Está en la página 1de 16

Señores

HONORABLES MAGISTRADOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL


(REPARTO)
E. S. D.

REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL-


DEFECTO FACTICO- DESCONOCIMIENTO DEL MATERIAL
PROBATORIO OBRANTE EN EL EXPEDIENTE.
ACCIONADOS: JUZGADO 30 CIVIL DEL CIRCUITO DE BOGOTA Y
TRIBUNAL SUPERIOR DE BOGOTÁ – SALA CIVIL.
ACTOR: JOSÉ HELIODORO CRISTANCHO MELO.

Yo JOSE HELIODORO CRISTANCHO MELO, identificado como aparece al pie de


esta acción, por medio del presente escrito y actuando través de apoderado
especial, el Dr. LEOPOLDO CAMPOS SÁNCHEZ, identificado con la cedula de
ciudadanía N° 5.882.367 y la tarjeta Profesional N° 51.386 del Consejo Superior de
la Judicatura, presento ACCIÓN DE TUTELA en contra de las providencias del 26
de junio de 2019, proferida por el juzgado 30 Civil del Circuito (2 primera instancia)
y la providencia del 6 de noviembre del 2019, expedida por el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá – Sala Civil con ponencia del Magistrado José Alfonso
Isaza Dávila, bajo el radicado N° 110013103029-2012-00043-04 (exp. 5009)
(segunda instancia), por haber incurrido en “DEFECTO FACTICO OSTENSIBLE,
FLAGRANTE Y MANIFIESTO” por vulnerar mi derecho fundamental al debido
proceso (Art 29 C.P); derivado del desconocimiento de las pruebas obrantes en el
expediente, donde no existe duda alguna de que el titulo valor objeto de la
ejecución fue diligenciado de forma fraudulenta, como quedó demostrado en el
curso del proceso, mediante dictamen pericial regular y oportunamente practicado,
así como mediante el testimonio que realizarían todos y cada uno de los testigos
de la demandante, situación que a su vez redunda en un evidente
“DESCONOCIMIENTO DEL PRECEDENTE”, de la Honorable Corte
Constitucional, como se procederá a evidenciar.

I. HECHOS

PRIMERO: Que en el año 2014, la señora Mercedes Rave de Valencia instauró


DEMANDA EJECUTIVA en contra del señor JOSE HELIODORO CRISTANCHO
MELO, por el presunto incumplimiento en el pago de 4 pagares EN BLANCO, los
cuales fueron diligenciados por la demandante, con una carta de instrucciones que
la misma aporto y que según esta había sido entregada por el demandado, lo
anterior por cuanto dichos PAGARES EN BLANCO no contenían las sumas de las
obligaciones ni la fecha de vencimiento.

SEGUNDO: Que en el marco de dicha demanda ejecutiva la demandante


Mercedes Rave de Valencia alego que se debían las siguientes sumas:

 $50.000.000 Correspondientes al pagare N° 001 más sus respectivos


intereses moratorios causados desde el 24 de julio del 2014, hasta el pago
de la obligación.
 $200.000.000 Correspondientes al pagare N° 002 más sus respectivos

1
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
intereses moratorios causados desde el 24 de julio del 2014, hasta el pago
de la obligación.
 $325.000.000 correspondientes al pagare N°003 más sus respectivos
intereses moratorios causados desde el 24 de julio del 2014, hasta el pago
de la obligación.
 $325.000.000 correspondientes al pagare N°003 más sus respectivos
intereses moratorios causados desde el 24 de julio del 2014, hasta el pago
de la obligación.

TERCERO: Que una vez admitida la demanda y practicadas las medidas


cautelares solicitadas, mediante auto de fecha 25 de mayo de 2017, y ante las
dudas OSTENSIBLES, FLAGRANTES Y MANIFIESTAS, la señora Juez 29 Civil
del Circuito Judicial de Bogotá D.C., ordeno la práctica de prueba pericial –
grafológica a la carta de instrucciones, con la cual se habían diligenciado los
Títulos Valores objeto de la ejecución.

CUARTO: Que dicha prueba pericial Grafológica fue practicada en debida forma,
de acuerdo a todas y cada una de las ritualidades sustanciales y procesales,
contempladas para este medio de prueba, dando como resultado, que el auxiliar de
la Justicia asignado, manifestara sin lugar a dudas, que la carta de instrucciones,
con la cual la demandante manifestó había llenado los títulos valores objeto de
ejecución, no había sido emanada del demandado, y era espuria, por cuanto el
mismo, no la suscribió, ya que la firma que aparecía en esta, no le correspondía en
absoluto.

QUINTO: Que ante dicha conclusión la parte demandante la señora Mercedes


Rave de Valencia, solicito la práctica de múltiples testimonios con el objetivo de
desvirtuar las conclusiones científicas a las que había llegado el correspondiente
auxiliar de la justicia, testimonios estos, que al ser interrogados y contra
interrogados, tanto por la juez como por el suscrito apoderado, respecto de las
condiciones de tiempo, modo y lugar en los que presuntamente se había realizado
la carta de instrucciones, procedieron a manifestar que las desconocían, que no les
constaban o que simplemente no estuvieron presentes al momento en el que
supuestamente se había elaborado dicha carta de instrucciones, como consta en
las correspondientes grabaciones de dicha audiencia.

SEXTO: Que no siendo posible desvirtuar por el demandante la falsedad de la


Carta de Instrucciones y existiendo dentro del expediente múltiples pruebas que
minaban flagrantemente la exigibilidad de los títulos valores, mediante fallo del 14
de diciembre del 2017, con fundamento en las pruebas obrantes en el plenario la
Juez 29 civil del Circuito de Bogotá D.C. NEGO las pretensiones de la accionante
al encontrar que los pagarés en blanco fueron llenados con una Carta de
Instrucciones FALSA, lo cual de acuerdo a la reiterada jurisprudencia de la
Honorable Corte Constitucional, les restaba merito ejecutivo y eficacia, como la
misma, lo ha manifestado entre otras en sentencia T- 060 de 20121.

SEPTIMO: Que el día 19 de diciembre de 2017, el apoderado de la parte actora, en


1
Corte Constitucional, sentencia T- 060 de 2012.

2
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
un ejercicio que algunos considerarían de mala fe o falta de lealtad procesal,
interpuso recurso de apelación, solicitando la nulidad de todo lo actuado en
aplicación del artículo 121 del Código General del Proceso, argumentando que
había pasado más de un año para dictar sentencia de primera instancia, aun y
cuando dicho periodo se había superado por motivos fundados y justificados en el
tramite mismo del proceso, más si se tiene en cuenta que fue necesario, realizar
una etapa probatoria, por cuanto la parte demandante aporto una carta de
instrucciones falsa, con lo cual se evidencia que fue la misma parte la que provoco,
dicha extensión de la duración del proceso.

OCTAVO: Que el día 11 de diciembre de 2018 el Tribunal Superior de Bogotá


D.C., de forma alarmante y en un claro desconocimiento de la sentencia T – 341
De agosto 24 de 20182, opto por acoger los argumentos del recurrente y decretar la
nulidad de todo lo actuado, fundamentándose en una indebida interpretación del
artículo 121 del Código General del Proceso, en virtud de la cual se trataba de un
plazo objetivo, desconociendo la complejidad del caso, la conducta de la parte
demandante, la importancia de los intereses que se debatieron en el trámite y las
particularidades que tuvo el mismo, ahora bien, pese a la grave inconstitucionalidad
que ya de por si representaba este actuar desconocedor del precedente, el tribunal
fue enfático en que se mantenían la validez de las pruebas practicadas en el
proceso.

NOVENO: Que el 1 de marzo de 2019, el Juzgado Treinta Civil del Circuito de


Bogotá D.C. avoca conocimiento del presente proceso junto con todas y cada una
de las pruebas practicadas dentro del mismo, a saber, la prueba grafológica que
determino, sin lugar a dudas, que la carta de instrucciones con la cual se
diligenciaron los pagarés es totalmente falsa, los contrainterrogatorios practicados
a los testigos de la parte demandante los cuales manifestaron no saber, de donde
se sacó dicha carta de instrucciones, entre otras, pruebas que determinantemente
demostraban que NO nos encontrábamos en el terreno de una obligación clara
expresa y exigible, la cual pudiere ser reclamada vía acción ejecutiva.

DECIMO: Que una vez surtida todas las etapas del proceso, mediante fallo del 26
de junio de 2019, el juzgado treinta civil del circuito de Bogotá D.C., desconociendo
la totalidad del material probatorio obrante en el expediente, procede a dictar fallo
condenatorio en contra de mi representado, argumentando entre otros: i) Que
existían acuerdos verbales previos, acuerdos estos que por demás no cuentan con
respaldo probatorio alguno dentro del expediente, constituyendo así deducciones
personales que no fueron probadas en el proceso, situación que constituye según
la doctrina calificada un “ERROR DE HECHO POR FALSO JUICIO DE
EXISTENCIA” ii) Que no se estructuro la tacha de falsedad invocada, argumento
este que carece de cualquier sustento lógico y jurídico, por cuanto de conformidad
con el artículo 228 del Código General del Proceso, para controvertir un dictamen
pericial, se requiere de otro dictamen pericial que confronte las conclusiones del
primero, situación que no aconteció en nuestro caso, donde no existe una sola
prueba encaminada a desvirtuar las conclusiones a las que llego el Perito.

2
Corte Constitucional, Sentencia T-341, Ago. 24/18.

3
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
DECIMO PRIMERO: Que frente a la anterior decisión abiertamente
inconstitucional, se interpuso el día 2 de julio de 2019, recurso de apelación, en el
cual entre otras cosas se argumentó:

1. Que los pagarés objeto de ejecución, adolecen de vicios que no pueden


ser subsanados por cuanto, al tratarse de un Titulo – Valor pagare, el mismo
debía a la fecha de su creación cumplir con todos y cada uno de los
requisitos señalados en los artículos 620 y 709 del Código de Comercio, es
decir, debía contar con:

1) La promesa incondicional de pagar una suma determinante de


dinero;
2) El nombre de la persona a quien deba hacerse el pago;
3) La indicación de ser pagadero a la orden o al portador, y
4) La forma de vencimiento.

Requisitos estos, que por tratarse de un Titulo valor en blanco, debían ser
diligenciados de acuerdo a la carta de instrucciones otorgada por el
demandado, situación que en nuestro caso en concreto no se dio, por
cuanto como lo manifestó la parte demandante diligencio la totalidad de los
Títulos – Valores, con fundamento en una carta de instrucciones que se
declaró espuria, por un auxiliar de la justicia debidamente investido para ello.

2. Que en virtud del principio de la carga probatoria, no le correspondía al


despacho, presumir o asumir, la existencia de acuerdos verbales previos,
que no gozan de ningún soporte probatorio, le correspondía a la parte
demandante demostrar dichos acuerdos, situación que no logro, por cuanto
según su propia demanda y en el tramite total del proceso, se limitó a
manifestar que los correspondientes pagares habían sido diligenciados,
conforme a la carta de instrucciones que ella misma había aportado con la
demanda, carta de instrucciones que valga la pena recalcar resulto
totalmente falsa.

De igual forma se le recalco que de existir los mencionados acuerdos


verbales, no existía necesidad alguna para que la parte accionante hubiere
falsificado, la correspondiente carta de instrucciones, situación que evidencia
que no existían dichos acuerdos.

3. Que el despacho incurría en un graso error, al pretender soportar sus


afirmaciones en jurisprudencia, relacionada con la ausencia de carta de
instrucciones, cuando el caso que nos ocupa no se refería a esa situación,
sino al diligenciamiento fraudulento de títulos valores en blanco, por medio
de una carta de instrucciones falsificada, situación que dista bastante de la
ausencia de Carta de instrucciones, bajo este contexto, se le reitero la
jurisprudencia de la Honorable Corte Constitucional en virtud de la cual:

“los títulos ejecutivos que se suscriban en blanco, pueden llenarse sus

4
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
espacios conforme a la carta de instrucciones. No obstante, cuando el
suscriptor del título alegue que no se llenó de acuerdo a las instrucciones
convenidas, recae en él la obligación de demostrar que el tenedor
complemento los espacios en blanco de manera arbitraria y distinta a las
condiciones que se pactaron. Esta Sala considera que respecto al defecto
sustantivo, el fallo que se acusa incurrió en una vía de hecho por vulnerar el
derecho fundamental al debido proceso por adelantar un proceso ejecutivo
contra la tutelante con una letra de cambio en blanco que se llenó sin
cumplir los requisitos que establece el artículo 622 del Código de Comercio y
lo expuesto por la Corte Constitucional en la Sentencia T-943 de 2006. La
Sala concluye que el Juez incurrió en error ostensible, flagrante y manifiesto
en la valoración de las pruebas, pues afirmó que las declaración de la
señora no eran suficientes para establecer la literalidad del título, cuando a
su vez contaba con el experticio del Instituto Nacional de Medicina Legal y
Ciencias Forenses el cual señalaba que los espacios en blanco no los llenó
Yolanda Serpa Cabrales. En consecuencia, en dos pruebas judiciales se
demostró que la letra de cambio se suscribió sin existir la respectiva
carta de instrucciones, la cual es indispensable para su exigibilidad de
conformidad al artículo 620 del Código de Comercio, la Sentencia T-
943 de 2006 y los conceptos de la Superintendencia Financiera. Por
tanto, la Sala concluye que el Juez demandado incurrió en un defecto fáctico
al no evaluar adecuadamente y de conforme a la sana critica las pruebas
que practico en el proceso ejecutivo. Por las anteriores circunstancias, se
vulneró el derecho fundamental al debido proceso de por los defectos
sustancial y fáctico, por cuanto se adelantó en su contra un proceso
ejecutivo con un título ejecutivo en blanco, sin existir la respectiva carta de
instrucciones”3.

En el mismo sentido se manifiesta la sentencia:

“Conclusión obligada de la valoración de estas tres pruebas –totalmente


obviadas por el juez demandado en la sentencia atacada- es que el
ejecutante desconoció las instrucciones de los ejecutados al llenar el pagaré
en blanco pues incluyó en él una indemnización de perjuicios que no estaba
previamente estimada en el contrato ni autorizada en la carta de
instrucciones. En otras palabras, la excepción de fondo planteada por los
peticionarios dentro del proceso ejecutivo no estaba basada en meras
afirmaciones -como entendió el juez demandado- sino que estaba fundada
en las tres pruebas antes referidas, de modo tal que la presunción de
certeza del documento firmado en blanco (artículo 270 del Código de
Procedimiento Civil) sí fue desvirtuada durante el proceso y no procedía la
orden de seguir adelante con la ejecución al carecer el ejecutante de título
ejecutivo válido para ello”4

4. Finalmente se le hizo un recuento de la naturaleza del Proceso ejecutivo,


dejando en evidencia que para que prospere un proceso ejecutivo, es
3
Corte Constitucional. Sentencia T- 2644977 del 31 de agosto de 2010. M.P Jorge Ignacio Pretelt Chaljub
4
Corte Constitucional. Sentencia t-060 del 2012. M.P.: Dr. Humberto Antonio Sierra Porto..

5
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
menester que el titulo valor objeto de la ejecución pueda ser tramitado por
esta cuerda procesal, se requería que se tratara de una “obligación clara,
expresa y exigible que conste en documentos que provengan del deudor o
su causante, y que constituyan plena prueba contra él”, presupuestos estos
que para nuestro caso en concreto no se cumplían, por cuanto no existe
certeza de que el contenido de los títulos valores, haya sido diligenciado de
acuerdo a la voluntad de su creador, por el contrario existen pruebas
irrefutables de que la parte demandante, recurrió a la falsificación de una
carta de instrucciones para completar los pagarés, en sus elementos
fundamentales.

DECIMO SEGUNDO: que una vez sustentado el correspondiente recurso de


apelación ante el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C. – Sala Civil,
el mismo con providencia del 6 de noviembre de 2019, resolvió confirmar la
sentencia objeto del recurso, argumentando que las irregularidades descritas y
evidenciadas, no tenían el alcance para derribar la validez del título, aun y cuando
los mencionados títulos valores fueron llenados en su fecha de exigibilidad
mediante un documento apócrifo, posición que no comparte esta parte demandante
por cuánto el artículo 709, establece que el pagare debe contener la forma de
vencimiento, forma de vencimiento que para nuestro caso en concreto fue
constituida por él demandante de forma arbitraria mediante una carta de
instrucciones falsa, como se narró unas líneas más atrás.

II. MARCO CONSTITUCIONAL Y JURISPRUDENCIAL

2.1 Procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales

La Honorable Corte Constitucional5 ha manifestado que en casos excepcionales


es viable, procesalmente, la acción de amparo contra providencias judiciales por la
comisión de vías de hecho por el operador judicial, al respecto ha manifestado:

"2.3.5.6. En conclusión, la acción de tutela contra providencias judiciales


es viable de manera excepcional, cuando se cumplen los requisitos
generales que permiten su procedencia. Entre dichos requisitos se
encuentra el referente a la necesidad de identificar de forma precisa,
comprensible y suficiente tanto los hechos que generaron la vulneración,
como los derechos supuestamente vulnerados. A diferencia de los demás
ámbitos de procedencia de la acción de tutela en los que prevalece el
presupuesto de la informalidad, en tratándose del ejercicio de la acción de
amparo contra providencias judiciales, este Tribunal tiene establecido que
su valoración no procede de forma abstracta o general, esto es, derivado
de la simple afirmación de que se ha presentado una irregularidad en el
proceso. Solo así se protegen elementos tan relevantes para el Estado
Social de Derecho como son la autonomía e independencia judicial.

5
Corte Constitucional. Sentencia t-265/14 del 30 de abril de 2014. M.P.: Dr. Luis Guillermo Guerrero Pérez. Referencia:
expediente T-4.111.080.

6
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
A juicio de este Tribunal, salvo que la violación iusfundamental sea
evidente, el análisis por vía de tutela sólo puede estructurarse si
previamente se precisan por el interesado las circunstancias concretas
que dan lugar a la afectación del derecho y se logra establecer su nivel de
influencia en la decisión cuestionada, pues de esta forma se entiende
delimitado el campo de acción en el que le es posible actuar al juez
constitucional, no sólo en respeto de las esferas propias de los jueces
ordinarios, sino también acorde con el carácter breve y sumario que
caracteriza a la acción de amparo. Desde esta perspectiva, no resulta
procedente que se pretenda promover la acción de tutela sobre
planteamientos vagos, contradictorios, equívocos o ambiguos, que no
permitan orientar la actividad excepcional que le corresponde cumplir en
este campo al juez constitucional.

Como se deriva de lo expuesto, no se trata de rodear a la acción de tutela


de exigencias formales contrarias a su naturaleza, sino de exigir que el
actor tenga claridad y sea diligente en cuanto a la explicación del origen
de la afectación de sus derechos y que dé cuenta de ello al momento de
pretender su protección constitucional[23].

Por lo demás, es importante enfatizar que el motivo por el cual este


requisito procesal resulta relevante, es que ante la ausencia de claridad y
precisión en torno a las razones por las cuales se alega la trasgresión de
los derechos fundamentales, cualquier intervención del juez de tutela
produciría el riesgo de invadir –injustificadamente– la órbita de
competencia del juez natural, desconociendo elementos esenciales del
ordenamiento jurídico, como lo son la autonomía e independencia
judicial.” (Negrillas fuera de texto).

Así las cosas, dada la procedencia excepcional de la tutela contra providencias


judiciales, el amparo de derechos fundamentales por este medio dependerá del
cumplimiento de ciertos y rigurosos requisitos de procedibilidad, los cuales han
sido fijando a través de la jurisprudencia constitucional, particularmente la
sentencia C-590 de 2005 en donde se establecieron los siguientes:

“24. Los requisitos generales de procedencia de la acción de tutela contra


decisiones judiciales son los siguientes:

a. Que la cuestión que se discuta resulte de evidente relevancia


constitucional. Como ya se mencionó, el juez constitucional no puede
entrar a estudiar cuestiones que no tienen una clara y marcada
importancia constitucional so pena de involucrarse en asuntos que
corresponde definir a otras jurisdicciones[4]. En consecuencia, el juez de
tutela debe indicar con toda claridad y de forma expresa porqué la
cuestión que entra a resolver es genuinamente una cuestión de
relevancia constitucional que afecta los derechos fundamentales de las
partes.”

7
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
b. Que se hayan agotado todos los medios -ordinarios y extraordinarios- de
defensa judicial al alcance de la persona afectada, salvo que se trate de
evitar la consumación de un perjuicio iusfundamental irremediable[5]. De
allí que sea un deber del actor desplegar todos los mecanismos
judiciales ordinarios que el sistema jurídico le otorga para la defensa de
sus derechos.  De no ser así, esto es, de asumirse la acción de tutela
como un mecanismo de protección alternativo, se correría el riesgo de
vaciar las competencias de las distintas autoridades judiciales, de
concentrar en la jurisdicción constitucional todas las decisiones
inherentes a ellas y de propiciar un desborde institucional en el
cumplimiento de las funciones de esta última.”

c “Que se cumpla el requisito de la inmediatez, es decir, que la tutela se


hubiere interpuesto en un término razonable y proporcionado a partir del
hecho que originó la vulneración[6]. De lo contrario, esto es, de permitir
que la acción de tutela proceda meses o aún años después de proferida
la decisión, se sacrificarían los principios de cosa juzgada y seguridad
jurídica ya que sobre todas las decisiones judiciales se cerniría una
absoluta incertidumbre que las desdibujaría como mecanismos
institucionales legítimos de resolución de conflictos.”

A los que se deben agregar; que se determine de manera clara, detallada y


comprensible los hechos que generaron la vulneración de los derechos
fundamentales invocados y que el amparo no se ejerza contra fallos de tutela.

Además, la Jurisprudencia no solo optó por decantar los eventos en los cuales era
procedente interponer la acción constitucional, también, los enmarcó en ocho
“Vías de hecho” o “Causales genéricas de procedibilidad de la acción de tutela
contra providencias judiciales”, bautizadas como; i) Defecto Orgánico, ii) Defecto
Procedimental, iii) Defecto Factico, iv) Defecto Sustantivo, v) Error Inducido, vi)
Desconocimiento de la Cosa Juzgada Constitucional, vii) Carencia de Motivación
y viii) Violación directa de la Constitución.

2.2 Sobre la Causal “Violación directa de la Constitución”

Ahora bien, frente a ésta última la Jurisprudencia de la Honorable Corte


Constitucional ha señalado que la causal especial de procedibilidad denominada
“Violación directa de la Constitución” se configura cuando el Juez ordinario
adopta una decisión que desconoce abiertamente los preceptos Constitucionales,
los cuales de conformidad con el articulo 4 superior son de obligatoria aplicación si
se tiene en cuenta, que la “Constitución es norma de normas”. Frente a esto, la
Corte Constitucional ha señalado que esta situación se configura cuando el
operador judicial,

“(i) Deja de aplicar una disposición ius fundamental a un caso concreto, por
ejemplo “(a) cuando en la solución del caso se dejó de interpretar y aplicar
una disposición legal de conformidad con el precedente constitucional, (b)

8
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
cuando se trata de un derecho fundamental de aplicación inmediata y (c)
cuando el juez en sus resoluciones vulneró derechos fundamentales y no
tuvo en cuenta el principio de interpretación conforme con la Constitución.
(ii) Aplica la ley al margen de los dictados de la Carta Política,
desconociendo que de conformidad con su artículo 4º “la Constitución es
norma de normas”, por lo que en caso de incompatibilidad entre la ella y la
ley u otra norma jurídica “se aplicarán las disposiciones constitucionales.” 6

De igual manera, en otros pronunciamientos esta corporación estableció


parámetros más claros para la configuración de esta causal, basados “(…) en la
Sentencia T-555 de 2009, la Sala Tercera de Revisión, consideró que esta causal
de procedencia de la acción de tutela se estructura “cuando el juez ordinario
adopta una decisión que desconoce, de forma específica, postulados de la Carta
Política. A este respecto, debe insistirse en que el actual modelo de ordenamiento
constitucional reconoce valor normativo a los preceptos superiores, de modo tal
que contienen mandatos y previsiones de aplicación directa por las distintas
autoridades y, en determinados eventos, por los particulares. Por ende, resulta
plenamente factible que una decisión judicial pueda cuestionarse a través de la
acción de tutela cuando desconoce o aplica indebida e irrazonablemente tales
postulados”.7

En otras palabras, esta vía de hecho se configura cuando se inaplica la


Constitución; bien sea porque la omite por completo, se contradice, o se le
atribuye un alcance insuficiente8. Debe dejarse claro, que el mandato del artículo 4
de la carta política ubica a la constitución en la jerarquía más alta de la estructura
normativa, por lo cual incluso las sentencias de unificación de las distintas altas
cortes se encuentran sometidas al mandato Constitucional, es decir, aun
existiendo la obligación contenida en el artículo 270 C.P.A.C.A de aplicar las
sentencias de unificación del Consejo de Estado, esta norma se torna inocua si
sus fundamentos son contrarios a la Constitución.

II.3 Del derecho fundamental al debido proceso

El artículo 29 de la Constitución Política consagró el derecho fundamental al


debido proceso y lo elevó a la categoría de principio y garantía de básica
observancia en la práctica del derecho, encaminada a mantener el orden social, la
seguridad jurídica, la protección al procesado, y la pronta y cumplida
administración de justicia. En palabras del legislador:

“Artículo 29: El debido proceso se aplicará a toda clase de


actuaciones judiciales y administrativas.

6
Sentencia T-031/16
7
Sentencia T-587/17
8
Sentencia SU-490 de 2016

9
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto
que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia
de la plenitud de las formas propias de cada juicio.
En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea
posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o desfavorable.
Toda persona se presume inocente mientras no se la haya
declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene
derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por
él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido
proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a
controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la
sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo
hecho.(…)

Frente a lo cual, la Corte Constitucional ha manifestado que el debido proceso se


erige como un límite a la actuación de la administración, al crear para ésta,
precisos pasos para en sus actuaciones. En efecto, la Corte señalo que “(…) el
derecho al debido proceso se muestra como desarrollo del principio de legalidad,
pues representa un límite al ejercicio del poder público, y en particular, al ejercicio
del ius puniendi del Estado. En virtud del citado derecho, las autoridades estatales
no podrán actuar en forma omnímoda, sino dentro del marco jurídico definido
democráticamente, respetando las formas propias de cada juicio y asegurando la
efectividad de aquellos mandatos que garantizan a las personas el ejercicio pleno
de sus derechos”9

Verbigracia, el derecho al debido proceso resulta medular en un Estado de


derecho por su intrínseca relación con el principio de legalidad, el cual establece
un conjunto de etapas, exigencias o condiciones para poder que las
manifestaciones de la voluntad de la administración sean convalidadas por el
ordenamiento jurídico para surtir los efectos deseados.

2.4 Violación del debido proceso derivado del desconocimiento de i) la cosa


Juzgada, ii) el juez natural y iii) la presunción de inocencia

En este punto es necesario explicar, que el derecho fundamental al debido


proceso envuelve varias connotaciones a saber; el respecto por la cosa Juzgada, el
respeto por el juez natural y el respeto a la presunción de inocencia, elementos que
aunque en su conjunto hacen parte del núcleo básico del derecho en discusión,
comportan particularidades que las hacen diferenciables unos de otros.

En primer lugar, del análisis del contenido del derecho al debido proceso en
el ordenamiento jurídico colombiano, es necesario indicar que i) la cosa juzgada
“(…) es una institución jurídico procesal mediante la cual se otorga a las
decisiones plasmadas en una sentencia y en algunas otras providencias, el
carácter de inmutables, vinculantes y definitivas. Los citados efectos se conciben
por disposición expresa del ordenamiento jurídico para lograr la terminación
9
Sentencia de la Corte Constitucional, C-980 de 2010, MP. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.

10
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
definitiva de controversias y alcanzar un estado de seguridad jurídica. (…) De esta
manera se puede sostener que la cosa juzgada tiene como función negativa,
prohibir a los funcionarios judiciales conocer, tramitar y fallar sobre lo resuelto, y
como función positiva, dotar de seguridad a las relaciones jurídicas y al
ordenamiento jurídico.”10

Esta Institución jurídica procesal garantiza que los ciudadanos no sean sometidos
a una nueva decisión judicial cuando la misma haya quedado en firme por decisión
del juez natural garantizando la seguridad jurídica y el respeto de sus derechos
procesales. Ahora bien, es pertinente indicar, que en los casos de privación injusta
de la libertad, el análisis de los requisitos de la medida de aseguramiento por parte
de un Juez Contencioso no solo conlleva el asunción de competencias privativas
del Juez penal sino el desconocimiento de los fallos dictados en la respectiva
jurisdicción.

Por su parte ii) la garantía del Juez natural se encuentra contenida de manera
general en artículo 29 de la Constitución Política colombiana, de manera particular
en el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo
8 de la Convención Americana de Derechos Humanos, aplicables estos por vía del
bloque de constitucionalidad establecido en el artículo 93 superior.

Dicho concepto es definido por la Jurisprudencia como “(…) la garantía de ser


juzgado por el juez legalmente competente para adelantar el trámite y adoptar la
decisión de fondo respectiva”11 es decir; engloba el derecho a ser juzgado bajo las
formas propias de cada juicio, los términos, los trámites, los requisitos y las etapas
o formalidades establecidas por el legislador para cada asunto. En este orden de
ideas, no es dable que el Juez Contencioso suplante atribuciones del Juez penal,
puesto que de hacerlo estaría contrariando el contenido del artículo 29 Superior y
las disposiciones que en derechos humanos regulan la materia.

Finalmente, frente al último de los elementos que envuelve el derecho


fundamental al debido proceso, y tal vez el más decantado por la jurisprudencia
Constitucional, es necesario indicar que iii) la presunción de inocencia, es una
garantía constitucional que tiene toda persona para considerarse inocente
mientras no se le haya declarado judicialmente culpable, este precepto
constitucional contemplado en el artículo 29 superior, encuentra su consagración a
nivel internacional el artículo 14.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Político y en el artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Este principio como regla básica, distribuye la carga de la prueba en los juicios
penales, imponiendo para la organización estatal la obligación de probar que una
persona es responsable del delito que se le imputa, ergo, las decisiones que se
tomen a favor o en su contra deberán considerarse bajo la categoría de ciudadano
inocente hasta tanto se logre demostrar lo contrario.
10
Sentencia C-774 de 2001 M.P. Rodrigo Escobar Gil.
11
Corte Constitucional, sentencia C-594/14. Y sentencia C-496/15.

11
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
III. CONCEPTO DE LA VIOLACIÓN Y CONFIGURACIÓN DEL DEFECTO
DENOMINADO “VIOLACIÓN DIRECTA DE LA CONSTITUCIÓN”

Para contextualizar los antecedentes del presente caso, es necesario señalar que,
en el año 2012 dentro del proceso penal adelantado en contra del señor Diego
Armando Moreno Lubo por la presunta comisión de los delitos de Homicidio
Preterintencional y Omisión de Socorro, se libró medida de aseguramiento en su
contra, la cual fue materializada el 25 de febrero del año 2012 con su detención.
Posteriormente, al no encontrar mérito para continuar con la acción penal, la
Fiscalía General de la Nación solicitó la preclusión de la acción iniciada, por lo que
el accionante tuvo que pasar más de 62 días privado de la libertad por las falencias
en la investigación efectuado por el ente acusador.

Esta acción fue el resultado de las pesquisas de la muerte del señor Gustavo
Cardozo, quien en medio de una pelea callejera fue arrojado a una zanja y quien
posteriormente por la gravedad de sus lesiones fallecería en un centro de atención
médica. Situación en del cual el señor Moreno Lubo no tuvo injerencia y no
participó, por lo que su vinculación al proceso penal se sustentó en su mera
presencia en el lugar de los hechos como testigo ocular. Por lo anterior, y bajo una
errada interpretación de los requisitos de la mediada de aseguramiento, la Fiscalía
General de la Nación solicitó, 3 años después de ocurrido los presuntos delitos, la
privación de su libertad, situación que debido a la carencia de material probatorio y
a la imposibilidad fáctica de asociar al accionante con algún delito concluyó en la
terminación anticipada de la acción impetrada en su contra.

Ahora bien, el señor Moreno Lubo en su condición de víctima directa de la


privación injusta de la libertad, y su núcleo familiar como victimas indirectas,
formularon demanda de reparación en contra de la Nación - Rama Judicial y la
Fiscalía General de la Nación, por los daños antijurídicos sufridos. La cual sería
despachada de forma desfavorablemente por el Juzgado 61 Administrativo de
Bogotá, quien no solo consideró que la privación injusta de la libertad del
accionante se debió a su culpa exclusiva, sino que también, puso en duda la
comisión de los delitos de homicidio preterintencional y omisión de socorro, en
palabras del Juzgado:

“Resulta reprochable tanto la falta de denuncia y veracidad de la declaración


rendida por el señor Diego Armando Moreno Lubo el 17 de abril de 2009 y la
falta de ayuda al señor Gustavo Cardozo (…)”

Motivación que deja entrever, una valoración de la conducta preprocesal de


carácter penal realizada por el Juez Contencioso Administrativo frente al
comportamiento desarrollado por el señor Moreno Lubo, situación que se agrava si
se tiene en cuenta que al mismo se le investigó por la presunta comisión del delito
de omisión de socorro, por lo que afirmar que éste “falta a la ayuda del señor
Gustavo Cardozo” es lo mismo que poner en duda la presunción de inocencia,

12
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
asumir el papel del Juez Penal y establecer que incurrió en el delito de Omisión de
Socorro.

En todo caso, no era suficiente que el Juez Contencioso señalara de manera


teórica que “no pretendía debatir sobre la presunción de inocencia” del actor,
puesto que era necesario que fuera tratado como tal, por lo que señalar que el
señor Moreno Lubo “falta a la ayuda del señor Gustavo Cardozo” es faltar a la
imparcialidad y violar la presunción inocencia no desvirtuada hasta el momento por
el Juez penal.

De igual forma, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera,


Subsección “A” con ponencia de la Magistrada Bertha Lucy Ceballos Posada,
confirmó la anterior sentencia, señalando que la medida de aseguramiento y la
privación injusta de la libertad del señor Diego Armando Moreno Lubo, se configuró
por su culpa exclusiva, frente a esto manifestó que el accionante había errado en
su testimonio y había presentado serias dudas frente a su participación en la
comisión de los delitos que motivaron la medidas privativas de la libertad.

Agrego el tribunal, que el señor Moreno Lubo; faltó a la verdad, omitió información
y abandonó en el lugar de los hechos a la presunta víctima de los delitos
cometidos, en palabras del Tribunal:

“58. Es que para la sala resulta reprochable, que el señor MORENO LUBO
no suficiente con omitir información, abandonara el sitio de los hechos, a
pesar de que el señor Carlos Gustavo Cardozo Calvache – occiso- se
encontraba herido, con la excusa de que alguien ajeno a la situación se
encargaría de que arribara una ambulancia”

“59. Significa que de forma voluntaria, decidió encubrir lo sucedido y en


consecuencia afrontar las consecuencias propias de una investigación
penal, en el que una persona perdió la vida”
Argumentos del fallador que desvirtúan la presunción de inocencia del accionante,
más aún cuando éste fue investigado por el delito de omisión de socorro, por lo que
señalar que resulta “reprochable” que el señor Moreno Lubo “abandonara el sitio
de los hechos, a pesar de que el señor Carlos Gustavo Cardozo Calvache –
occiso- se encontraba herido” es equivalente a establecer que el mismo cometió
una conducta típica que debió ser sancionada por la Ley.

Asimismo, no es aceptable que un Juez que debe establecer la existencia de


responsabilidad por parte del Estado, señale en un proceso de Reparación
Extracontractual que el accionante “decidió encubrir lo sucedido”, puesto que el
encubrimiento es en sí mismo, es otro delito dentro del ordenamiento jurídico
colombiano, es por ello, que el fallador invadió las competencias exclusivas del
juez penal al valorar las conductas preprocesales del señor Moreno Lubo sin tener
la competencia para ello, con la única finalidad de darle el trato de culpable a quien
la justicia penal ya había declarado inocente.

Bajo éste entendido, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, no solo invadió

13
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
las competencias de otra jurisdicción, sino que también, desconoció la decisión
penal absolutoria sustentada en que la Fiscalía no contaba con méritos para acusar
al señor Moreno Lubo, en otras palabras, se desconoció la cosa Juzgada penal
decidida previamente por el Juez natural del proceso. En todo caso, resulta cuando
menos contradictorio establecer que existió una culpa exclusiva de la víctima
cuando a la misma no se le pudo acusar de un delito.

En este punto es necesario señalar, que la Jurisdicción Contencioso-


Administrativa, en desarrollo del medio de control de reparación directa, no se
puede transformar en una tercera instancia penal, en la cual el ciudadano que se
considera víctima es señalado de merecer la privación de su libertad, porque esta
situación se presentaría bajo una suerte de revictimización por parte del operador
judicial.

Como se explicó en el acápite anterior el respecto por la cosa Juzgada, el juez


natural y la presunción de inocencia se encuentran comprendidos dentro de las
garantías del derecho fundamental al debido proceso, por lo que las acciones
desplegadas por los operadores judiciales en el presente caso y bajo las
consideraciones antes relacionas, afectaron el núcleo básico del mismo.

Por estas razones, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera,


Subsección “A” a través de la ponencia de la Magistrada Bertha Lucy Ceballos
Posada del 22 de agosto del 2019 con radicado N°1100133360382014 00418 01
incurrió en el defecto de “Violación directa de la Constitución” por vulneración del
derecho fundamental al debido proceso; derivado del desconocimiento de la cosa
Juzgada, el juez natural, la presunción de inocencia, por lo que debe proferir otra
sentencia en la que subsane los errores que cometió en contra del accionante.

Para finalizar, se le solicita a su honorable despacho que aplique el precedente


Horizontal creado con la sentencia del Tutela de segunda instancia, expedida por
la Consejo de Estado, M.P Martín Bermúdez Muñoz del 15 de noviembre de
2019 bajo el radicado N° 11001-03-15-000-2019-00169-01, la cual en una
situación idéntica que se configura bajo el mismo problema jurídico accedió al
amparó los derechos fundamentales del accionante.

IV. PRETENSIONES

PRIMERO: Que se DECLARE que la providencia del 22 de agosto del 2019,


expedida por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera,
Subsección “A”, bajo el radicado N° 110013336038 2014 00418 01, incurrió en el
defecto de “Violación directa de la Constitución” por vulneración del derecho
fundamental al debido proceso; derivado del desconocimiento de la cosa Juzgada,
el juez natural y la presunción de inocencia.

SEGUNDO: En consecuencia, AMPARAR los derechos fundamentales al debido

14
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
proceso de los señores DIEGO ARMANDO MORENO LUBO, DAISY LUBO
EPIAYU, HOLMAN JOSÉ MORENO LÓPEZ, SIMONA MORENO LUBO, JORGE
HUGO MORENO LUBO Y GLORIA MORENO LUBO, violados por el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera, Subsección “A”, en la sentencia
objeto de la tutela.

TERCERO: DEJAR SIN EFECTOS la providencia del 22 de agosto del 2019,


expedida por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera,
Subsección “A”, bajo el radicado N° 110013336038 2014 00418 01 y se ordene a
dicha autoridad para que en el término de cuarenta y ocho (48) horas contadas a
partir de la notificación de la presente providencia, profiera un fallo en remplazo, en
el que se resuelva el caso en concreto sin violar los derechos fundamentales al
debido proceso de los accionantes; derivados del desconocimiento de la cosa
Juzgada, el juez natural y la presunción de inocencia.
V. PROCEDENCIA

Esta acción de tutela es procedente de conformidad con lo establecido en los


artículos 1º, 2º, 5º y 9º del Decreto 2591 de 1991, la jurisprudencia de la Corte
Constitucional y el Consejo de Estado, esto es; (i) El defecto propuesto contra la
sentencia enjuiciada no puede ser controvertido a través de recursos ordinarios o
extraordinarios y no se enmarca en alguna causal de revisión, (ii) Se cumple con
el requisito de inmediatez, toda vez, que entre el auto que deja en firme la
providencia accionada, auto de obedézcase y cúmplase del 28 de octubre del
2019, la vacancia judicial y la fecha de presentación de ésta acción, ha trascurrido
un término razonable y proporcional (iii) En la parte motiva de esta acción se
determina de manera clara y detallada los hechos que generaron la vulneración de
los derechos fundamentales de los accionantes, (iv) El asunto de la referencia es
de relevancia Constitucional por la violación del derecho fundamental al debido
proceso, (v) La tutela no se dirige contra una sentencia dictada en un proceso de
la misma naturaleza y (vi) Existe el precedente horizontal (reciente) dictado por la
sala plena de ésta corporación del 15 de noviembre de 2019 bajo el radicado N°
11001 03 15 000 2019 00169 01 que amparó una situación idéntica.

VI. COMPETENCIA

De conformidad a lo establecido en los Decretos 2591 de1991, 1069 de 2015,


1983 de 2017 y el Acuerdo N° 377 de 2018 del Consejo de Estado, son ustedes
competentes Honorables Consejeros, en su calidad de superiores funcionales del
Tribunal accionado.
VII. PRUEBAS

- Copia del fallo de primera instancia proferido por el Juzgado 61


Administrativo del Circuito Judicial de Bogotá, identificado con el numero de
radicado 110013336038 2014 00418 00.

- Copia del fallo de segunda instancia proferido por el Tribunal Administrativo


de Cundinamarca, Sección Tercera-Subsección “A”, identificado con
número de radicado 110013336038 2014 00418 01.

15
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com
- Constancia de ejecutoria del fallo de segunda instancia proferido por el
Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera-Subsección “A”,
identificado con número de radicado 110013336038 2014 00418 01.
VIII. JURAMENTO

Bajo la gravedad de juramento manifiesto que no he instaurado otra acción de


tutela con fundamento en los mismos hechos y derechos y contra la misma
entidad, ante ninguna autoridad judicial.

IX. ANEXOS

Me permito anexar copia del presente escrito y de los documentos mencionados


en el acápite de pruebas para el correspondiente traslado, y el poder debidamente
otorgado por los accionantes de conformidad con el artículo 74 y ss. del C.G.P.

X. NOTIFICACIONES

El suscrito y sus poderdantes recibirán notificaciones en la Carrera 8 N° 12B- 83


Oficina 309 del edificio Monak ubicado en la ciudad de Bogotá.

Los accionantes

DIEGO ARMANDO MORENO LUBO identificado con la C.C. No. 1.121.204.573,


DAISY LUBO EPIAYU identificada con la C.C No. 26.964.307 de Riohacha,
HOLMAN JOSÉ MORENO LÓPEZ identificado con la C.C No. 15.889.149 de
Leticia – Amazonas, SIMONA MORENO LUBO identificada con la C.C. N
40.179.446 de Leticia – Amazonas, JORGE HUGO MORENO LUBO identificado
con la C.C No. 6.566.894 de Leticia - Amazonas y GLORIA MORENO LUBO
identificado con la C.C. No. 40.179.140 de Leticia – Amazonas.

El apoderado

______________________________
LEOPOLDO CAMPOS SÁNCHEZ
C.C. 5.882.367 de Chaparral – Tolima
T.P. 51.386 del C.S .J.

16
Leopoldo Campos Sánchez Abogado
Leopoldocampos-sanchez@hotmail.com

También podría gustarte