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UNIDADES TECNOLOGICAS DE SANTANDER

CURSO: MICROECONOMIA

CUADRO ENSAYO ARGUMENTATIVO

ROSA ISELA GARCIA CARDENAS

MARIA CAMILA SUAREZ MARTINEZ

LADY LIZETH VELASQUEZ VACCA

ELIZABETH VILLAMIZAR BETANCOURT

WILLIAM YESID VILLAREAL PINZON

COLOMBIA

SANTANDER

2020
INTRODUCCION

En este trabajo encontraremos un ensayo argumentativo donde realizamos un análisis sobre


las variaciones de producto total, medio y marginal y posteriormente las consecuencias en
el mercado de un bien desde las variaciones anteriormente mencionadas enfocadas hacia la
función producción, rendimientos a escala, y función de costos.
CUADRO ENSAYO ARGUMENTATIVO

 Analizar los efectos de las variaciones en: función producción, los rendimientos de
escala, y la función de costos; aplicados a un sector económico del contexto
nacional.

Actualmente Colombia es considerado el quinto país más grande en extensión, ya que


tiene una superficie de 1.115.000 km2, y considerado una zona privilegiada ya que tiene
acceso a dos océanos, una gran variedad de pisos térmicos debido a las tres cordilleras
que lo atraviesan, debido a la gran diversidad de recursos naturales renovables y no
renovables Colombia es una plataforma agrícola la cual produce una amplia y variedad
de cultivos y productos forestales. Los factores como suministro de agua, disponibilidad
de tierra, la diversidad climática y topográfica, han hecho que se considere a Colombia
como el séptimo país del mundo con la oportunidad de convertirse en despensa
agrícola. Colombia es el tercer productor cafetero y principal agricultor desde el año de
1870 se viene desarrollando su producción comercial.

La función de producción es definida como la relación que existe entre los insumos o
factores utilizados en el proceso productivo y el producto obtenido, de acuerdo a cierta
tecnología, esta función asocia a un insumo o varios de ellos, al máximo nivel de
producción alcanzable de acuerdo a las posibilidades técnicas en un periodo
determinado, Si analizamos una función de producción podremos obtener información
como producto total, producto medio el cual es el producto físico total sobre la
cantidad de factor variable y producto marginal el cual es el incremento en la
producción por cada incremento de los factores variables, los factores más importantes
que pueden significar variación en el ámbito agropecuario y el caso concreto para el
cultivo del café, serian la densidad, la luminosidad, la variedad, la edad del cultivo, el
tipo de fertilización y principalmente el tipo de suelos. La respuesta de producción ante
el cambio de un factor o insumo se podrá analizar desde diversos modelos de función
de producción como por ejemplo, uno de ellos es la ley de rendimientos decrecientes,
debido a que después del uso de diferentes cantidades de fertilizantes , no se da una
respuesta adicional en la producción, esto significa en términos de ecuaciones que solo
se contempla una o dos variables , ya si por el contrario se analizan más variables sería
muy dispendioso un estudio sino se cuenta con un software de análisis específicos.

Hablando sobre el sector primario la función de producción tiene una gran variación,
debido a que existe un gran número de factores determinantes para esta función
mencionados anteriormente como son el tipo de cultivo, edad de cultivo, la densidad, la
variedad, la luminosidad, el uso de fertilizantes, los tipos de suelos, costos de los
insumos necesarios para la producción, la época del año, es decir si hay sequia o época
de lluvias, este también es un factor determinante para el sector primario.

En cuanto a los rendimientos de escala, los grandes productores tienen economías de


escala mientras que por el contrario los pequeños productores poseen microeconomías
de escala, los grandes productores al tener una mayor capacidad económica tienen la
posibilidad de maquinizar los productos, de comprar grandes cantidades, contratar
mayor mano de obra para tener sistemas productivos para generar y acelerar la
velocidad de producción, por el contrario los pequeños productores podrá obtener una
producción de acuerdo a su capacidad económica , la ventaja que pueden tener los
pequeños productores es que ellos pueden supervisar la mano de obra, los cultivos, de
una forma más cercana, la cual les facilita detectar que cambios realizar que les
permitan obtener mejor producción . La función de producción neoclásica aplicada al
sector agropecuario estima que los factores de producción que son capital y trabajo se
deben combinar con una cantidad fija de tierra, por lo cual se puede concluir que los
rendimientos a escala bajo estos factores debe ser constante entre capital, tierra y
trabajo, De Janvry hizo un replanteamiento de la función producción y toma la tierra y
el trabajo como inputs primarios, y bajo esta reformulación se concluye que el capital
potencia a cada uno de los factores , es decir que el capital se puede denominar como
aumentador de la producción, lo cual hace constante el rendimiento a escala, pero si se
analiza desde el factor de la tecnología el rendimiento a escala seria creciente en
comparación de una producción donde no se aplique el uso de la tecnología, la
tecnología potencializa la producción.
El costo es una medida específica para cada empresa, producto y situación particular y
depende mucho de variables muy cambiantes de una empresa a otra, como pueden ser
la organización interna, el sistema tecnológico de producción, el control y el manejo
que se le dé a las diferentes situaciones, algunos generando pérdidas o ya sea un bien.
Para la agricultura existen dos tipos de costo los cuales son: Costos de producción y los
costos de comercialización.

En el costo de producción estos puedes ser fijos o variables. Cuando son fijos dentro de
ellos cabe destacar el costo del factor tierra (en dado caso de que la tierra no sea del
productor), costos de laboreo (preparación, siembra, trabajos culturales y costo del
equipo), costos variables, costos por cosecha. En los costos de comercialización son
esencialmente variables, algunos en función del volumen comercializado y otros en
función de los procesos, y se relacionarán con los quintales de grano comercializado.

Cuando se mira el negocio en un sector primario ya sea una finca, no se tiene claridad
del comportamiento de sus partes. En cambio, cuando se definen bien las diferentes
partes de la finca como son: (lotes, planta de procesamiento, maquinaria,
administración, etc.), se saben con claridad los costos y los ingresos de esas partes y se
puede hacer un análisis y control por separado para cada una de ellas. Esto puede ser
muy útil para tener claridad de cuánto está costando cada una de las partes componentes
de la finca y poder hacer análisis y/o tomar decisiones respecto a esa información. El
productor agrícola es quien siembra y cosecha un rubro en los predios de su unidad
productiva e igualmente es quien administra sus recursos financieros, no debe descuidar
su rentabilidad porque de ésta depende el logro de sus objetivos a corto, mediano o
largo plazo. Por lo tanto, la actividad debe tratarse como un negocio, cuyo objetivo sea
la obtención del éxito y la maximización de beneficios medidos sobre la base de
términos económicos cuantificables y no cuantificables. Pero, para poder maximizar
beneficios estos dos componentes se deben analizar de manera conjunta, y no sólo los
costos cuantificables. De manera que el costo agrícola, se definiría como el importe
monetario de los recursos utilizados para obtener un producto, aumentando el valor
social del bien definido, reflejado en su precio de venta. Estos recursos serían las
semillas, los insumos, la mano de obra y los costos indirectos de producción. Así como
se generan costos en el proceso de producción o en cada una de sus etapas, es
importante tener presente que también se ocasionan gastos y pérdidas durante este
mismo proceso, los cuales igualmente son relevantes para la determinación de la
rentabilidad del producto y, por ende, para la toma de decisiones adecuadas sobre la
futura cosecha y venta de la misma.

Al igual pasa en la actividad ganadera, por el hecho de vincularse a una serie de


procesos biológicos, constituye un serio desafío a la hora de determinar los costos y
tomar decisiones. Esta actividad, tan distinta a la industrial -donde se compra y
transforma una materia prima- o a la comercial -donde se compran y venden
mercaderías en el mismo estado-, requiere de un verdadero esfuerzo para interpretar su
realidad económica y utilizar esa información para evaluar el impacto económico de las
decisiones.

Como sabemos la actividad agrícola es importante en la participación de PIB en el país,


en general puede afirmarse que el sector agropecuario ha mostrado un gran dinamismo
en los últimos años dónde la producción ha sido un factor determinante en la economía
nacional. El sector agropecuario para 2016 contribuyo a la economía con el 9% de la
producción total, una suma considerable que podría justificar el esfuerzo de llevar al
sector a un modelo bioeconómico. Según el Censo agropecuarios (DANE, 2014)
Colombia cuenta con 43.1 millones de hectáreas aptas o destinadas a agricultura, de las
cuales tiene cultivadas 7.1 millones (es decir 6.3% del área nacional)., otro estudio
realizado fue por FINAGRO, se identificaron 15 productos fundamentales para el
desarrollo del sector (FINAGRO, 2014): Arroz, Banano y plátano, Cacao, Café́ , Caña
de azúcar y de panela, Maíz Palma de aceite, Flores, Frutales, Hortalizas, Ganadería
doble propósito, Ganadería leche, Porcicultura, Avicultura y Piscicultura.

 Elaborar un ensayo argumentativo, sobre las consecuencias que genera para el


mercado de un bien, las variaciones del producto total, medio y marginal en
una empresa, esto es en la función producción, rendimientos de escala y la función
de costos.
El producto total puede ser denominado como la cantidad total de bienes que se obtienen de
todos los trabajadores y los recursos o insumos que fueron utilizados para realizar su
producción.
En este caso hablaremos del café como producto total. La agricultura con el tiempo se
estableció como la actividad productiva más importante. Cuenta con unos grandes y
diversos cultivos de producción, pero el café se ha denominado como uno de los más
importantes para Colombia y para el mundo.
A nivel mundial Etiopía es el país con el mejor café, luego Brasil y en tercer lugar
Colombia. Sin embargo, esto no le ha impedido a Colombia catalogarse de ser el país más
productor de dicho bien. Esta relación puede deberse a factores como la calidad, variedad,
condiciones geográficas y procesos. Estos factores se determinan en relación a los
mecanismos para la excelente producción y calidad de café. Son métodos limpios y
estudiados detalladamente, desde la plantación, la cosecha, el procesamiento, el curado,
cata del café, el tueste, el molido hasta la preparación del mismo. En cuanto a su variedad
sólo se produce Arábica la cual ha sido apreciada por su sabor y aroma. Una muestra de
práctica de dichos factores es la marca Juan Valdez como referente a los productores de
Café en Colombia.
Haciendo énfasis en el área productora según la Federación Nacional de Cafeteros de
Colombia la producción de café cerró el año 2019 en 14.8 millones de sacos de 60 kilos,
con una variación del 9% en cuanto al año anterior. En diciembre de 2019 la producción
creció 31% contando con una producción de 1.3 millones en el 2018 a 1.7 millones en el
presente año.
El café es el producto más cultivado en Colombia y el mundo. Con este pequeño índice de
información nos damos cuenta las ventajas económicas de su productividad especialmente
en el país. Debido a la importancia significativa del café podemos crear una pregunta
contradictoria a la información anterior. ¿Qué pasaría en la economía colombiana si se deja
de cultivar y producir café?
En concreto podemos deducir a simple vista que no solamente la economía se vería afecta
si no también los caficultores y demás trabajadores que se benefician directamente de
producir y mercantilizar el cultivo que por mucho tiempo fue trabajado con esfuerzo y
cuidado. Así mismo se conoce que el café genera una gran cantidad de empleo rural y
actualmente urbano en aquellas empresas encargadas de crear diversas marcas de café. En
cuanto al contexto económico al generarse una variación constante en los niveles de
producción del café se empezaría a desatar una decadencia de la economía colombiana
afectando desde los precios hasta la cantidad de café que comercializa y exporta el país.
Justo en este punto empieza el caos nacional.

Si bien las exportaciones de esta categoría representan cerca de 16% de las ventas totales de
café colombiano, incrementar el consumo interno es una medida que permitirá contrarrestar
el efecto de los precios internacionales”.

De acuerdo con la información de la Federación Nacional de Cafeteros, el sector del café en


Colombia es sin duda uno de los principales sectores de la economía nacional, aporta 22%
del PIB agrícola y 12% del PIB agropecuario. En 2018 se produjeron 13,6 millones de
sacos, de los cuales se exportaron 12,8 millones de sacos del total de la producción.
De acuerdo con la Federación Nacional de Cafeteros, el consumo per cápita de café en
Colombia es de cerca de 2,1 kilogramos al año, en total, cerca de 1,9 millones de sacos
anuales. Otras regiones, como Finlandia, el consumo interno es cinco veces el de Colombia,
bordeando los 12 kilogramos por persona al año, lo que demuestra la importancia para los
caficultores de conocer su producto, y prepararse para desarrollar la correcta estrategia de
comercialización.
Otra de las acciones de la entidad para impulsar la competitividad del sector cafetero, es el
proyecto en marcha para que productores de Antioquia, Nariño y Quindío adquieran
herramientas para desarrollar productos turísticos a partir de la experiencia de la cosecha de
café.

En promedio, los productores tienen menos de cinco hectáreas, por lo que, en momentos de
inestabilidad de precios, deben buscar mecanismos para optimizar sus ingresos a partir de
su actividad cafetera.
En 2018, el sector cafetero colombiano ha tenido marcados altibajos por cuenta de la
volatilidad en los precios internacionales del grano. Los datos más recientes de la
Federación Nacional de Cafeteros (Fedecafé) indican que: i) la producción sumó 13.8
millones de sacos al término del año cafetero 2017-2018 (reduciéndose un -3.3% anual); ii)
el valor de la cosecha bordeó los $6.5 billones (0.7% del PIB); y iii) el precio interno
repuntó a niveles de $800.000/carga en octubre de 2018 (vs. $735.000/carga promedio en lo
corrido del año a octubre de 2018).

En materia de rentabilidad, la situación cafetera luce complicada al estar sujeta a la


volatilidad de los precios internacionales. Cuando se creía que el mercado mundial estaría
dando pie a precios internos de $800.000/carga, las abundantes cosechas de Brasil y
Vietnam, junto con la depreciación acelerada del real brasilero, tumbaron el precio a
mínimos de $687.000/carga en septiembre de 2018. Solo recientemente, con devaluaciones
peso-dólar del 5% anual, los precios internos han vuelto a ubicarse por encima del precio
mínimo de sustentación. En todo caso, luce poco probable que se puedan mantener los
precios actuales, teniendo en cuenta los excesos de oferta que se proyectan en 2019.

Según la Organización Internacional del Café, el año cafetero 2017-2018 cerró con una
producción de Noviembre 26 de 2018 No. 1439 Con la colaboración de Juan Sebastián
Joya 164.8 millones de sacos, equivalente a una expansión del 5.7% anual.
Ello obedeció a un crecimiento en la producción de Brasil (principal productor mundial), la
cual llegó a 57.7 millones de sacos (12%% anual), pese a que 2017-2018 correspondió al
año valle de su ciclo bienal.
Allí se presentaron expansiones tanto de la producción arábiga a 44.2 millones de sacos
(3.5%), como de la robusta a 13.5 millones de sacos (16.1%). Vietnam (segundo productor
y primer exportador mundial) alcanzó una producción de 28 millones de sacos (15.5%),
favorecido por buenas condiciones climáticas. Entre tanto, Centroamérica continuó
incrementando su producción (7.1%) hasta los 19.6 millones de sacos, exhibiendo elevadas
ganancias en productividad.
Por su parte, Colombia registró leves contracciones en su producción, situándose en 13.8
millones de sacos al final del año cafetero 2017-2018 (-3.3% anual). Esto como
consecuencia de la menor productividad obtenida por el envejecimiento del parque
cafetero. Finalmente, la producción en Indonesia se mantuvo estable en 10.6 millones de
sacos.
De otra parte, el consumo mundial de café alcanzó los 162.2 millones de sacos en 2017-
2018, aumentando un 1.8% anual. Allí jugó un papel central la recuperación de la economía
mundial, particularmente de los países desarrollados. De esta manera, el año cafetero 2017-
2018 terminó con una oferta que superó la demanda, lo cual implicó: i) un precio promedio
del café de US$1.1/libra (vs. US$1.31/libra un año atrás); y ii) un incremento de 2.6
millones de sacos en los inventarios, para cerrar en 30 millones de sacos, según el
Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
A lo largo del año cafetero 2017-2018, el precio internacional del café exhibió una
tendencia decreciente por los excesos de oferta (ya comentados), alcanzando su precio
máximo de US$1.2/libra en octubre de 2017 y cotizándose en su precio mínimo de
US$0.98/libra en septiembre de 2018. Así, el precio de los suaves colombianos se situó en
US$1.26/libra frente a los US$1.44/libra de un año atrás. En este mismo período, los suaves
brasileros cayeron de US$1.3/libra a US$1/libra; los otros suaves pasaron de US$1.41/libra
a US$1.21/libra; y los robusta se redujeron de US$0.98/libra a US$0.77/libra.
Para el año cafetero 2018-2019, las estimaciones más recientes indican que la producción a
nivel global bordearía unos 171.2 millones de sacos (3.9% anual), liderada principalmente
por una mayor producción en Brasil (4.3%). Vietnam (6.8%) e Indonesia (4.7%) también
incrementarían su producción a 29.9 millones de sacos y 11.1 millones de sacos
(respectivamente), favorecidos por las buenas condiciones climáticas previstas para el
Sureste Asiático.
A su vez, Centroamérica repetiría una producción de 19.6 millones de sacos, en línea con
las elevadas ganancias en productividad de México. Finalmente, Colombia podría ver
reducida su producción hacia los 13.5 millones de sacos (-3.6%), considerando las
afectaciones que podría llegar a generar el Fenómeno de El Niño.
A nivel global, se tendría un consumo de 163.2 millones de sacos (+0.6% anual), con lo
cual los inventarios mundiales crecerían en 8 millones de sacos. La mala noticia es que, de
cara a 2018-2019, esa buena dinámica de la producción y relativa estabilidad del consumo
estarían presionando nuevamente los precios internacionales a la baja. En buena medida, la
cotización del grano dependerá del desempeño de la producción en Brasil y de la intensidad
climática del Fenómeno de El Niño durante 2019.

La producción cafetera nacional alcanzó los 13.8 millones de sacos al término del año
cafetero 2017-2018, equivalente a una reducción del -3.3% anual. Ello obedeció a una
menor productividad del parque cafetero colombiano, el cual pasará de producir 18.7
sacos/hectárea en 2017 a seguramente 18.4 sacos/hectárea en 2018. Así, 166.000 hectáreas
alcanzarían su madurez productiva (3-5 años), mientras que 179.000 hectáreas se estarían
considerando envejecidas (más de 9 años), con lo cual en el neto el área cultivada con
mayor productividad disminuiría.
ANIF ha venido alertando, desde hace ya tiempo, del declive en la productividad cafetera,
asociada al envejecimiento del parque cafetero (ver Informe Semanal No. 1342 de
noviembre de 2016). Afortunadamente, las 737.000 hectáreas intervenidas por Fedecafé en
2010-2017 estarían garantizando un parque cafetero todavía joven (84% del total) y con
reducida exposición a plagas (70%).
Pero es importante continuar con las buenas prácticas cafeteras de apoyos al programa de
renovación cafetera y de subsidios a fertilizantes por cafeto renovado, lo cual estará
impulsando la renovación de otras 31.000 hectáreas en el mediano plazo. Lo que va
quedando claro es que esto deberá hacerse cada vez más con los recursos propios que deja
la retención cafetera de los 6 centavos y no pensando que el gobierno estará apoyando este
tipo de actividades desde el Presupuesto Nacional, dada la precariedad de las finanzas
públicas.
Esto será difícil de concretar a futuro, dado el descenso en los precios internos de la carga (-
11.1% anual), empujados por los excesos de oferta mundial. Afortunadamente, la
devaluación peso-dólar de los últimos meses (a ritmos del 5% anual) ha permitido atenuar
dicha reducción en los precios, devolviéndole algo de rentabilidad al caficultor colombiano.
En todo caso, el valor de la cosecha disminuyó un -22.2% anual en términos reales, al pasar
de $8.3 billones en 2016-2017 (0.9% del PIB) a $6.5 billones en 2017-2018 (0.7% del
PIB).
En 2018-2019, la producción cafetera colombiana se estaría reduciendo hacia los 13.5
millones de sacos.
Aquí los factores de riesgo provendrían de: i) la materialización del Fenómeno de El Niño
durante enero-febrero de 2019; y ii) los posibles descensos en la productividad cafetera.
La rentabilidad cafetera es eje central de la sostenibilidad de la caficultura colombiana. Para
garantizarla se requieren: i) acciones de mejoramiento que permitan una gestión más
eficiente de los insumos y de la mano de obra, así como el desarrollo de nuevas
tecnologías; y ii) reformas transversales que permitan reducir los costos de producción,
resumidos en el vector que hemos llamado “Costo Colombia” (sobrecostos de transporte,
laborales, energéticos y logísticos).
En el primer aspecto, la Fedecafé ha venido adelantando acciones entre los caficultores para
la adopción de mejores prácticas agronómicas-empresariales. Ello no solo incluye la
renovación de cafetales, sino también el fortalecimiento de la autogestión empresarial, los
métodos de recolección asistida y el desarrollo de nuevas variedades (incluso con la
incursión reciente en la producción de café robusta). De allí que la productividad haya
repuntado de 11 sacos/hectárea en 2011 a 18 sacos/hectárea en 2018.
En donde se han tenido limitados avances es en el frente de reformas transversales que
permitan apuntalar una mayor competitividad del país. Colombia mantiene: i) elevados
costos de transporte, donde movilizar un contenedor en Colombia cuesta unos US$1.700
(vs. US$1.100 promedio de la Alianza del Pacífico); ii) sobrecostos no salariales de hasta el
50% (vs. 28% promedio de la Alianza del Pacífico); iii) altos costos eléctricos (9₵/Kwh vs.
6₵/Kwh en referentes de la Alianza del Pacífico); y iv) sobrecostos logísticos de hasta el
15% (vs. 14% promedio de América Latina), ver Informe Semanal No. 1429 de septiembre
de 2018.
En el caso específico de la caficultura, el flete continúa siendo el costo más alto. Ello
obedece a las escasas alternativas de transporte que existen en el país, estando recargado
casi en su totalidad en el transporte terrestre. Por esta razón se ha puesto en marcha un plan
piloto para transportar las primeras cargas de café por vía férrea (cubriendo el trayecto La
Dorada-Santa Marta), en un intento por articular multimodalmente el transporte del grano
de las trilladoras a los puertos. Ello incluso ayudaría a descongestionar los terminales del
país, reduciendo los elevados costos de almacenamiento en puerto, especialmente altos
durante las temporadas de cosecha.
Otro frente en el que se debe trabajar activamente es en el abaratamiento de la mano de
obra. Fedecafé ha manifestado su apoyo al proyecto de Ley 123 de 2017 para la
dignificación del trabajo rural y el establecimiento de un piso mínimo de protección social.
De aprobarse la iniciativa, se estaría flexibilizando el mercado laboral rural al emplear el
“Jornal Diario Integral Rural” como el nuevo referente de cotizaciones a la seguridad social
y no el de la rígida norma del Salario Mínimo Legal, el cual supone tiempos laborales
continuos.
Por ahora, la rentabilidad de la caficultura sigue estando sujeta a los vaivenes del precio
internacional. En este sentido, el ajuste estructural de la tasa de cambio es más que
bienvenido para el sector productivo del país y en particular para el sector cafetero.
Además, ello le estará dando un espacio fiscal adicional al gobierno, que ya había aprobado
subsidios al precio de comercialización hasta por $100.000 millones cuando este se ubicara
por debajo del precio mínimo de sustentación.
Lo anterior deja en claro que la sostenibilidad de la caficultura colombiana descansa sobre
las ganancias en productividad y la reducción de costos de producción. Hacia allá deberán
dirigirse todos los esfuerzos del sector cafetero para garantizar la rentabilidad de esta
actividad económica, pues los apoyos presupuestales serán cada vez más escasos.

Hoy el café hace presencia en todas las Provincias de Santander y son 51.196 hectáreas en
75 municipios, siendo El Socorro y otros municipios cercanos quienes ostentan los
primeros renglones de producción con características muy diferentes, con tecnificación del
99.82%, mayores densidades, variedades resistentes a la roya, plantaciones renovadas
cambiando su edad desde 11 a 6,3 años, con 82% bajo sombra de excelente manejo,
convirtiéndose así en una de las caficulturas más jóvenes y productivas del país. Su
producción tuvo un incremento superior al 100% en los últimos 10 años, llegando a la fecha
a 810.000 sacos por año, ubicando a Santander en el séptimo departamento en área y el
sexto en producción con un 5.565% a nivel nacional.
La actividad cafetera en Santander es adelantada por 32.442 familias cafeteras en 37.820
fincas y genera el equivalente a 41.000 empleos directos en las zonas rurales, aportando
como ningún otro subsector razones de permanencia, arraigo y fortalecimiento del tejido
social en más de 1.012 veredas del departamento. Las 51.196 hectáreas sembradas en café,
representan el 23% de la producción agrícola departamental, convirtiéndola en una de las
actividades que más superficie utiliza, mayor mano de obra genera, y el producto con
mayor exportación del sector agropecuario en el departamento y el segundo después de
petróleo y combustibles.
Hoy somos primeros en adopción de tecnologías de Cenicafé, siendo fiel reflejo tener más
del 97%, de variedades resistentes a roya del café lo cual nos hace líderes y ejemplo a nivel
nacional y mundial, como lo certificó el ICA en el año 2012 declarando cuatro municipios
(El Socorro, Palmas del Socorro, Páramo y Valle de San José), como Área de Baja
Prevalencia de Roya, única zona del mundo en esta condición, lo cual enorgullece a sus
cafeteros y al servicio de extensión.

La equidad mide la igualdad en la distribución de tierras en el sector cafetero colombiano.


Lo que es bueno analizar porque si hay una buena distribución de tierras, hay más
campesinos empleados, y hay más personas produciendo y obteniendo dinero.
Según el informe Sostenibilidad en Acción 2011 de la Federación Nacional de Cafeteros
(FNC), el coeficiente Gini de distribución de la tierra en el sector caficultor es 0,70, índice
que contrasta con el 0.86 de la distribución general de la propiedad rural en Colombia. (Al
Grano, 2012).
Este resultado demostró que el sector cafetero es un ejemplo en el sector agricultor en
equidad. Aunque todavía se tiene que mejorar, esto demuestra que vale la pena invertir en
el sector y así favorecer a las más de 500mil familias que hacen parte de este.
Entre otros hallazgos del documento, la mayor equidad en la distribución de la tierra dentro
del sector es una constante en todos los departamentos cafeteros. Y contrariamente al
proceso de concentración de la tierra en Colombia en la pasada década, el sector cafetero
tiende hacia la equidad, pues el coeficiente Gini pasó de 0,75 en 1997 a 0,70 en 2011. (Al
Grano, 2012).
Respecto a las exportaciones de café en Colombia, se podría decir que estás no afectan
directamente la equidad en el sector rural del país, porque esto depende más de un tema de
división territorial, pero es importante tenerlo en cuenta ya que entre más equidad haya,
más personas empleadas tendrá el sector cafetero, y a su vez estas personas o familias serán
importantes en el incremento de las exportaciones cafeteras.
Hay que tener en cuenta que millones de personas fueron desplazadas de las zonas rurales
del país por las guerras vividas en contra la guerrilla y el narcotráfico; nada que ver
específicamente con las exportaciones. Pero sí se tienen buenas noticias en este aspecto que
busca contribuir en el aumento de exportaciones de café.
Lo que antes era territorio de la guerrilla y los paramilitares es hoy el lugar donde se
produce el mejor café pergamino o ‘café verde’ de la Sierra Nevada de Santa Marta, el cual
se está exportando a países como Estados Unidos, Bélgica, Japón y Australia. (El Tiempo,
2017).
Nuestro país el sector cafetero ha sido incluyente y por eso se espera que toda la tierra
cultivable sea aprovechada para contribuir con el aumento de las exportaciones y así mismo
con el aumento de la economía cafetera.
La Federación Nacional de Cafeteros siempre se ha mostrado a favor de los Tratados de
Libre Comercio ya que estos liberan barreras comerciales para productos como el café y
aumenta las oportunidades de negocios con otros países.
La aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, conocido en nuestro
país como TLC. La Federación y todas las instituciones cafeteras en representación de los
productores colombianos de café, registramos con la mayor complacencia la aprobación de
este tratado por parte del Congreso de ese país. (Ortega, 2011).
El TLC con los Estados Unidos le da estabilidad jurídica a las relaciones comerciales entre
los dos países, añadiéndole un atractivo adicional a la inversión extranjera en este país.
Aunque el café de Colombia ingresaba, desde hacía varios años, sin arancel a ese mercado,
la firma del acuerdo comercial consolida ese libre acceso y le da seguridad jurídica.
(Ortega, 2011).
Entre las cláusulas del TLC relacionadas con el café, quedó establecido que las
exportaciones que podrá hacer Estados Unidos hacia Colombia no superarán las 150
toneladas de café tostado, el cual debe ser elaborado únicamente con café variedad arábica,
pero no originaria de las partes firmantes, lo que debe darles tranquilidad a los cafeteros
colombianos. (Ortega, 2011).
También para flores, azúcar y sus derivados, etanol, aceite de palma y sus derivados,
preparaciones alimenticias, pastas y galletería, cacao y chocolate, panela, hierbas
aromáticas, café y algodón, productos para los cuales se obtuvieron mejores condiciones de
acceso. Es importante destacar que esta última gama de productos genera el 74 por ciento
del empleo en el sector agropecuario. (Encolombia, s.f.).
Igualmente, en el 2013 se aprobó el TLC con Corea del Sur, lo que igualmente fue una
buena noticia para el sector cafetero, ya que con este TLC se abren las puertas a uno de los
mercados asiáticos más grandes.
Los principales beneficios de este Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur son:
• El arancel para café verde (2%) se eliminará de manera inmediata.
• El arancel para café tostado (8%) se eliminará en un plazo de tres años.
• Los aranceles para café instantáneo y las preparaciones de café (8%) se eliminará en
plazos de entre 0 y 3 años.
• Normas de Origen: Se definieron normas que obligan a usar cafés originarios para
exportar con preferencias café tostado e instantáneo, lo cual era el interés del Café de
Colombia.
(Al Grano, 2013).
“Corea, actualmente consume un millón 600 mil sacos de café de todas las procedencias del
mundo. El año pasado, el café colombiano representó el 20% de ese total y este acuerdo
comercial nos ayudará a ganar competitividad, especialmente frente a los productores de
café asiáticos que ya contaban con ventajas dados sus TLCs con Corea”. (Al Grano, 2013).
En el siguiente gráfico se puede observar, la cantidad exportada según el destino. Lo que
demuestra que los TLC abren puertas, eliminando barreras arancelarias que favorecen el
sector cafetero y aumentan las exportaciones de café.
En el sector cafetero las familias caficulturas siempre van a ser las más afectadas cuando
hay una crisis en el sector. Ya sea por las variaciones de precios, exportaciones o
producción. Por lo que el gobierno ha generado programas de apoyo para fortalecer el
sistema y evitar el empobrecimiento de esta población por variaciones en la economía del
café.
En la clausura del 86 Congreso Nacional de Cafeteros, el presidente Iván Duque ofreció
hoy su apoyo al gremio para la financiación y puesta en funcionamiento de un Fondo de
Estabilización de Precios del Café, mejora de vivienda rural y vías terciarias, y
emprendimiento joven, entre otros temas cruciales. (Al Grano, 2018).
El Mandatario confirmó que los recursos por casi 100 mil millones de pesos destinados al
Incentivo Gubernamental para la Equidad Cafetera (IGEC), que no fue necesario aplicar
gracias a la recuperación del precio interno, se convertirán en el capital semilla para un
Fondo de Estabilización de Precios del Café. (Al Grano, 2018).
“Esos 98 mil millones que quedan de esa intervención deben ser el capital semilla para dar
vida al Fondo de Estabilización de los Precios del Café”, dijo. “Este Gobierno dará vida al
Fondo de Estabilización de Precios del Café”. (Al Grano, 2018).
Este fondo de estabilización de precios del café es una gran noticia para el sector, ya que
esta es la solución en momentos de crisis del sector cafetero. Con este fondo se busca
prestar ayuda a los caficultores en momentos que el precio del café disminuya para que no
haya pérdidas y los caficultores recuperen el costo invertido en su producción.
En materia de mejoramiento de vivienda rural, el Presidente puso a disposición de los
cafeteros los programas Semillero de Propietarios, para que puedan adquirir vivienda con
los recursos que destinan a arrendarla, y Casa Digna, Vida Digna, que contempla 160 mil
mejoramientos de vivienda rural en todo el país, los cuales tendrán impacto en la región
cafetera. (Al Grano, 2018).
En cuanto a vías terciarias y mejor conectividad de transporte, el Mandatario destacó que su
Gobierno ha destrabado algunos proyectos, lo que incluye el transporte de café por tren al
puerto de Santa Marta, y se mostró confiado en que con recursos de regalías y la activa
participación de comunidades cafeteras y cooperativas de caficultores se pueda acelerar el
mejoramiento de vías terciarias. (Al Grano, 2018).
Los caficultores han sido por décadas gran parte del motor de la economía colombiana,
además la caficultura ha sido la principal fuente de ingresos económicos de miles de
familias campesinas y por esto los programas de educación, capacitación, mejora de
viviendas y carreteras son fundamentales para evitar el empobrecimiento de esta población
y el deterioro de este sector económico en Colombia.
En la productividad marginal vemos que es la fase que está asociada a los factores
productivos, donde se deben tener en cuenta unos elementos en cuanto al capital, trabajo y
tierra. Actualmente el sector cafetero en nuestro país cuentas con un área cercana a los
853,000 hectáreas en las que se producen café, con lo que el país ha logrado estabilizar su
producción un poco más de 14 millones de sacos, lo que significó para el 2019, un valor de
cosecha aproximadamente a los $7,2 billones, teniendo en cuenta que este sector representa
el 25% del PIB agropecuario, los cual ha generado cerca de 2.2 millones de empleos, no
obstante en los últimos meses se ha dado una baja productividad dado a las causas del
COVID-19 y que no se está haciendo uso efectivo para la producción como lo son los
estudios constantes del suelo, fertilizantes, innovación y demás, una parte importante que
determina el costo de producción es los salarios de los agricultores, la cual genera
competitividad que se da por el café colombiano y también genera rentabilidad por las
exportaciones, pero a nivel interno no existe una brecha de salarios entre las zonas urbanas
donde el salario o jornal es de $40,000, y el campo el jornal es de $25,000, esto quiere
decir que la mano de obra es mucho más barata, ya que el 70% de los costos para producir
café se ve representado por la recolección y fertilización, que se ven reflejados en $780,000
por una carga de 125 kilos, sin embargo no se ha podido innova, ni lograr una buena
inversión en la parte de recolección más tecnificada en la cual sus costos se ven reflejados
en un 2%. Esto afecta la estructura productiva del café, porque posee unos costos de
producción mayores y unos salarios bajos a comparación de otros mercados. Para
complementar y dar a conocer los costos de producción del café sobre una hectárea, nos
basaremos en los siguientes datos:
COSTOS DE PRODUCCION DEL CAFÉ
Área (Hectárea) 1
número de plantas
café 5000
$
Jornal 25.000
$
valor por Kg. 6.100

ACTIVIDAD CANTIDAD UNIDAD V. UNITARIO V. TOTAL


$ $
Compra de semilla 2 kg 20.000 40.000,00
$ $
Arena 4 mts 12.000 48.000,00
$ $
guaduas 4 guadua 5.000 20.000,00
$ $
alambre de amarre 2 kg 4.000 8.000,00
$ $
tierra cernida 3 mts 5.000 15.000,00
$ $
Mano de obra 2 jornal 25.000 50.000,00
$ $
bugui carretilla 1 bugui 100.000 100.000,00
$ $
regadera 1 unidad 15.000 15.000,00
$ $
fungicida 1 frasco 20.000 20.000,00
$
TOTAL       316.000,00
RESUMEN GENERAL DE COSTOS

ACTIVIDAD VALOR
$
GERMINADOR 296.000
$
ALMACIGO 420.000
$
SIEMBRA 825.000
$
CRECIMIENTO Y PRODUCCION 687.000
$
CONTROL DE ARVENSES 65.000
$
FERTILIZACION 622.000
$
CONTROL FITOSANITARIO 70.000
CONTROL BROCA $
70.000
CONTROL ROYA -
$
COSECHA 367.000
TOTAL DE PRODUCCION DE CAFÉ $
POR HECTAREA 2.665.000

REFERENCIAS

Molina Olga (2017). Rentabilidad de la producción agrícola desde la perspectiva de los


costos reales: municipios Pueblo Llano y Rangel del estado Mérida, Venezuela.
https://www.redalyc.org/jatsRepo/4655/465552407013/html/index.html

Agro win. (s.f). Manual costo de producción.


http://www.agrowin.com/documentos/manual-costos-de-produccion/MANUAL-COSTOS-
AGROWIN-CAP1-2y3.pdf

Osorio Oscar. Los costos y las decisiones en agricultura una actividad olvidada
http://cutter.unicamp.br/document/?view=97

Diego F, Villanueva y Mejía. (2018). Estudio sobre Bioeconomia. Medellín, Colombia


https://www.dnp.gov.co/Crecimiento-Verde/Documents/ejes-
tematicos/Bioeconomia/Informe%202/ANEXO%201_An%C3%A1lisis%20sector%20agr
%C3%ADcola.pdf
Federaciondecafeteros.org. https://federaciondecafeteros.org/static/files/Cardenas%20-
%20Industria%20del%20cafe%20en%20Colombia.pdf

Los 7 países con mejor café del mundo y que querrás probar
https://www.lugarnia.com/gastronomia/paises-con-mejor-cafe-del-mundo/

¿Por qué es tan famoso el café de Colombia?https://www.cafescandelas.com/es/blog/por-


que-famoso-cafe-colombia

Las 8 etapas del proceso de producción del café https://elautenticocafe.es/las-8-etapas-del-


proceso-de-produccion-del-cafe/
Producción de café de Colombia cerró el 2019 en 14,8 millones de sacos -
Federación Nacional de Cafeteros.https://federaciondecafeteros.org/wp/listado-
noticias/produccion-de-cafe-de-colombia-cerro-el-2019-en-148-millones-de-sacos/

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