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PERSONAJES
KAREN
ELIZABETH
2. ELIZABETH: ¿Perdón?
4. ELIZABETH: No sé…
6. ELIZABETH: Ah.
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16. ELIZABETH: Fue un chiste. Se supone que Gary lo iba a… él es el que, tú
sabes, el que edita esas cosas. Habíamos hecho una apuesta, porque Mike y los
otros piensan que Gary no tiene sentido del humor. Pero yo digo que sí lo
tiene. Y escribí eso, pensando que, bueno, que lo iba a editar. Porque eso es lo
que hace un editor. Revisa lo que está escrito.
19. KAREN: Esta mañana reformateó su disco duro, algo que a algunos les debe
parecer muy gracioso.
21. KAREN: Después de que lo despedí, sí, destruyó todo lo que había en su
computadora.
27. KAREN: Tú misma lo has dicho. Era un editor. Ese era su trabajo. Como tú
dijiste, un editor revisa lo escrito. Obviamente no lo hizo. Y esa era su
responsabilidad.
29. KAREN: Esa cosita fue copiada 220 veces, enviada a la central, enviada a los
asesores, enviada a China. Esa cosita sin importancia está ahora en China. En
China. China es un país enorme. (PAUSA)
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32. ELIZABETH: Bueno. Despediste a Gary. Y Gary ni siquiera tuvo nada que
ver. Así que…
37. KAREN: Viniste en jeans. Los jeans eran azules. Y el azul está absolutamente
prohibido.
39. KAREN: Sé muy lo que pensabas. Que eran color índigo. Índigo. No azul.
Pero, Elizabeth, el índigo es un tono de azul. Tú lo sabes. Yo lo sé.
40. ELIZABETH: ¿Me estás hablando de algo que pasó hace cuatro meses?
41. KAREN: Y los llevabas debajo del ombligo. Muy por debajo. Los viernes se
puede venir en ropa casual. Casual. No vulgar
51. KAREN: Las reglas existen por una razón. Esta es la oficina principal. De una
institución sumamente importante. Justo hoy día, en la segunda página del
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FINANCIAL TIMES… ¿Leíste el artículo? No. Claro que no lo leíste. ¿Por
qué? Porque te importa un carajo.
55. KAREN: Eres otra cosa. Pintora, escultora, poetisa. ¿Qué otra cosa eres?
59. KAREN: Tú tienes una especie de sueño, ¿no? Algo que te ayuda a soportar el
infierno que te ha tocado. Una especie de esperanza. Pero, mientras el sueño
tarda en hacerse realidad, te rebelas. Haces comentarios socialistas que, estoy
segura, ni siquiera entiendes, infringes el reglamento de vestimenta. Pero, ¿te
has tomado el tiempo de darte cuenta de que eres parte de esta corporación?
Tú haces el trabajo. Tú. Yo y todo el mundo. Y tú. Tú. Si esta corporación está
explotando al resto del mundo, entonces eres tú quien lo está haciendo. Puedes
hacer todos los comentarios que quieras en cualquier bar, pero tú eres la
responsable. Y sólo porque tocas el bajo los fines de semana, tu participación
no es menos significativa. Tú vives, comes, tomas clases de danza, o lo que
sea, gracias a este banco. ¿Qué voy a hacer? ¿Qué crees tú que voy a hacer?
Voy a hacer mi trabajo, que es muchísimo más de lo que tú has hecho aquí
desde que llegaste.
63. KAREN: Estoy hablando por la compañía. ¿Quién te crees que eres? ¿Quién te
crees que eres? Hace tiempo que me hago esa pregunta.
66. ELIZABETH: Debo dos meses de alquiler… (PAUSA) Estás tomando esto de
forma personal.
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68. ELIZABETH: No. Sé cosas sobre ti…
76. ELIZABETH: Eres una mujer fría. Siempre lo fuiste. No lo culpo. No lo culpo
por plantarte así. Por plantarte, ¿qué fue, seis días antes del día tan esperado?
Esas tarjetitas tan escuetas que mandaste. Las tarjetitas blancas. Las vì – todos
las vimos. “La boda de tal y tal no se llevará a cabo.” No decía nada más.
¿Qué diablos significa eso? ¿Tú crees que la gente iba a resolver el misterio?
78. ELIZABETH: Y tú ves que me va bien aquí, ves que no vivo como si este
banco de mierda fuera lo único que hay en el universo y eso seguramente te
jode en el alma. Bueno, Karen. No es mi culpa. No es mi culpa que tu futuro
esposo te diera una patada en el culo. No es mi culpa que este banco sea todo
tu mundo. ¿Cuál es mi culpa? Haber hecho una bromita estúpida. Me
responsabilizo por eso. Lo siento. ¿Me merezco ser despedida? No. Y en
cuanto a todas las demás acusaciones, los jeans supuestamente azules y mi
decisión de prescindir de sostén, sólo puedo imaginar que se deben al hecho
que estás celosa de mí, o furiosa conmigo, o que descargas toda tu amargura
contra mí por culpa de tu vida estúpida, estúpida y desperdiciada. (PAUSA)
85. KAREN: Mi novio. Mi ex novio. Dijo que lo hacía porque estaba enfermo.
Enfermo, ¿entiendes?
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86. ELIZABETH: Lo siento.
89. KAREN: Me dijo que estaba deprimido. Y yo le dije, ¿qué importa eso? Estás
deprimido. Todo el mundo está deprimido. Todo el mundo. No se podía casar
conmigo porque estaba deprimido. ¿Cómo se supone que me tenía que sentir
yo después de eso? (PAUSA)
91. KAREN: Bueno, sí. Sí. Sí. Y Elizabeth, sí, este banco de mierda es todo mi
mundo. Tienes toda la razón. ¿Me tomo tu comportamiento en forma personal?
Sí, Elizabeth. Eso hago. Este banco es todo mi mundo. Me la paso sentada
aquí pensando que si hubiera sido un tumor al cerebro…Todo hubiera estado
OK. Si hubiera sido meningitis espinal o una especie de mancha en sus
pulmones o el virus de Hanta o la maldita peste bubónica entonces todo
hubiera estado definitivamente OK. ¿Qué hubieras puesto tú en las tarjetas?
¿Qué mierda hubieras puesto?
95. KAREN: Al principio, parece amor, ¿sabes? Pero al final hay gente quemada
viva y asesinada a tiros y cortada en pedacitos.
99. KAREN: Me dan ganas de matarte, ¿sabes? Sueño con cortarte en pedacitos
con un cuchillo de cocina. Se te ocurre un chiste, lo pones en la presentación.
Te paseas por toda la oficina con esas falditas. China. Estamos hablando de mi
cabeza. Todo China. No puedo… (PAUSA LARGA) ¿Sabes? Siempre tuve
una sensación vaga pero enorme de que quería “hacer algo creativo”. Esa
enorme y vaga sensación que nunca sabía cómo canalizar. Y se me ocurrió que
tal vez en este banco. Este banco. China. Se me ocurrió que en China. Se me
ocurrió que con Chris. Chris podía ser parte de eso. O China. Pensé que podía
hacer algo realmente grande. Sueño con cuchillos de cocina y pistolas. Mi
hermana me dijo que esas cosas representan mi potencial. Cuchillos y pistolas.
Porque tengo esta sensación vaga y enorme…
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100. ELIZABETH: Todo va a estar bien…
114. ELIZABETH: Esto hace bien. Karen. Hace bien hablar. ¿Te sientes
mejor?
119. KAREN: ¿Para qué llamas a los agentes de seguridad vestidos de azul?
Para no tener dificultades. Para evitar cualquier acto de venganza o
destrucción.
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123. KAREN: No los llamé. Nos vamos a olvidar de este asunto. No te estoy
despidiendo. No te estoy despidiendo.
129. KAREN: Lo que pasa es que a veces no sé qué hacer contigo. ¿Entiendes
lo que quiero decir?
(FIN)