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Taller Humanistica
Taller Humanistica
Sebastián Amaya Gómez, Harold Martínez, Juan David Beltrán, David Santiago
Ramírez, David Camilo Villamil, Jeison Malagón Velásquez.
Octubre 2020.
Dentro del egocentrismo y el altruismo que lleva al sujeto a comportarse en un ambiente del Yo y
tener la capacidad de transformarlo en un Nosotros, se puede afirmar que es este sujeto que
cuando nace, tanto la sociedad como la especie están dentro del sujeto y este está dentro de ellas.
Así mismo vemos la intersubjetividad, la cual es producida por la convivencia, por ser esa
posibilidad de comprensión, la cual permite reconocer al otro como otro sujeto, y sentirlo
eventualmente en el amor como otro sí mismo, es esta la que hace parte del sujeto en cuanto él
no puede disolverse en ella, sin embargo, la intersubjetividad es la que le asegura su plenitud
(Según la teoría de la especularidad de Jean-Louis Vullierme). También en esta parte se puede
ver que en su esencia del ser humano, para poder transformar un Yo egocéntrico a un Nosotros
altruista, la afectividad es la que hace posible la relación con el otro, gracias al amor, la amistad,
la envidia, los celos, la ambición y el odio, es que se logra incluirnos en un Nosotros, en esta
posición podemos considerar al otro como un sujeto semejante y desemejante, en cuanto hace
parte de nuestra especie humana y de nuestra cultura, pero también tiene singularidades
individuales o diferencias étnicas que hacen que sea desemejante a mí. Anunciando también,
para relacionarnos con el otro nos relacionamos también con nosotros, para ejemplificar este
término podemos dar cuenta al instante en que estamos frente a un espejo; sorprendidos nos
sentimos ajenos a nosotros mismos al tiempo que nos reconocemos, por ello mismo dentro de la
simpatía, el amor y la afectividad, logramos introducir e integrar entre mi Yo al otro, por haber
siempre esa dualidad en la que ‘Yo es otro’.
Como se hallaba también dentro del egocentrismo y su principio tanto de exclusión (No lo puede
ocupar nadie más que uno mismo, ni el gemelo homocigoto, ya que sus experiencias y
sentimientos no se pueden ser intransferibles y él no puede ser Yo.) como el principio de
inclusión (El sujeto se consagra gracias al amor para incluirse en una comunidad, un Nosotros
<Pareja, familia, partido, iglesia>), vemos que tiene relación estos dos principios en tanto nos
ponemos en el centro del mundo, para lograr permitirnos situar en él otro.
Afirmó Rousseau, la necesidad de la mirada del otro en mí hace mi existencia humana. Gracias a
esa necesidad de ser reconocido por el otro es inseparable de la necesidad subjetiva de
autoafirmación. Si es ignorado, el sujeto es herido, limitado, dolorido.
Muchos personas dicen o parten desde la posición de que somos una “hoja en blanco “en la cual
escribimos una historia, pero no, en realidad desde el momento de la fecundación y la formación
del cigoto se adquiere una información genética es decir una historia de evolución filogenética,
un ADN, producto de aquella unión en la que se reúne una cantidad de información hasta el
nacimiento a partir de ahí, aparecen en nosotros rasgos faciales y corporales de nuestro padre y
madre, con el transcurso de los años vamos manifestando comportamientos, rasgos, estados de
ánimo y aptitudes de nuestros antepasados, de personas que ni siquiera conocemos, nuestros
padres nos dan un rol de genero especifico, castigan comportamientos que no están “correctos
“en dicho rol y premian otros que ya están establecidos por una cultura altamente machista, nos
dan tareas específicas para cada género, hasta que en la construcción del yo (moi) decidimos la
orientación sexual o los gustos específicos, somos un actores constantes de una obra de teatro
llamada vida contamos con múltiples desdoblamientos o personalidades que van apareciendo en
momentos específicos y nos ayudan a relacionarnos, a actuar en diversos espacios sociales, en
nuestra casa, con los amigos, pareja, escuela, trabajo etc., los cuales van apareciendo
inconscientemente uno y otro o dos a la vez sin necesidad de llamarlos para camuflarnos en el
entorno que nos encontremos, en nuestro yo (moi) a esta multiplicidad de personalidades se
añade en nuestra sociedad una variedad de roles sociales que se deben cumplir en el cual nos
mimetizamos como algunos animales en la naturaleza para poder subsistir, ante una sociedad
feroz, rampante pero también sobrevivir frente a nosotros mismos, a nuestros pensamientos, y
engañarnos de alguna u otra manera o escapar de miles de pensamientos y sentimientos que nos
pueden estar agobiando en ese momento somos un pequeño átomo en movimiento dentro de un
sistema complejo de existencia relativa reconociéndonos corporalmente entre un cosmos.
“Los otros nos habitan, nosotros habitamos en los otros”
Edgar Morín.
Una palabra puede ser signo solamente, el signo depende del modo instrumental de
conocimiento. En este momento entran las creencias el cerebro tiene una capacidad tan grande ya
sea de inventar como de tener fe de las cosas, creencias antiguas religiosas que se basan en lo
singular y no por lo general, por lo concreto y no por lo abstracto (la representación desdobla lo
real en forma de imagen) esto lo volvemos una necesidad humana ya sea mito o religión,
dependemos de ella para el diario vivir, esto es gracias al misterio de la existencia creando ideas
vivientes que han tomado poder por encima de otras necesidades haciéndonos reflexionar en lo
real y lo imaginario. Donde aparece una consciencia de la propia subjetividad y esta no sabe
nada de nuestra maquinaria corporal, del funcionamiento de nuestro cerebro cada uno tiene una
conciencia intima, secreta, pero une en si el colmo de la subjetividad y de la objetividad haciendo
que emerja siempre en interdependencias.
El complejo de Adan hace referencia a lo irracional, demente, delirante que puede llegar a ser el
Homo Sapiens y como este se convierte en un Homo Demens gracias a esa locura humana que
aparece cuando lo imaginario es considerado como real, cuando lo subjetivo es considerado
objetivo, cuando la racionalización es considerada como racionalidad y cuando todo esto está
unido. Pero es importante destacar el rasgo de unión entre el Homo Sapiens y el Homo Demens
el cual viene a ser la afectividad que interviene en los desarrollos y manifestaciones de la
inteligencia (el matemático es animado por la pasión hacia las matemáticas) y como esta
afectividad constituye el crecimiento de una comunidad alimentando en ella un sentimiento de
vinculación a la tribu, la etnia o patria.
6. El capítulo más allá de la razón y de la locura ¿cómo se relaciona con la dimensión lúdica?
Para responder esta pregunta primero daremos la definición de que es dimensión lúdica para así
encontrar la relación con el capítulo.
Decimos que la LUDICA se entiende como una dimensión del desarrollo de los individuos
siendo parte constitutiva del ser humano, el concepto de lúdica es complejo ya que se refiere a la
necesidad del ser humano de comunicarse, sentir, expresarse y producir en los seres humanos una
serie de emociones y sentimientos agradables. “ludus”, que es equivalente a “juego”.
Ya con esto podemos dar paso a relacionarlo con el personaje del texto HOMO LUDENS, por la
razón de que “Callois” distingue en el cuatro tipos de juego: agon (competición), alea (juegos de
azar), mimicry (disfraces, mascaras), ilinx (vértigo), por este simple hecho ya vemos la relación
que se da a partir de la variedad de juegos que se desarrollan en todas las sociedades, estos
juegos nos ayuda a reproducir esas emociones como goce, alegría, motivación que es el pilar
fundamental de la dimensión lúdica. Obviamente notamos juegos que proceden del vértigo es
decir un poco de peligro, pero en la lúdica este riesgo vale la pena ya que es por puro placer
hacia el juego y la vida.
Encontramos otra relación que es con el estado estético, pero este ya viene a ser algo secundario
al goce y alegría, pero nos brinda un sentimiento de belleza y admiración por todo lo que nos
rodea nos ofrece un complemento a la dimensión lúdica.
Por último, encontramos esa relación con el estado poético porque este compete emoción,
afectividad, intensidad en la participación, la excitación, el placer a causa del juego, danzas,
música, alegría, amor, acá notamos que estos conceptos se ponen en práctica a partir de la
comunicación y la interacción entre personas hasta el momento de que el juego lúdico unido con
el estado poético nos lleve a ese mundo supremo del éxtasis poder acceder al goce de vivir.
Gracias a que conectamos la lúdica con el estado estético y poético que nos ofrecen variedades
de emociones, actividades entre otras podríamos llamarnos HOMO COMPLEXUS.
vii
7. ¿Según la lectura qué papel juega la realidad en la construcción de la identidad?
La realidad tiene un papel importante en la construcción de nuestra identidad puesto que es ella
la que nos muestra esa conciencia de nuestro destino, es decir, la conciencia de la muerte que nos
acompaña desde nuestra infancia, la muerte de los seres amados, las amenazas naturales y
humanas de las que vivimos rodeados. Todos estos caracteres indican como esta realidad es cruel
para el ser humano según el texto. Por ello mismo surge la necesidad de un “compromiso
neurótico” que no va decir Morín es que frente a estos excesos de crueldad y las insuficiencias de
amor vamos a compensar esto con los fantasmas y los mitos, ya que van aligerar el peso de lo
real y rellenando ese vacío frente a la muerte, es otras palabras, “los mitos religiosos de salvación
conjuran nuestro destino real, nuestra mortalidad, nuestra soledad, nuestra perdición”. Así pues,
como podemos ver actualmente, cada uno de nosotros tiene ciertas creencias, la cual en nuestro
caso es la religión católica en su mayoría, la cual, mediante ritos, ceremonias, sacrificios
mantenemos esa confianza y esperanza de la resurrección como respuesta a nuestro destino, todo
esto haciendo parte de nuestra identidad. En ese orden de ideas considero pertinente traer a
colación el siguiente fragmento:
Del mismo modo en que se da este compromiso neurótico entre la mente humana y la realidad,
se da una cooperación realista entre sapiens y demens (sabiduría y locura). Por ejemplo, el juego
de las parejas de abrazos amorosos y besos hay también mordiscos, arañazos, simulacros de
luchas de manera que estas de maneras agresión sean amigables. Por tanto, el juego viene a ser
una actividad practica que nos adentra en el dialogo con el mundo real para desafiarlo y
domeñarlo, pero de forma benigna.
Y para finalizar me gustaría mencionar ese pacto superrealista que se da en la poesía vivida y la
estética que transfiguran nuestra realidad. Por ejemplo, cuantos al ver una película aventura o
ficción sentimos por un momento que es real, de este modo transfigurando el sufrimiento y el
mal. O al ver una película de terror podemos mirar de frente la muerte, la fatalidad, la angustia
alimentándonos de estos sentimientos. De esta manera es como la estética nos hace sentir
felicidad con la infelicidad. Nos lleva a la condición humana al mismo tiempo que nos aparta de
ella, nos hace sumergirnos en ella al mismo tiempo que nos distancia.