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aminoácidos unidos por enlaces peptídicos que intervienen en diversas funciones vitales
esenciales, como el metabolismo, la contracción muscular o la respuesta inmunológica.
Se descubrieron en 1838 y hoy se sabe que son los componentes principales de las
células y que suponen más del 50% del peso seco de los animales. El término proteína
deriva del griego proteios que significa primer
LOS AMINOÁCIDOS
De la misma manera que las letras son las unidades que forman las palabras, los
aminoácidos son las unidades que forman las proteínas.
Piensa en cómo se combinan las letras del alfabeto para formar palabras. Las palabras
son distintas dependiendo de las letras que elijamos y el orden en que las combinemos;
si en una palabra cambiamos una letra, el orden o el número de letras, también cambia
la palabra. Con las proteínas ocurre algo parecido. Existen veinte aminoácidos que se
combinan de muchas maneras diferentes para formar miles de proteínas. Cada variación
en el número, el tipo y el orden en que se combinan los aminoácidos da lugar a una
proteína distinta. Además, las proteínas tienen formas diversas (estructuras) que también
van a determinar su función.
Algunas proteínas tienen funciones poco habituales. ¿Sabes, por ejemplo, que los peces
que viven en la Antártida a temperaturas por debajo de los 0ºC tienen una proteína que
impide que su sangre se congele?
Las moléculas proteicas van desde las largas fibras insolubles que forman el tejido
conectivo y el pelo, hasta los glóbulos compactos solubles, capaces de atravesar la
membrana celular y desencadenar reacciones metabólicas. Tienen un peso molecular
elevado y son específicas de cada especie y de cada uno de sus órganos. Se estima que
el ser humano tiene unas 30.000 proteínas distintas, de las que sólo un 2% se ha descrito
con detalle. Las proteínas sirven sobre todo para construir y mantener las células,
aunque su descomposición química también proporciona energía, con un rendimiento de
4 kilocalorías por gramo, similar al de los hidratos de carbono.
Las proteínas, desde las humanas hasta las que forman las bacterias unicelulares, son el
resultado de las distintas combinaciones entre veinte aminoácidos distintos, compuestos
a su vez por carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y, a veces, azufre. En la molécula
proteica, estos aminoácidos se unen en largas hileras (cadenas polipeptídicas)
mantenidas por enlaces peptídicos, que son enlaces entre grupos amino (NH2) y
carboxilo (COOH). El número casi infinito de combinaciones en que se unen los
aminoácidos y las formas helicoidales y globulares en que se arrollan las hileras o
cadenas polipeptídicas, permiten explicar la gran diversidad de funciones que estos
compuestos desempeñan en los seres vivos.
PROTEINAS FIBROSAS
A continuación se describen las principales proteínas fibrosas: colágeno, queratina,
fibrinógeno y proteínas musculares.
COLAGENO
El colágeno, que forma parte de huesos, piel, tendones y cartílagos, es la proteína más
abundante en los vertebrados. La molécula contiene por lo general tres cadenas
polipeptídicas muy largas, cada una formada por unos 1.000 aminoácidos, trenzadas en
una triple hélice siguiendo una secuencia regular que confiere a los tendones y a la piel
su elevada resistencia a la tensión. Cuando las largas fibrillas de colágeno se
desnaturalizan por calor, las cadenas se acortan y se convierten en gelatina.
FIBRINOGENO
Las plantas fabrican casi todas las vitaminas que necesitan; sin embargo, los animales
no. Los animales deben obtener las vitaminas de los alimentos, y las necesidades de
vitaminas no son iguales en todos ellos. Mientras que, por ejemplo, unos son capaces de
fabricar vitamina C, otros, como el ser humano o el mono, tienen que conseguirla a
través de los alimentos. Además, el metabolismo no es igual en las diferentes especies,
y por ello, algunas sustancias que son vitaminas para una especie no lo son para otra.
No existe un alimento que contenga todas las vitaminas, por lo que nuestra dieta debe
ser variada para obtenerlas todas. Algunas personas piensan que es importante tomar
muchos suplementos de vitaminas para estar fuertes, pero, excepto en determinados
casos, si la alimentación es rica y variada nuestro organismo no los necesita.
B3
B12
VITAMINAS D
Estas vitaminas son necesarias para la formación normal de los huesos y para la
absorción de calcio y fósforo. También protegen los dientes y huesos contra los efectos
del bajo consumo de calcio, haciendo un uso más efectivo del calcio y el fósforo.
Llamadas también “vitaminas solares”, las vitaminas D se obtienen de la yema de
huevo, los aceites de hígado de pescado, el atún y la leche enriquecida con estas
vitaminas.
VITAMINA E
VITAMINA K
VITAMINA H
Hidrosoluble
Metabolismo de los
Beriberi (debilidad
hidratos de carbono.
Vísceras, cerdo, muscular, mala
B1 (Tiamina) Regulación de las
cereales, legumbres coordinación e
funciones nerviosas y
insuficiencia cardiaca)
cardiacas
Productos lácteos, Irritación ocular,
B2 (Riboflavina) hígado, huevos, Metabolismo inflamación y ruptura
cereales, legumbres de células epidérmicas
Reacciones de Pelagra (dermatitis,
B3 Hígado, carne magra,
oxidación-reducción en diarrea y trastornos
(Nicotinamida) cereales, legumbres
la respiración celular mentales)
Productos lácteos,
B5 (Ácido Fatiga, pérdida de
hígado, huevos, Metabolismo
pantoténico) coordinación
cereales, legumbres
Convulsiones,
Cereales, verduras, Metabolismo de los
B6 (Piridoxina) alteraciones en la piel
carnes aminoácidos
y cálculos renales
Anemia perniciosa,
B12 Carnes rojas, huevos, Metabolismo de los
trastornos
(Cobalamina) productos lácteos ácidos nucleicos
neurológicos
Síntesis de ácidos grasos
Carnes, verduras, Depresión, fatiga,
Biotina y metabolismo de
legumbres náuseas
aminoácidos
Formación de colágeno
Escorbuto
C (Ácido Cítricos, verduras de en dientes, huesos y
(hemorragias y caída
ascórbico) hoja verde, tomates tejido conectivo de vasos
de dientes)
sanguíneos
Alimentos integrales,
Metabolismo de los
Ácido fólico verduras de hoja Anemia, diarrea
ácidos nucleicos
verde, legumbres
Acelga
Las hojas de la acelga, Beta vulgaris, son ricas en minerales, vitamina A y vitaminas de
otros grupos. Se cultiva desde hace más de 2.300 años.
Brécol
El brécol es una verdura muy apreciada como alimento, rica en vitamina A. La parte
que se consume de la planta es la flor
Espinaca
Originaria de Asia, casi con toda probabilidad, la espinaca llegó a Europa en el siglo
XII. Se hizo muy popular en la década de 1920, cuando se descubrió su valor nutritivo.
Es rica en vitamina A, hierro y riboflavina.
Zanahoria
El color naranja de las zanahorias se debe al caroteno. El caroteno es un carotenoide a
partir del cual nuestro organismo obtiene vitamina A.
Fresa
La fresa es uno de los frutos más utilizados en todo el mundo para la elaboración de
pasteles y mermeladas. De color rojo intenso, la fresa contiene gran cantidad de
vitamina C, azúcares y otras sustancias que favorecen su delicioso sabor.
Tomates cereza
El tomate es una fuente importante de vitaminas A y C.
Macadamia
Son árboles nativos de Australia y Malasia que producen nueces comestibles ricas en
vitamina B.
Pelagra
La enfermedad llamada pelagra es consecuencia de una deficiencia de niacina, una
vitamina del grupo B. Se presenta con descamación, inflamación de la lengua y
debilidad. Aunque es común en todo el mundo, la incidencia en países desarrollados es
escasa, pues el trigo utilizado en los alimentos suele enriquecerse con vitamina B.
Los cítricos
Los cítricos como el limón, la naranja, el pomelo y la mandarina son muy ricos en
vitamina C. La vitamina C es una vitamina hidrosoluble que no se acumula en el
organismo, por lo que es importante consumir casi a diario alimentos que la contengan.
TIPOS DE LÍPIDOS
Los triglicéridos son las grasas y los aceites. Están formados por una molécula de
glicerol y tres de ácidos grasos. Son los lípidos que más abundan en tu organismo y en
los alimentos. Muchos alimentos que consumimos contienen triglicéridos, como la
mantequilla o el aceite de oliva, de coco, de girasol y de maíz. La función principal de
los triglicéridos es producir energía.
Los fosfolípidos están formados por una molécula de glicerol y dos de ácidos grasos, y
además contienen fósforo. Su función principal es formar las membranas de las células.
Algunos fosfolípidos tienen una gran importancia en el tejido nervioso.
Las grasas y aceites, también llamados triglicéridos, son también otro tipo de lípidos.
Sirven como depósitos de reserva de energía en las células animales y vegetales. Cada
molécula de grasa está formada por cadenas de ácidos grasos unidas a un alcohol
llamado glicerol o glicerina. Cuando un organismo recibe energía asimilable en exceso
a partir del alimento o de la fotosíntesis, éste puede almacenarla en forma de grasas, que
podrán ser reutilizadas posteriormente en la producción de energía, cuando el organismo
lo necesite. A igual peso molecular, las grasas proporcionan el doble de energía que los
hidratos de carbono o las proteínas.
La leche y sus derivados, como el queso y el yogur, son alimentos de origen animal.
Estos alimentos contienen muchas proteínas y son muy ricos en calcio, un mineral muy
importante para tus huesos y tus músculos. En esta fotografía se puede ver una fábrica
en la que se utiliza la leche para obtener queso
Glándula de
hormona Tejido de destino función
origen
Además, en el sistema nervioso central está el hipotálamo, que es una parte del cerebro
que también produce hormonas.
2.
EFECTOS DEL ESTRÓGENO DURANTE LA PUBERTAD
FEMENINA
3.
PAPEL DEL ESTRÓGENO EN EL CICLO MENSTRUAL
La variación de los niveles de estrógeno durante el ciclo menstrual influye en el
desarrollo del óvulo maduro (huevo) en el ovario cada mes, en el control de la ovulación
y en la proliferación del revestimiento uterino (endometrio) que precede a la
menstruación (sangrado mensual). Las demás hormonas que cooperan con el estrógeno
para regular el ciclo menstrual son la progesterona, que es esteroidea, y las hormonas
proteicas hipofisarias: hormona luteinizante (LH) y hormona folículo estimulante
(FSH). Puesto que el estrógeno es producido por las células del ovario que encapsulan
el óvulo (las células del folículo), la cantidad de estrógeno que se produce aumenta
según el folículo crece y el óvulo madura. Después de que el óvulo ha sido liberado, las
células del folículo que han quedado en el ovario forman una estructura llamada cuerpo
lúteo que continúa produciendo estrógeno (así como progesterona). Los niveles
elevados de estos dos esteroides preparan al revestimiento uterino para la implantación
del óvulo. Si el óvulo no es fecundado por un espermatozoide a medida que desciende
por la trompa de Falopio, entonces el cuerpo lúteo se retrae y se produce la
menstruación. Si el óvulo es fecundado, entonces el cuerpo lúteo continúa segregando
tanto estrógeno como progesterona, y el embrión queda implantado en el revestimiento
uterino.