¿QUÉ ES LA VIDA?

Bernardo Horacio

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Bojacá. Juan, Quiñonez S. Jennifer, Rosas B. Wendy, Loaiza. Yessica, Prieto Manuel.
Estudiantes Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Facultad de ciencias y
educación.Proyecto curricular Licenciatura en Química. *Correo:
wtrosasb@correo.udistrital.edu.co

Pregunta problema: ¿Qué es la vida?

El término vida ha sido discutido a lo largo de la historia que a nivel epistemológico, ha

permitido cuestionar su definición desde su propia definición y este término es buscar
características que la engloben a totalidad desde un enfoque conceptual, careciendo de ello,
es por ello que el término vida, al igual que otras preguntas de la naturaleza de la vida
misma, parte de términos inexplicables, por ende no presenta una definición centrada en el
lenguaje. Es necesario entablar diferentes puntos de vista de los cuales parte una percepción
sobre su definición. En este orden de ideas, su construcción parte de la formación de un
conjunto de términos inexplicables que le permiten dar solidez a lo que creemos que es
vida, con ello, se da la explicación desde dos posturas, mecanicista y organicista.

Desde el lenguaje nos permite el desarrollo de semántica en cuanto la pregunta que plantea el
autor, que desde la discusión carece de una definición clara y coherente de la concepción de
vida, por ello surge la necesidad de aproximarse a tal definición, debido a que aún cuando el
lenguaje ha evolucionado, no ha sido posible emplear la semántica para dar respuesta a esta
necesidad. Para ejemplificar esto, se exponen dos definiciones de este concepto, en contextos
y momentos diferentes; en primer lugar nos encontramos con la definición de Aristóteles
como “Aquello por lo que un ser se nutre, crece y perece por sí mismo” y, en segundo
lugar, la definición dada por la DRAE: “Fuerza o actividad interna sustancial mediante la
que obra el ser que la posee”. A pesar de que ambas definiciones abarcan otros conceptos
que pueden hacer parte de lo que entendemos como vida, sigue existiendo la ausencia de una
única definición del término vida, haciendo uso de un lenguaje actual en función de otros
términos explicables ya definidos. Al no encontrar una respuesta satisfactoria a partir de lo ya
descrito, se recurre comúnmente al uso de la experiencia o la relación interpersonal para
construir una definición con el objetivo de que sea comprensible para otros.

Un término que no permite definirse a partir de otros términos (por medio del lenguaje) ni
haciendo referencia a la experiencia, es catalogado como un término inexplicable. Esta
inexplicabilidad conduce nuestra búsqueda de la tesis planteada hacia un nuevo camino. La
inexplicabilidad de estos términos tiene dos formas de abordarse, a partir de si esta
incapacidad de explicación se encuentra explícita o no en su propia definición, a diferencia de
un término explicable el cual es así en función al uso de otros términos (composición,
estructura, función, etc.) pertenecientes al lenguaje; Cuando la inexplicabilidad de un
término está incluida en su propia definición se les llama explícitamente inexplicables, como
por ejemplos la palabra “milagro” u O.V.N.I. llevan en sí la carga explícita de su
inexplicabilidad, ya que en tanto éstas no puedan ser definidas o explicadas con elementos
pertenecientes a alguna categoría, pues el término original pierde su existencia; La segunda
clasificación corresponde a los términos que tienen su inexplicabilidad no en la definición
sino de una manera supuesta se les denomina, implícitamente inexplicables, por ejemplo la
palabra alma, conlleva una carga inexplicable en el concepto y en el lenguaje por la función
que cumple en nuestro entorno; En contexto científico conceptos como inercia, gravedad,
fueron creados para dar respuesta a sucesos inexplicables, sin embargo ¿dado que los
términos son inexplicables, como puede haber una definición de ellos? y para esto se debe
tener en cuenta que las propiedades de los términos inexplicables es que pueden definirse a
través de por lo menos otro término inexplicable en la definición, teniendo en cuenta las
definiciones de vida mencionadas anteriormente se usan términos como fuerza, sustancia y
ésta a su vez son términos inexplicables que componen una red o círculo que origina la
ilusión de poder otorgar una explicación.
Por otro lado, teniendo en cuenta la concepción y conceptualización de los términos con
explicación y sin explicación dentro del lenguaje, se busca identificar si el término vida tiene
o posee alguna posibilidad de explicación o no. Mediante esta idea se logran vislumbrar dos
posiciones con respecto a la vida: el mecanicismo y el organicismo.
Por un lado la visión mecanicista se centra en ver la vida como una serie de procesos físicos y
químicos, y esto enfocándose en una visión en donde cada ser con vida recibe una serie de
estímulos para poder dar una respuesta a esos estímulos, algo muy parecido a las máquinas.
Por el contrario la visión organicista nos remite a un concepto de vida en donde se habla de
un conjunto de elementos constitutivos de un organismo y algo más, generando la perspectiva
de un valor agregado (el alma) que es lo que mueve a lo vivo; y dando como resultado la
creencia de que la vida se encuentra en lo que tiene movimiento, generando grandes sesgos y
confusiones a la hora de poder dar un término que explique lo que es la vida.

Por lo tanto se concluye que para dar respuesta a él interrogante ¿qué es es la vida? no se
debe partir de definiciones, ya que al definirla con términos explicables, desaparecería su
inexplicabilidad e indicaría que existen hechos que se conocen y que permiten dar una
explicación razonada de ¿que es la vida? y por lo tanto anularía la inexplicabilidad del
término, ya que al definir un término inexplicable haciendo uso de otros términos explicables
destruye el concepto. Debido a que, se estaría definiendo equivocadamente ¿ que es la vida?
y probablemente el concepto ya no sería “vida”.
Para resolver la paradoja hay varios caminos alternativos como el escepticismo, el
empirismo, convencionalismo y el abandono del término con la finalidad de dar una
explicación. Pero para ello se debe superar la ignorancia lingüística, que permita encaminar
hacia investigaciones más amplias y más estructuradas, ya que solo tiene sentido en un
lenguaje no explicativo con otros términos no explicativos, donde se desconocen hechos y
situaciones que puedan definirla como algo conocido. Finalmente está la posibilidad de
entender que la vida pertenece a una red de términos inexplicables, y que es meritorio dejar
de cuestionar los criterios que posibilitan la identificación y caracterización acerca de si un
ser está vivo o no, por lo que se debe enfatizar en temas más importantes como el ser.