1).

3. La solicitud de resguardo fue presentada el 1º de


marzo de 2019 y admitida a trámite por la Sala Civil-Familia
del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué el día 4
siguiente (folios 1, 17 y 18, cuaderno 1).

4. El Juzgado Sexto Civil del Circuito de Ibagué, tras


historiar las actuaciones surtidas en el juicio criticado, pidió

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2019-00059-01

negar el amparo porque «no ha amenazado ni violado los


derechos constitucionales fundamentales» invocados.

Afirmó que, en todo caso, la salvaguarda no satisface el


presupuesto de la subsidiariedad, porque «la parte tutelante
no agotó... los medios de defensa con que cuenta al interior del
respectivo trámite..., por cuanto omitió elevar petición alguna
(nulidad o control de legalidad) frente a la... continuación de la
audiencia... en la nueva fecha señalada, así como tampoco
interpuso recurso alguno contra la providencia del 7 de febrero
de 2019[,] en la que se señaló la nueva fecha para
continuar[la]».

Destacó que aunque «en la audiencia... suspendida se


señaló el... 7 de mayo de 2019... para su continuación», lo
cierto era que «esta fecha quedaba por fuera del término de un
año señalado por el artículo 121 del C. G. del P., ya que...
vencía el... 4 de mayo de 2019», razón por la cual «procedió a
señalar una... dentro de dicho término, una vez se determinó
la disponibilidad de una... más cercana»; sumado a que «las
anotaciones en el programa justicia XXI son obligatorias», por
lo que, efectuado allí el respectivo registro de la fijación de
audiencia, «correspondía a las partes y sus apoderados
verificar la fecha específica para su realización, sin realizar
conclusiones aparentes que pudieran generarle error[,] como le
ocurrió a la apoderada de la parte tutelante» (folios 43 a 45,
cuaderno 1).

LA SENTENCIA IMPUGNADA

El a-quo constitucional denegó la protección rogada al


considerar insatisfecho el presupuesto de la subsidiariedad,

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2019-00059-01

porque el reclamo propuesto «tiene su génesis en el auto de...


7 de febrero de 2019[,] mediante el cual el juzgado accionado
reprogramó para el día 25 del mismo mes y año la
continuación de la audiencia de instrucción y juzgamiento que
estaba prevista para el 7 de mayo de 2019, frente al cual no
interpuso recurso alguno».

Resaltó que el accionante, «al observar el... 7 de febrero


de 2019, fecha en que se emitió el respectivo auto, que en la
anotación del Sistema Justicia XXI no se especificó el día y la
hora para la referida audiencia, bien pudo acercarse al
Despacho judicial para notificarse de su contenido, y en caso
de inconformidad recurrir la providencia mediante los medios
de defensa judicial ordinarios, y no lo hizo, dejando vencer la
oportunidad de defender sus intereses al interior del escenario
natural...» (folios 47 a 55, cuaderno 1).

LA IMPUGNACIÓN

La formuló el actor insistiendo en sus planteamientos,


enfatizando que la jurisprudencia sobre la materia (en
especial el fallo STC14870-2017 de esta Sala), en casos de
similares contornos al suyo, morigeró la aplicación del
presupuesto de procedibilidad echado de menos por el a-quo
constitucional (folios 62 a 64, cuaderno 1).

CONSIDERACIONES

1. Al tenor del artículo 86 de la Constitución Política,


la acción de tutela es un mecanismo singular establecido

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para la protección inmediata de los derechos fundamentales


de las personas, frente a la amenaza o violación que pueda
derivarse de la acción u omisión de las autoridades públicas
o, en determinadas hipótesis, de los particulares.

Por lineamiento jurisprudencial, este instrumento


excepcional no procede respecto de providencias judiciales,
salvo que el funcionario adopte una decisión por completo
desviada del camino previamente señalado, sin ninguna
objetividad, afincado en sus particulares designios, a tal
extremo que configure el proceder denominado «vía de hecho»,
situación frente a la cual se abre camino el amparo para
restablecer las garantías esenciales conculcadas siempre y
cuando se hayan agotado las vías ordinarias de defensa, dado
el carácter subsidiario y residual del resguardo y, por
supuesto, se observe el requisito de la inmediatez connatural
a su ejercicio.

2. Por ende, en los precisos casos en los cuales los


funcionarios respectivos incurran en un proceder claramente
opuesto a la ley, por arbitrario o antojadizo, puede intervenir
el juez de tutela con el fin de restablecer el orden jurídico si el
afectado no cuenta con otro medio de protección judicial.

Si bien los falladores ordinarios tienen la libertad


discreta y razonable para la interpretación y aplicación del
ordenamiento jurídico, los jueces constitucionales pueden
inmiscuirse en su función cuando aquellos incurren en una
flagrante desviación del mismo.

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2019-00059-01

Al respecto, la Corte ha manifestado que:

…el Juez natural está dotado de discreta autonomía para


interpretar las leyes, de modo que el amparo sólo se abre paso si
‘se detecta un error grosero o un yerro superlativo o mayúsculo
que, abrupta y paladinamente cercene el ordenamiento positivo;
cuando tenga lugar un ostensible e inadmisible resquebrajamiento
de la función judicial; en suma, cuando se presenta una vía de
hecho, así denominada por contraponerse en forma manifiesta al
sistema jurídico, es posible reclamar el amparo del derecho
fundamental constitucional vulnerado o amenazado...’ (Resaltado
fuera del texto) (CSJ STC, 11 may. 2001, rad. 00183;
reiterada en STC, 16 abr. 2015, rad. STC4269-2015).

Así pues, se ha reconocido que cuando el Juez se aparta


de la jurisprudencia, sin aportar argumentos valederos, o
cuando se presenta un defecto sustantivo en el proveído,
entre otros, se estructura la denominada «vía de hecho».

3. En el presente asunto el accionante criticó que a


pesar de que la sede judicial acusada en diligencia del 30 de
octubre de 2018 suspendió la audiencia de instrucción y
juzgamiento fijando para su continuación el 7 de mayo de
2019, con auto de 7 de febrero último adelantó tal
señalamiento para el día 25 siguiente, vista pública a la que no
asistió el censor y en la cual se dictó sentencia adversa a sus
pretensiones, conculcando sus derechos esenciales.

4. Puestas así las cosas, de entrada, advierte la Corte


que el resguardo rogado está llamado a prosperar, por lo que
el fallo impugnado será revocado, por las razones que se pasa
a exponer:

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2019-00059-01

4.1. Evidentemente la situación expuesta por el


promotor de la salvaguarda denota la violación de los
principios de confianza legítima y seguridad jurídica, toda vez
que el quejoso tuvo la convicción de estar frente a una
situación jurídica consolidada en torno de la continuación -el
7 de mayo de 2019- de la audiencia prevista en el artículo
373 del Código General del Proceso.

Al respecto, téngase en cuenta que el juzgado de


conocimiento luego de disponer que la audiencia iniciada el
30 de octubre de 2018 continuaría el 7 de mayo de 2019, de
lo que fueron notificadas las partes en estrados (folio 27,
cuaderno 1), por auto del pasado 7 de febrero resolvió
anticiparla para el día 25 de esa mensualidad, a pesar de que
la parte actora tenía la íntima convicción que sería evacuada
en la data inicialmente informada, por lo que se vio
menoscabada en la confianza legítimamente formada, al
punto que de la celebración de ese acto procesal dependió la
suerte del litigio, pues se dictó sentencia adversa a sus
pedimentos y, dada su inasistencia, no pudo ejercer el
derecho de contradicción que le asistía.

4.2. En un asunto con alguna simetría al de ahora, se


dejó dicho que:

...la Sala aprecia que si bien la solicitud de amparo no satisface los


presupuestos de inmediatez y subsidiariedad..., lo cierto es que
ante la evidente la incursión del fallador accionado en causal de
procedencia del amparo, resulta necesario prescindir de tales
requisitos con el fin de activar la intervención excepcional del Juez
constitucional para conjurar la ostensible transgresión de los
principios de confianza legítima y seguridad jurídica, por cuanto

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surge palmario que el gestor tuvo la convicción de estar frente una


situación jurídica consolidada.

En efecto, se advierte que el estrado judicial acusado, luego de


haber fijado para el 28 de abril de 2017 la realización de la
audiencia de sustentación y fallo prevista en el artículo 327 del
Código General del Proceso, decidió con posterioridad adelantar la
celebración de dicha actuación para el día 27 de ese mes y año,
esto es, cuando la parte recurrente tenía la íntima convicción de
que la diligencia se llevaría a cabo en la fecha inicialmente
publicitada, con lo que vulneró el principio de confianza legítima de
éste.

Y es que, si bien la justificación dada por el ad-quem atacado para


apresurar la celebración del acto mencionado, a primera vista,
resulta atendible, lo cierto es que debió postergar la realización de
la audiencia en vez de anticiparla, y no poner en riesgo los
derechos a la defensa y a la doble instancia del gestor, quien, se
reitera, tenía la expectativa formada de que la data inicialmente
fijada para la diligencia se encontraba en firme.

Al respecto, la Sala ha señalado que:

«[C]onceptualmente ha reconocido la Corte que el principio de


‘confianza legítima’ procura ‘garantizar a las personas que ni el
Estado ni los particulares, van a sorprenderlos con actuaciones
que, analizadas aisladamente tengan un fundamento jurídico, pero
que al compararlas, resulten contradictorias1, ya que el proceder
inicial puede generar legítimas expectativas en los usuarios de la
administración de justicia, que deben ser respetadas (auto de 4 de
febrero de 2008, exp. 2002-00537-00).

[E]n efecto, sin perjuicio de reafirmar que las normas procesales


son de orden público y de interpretación estricta, existen casos
excepcionales en las que la determinación de una autoridad
judicial genera una expectativa legítima en el particular respecto
del mantenimiento de una situación determinada o sobre la
manera como una solicitud debe ser planteada ante los jueces,
circunstancia ésta en la que la administración de justicia no puede
con posterioridad adoptar decisiones contradictorias,
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CC-836/01.

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desconociendo las expectativas que dicho particular, de buena fe,


se haya formado. Por esa razón, se ha señalado, por ejemplo, que
las consecuencias de un error judicial no pueden afectar
negativamente a la parte procesal que lo padece al punto de
socavar su derecho a la defensa o el acceso a la administración de
justicia» (STC5494-2017).

5. Ahora, se aprecia que el allá demandante, aquí interesado,


solicitó la nulidad del proveído mediante el cual el Tribunal
criticado reprogramó la celebración de la audiencia tantas veces
referida; sin embargo para la Corte ese mecanismo no era el
adecuado para dejar sin efecto aquella determinación, pues tal y
como lo consideró el Tribunal criticado, la situación planteada por
el recurrente no se hallaba contemplada como causal de nulidad
en el Código General del Proceso.

6. En este orden de ideas, el haber apresurado el adelantamiento


de la audiencia de sustentación y fallo prevista en el artículo 327
de la nueva ley de enjuiciamiento civil, cuando las partes tenían el
convencimiento de que esa actuación se llevaría a cabo en una
fecha posterior, constituye una cuestión que para la Corte no puede
pasar inadvertida, máxime si se tiene en cuenta que la celebración
de esa actuación dependía, en buena medida, la suerte del litigio
(CSJ STC1196-2018, 5 feb., rad. 2018-00040-00;
criterio reiterado en STC13209-2018, 11 oct., rad. 2018-
00337-01).

4.3. Así mismo, en un caso de similares contornos al


aquí propuesto, que mutatis mutandis resulta aplicable al
presente, el que a pesar de invocarse por el quejoso en su
demanda de tutela no le mereció consideración alguna al a-
quo constitucional, in extenso señaló la Sala que:

...Del examen de la queja se constata que el petente cuestiona el


proveído de 9 de febrero de 2017, por el cual el estrado accionado
decidió -valga decir “por escrito”- adelantar la fecha para practicar
la audiencia de instrucción y juzgamiento, cuando, en su concepto,
se trata de una actuación que solo puede programarse en “forma

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oral”.

...en virtud del estatuto procesal vigente el principio de oralidad


debe prevalecer en todos los actos procesales, los cuales han de
desarrollarse en audiencia “a viva voz” y reduciendo las piezas
escritas a lo estrictamente señalado en la ley.

Así lo dispone el canon tercero de ese plexo normativo al señalar

“(…) Artículo 3º. Proceso oral y por audiencias. Las actuaciones se


cumplirán en forma oral, pública y en audiencias, salvo las que
expresamente se autorice realizar por escrito o estén amparadas
por reserva (…)”.

Esta preceptiva desarrolla el principio de oralidad desde dos


frentes: i) señalando que la regla general es el cumplimiento de las
actuaciones en forma oral, pública y en audiencia, con lo cual
busca rodear la instrucción y el juzgamiento de una garantía
amplia de respeto al debido proceso, conminando a los actores
procesales a incursionar en una nueva cultura jurídica que de
prevalencia a la razón pública; y ii) que las actuaciones escritas y
reservadas, estarán previstas expresamente en la ley, de manera
que todo acto que debiendo ser oral se realice en forma escrita y
reservada atenta abiertamente contra la publicidad del juicio 2.

El problema constitucional planteado a la Sala se inserta en este


marco procesal, como es el atinente a la fijación de la data para
resolver el litigio.

Resulta palmario que la determinación de la fecha para la


diligencia de juzgamiento cuando la sentencia no se dictó en esa
oportunidad, es un acto procesal que debe llevarse a cabo en
desarrollo de esa audiencia inicial, conforme lo establece el
numeral 11 del canon 372 del Código General del Proceso:

“(…) 11. Fijación de audiencia de instrucción y juzgamiento. El


juez, antes de finalizar la audiencia, fijará fecha y hora para la
audiencia de instrucción y juzgamiento, y dispondrá todo lo
necesario para que en ella se practiquen las pruebas (…)”.

2
Código General del Proceso, artículo 3º y numeral 5º del artículo 107.

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5. Con todo, lo dicho anteriormente no significa, en manera alguna,


que en virtud del nuevo ordenamiento adjetivo le esté vedado a los
jueces realizar actuaciones por escrito cuando circunstancias
especiales y muy particulares así lo impongan.

Ahora, aun cuando en principio, la fijación de la fecha para la


audiencia de instrucción y juzgamiento, en virtud de la disposición
procesal antes citada, solo puede ser determinada oralmente
durante la celebración de la audiencia inicial; ello no es óbice para
que su reprogramación pueda hacerse por escrito, cuando por
algún evento no sea posible desarrollarla en la data inicialmente
establecida.

Sin embargo, dada la relevancia de este acto procesal, el juzgador


está obligado a poner en conocimiento de las partes esa
determinación por el medio más efectivo, con miras a no vulnerar
su derecho al debido proceso, específicamente, al de defensa del
cual deriva el ejercicio de la doble instancia.

Fíjese o no en forma pública en audiencia o, por escrito cuando las


circunstancias lo impongan, jamás puede esquilmarse el derecho a
la tutela judicial efectiva, uno de cuyos elementos centrales es el
debido proceso, y, por tanto, debe notificarse efectivamente a las
partes de la realización de ese acto.

En el caso subjúdice, la sola notificación por estado resultaba


insuficiente para asegurar la publicidad de una decisión
que al no ser comunicada eficazmente conllevó
consecuencias gravosas para el aquí accionante, pues su
inasistencia a la referida diligencia le impidió impugnar la
sentencia emitida en esa oportunidad, adversa a sus intereses.

Con ese proceder, el sentenciador acusado constitucionalmente


borró de tajo el derecho de las partes para ser convocadas, oídas y
vencidas en juicio.

En un asunto de similares perfiles esta Corte adujo:

“(…) [E]s evidente que el Tribunal no adelantó ninguna gestión


tendiente a enterar a los recurrentes ni a su apoderado de la carga
que con ocasión del proveído fechado el 9 de julio de 2014 les fue

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impuesta, circunstancia que hizo nugatorio su derecho de


contradicción y defensa, pues en la práctica, no contaron con la
posibilidad de cumplir tal obligación.

Puestas así las cosas, se impone acceder a la protección, con miras


a amparar el derecho fundamental al debido proceso del promotor
del amparo (…)”3.

Ahora, si bien en este caso la parte conoció de la anticipación de la


audiencia que se reprogramó, adviértase que en esa oportunidad el
juez no concurrió y tampoco fijó próxima data, luego, la parte
permaneció a la deriva de esa disposición, porque a pesar de que
pudo ejecutarse la notificación por estado, medio válido de
publicidad, no aparece elemento probatorio alguno que establezca
que se le comunicó y se le enteró de la nueva decisión.

Cuando se precisa el día para la ejecución de una diligencia en


audiencia, los concurrentes quedan notificados en estrados. Sin
embargo, en el caso donde se procedió de la forma como censura el
accionante, sin duda, no se le puso al corriente del espacio
temporal en que se desataría su pretensión litigiosa,
quebrantándose la garantía del debido proceso.

Si la parte es sorprendida con fijaciones de fecha para


audiencia cuando ya se ha establecido una en pretérita
ocasión y luego el juez anticipa una distinta, sin duda, el
juicio se torna arbitrario y desleal para los sujetos
procesales al punto que les impide ejercer convenientemente
sus derechos.

En procura de proteger el derecho a la doble instancia, esta


Corporación ha precisado que el remedio vertical es

“(…) el medio más efectivo para remediar las irregularidades o


desaciertos en que pueda incurrir el funcionario del conocimiento
de una puntual actuación judicial, de manera que el mismo se
constituye en ‘una piedra angular dentro del Estado de derecho’,
como quiera que garantiza, en forma plena y eficaz, el derecho de
defensa al permitir que ‘el superior jerárquico del funcionario
encargado de tomar una decisión en primera instancia, pueda
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CSJ STC1898-2015, 25 feb., rad. 2015-00334.

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libremente estudiar y evaluar las argumentaciones expuestas y


llegar, por tanto, al convencimiento de que la determinación
adoptada se fundamentó en suficientes bases fácticas y legales o
que, por el contrario, desconoció pruebas, hechos o consideraciones
jurídicas que ameritaban un razonamiento y un juicio diferente
(…)”4 (se destacó - CSJ STC14870-2017, 20 sep., rad.
2017-01695-01).

4.4. Por consiguiente, la célula judicial acusada


conculcó las garantías esenciales del accionante al
reprogramar la audiencia de instrucción y juzgamiento para
adelantarla y sólo notificar tal decisión por estado, pues, se
reitera, ante la convicción de la interesada sobre la firmeza de
la fecha inicialmente fijada para el efecto, debió también
haberse enterado personalmente o, a través de un canal
expedito la anticipación, en procura que las partes fueran
efectivamente informadas del cambio de agenda.

5. En consecuencia, se revocará la sentencia


impugnada para, en su lugar, acceder al resguardo rogado,
ordenando al Juzgado accionado que tras dejar sin valor ni
efecto su proveído de 7 de febrero de 2019 y todas las
decisiones que de él dependan, proceda a fijar nuevamente
fecha y hora para la continuación de la audiencia de
instrucción y juzgamiento suspendida el 30 de octubre de
2018.

DECISIÓN

4
CSJ STC, 11 nov. 2010, rad. 2010-1872-00; reiterada el 12 mar. 2012, rad. 2011-00932-01.

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Radicación n.° 73001-22-13-000-2019-00059-01

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Civil de la


Corte Suprema de Justicia, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley, revoca el fallo
impugnado y, en su lugar, concede el amparo constitucional
al debido proceso de Jaime Cruz, en consecuencia, ordena al
Juzgado Sexto Civil del Circuito de Ibagué que, dentro de las
cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificación de esta
providencia, tras dejar sin valor ni efecto su proveído de 7 de
febrero de 2019 y todas las decisiones que de él dependan
dentro del juicio de pertenencia que aquél incoó contra Mario
Vargas Carrillo, Rocío Barragán Quimbayo, Gloría Helena
Murcia y Gilberto Pardo Buitrago (rad. 73001-31-03-006-
2015-00411), proceda a fijar nuevamente fecha y hora para la
continuación de la audiencia de instrucción y juzgamiento
suspendida el 30 de octubre de 2018, la que, en todo caso,
deberá celebrar y agotar en el término establecido en el inciso
1º del artículo 121 del Código General del Proceso, so pena de
las consecuencias dispuestas en el inciso 2º ibídem.

Comuníquese telegráficamente lo aquí resuelto a los


interesados y oportunamente envíese el expediente a la Corte
Constitucional para su eventual revisión.

OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE


Presidente de Sala

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MARGARITA CABELLO BLANCO

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

LUIS ALONSO RICO PUERTA

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

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