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€l¡écer Sólesmon
TNE§MINUTO§
PANAETE§PÍNITU
365 breves meditaciones

CL flNNOCLIO
UNEJEMPIO

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DOMING,OS 8 o I4
BNI,H
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ALMACENES UNIDOS blarles como se debe hablar.
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xxxEl mundo de hoy busca Profetas. La palabra "pro-
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Mirador 42 col el mirador. C.P. 04950 Tels.: 5603-3630. 5673-8855 feta" significa: el que proclama en público los men-
Fax: 5603-3674 México. D.F. sajes de Dios. Un 'tpregonero de Dios". Si el mundo no
encuentra buenos profetas, se irá tras los charlatanes que
PARA ENVíOS AL EXTERIOR, HACER SUS PEDIDOS A: lo engaña rán y le envenenarán la mente.
HERhIAI{DO NEIRA:
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Junto a una enorme planta eléctrica vi un ranchito con
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Fax 571 85 52 MedellÍn, Colombia
luz de vela, porque no le habían conectado la electricidad.
Junto a las maravillosas enseñanzas de Jesús y de sus san-
o APOSTOLADO níe¡"lCo CATÓUICO tos, pueden existir pobres personas con lucesitas misera-
Bogotó - Colombio
bles de velas de sebo en su mente, porque ha faltado quién
lmpi'eso en Colombio venga con su predicación y enseñanza conectarles con la
Printed in Colombio luz de la Divina sabiduría.
(o
EL EVANEELIf]
EXPLICADtr NA 4
La Vida eterna consiste en conocer a Dios y a su Hijo
Jesucristo (S. Juan L7,3). Si sabemos predicar y enseñar
bien, podemos hacer que para nuestros oyentes la vida
eterna empiece desde ahora, porque empiezan ya a cono-
cer a Dios y a su Hijo Jesucristo.
La predicación y la catequesis, si se hacen debidamente,
necesariamente vienen acompañadas de prodigios de con-
versión y de cambio. Esto es algo totalmente normal. Lo anor-
mal, lo raro, sería lo contrario. Pues lesús no puede dejar de
cumplir aquella promesa maravillosa que hizo a quienes pre-
dican su evangelio: "Las señales milagrosas os acompaña-
rán" (S. Marcos t6,t7). En los que se dedican a enseñar las
doctrinas de Cristo se seguirán cumpliendo las dos últimas
frases con las cuales termina San Marcos su evangelio: "El
Señor fue colaborando con ellos, confirmando Ia Pa-
labra con las señales que la acompañaban".
El Profeta Amós era un hombre tosco y sin mucha
instrucción, pero se dedicó con toda su buena voluntad
a llevar a las gentes los mensajes de Dios y obtuvo efi-
cacia en su labor. Porque: équién puede quedarse
sin obtener frutos en su enseñanza si el que le
acompaña en su trabajo es el mismo Dios? Si el
trabajador pone toda su buena voluntad, para predicar
y enseñar de la mejor manera posible, los buenos resul-
tados vendrán infaliblemente, aunque él no los note,
¿quiénes son los que con rnás fuerza y
lran empujado a creer en Ia religión y
PROLT]Etr}
practircarla? éAcaso los grandes y famosos oradores?
Probablemente no. Los que con más constancia y efica-
cia nos han llevado al fervor y a la perseverancia han
sido sencillos predicadores o catequistas o escritores que
con charlas sencillas y con lecturas descomplicadas nos
han evangelizado. Y nosotros podernos también ser
de esos sencillos evangelizadores, que ponen en
Dios toda su confianza y se preparan lo mejor posible
y... salvan almas.
san Marcos dice que los primeros evangellzadores
iban por el mundo expulsando malos espíritus y
curanclo gentes enfermas (Mc. 16). Ese es el formida-
ble oficio que puede hoy repetir todo el que con buena
votuntad se prepare bien a enseñar las doctrinas de Jesús:
expulsar esos malos espíritus de impureza, de robo, de odio,
de impiedad, de pereza y de envidia, que dominan a tantas
personas. Y curar a tantas gentes enfermas de egoísmo,
de sensualidad, de orgutlo y de depresión y desilusión. Y
esto lo podremos lograr nosotros. Pero tenemos que
prepararnos bien para saber enseñar bien.
Dicen que la frase que más movió al joven san
Gabriel de Ia Dolorosa para dedicarse con toda su
alma a prepararse a ser un buen catequista y un
buen predicador, fue esta de San Vicente María
(pasionista): "Mientras estudias, lees y t
enseñar catecismo o para predicar, imagín
oyentes que te suplican emocionados: "p
InstrúV'ete bien, par¡r que logres hal¡larnos tan agra-
EL EVAN G ELID EXPLICADtr NA 4.
dablennente bien, eu€ logres; convert¡r ¡ruestros co-
razor'¡es".Qué bueno sería que todo catequista y todo
predicador pasara de vez en cuando esta escena por su
mente y por su imaginación.
Algunos predican ma! y no saben enseñar bien
porque han creído que para hablar con sencillez
basta c::har los pensamientos como llegan a Ia
mente, sin orclen nl planeación. Pero la verdad es
completamente lo contrario. La verdadera sencillez es
fruto de estudio, de orden, de planeación y de medita-
ción. Hablar "sin conrplicaciones" na slgnifica ha-
blar *'sin preparación",
El pueblo vive continuamente catequizado para
el mal por medio del cine, Ia TV, las revistas, y los
malos ejemplos, Y necesita personas que le cate-
quicen para el bien y esa es la labor importantísima
que Dios le tiene preparada a'quien acepte prepararse
bien para predicar y para enseñar religión.
Una de las más hermosas consecuencias de s,aber
predicar y saber catequizar es obtener que los
oyentes se vayan familiarizando con la Palabra
de Dios, la amen y la aprecien. "Cuando se logre
que una persona se entusiasme por la Palabra de Dios,
ya podemos estar seguros de su salvación, porque la
Palabra Divina jamás deja a un pecador como lo en-
contró. Siempre obra transformaciones en su espíri-
tu", decía San Francisco de Sales.
@
PRÚLL]TiE
20 [-a smpürtaruü[a de dedEcarse ffi Ea
Fredicaclóm,
Para San Pablo era tan importante predicar y cate-
quizar que al dirigirse a su fiel discípulo Timoteo le
escribe: Te pido por Jesucristo que ha de juzgar a
vivos y muertos, que prediques le¡l Pala[rra opor-
tuna e I¡nportunarnente; que aconsejes y enseñes
con toda paciencia y doctrina, porque ve¡rdnán tiem-
püs enr e¡ue ta gente, apartando sus oídos de Ia
sá¡ma rit'retrina los cllrigirán a escuchan fáhulas
y cúsas \ranas (2 Tim. 4).
Así que para Sa¡r l¡ablo un deber principalísimo
riel düscípulo es dcitlicarse a preclicar y e¡rseñar la
religiérnr I r1o sólo en las oportunidades fáciles que se
le presenten sino en los momentos y situaciones en que
a los miedosos les parezca "importuno" predicar o ense-
ñar. Y para animar a cada cristiano a dedicarse a hablar
de la religión recuerda dos razones mul/ irnportan-
tes: 1a Que Jesucristo va a venir a juzgarnos. 2a Que si
no se predica y no se enseña bastante, la gente corre el
peligro de dedicar sus oídos a escuchar fábulas y cosas
falsas que no llevan a la salvación sino a la perdición.
Por eso, todo tiempo que dediquemos a prepararnos, a
hablar bien acerca de Dios, es un tiempo que nos puede
librar de una sentencia contraria en el día del Juicio, a
nosotros por predica[ y a los oyentes por no haberse
dejado engañar de falsos profetas.
 EL EVANGELItr EXPLItrADtr NA 4
UN GRAN PREMIO NOS ESPERA. San pedro afir-
ma que "el Príncipe de los pastores premiará con pre-
mio incorruptible de gloria a quienes se hayan dedicado
con fidelidad a este oficio de hacer mejores a tos de-
más" (1 Pedro 5).
JESÚS LE DIO EL PRIMER PUESTO A LA PREDI.
cAcróN y A LA ENSEñANZA. Cuando llamó a tos 12
apóstoles fue "para enviarlos a predicar,, (S_ Marcos 3,L4)
y cuando los envió de dos en dos, la misión que les dió
fue "Id y predicad" (s. Mateo La,7) y el último mandato
que les dejó a sus discípulos en su despedida et día de
la Ascensión fue,"Id y predicad por todo el mundo, (S.
Mateo 24,14) y Él mismo corl su ejempro dio siem-
pre el primerísimo puesto en su vida de apostolado
a la predicación, El evangelio no cesa de repetir: Reco-
rría Jesús toda la Galilea enseñando y proclamando la
Buena Noticia del Reino de Dios>> (S. Mateo 4,23). ..y
recorría todas las ciudades y pueblos enseñando y-pro-
clamando el Evangelio del Reino-de Dios (Mt. 9,35j. y se
agolpaban todos alrededor de É1, y Él les predicaba la
Palabra (S. Marcos 2,2) etc.
SAN PABLO CONCEDÍE CTUONME IMPORTANCIA
A LA PREDICACIóN Y A LA ENSEÑANZA, EI dCCíA:
No me envió Dios a bautizar sino a predicar et Evangelio
(1 Cor. L,L7) y recuerda una noticia muy importante:
que es imposible que las gentes crean si no hay quién
-no
les enseñe la religión. L"Cómo pueden creer si hay
quién les predique? (Rom . LO,L4).
PRoLOtf0
Y LA HISTORIA HA CCINFIR.MADÜ ESTA DECLA-
RACIéN, y la enseñanza de la religión
QU€ la predicación
y
es algo esencial de gran impoftancia en Ia propagación
del cristianismo, pues el fervor por la religión y el cre-
cimie¡rto de la fe en las distintas regiones han coin-
cidido siempre con las épocas en que mejor se ha
predicado y con más esmero se l'¡a enseñado a las
gentes la doctrina cristiana.
I-A PREDICACIÓN Y !.A ENSEÑAI{ZA LOS I.IAR.Á[U
LIBRES. Porque lo que se busca al predicar o al enseñar
religión es llevarles La Verdad, y Jesús dice: "la verdad os
hará libres" (S. Juan 8,32). tr-o que tratanros de lleva¡"*
les a sus entendimientos es la Verdad DEvir¡a conte-,
nida en las §agradas Escnituras. No buscamos emplear
nuestros poderes de persuasión para que presten atención
a nuestros propios inventos u opiniones o para que aplau-
dan nuestras cualidades de maestros y predicadores (eso
sería una negra traición a este ministerio). Lo que busca-
mos es que acepten la Verdad inspirada ¡ror Dios. Y
esa verdad Ios hará libres, porque la promesa de Cristo no
puede dejar de cumplirse.
AL PREDTCAR O CATEQUTZAR ANUNCTAMOS BUE-
NAS I\üOTICIAS. 7 veces se llama este oficio en la Biblia
con el título de "Evangelizar", que significa: contar a
otros muy buenas noticias. E Isaías bendice a quien
esto hace, diciendo "qué benéficos son los pies del que
trae buenas noticias" (Is. 52). Qué hermoso oficio el nues-
o
tro cuando nos dedicamos a llevar a otros "Buenas noti-
EL_EVAN_E ELltl EXP_L!EAD_tr¡__ NE 4
cias" de salvación, enseñando y predicando. En la Sagrada
*KERIGMA"
Escritura se llama el oficio de predicar y ense-
ñar religión. Y esta palabra "Kerigma", significa "pro-
clamar públicamente un Mensaje de la Altísima
Autoridad". Qué oficio más digno y honroso podremos
hacer sobre la tierra que el de proclamar públicamente
donde quiera que vayamos, los mensajes que la Altísima
Autoridad Divina del cielo nos ha enviado". Y eso es preci-
samente lo que hacemos al predicar y catequizar.
PREDICAR Y ENSCÑAN DOCTRINAS CRISTIANAS
ES EXTENDER EL EVANGELIO. En la historia de la lgle-
sia se puede comprobar que el método ordinariamente
empleado por la Divina Providencia para llevar el Evange-
lio a cualquier clase de personas en cualquier región del
mundo ha sido el de la predicación y Ia catequesis. Cada
vez que nos dedicamos a estas labores estamos siendo
"canales" para que llegue a las almas la gracia salvadora
del Evangelio.
UN OFTCIO QUE TIENE POR FINALIDAD.
ALGOMARAVILL ,!, : ;.,i, ,;,.il,.
oficio cuyo fin es nada
El predicar y el catequizar es un
menos que lo más impoftante que una persona pue-
da buscar en esta vida: salvar Ias al¡nas, éQuién no
se preparará con todo esmero para ejercer debidamente
una labor que propone un fin tan excelso?
ÍE
PRT]LL}GD
ES UNA LABOR, FECUNDA. De las dos esposas de
Jacob, cuenta la Biblia que Lía no era tan hermosa como
Raquel pero en cambio su fecundidad era mucho mayor.
"Dios bendijo con más hijos a la que era menos atrayente y
hermosa". Así pasa con la enseñanza de la religión en la
catequesis y en la predicación. Muchas veces no será una
labor de deslumbrante belleza sino más bien algo ordinario
y sin brillo ni mucho atractivo. Pero en cambio Dios le con-
cede la fecundidad de unos frutos espirituales que
quien Ia ejerce no puede ni siquiera calcular. Cuando lle-
guemos al día del Juicio y Jesucristo cumpla aquella pro-
mesa que hizo en el Apocalipsis: "Vendré y traeré mí
recompensa conmigo para pagar a cada uno según su tra-
bajo" (Apoc. 22,L2), nos quedaremos alegremente
asombrados de los frutos de vida éterna que hemos
Iogrado conseguir con nuestra predicación y cate-
quesis y si las hicimos con el mayor entusiasmo posible.
HE AQUÍ UN TRABAIO DE
Cuando en 1841 fue ordenado de sacerdote San Juan
, Bosco, la gracia o el favor muy especial que le pidió a Dios
en ese día inolvidable de su vida fue esta: "Señor concé-
deme la eficacia de la palabra. Que mis palabras al
hablar en predicación o catequesis o en apostolado escrito,
reciban de Ti una gran eficacia para lograr hacei un verda-
dero bien a las almas. Este favor lo siguió pidiendo durante
toda su vida. Y en los 47 años de sacerdocio de este simpá-
(D
 E!_qvaN E ELt E EXPLT tr{Qp__Nj _t
tico apóstol, la eficacia de su palabra en sus predicaciones
y en sus clases de catecismo fue verdaderamente estupen-
da. con palabras sencillas y ordinarias lograba convertir los
corazones y transformar vidas. Eso mismo nos espera a los
que nos dedicamos a predicar, cat quizar o propagar escri-
tos de religión. si pedimos la eficacia de la palabra, y flo
nos cansamos de pedirla con fe, lograremos tal eficacia
g" !9 gue predicanros y enseñamos que superará
los límitesde nr¡estras esperanzast y se cumpiirá una
vez más lo prometido por sán pablo: 'iD¡os tiene poder y
bondad para darnos mucho más de lo que nos atrevamos a
pedir o desear" (Ef.3,20).
VÉrMüS ¡4' DEJ#ieq, hflllrffiü-LJ{S
[MB0É{IIA,BLESr
A menudo quien insiste aunque sea torpemente en tra-
tar de con encer, consigue el éxito. ieué no togrará en-
tonces quien se prepara bien para insistir hábilmente en
los principios de religión? Cua¡.¡do r¡na afi¡"rmac!ós.n se
n.t:¡'rífte rr'¡ue$tms vecesr elsa vm rfiaree¡ncto su hueEf;a
sohre tras or¿v¡cclones cle 'r¡uiem üa escu¡cha, La pre-
dicación y la catequesis, cuando se saben hacer bien, con
amabilidad, con buena preparación y con mucha oración,
dejan en el alma de los oyentes unas huellas que ninguna
otra enseñanza las logrará jamás tan profundas y duáoe-
ras. Por eso cuando una persona se prepara bien a estas
labores, se está formando para ejercer una infruencia su-
perior a toda otra.
PRt]Lf)Etr
NO VAMOS A OBTENER CAMBIOS
rtusrANrÁru ros, PERo.,.
Un peligro para quien se dedica a predicar o a ense-
ñar catecismo sería Ia ilusión de que va a obtener cam-
bios instantáneos, milagrosos, mágicos. Que todo será
rapidito: echarles un sermón, darles una clase de cate-
cismo, y izas! Ya todos convertidos y... encostalar ese
montón de almas y mandarlas para el cielo. iEso no va a
suceder! En la naturaleza todo va despacio, por grados.
"Las enfermedades del alma son como las del cuerpo -
decía San Francisco de Sales- vienen corriendo, pero se
van muy despacio y gastan bastante tiempo en alejarse
totalmente". Así que las conversiones no Ias vamos a ver
enseguida ni mágicamente, porque rara vez existen solu-
ciones sencillas. Casi todas exigen tiempo, trabajo e in-
teligencia y mucha gracia de Dios. Pero si no lograremos
cambios instantáneos, sí vamos a ir consiguiendo una;
serie gradual de rnodificaciones en el ¡modo de
obrar y de penserr de nuestros c»yerrtes/ que rrüs
van a dejar gratannente impresi«¡nados. Esto lo sa-
ben por experiencia miles y miles de predicadores y de
catequistas de todo el mundo, y lo van a experimentar
también gozosamente nuestros amables lectores, si
empiezan a prepararse desde ahora con gran esmero y
cariño a la labor de predicar y catequizar.
 ELjY4'NE ELt D trXrr Lt cA.D ü Nr¡ zl
§3Hü.?ü Fts.Y [J[\fl ,PELfiffilitü;
A quien tiene que dedicarse a enseñar por medio de
la predicación o la catequesis tre pueden asa!ü:ar dos
fi¿-r¿.lfl'c}nes Er,¡e !e roharáffi tr¡do e! éxlto
de su Era-
ha,!or la gwrsa y Ia su[lerficiialidac§, Lanzarse de una
vez a enseñar sin haber aprendido casi nada. Dedicarse
a predicar lo que no ha meditado., apurarse demasiado
por empezar a hablar sin estar preparado. por eso este
libro. Para evitar que por no prepararnos no obtenga-
mos frutos.
§tHtffiF{ffiffiEr,tüs quE ntsrrr Es ruL§E§TR0
{}Ffr6U{} MAS IFÍP0RT,fil\!TE:, ,, ,r
Juan Pablo IIhablando a 4.000 sacerdotes y
seminaristas de colombia en ra catedral de Bogotá el í
de julio de 1986 decía: "R.ecúrdaax que vuestro ofi*
cuo rrrtiírs Ém¡*ur"t:ar¡'d:e es ¡ererlflleetu" y enseíias" xa Fm-
[¿"rF¡ra de Düos" Esa es vuestra tarea número uno.
Preparaos bien para ello, porque de esto obtendréis co-
piosos frutos espirituales".
El Papa dice que ese es nuestro oficio principal.
Por lo tanto a ninguna otra tarea debemos darlé tanta im-
poftancia en u preparación como a la predicación y la
catequesis.
PRCLf}G!
LO QUE LEVAMOS AL PUEBLO ES ALGO
VALIOSÍSIMO:
Cuando predicamos o enseñamos religión estamos lle-
vando a los oyentes un regalo extraordinariamente
valioso y provechoso: la Palabra de Dios.
La S. Biblia dice que
la Palabra de Dios es más va-
liosa que el oro fino y que las piedras preciosas. Y la
experiencia vive demostrando que la Divina palabra es
provechosísima para toda clase de personas: a los
buenos para volverse fervorosos; a los fervorosos para lle-
gar a ser santos, y d los pecadores para salir de la esclavÍ-
tud del pecado y empezar el camino de su salvación. La
Palabra de Dios es como un faro para lograr salir del mar
:
tempestuoso de las pasiones y de los errores y engaños
del mundo. La Palabra de Dios tiene eficacia intrínse-
ca, o sea, obra de por sí aunque el que la diga no sea
santo. La Palabra Divina obra infaliblemente obteniendo
formidables efectos en quien Ia oye con docilidad. El
libro de la sabiduría dice que ella aprovecha más que
los más sabrosos frutos de la tierra (Sab. 6,26).
La Palabra es una fuerza actuante de Dios, Ella ilumina
la inteligencia, y es una Regla de vida que transforma
la conducta de las Personas.
La Palabra de Dios da a conocer a cada uno lo que él es,
lo que es Dios, y cómo deben ser nuestras relaciones con la
Divinidad.

EL EVANGELIt] EXPLICADD NS 4
Y lo que llevamos al público al predicar o ense-
ñar catecismo es eso: la Palabra de Dios. ¿No nos
parece pues formidable este oficio que ejercernos?
En esta labor, nuestro mayor engaño sería querer
proceder solos. No nos quedaría sino el más estruendoso
fracaso. Pero si tenemos la buena idea de "hacer compa-
ñia" con Dios, Él se encargará de poner a disposición de
nuestras palabras su poder de persuasión, y veremos
frutos admirables.
En Pentecostés los apóstoles hablaba como podían,'y
el Espíritu Santo hizo el resto, hizo el milagro de que
su palabra llegara a los corazones y los convirtiera. Esto
mismo sigue haciendo ahora con la predicación y la cate-
quesis. Nosotros nos preparamos para hablar Io mejor po-
siblen y el Espíritu Santo se encarga del resto, de con-
mover las voluntades de nuestros oyentes, y Ilegar a su
cerebro y a su corazón con sus mensajes de salvación.
Un gran catequista contaba su experiencia. .Al princi-
pio fracasaba mucho. Pero un día se me ocurrió invitar
a Dios a que hiciera de "socio" en mi labor de enseñar
y dejé en sus manos Ios resultados. Nunca un hábil ge-
rente había hecho progresar tanto una compañía
como Io hizo Dios con mi labor de catequesis yo desde que
empecé a creer que era Él y no yo el principai responsable
de los resultados".
(E
Pnóloeo
ZNonos panece,verdaderamente atrayente :ürahajar
en una empresa cuyo "socio" principal es Dios, y
cuyos ;resultados il.os obtiene nada menos que la ,Divirnli-
dad? Eso es nr¡estra predicación. Eso es nuestra
catequesis. Aquí s:í q.ue podemos repetir Ia frase ifarno-
sa de los sa¡rtos: ¿"Mis g.ralidades y yo? Muy poca cosa.
Pero émis cualidades, Vor y el poder de,mi Dios?
Mayoría aplastante'r,
Pues dediquémonos a enseñar nuestra santa religión
predicando o enseñando catecismo. "Quien conviefte a un
pecador de su camino equivocado, salvará su propia
alma".dice el Apóstol Santiago (Sant. 4,20).
¡PERO ES QUE SOY PECADOR Y POCA COSA!
No nos afanemos: El Espíritu Santo nos ayudará. Con
unos pobres pescadores cambió el mundo porque Él ¡na
siempre con ellos dándole gracia y eficacia a las palabras
que decían en su predicación y en sus catequesis. El Espí-
ritu Santo sigue siendo cada día el "dador de vidai
y sigue y seguirá convirtiendo el mundo por medio
de personas insignificantes, con tal de que éstas crean
en el poder de Dios y se preparen lo mejor que puedan
para enseñar bien la religión.
@
EL TVANGELII EXPL¡CADf] ['.IC, 1 PRf}LDGO
Hagamos lo que podamos por prepararnos, y el Espíritu
Santo se encargará del resto.
EL PLAI{ DE ESTE I-IBIIÜ:
El libro que aquí presentamos está hecho más que todo
en forma de ''i'i¡editacié¡r" para quien se prepara a expli-
car Ias lecturas de cada domingo.
No hemos pretendido deslumbrar a nadie con datos cien-
tíficos ni descubrimientos de última hora. Esta es una obra
sencilla para gentes sencillas.
Aquí se repiten cosas que quizá "r"l¡i ¡1¡¡r'tt sat¡idas se
nsjs han olvidadc",
Lo que se pretende es que quien va a explicar al pueblo
de Dios Ias lecturas dominicales vaya meditando en ellas
durante la semana. Así el subconsciente le irá preparando
maravillosas ideas para cuando Ilegue el momento de ha-
blar en público.
Un gran orador narraba que el rnejor consejo que en
su vida escuchó acerca del modo de prepararse para
hablaien público fue éste: "Llénese el tonel, ábrase la
llave, y déjese escapar librennente el contenido". O
sea: leer, meditar, acumular datos durante Ia semana, y
luego cuando llegue el momento de hablar en público ya
"de la abundancia del corazón hablarán los labios".
un obispo decía a sus sacerdotes: "Los momentos más
importantes y lecisivos de una homilía no son Ios que se
emplean pronunciándola, sino los que se han empleado
preparándola"'
Y el popular predicador san Juan Bosco repetía fre-
cuentemente a sus sacerdotes y catequistas: la expe-
riencia me ha demostrado por años y años que el
sermón y Ia catequesis que meiore resultados
producen son aquellos que más esmeradamente
se han PreParado".
Amable lector: si alguna página de este libro no le
agrada mucho, no por eso deje de seguir leyendo. En
esto pasa como en los libros de chistes: a unos gustan
más unos y a otros otros. Puede ser que un pasaje no
nos llame mucho la atención, pero habrá muchos más
que sí nos van a hacer bien. Y nos puede pasar al leer
este Iibro lo que de la lectura de los escritos de los San-
tos Padres afirmaba el Padre De Lubac: entre muchos
pasajes comunes y hasta cansones se encuentra uno
de vez en cuando con verdaderas joyas de pen-
samientos luminosos que le recompensan rnuy bien
el esfuerzo que hizo por leer toda la obra"'
Y para consuelo de quien lea estas páginas añadimos
que las explicaciones que en estas páginas presentamos
á."r.u de las lecturas de cada domingo han sido
extractadas de autores sumamente respetables y
completamente Seguros en su doctrina. No andamos expli-
__@
cando cont¡nuamente de quien es cada comentario o cada
pensamiento porque esto, podría hacer muy pesada la lec-
tura a quienes no están muy familiarizados con los escritos
DOMINGO 8o.
de documentación, pero sí hemos echado mano de cuanto
autor venerable hemos podido encontrar, para explícar lo
mejor posible cada lectura.
CICLO A
Si Nuestro Señor Jesucristo, Sabiduría Eterna, nos con-
cede la gracia de que por la lectura de este libro alguna
persona se entusiasme por la Divina Palabra y logre com-
prenderla y amarla más, ya no habremos perdido nuestra
venida a este mundo y podremos decir con el profeta
Simeón. 'tSeñor ahora puedes despedir a tu siervo en paz,,.

Pequeñas avecillas de Tierra Santa

,tfrft i r6E €*
crs ct\res
E 3

hIo Gf,rltirrcrra y
erE P€rcfre CeIesüEcrI
tcrs crlinnerrüc¡" -
 Dorrringo 8c) r Ciclo A
ANOS 2()()8-2(,1 L-2oL4-2fJL7 -2o2lJ
OnaC¡óN: concédenos Señor tu ayuda para que el
mundo progrese, las naciones gocen de paz y tu Iglesia se
alegre de poder servifte con una entrega confiada y pacífi-
ca por Nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA: Isaías 49, L4-!St
"Me ha abandonado el Señor. Mi due-
Sión decíia:
ño me ha olvidado".
éEs que puede una madre olvidarse de su¡
creatura. éNo conmoverse por el hijo de sus entra-
ñas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.
Este es un mensaje que intenta hacernos sentir a todos,
en términos entrañables, afectuosos, el amor infinito con el
que Dios cuida de nosotros. Es difícil encontrar otra compa-
ración más díciente para ponderar el amor que el señor
siente por los que somos sus creaturas.
Se equívocó Sión al creer que Dios le había abandona-
do. Y se equivocan los creyentes si se llegaren a imaginar
que siquiera por un momento pueda Dios olvidarse de los
seres que ha creado, y mucho menos abandonar a Pablo está invitando a los cristianos a no ver en sus pas-
aquellos por quienes su propio Hijo ha derramado
su sangre en la cruz.
Aunque fuera posible que una madre llegara a olvidar o
abandonar al hijo de sus entrañas. Dios NO olvidará ni
abandonará jamás a quienes ponen su confianza
en su poder y misericordia. En todo el Antiguo Testa-
mento no se encuentra otra afirmación más profunda, ínti-
ma y expresiva que ésta para significar el amor y la ternura
que siente el Creador hacia los seres humanos. lamás lu-
chamos solos contra las adversidades. Dios estará siempre
con nosotros, y su presencia no es sólo la de un testigo que
observa, sino la de un amigo que defiende y la de un pro-
tector que concede toda la ayuda que necesitamos. Una
presencia verdaderamente maternal.
SALMO 6L. Descansa en Dios alma rhía, porque de
Él viene mi salvac¡ón. Él es mí Roca, mi esperanza, mi refu-
gio. Pueblo suyo: confiad en É1. Desahogad ante él vuestro
corazón (Recomendamos para la explicación de cada sal-
mo el hermoso libro "Los Salmos Explicados" de
Sálesman. Es muy completo, práctico y agradable).
SEGUNDA LECTURA: la Corintios 4t L-5
Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y
administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un ad-
ministrador lo que se busca es que sea fiel.
tores a simples seres humanos o a jefes de partidos o de
grupos, sino a servidores de Cristo. La palabra griega que
e
EXPLICADD NA
aquí utiliza para decir "servidores" es la que se empleaba
para nombrar a los remeros que en la barca iban al mando
del dueño de la embarcación haciéndola adelantar con la
energía de sus brazos remadores. cristo es el jefe de la
barca. Nosotros somos sus seruidores que tratamos de ha-
[,
I
cer adelantar la embarcación con nuestros esfuezos, pero
siempre bajo su dirección y guía, y depend¡enáo en todo
de su ayuda.
san Pablo usa luego otra expresión: somos rrclrninis-
tradores. (oikónomo err gríego. Mayo¡"-*ürnus en
latín). EI administrador era er que estaba al frente de los
empleados en una casa, industria o hacienda, dirigía el
personal, suministraba lo que los demás iban necesitando
y vigilaba para que cada uno cumpliera bien su deber. pero
por mucha autoridad que tuviera sobre el personal, él de-
pendía siempre del dueño o.jefe de la casa. También hoy,
cualquiera que sea la posición que una persona dentro dé
a
ú:t la Iglesia, cualquiera sea el poder que haya recibido o el
prestigio de que goce, tiene que pensar que en todo de-
pende de Cristo su jefe, y que et poder, el prestigio y la
supremacía que tenga son préstamos del señor, de los cuales
tendrá que rendir estrechas cuentas. El objeto de las obe-
diencias, de los honores y de ros trabajos áe los que están
bajo s.u mando no es él mismo, sino Cristo el Señor.
Lo que se busca en un administrador es que sea fiel.
san Pablo nos lleva a pensar y meditar en un juicio que nos
espera. El administrador, el ecónomo, o mayordomo, tiene
que ser una persona en la que se pueda confiar ptenamen-
DDMINGE BLT - C¡CLf] ,A,
te. La seguridad que su jefe tiene en su absoluta honorabi-
lidad y responsabilidad, es lo que hace que le conceda tan-
ta independencia y tanto control sobre los demás. Es
necesario que el jefe pueda confiar plenamente en la fide-
lidad de su administrador. Se llama "fiel" a quien es exacto
en el cumplimiento de sus deberes. El Papa Pío XII repetía:
"Lo importante no es cuántos años ha vivido una
persona, o qué altos cargos ha desempeñado, sino
con qué exactitud cumplió los deberes que Dios le
había asignado. De ahí dependerá el grado de su
gloria eterna.
San Francisco de Sales exclamaba: "aunque alguien
resucite mueltos, si no cumple con su deber de cada
dÍa jamás llegará a la santidad". Eso es'lo que se llama
ser "fiel", cumplir con su deber en cada momento. Un no-
vicio tenía por oficio barrer los corredores, pero le pareció
que era más místico el irse a colocar unas flores en un altar
elevado. Más la escalera se resbaló y él se vino abajo. Cuan-
do cayó al suelo se le ocurrió gritar como San Pablo: "éSe-
ñor qué queréis que yo haga?" -y una voz desde un
corredor le respondió: "El oficio que te toca hacer mijito
iel oficio! Ese es tu deber y nada más". Allíen el oficio
que la Divina Providencia nos ha puesto, allí es donde sere-
mos instrumentos para los planes divinos. Dios nos quiere
en ese trabajo diario que se nos ha puesto. Un deber sen-
cillo bien cumplido puede salvar más almas que diez
días en ayunos. Nosotros, siendo fieles al cumplimiento
de nuestros deberes diarios, podemos ser brazos irresisti-
bles guiados por Ia fuerza de Dios para salvar almas". Cuando

Dios llegue a tomarnos cuenta en el día del juricio, la mejor
ocupación en que puede encontrarnos 'es en ei cunrpli-
¡'rriento del propio deber" (P. Lombardi).
Pero algunos cristianos son tan infieles en el cumpli-
miento de sus deberes de cada día, que si fueran soldados
en una guerra, ya los habrían fusilado por desertores (Gral.
Marshall).
"Para mílo de menos es que me pidáis cuentas vosotros
o un tribunal humano. Mi juez És et :;gfiür. c! ituminará
io gue esconden ias úniebtast | .Jttlidra dt d€.s6.rJ-
oie¡to tos oesíEnios del c:orazor!, Entonces cada uno
recibirá de Dios lo que merece".
Pablo nos lleva a meditar en el juicio que nos espera.
Nos dice que hay tres juicios: Lü el juicio de tüs que nos
rodean. El apóstol no se preocupa mucho de esto en com-
t-
paración de lo que le interesa eljuicio que Dios hará acerca
de é1. Claro que no deja de ser importante cuidar de que no
tengan que hablar contra nuestra conducta. pero si vivimos
pendientes de qué dirán los demás, nuestra vida se nos
volverá un infierno, porque siempre tendrán algo qué de-
cir: si hacemos porque hacemos, y si no hacemos, porque
no hacemos. Palo porque bogas y palo porque no bogas.
Jesús ilecía: "Vino Juan que no con-na ni bebía y Oi¡e-
ron; "Tiene demonio". Y vino el Hijo del Hombre que sí
come y sí bebe, y dicen también: "Tiene demonio- (S.
Lucas 7,33). Es difícil encontrar personas más desdichadas
que aquellas que viven averiguando qué dicen, qué opinan
CICLt] A
los demás acerca de ellas. Como necesariamente las criti-
cas ajenas derrumban su buena imagen, y dichas personas
viven dando culto a esa buena imagen, llegan a ser profun-
damente infelices. Por eso deberíamos repetir con San Juan
Bosco: "Trabajar y estar contento, y dejar que hable
la gente". Claro que no despreciaremos las obseruaciones
que nos hagan porque ellas nos pueden ayudar mucho a
mejorarnos. Los antiguos filósofos decían: "Dos perso-
nas te pueden corregir con sinceridad: un enemigo
que esté furÉoso contigo, y un amigo que te ame de
verdad",
20 Juicio" San Pablo tampoco le daba demasiada im-
portancia a lo que él pensaba de sí mismo,,porque fácil-
mente podemos tener conciencia de fariseo que vive
dándose ceftificados de buena conducta, mientras
los demás no le ponen muy buena nota a sus proce-
deres. Esopo decía que nosotros llevamos los defectos aje-
nos en un paquete delante de nuestros ojos para estarlos
viendo y criticando, y los defectos propios detrás en la nuca,
para no verlos ni corregirlos. Aunque también hay perso-
nas que se tratan a sí mismas con demasiada dureza y
desprecio, y entonces sin lograr vivir en paz con su propio
ser, tampoco viven en paz con los demás. Por eso no hay
que darle demasiada importancia a lo que uno piensa de sí
mismo, sino a lo que pensará Dios.
3er. Juicio: Mi juez es el Señor. Su juicio será el
único verdadero y definitivo. Sólo Dios conoce todas
nuestras circunstancias. Sólo El puede sacar a la luz lo que

está oculto. Él conoce nuestras ius:!'res"sabe hasta dónde
nos hundimos, pero también hasta dónde más podríamos
haber subido si nos hubiéramos esforzado. *r,ir* rt, .¡i¡E..
Citdír unu podrie haber iiegaulo ir sÉr_ r.:í¡ i;.1 cl¡*n :1i)
1 conocer a ese doctor tan famoso. Pero en el día de las
ei rnat, ir lo que togró tiegar fi ser_ Sólo Dios conoce las
motivaciones que nos movieron a hablar y a hacer. El ser
humano ve las acciones, pero Dios ve tas intenciones. Mu-
chas acciones que parecen nobres pueden haberse realiza-
do por motivos egoístas y de orgullo, y muchas acciones
que parecen sin gran valor pueden haberse realizado por
motivos sublimes y nobilísimos. Éflrii:l ili:,r li:¿r,]! r¡.tFi-r^
-,.;r-¡ lr[tff¡i:lfrü / iO coi¡OCi: fJt:i-i.ür-.i r,ir-ir---i.il,qt, .::::, :! :ir,i.
rltlü ptleOe juzgarltr rectaftteiftte. Así que pensemos en
ese juicio de Dios que nos espera, y no tanto en los otros
juicios humanos. Y'dejem<¡s a üiesi que i¡,¿iJr¡e ::i soiu,
sin meternos nosotros a Juzgaf r ¡¡¿¡die, ¡,lrrr.ti..!e ñisr]
ilo es nuestro oficio,
E\IANGELIG: San Mateo G,A*t-3,fl
Dijo Jesús:"Nadie puede
estar al servicio
de dos amos.
Porque despreciará a uno ¡, querrá al otro, o al contrario:
sg.ledicarl ul primero y no hará caso al segundo. irto po-
déis a Dios y al dinero.
lervir
En el idioma en el que fue Éstrrito *r trlueuo 'É'es-
tamentor €star al servicio de un amo es ser su esctavo,
depender de él totalmente. Jesús no está cliciendo qu¿
no podemos ser amigos de dos anros, sino que rio
D_D M_!N G D
podemos dedicarnos a seruir a los dos. Aquí pasa como en
las elecciones politicas. La gente sale al recibimiento de
cada candidato porque le interesa oír sus planteamientos y
elecciones tiene que definirse por uno solamente. No puede
votar por todos al tiempo. Así en esto: a una persona
le llama la atención la Ley de Dios y le atrae tam-
bién el dinero. Pero cuando llega el momento de decidir
en un caso en el que lo que el uno manda va en contra de
lo que el otro dice, tiene que adoptar por uno de los dos.
Así por ejemplo: Dios dice: "No robarás". Y el espíritu
mundano me dice: "Si haces este negocio fraudulento con-
seguirás mucho dinero". Tengo que decidir:
entre lo
que Dios me ordena y lo que el amor'al dinero me
aconseja. No puedo seguir los mandatos de la avaricia y
del robo y seguir teniendo contento a Dios. Es imposible
darle gusto al mismo tiempo a dos señores tan opuestos.
Las riquezas llegaron a ocupar desde tiempos muy anti-
guos un sitio tan importante que se les llegó a considerar
como un nuevo dios: Mammón. Ocuparon un puesto de
importancia grande en la vida de la persona humana un
puesto que no les peftenecía por derecho: el de alguien en
quien se pone toda la confianza. Un dios para las gentes
siempre ha sido aquello en lo cual depositan toda su espe-
ranza. Apenas nosotros colocamos toda nuestra confianza
y nuestras esperanzas en las riquezas, éstas se constituyen
en nuestro amo y señor, y rácticamente reemplazan al
verdadero Dios. Y esto es un gravísimo rror del cual
Cnisto en su evangelio nos quiere liberar.
F! _EVA¡{E E LrD__EXEliq A p_!_ \f_4
San Juan Crisóstomo con aquella soberana elocuen-
cia que lo ha hecho famoso por tantos siglos, comenta así
este pasaje de Jesús:
"Qué cosa más espantable que esta que se nos
dice aquí en el Evangelio: que por concederle demasia-
da importancia a las riquezas nos exponemos a dejar de
ser seruii'ores de Cristo. Pero qué noticia también más agra-
dable que esta otra: que si a las riquezas les damos el sitio
que se merecen, que es el de un puesto secundario, des-
pués de lo espiritual, entonces podremos aumentar y con-
servar nuestra amistad con Jesús. Cuando un médico acon-
seja a un enfermo, emplea dos medios para convencerlo:
El primero prevenirle de los males que le vendrán si no
hace lo que le manda. Y el otro: avisarle de las ventajas
que conseguirá si cumple sus recetas. Así hace Jesús:
primero nos previene de los males que nos van a
venir si nos hacemos esclavos de la,s riquezas: et
peligro es que lo abandonaremos a El y nos hare-
rnos servidores de quien no puede hacernos felices.
Y segundo: nos avisa de las ventajas de liberarnos de la
esclavitud de las riquezas: conservaremos la amistad con
el verdadero Amo que nos puede hacer felices, que es Dios.
Horroricémonos de lo que podemos llegar a hacer: colocar
el dine¡o a la altura de Dios. Preferir la tiranía del dinero al
seruicio amoroso del buen Dios. De una vez para siempre
te pide el Señor que no hagas componendas entre estos
dos señores. El uno te manda apoderarte de lo ajeno y el
otro desprendefte de lo que tienes, en favor de los necesi-
tados. El uno te aconseja ser casto, dominar tus apetitos y
colocar en sitio secundario lo material y terreno. El otro te
incita a ser vicioso, a beber, emborracharte, comer de gula
y apegarte a lo pasajero y presente. El uno te invita a co-
leccionar virtudes y obras buenas para la eternidad. El otro
te empuja a llenafte de lujos, comodidades, casas, carrua-
jes y adornos. Qué desdichados llegaremos a ser si
estando al servicio de un Dios tan poderoso, tan
amable y lleno de generosidad, nos hacemos de-
sertores y nos pasamos a se¡vir como esclavos a un
tirano tan salvaje como es el dinero. aQué ganare-
mos con ello? Pleitos, afanes, luchas, y lo que es más grave
de todo: la pérdida de los bienes eternos del cielo. Oh, que
podamos repetir las palabras que decía el santo Job: "Mis
delicias no han consistido en poseer bienes mate-
riales" (3ob 31-25).
No estéis agobiados pensando qué vais a comer o con
qué os vais a vestir Mirad a las aves: no siembran ni
almacendo¡ y vuestro Padre celestial las alimenta,
Mirad a las flores del campo: no hilan y ni Salomón en toda
su elegancia estaba vestido como una de ellas. Si a una
yerba que hoy es y mañana la queman en el horno
Dios la cuida así, éno hará mucho más por vosotros,
gentes de poca fe?
(que con-
Lo que Jesús prohibe aquí no es la prudencia
siste en saber analizar qué males pueden venir de
una actuación y qué hay que hacer para llegar más
seguramente al éxito). Lo que Jesús desea que evitemos
es el afán (que consiste en pensar con miedo y angus-
 q L_ EVAN_G E!l_Q_Elf_L t_qaD_q _N n4
tias acerca del futuro). La prudencia nos ileva a tomar las
medidas necesarias para prevenir !o que se va a necesitar en
el futuro, y el afán nos lleva a angustiarnos por males que
probablemente ni siquiera van a lregar. Jesús no recomien-
da la imprudente despreocupación que no reflexiona
ni hace planes acerca de lo que más tarcre se va a
necesitar. Lo que quiere que evitemos es ese temor ansio-
so, enfermizo, que por andar pensando en tos males y nece-
sidades que nos van g llegar en el futuro no nos deja gozar
felices del presente. (En el interesante ribro titulado-..se-
cretos para triunfar en la vida" de sálesman hay un ca-
I
pítulo bellísimo titulado 'tcómo vent:er las prencupacio-
I
r
nes". ojalá alguna vez lo pudiéramos leer. Nos evitaríia mu-
t chas horas de inútiles angustias).
No os afanéis. La frase en griego significa: 'oPensar
con susto en el futuro", Las preocupaciones envejecén
la persona antes de tiempo, y son causa de úlceras esto-
macales, de jaquecas, y de derrames cerebrales y
afterioesclerosis. un médico famoso de Norteamérica tiene
en su escritorio esta frase en letras grandes: A ud. le que-
dan dos caminos: o confiar en el poder y amor de Dios, o
dedicarse a preocuparse y llenarse de enfermedades ner-
viosas". iQué gran verdad!
éNb vale más la vida que et allrnento? O sea: iel
que os dio lo más, no os va a dar to menos?
Mirad las aves. Había podido decir: Mirad a Elías, a
Juan Bautista y a Moisés que no se preocupaban por el
L
DDI\4 INED BD - CICLD A
alimento". Pero le habríamos respondido: "Es que noso-
tros no hemos llegado a tan grande santidad". Por eso
nos dice: "Mirad esas aves creadas para vosotros... Si
Dios cuida así a las criadas, ¿cuál será el cuidado que
tendrá de los amos? (SJC).
Las aves no almacenan. Este es un detalle que ha
llamado siempre la atención a los autores espirituales. Dios
da de comer a las aves pero no les echa el alimento
en el nido. Tienen que ir a buscarlo. Más de cien víajes
tienen que hacer cada día en busca de su alimentación,
porque Dios no hace fácil la vida a ninguna de sus creaturas
pues la facilidad degenera y quita vítalidad a la existencia,
y vuelve tremendamente monótona la vida.,Pero las aves
no almacenan. Hoy recogen lo de hoy. Mañana recoge-
rán lo de mañana. Jesús no ha querido decir que las aves
no trabajan o que a ellas no les cuesta ninguna fatiga lo
que consiguen. Lo que quiere enseñarnos con este ejem-
plo es que ellas no viven preocupadas por almacenar, por-
que ya la Providencia de Dios se encargará de lo que nece-
siten en el futuro. Es que no es nuestra inquietud la que
arreglará el futuro sino el poder y la bondad de Dios. Por
eso el libro de los Proverbios enseña "Lo que nos hará
progresar será la bendición de Dios. Nuestro afán
no añade nada" (Pr. 10).
Mirad a las flores. Jesús señala lo más efímero que
pueda haber. Y las llama "yerba del campo" para resal-
tar lo poco que son. Y no dice "Mañana se marchita-
rán", sino "mañana serán echadas al fuego"... peor
 EL EVANEELID EXPLICADC NA 4
todavía. Y enseguida afirma "de tal manera las viste',.
No solamente dice que Dios las viste sino que las viste de
tal manera bien que el vanidoso salomón se vería feamen-
te vestido comparado con una de ellas. Mirad cómo gusta
el Señor dar la máxima intensidad para herir más vivamen-
te nuestra imaginación. Porque enseguida va a añadir: "éNo
hará mucho más con vosotros?,,. Como quien dice: A
vosotros por quien todo lo ha creado Dios en este mundo. A
vosotros a quienes regaló un alma inmoftat. A vosotros por
quienes envió a los profetas y ahora ha enviado a su propio
Húo, y con El todas las gracias... équé os podrá negar?
Decidme: ¿os podrá dejar sin lo necesario?
Qué hermosarnente habla lesús acerca de las flores.
cuando San Francisco de Asís pasaba por los campos flori-
dos y recordaba estas bellas frases de Jesús, se ponía a
cantar poéticamente envidiando santamente a estas mara-
villas de Dios que merecieron tan grande y simpático elogio
del Redentor. Y se animaba a vivir sin afanes porque los
seres humanos valemos miles de veces más que estas flo-
res que tanto cuida Nuestro Señor.
. Gente de poca fe: Es un amable reproche del Señor.
El sabe animar, pero es también un buen consejero
que sa"be reprender. Lástima que ese sobrenombre iam-
poco honroso nos lo tenga gue decir también hoy a noso-
tros. No nos hagamos ilusiones. Nuestra fe es poquita y
raquítica. Por eso hay que hacer cada semana y cada
mes algún esfuerzo por robustecerla. En pocas cosas insis-
te tanto el evangelio como en la impoftancia de que nues-
L]DMINGD 8-,-CCLf]A
tra fe sea grande y robusta; por eso parece extraño que los
que leemos el evangelio y lo meditamos, permanezcamos
indiferentes y no nos esforcemos más por no ser del núme-
ro de los que tienen poca fe. Porque en realidad sí somos
de ese número. Ser gente de fe es una condición principal
para pertenecer al reino de Dios, pero ésta es una viftud
vivida poco intensamente por nosotros. Está como
en un rinconcito del cerebro durmiendo. ZEs inoperante?
Las ideologías modernas (materialismo, marxismo, indife-
rentismo) la han venido apagando. éCreemos más en los
autores de moda que en la Palabra de Dios? iqueremos
dar a las verdades de la fe unas explicaciones que las ha-
gan tan pequeñitas que quepan en nuestro cerebro? iSe-
ñor: que no sea poca nuestra fe! ,
Los paganos se afanan por esas cosas. Pero vuestro
Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todo eso.
Alguna diferencia debe haber entre los que creen y los
que no creen. Los paganos se afanan. Afanarse es algo
¡nút¡I. Muchos de los problemas que nos angustian
son problemas que nunca se van a presentar. El fu-
turo real que nos va a suceder, nunca será tan desastroso
como el futuro que nos pintan nuestros temores. Y el afa-
narse, no sólo es algo ¡nútil sino dañino. Las dos enferme-
dades más comunes en la actualidad: la úlcera del estómago
y la trombosis, provienen ambas de vivir afanándonos. La
lección de la vida es que el afanarse es algo innecesa-
rio porque Dios no necesita de nuestros avisos para saber
lo que tiene que regalarnos en el futuro y en el presente; y
a EL EVAN G ELIO EXPLIGADO NE 4
DDMINET] BA - GICLO A

es algo dañoso porque trae enfermedades y no es capaz

de proporcionar soruciones. con afanarse no se;;;üü no se afana por el futuro?", respondió: "Yo no me
nada. El afanarse puede ser una señal de falta áe re afano por el futuro porque Dios sabe todo lo que
Dios que nos ama mir veces más que nuestra propia "n-rn
me va a hacer falta. Y El no me está pidiendo que yo le
madre pase la lista de lo que voy a necesitar. El no necesita
que tanto amor nos ha brindado.
consejos míos para auxiliarme".
Puede ser que haya pecados peores que el andar
afa- Buscad el reino de Dios y su santidad y todo lo demás se
nándose como si Dios no fuera a resolver nuestros proble-
mas. Pero ningún otro defecto contribuye tanto os dará por añadidura.
a
dañar la salud de nuestro cuerpo y a acabár con ra paz
[' de nuestra alma. por eso Jesús iñs¡s[e en este tema: En esa "añadidura" están incluidos la salud que nece-
!
no sitamos, el honor y buena fama que nos hacen falta y los
I

;
afanarse. No angustiarse por el día de mañana.
¡r medios económicos que vamos a necesitar. Qué hermoso
t' León Bloy dice: "Nunca et
futuro fue para mí tan te- recordar este pacto famoso de Dios con nosotros. Si nos
rrible como me ro había pintado nri faita de fe,,. TocJo dedicamos a buscar el Reino de Dios y su Santidad, de todo
lo que mis afanes me presentaban como si fueran setvas lo demás se encargará la Divina Providencia. Por eso decía
ne-
gras para el porvenir, se convirtió al llegar, en
sencillos bos-
Jesucristo a Santa Catalina: "Cuida tú de mi honra y de mis
ques con caminos fáciles para atravesarlos. cosas, y yo cuidaré de ti y de las tuyas". iQué gran esperan-
Lo que me llena_
ba de angustia era mi farta de fe en er poder de Dios,,. za hay en esta promesa!

Ya sabe vuestro padre que tenéis necesidad de todo Un gran líder decía a los cristianos: buscad Ia santidad y
esto, el reino de Dios, y no únicamente... las añadiduras.
Dios. sabeque ras aves necesitan arimento, pero en vez
No os afanéis por el día de mañana. A cada día le
de echárselo en et nido les deja viajar . .oná"grirlo, por-
basta su propio afán.
qr.". más agradabre pasar er día buscañdo ra co-
mrda'"r.que estarse en una
iaula encerrado con todo Los sicólogos dicen que esta fórmula de Jesucristo es
el alimento ahí a los pies. Dios sabe lo que necesitamos una de sus mejores contribuciones para mantener
pero deja que vayamos a buscarlo. Eso aumenta nuestra
sano el sistema nervioso de sus discípulos. Porque lo
personalidad. Pero quiere que busquemos todo esto
sin que nos hace sufrir no es tanto lo que estamos haciendo
afanes. Henry Ford cuando alguien le preguntó: ..éusted
hoy, sino el afán por el día de mañana.

@D
 B -_--c- Q,L-9--4
P_tr_f4 t¡lG_o_ : L
EL EVAN G ELI D EXPLI DADO NA 4 -

Un gran maestro de salud menta! recomienda a sus alum-
nos: "Vivan su vida en etapas. Lo pasado déjenlo, que ya
eso por más que ustedes se angustien, no va a cambiar. Pedi-
mos perdón a Dios por lo malo que hemos hecho, y tratamos
de desagraviar al projimo y a la sociedad por los daños que
les hemos causado, pero ya todo está irremediablemente
hecho. Y nada ganamos con vivir recordando angustiados Io
que hicimos o los males que nos hicieron. Ese recuerdo llena
la cabeza de pensamientos tristes y dañosos pero no logra
remediar nada. Lo futuro: no sabemos si llegará, o si vendrá
en la medida tan tétrica como nuestra enfermiza imaginación
nos lo pinta. Lo impoftante es el presente".
EI Dr. Wosler famoso profesor de Oxford dice: "L.as ca-
torce palabras que carnbiaron rni vida de triste y
desanirnada er¡ alegre y entusiasta fueron éstas: "NO
DARLE IMPORTANCIA A LO PASADO NI A LO FUTURO SINO
A LO PRESENTE".
Llevar hoy la carga del mañana es dañarse inútilmente
la columna veftebral. La "Imitación de Cristo" es un li-
bro formidable para llevar a las personas a la santidad, y
trae este consejo: "Si quieres vivir alegre no vivas afanán-
dote por los sufrimientos del futuro, QUe lo más probable
es que quizás ni siquiera te van a llegar".
"Ante todo fruscaC et Reino de Dios y su justicia
o santidad y lo cternás se os dará peir añarllclura".
Decía Pablo VI: "EI Reino cle Dios eE ta¡r lmpcrtante
que eil relación a é1, todo se convierte en "lo dernás",
ffi
que es dado por añadidura. Solamente el Reino es absoluto,
y todo el resto es relativo. El Reino de Cristo es lo que debe-
mos colocar en primer sitio entre nuestras
prioridades' Todo
el resto es añadidura, es lo demás"' (Ev' Nunt' 8)'
Reino, etimológicamente significa "gobierno". Reino
de Dios es pues gobierno de Dios. Que cooperemos a
que
y en
Dios logre gobernar y mandar en nuestras conciencias
nuestra vida Y en la sociedad'
..Nuestro Señor,,. En latín
A Dios lo llamamos
"Dominus", el que
pleno poder sobre c
todo, y nosotros los
remos a que El sea
estamos buscando que llegue su Reino'
El Reino de Dios tiene un Programa' una Constitu-
ción: es el Sermón de la Montaña' son las
bienaventuranzas.TieneunaLeyFundamental:amara
y
óioi soore todas las cosas y con todo el corazón amar a
los demás como uno se ama a sí mismo'
el Reino de
Preguntémonos: éde veras buscamos
en nues-
OiosZieué estamos haciendo para que Dios reil-e
éDe ve-
tra vida, en nuestra familia, en nuestra sociedad?
ras tenemos una auténtica jerarquía de valores?
Lo
pñ*"to primero y después lo secundario' iDe veras?
ojalá recordemos la escala de valores de quien lee la Bi-
blialiree en Dios. éEs la muestra? Deberá serlo siempre'
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él está con ellos
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 DDNI INED Bt - CICLD I]

m(}Mf,EUG# 8«r ¡r tECE-ffi ffi Oseas es el "Profeta enamorado". Amaba inmensa-

mente a su esp(rsá p€ro ésta la resultó escandalosamente
infiel. Sin embargo Oseas sigue haciendo todo lo posible
PRIMERA LECTURA: Eel profeta üseas. por hacerla volver a la fidelidad. Y de esta imagen se
vale Dios par;¡ declararnos el amor que Él nos sigue
,.:
[:
,t
2rL4-20. teniendo, a pesar de nuestras continuas infidelidades. La
t;
T'
t; Biblia considera los 40 años del paso de Israel por el de-
Esto dice er señor: yo ra cortejaré y
r, me ra ,evaré ar sierto como un idilio de Dios con su pueblo para tratar de
h,
desierto, le habtaré ar corazón y me responderá
[-
ailí, como entusiasmarlo por su amor y conservarlo fiel. A ese idilio
¡', en los días de su juventud, como et día ár;;ia quiere el Señor que volvamos otra vez. Para algunos quizás
saqué ae
Egipto.
aparezca chocante esta "declaración de amor" de Dios
hacia los suyos, pero debe servirnos para recordarnos que
La vida en er desierto durante tos
40 años de peregri- Dios sigue rutalmente enarnorado de su pueblo, ena-
nación, aparece para ros profetas como morado de cada uno de nosotros, con el qmor del más
un idear ar cuar
llay que volver. una vida ideal cronde no existía ra amante de todos los padres. Nos ama a cada uno, to-
idolatría, donde er puebro no se iba talmente, y lo que más desea es que su amor sea corres-
falsos extranjeros y se esforzaba poitras dioses pondido por cada uno de nosotros, sin excepción.
Dios, al único Dios,'y poil-r.lo con
uá, fier a
razón.
todo el co-
Los santos y los autores espirituales han empleado mu-
cho esta primera frase de hoy: "La llevaré al desierto",
oseas habra der puebro de Dios como de para recordar que Dios cuando desea hablar muy especial-
una esposa mente a un alma y llenarla de su amor y de entusiasmo por
lnfiel que elverdadero Esposo, Dios, trata de hacer votver a
la fidelidad. El puebto det séñor otvida la fidelidad y la religión la lleva a la soledad, al silencio, al
su fidefidad al
unico Dios verdadero y se va tras falsas recogimíento, lejos del bullicio y del atractivo y de los enga-
clivinidades,
a adorar ídoros que no ro van a hacer ños del mundo. Es lo que hace cuando nos inspira ir a
iá¡ii; y er señor algún día de Retiro, o cuando obtiene que cerrando
lo va llamando una.y otra vez para que vuerva a
ser como er
-Dirq las puertas de nuestra habitación dediquemos unos
Israel en er desiefto: adoradbr á"'
Dios,verdadero que existe. Amadár
,n trd er único minutos para la lectura de la S. Biblia o de otro buen
der único-qr"'ri corres_
ponde siempre a nuestro amor. libro religioso, o que entremos a un templo y nos entregue-
mos por unos minutos a hablar con Dios, a pensar en Él y a

l
L

escuchar lo que El nos dice. El silencio y la soledad
han sido
siempre un clima necesario para los progresos espirituales,
que soy pecador. y en todo momento nos proporciona
fa-
cilidades para que nos dejemos amar por'Ér, y nos dedi-
quemos a amarlo.
Dios habla aquí de su arianzacon su puebro como de
un
contrato matrimonial. Es un contrato para siempre.
Un
contrato que exige fidelidad. No irse con otros amantes
con
DDIVI INGT] ts', - CICLT] E
Hay aquí entre los dos "contrayentes" un intercam-
bio de regalos. El pueblo ofrece a Dios el derecho y la
justicia: O sea respetar los derechos divinos y practicar la
santidad. Y Dios en cambio le concede misericordia y com-
pasión, y la gracia de compenetrarse del espíritu del Se-
ñor, que es el que santifica y llena de alegría y paz.
Salmo 102: El Señor es compasivo y misericor-
dioso. Este salmo ha sido llamado el Cántico de las Miseri-
cordias de Dios. Los sabios han considerado esta composi-
ción como una de las obras maestras del Salterio. Es uno
de esos himnos que al ser recitados con calma, tratando de
saborearlos, nos van llenando de amor intenso hacia
el amabilísimo Dios y Señor. ,
SEGUI\¡DA LECTURA: 2a Corintios, 3,1-6.
Hermanos: inecesitamos presentarnos o pediros car-
tas de recomendación? Vosotros sois nuestra carta, conoci-
da y leída por todos. Sois ca¡ta de Cristo, escrita no con
tinta sino con el Espíritu de Dios, no en tablas de piedra
sino en el corazón,
costumbre muy utili-
Se refiere aquíel apóstol a una
zada en el ¡nundo antiguo (y también en el actual).
Si uno se dirigía a una comunidad desconocida, algún ami-
go que conocía a alguien dentro de ese grupo, le daba una
cafta de recomendación para presentarlo y hacer que fue-
ra bien recibido. Se consetvan muy hermosas cartas de
 F
F

i
E l_EYA¡r_tr§.lt o__EXE !LC_aQ ! N e4 D_O^4tNEo B: c!_C_Lq F

recomendación de los tiempos en los que fue
escrita ta
sagrada Biblia. Los cristianos les daban mucha
importan-
cia a las caftas de recomendación de ros jránoes jefes
espirituales.
san Pablo declara que él no necesita tales cartas. pro_
bablemente a ra comunidad de corinto habían ilegado
al-
gunos erriisarios con cartas de recomendación
de los jefes
de Israel, y valiéndose de esta confianza habrán hablado
muchas cosas contra el apóstol. También pablo
había lteva_
do caftas de recomendación del sanedrín cuando
se fue a
perseguir a los cristianos de Damasco (Hechos
9,2). Ahora
declara que su única recornendación es ta vida de
sus cristianos. El cambio que su predicación produjo en
sus vidas y en su conducta, esa sí que es una rácomenda-
ción que lo acredita.
Nuestra buena conducta es la mejor recomen_
dación de que la religión cristiana sí lu ,".dade-
ra y sí merece ser seguida, un pagano al "1ver la vida tan
admirablemente ejemplar de un cr¡Jtiano, .orpáñ"ro
de
estudios, exclamaba en el Japón: ..yo no profeso
ningu-
na religión, pero si algún día esco¡-o alguna, será
la
de este cristiano, porque su vida -o" ¡u *ujl, .."o-
mendación de que esta rerigión bien
preferida a todas las demás,,. -u"r""" ,",
Sigue diciendo San pabto que nosotros somos
CARTA
DE cRrsro. Ya el famoso sabio platón había d¡cho: .iEi
verdadero maestro no escribe con tinta sus ense-
L
ñanzas, sino que las graba en el corazón de sus dis-
cípulos trasmitiendo el buen espíritu que él posee".
Es lo que hizo Jesús. No se dedicó a escribir sino a llenar de
su Espíritu el corazón de sus discípulos. Cuando el Señor
Dios dictó por primera vez su Ley, ésta fue escrita en Tablas
de piedra en el Monte Sinaí. Ahora que vuelve a dictar
su iey de amor a sus hijos, ya no la manda grabar en
piedras, sino que desea dejarla profundamente grabada
en el corazón de cada uno.
En estas palabras hay una gran verdad que es al
tiempo una inspiración y una advertencia. Cada cristiano
es una carta abierta de recomendación a favor del
cristia¡ris¡rro, o de escándalo en contra de nuestra reli-
gión. La vida de cada uno de nosotros es una propaganda
o una antipropaganda para nuestra religión. Podemos ha-
cer repetir a los que viven con nosotros lo que exclamaba
Ghandi: "Me gusta el cristianisrno, pero no rne gus-
tan los cristianos". O hacer que se repita la exclamación
de aquel compañero de Domingo Savio, al verlo tan mara-
villosamente amable y cumplidor de su deber"seré como
tú". El honor de la lglesia, el honor de Cristo descansa en
nuestras manos, en nuestra conducta.
impedimento más
Un misionero decía tristemente:"El
grande que encuentro para obtene¡'que los paga-
nos entren a nuestra religión, es la vida poco edifi-
cante de los que ya son cristianos".
Que esta verdad nos entusiasme pero también nos ate-
morice: *Vamos con nuestras obras y palabras I!e-
 DDM Nt3-D
EL EVAN E_EL1!r_ EXPL¡CADD NE 4
De ese Omni-
poderoso y puede ayudar siempre y en todo'
vando una carta de recomendación a favor de nues- depende nuestra capacidad'
tra religión y de nuestro Dios". ñótent"
novela "La Cabaña
Cuando Stowe escribió su famosa
Esta confianza con Dios la tenemos por Cristo. No es 300.000 ejem-
que por nosotros mismos estemos capacitados para obte- aetiío Tom,, y en un solo año se vendieron paftes' en vez
ner algo como realización nuestra. Nuestra capacidad nos
pl.iái v rá tl"guoun felicitaciones de todas es mio' es el
no
de enorgulteceráexclamó: "El mérito inspi-
viene de Dios que nos ha capacitado para ser seruidores de que Dios me
Señor que me inspiró' vo-sentía
una alianza nueva, no basada en pura letra, porque la letra
iaUa tas ides y no tenía sino
que traducirlas en pa-
mata pero el Espíritu da vida. ,árc ia alaba nza,,. ALgo parecido exclamó
ffiil]-n?l le felicitaban por una
Cada una de estas frases de San Pablo es una verdad
Ln iuroro músico europeo cuando "E! mérito e's
fot*¡JuUle S¡nfonia q"'había compuesto'
digna de meditación. las-melodias' A El
de Nuestro Sefot ü" me inspiró siguen
r"" lá gloria"'. Estos son los que- con ??Lfqlo
Tenemos confianza en Dios. San Pablo no se siente
un semi-hombre. No es un apocado. Tiene confianza. Hay
exclamando..nuetracapacidadvienedéDios,,.Elgran
de obtener
capaz
apostol no se cánsiOerabu pot sí mismo
cieftos cristianos sin confianza, llenos de miedo, como si y de vida en las
conversiones, ni cambios de mentalidad
Cristo no estuviera trabajando en favor de sus amigos.
p"rronur.,Conocíasudebilidadysuslimitaciones'paratan
que nunca tenía que trabajar solo.
No es que por nosotros mismos estemos capacitados éián truná;o. e"ro sabía
del Hijo de Dios' y que todo es
para obtener algo.. nuestra capacidad viene de Dios. óue tianaíaUa án compañía
posible Para quien tiene fe'
El apóstol se siente seguro porque su confianza no pro- Es lo que se lla-
Es Dios quien nos ha capacitado"'
viene de é1. Pablo se conoce. Se sabe débil e incapaz. Pero que consiste en que cuando
ma la "gracia de estad o", Y
sabe también en quién ha puesto su confianza; en Aquél las gracias y ayudas
que jamás falla a la cita en ayuda de sus amigos. Señor: Dios da un or¡iiá, concede también
debidamente' Cuan-
danos esa confianza que proviene de Ti y no de nuestras necesaria, puru ioOer desempeñarlo
doaJuanXXIIIIonombra.onSumoPontíficesellenóde
pobres capacidades. "Imitación de cristo" y leyó
terror puro truii áor¡o el l'rbrito
allí esta frase:aCuando Dios
da una obligación' con-
Los israelitas llamaban a Dios..El Shadai,,, que signifi-
cede también iu' g'"tias
para poder cumplirld"' Y
ca: el Suficiente, el Único Suficiente, el que es Todo-
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E L EVA-N q E_r!_tr__€x F L_] tAD.q §_?_ 1 DEMIt{ED gsr CiCLt] E}

esto ro ilenó de ánimo y aceptó. Es que

es Dios quien nos
capacita.
EVANGELIO: San Marcos 2, 18-22.
servidores de una arianza nueva...
ro que Moisés Los discípulos de Juany los fariseos estaban en ayuno.
enseñó era muy bu-eno, pero lo que
Jesús ha enseñado es
mucho mejor. Enséñanos señor a no quedarnos Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: "I-os discípulos
antiguo, sino a ir también aceptando sólo con lo de Juan y l^i discípulos de los fariseos ayunan. éPor
ras nuevas buenas qué los t uy*ts ito?
ideas que se van presentando.

No basada en Ia pura letra, porque Los judíos más estrictos ayunaban dos días por semana:
pero el espíritu da vida. la letr¿l mata, el lunes y el jueves. El ayuno consistía en no comer
nada desde que aparecía el sol en el oriente hasta que se
Holzner, er mejor biógrafo de san pabro escondía en el occidente, o sea, de seis a seis.
(cuya biografía
de este gran santo ha éonvertido y sig;á
muchas personas) excrama: "con sórolauár'
l#r¡,tiundo a lesí¡s no estaba contra el ayuno, pero lo que no
esta frase, San pablo merecía y,i inr*,,-tasio aceptaba era que varios lo hacían no tanto para agradar
mundo".
h;t;; ve¿,r¡do .:l a Dios, cuanto por aparecer santos ante los demás. Y
eso si no. La muerte antes de dedicarse a obrar
Qué cierta es esta afirmación: ra letra rnata,
para ganar alabanzas para el orgullo. El día que
er espiritti ayunaban se enharinaban la cara y se ponían ropas desa-
es et que da vida. cuántas vidas se
han qruoáJó parariza- rregladas y feas para que la gente se diera cuenta de
das en la vía hacia ra santidad por quedarse
sóro ra retra de to que estaban haciendo penitencia. Pero este buscar apa-
mandado"' cómo se puede degenerar
una vocación, una pro- recer les traía un gran mal: "Ya habían recibido su
fesión, una plegaria, por.ontótuoe
soramente con ro que ra
letra manda sin poner espíritu a ro que recompensa en la tierra y se quedaban sin recom-
se hace, sin dejar que pensa por parte de Dios" (S. Mateo 6).
sea el Espíritu quien nos guíe y nos
mueva.

señor no nos dejes obrar soto según Jesús le contestó: "ées que pueden ayunar los ami-
ra retra de ro man- gos del novio mientras el novio está con ellos? Mien-
dado. Danos la gracia de saber con qué
espíritu hay que tras tienen el novio con ellos no pueden ayunar Llegará
Espíriru nruiño, ,"n a darte vida a to que
i:::*:r:h un día en que se lleven al novio, Aquel día sí que
ayunarán",
 r DCMINGO
I
EL EVANGEL¡D EXPLICADC Ntr' 1 i
e

Jesús hace uso de una imagen muy en boga en esos Claro que aquí este párrafo termina con una nube
tiempos. En aquella época cuando una pareja se casaba no en el horizont.":;;árá un día en que el novio les
tu cruz que le esperaba al final
salía de luna de miel sino que se quedaba en casa y duran- será quitado'..látút 'áiu
a lesús por sorpresa' El
te una semana se hacía gran fiesta y a ella podían asistir del sendero. La áuJ" ná tomO
muy bien ei áosto que debía pagar para salvarnos y
todos los amigos a celebrar las alegrías de la boda. En una sabía
lleno de valor y de alegría. La
vida entre el pueblo pobre, vida que por lo general era sin embargo ,"gríu uá.lairte
el fin, no le quitaba la
bastante dura, una semana de bodas era una de las épo- crucifixión qu. r"'"rp"iába hac¡a
cruzaba los puentes antes
cas más hermosas y alegres del año. Durante esos días alegría det presÁá'lesús no llegara la
angustiarse cuando
había bebida y comida en abundancia para todos los ami- de llegar a ellos. Dejaba para
aún sabiendo la tragedia
gos. éQuién se iba a dedicar a ayunar en tales días de ex- hora de la angustia, y por ahora'
seguía su camino tan con-
cepción? La misma ley judía decía: "Los invitados a una ür" r" .tp"tuiu rracá el final' fiesta. iSeñor, regálanos
fiesta de bodas están exceptuados de la obliEacién tento como qrJ"rtien ptána
,n Po.o de esa"f admirable alegría!
de ayunar en esa fecha",
Los autores hacen resaltar cómo Jesus compara fre- presenl{ cgmo un novio
lesús en el evangelio de hoy se cumpliendo
cuentemente su religión a una alegre fiesta de bo- que ha venido a desposarse con la irumanidad,
das. Error garrafal sería creer que el cristianismo es una del profeta Oseas "Me
así la promesa de Dios por medio
religión triste. Nada más lejos de la realidad. Una religión
desPosaré contigo"'
con un Dios tan extraordinariamente amable y bondadoso,
con una esperanza ciefta en el cielo que nos espera, con un Fesinalegríapuedeserfalsa.]esúscomenzóSUapos-
amigo tan poderoso como el Hijo de Dios y con un Espíritu de unas Bodas en
tolado pafticipanáo Oe la fiesta alegre que sus amlgos
Santo que les da vida y capacidades a sus amigos, ¿cómo
puede ser triste?
¿;á, y cambiando el agua en vino para
estuvieran más alegres'
En una cárcel moderna estaba un preso tremendamen-
te desesperado. Sólo deseaba dejar de vivir. Pero un Conlosanimalescompartimoslaseriedadyhosquedad.
y el buen humor'
día el sacerdote le regaló un Nuevo Testamento. Se de- Con Dios compartimos la alegría
dicó a leerlo y el cambio en su temperamento fue casi mila- cuidado los ami-
groso. De triste y aburrido se tornó en alegre y esperanzado. S. Francisco de Asís repetía: Tengan
tristes' sino
Ese es el efecto de los mensaies de Cristo y de su religión: goJ" Jesucristo para no p esentarse iamás
graciosos"'
hacer de nuestra vida una fiesta. siempre alegres, y mesuradamente
L __@
EL EVAN G ELIO EXPLItrADI] NE 4
Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un
manto viejo y pesado, porque la pieza añadida tira deltpaño
-lo nuevo ide lo viejt y deja un roto peor
Colocar un remiendo de tela nueva, que no se ha enco-
gido lo suficiente con el remojo, en un vestido viejo, que ya
no encoge más, es totalmente inadecuado, porque al enco-
gerselcon la humedad ta nueva tela, aumenta ta rasgadura
de la tela vieja, Como el parche de tela nueva es más fuer-
te que la desgastada tela antigua, tira de ella y Ia acaba de
rasgai. Siempre llegan momentos en los que ya no
se pueden poner más remiendosr y es necesario con-
seguir una nueva tela y hacer un nuevo vestido. Es lo que
Jesús vino a hacer con su religión en el mundo. Formar
un nuevo grupo de discípulos, con sus ideas nuevas
y fuertes. El espíritu que animaba a los nuevos discípulos
de Jeiús, era incompatible con e!'espíritu de Ios antiguos
discípulos de Ios fariseos.
Cristo necesita de personas que no tengan miedo a
renovarse; Todos tenemos el peligro de sentir un
aprecio exagerado a Io antiguo y un miedo a reno-
varnos, a hacernos nuevos en el modo de ser y de
pensar. Aunque nos cueste admitirlo, así es, y debería-
mos cambiar mucho más radicalmente de lo que nos ima-
ginamos. A veces confundimos la experienc¡¿,y !d tradición
con una "costumbre inveterada de equivocarnos",
Por eso hace 10 años rezábamos igual de,mal a lo que
rezamos hoy, y no hemos hecho'nada por renovar nuestra
oración. Adquirimos la costumbre de celebrar o asistir mal
a Ia Misa y seguimos lo mismo.
@
DtrIM¡NGD BO - EIELtr B
,Nadie echa vino nuevo en odres viejos porque revienta
losi odres, y se pierden el v¡no y los odres. A vino nltevo,
odres nuevos.
En Palestina se guardaba el vino en odres o vasijas de
cuéro, pues no tenían botellas como nosotros ahora. Cuan-
doresos odres eran nuevos poseían ciefta elasticidad, pero
a medida que iban envejeciendo se endurecían y ya no se
estiraban más. EI vino nuevo aún no ha terminado de fer-
mentar. Esto significa que desprenderá gases. Los gases
aumentan la presión. Si el cuero es nuevo se estirará ante
la presión de esos gases, pero si es viejo y ha perdido la
elasticidad, es posible que estalle, y se rompa y se pierdan
el vino y el odre que Io contenía.
:Jesús quiere insistir en que su doctrina necesita
mentes y corazones dispuestos a aceptar ideas nue-
vas y a cambiar y renovatse. Es fatalmente peligroso
anclarse en unas mismas ideas y modos de pensar y de
obrar y resistirse sistemáticamente a todo lo que sea nuevo
y no tradicional, Equivale a estar vivos físicamente y
muertos mentalmente. A medida que nos vamos vol-
viendo viejos, todos nos vamos volviendo reacios a todo lo
que es nuevo, a todo lo que no hemos conocido o experi.
mentado con anterioridad. Pero hay que huir de los dos
e¡Gremos: el de los innovadores incorregibles que no acep-
tan como bueno sino lo nuevo, y desprecian todo lo anti-
guo, y el de los tradicionalistas'a ultranza que se amarran
al pasado y toda idea nueva que vaya llegando la van lan-
zando sin más al basurero de lo inseruible.
 Na 4.

Abraham triunfó porque supo renunciar a Io antiguo de

su ciudad de Ur y aventurarse a lo nuevo que le esperaba
en Tierra Prometida.

Un santo sacerdote escribió hace poco esta tarjeta a un

amigo para anunciarle su cumpleaños: Te saludo a los 2oc7-20 10-201 3-20-1 6-20-1 9
85 y todavía creciendo.,. Qué hermoso es no volverse
cuero viejo que ya no crece, ni tela desgastada que ya no
encoge, sino más bien estar siempre dispuesto a afrontar
las situaciones nuevas y las nuevas ideas buenas que el
Señor quiera seguir colocando en nuestro camino.

Jesús sabía perfectamente bien que había venido con

un mensaje sorprendentemente nuevo y que su com-
portamiento y su modo de vivir y de pensar chocaban
contra el tradicional modo de vivir de fariseos y saduceos
y demás personajes amarrados a un pasado
incambiable, También sabía lo difícil que es para uno
que por años y años ha profesado una idea, cambiarla
por otra nueva y muy distinta. Se necesita tener una
mente muy atrevida y audaz. Por eso sus doctrinas
las colocó en el corazón de gentes capaces de adaptar-
se a lo nuevo y de intentar nuevas experiencias espiri-
tuales, Porque el gnan peligro para la conversión
es no atreverse. Por demasiado "'prudentes" pode- Codo órbol ¡e Gonoce Por su fruto,
mos quedarnos sentados a mitad del camino por miedo
a un resbalón. Más vale "estirarse" un poco ante las no se Gosechon higos de los zorzos
o
nuevas ideas buenas, que permanecer encogidos sin per- n¡ se uendimion rocllnos
mitir renovación.
de los espinos

Gffi.Gil:CD C posee un gra,n carácter lo demuestra en un total
I-ECT[,J [tA: Ecles!ást[co
"Cuando se agita el cedazo o la criba, quedan encima
los desperdicios, las cascarillas, los deshechos. Así suce-
de con la persona humana, Cuando es examinada en,
sus palabras oyéndole opinar, discurrir y reflexionat; en-
tonces se conocen sws defectos y sus vilezas",
"De la abundan-
Es lo que dirá Jesús en el evangelio:
cia del corazón habla la hoca", y "por sus frutos los
conoceréis",
Un joven le pidió un día al sabio Sócrates que le diera
una opinión acerca de su propia persona (la deljoven) y el
gran sicóloEo Ie respondió: "Habla, exprésate con fran-
quezq, dedícate a conversar, para que yo logre co-
nocer cómo eres y cuánto vales".
"Muchas personas que de Iejos nos parecían muy santas,
apenas nos dedicamos a tratarlas de cerca nos damos cuen-
ta, por su conversación, que no eran tan perfectas como nos
habíiamos imaginado', dice la Imitación de Cristo. Es la repe-
tición con otras palabras de esta frase de la Iectura de hoy:
"Al sacudir el cedazo quedan a la vista los deshechos, la basura.
AI e»<aminar a la percona, aparecen sus defectos y vilezas".
DDMINGI} BA - CICLD C
Los sicólogosy los santos enseñan que la persona que
dominio de su lengua. Sólo dice lo que conviene, donde
conviene y cuando conviene.
De alguien muy charlatán decía la gente: atravesó ríos,
mares y tempestades, y terminó... ahogándose en saliva...
Los neuróticos hablan y hablan sin cesar, como si les
hubieran dado cuerda. En cambio las personas bien equili-
bradas tienen por lema el de Santa Catalina: "No hablar
sino lo necesario. Pero saber escuchar".
"El horno prueba la vasija del alfarero. El hombre se
prweba en su razona+ en sus razonamientos".
El fuego del horno prueba hasta dónde llega la resisten-
cia y consistencia de !a vas¡-a que fabricó el alfarero. Cuan-
do oímos razonar a una persona logramos conocer
hasta dónde llegar Ia altura de sus pensamientos.
Estas frases están muy en consonancia con el evangelio
de este domingo, donde lesús nos explica claramente cómo
Ios frutos declaran la calidad del árbol que los produce.
*El fruto muestra el cultivo de un árbol, si está
bien cultivado; la palabra demuestra cuál es la mentalidad
y el caráder de la personq y cómo es su corazón'i
Cuando alguien es indisciplinado en el hablar, muy pro-
bablemente será también indisciplinado en el obrar,
EL EV,A.NEELItr} EXPLIGADrj NA 4
¿Eres moderado en el habla¡7 Preguntaba un sabio
a uno de sus discípulos que le pedía su opinión sobre las
posibilidades que veía en é1. ¿Somos moderados en
nuestras palabras? Es esta una pregunta digna de repe-
tirnos frecuentemente para saber si en verdad somos ár-
boles bien cultivados que producen frutos buenos.
Hay que pedir frecuentemente al Señor la grac¡a de poder
dominar la lengua. Hay que repetirle las palabras del salmista:
"Señor, que te sean agradables las palabras de nri
boca y los deseos de mi corazón" (Salmo 18).
Antes de hablar deberíamos pensart "éEs realmente
digno eso que voy a decir?".
Porque no hay que hablar sino para decir algo que sea
mejor que el silencio.
"No rebajaba jamás
De! gran Pericles decía Plutarco:
la ñobleza'de su personalidad con lenguaje bajo o
con palabras indebidas. Su moderación en el hablar
le atraía la admiración de todos". Ojalá puedan decir
otro tanto de nosotros.
San Francisco decía: "Dichoso el que estando au-
. sente el hermano, jamás dice Io que no diría estan-
do el otro presente". Este moderarse en el hablar de-
muestra la nobleza del carácter y la bondad del corazón.
"Por sus frutos los conoceré¡s" (Mt. 220).
No alabes a nadie antes, de oírle hablar y razo-
nar, porque esa es la prueba del hombre. "Habla jo-
DtrMINED BA - EttrLE tr
ven para que te conozca", repetían los antiguos maestros
de espíritu.
"Las palabras destructivas nacen de pensamien-
tos destructivos, y las palabras constructivas na-
cen de pensamientos constructivos" dicen los
sicólogos.
Cuando se murmura con la lengua, ya antes se ha
murmurado con el pensamiento y el corazón. En cam-
bio cuando se sabe guardar silencio respecto a
los defectos de los otros se está demostrando
con ello una actitud noble y un corazón bonda-
doso. Cuando se es capaz de echar siete llaves a eso
malo que sabemos del hermano y hacer que ese se-
creto baje con nosotros al sepulcro, con ello estamos
demostrando la grandeza de nuestro carácter. Callar
Io malo ya es amar. Callar lo malo es defender al prójimo.
Jesús atravesó el escenario de la Pasión vestido
de silencio, de dignidad y de paz. Habló poquísimo
durante su Pasión, y lo poco que habló fue inmensamente
digno. Después de oírle hablar y razonar, ahora sí que po-
demos alabarlo y con toda razón.
Qué hermoso que de nosotros puedan afirmar lo que
de su Santidad Juan XXIII dijo su biógrafo: "Nunca de
sus labios salía un comentario contra otro". A él
también, después de oírle hablar y razonar, Io podían
alabar.
G)
EL EVANtSELIf] EXPLItrA.DD NA 4
No olvidemos Ia impresionante noticia que nos trajo
Jesús: "Por tus palabras serás declarado justo, o
por tus palabras serás condenado" (S. Mateo L2,37).
Son el mejor broche de oro para cerrar la primera lectu-
ra de este domingo.
MO 91: Es bueno dar gracias al
Of .,
Los Israelitas consideraban este salmo como un ver-
dadero "Himno Nacional" para cantarlo en sus fies-
tas. Todavía lo cantan cada sábado. Es un canto de acción
de gracias al Señor por su misericordia y su fidelidad.
Recuerda que así como la palmera y el cedro del Líbano
son árboles típicamente centenarios y de Iarga duración,
así el vigor espiritual de los amigos de Dios dura-
rá por incontable tiempo hasta seguir dando fru-
tos de buenas obras aún en la más prolongada
vejez, proclamando que el Señor nuestra Roca es
Santo y que en Él no existe maldad.
SEGUNDA LECTURA:,la Calta de
San Pablo a los Corintios,flS¡54*'58l ' ,
Hermanos: cuando esto corruptible se vista de inco-
rrupción y esto moftal se vista de inmortalidad, entonces se
cumplirá la palabra escrita: "La muefte ha sido absor-
bida en la victoria. éDónde está oh muefte tu victo-
ria? éDónde está, muette tu aguijón?
DOMINED BA - EIELtr C
San Pablo declara triunfalmente que los creyentes no te-
nemos por qué temer al cambio que vamos a experi-
mentar al terminar nuestra vida moftal. Quiere recor-
dar que para el que tiene fe, morir es una gran aventura. La
vida del cristiano es difrcil pero la meta de !a inmortalidad que
nos espera, vale infinitamente las luchas del camino.
La cita que hace es de Isaías 25,8 y de Oseas L3,L4.
Ambos profetas aluden a la futura restauración mesiánica
y el apóstol ve cumplidas estas promesas en el momento
solemne de la derrota definitiva de la muerte cuando Ile-
gue la venida gloriosa de Jesús.
Estos dos temibles enemigos: la muelte moral que
es el pecado, y la mue¡te física, serán derrotados
por el Divino Redentor.
"El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza det
pecado es la ley".
Quiere decir que la muete se vale del pecado como de
un aguijón para sujetar a todos los hombres a su dominio,
asícomo el arador se vale de un aguijón o punta afilada de
hierro, para hacer que los bueyes le obedezcant y el ala-
crán se vale de su aguijón envenenado para paralizar a sus
víctimas. (Esto lo explica más detenidamente San Pablo en
Romanos 5, L2-t4 y 7,7-LZ). Afoftunadamente, de estos
males nos libera Dios por medio de Jesús.
Demos gracias a Dios que nos da la victoria por
Nuestro Señor Jesucristo.
EL EVANGELttr} EXPLICADE NA 4
Dos temas que estián siempre en los labios y en el
corazón de Pablo: Dar gracias, reconocer Ias bondades
divinas para con nosotros, Y ho olvidar nunca que todas
nuestras victorias espirituales se deben a Cristo nuestro
Redentor que con sus meritos nos ha hecho ricos y con
su Pasión y Muerte nos ha hecho fuertes para vencer.
cDoy EracEas f,recu.lemter¡reffite a Diios gralr sus fel-
vones? áReeuerdo c¡ue todas nrls victorias en efi
cannpo espíritual son un reEalo de rmi Señor Jesu-
cristo? ¿ Y le doy gnacias?.
"Así pues, hermanos, manteneos firmes y constantes.
Trabajad siempre por el Señor, sin nesetrvasr cor'l-
vencidos de qul,e eil §eñor no cleiará sin reaom;ler.sa
v¡.¡estna fatiga",
Como conclusión, San Pablo exhofta a los fieles a que
se mantengan firmes e inconmovibles en sus creencias y
en su buen compoftamiento, movidos por la esperanza de
!a resurrección, porque entonces cada uno recibirá un sa-
lario proporcionado a sus esfuerzos. Esto es lo que le da
sentido y animación a la actividad de Ios creyentes.
E! apóstol hace aquí lo que acostumbra hacer siempre:
conve¡tin Ia teología en un clesafio. Bajar de lo mera-
mente teórico a lo que es totalmente práctico. Convertir lo
que era solamente una verdad teórica, en una incitación
a la aeción. Si te van a pagar con incorrupción lo bueno
que haces en esta vida corruptible, si tus fatigas en esta
vida morta! van a recibir un salario inmoftal, entonces ipor
qué no dedicarte sin reseruas a trabajar por ese Señor que
no dejará sin recompensa ni siquiera la más insignificante
de las fatigas que sufras por su Reino?
Más de siete veces se repite en las caftas paulinas esta
noticia tan halagadora: ¡-jri Scü"r,o¡'¡jt¡ru'i üj c:-i,-l;- -rr.¡::.; ¡,rc-;i1jl
.r'ú:$ (}llij'iilri,, Ct¡alii¡ Cttmli i'¡:Cübüt'á pi"ell'tlo-l, ,r¡c i,-rtí',.;:,;.r.,i)¡'cii.úii¡ .,
*iü,n$i esrr'lrl¿ic'lr,l{}li. ..iait¡;¡s Se qUUe,il¡,lfí,rl Süfi ¡rtrrr:riBiiLilrjt§dt::rl'i
tn'i,r[la,rge ¡3or'eil S€ifil¡¡". éNo es verdad que se sienten ganas
de trabajar por un Patrón que nunca se queda con nuestros
salarios y que a nadie le paga solamente el salario mínimo,
sino que siente gusto especial en pagar el Salario Máximo a
sus colaboradores? ZEstamos convencidos de que el Señor
no dejará sin recompensa nuestras fatigas?
La esperanza de la resurrección y de Ia glorificación que
nos aguarda, es uno de Ios grandes estímulos para no ce-
de¡' ni desanimarnos jamás en el esfuerzo por conveftirnos
y en el trabajo por hacer mejores a los demás.
fiiVd.{ftlGEL[ü: S. [-u¡cas 6, BS-¿$5"
¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán
los dos en el hoyo?
El pasaje evangélico de hoy es una '"coteeciór¡ «le,
pemsaririjentos suleltos de 3esús". Los maestros is-
raelitas acostumbraban hacer aprender a sus discípulos
una serie de frases cortas brillantes, llamativas, aunque
no estuvieran muy conectadas unas con otras. Con to-
das esas ideas se iba formando como un "Manual de
Comportamiento". Modelo de esto son el libro de los Pro-
 I
I
EL EVAN
I
G EL tr} EXPLItrADC} NE 4
verb¡os y el Libro del Eclesiástico, verdaderas coleccio-
nes de "píldoras de sabiduria". El evangelio de hoy
es una de estas pequeñas colecciones de frases sabias y
provechosas, que a manera de refranes son muy adap-
tadals, para aprenderlas de rnemoria.
fijarse bien a quién
Empieza diciendo que hay que
escogemos para que sea nuestro guía. Porque si
un ciego elige a otro ciego para que lo guíe, los dos se
cae¡ián por el despeñadero. Jesús quiere poner en guar-
dia a sus discípulos. Ojo, cuidado con los falsos profetas
que i,s¡n conocer el camino se atreven a hacer de guías
de los otros. Alerta con los que'sin saber casi nada de
religión se Ias dan de maestros. Las consul[as se hacen
a los que saben, y no a: los ignorantes. No basta con
que tengan háb¡l lengua de charlatanes, es nece-
sario que estén bien instruidos. Eso vale muy bien
para hoy, cuando tantos falsos profetas andan por todas
partes declarándose "guías" espirituales de los demás,
sin saber ellos mismos nada de nada en religión. Eso es
fatai. Peligrosísimo.
Cuántas personas pierden la fe y hasta llegan a enlo-
quecerse por ir a consultar a mentalistas, espiritistas, bru-
jos, Ieedoras de naipes o de humo de cigarrillo o
fabricantes'de Horóscopos. Se deiaron guiar por guías
ciegos y éstos los llevaron al abismo de Ia incredu-
Iidad y de Ia desesperación.
Otros han ido a consultar a;s¡quiatras ateos, o a mé-
dicos:materialistas y éstos les han dado como solución a
DDMINEtr BP - CItrLf}
tr
sus problemas el dedicarse a los vicios, o al amor Iibre,
el practicar el aborto etc. etc. y los hacen caer al abismo
del pecado donde su vida se les vuelve un infierno. "Dime
a quién consultas, y te diré a dónde llegarás".
Qué paz y sabiduría obtienen quienes saben consultar a
santos sacerdotes y a sabios religiosos. En ellos se cumple
la promesa del libro de Los Proverbios: "Triunfa quien
consulta a los que saben y acepta la corrección e
instrucción".
no más que su maestro. Si bien cuando
El discípulo
termine su apren será como su miiaestro.
En el orden natural es posible que un discípulo logre
aventajar a su maestro. Por ej. Picasso y Beethoven supe-
raron ampliamente a sus maestros. Pero en el orden sobre-
natural, cuando un discípulo cristiano pueda decir
que ha concluido su formación, se dará cuenta de
que apenas se asemeja a su Maestro, Jesús. Es lo
que dice San Pablo con estas palabras sublimes: "Dios nos
predestinó a reproducir la imagen de su Hijo" (Ro-
manos 8,29). Sólo cuando nos asemejemos bastante a Je-
sús, nuestro Maestro, podremos decir que somos buenos
a cristianos, verdaderos discípulos suyos. Cuanto más nos ase-
mejemos en nuestro modo de pensar, obrar y hablar, a
Nuestro Divino Maestro, tanto mejores discípulos seremos.
Aunque alcancemos la cumbre de la perfección no igua-
laremos jamás a Nuestro Maestro, Jesucristo, -pero sí po-
dremos irnos asemejando cada vez nás a El. lesús al
EL EVAI'¡GELItr EXPLItrADO Ntr 4
decirnos: "Cuando el discípulo termine su aprendi-
zaje será como su maestro" nos está repitiendo aque-
llas otros famosos mensajes suyos. "Aprended de Mí que
soy manso y humilde de corazón" (Mt. Lt,29). Yo que
soy el Maestro y el Señor os he lavado los pies, haced tam-
bién vosotros otro tanto" (Juan 13,14).
"éPor qué te fijas en la mota que lleva tu herma-
no en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el
tuyo? éCómo puedes decir a tu hermano: "Hermano, dé-
jame c¡ue te saque la mota del oio*, ésin fiiarte en la
viga que llevas en el tuyo? iHipócrita! Sácate primero la
viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota
del ojo de tu hermano'i
Podemos imaginarnos a Jesús, sonriendo con buen hu-
mor, al describir a este hombre con una enorme viga en sus
propios ojos, y tratando de sacar una basurita del ojo de su
hermano. Es una llamada de atención acercl del poco de-
recho que tenemos a criticar si no nos hallamos li-
bres de faltas, Es que no tenemos ningún derecho a dedi-
carnos a criticar, porque "hay tanto mal en los que cüe
nosotrcs se conoce, y tanto bien en Io que de los demás
se desconoce", que criücar es una verdadera injusticia.
Jesús nos quiere decir: "Tú quetienes ojos tan abier-
tos pana ver y mirar los defectos de los demás, de
los superiores, de los compañeros, de los familia-
res y de los enemigos, ipor qué no te dedicas más bien
a obseruar y corregir tus propios defectos? Eso sí que te
produciría buen resultado; pero la critica de nada te sirue".
pqvl§g_q ai_- trLql_tr_ -c
iHipócrita! En el idioma de la Biblia significa: enmas-
carado, disfrazado de bueno, siendo malo (Lobo con piel
de oveja). Que finge ser lo que no es. En el idioma griego
se llamaba "hipócrita" dl actor que en teatro se disfraza-
ba y con máscaras aparecía otro personaje muy distinto a
lo que él era. De ahí se le dio el nombre de hipócrita a la
persona que oculta !a realidad tras uf1Et"1¡fscara de apa-
riencias". Jesús empleó 15 veces esta palabra para cen-
surar a los que aparecían buenos siendo malos.
Aquí tengo que notar que esta palabra no se hizo úni-
camente para los otros: ciertamente es a mí a quien Je-
sús dice que soy un hipócrita, cuando critico a los demás.
iCuánto más agradable sería la vida si en vez de em-
plear nuestro tiempo en observar y comentar lo mal que se
portan los prójimos, nos dedicáramos a enjuiciar nuestro
proceder y a tratar de mejorar nuestro comportamiento!
No perdamos tiempo en examinar qué es lo malo
que dicen o hacen los otros, Empleemos ese tiempo
precioso en planear ser mejores nosotros mismos. Así sí
que habremos contribuido eficazmente a mejorar el mun-
do."Toda alma que se eleva, eleva al mundo".
La "revisión de vida" es un ejercicio espiritual muy
evangélico, muy cristiano. Consiste en considerar las pro-
pias actuaciones, revisar cómo actuamos, cómo pensamos,
y cómo hablamos, y de qué manera cumplimos Ios propios
compromisos y los deberes de nuestro estado. Sería una
horrenda caricatura de la revisión de vida el dedicar nues-
EL EVANGELItrI EXPLItrADD N9 4
tro tiempo a examinar y criticar los defectos y la actuación
de los demás. Señor, haz que yo vea bien claro mis propios
defectos, y asíteniendo clarificada mi vista pueda ayudar a
los otros a corregir los suyos
éSerá que hay que ser perfecto para corregir a los de-
más? No. No podemos ser "perros mudos" que nunca
protestan por nada, porque ellos nos llevaría a ser "alca-
huetes" de muchos errores. Pero al recordar las "vigas"
que hay en nuestro proceder, tendremos que ser más com-
prensivos con las "motas" del proceder de los hermanos
(Hermano: palabra repetida 4 veces en los ocho renglones
del evangelio de hoy. Jesús desea que así nos considere-
mos y tratemos, como buenos "hermanos').
Si consideramos como "basuritas" lo que en realidad
son basuritas, no andaremos condenando al projimo como
si en verdad 1o que en sus ojos hay, fueran vigas.
Tendremos que corregir muchas veces y es necesario lla-
mar la atención a otros acerct de sus faltas y de sus errores,
y eso es verdadera caridad, Pero si consideramos antes nues-
tras propias deficiencias, nuestro tono al corregir y al llamar
la atención será más modesto, y nuestro compoftamiento mu-
cho más comprensivo, con lo cual obtendremos mejores éxi-
tos al corregir. Quien tiene "casa de vidrio" debe pensar
muy bien antes de lanzarle piedras al vecino.
"No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol daña-
do que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por su fruto.
DOMTNGO Ba - trttrLO tr
Porque no se cosechan higos de las zarzaq ni se vendimian
racimos de los espinos'i
Jesús nos quiere recordar que a una persona
no se le puede juzgar sino por sus obras, por sus
hechos.
Nadie crea que llegará muy lejos escondiendo lo que
piensa y Io que desea y ama, cubriéndolo todo con el dis-
frazde la hipocresía. Si lo íntimo no corresponde a lo exte-
rior, tarde o temprano se descubrirá. El punto débil de Ia
hipocresía es que lo malo que hay por dentro se va mani-
festando por fuera con obras y palabras. "cuando en lo
interior de la casa hay un incendio, es imposible que
desde afuera no se vea el humo" decía San Francisco
de Sales.
La enseñanza de Jesús es clara y sin metáforas. Suena
así: la calidad del dib_cípulo se conoce por el modo como
obra, por la manera como se comporta.
No son tus maravillosas "declaraciones" las que te ha-
en buenq sino fus @nectas"actuaciones", decía tbblo VI.
"El que es bueno, de la bondad que atesora en su cora-
zón, saca el bien; y el que es malo, de la maldad saca
el mal. Porque Io que rebosa del corazón lo habla la boca'i
iCómo se asemeja esta aseveración de Jesús a la
primera lectura de hoy!
EL EVANGELII] EXPLItrADtr NA 4

Jesús nos recuerda que las palabras que salen de nues-

tros labios son producto de lo que sentimos en el corazón. NG'O 90.
Nuestra conversación siempre nos delata. De la abun-
dancia del corazón habla la boca. Algunos se hacen la
ilusión de que en su corazó pueden odiar, despreciar y
maldecir, pero que con los labios no lo van a hacer nunca, y
clclo A
cuando menos se imaginan esultan diciendo palabras de 2C,08-20 11 -20 1 4-20 17-2c-2o^
odio, de crítica, de desprecio y de maldición. Es que no es
verdad que podemos pensar como se nos dé la gana y que
después seguiremos obrando y hablando bien. Como pen-
semos, así hablaremos y así actuaremos. Del árbol malo
no salen frutos buenos. Esto es muy importante recor-
darlo porque en este tiempo hay muchas personas que se
imaginan que lo importante es aparecer como buenos aun-
que en sus pensamientos sean malos. Pero lo grave es que
si sus pensamientos son corrompidos o de odio o de mal-
dad, aunque ellos no se den cuenta, sus palabras irán
siendo también de corupción, de odio y de maldad"

"Lo que rebosa del corazón lo habla la boca"" La

palabra es el fruto del corazón. No sólo hemos de evitar el
hacer mal uso de la lengua y de la palabra, sino que de-
bemos esforzarnos porque nuestras palabras con-
tribuyan siempre a la mayor gloria de Dios y alegría
y progreso del prójimo. para ellos hemos de cultivar en
nuestro corazón los mejores y más nobtes sentimientos,
pero que toda palabra que salga de nuestros labios lleve uooscucho lo PoloFtg deDios
alegría y paz.Hemos de soltar la lengua para manifestar a
r¡ lo pono oin.Ppltt g
los demás el amor y aprecio que les tenemos, y no dejar
ion edifico onro(o.
ese cariño y ese aprecio enc rrados en nuestro corazón-.

L

DOMTNGO 90 I CICLO A
ORACION:
Señor: nos acogemos a tu providencia que nunca
se
equivoca. Te suplicamos que apartes de nosotros todo mal
y nos concedas aquellos beneficios que puedan ayudarnos
para la vida presente y la futura. por Nuestro señor Jesu-
cristo.
PRIMERA LECTURA: Deuteronomio 1L,
1g-29.
"Guardad mis palabras en el alma y en el corazón,
Llevadlas como atadas a la muñeca de vuestra manot como
señal pegada a vuestra frente,i
DtrMINGD 9A . CICLO A
agua de la lluvia baja de lo alto y no vuelve allá sin
haber hecho más fecunda la tierra y haber produci-
do alimentos para la gente, así la Palabra que sale de
mi boca no vuelve a Mí vacía, sino que cumple la misión
que se le ha confiado, dice el Señor (Isaías 55,10). Por este
gran beneficio que apofta la Palabra de Dios a quien la
recibe, es por lo que se insiste tanto en el Deuteronomio
para que se lIeve en la muñeca de la mano, o como una
diadema que se porta sobre la frente. Por eso el Salmo 1
dice "Dichoso el que ¡nedita cada día en la Ley del
Señor".
"Hoy pongo delante de vosotros maldición y ben-.
dición. Bendición si escucháis los mandatos del Se-
ñor, Maldición si no escucháis los mandatos de vues-
tro Dios, y os desviáis del camino que os marco".
Esta es una frase muy famosa atribuida a Moisés. Es un
dilema o contraposición de dos posiciones, en el que si
sigue por uno de los dos caminos ya queda uno excluido
del otro. Es el antiguo ejemplo de los dos camirioso tan
popular en Oriente. Ya los griegos narraban cómo su héroe
Hércules cuando joven llegó a un sitio donde el camino se
dividía en dos: uno ancho, en descenso, llevaba al placer y
al fracaso. Otro angosto, en ascenso difícil, guiaba hacia el
esfuezo y el triunfo. Hércules pudo triunfar porque esco-
gió a tiempo el camino de Ia dificultad en vez de dejarse
llevar por la tentación de seguir por el camino de la facili-
dad. Esa escogencia la tiene que hacer el cristiano cada
día. Entre la ley de Dios que Ie significa cieftas dificultades
pero termina en bendición y premio, o el camino del peca-
@
 EL EVANGELtrl -EXEI=! CAD_tr -1.!" 4 DBMINEO 99 . CICLO A
do, que atrae por sus goce engañosos, pero termina en
maldición y castigo. cada día hay que esco gar, y saber es-
coger bien.
Bendición: ayuda divina, ser tibrado de males espiri-
tuales y materiales, conseruarse en amistad con la Divini-
dad, y obtener sus beneficios. Bendición en ra Biblia signi-
fica ante todo: "regalo", don, prosperidad, beneficios re-
cíbidos de la generosidad de Dios (L. Dufour). siempre lle-
ga bendición cuando se cumplen los mandatos del señor.
Maldición: Significa: desgracia, castigo, privación de
regalos que se podrían haber recibido de la Divinidad. Es
verse lleno de males y privado de bienes. Maldición en la
Biblia significa infortunio, derrotas, fracasos. Los profetas
anuncian siempre maldición para quienes n
quieren cum-
plir lo que Dios ha mandado (ib.).
Aun humanamente por el deseo de conseguir los triun-
fos y alegrías que Dios concede a los que le obedecen, y
por el temor a que nos lleguen tos infortunios y desgracias
que siguen a los desobediente, nos deberíamos esforzar
un poco más por cumplir lo que el señor nos rnanda
en
lae Escrituras, y recordarlo con más frecuencia para
cum-
plirlo mejor.
. son muy alabados en la tierra como muy buenas
SEGUNDA LECTUR^A: Romanos B/
21_Zg
"Por la fe en resucristo viene la justicia de
los que creen'i
Dios
San Pablo nombra 144 veces la palabra FE y San Juan
98 veces. Esto demuestra que el tener fe es algo extraordi-
nariamente importante en la S. Biblia. Para San Pablo el
tener fe es la actitud base, fundamental para salvarse. Y
con esa fe tiene una meta: Jesucristo. Para San Pablo y
para San Juan el centro de toda la fe es Jesucristo el Hijo
de Dios. Es lo que ha dicho la Iglesia en uno de sus últimos
documentos. "todos debemos ser educadores de la
fe, Y educar en la fe es encaminar hacia la persona
de Nuestro Señor Jesucristo" (C.S.S.).
"Todos pecaron y todos están privados de la gloria de
Dios'i
El pecado es el mal del cuat ninguno de nosotros ha
logrado librarse. Cualquiera de los que lean estos renglo-
nes sabe muy bien que jamás se ha visto libre de este es-
pantoso mal que es el pecado. Puede uno haber seruido a
Dios por 25 y más años, y sin embargo ahí está el pecado
en su vida, y lo sigue repitiendo. Cuántas personas tienen
que repetir con tristeza: "el pecado sigue dominando
en mi vida". Hoy como hace 20 siglos se sigue repitiendo
la famosa frase del apóstol: "16¿9s pecaron". En una
visión San Juan Bosco oyó que le decían: "Muchos que
personas, tendrán que sufrir mucho en la eternidad
porque viven pecando". San Juan Crisóstomo dice al
pecador: Sembraste en tu alma la mala semilla del pecado,
y ahora por más que te dediques a podar y a cortar, sigue
a todos
sembrada esa mala semilla en tu campo y a la hora en que
@
 EL -EVrlNG_E_LlA_ qxF_LLqADtr- N_: 4
menos piensas vuelve a retoñar". Afortunadamente Dios
ha prometido por medio de su profeta: "si de veras queréis
conveftiros, Yo echaré al fondo det mar de mi miseri-
cordia todos vuestros pecados, para que desa parez-
can y mueran como el ejército del Faraón en el Mar Rojo
(Miqueas). Nuestros pecados son chispas qr,re se apa-
garán si por medio de arrepentimiento y la fe los dejamos
caer en el mar de la misericordia de Dios.
Y están privados de la Gtoria cle Dit¡s:
Es lo que sucede a todo pecador: deja la gloria de ser: hijo
del más bueno y poderoso de todos los padrés, para dedicar-
se a cuidar cerdos en la pocilga del mundo y bajo el imperio
del espírilu de las tinieblas. E! gran mal clel pecado es
riL¡e nü5 aleja de Dios. Nos mantiene privados de la, amis-
tad del que nos va a conceder la verdadera felicidad.
Y sr¡r¡ justificados gratuita¡r'¡ente por la gracia de
Dios r¡reu¡ante !a nedención de cristo Jesúrs, a quien
constitr.¡yó sacrificic de proplciación por ta'fe en su
sangre.
Itnrigo: la victoria contra el pecado, y el perdón de lo
malo que hemos hecho, depende t*talrn¡,J¡te
cle la gra-
cia. cie Dio¡ V rle ios méritos de Jesús. Ér es quien vino
a destruir las obras der espíritu del mal. Nuestra victoria
sobre el pecado depende de nuestra fe en su poder y
en su
bondad. pensemos: no vamos a rucha*oror'.tnira
nues-
tros pecados, porque ellos son más fueftes quá
norotror.
DOMINGD 9A - CICLD A
Pero Cristo tiene poder contra todos los pecados. No pode-
mos luchar solos porque el pecado es un enemigo dema-
siado grande,. Pero Jesús tiene poder y amor inmensos para
librarnos, y El actuará. Su Sangre borra nuestras antiguas
maldades. Cada uno de nosotros tiene que repetir con san
Pablo: "Por la gracia de Dios soy lo que soy", Y ojalá
pueda añadir con el apóstol: "la gracia de Dios no que-
dó estéril en mí" (1 Cor. 15).
"El hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley'i
Preguntaron a un santo: éCuál es el milagro más
difícil de obtener? -Y él respondió: "El milagro más
difícil de obtener es que una persona terlga fe. Una
vez que ya tiene fe, todos los demás milagros le vendrán
por añadidura". Y el primer favor que consigue la fe es la
justificación. Pero cqué es esto?
éQué es LA JUSTIFICACIóN? Ser justificado signifi-
ca ser declarado libre de aquello de que se le acusaba. No
significa que aquello de que se le acusaba no era cierto o
no fue cometido en realidad, sino que ya se considera can-
celado este problema y que su culpa ha quedado borrada.
San Pablo insiste en que nuestra justificación, el quedar
libres de las culpas que teníamos y el haber recuperado la
amistad con Dios, no se debe a las obras de la Ley, sino a la
gracia infinita de Dios y a los méritos de Jesucristo. Nadie
podrá exclamar orgullosamente: "He recuperado mi
amistad con Dios, se me ha borrado ¡'ni antigua deuda
EL EVAN t3 ELI trI EXP L¡trAD D Ng 4
de,pgcados porque he he-,cho obras muy buenas y me he
dedicado a cu¡nplir la Ley. No, eso no es así. La justifica-
ción, el volver a tener buenas relaciones con nuestro Dios y
el ser perdonados de nuestras maldades, se debe a la gra-
cia infinita que su misericordia nos concede, y a los méritos
de lesús que derramó su sangre por nosotros.
Una frase que se puede entender mal.
Dicen que la mejor explicación de una frase de la Sa-
grada Escritura es otra frase de la Sagrada Escritura.
Y esta frase tan famosa de San Pablo y que ha sido la
lanza de ataque de todos los protestante contra la religión
católica, hay que saber explicarla con otra frase de la S.
Biblia. San Pablo dice: "El hombre es justificado por la
fe, sin las obras de Ia Ley". Muy bien. Estamos total-
mente de acuerdo. Así es. Pero ahora hay que traer otra
frase del Libro Santo que complete Io que se acaba de de-
cir. Y se trata de un pasaje famosísimo del Apóstol Santia-
go. Dice así: éDe qué sirue hermanos que alguien ten-
ga fe si no tiene obras? éAcaso podrá salvarle la fe'
La fe si no tiene obras está muelta (Sant. 2,L4)-
Así que para quedar en buená amistad con Dios, y para
que se borren nuestras maldades, o sea, para obtener la
justificación, lo esencial es Ia fe. Es la gracia de Dios lo
-qr"
nor justifica gratuitamente por los méritos que lesu-
cristo ganó muriendo por nosotros en la cruz. Pero para
obtener la santificación, la salvación y un buen puesto en el
aaflu!_F_{r sE' - ütct_f} A
cielo, son necesarias también las obras buenas, porque
según el apóstol Santiago, la fe que no tenga obras buenas
es una fe muefta, y con cadáveres no se ganan victorias.
Sa,n,,HEBteo V ¡, 2t- 7,.7.
Dijo Jesús.' "ffo todo el que me dice "S"eríor7 .5e-
ñar'i entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumple
la voluntad de mi Padre que está en el cielo'i
Jesús quiere pregonar una gran verdad: que hay sola-
mente una fórmula para demostrar la sinceridad de nues-
tras creencias: que nuestra vida práctica corresponda a lo
que creemos. Las palabras feruorosas en la oración nunca
pueden reemplazar a las buenas obras que el Padre Celes-
tial nos ordena hacer, y a !a buena conducta que Dios exige
t'La mejor pemitencia es Ia obedtencia'',
de nosotros.
repetía un santo, y Jesús proclama: para saher si en ver-
dad tu amistad con Dios es sincera, lray que auerl-
guar si eumples lo que Dios te ha mandado hacer".
ZDe qué sirve decir que amamos a una persona si no hace-
mos lo bueno que Ie agrada, sino !o malo que le desagra-
da? Aquel niño se cuelga del cuello de la madre y le dice
besándola: "Te quiero"! Entonces la mamá le manda: "Vete
a la tienda y compras el pdfi", -y el hijo le responde: "No
voy, no me da la gana de ir". éLa amaba de verdad? Era
amor de palabras. Pero cuando se trató de demostrarle con
obras que sí la amaba, su amor resultó falso, de mala cali-
dad. Y ese es un gran peligro para nosotros. Podemos decir
EL EVAN G ELI tr EXP L! trAD tr NA 4
en el alma: "Oh mi Dios, cuántote amo!". Pero luego el
Señor hablando a nuestra conciencia nos pide que deje-
mos una mala amistad o un mal espectáculo o una costum-
bre dañosa o que ayudemos generosamente a un pobre, o
que leamos un libro bueno o que recemos un poco más, y
enseguida le respondemos: "No lo hago, no me da Ia
gana hacerlo"! -iCuánto merece entonces de calificación
ese tal amor nuestro al Señor Dios? Nos puede pasar como
el hijo aquel del que habla Jesucristo, 9u€ dijo a su Padre:
"Sí quiero ir a donde me mandas", pero luego no le dio
la gana y no fue. Y así aunque decía con palabras que sí
amaba a su padre, con obras estaba demostrando lo con-
trario (S. Mateo 2I,28).
Examinemos nuestra conciencia. l-a Voluntad de Dios
está manifestada en sus Mandamientos. éCómo los
cumplimos? iBien, regular, o mal? 1o éNos acordamos de
Dios cada día varias veces para ofrecerle Io que hacemos,
darle gracias, pedirle perdón y encomendarnos a su bon-
dad? 2o LDe veras nos esforzamos por no jurar nunca ja-
más? Los juramentos vanos vienen del Maligno, dijo Jesús
(Mat. 5¡34). iTenemos cuidado para no pronunciar el nom-
bre de Dios sino con mucho respeto y cariño? Y el 3o ¿Obe-
decemos la Ley del Señor que dice: "Seis días
trabajarás y harás tus obras, pero el séptimo es día
consagrado a tu Dios. Ese día descansarás tú y toda
tu familia. iVamos a misa todos los domingos? (Y no sólo
cuando "nos nace'i pues la Ley de Dios no es sólo para
cuando "nos naceJ. 4o éTratamos con paciencia y cariño
a nuestros padres? ZSomos generosos con ellos? 5o ZRe-
DI]MINED 9'r - CIDLD A
zamos por los que nos hacen mal? ZNo murmuramos ni
deseamos mal a otros? 60 éEvitamos películas para mayo-
res de 18 (que son dañosísimas al alma y disgustan a nues-
tro Dios). ZTenemos cuidado para cambiar de canal en TV
cuando hay escenas no sanas? éEstamos alefta para que a
nuestras casas no entren revistas o fotos o novelas incon-
venientes? éRevisamos el internet, y las conversaciones de
nuestros jóvenes? éCuidamos de que no vayan a las disco-
tecas (donde la juventud entra virgen y sale prostituida) o
a bailes públicos o a reuniones peligrosas? cRespetamos
y hacemos respetan nuestro cuerpo? ZCuidamos nues-
tros pensamientos para que no sean desagradables a Dios?
Y el 7o: ZEvitamos todo lo que,sea robo, trampa, engaño?
(Sabiendo que tenemos la obligación seria de restituir lo
ajeno). 80 ZHuimos de la mentira? Porque si adquirimos la
mala costumbre de mentir, nos vamos desacreditando ante
los demás y nos hacemos antipáticos ante Nuestro Se-
ñor. "Los labios mentirosos Ios aborrece Dios" (Pro-
verbios 12).
Del examen cuidadoso acerca de los Mandamientos po-
demos sacar como conclusión si estamos cumpliendo la
Voluntad del Padre Celestial, o si únicamente nos estamos
contentando con decirle: "Señor, Señor", sin interesar-
nos por cumptir lo que Él na ordenado hacer.
'Aquel día muchos dirán: "Señor, hemos profetiza-
do en tu nombre, y en tu nombre echado clemonios
y en tu nombre hernos hecho milagros. Y Yo les diré:
alejaos de mí malvados'i
E L EVAN G ELI tr EXEII-trAD-D Na4
.
Puede uno estar tres ¿rños con Cristo oyéndolo, y ha-
ciendo milagros por el poder recibido de El, y luego ven-
derlo'por 30 monedas y ahorcarse y perderse' Es una his-
toria triste que produce escalofrío, y que puede re-
pet¡rse en nosotros.
Jesús nos previene contra la fatua vanidad de creernos
ya dentro del Reino de sus elegidos porque hablamos de su
evangelio o trabajamos por su Iglesia. Il nos recuerda algo
que nunca deberíamos haber olvidado: que si seguimos
siendo malvados, no seremos reconocidos como amigos
suyos en la eternidad. Malvado es el que se dedica a ha-
cer, pensar o decir lo que desagrada a Dios, lo que va con-
tra la Divina Voluntad expresada en sus Mandamientos.
Estas frases del evangelio'de hoy son una seria adver-
tencia para todos los que nos consideramos Seguidores de
Cristo: nuestro amcr hacia El ésíestá en verdad respaldado
por buenas obras, o es sólo palabrería en los labios y ma-
ias acciones en nuestra conducta? Para la Biblia el "mal-
vado" es verdaderamente antipático ante Dios. No se rra-
ta simplemente de un pecador; porque eso lo somos todos
y Io seremos hasta el último respiro de nuestra vida. Se
trata de uno que ha hecho las paces con su pecado, con
sus malas costumbres. En eso consiste ser malvado: en
hacer decir o pensar lo que es malo y quedarse tranquilo
sin luchar contra todo esto que es pecaminoso. Y si somos
malvados, aunque hagamos milagros y hablemos con elo-
cuencia sobrehumana, oiremos a nuestro Juez exclamar:
"alejaos de Mí, no os reconozco como amigos"!
DEMINGtr 9A - CICLI} A
"El que escucha mis palabras y las pone en práctica se
parece a un hombre prudente que edificó su casa sobre
roca. Cayó la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos
y la casa no se hundió Wrque estaba cimentada sobre roca'i
El hombre prudente antes de edificar su casa consultó a
los expeftos: "áMe conviene construir en este hen-
ilroso sitio del valle?" -No, porque está muy cerca del
río y Ia creciente la derrumba-. éEntonces en aquella altu-
ra con tan hermosa vista? -No, porque allá sopla muy fuer-
te el viento y Ie arranca el techo-. Entonces éen aquella
pequeña altura tan hermosa? Tampoco, porque el piso es
arenoso y cederían fácilmente los cimientos. éEntonces
dónde? -preguntó,de nuevo a los expertos: 'Allí en esa
troca. Ahí quedará con cimientos fueltes y ampara-
da contra huracanes"-. Les obedeció y salvó su habita-
ción del desastre.
Sobre Ia edificación espirltual de cada uno caerán las
lluvias anrasadoras de las críticas y murmuraciones, y
los aguaceros de preocupaciones que todo lo querrán inun-
dar. Crecerán los torrentes de nuestras pasiones,
como esas quebradas secas de Palestina que en verano no
aparecen, pero en invierno se llevan con sus intempestivas
crecientes las casas de los imprudentes que edificaron en
sus orillas. Nuestras pasiones estallan en cualquier momen-
to, y ay del que no esté bien fundamentado en la roca que
es la Palabra de Dios. Vendrán el viento frío de la incom-
prensión y los huracanes de las "matas suertes"r los malos
negocios, las desgracias familiares y los fracasos. Solamente
EL EVANGELID EXPLItrADtr} §O 4
qu¡en esté apoyado en la Palabra de Dios bien meditada y
recordada, será capaz de perseverar firme en sus creen-
cias y'en la alegría y el optimismo de quien confn en Dios.
El'que escucha mis palabras.
Lo primero que se necesita es recibir la Palabra del Se-
ñor. 'léCómo llegarán a creer si no reciben la Palabra?" -
preguntaba San Pablo-. La fe viene por el oíf (Romanos
10). El mal.terrible de muchas personas en Ia actua-
lidad es que no escuchan las palabras que los pue-
den salvar; Cuántos tendrían que redactar para sí mismos
el espantable epitafio que redactó para su tumba un cris-
tiano de nuestros tiempos: "Aquí yace un hombre que
murió sin leer el libro que lo iba a salvar: La S. Bi-
blia", Hay gente que tiene tiempo para comer y tiempo
para reír, tiene tiempo para dormir y tiempo para pasear,
pero jamás tiene tiempo para leer un libro que hable de
Dios y de la salvación. Y es espantoso no tener tiempo para
Dios y para el alma. En el día del Juiclo no nos atreveremos
a decir: "No leí Palabra de Dios, porque no tenía tiem-
po". ,-No diremos eso, porque cada uno tiene tiempo para
lo que quiere. Lo que no teníamos era interés por saber lo
que Dios quería de nosotros.
Uno va a una Iglesia cuando están leyendo la Palabra
de Dios en la S. Misa. Si después de Ias Iecturas pregunta a
las personas para saber quiénes:recuerdan algo de lo al!í
leído, se quedará abismado: de cada 25 personas,24 no
captaron ni un sólo pensamiento de lo que oyeron, ni re-
DE}MINGI] ger - CICLI] A
cuerdan siquiera una frase de las lecturas bíblicas de esa
Misa. Es impresionante la indiferencia de nuestras gentes
acerca de la Palabra de Dios. Por eso Jesús insiste en la
prirnera condición para que la casa de nuestra san-
tidad sea finme: Escuchar sus palabras. Las escucha-
mos cuando oímos con atención a quienes en la Misa leen o
predican. Las escuchamos cuando leemos con cariño y fe
una página de la S. Biblia o de otro libro religioso aprobado
por nuestra santa Madre la lglesia. Las escuchamos cuan-
do atendemos con humildad Ios buenos consejos de quien
nos habla incitándonos a la santidad, o las insinuaciones de
nuestra conciencia que nos invita a ser mejores.
Jesús nos dice a nosotros lo que exclamó ante la prime-
ra de sus tres tentaciones. "No sólo de pan vive el horn-
bre, sino de toda palabra que sale de Ia boca de
Eios" (Mt. 4). Cuántos jóvenes que al llegar a la universi-
dad pierden totalmente la fe porque no iban abastecidos
con Palabra'de Dios, no leían nada religioso, no escucha-
ban sermones, no hablaban con personas instruidas en lo
espiritual, y la ola materialista de la Universidad no encon-
tró roca firme contra la cual estrellarse en vano. En cambio
cuántas personas hay que ante las embestidas de las teo-
rías ateas, y utilitarias de la actualidad se mantienen firmes
en su fe, porque Ias tormentas que asaltan su espíritu se
estrellan impotentes ante la roca de la Palabra de Dios que
han leído y meditado día por día;
Quizá la casa edificada sobre roca sea menos bonita y
menos atractiva exteriormente que, la que está edificada
@
 _D_D_V,ING_Q_e.__-c!lc_u_ol
sobre arena' Pero es
más segura para er momento
tormenta' cieros s¡n nuoeJ,ii?rp"rtades, de ra decir al Señor: "Dichosos los pobres', pero no pienso sino
nadie' Faras .e sarud, no éxisten para
que chocan unos contra
iáp"i*¡"nes dororosas, caracteres en ser rico, ide qué me sirve oír si no practico nada? S¡ Él
otros, ngqo ios que andan me recomienda que no obre para ser visto por Ia
desempreo, cambio mal, gente sino para agradar a Dios, y vivo pendiente sola-
principio oarecgl ¡:lü;;:prooi"rr; ;;l;s.r que at
nonadas
en trasedias; tentac¡ones v uiror, ;¿;rñcánv¡rr¡enoo
mente de lo que dirán y opinarán los demás de mí, estoy
escuchando sí, pero no estoy practicando, y el árbol de mi
iasilntoquá.;;;;r.:. para po_
der resist¡r cbn rortaleialni"'ü¿u, vida se ha llenado de hojas, pero Jesucristo no encuentra
mal se necesita_hao", estas embestidas
l"?oá,;a y meditado repetidas der frutos en é1, y esto le desagrada grandemente (SJC).
ces la Patabra de Dios. ve-
o*qt;':;¡Li
Ia casa, en vano trabajan i-"*il=: nstruye
io" "El que escucha mis palabras y no las pone en práctica
Ni las tempestaoe, áá'áerñcia, "onrtructorerl(s. L27). se asemeja a aquel necio que edificó su casa sobre arena.
inrittraciones caradur inesperadas, ni las
á"r á"#ái¡r, n¡ ,i-l!r'ñliares, rísi-
Cayó la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos,
cos o materiares rograrán irrumpieron contra la casa y se hundió fofalmente".
¿erruloá,
rituar si estamos. apeftrechadoi nrárti. ,Jr.o. espi-
que hemos venido con ra parabra det señor
rec¡orenil|"rumiando. Quiere Jgsús insistir en que es necesário poner por
obra lo que El nos ha enseñado. Que el conocimiento de
Escucha, Ir::lrbra, porque no se puede sus enseñanzas se vuelve transformador solamente cuan-
de apóstor si primero tener boca do las convetimos en obras buenas. Puede uno saberse de
no dd üd¿; oídos
de discrpuro.
memoria la Biblia entera y vivir como un candidato al in-
Jesús diio argo admirabre, ..Ft fierno. El conocimiento de la Palabra de Dios para que sea
bra de o¡ós y l, pon
;nrlgti*-gue escucha ra pare _ como Dios quiere tiene que convertirse en acción. No pue-
in¡ rnadre (Lucas 9,27)- y I de quedarse en mera teoría, es necesarío que se vuelva
"-r;il;:.*ano
escuchamgs y pract¡caáosdááror hermanos de Jesús si t
lo ór" Er nos vida práctica. ¿De qué nos sirue ir donde el médico si
para que Et nos I
habrá nr-""".¡lrrno.¡_¡atosha dicho. pero no practicamos lo que éi nos prescribsT cPara qué
En et buricio
vra o¡strác;il;il" de sirencio. consultar al ingeniero arquitecto si después no seguimos
to' No hav ratos ,,át rograrescuchar-
.difícir los planos técnicos que él nos trazó, sino los planos
¡,ü; , ,.ggredores para er fururo chambones y equivocados que nuestra ignorancia ha fabri-
!i!iH"lñ;5"?;';:il'ií ;,ñ;.io
ile o¡ta r ro q uI
I
cado? Hay miles de personas que cada domingo oyen las
escuchar. Hay que Dra.r,.,. *^.ll9.ltentarse
sue pracicar cli
ffiffiT".drT;r,f e: sólo t enseñanzas de Jesús en la Iglesia y cada semana leen sus
H"n"r. !
I consejos en la Biblia y sin embargo no hacen esfuerzos por

-_____
 q Q Y1\G_p _g n_:_ gLtr
_L! _4
poner en práctica ro que ha enseñado
er Redentor. y este EI tercer paso es practicar: Hay que sentir viva la
es el gran peligro: Oír y no hacer
responsabilidad de hacer lo que Cristo nos ha ordenado
El programa de Jesús es: Escuchar
y hacer. eDe qué
y recomendado. Hay que volverse disponibles para los
me serviría saber que Jesús dice: ,'No cambios que la Palabra de Dios exija en nuestro modo
.r*,í¿ul¡üis a uno de
estos pequeñueros, porque er que enseñe
at maiá un peque-
de hablar, pensar y obrar.
ño más re varie.ra que re corgaran una piedra
ar cuero y ro
echaran ar fondo.der mar'i s despué, rraoro Hay una frase de San Pedro que ha dado la vuelta al
¿áiuntu de tos
niños con vocabutario atroz, y compro mundo impresionando a quienes la escuchan: éA quién
ante sus ojos ro roba-
do, y nunca me ven y otro iremos Señor? Tú tienes Palabras de vida
lezart sime escuchan habrai mar de ros eterna (Jn. 6,68). cCómo no apreciar y tratar de practi-
sacerdotes y de su Iglesia? Arena y sólo
.*Áá n" cotocado
entonces debajo de ra casa espirituar y
de mi üau, y cuando
car unas palabras que producen un fruto que jamás ha-
menos piense puede venir el desastre. brá de marchitarse?

Palabra no convertida en rearidad práctica Cada uno de los que leemos la Palabra'del Señor en
que se muere inútilmente en nuestro es
- parabra el Evangelio le deberíamos repetir emocionadamente a
campo.
lesús la frase de aquella sencílla mujer del pueblo: "Di-
Las primeras comunidades cristianas choso el vientre que te llevó y los pechos que te alimen-
confrontaban y
comparaban sus vidas con ro que
Jesús náua ense- taron'i y Él nos dirá, vez por vez, lo que al responderle a
ñacro' Era ra única ctave infaribre pu-iiuárl¡ ella dijo para cada uno de nosotros en particular: "Di-
estaban
viajando hacia la santidad y la
salvación. chosos los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen
en práctica". iQué gran promesa! Seremos dicho-
Er primer paso es escuchar. sos si lo escuchamos a El, y practicamos lo escu-
mudos para habtar la palaUra áe Muchos se han vuerto chado. Y si prometió que seremos dichosos es que sí en
o¡os porqJl pr,r.ro ,"
volvieron sordqs para escuchafla. verdad lo vamos a ser si hacemos lo que El nos ha reco-
mendado. Porque cuando Cristo promete algo no puede
Er segundo paso es meditar: dejar de cumplirlo. Antes pasarán el cíelo y la tierra que
gelio que "meditaba
De María dice er evan-
ru .áiu zón,, ro que escuchaba deje de cumplirse siquiera una de las palabras de sus
"nquá .
promesas.
§:f;,.ffi;l[H:':oor 'áá¡t" 'n-oiJoiio q,e er
q
 1

No olvidemos nunca que EL MAS G¡tAhlDE PELI-

GR,O PARA QUIEN ESCUCHA LA PALAERA DE DIÜS
E5: Frlü PRACTICARLA. Aunque la escuchemos y apren-
damos, si no la cumplimos y no la practicamos nos va-
mos a quedar fuera del reino de Dios Ya que hicirnos
!o ¡rrinrelo que es oír lo que Dios nos ha dicho, ahor'¿
dediquérnonos a lo segu¡ do que es tan importante:
practicar lo que Él nos ha recomendado. Si así lo hace-
mos, podemos estar seguros de que la Palabra de Dios
nos librará de nuestras malas costumbres, nos hará cre-
cer en santídad y nos conseguirá un puesto de prefe-
rencia en el cielo para siempre. Arnén.

ffi)ffiHV!',ffinfiGffi S(o'¡. GIC'Lffi ffi
nños zoo6i-2oo9-2rlr.a-20n
PRIM ER.^&, LECTüJIt.E : lDeuteror¡mrlm fiCI
5, 12-Í.5
Esto dice el Señor: "Guarda el día del sábado,
tl¡ficándolo como el 5eñor tu Dios te ha tnandado,
Durante seis días puedes trabajar y hacer tus tareaq pero
el séptimo día es día de descanso, dedicado al Señor tu
f,r¡-os, No haréis trabajo alguno ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni
la esclava, nitu buey, nitu asno, nitu ganado, ni elforaste-
ro que reside en tus ciudades, para que descansen como
tú. Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que te sacó de
allíel Señor tu Dios con mano fuefte y con brazo ertendido.
Por eso te manda el Señor tu Dios guardar el día sábado'i
El Deuteronomio para insistir más en la importancia de
santificar el día séptimo de cada semana, recuerda un acon-
tecimiento nacional fundamental para el pueblo de Israel:
la liberación de Ia esclavitud de Egipto, y recomienda que
se celebre este día como gratitud a Dios que ha libe-
rado prodigiosamente a su pueblo.
Y este mandato tiene un marcado carácter social, el
descanso debe ser para todas las clases sociales,
desde el jefe de familia hasta el simple obrero y el extran-
jero y el animal doméstico. Es una ley humanizadora.
Df]MINGÚ 9A - GICLD B
El Verbo "sabat" significa "descansar".Y la Biblia quie-
re que este descanso se haga en honor de Nuestro Señor y
E como gratitud por los fávores que de Él hemos recibido. La
palabra "sábado"'significa' día de descanso". Para
los católicos el "día de descanso" es el domingo o sea, el
primer día de la semana, porque en ese día resucitó Nues-
tro Señor Jesucristo, y por lo tanto ha llegado a ser para
nosotros el día más impoftante de la semana.
san'
DURANTE SEIS OÍnS PUEDES TRABAJA& PERO
EL sÉPTrMo oÍn rs oÍn or DEscANso.
Los sicólogos dicen que este mandato es uno de los más
formidables remedios inventados por Dios para librarnos
de la neurastenia, del mal genio continuo.
Los sabios han descubierto que lo que acaba con las
buenas relaciones humanas en los hogares y familias es
muchas veces el cansancio, y que un gran remedio para
mantenerse alegre es saber descansar a tiempo (EI gran
científico Einstein decía: "Mi secreto para poder rendir
es este: trabajar mucho, callarme la boca y... des-
cansar a tiempo").
Persona cansada es persona malgeniada, y persona
malgeniada echa a pique las buenas relaciones con
los demás.
Cuando Dios hizo al ser humano le puso esta ley: "Tra-
ba¡'arás seis días, y luego descansarás uno". y Él sabe
EL EVANGELItr EXPLTCADE NE 4
muy,bien,por qué exige esto: conoce hasta dónde ltega nues-
tra resistencia para el trabajo. Hace como el que fabrica un
carro: señala cuántas toneladas puede transpoftan Si se Ie
echa más peso del que el fabricante determinó, dañamos et
carro y nos quedamos varados a mitad del camino.
Cuántas vidas hechas un andrajo de brotes de mat ge-
nio, por no haber sabido descansar como Dios quería. Cuán-
tos matrimonios destrozados porque uno de los dos,
o ambos, no supieron descansar un día cada sema-
na. Cuántas úlceras al estómago, y cuántos ataques mor-
tales de riñones, porque imprudentemente se hizo trabajar
los siete días seguidos a un pobre cuerpo que no había sido
hecho sino para trabajar seis días cada semana.
Los que trabajan los siete días de cada semana, que
vayan ahorrando lo que ganan en "El Día del Señor",
para que lo gasten después en los tratamientos que les van
a tener que hacer para su sistema neruioso, o sus jaque-
cas, o su derrame cerebral. "Dios no castiga ni con palo
ni con rejo, sino con el mismo pellejo".
De uno se dijo: "Los 50 primeros años de su vida tra,
bajó cada día de fiesta, para ahorrar y ahorrar. Los otros
veinte estuvo inút¡l, y víctima de una rara colección de en-
fermedades mentales y físicas, gastando en remedios lo
que había ganado en los días festivos".
NO HARÉIS rneBAIO ALGUNO: Es una ley humani-
taria del buen Dios, para que descansando a tiempo, logre-
mos conservarnos más sanos y joviales.
L
DOMINED 9E - trItrLD B
Recordemos el antiguo adagio: "Dios perdona. Algunas
personas perdonan. Pero la naturaleza jamás perdona. Lo
que se hace contra la naturaleza se paga todas las veces".
La naturaleza, creada por Dios, manda que después de seis
días de trabajo descansemos uno. Jamás cometamos el
error de ir contra esta ley tan sabia de la naturale-
za. Es una ley hecha por el Creador para hacernos más
felices. Descansemos el domingo en honor de nuestro Dios.
Los sacerdotes paganos de Babilonia, para obtener que la
gente descansara el díia festivo lo llamaban "Día nefasto
para el trabajo. Día de mala sueÉe para hacer oficios".
(Sápattu, en su idioma significa'ldía nefastoJ. Puede ser que
de ahí hayan tomado los judíos el exagerado horror a toda
labor, por pequeña que sea, hecha en díia de fiesta, como lo
veremos en el evangelio de hoy, Todo extremo es vicioso.
de Jacob... Porque retiré sus hombros de la carga... porque
clamaste en la aflicción y:Yo te libré.
Este salmo es como un nuevo recordatorio de que nos
debemos esforzar por cumplir la Ley del Señor, como un
acto de gratitud por habernos librado de tantos males.
Hermanos: el Dios que dijo: "Brille la luz en medio
de las tinieblas", ha brillado en nuestros corazones para
EL EXPLICADE N.. 4
que nosotros iluminemos, dando a conocer la gloria de Dios,
reflejada en Cristo.
Pablo quiere que nosotros seamos como esas flores de
las regiones nórdicas que durante el día acumulan la luz
que reciben del sol, y después durante la noche la difun-
den, iluminando lo que está a su alrededor. Que los
que hemos sido iluminados por Dios por medio de lesucrls-
to, nos dediquemos también a iluminar a otros propagando
las enseñanzas del santo evangelio.
"Esfe tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se
vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no pro-
viene de nosotros'i
Esta es una de esas frases a Ias cuales dan ganas de po-
nerle la firma y añadirle: "Es verdad, lo he comprobado".
San Pablo sabe que al creyente le puede llegar e! or-
gullo al recibir tantos favores de Dios. Pero sabe también
que la vida está diseñada de tal manera que no nos permi-
te tan fácilmente caer en el orgullo, Por muchos que
sean los dones recibidos del Señor, somos víctimas de las
circunstancias que nos rodean y nos vemos sometidos a
situaciones sobre las cuales no logramos ejercer control;
estamos sujetos a tantos cambios y contrariedades de la
vida; llevamos un cuerpo moftal con tanta debilidad
y tan malas inclinaciones, que nos asemejamos a quien
lleva un gran tesoro pera en una vasija tan delicada que al
primer movimiento brusco se rompe y derrama el precioso
contenido, Por eso Según la famosa frase del apóstol, tene-
mos que "obrar nuestra sant¡ficación con tefnor y
ternbloÍ".
Mucho se habla de los grandes poderes del ser humano,
pero frecuentemente tendremos que repetir la frase de
Santa Ildegarda, célebre abadesa de la Edad Media: "De
[o que puedo estar absolutamente segura cada día
*s: de mi espantosa debilidad".
Antiguamente cuando era coronado un sumo PontÍfice,
se te acercaba un Monseñor y le recordaba: "Homo,
fumus, Fama Finis": "el hombre se conveftirá en humo,
y la fama tendrá fin'i prontamente; para que, no se llenara
de orgullo.
Santa Teresa supo en una visión que la puerta para
entrar en la prirnera de las siete Moradas de la santi-
dad es: Humildad: reconocer nuestra absoluta y total de-
bilidad; nuestra incapacidad para conservarnos buenos sin
la ayuda de Dios.
"Nos oprimen por todos lados, pero no nos aplastan.
Estamos apurados pero no desesperados; acosados, pero
no abandonados; nos derriban pero no nos acaban'i
El apóstol sabe que no estamos en un callejón del cual
no podamos salir. Una de las características de la vida del
que cree en Cristo es que siempre hay una nueva
¿portul'¡idad para salir victoriosos.

Podemos ser perseguidos e incomprendidos por Ias per-
sonas humanas/ pero nunca seremos abandonados por
Dios, si nosotros no lo abandonamos a É1. podemos repetir
con Santa Juana de Arco cuando todos sus seguidores la
abandonaron: "No estoy sola, me acompaña el buen
Dios". O con el salmista: "Aunque mi padre y mi ma-
dre me abandonen, Dios me protegerá y me ayu-
dará (Salmo 27).
Hay momentos en los que parece que todos los caminos
están cerrados. Hay horas en las cuales exclamaremos como
Jesús: "Oh Padre, aléjame este cáliz de amarguÍa,,,
pero luego tendremos que repetir como Ét: ..que no se
haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú".
Sabemos que los que creen en Cristo podrán perder
batallas, pero jamás perderán la guerra. y terminarán ex-
clamando lo que dicen los salmos: ..Señor, después de
haberme hecho pasar por desfiladeros peligrosos,
al fin me has hecho llegar a camino ltano y espacio-
so... Nos llegaban hasta el cuello las aguas espumantes,
pero tu bondad vino en nuestra ayuda y no nos dejaste
perecer, Señor.
"Lle-vamos_en el cuerpo la muerte de Jesús, para que
también la vida de Jesús se manifieste en nuesiro cuerpo,i
Dice san Pablo que para obtener gozar de ta vida glorio-
sa de cristo es necesario pasar antes p r el camino
[ue Él
recorrió: el sufrimiento y la mueÉe
- CICLD B
Ayúdanos Señor a interpretar los momentos doloro-
sos de Ia vida con esta clave: morimos para resucitar con
Cristo, somos humillados ahora para ser glorificados des-
pués en su Reino.
"Mientras vivimos, continuamente nos están entregan-
do a la muefte, por causa de Jesús, para que también la
vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal'i
Que se pueda decir de nosotros lo que escribieron junto
al nombre de los que murieron por construir la gran repre-
sa que le dio vida a los desíertos de Egipto: "Estos murie-
ron para obtener que otros tuvieran vida", Ese morír
nuestro de cada día, morir al egoísmo, morir,a la sensuali-
dad, desgastarnos por extender el Reino de Cristo, obten-
drá que la Vida Espiritual traída por Jesús, se comunique a
otras almas.
EVA¡IIGELIO: San Marcos 2,23¡ 3-6'
"lJn sábado atravesaba Jesús un sembrado: Mientras
avanzaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fa-
riseos les dtjeron: "Oye, épor qué hacen en sábado tct
que nü está permitido?".
Otro día, entre semana, era normal que una persona al
pasar por un trigal arrancara algunas espigas y se comiera
los granos. Eso estaba permitido, con tal de que no em-
pleara hoz o cuchillo para cortarlas (Exodo 23,24). Pero lo
EL EVANEELIO EXPLICADC] Ng 4
grave aqui para los fariseos era que esto lo estaban hacien-
do en un día de fiesta, en un sábado. A nosotros se nos
hace rara esta exageración de los fariseos, pero es que
ellos habían convertido la celebración del sábado en algo
triste y pesado, una obligación extremadamente rígida, que
en vez de hacer del día del Señor una jornada de
expansión y alegría, la convertía en una pesada car-
ga. Ni siquiera permitían cocinar alimentos en ese día (aún
hoy en Jerusalén si uno se acerca al muro de las lamenta-
ciones donde oran Ios judíos, si es Sábado no le permiten
tomar fotografías, porque dicen que eso es hacer un oficio
en día de fiesta). La exageración en el cumplimiento del
descanso en el día de fiesta, eso era Io que Jesús quería
corregir.
Fariseosr Los perpetuos aguafiestas. Los que mi-
ran solamente a lo externo, sin interesarles la intención con
la cual se obra. Yo también puedo IIegar a ser fariseo si me
paso la vida juzgando y condenando a los demás,
"Él les respo.ndió: lNo habéis teído nunca lo que hizo
David, cuando Ely sus hombres se vieron faltos y con ham-
bre? Entró en la casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacer-
dote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo
pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus com-
pañeros'i
Jesús cita aquí la historia que se nos narra en el
Primer Libro de Samuel Cap. 21, t-6. David va huyendo
para salvar la vida pues Saúl lo persigue a muerte. Lle-
DDMINGO 9A - trI.CLB B
ga al Santuario de Nob y pide algo de comer pero no
hay sino los "panes de Ia proposición" o sea aquellos
12 panes que según mandato del Libro del Exodo (25,33s)
debían colocarse cada semana delante del Arca de la
AIianza, en representación de las 12 tribus de Israel. AI
final de la semana se cambiaban por otros panes nue-
vos, y los panes antiguos que se quitaban solamente
podían ser comidos por los sacerdotes. Pero David y
Abiatar juzgaron que no habiendo allí ningún otro ali-
mento a Ia mano, era más impo tante calmar el
hambre de unos pobres fugitivos que atenerse
estrictamente a Ia letra de la ley.
Jesús al citar este caso demuestra que las mismas Sa-
gradas-Escrituras ofrecen un precedente en el cual
se enseña que ante una seria necesidad humana hay que
mirar más a lo que la persona necesita que a lo que manda
la letra de la ley.
Qué humano es Jesús. Qué inmensa innovación para
los üeyentes de esa época paia los cuales lo que importa-
ba era la letra de la ley aunque para obse¡varla se llenara
de crueldad la vida humana. Jesús quiere que la Iey sea
sagrada y que se cumpla, pero que cuando esté de por
medio el bien verdadero de una persona, se sepan también
hacer excepciones de ciertas leyes secundarias.
Y añadió: -El sábado se hizo para el hombre y no
el hombre para el sábado. Así que el Hiio del Hom-
bre es señor también del sábado'.
EL EVANGELIE EXPLItrADtrI Ng 4
Es la ley de la caridad. El ser humano existió mucho
antes de que existieran estas leyes rituales. EI ser huma-
no fue creado por Dios no para ser esclavo de las
propias leyes cuando son exageradas, sino para rea-
lizarse lo más plenamente posible. Las leyes se hicieron
para favorecer a los seres humanos, y ño los seres huma-
nos para ser esclavos hasta el exceso de las leyes.
éQué dijéramos hoy de quien quisiera que la ley
del descanso dominical sea tan exagerada que no
lo deje a uno en ese día hacerle un pequeño arreglo
a su casa, o lavar el auto, o lavar una pieza de ropa
que se necesita con urgencia, o hacer una curación
a un enfermo o vender un rato en un negocio? Es
verdad que es importantísimo descansar en Día del Señor,
pero hacer de la Iey del descanso una camisa de fuerza
que lo lleve a uno a creer pecado cualquier actividad que
se hace esporádicamente en el día festivo, sería cambiar
en pesada y triste una ley que se hizo para que seamos
más felices. Descansar sí los domingos y que esto sea sa-
grado para nosotros, pero si por excepción hay que hacer
una labor alguna vez, no andar con escrúpulos infundados.
Jesús es dueño del Día de Fiesta y nos sabrá comprender.
"Entró otra vez en la sinagoga y había allí un hombre
con parálisis en un brazo. Estaban al acecho para ver si
curaba en sábado. Jesús le diio al que tenía la parálisis:
"Levántate y ponte en medio", Y a ellos les preguntót
"éQué está permitido en sábado: éhacer lo bueno o
hacer lo malo? ésalvarle la vida a un hombre o de-
ryg-:-qlqLrl B
jarle morir? Se quedaron callados. Echando en torno una
mirada de ira, dolido de su obstinación, le dijo al hombre:
"extiende el brazo", Lo extendió y quedó restablecido'i
lesús se enfrenta de nuevo a los fariseos en plena Sinago-
ga o casa de oración, y lo hace valientemente. Allí todos po-
dían obseruar a la Comisión del Sanedrín que ocupaba siempre
los primeros puestos, reseruados para ellos. Esa comisión debí¿a
examinar lo que enseñaban los predicadores, para que no
fueran a desviar al pueblo con sus doctrinas.
Una vez más Jesús va a anteponer Ia caridad a Ia obser-
de los He-
vancia exagerada de las leyes. El Evangelio
breos, un evangelio apócrifo (o sea no reconocido
por la lglesia como auténtico) pero que es muy anti-
guo, dice que aquel pobre hombre era un albañil que nece-
sitaba ese brazo para poder trabajar y ganarse así el pan
para é! y para su familia. Jesús habría póOlOo evitarse pro-
blemas y hacerse el que no había visto al tal hombre. Pero
su corazón bondadoso lo llevaba a actuar a favor
del necesitado. Señor, compadécete también de mis
manos secas, perezosas para el bien, y cúralas.
La ley de los fariseos eran tan exagerada que prohibía
echar ungüento en una herida dolorosa el día sábado, o
quitar los escombros de una pared que había caído sobre
alguien y lo había matado. No se podía hacer eso en día
sábado. Había que dejar allí el cadáver debajo de los es-
combros hasta el día siguiente. Jesús quería correglr
estos excesos tradicionales. La ley no puede ser total-
 EL EVANTJELIo EXPLItrADo Na 4
mente rígida e inflexible porque entonces se conviefte en
un tormento en vez de ser una ayuda para el ser humano.
El dilema de Jesús es muy claro¡ éen día de fiesta
se puede hacer el bien o no se puede hacer? éeué
sera mas impoftante, la ley externa b la caridad? curai a
ese hombre era hacer un bien. poder curarlo y no curarlo
era un mal. Poderle ayudar a trabajar por su cuenta y en
cambio dejarlo en su miseria, éno era una lnjusticia?
Este. pasaje es -fundamental porque contrapone el
pensamiento de Jesús con el modo de pensar de ios fari-
seos. Para éstos lo fundamental es la letra de la ley aunque
se vaya contra la- caridad y la dignidad de las personas. En
cambio para Jesús lo más importante es la caridad, el res-
peto al verdadero bien de la persona. para Jesús la verda-
dera religión es seruicio a los demás, mientras que para los
fariseos la religión es legalismo aunque no se ayude a na-
die (como aquel sacerdote de la parábola del éamaritano
que no quiso ayudar al necesitado pero sí era exacto en
cumplir las leyes rituales).
éTendremos nosotros espíritu farisaico que sólo
se preocupa por ser exactos en cumplir las leyes y regla-
mentos sin impoftarnos el ayudar a los necesitados? pára
Jesús la verdadera religión se manifiesta en una respuesta
generosa al clamor del necesitado que pide ayuda, Jesús
sabe que el tiempo que se dedica a socorrer al necesitado
es tiempo santificado y que dedicarse a ayudar al que lo
necesita es también un buen modo de santificar el Dia:del
DDMINED 9A - CICLf] B
Señor, aunque sin descuidar Ia ley del desqanso y el asistir
a los actos de culto en este día santo. Su lema será siem-
pre: "Hay que hacer esto sin descuidar aquello"
(S. Mateo 23;23).
"Echando en torno Ltna mirada de ira':
San Marcos es gráfico y descriptivo. Parece un repofte-
ro de televisión. Se siente aquí la repetición de los sermo-
nes de San Pedro el cual recuerda estos detalles de Ia vida
del Divino Maestro a quien él acompañaba tan de cerca.
Señor: no me mires jamás con ira. Mírame siempre
con misericordia. Yo no quiero obstinarme en mis terque-
dades y caprichos y exager¿ciones. Más prefiero ser un
pobre necesitado que implora cada día tu ayuda, que un
orgulloso que se atreva a poner en tela de juicio tus actua-
ciones.
Señori Tú también eres un apasionado capaz de
airarte. No eres un insensible. Cuando los seres huma-
nos se cierran a ser razonables y prefieren sus
Ieguleyadas a las exigencias de la caridad, te disgustas.
Estos te encolerizan Señor. Y yo no quiero disgustarte
por nada del mundo. Quiero repetir Io que enseñaba
San Francisco de Sales: "Prefiero que me critiquen
por ser demasiado caritativo con los demás, que
por duro e insensible de coraz6n". San,' Francisco
pensaba como piensas Tú. Y yo quiero ser del rnismo
parecer. Y obrar en consecuencia.
EL EV,A.NGELID trXPLIIADÜ Ntr 4

"Y se dolió de su obstinación":

Es un dolor de compasión al ver que bajo el manto de

DOMINGO 90,
una obseryancia religiosa pisoteaban las leyes de la cari-
dad. Sientes tristeza Señor al ver esos corazones tan duros.
Una mano seca la pudiste curar, pero un corazón endureci-
CICLO C
do éacaso se dejará curar ni siquiera de Ti? Oh Se- 2007-20r o-2ar 3-201 6-2A1 9
ñor: cámbianos este corazón insensible de piedra por un
corazón de carne, sensible a los llamados de Dios y a las
peticiones de ayuda del prójimo. SEN()R, N() S()Y DIGN() DE OUE
"En cttanto salieron de la Sinagoga, los fariseos se pusie- ENTRES EN MI CASA
ron a planear con los herodianos el modo de acabar con É1,: iE¿ñr-{l D}Eig.E] IÉZSÉJ E-Eí§.XI i».i#rrrl L_'i*Efl irr:E<¡It UfE=_11
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Políticamente los fariseos eran tremendamente enemígos IH

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de los herodianos, pues los fariseos eran rígidos hasta el ex- t=-l
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tremo en su nacionalisrTlo, y en cambio los herodianos ayu- m
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daban al gobierno de Herodes que era un vendido del tirano ñt
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que los gobernaba desde el extranjero. pero ahora, con tai
de ir contra Jesús, se ponen de acuerdo para atacarlo. ffi ffi
'¡fí
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El final de este pasaje evangélico es dramático, ffi E
Desde lejos se alcanza a ver ya la sombra de la cruz que se
ffi ffi
acerca. Durante tres años el combate será tenaz y despia-
ffi tü
dado. El odio de los judíos no conoce rímites. Jesús podrá
ffi Hl
repetir en la Últ¡ma cána: "Me odiaron sin motivo,,. Tam- FAI

m ffi{l HXI IEFA Ei*{l |r}Xr{] L.El RI

bién nosotros los que nos dedicamos al apostolado tendre- E-+AB I'EXaXl y!l

mos quiénes se dediquen quizás a hacernos ta guerra. pero
ya sabemos que como nuestro Maestro, desfiués de ser
incomprendidos en esta tierra, seremos glorificados en el
cielo. Amén.
Vista de Catarnaún en la actualidad. Entre la vegetación
se descubren los restos de la sinagoga y las excavaciones.
Los fariseos dijeron a Jesús: "Este centurión nos ha
construido la sinagoga"

OBACTóN;:;Señor, nos acogemos confiadamente a tu
providencla que nunca se .equivocd, y te suplicamos que
apaftes de nosotros todo mal y nos concedas aquellos be-
neficios que pueden ayudarnos para la vida presente y ta
futura.
los
"Señor, los ex-
Salomón oró en el templo diciendo:
tranjeros oirán hablar de tu nombre famoso, de tu
mano poderosa, de tu brazo e¡Gendido.
Es éste un pasaje de la hermosa oración que Salomón
pronunció el día del traslado del Arca de la Alianza at Tem-
plo de Jerusalén. Se anuncia que también un día los no
israelitas conocerán las maravillas del poder def tlio,s
de Israel" Queda opoftuna esta noticia en este domingo
en el cua! el Evangelio nos habla de la gran fe de un extran-
jero, el Centurión, que creyó con el poder de Jesús y obtu-
vo un milagro.
"Cuando un no israelita venga de un país extranjero,
atraído por tu nombre, para rezar en este templo, escúcha-
le Tú desde el cielo y haz lo que te pide el extranjero'i
L
DtrM¡NGO 9A - CICLI] C
Admira que ya desde tiempos tan antiguos en Is-
rael se rogara a Dios por los extranjeros. En realidad
que en asuntos de fe y de religión ninguno puede ser
verdaderamente extranjero para nadie porque todos
somos hijos'del mismo Dios del cielo. Pero el siguien-
te párrafo nos da la explicación del por qué se pide al
Señor que escuche la voz del no israelita, es para que
Dios sea más estimado y más amado por esos pue-
blos. Porque el buen creyente nada desea tanto como
que Dios sea más conocido y más obedecido.
*Así te conocerán y te temerán todos los pueblos
de la tierra lo mismo que tu pueblo Israel".
Es un deseo verdaderamente misionero. Es lo que Jesús
nos mandó pedir y desear cada día al rezar el Padre Nues-
tro: Que venga tu Reinor gu€ sea santificado tu nom-
bre.... que se haga tu Santa Voluntad en la tierra así como
se hace en el cielo.
Este fue el mayor deseo de Jesús y de los profetas y
debe ser nuestro gran ideal: que todos conozcan, respe-
ten, amen y obedezcan a nuestro buen Dios.
AIabad al Señor todas las naciones.
Aclamadlo todos los pueblos,
EL EVANGELIT] EXPLICAD[] NA 4
SEGUNDA LECTURA: Comienzo de la
"Yo Pablo, enviado, no de hombres, nombrado Apóstol
no por hombres sino por Jesucristo y por Dios Padre que lo
resucitó, y conmigo todos los hermanos, escribimos a las
iglesias".
Empezaremos hoy la lectura de Ia Cafta a los Gálatas, la
cual continuaremos leyendo y comentando los cinco do-
mingos siguientes.
Dicen los comentaristas que la Cafta a los Gálatas
nos lleva más cerca del corazón del Evangelio de
Pablo que cualquiera otra de sus caltas, y que en
ella el apóstol coloca delante de nuestros ojos el ideal de
lo que debe ser la Iglesia.
Esta cafta, como todas las demás de San Pablo, fue es-
crita para enfrentar una situación inmediata: porque se
presentaba una situación amenazadora, por eso fue re-
dactada. Y por eso mismo, porque fue escrita para reme-
diar una situación amenazadora y una necesidad clamoro-
sa, es por lo que tiene aún tanta vigencia. Está llena de
vida porque mientras la iba dictando tenía en la
mrente [a imagen de Ia Eente a la cual escrihía, y
volcaba su corazón en palabras que fluían una tras otra en
su deseo de ayudar. Las cartas paulinas son torrentes de
palabras llenas de vida que fluyen directamente desde el
DTf MINEtrl 9E . CItrLE tr
corazón emocionado del apóstol hasta el corazón de sus
amigos que las leen o las escuchan.
Alguien ha comparado la Cafta a los Gálatas, a una es-
pada afiladísima, en manos de un agilísimo combatiente.
Va ahuyentando enemigos y estorbos, para dar vía libre al
verdadero mensaje de Jesús. Pablo la escribió para res-
ponder a un ataque contra él y su evangelio. Si esta doctri-
na contra él y sus enseñanzas hubiera progresado, el cris-
tianismo se habría conveftido en una de tantas sectas ju-
días, dándole toda la impoftancia a las prácticas legales
judías y no a la acción de la gracia de Dios.
"Pablo, enviado no por hombres, nombrado apóstol no
por hombres sino por Jesucristo'i
Los enemigos de Pablo decían: Éste no tiene las cuali-
dades para ser apóstol, pues según el discurso de Pedro
cuando iban a nombrar el reemplazo de Judas, para ser
apóstol se necesita "que sea uno de los que han acom-
pañado a Jesús desde el día en que fue bautizado
por Juan hasta el día en que fue elevado al cielo"
(Hechos L,zL) y Pablo no había sido de este grupo. Además
había sido perseguidor... Pablo responde con santo orgullo
que el origen de su apostolado no es humano. Que no fue
ordenado para este cargo por la mano de ningún hombre.
Que su vocación viene directamente de Dios. Otros hom-
bres podrían tener otras cualidades para ser apóstoles; pero
él posee una cualidad especialísima: en el camino
de Damasco Jesucristo se Ie apareció y lo nombró
EL EVANtSELItrI EXPLIEADf] Ntr 4
su apóstol. Su afirmación es irrebatible: no debe su apos-
tolado a que algún hombre lo haya escogido para esto, sino
a que en el camino de Damasco, en una,aparición, se en-
contró cara a cara con Jesucristo, y de El recibió directa-
mente el encargo de Dios para ser apóstol del evangelio.
San Pablo tenía la seguridad absoluta de que Dios le había
hablado... Para nosotros esta noticia es de gran importan-
cia porque cuando leémos o escuchamos sus mensajes sa-
bemos que provienen de alguien que se entendió muy bien
con nuestro Dios, y que de El aprendió los mensajes que
nos comunica.
La verdadera razón que le proporcionaba a San Pablo
tan grande capacidad de entrega y tan admirable entusias-
mo en su predicación radicaba en que poseía la seguri-
dad absoluta de que Dios Ie había encomendado la
labor. Consideraba cada esfuerzo que su apostolado le
exigía, como una tarea encomendada por Dios. También
nosotros, cada uno de nosotros, aunque no tengamos la
talla de Pablo ni nuestras tareas sean tan brillantes como
las del gran apóstol, tenemos una tarea encomendada por
Dios. Es el deber de cada día, los deberes de nuestro
estado, las obligaciones que nuestro oficio exige.
No se nos han dado en una brillante aparición como la de
Damasco, pero podemos estar seguros de que esos debe-
res y obligaciones de cada día, nos han sido encomenda-
dos por Dios y cuando los cumplimos bien, estamos hacien-
do su santa voluntad; No nos toca como a Pablo llevar el
evangelio a todas las lglesias, pero sí evangelizar con nuestro
buen ejemplo y con nuestras palabras a los del pequeño
f,
u
E
t
t
DEMINGT] gtr . CItrLE] tr
círculo de nuestras amistades y de nuestra familia, y a quie-
nes tratan con nosotros: Esa es la tarea que Dios nos ha
encomendado: cumplir bien nuestro deber de cada día, y
tratar de extender su religión en el sitio y con Ias personas
con las cuales nos ha correspondido vivir. También a noso-
tros nos llamó Cristo a evangelizar, a ser apóstoles. A to-
dos. A cada uno.
"Me sorprende que tan pronto hayáis abandonado al
que os llamó por amor a Cristo, y os hayáis pasado a otro
evangelio. No es que haya otro evangelio. Lo que pasa es
que algunos os turban para volver al revés el evan-
gelio de Cristo",
éQué había sucedido? el hecho básico que produjo
la redacción de esta cafta es el,siguiente: el apóstol Pablo
ha venido predicando gue nuestra salvación:y nuestra
redención son obra de la gracia de Dios, regalo de
la bondad divina. eue no es que nosotros nos mereci-
mos por nuestras acciones el ser salvados y redimidos, sino
que ante tan grandes favores de Dios lo que tenemos que
hacer es recibir con asombrada gratitud estos prodigios de
generosidad divina, y darle impoftancia, no a lo que noso-
tros hemos hecho para merecerta sino a lo que Dios ha
hecho por nosotros.
alejarse Pablo de aquellas regiones (Listra,lPerge,
P,ero al
Iconio, Derbe, formaban Galacia) aparecieron algunos que
predicaban una.versión judía del cristianismo. Estos¡ decla-
raban que si uno quería agradar a Dios era necesario
EL EVANESLItr EXPLICADÚ N; ¿+
circuncidarse y dedicarse a cumplir todas las leyes de ros
judíos. Que la salvación no se debía a la gracia y la bondad
de Dios sino al cumplimiento exacto de todas las leyes ri-
tuales de los judíos. Pablo sabe que esa afirmación de ros
judaizantes es precisamente lo contrario a la verdad, y les
sale al paso declarando que eso es otro evangelio, o mejor
dicho un evangelÍo falso y engañador. eue lo importante no
es confiar en el cumplimiento de unas reglamentaciones
rituales de los antiguos judíos, sino en la bondad inmensa
de Dios que con su gracia nos quiere salvar. El que diga lo
contrario, "vl¡efve al revés el evangeiio rJ,". Cri$tcr,',,
exclama emocionado el apóstol. No nos salvamos nosotros
a nosotros mismos. Es Cristo que nos salva. Nuestro puesto
en el cielo sí dependerá de las buenas obras que cada uno
haya hecho, pues como dice el mismo apóstol: ''rl:r$a cri¡r:
rr-^,:.:ihir¡¡ según sus ob¡"as" (2 Cor. 5,10) pero to que nos
ha conseguido nuestra salvación es la muefte de Jesucris-
to, y no Ia obseruancia de los rituales judíos.
Gracias Apóstol Pahlo iluminado por el Espiritu sian-
to. aQué fuera de nosotros si en vez de creer que lo que nos
trae la salvación y la redención y el perdón de nuestros peca-
dos es la vida, pasión y muefte y resurrección de Jesucristo,
tuviéramos que estar esperando que lo que nos consiga la
salvación sea el ayunar dos veces por semana, el no caminar
más de dos kilómetros en día de fiesta, et lavarse las manos
hasta el codo cada vez que se saluda a una persona, y tantas
otras prácticas que los judíos creían necesarias e imprescin-
dibles para conseguir la salvación? Bendito sea Dios que
nos ha |iberado de tantas prácticas esclavizantes.
DOMINGD 9A - CItrLE C
"Que si alguien os predica un evangelio distinto del que
os hemos predicado, sea máldito'i
Pablo ataca con energía a quienes intentan desfigurar
el evangelio que él ha predicado, no porque lo considere
fruto de su propio pensamiento (en la frase anterior no
dijo: "Me habéis abandonado a mí, sino "habéis aban-
cior¡ado al que os llamó por amor a Cristo"). Su vehe-
mencia se debe a que él sabe que el verdadero evangelio
viene de Dios. Cualquier enseñanza que ponga en duda
que nuestra salvación proviene es de la gracia y de la bon-
dad de Dios y no de nuestros propios merecimientos, es
una perversión tal del evangelio que pone en peligro la salva-
ción, y por eso merece la terrible maldición del apóstol.
Se ha dicho que Ia cafta de San Pablo a los Gálatas es
como "un toE rente de lava caliente que desciende de
un volcán, arrasando con todo lo que se le opone"... éEs mi
amor al evangelio de Cristo así de vehemente como era el
de Pablo? éO acaso me imagino que pueda haber salvación
en algo que sea distinto a los méritos de Nuestro Salvador?
"Evangello", buena noticia, traída por Jesús. Es una
palabra que Pablo pronuncia siete veces en la primera pá-
gina de su carta a los Gálatas, y 70 veces en sus epístolas.
Evangelio: palabra que debe sabernos a paraíso, porque
se trata de la mejor noticia, de la Buena Noticia, que nos
trajo Jesucristo.
"Cuando digo esto, busco la aprobación de los hombres,
o la de Dios? ¿Trato de agradar a los hombres? Si lo
 EL EVANGELItr) EXPLICADtrI §O 4
que busco es agradar a los hombres, no sería seruidor
de Cristo",
Esta frase la tenía escrita san Luis Beltrán en tetras muy
grandes en la puerta de su habitación, para no olvidarlá
nunca: "si lo que busco es agradar a los hombres,
no
sería seruidor de Cristo,,.
El apóstol seguirá diciendo siempre: ..Lo
que menos
me impofta es el ser juzgado por vosotios, ni por
un tribunal humano. Mi juez es el señor,, lborintioi
4,3). Esto le p oporciona uná independencia y ribétad ma-
ravillosas. Pero sí le interesa mucho que se sepa que lo que
busca con las doctrinas del evangeiio que predica no es
ganarse una fácil popularidad. porque los judaizantes
an-
daban diciendo: *Pablo para ganarse a ¡as gentes pre-
d!g" una rerigión demasiadó fácit. Dice qie ra satva-
c-ió1 depend únicamente de ra gracia au ta bon-
v otro fin en lo que emprende, sino agradarme a Mí".
dad de Dios y que ya a nosotros no nos queda sino
ampararnos bajo esa bondad y esa graci, y, sere-
mos salyados sin más". El lpóstol no lehace la üioa rác¡l
a nadie. Él anda predicando qüu..lo que cada uno
culti-
ve, eso cosechará, y cultiva poco, cosechará
también muy poco" (2-91que
Cor. 9,6). pero no puede cailarse
que lo que nos salva no es lo que nosotros hemos obtenido
con nuestras obras, sino la bondad y ta gracia divinas. y
eso no lo dice buscando agradar a tas gentes, sino buscan-
do la aprobación de Dios.
Pablo conocía muy bien la temible frase de Jesús a: los
fariseos de todos los tiempos: ¿Cómo podréis
agradar a
DtrMINGD 9A . CICLtr} C
Dios si lo que buscáis son las alabanzas que provie-
nen de los demás? (S. Juan 5,44). Él sabía muy bien que
los que poseen mucho talento tienen el peligro de quedar-
se sin premio de Dios por dedicarse a buscar las alabanzas
de los humanos, y ño quería quedarse en ese premio de la
divinidad.
éDe veras nosotros obramos sólo por Dios? éO se
nos dirá que ya no somos seruidores de Cristo porque lo
que buscamos es agradar a las gentes y ser alabados?
Nuestro Señor dijo esto a una gran santa: "Amo a
Geftrudis a causa de la independencia de su cora-
z6n, el cual no tiene ningún otro fin en lo que em-
prende, sino agradarme a Mí". Qué hermoso que de
cada uno de nosotros como de San Pablo y de Santa
Geftrudis, pueda decir Dios otro tanto: "No tiene ningún
Haering, el gran maestro de la confesión, aconseja:
"Cuando te vas a confesar pregúntale cada vezt "éPor
quién obré? éPor quién hablé? éPor agradar a Dios o por
ganar alabanzas de las criaturas?".
Un centurión tenía enfermo a punto de morir, a un cria-
do a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús le envió
a unos ancianos de los judíos para rogarle que fuera a cu-
rar a su criado
fIDr
Y
EL EVAN G ELItr EXPLItrADtrI NA 4
UN CENTURION: Era el capitán de cien soldados. Los
centuriones eran personas claves en el ejército romano. Se
les proporcionaba una buena preparación y se les exigía
que fueran responsables de sus soldados y que se preocu-
paran por su personal. Los 4 centuriones que nombra
el Nuevo Testamento son mencionados de una ma-
nera honrosa: El Centurión del calvario fue el primero en
proclamar que Jesús es Hijo de Dios (Mc. 15). El
Centurión Cornelio fue el primer pagano ba,utizado por Pe-
dro, por mandato expreso de Dios (Hechos 10). El Centurión
Julio salvó la vida de San Pablo (Hechos 27,L). Y el Centurión
del evangelio de hoy mereció un elogio del mismo Jesús.
Verdad que en todas las profesiones y en todas las na-
ciones y religiones se encuentran personas verdaderamen-
te buenas. San Francisco de Sales repetía que en toda
profesión honesta se puede llegar a la santidad. Y
en las fuerzas armadas y en puestos de gobierno muy bien
se puede ascender bien alto en la escala de Ia santidad:.
Un criado que estimaba mucho. El evangelio de hoy
nos invita a tratar bien a los empleados, a estimarlos de
veras con todo el corazón. La actitud de este centurión ha-
cia su empleado no era nada común. En ese tiempo los
empleados o criados eran tratados casi como animales, sin
consideración. En cambio este hombre siente alta estima
por su empleado y trata de librarlo de sus males. Cómo
estaba ya de cercano a! modo de tratar que vino a aconse-
jar Jesucristo: "Todo el bien que deseáis que los de-
más os hagan a vosotros, hacédselo vosotros a
DDMINEO 9E . CICLE tr
ellos", éCómo trato a las personas que dependen de mí?
ZQué tanto Ias estimo? ZEn verdad Ies demuestro aprecio?
Le envió unos ancianos de los judíos, para rogarle.
En Israel desde tiempos de Moisés se llamaba "Ancia-
nos o presbíteros" a aquellos varones de mayor edad y
mayor prudencia que hacían de jueces o peritos o consul-
tores en cada pueblo o en cada barrio o ciudad. Eran per-
sonas muy estimadas por la gente, por su experiencia, pru-
dencia y moderación. A ellos recurre en Cafarnaúm el
Centurión para que vayan a rogarle a lesús que venga a
curar a su criado. Es un ruego, una súplica. No una
exigencia. Como deben ser nuestras oraciones: una súplica
para que se conmueva ante nuestras necesidades. Tam-
bién ahora los cristianos colocamos de intercesores ante
nuestro Gran Mediador Jesús, a los santos sus grandes
amigos, para que ellos rueguen ante Él por nuestras nece-
sidades y angustias. Cristo que es el mejor amigo que ha
existido, oye con amabilidad lo que esos grandes "ancia-
nos" del pueblo, los santos, le digan a favor nuestro.
Ellos le rogaban encarecidamente a Jesús: merece que
se lo concedas porque tiene afedo a nuestro pueblo y nos
ha construido una "sinagoga",
Seguramente aquel Centurión, desilusionado de las fal-
sas religiones paganas, se había entusiasmado por la reli-
gión de Israel y siguiendo el ejemplo de muchos de sus
superiores romanos se propuso ayudar lo mejor posible a
EL EVANEELIE EXPLItrADE] NA 4

la religión local. aY qué mejor que construirles una Sinago-

ga o Casa de Oración, para que cada día de fiesta se reu-
nieran a rezar y a oír la explicación de la patabra de Dios?
Ahora Ios ancianos o jefes espirituales de Cafarnaúm que-
rían pagarle ese gran favor intercediendo por él ante Je-
sús. No hay favor que se quede sin recompensa. SERf,IOfi, JÉSU$ VUELVE
SE ñIO SOY DIGHO DE Hr,rrooo tsf¡tAEL
Ipul"os A 0ATAfrNAUM, AL
OUE ENTHES EN MI I{O HE HALTADO
ÉNTHA8 A LA CIUDAD:I,'H OFIC'AL OÉL CASA, PÉBO YO SE UNA FE TAN
Jesús se fue colt, ellos. A la Samaritana le dio una :
g¡ÉRCITO HOñ,IAHO tEg :SALÉ AL PASO.
OUE SI LO ONDEHAS GRANDE COMO
LA TUYA, VETE.
Mt cnlAoo
negativa para aumentarle la,fe, y al Centurión le acepta sin SANANA, OUE COMO CFEí§TE
TE §EHÁ
más Ia petición para conseruarle sus creencias. Es admira-
ble que Jesús, Señor de cielos y tierra, sin más se
pone inmediatamente en camino a salvarle la vida
a un simple empleado, a un sencillo criado de un
pagano, a un esclavo de uno de los opresores ex-
tranjeros, Cuántos sacerdotes y apóstoles tenemos que
sonrojarnos ante esta presteza de Jesús en dirigirse hacia
el lecho de un esclavo enfermo, cuando recordamos cuán
perezosos y remolones somos en visitar a quienes necesi-
tan de nuestros seruicios. cuán comodones somos para
negarnos a visitar a los enfermos, nosotros que so-
mos discípulos del que inmediatamente partió a asistir al
pobre enfermo.
EL EVAN E ELIE EXPLItrADE NO 4
Señor no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastará.,.
Su confianza es perfecta. Yo sé que con que digas una
sola palabra ya se obrará el milagro... S¡ tuviéramos una
fe semejante a ésta, veríamos milagros continua-
mente en nuestra vida.
La Iglesia no ha encontrado fórmula mejor que esta
frase para poner en nue§tros labios en el mómento en el
que nos vamos a poner en comunicación con Je-
sús en Ia Santa Comunión. éDe veras pronuncio esta
frase con esa fe del Centurión? ¿O la digo como una
fórmula sin vida, sin entusiasmo ni confianza? áPor qué
en él sí produjo un milagro y en mí no? éSerá que
la digo sin fe?
No me creí digno de venir personalmente a Ti.
La ley judía enseñaba que si uno trataba con un pa-
gano o entraba a su casa ya quedaba legalmente impu-
ro y tenía que purificarse. El centurión no quería pro-
porcionar molestias a Jesús. Por eso le envió a unos an-
cianos judíos. Además se sentía tan pecador y había oído
hablar tan maravillosamente de la santidad del gran pro-
feta. éDe veras pensamos de vez en cuando en Ia
inmensa santidad de Jesús y la comparamos con
nuestra miseria y maldad? ¿O lo tratamos casi como
de igual a igual? éCon qué respeto y reverencia estamos
ante su santísima presencia?
DDMINEO 99 . CItrLO 8
Di una palabra... porque yo también que vivo bajo
disciplina digo a un soldado. $Ve,, y va. y a otro ,,Ven,,
y viene.
El centurión recuerda las escenas det cuaftel cuando él
está dando órdenes. Todos corren presurosos a obedecer
lo que se les ha ordenado. y se imagina a las enfermeda-
des, obedeciendo a Jesús como un dócil soldado a su capi-
tán. verdaderamente tenía un concepto erevado acerca de
Jesús. Ah, si también nosotros pensáramos de Él de esta
manera, qué distinta sería nuestra confianza at suplicarle.
Creo que para Cristo nada es imposible. ¿que para mi
Redentor nada es difícilp iO me dejo llevar del error de
creer que alguna enfermedad o dificultad puede oponerle
resistencia a su infinito poder o que El no tenga interés en
librarme de ciertos males y pecados? ¡Señor aumenta
nuestra fe!
Al oír esto, Jesús se admiró de é1, y volviéndose a la
gente que lo seguía dijo: *ss digo que ni en Israel he
encontrado tanta fe".
Formidable que Jesús se admire de alguien. ¿eué me-
jor elogig _se podría hacer de esa persona? ZPor qué
se admiró? Poria fe. En Israel era et páís quizá donde más
fe había. Pues Jesús encuentra en este hombre más fe aún
que en el mismo Israel. verdaderamente digno de imitar
este centurión.
Qué agradable pensar que para que Jesús se admire
de nosotros y nos elogie, no necesitamos especiaridades
EL EVAN E ELItr EXPLItrADE] NA 4
cualidades humanas ni proezas de actos heroicos, ni sa-
biduría admirable, ni ser jefes de Iglesia, sino solamen-
te una cualidad: una fe total en El, en su poder, en su
bondad, en su misericordia y en su deseo de ayudar. Esa
fue !a cualidad que hizo brotar la admiración de Jesús
por el centurión.
éCreo en Jesús? éCreo en su poder? éCreo en su
misericordia y en su deseo de ayudarme? éCreo que
para Él todo es fácil y nada es imposible? Si así es,
puedo estar seguro de su admiración y de sus milagros en
mi favor.
Luter King repetía: *EI miedo y las dificultades to-
can a mi puefta. La fe sale a abrirles, y el miedo y
las dificultades salen huyendo".
La fe del cristiano no se basa en unos méritos propios,
ni en unas fórmulas, ni en unas prácticas que se hacen,
sino en una persona, Cristo, Nuestra fe es en un amigo
Todopoderoso, que todo lo que quiere lo puede en el cielo
y en Ia tierra. Y esa fe en esa persona es la que obtiene y
obtendrá los más admirables milagros.
El lema del gran misionero de la India que fundó más 70
Iglesias y colegios católicos, Monseñor Matías, era éste:
"Atrévete y ten te, y verás cosas admirables",
Y el del famoso Padre Escrivá: "Ten ie, y todos los
cálculos que haces se te quedarán chiquitos ante lo
que va a obrar Dios en tu favor".
DtrIMINGE 9A . trIGLtrI tr
,El Concilio Vaticano enseña que quien desee aumen-
tar su fe'debe hacer estas cuatro cosas: la Pedirla mu-
cho a Dios. La fe se aumenta orando y pidiéndola.
2a Recibir con frecuencia y con las debidas disposicio-
nes los Santos Sacramentos, especialmente Confe-
sión y Comunión. 3a Participando lo más activamen-
te en la Santa Eucaristia. 4a Escuchando y leyendo
asiduamente, con atención y humildad la Palabra de
Dios... No dejemos de usar estos cuatro medios infali-
bles para aumentar nuestra fe, que ella llegue a ser un
día como la del simpático centurión del evangelio de hoy,
y que podamos decir como el apóstol Santiago: "Por
mis obras demostraré la fe que tengo (Sant. 5).
Y al volver a casa los enviados, encontraron al sieruo
sano.
El milagro no lo hizo Jesús solamente por Ia reco-
mendación de los ancianos, ni por el puesto que tenía el
que pedía el favor, sino por la fe con la que Ie fue
suplicado.
Verdaderamente se cumplió y se seguirá cumpliendo
siempre la gran promesa del Señor: "según sea tu fe, así
serán las cosas que te sucederán".
DOMINGO 10o.
CICLO A

VCIEAgON DE M.ATEO

No tienen necesidad de médico

los sanos sino los enfermos

#iR¿t'ü§ON: Oh Señor concédenos, inspirados por Ti,
pensar lo que más conviene para nuestra alma: y cumplirlo
con tu ayuda. Por Nuestro Señor Jesucristo.
$,R.[trsir,ffiffiA f,_EtT'trR.Á^: $sea$§ {},. B-6"
Esforcémonos por conocer al SeñoD por volver a É1.
Santo Tomás dirá después: oonada se pune«le ar¡ra¡" ..;ir
üI,B Se COnOCenu. Y la eXperiencia enseña que cuanto ma-
yor conocimiento de las grandezas y bondades de Díos ad-
quiere una persona, mayor puede llegar a ser su amor ha-
cia El, y su santidad.
üFfle esfuerzo Bon umeditar en tras gramdlezas y cltri-
iill,r{ad,es de Dlios?
Vuestro amor y misericordia y el cariño que me tenéis
es como nube mañanera, como rocío de la mañana que
pronto se evapora'i
Dios sabe que nuestra "vueEta" a É1, nuestra conver-
sión, es tan efímera, sin verdadera conversión interior. Nues-
tro amor hacia El es como um fo_E¡onaiz$ que se apaga
' [i-.
i'Í
DDMINGD ] OE - CICLE A
mucho antes de lo que El deseara... se evapora como rocío
de la mañana, muy pronto.
Qué efímeros son nuestros buenos propósitos Señor.
Concédenos un poco más de foftalezal
Quiero misericordia y no acrificios. Conocimiento de Dios
más que holocaustos.
Dos cosas quiere nuestro Creador: misericordia hacia
el prójimo y conocimiento de Dios. Y para decir cuánto
desea estas dos actitudes, las compara con algo
supremamente estimado en la religión de Israel: los sacri-
ficios y los holocaustos (el sacrificio ofrecía dar algo para
Dios. El holocausto destruía totalmente aquello que se ha-
bía ofrecido: por ej. lo quemaba ante el altar). Pues mucho
más que estos dos regalos tan costosos y tan alabados por
la religión del pueblo de Dios, lo que el Señor desea es
que tengamos misericordia hacia |os demás y que
tratemos de adquirir mayor conocimiento de Dios.
ZTengo de veras misericordia hacia el prójimo, hacia el
pecador, hacia el necesitado? iEstudio mi religión? ZLeo la
S. Biblia para adquirir más conocimiento de Dios?
SALMO RESPONSORIAL:
Este Salmo (a9) trae un hermoso programa de san-
tificación; "Ofrécele a Dios sacrificios de alabanza. Cum-
ple al Altísimo lo que le has prometido, e invócame el día
de peligro. Yo te libraré y tú me darás gloria".
EL EVANGELIf] EXPLItrADt] NA 4
Es algo verdaderamente hermoso y digno de volverlo a
repetir en nuestra memoria.
SEGUNDA
Abraham apoyado.en la esperanza, creyó contra toda
esperanza.
Esta es una frase muy famosa de San Pablo. Abraham
tiene que esperar lo que humanamente no se podía espe-
rar. Su esposa Sara tenía ya noventa años de edad (Géne-
sis L7,L7) y era estéril. Abraham era más viejo todavía que
ella. Y sin embargo Dios le decía que iba a tener un hijo y
que su descendencia sería incontable (Génesis 15,5). Para
Abraham ya había pasado hacía mucho tiempo la edad de
la paternidad y Sara ya humanamente no era capaz de ser
madre. Esa p omesa parecía no tener esperanza de ser
cumplida, y sin embargo Abraham Ia creyó posible y cerca-
na. Le tomó la palabra a Dios, creyó que Dios cumpliría
infaliblemente lo que había prometido. Y la Biblia dice que
"Yahveh le calificó esto como un acto de justicia y santidad"
(Génesis 5,6).
Los israelitas tenían un refrán que decía: "Lo que está
escrito para Abraham, está escrito también para
cada uno de los que componen el pueblo de Dios".
Así que si a Abraham, le calificó Dios como,un acto de jus-
ticia y santidad el creer en las promesas del Altísimo aun-
DOMINGO IOA - CICLCI,A
que parezcan casi imposibles de ser cumplidas, así sucede-
rá a los que peftenecemos al pueblo de! Señor: si espera-
mos, aún contra toda esperanza, que nuestro Dios cumplirá
lo que nos ha prometido hacer, seremos calificados por El
como personas justas y merecedores de su amlstad.
Abraham creyó que Dios podía hacer posible lo
imposible. Si solamente , hos limitamos a esperar en, los
frutos de nuestros esfuerzos y de las ayudas humanas, nos
volveremos necesariamente pesimistas y apocados, por-
que la experiencia nos irá demostrando que las solas fuer-
zas humanas logran conseguir muy poca cosa. Pero si
creemos que lo que nos va a conseguir los éxitos es sobre-
todo la gracia y el poder de Dios, entonces sí que nos vol-
veremos optimistas, porque para Dios nada es imposible.
Un día Santa Teresa se fue a fundar un convento con
sólo tres monedas. La gente murmuraba: "Con tres mo-
nedas, ni siquiera la Madre Teresa logra fundar un
convento". -Ella respondió: "Teresa más tres monedas,
igual: nada, y menos que nada. Pero Téresa más tres mo-
nedas, más Dios... iquién será capaz de atajarnos?". Y fun-
dó el convento y tuvo maravillosos éxitos. Los santos saben
esperar en Dios aun contra toda esperanza humana
Una persona puede muy bien dudar y tener miedo de
emprender una obra con simples ayudas humanas. Pero si
Dios le ayuda, ya no hay derecho a dudar del éxito. Una
gran misionera exclamaba: "Una Iglesia que tiene ple-
na fe en Dios se atreve a cualquier obra, por grande
EL trVAN G IILIÚ EXPLICADI] NA 4
qn{e sea. Porque para Dios nada es difícil, ni medio difícil.
Toido pa§'cÉ E[ es fáe[E".
Señor: concédenos esa fe y esa esperanza que le rega-
laste a tu amigo Abraham.
No vaciló en la fe, aun dándose cuenta de que su cuer-
po estaba medio muefto (tenía unos cien años) y estéril el
vientre de Sara.
La fe para Abraham no fue nada fácil. Todo pare-
cía contrario al cumplimiento de la promesa de Dios.
Casi podríamos decir que creyó en lo imposible, hu-
manamente hablando" '*[-a fe trams¡ronta rmorlta-
íiffiso', decía Jesús y añadía: "Si tenéis fe, nada será
imposible para vosotros".
Ante la promesa no fue incrédulo, sino que se hizo fuer-
te en la fe, y le dio gloria a Dios, al persuadirse que Dios es
capaz de hacer lo que promete, por lo cual le fue calificado
como justicia.
hlo fue incnáel¡ll¡r, Incrédulo es: no crédulo. Se llama
crédulo a quien cree con facttriciad" Abraham no fue de
esos que se resisten a creer y se resisten a esperar lo que
Dios promete. Y eso que lo que tenía que esperar se le
presentaba como contrario a toda esperanza. Humanamente
hablando, Abraham tenía todas las razones para ser incré-
dulo ante esa descendencia que Dios le prometía. pero no
fue incrédulo sino fiel.
DDMINGD ]OA - CICLD A
Evoco en mi memoria las situaciones sin salida aparen-
te que se me presentan y que me inclinan a ser incrédulo
ante las promesas que Dios ha hecho de ayudarme, y hago
como Abraham: me remito a Dios; le confío el cuidado de
superar Él los problemas insolubles que yo no logro resol-
ver. Señor, no quiero ser incrédulo sino creyente. Confío en
Ti, en tu Poder y en tu Bondad.
Le dio gloria a Dios al persuadirse que Él es ca-
paz de hacer lo que promete. En la Biblia se repiten
frecuentemente los casos de personas que dan gloria a
Dios con una actitud que reconoce absolutamente insufi-
ciente el poder humano para resolver los problemas gran-
des, pero totalmente capaz el Poder Divino para poder so-
lucionar aún los asuntos más difíciles.
Señor: Tú sabes que yo tengo mis miedos, mis
responsabilidades a veces aplastantes, mis peca-
dos incontables, mis impotencias. No me dejes caer
en la duda. Haz que también yo te glorifique, confiando
totalmente en Ti. San Pablo dice que Abraham encontró
fuerza y dinamismo en la fe. Haz que también yo al creer
en Ti logre redoblar mis fuerzas. Quiero da¡te gloria cre-
yendo en Ti aun contra toda esperanza.
Es capaz de hacer lo que promete
Recordaré algunas de las promesas que Dios ha hecho,..
Me convenceré de que sí las va a cumplir..,
trL. EVANIGELID EXPLIEADT] NI¡ 4

Y este convencimiento mío dará gloria a Dios y me vol-

verá más agradable ante É1. Vocación de Mateo
Y no sólo por él está escrito: "le fue ualifiaada awrnci
fwsticta"o sino también por nosotros, a quienes también
se nos calificará así si creemos en el que resucitó de entre
los mueftos, Nuestro Señor Jesús, que fue entregado por
nuestros pecados y resucitado para nuestra santificación. Entre Ios recaudadores de tributos, había en
Cafarnaúm un hombre llamado Mateo.

[-er fure t:¿¡fiuÍ'u,turtlc¡ t.:f;¡i'mer,r{ustíeia; o sea le fue abo-

nado a su cuenta como algo que lo hacía simpático ante
Dios. Esta frase se repite muchas veces en la Carta a los
Romanos. San Pablo está convencido de que lo impor-
tante no es cómo nos califique la gente, sino cómo nos
califica Dios; qué opina El de nuestro comportamiento.
Y el que Abraham haya creído tan radicalmente le agra-
dó tanto a Nuestro Señor que se calificó esto como un
acto de justicia o santidad. También a nosotros se nos 2.Cuando Jesúrs Ie vio sentado en el banco, 3.Jesús comió con los amigos de Mateo,
le dijo: "Sígueme". Y Mateo lo siguió. Por publicanos que eran menospreciados por el
calificará así... Ia noche invitó a Jesús. ueblo porque servían a Ios romanos.

Señor: crefi em rr¡á un corazón puro, §eñor:

*dee[árame agradabüe a¡rte Ti. /\mré¡r.

¿Com r4nré aond¡cíór'"r? Con Ia condición de que crea-

mos que Jesucristo ha resucitado. Ese es el punto central
de nuestra fe: la resurrección de Jesús. Pero hay otra con-
dición: que creamos que Jesús fue entregado por nuestros
pecados y que si resucitó fue para nuestra santificación... 4. Cuando se enteraron los fariseos, fueron a 5.Cuando Jesús lo oyó, replicó: "No son los
ver a sus discípulos y les preguntaron: "¿Por que están sanos los que tienen necesidad de
Por mí, tan pobre y tan pecador, Gracias Cristo Jesús! qué vuestro maestro come y bebe con médico, sino los enferrnos. No he venido
publicanos y pecadores?". paralos justos, sino paralos pecadores.
EL EVANGELID EXPLICADtr NA 4
EVANGELIO: San Mateo 9, 9-13:
En aquel tiempo vio Jesús a un hombre llamado Mateo,
sentado al mostrador de los impuestos y le dijo: "Sígue-
me". Ét se levantó y lo sigu'ió,
San Marcos lo llama "hijo de Alfeo" (Mc. Z,!4), y San
Lucas lo llama "Leví" (Lc.5,27).
Peftenecía a una situación social muy despreciada: la
de recaudar impuestos para un país extranjero. Era un
empleo en el cual se enriquecían fácily prontamente. Mateo
renuncia a tan atrayente posibilidad y se va con Cristo. Es
una renuncia costosa. Dios no se vende barato a na-
die. Pero sabe también pagar muy bien.
Raras estas escogencias que hace Jesús. pocas profe-
siones que tuvieran tan pocas probabilidades para ser lla-
mado a ser un apóstol, como esta de recaudar impuestos
para los tiranos opresores extranjeros. Pero Dios no hace
clasificaciones por las apariencias externas como no-
sotros, sino que mira directamente al corazón de cada uno.
El recaudador de impuestos de un sector remataba
en pública competencia el puesto de recaudador. El que
más ofrecía por ese puesto lo obtenía. Pagaba al go-
bierno lo que se había comprometido a darte, y se que-
daba con todo el resto que recogiera; esa era su
comisión, y muchos recaudadores se esforzaban por ex-
CICLC A.
primir lo más posible la cartera de los contribuyentes
para engordar hasta el exceso su propi cartera. Por
eso esta profesión era muy despreciada en Israel. Claro
que, como en todas las profesiones normales, habrá tam-
bién hombres de buena conciencia. Y seguramente Mateo
era uno de ellos.
Había tres impuestos: 1o el impuesto de la tierra
cada agricultor tenía que pagar al gobierno la décima
parte de los cereales que cosechaba y la quinta parte de
la fruta y del vino. Podía pagar en dínero o en especie.
20 El impuesto del dinero: o sea el uno por ciento de
todo lo que uno ganaba en dinero a interés. 30 El im-
puesto personal: una suma de dinero que toda perso-
na mayor de 15 años y menor de 60 tenía Que pagar una
vez por año, al gobierno. Había también los peajes:
impuesto por pasar cada puente de cierta ímportancia.
Impuesto por entrar por las puertas de la ciudad que
estaban unidas a caminos importantes. Por cada pro-
ducto que se importaba o exportaba había que pagar
tlo/o de su valor. En muchos sitios ya no se remataba el
cargo de cobrador de impuestos, sino que era un em-
pleo oficial, que además del sueldo dejaba un tanto por
ciento de lo que se recolectaba.
En Israel la gente le tenía repugnancia los cobrado-
res de impuestos. Les parecían unos "vende-patrias",
unos "colaboracionistas" al servicio de los conquistado-
res de la propia patria, que se enriquecían a costa de la
desgracia de sus conciudadanos.
EL EVANGELIE EXPLICADT] N9 4
DoMIN_G0 lP! _ ,crtrlo_A
Tenían fama de ser gente sin conciencia para el nego perigro de ras riquezas. ipuede.ser
que
cio, que no sólo estafaban a los contribuyentes sino al mis- visto a Mateo pensativo y meditabri-,0o,at pasar Jesús haya
mo gobierno. Era tal el desprecio de los Israelitas por los que ya es muy tarde para ulái¡lanoo si será
publicanos o cobradores de impuestos que se les excluía conveftirse y rograr entrar
Reino de ros cieros. iquién ar
de las sinagogas y se les catalogaba siempre entre Ias gen- ráL" cuántas
oiu.¡on"s ha-
brá erevado este plbricano ttrt"o
tes peores de la humanidad. Y aquí podemos ver uno Dios la gracia de ser * uLigol para obtener de
de los detalles emocionantes de Jesucristo y del De iáJor'rodos las
conversiones no son instantáneasl
Nuevo Testamento: no ver las gentes como las mira la son fruto de mucha ora_
ción y de muy buenos oárü
simple opinión humana que tantas veces se equivoca por ou hacer ro que a Dios más
agrada' Basta reer ciertas conversiones
las apariencias, sino como nos ve Dios que conoce lo pro- Agustín para darse cuenta de que .rro-ru de san
fundo de nuestro ser. Y no fijarse en Io que somos ahora er conveft¡rie a Dios
un camino largo y que necesariamente es
solamente sino en lo que podemos llegar a ser, Mateo tiene que ir acom_
por mucha oración y ou"nu
es un simple cobrador de impuestos pero Jesús ve que po- voruntad. A'veces quien
l#uoo ona que se va a convertir
drá llegar a ser un excelente apóstol y un evangelista que sobr erosas que están pidiendo
sino
con su hermoso libro llevará la fe a millones de personas en Dios oración es,escuchuO", uf
a
muchos siglos. Jesús mira no lo que somos o hemos fine r'a-^i.r_ _toda
lverston se consigu€, y a veces cuando
sido, sino lo que podemos llegar a ser. Y por eso es menos se piensa , y del modo qru
tan optimista siempre! náoié é"
"rp"iuoun.
Él se tevanró y lo siguió.
cQuién sabe si en cieftos pecadores que tanto despre-
ciamos no está viendo Dios los grandes santos que podrían Pensemos en lo que Mateo rJejó
llegar a ser cuando acepten la gracia que los llama a con- y en lo que en_
oso empleo que podía producirie aOun_
veftirse y a seguir a lesús? Cuántos publicanos podrían
ro adquirió gloria eterna. Como
convertirse en apóstoles y evangelistas si rezáramos más simple
era sido muy rico, nadie lo recorda_
por los pecadores iy por las vocaciones!
a pósto r y J 3?¡'1il il' : i:;#:, ",1 j;'.1 jffi
eva n s er irtu
Quizás no haya sido aquel el primer día que Mateo hoy en er mundo entero y su
o

nombre será grorioso para

:
oyó a Jesús. Puede ser que confundido entre ia multitud siempre no sóro en esta tierra
sino en
le haya escuchado sus impresionantes sermones en casas siempre se sigue cumpriendo aquero ra eternidad feriz.
y campos acerca de la necesidad de la conversión y del que iántoi"petían
los santos: que a Dios nadie
le trabaja gratis: no hay
EL EVANTSELIE EXPLICADC N9 4
Patrón que más altos jornales pague a sus seruidores que
Nuestro Señor. Jamás se contenta con salarios mínimos.
Siempre prefiere pagar salario máximo a quien deje algo
por su amor, aunque sea un puesto de publicano... y aún,
como decía Jesús: hasta el que por amor de Dios regale un
simple vaso de agua fresca. Qué bueno contratarse con un
Amo que sabe pagar tan generosamente!
También nosotros como Mateo, por seguir a Jesús
tendremos quizás que renunciar a ciertas Eanan-
cias fáciles y aún no rnuy santas y volvernos más po-
bres en bienes materiales. Puede ser que tengamos que
renunciar a cieftas ambiciones mundanas. Pero sin duda
seremos recompensados con una paz, un gozo y unas sa-
tisfacciones espirituales como nunca antes habíamos soña-
do. Jesús paga extraordinariamente bien a quien quiere
seguirle.
Mateo dejó de anotar entradas y ganancias en impues-
tos pero su pluma se dedicó a escribir las maravillosas
enseñanzas de Jesús y sus obras admire¡bles. Es que
Dios puede encauzar hacia su gloria las cualidades que nos
ha regalado. Aquella facilidad que Mateo tenía para copiar
cuentas, fue encauzada por Dios hacia la redacción de uno
de los libros más importantes que el mundo ha conocido: el
evangelio de San Mateo. Feliz de este hombre que se dejó
'*emplea r" por Dios. Abandonó por Cristo un oficio terre-
nal y una fortuna material y se dedicó a una Iabor espiritual
y adquirió una foftuna inmensa y eterna. Señor: que nos
dejemos "emplear" por Ti. Que te permitamos encauzar
DC]MINEE I DA - trICLD A
todas las cualidades que nos has dado, y dirigirlas hacia tu
gloria y el bien de las almas.
Mateo tuvo que renunciar a mucho para seguir a Cristo.
cA qué renuncio yo para seguir mi Redentor?
Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos peca-
dores que habían acudido, se sentaron con lesús y sus dis-
cípulos.
Mateo festeja su vocación ofreciendo un banquete, y d
él asisten sus colegas, toda una pandilla de "gente no-
bien". Hay que ver con qué clasecita de pecadores se co-
dea lesús! Esto sí que va a ser un escándalo para los fari-
seos, que aunque por dentro son sucios pécadores como
nosotros, en cambio por fuera aparecen como santos ino-
centes que no se quieren acercar a los inmundos que tie-
nen manchada el alma.
Mateo quiere festejar públicamente su cambio de
vida, honrando a su nuevo Jefe, y poníendo toda su
casa a disposición del Maestro, y de sus discípulos. Las puer-
tas están abieftas y puede entrar todo el que quiere. Y la
casa se llena de pecadores, porque de esto sí hay abun-
dancia en este mundo. Pero precisamente para salvar a
esta clase de gente se vino Cristo desde el cielo. Santos
tiene allá en abundancia (quizás más de 40.000 millones,
pues las estadísticas dicen que en la tierra han vivido hasta
ahora unos 70.000 millones de seres humanos). Así que
santos hay bastanticos en elcielo, pero... épecadores para
EL EVANGEL¡O EXPL¡CADCI NA 1
convert¡r..? Esos sí había que venir a buscarlos en Ia tie-
rra. Y a eso se vino el Hijo de Dios.
cuando Mateo escriba su evangelio se añadirá siempre
un segundo apellido (él se llamaba también Leví, que
signiñca..Don de Dios"). Ese segundo apellido será: "el
publicano", como queriendo decir: "el hombre a quien
Jesús tuvo la bondad de ir a buscar entre los peca-
dores, el que llevaba el epíteto malsonante de
publicano/ ese soy yo". Es su agradecimiento perpetuo
át que no tuvo reparo en mezclarse con grandeza extraor-
dinaria de alma con las clases más despreciadas, excedién-
dose casi en demasía en rebajarse, con tal de hacer de un
simple negociante un apóstol y un evangelista.
Gracias cristo, porque en nosotros quieres obrar tam-
bién la transformación que hiciste en Mateo el publicano.
Como él te demostraremos públicamente nuestra gratitud.
Recuerdo que también la Eucaristía es, una comida de
lesús a los pecadores. No porque seamos santos (que no lo
somos) sino porque Él "es infinitamente misericordio-
so,,. cieftas comidas de lesús tuvieron por fin salvar peca-
dores y hacerlos amigos de Dios. Ese es un fin
importantísimb de la Eucaristía: una comida para que no-
sotros los pecadores nos hagamos más amigos de Dios y
coftemos con nuestras malas costumbres antiguas.
Los fariseos al verlo, preguntaron a los discípulos:
"éCómo es que vuestro maestro come con
publicanos y pecadores? Jesús lo oyó y dijo: "No tienen
necesidad de médico los sanos sino los enfermos. Andad y
aprended lo que significa "Misericordia quiero y no sa-
críficios", que no he venido a llamar a los justos sino a los
pecadores'i
La defensa de Jesús fue de una simplicidad ejemplar.
Simplemente dijo que Él iba allí donde la necesidad era
mayor. No sería buen médico el que sólo visitara las casas
de los sanos. El sitio preferido de un buen médico está
junto a los enfermos. Su tarea y su gloria es estar allí don-
de se lo necesita. A un misionero que ponderaba lo buena
que era la gente de donde él había venido, le dijeron un
día: "y por qué no te vas a vivir allá con esa gente tan
buena y tan amable" -y él respondió: "Es qud lo importante
no es saber dónde me tratan mejor o dónde me siento más
cómodo y más contento, sino: dónde necesitan más de
rnis servicios. Aquí en este sitio de la misión me necesi-
tan más, y aquíes donde tengo que estar". Estaba copian-
do la conducta de su Maestro Jesús, el cual no buscaba
dónde había más santos y más gente buena, sino dónde
había más enfermos del alma necesitados de un médico
que les curara las llagas de su espíritu, y allí se quedaba a
trabajar.
"No tienen necesidad de médico los sanos sino
los enfermos".
Este refrán citado por Jesús, nos revela la bondad de la
persona y del corazón de Cristo, y merece que nos deten-
EL EVANt3EL¡O EXPLItrADD Ng 4
gamos un momento a meditarlo. Porque todos nosotros
somos enfermos del alma,, pobres pecadores y Jesús dice
que para nosotros es que El ha venido, No sólo no hay que
temer que sienta hacia nosotros asco o desprecio, sino es-
tar convencidos de que la misma situación nuestra de pe-
cado y de miseria espiritual lo atrae. Hay que sentirse ad-
mirados de esta misericordia infinita de Dios por nosotros
los pecadores, enférmos del alma. Y estarle por ello muy
agradecidos.
No he venido a llamar a los justos sino a los pe-
cadores.
No es que Jesús quiera decir que en este mundo hay jus,-
tos o santos. "Nadie es bueno sino solo Dios" decía'El
mismo (Lc. 18,19). Tampoco significa que Jesús no se intere-
sa por los que llevan una vida de viftud. Lo que Jesús quiere
decir es probablemente esto:,"Yo no he venido a invitar a
esas personas tan satisfechas de sí mismas que creen
que por su propia cuenta van a conseguir la santidad
y que no necesitan ayudas sobrenaturales para salirse de,su
vida de pecado. Yo he venido a invitar a quienes son cons-
cientes de su miseria y de su debilidad y de lo muy manchada
que se halla su vida espiritual y que tienen convencimiento
de que necesitan un salvador que les traiga auxilios sobrena-
turales. Solamente los que se sienten necesitados de ayuda
divina son capaces de aceptar mi invitación a la santidad. Los
auto-suficientes seguirán con su orgullo y su miseria, cre-
yéndose sanos y ricos mientras son "pobres enfermos y lle-
nos de miseria" (APoc. 3,t7).
Dtr}MINGI] 1Oq - GItrLD A
Misericordia quiero y no sacrificios.
Jesús no quiere de ninguna manera rebajar el valor pe-
nitencial de los sacrificios. (El nos dejará el más maravillo-
so sacrificio: el de su propio cuerpo y sangre en cada
Eucaristíia). Lo,gu€ desea,es revatorizar la actitud de
misericordia hacia los demás, tan descuidada,por, los
escribas y fariseos, y por muchos de nosotros.
La preocupación de los fariseos y escribas (y quizá de
nosotros) era conseruar su vida sin manchas exteriores.
Obtener, una calificación de 10 sobre 10 en su conducta
externa irreprochable, pero sin impoftarles nada el ayudar
a otros a salvarse de sus pecados, vicios y miserias. Téfrían
asco y desprecio por los pecadores. Buscaban egoístamente
su santidad personal, sin importqrles para nada la salva-
ción de los otros. "cuántos hay que se verán hundi-
dos en fracasos espirituales, y cuando estén hgn-
didos desearán que vivan con ellos la caridad que
ahora no quieren tener para con los demás" (EscriVá).
Para los escribas y fariseos la preocupación principal era
la de criticar, más que la de estimular hacia el bien.
Estaban más dispuestos a condenar las faltas de los demás
que a ayudarlos a superarlas. Nuestro primer instinto no ha
de ser jamás dedicarnos a condenar a Ios pecadores, sino
buscar,la mejor manera de ayudarlos a librarse de Ia escla-
vitud de sus vicios y pecados.
Los escribas y fariseos practicaban un celo apostolico
cuyo resultado era más condenación hacia los otros que
EL EVANGELIO EXPLItrADO Ntr 4

perdón, más desprecio que conmiseración, y que compren-

sión y simpatía. Eran como esos médicos que se dedican a
diagnosticar a los pacientes pero no Ies recetan remedios
ni se preocupan por librarlos de la enfermedad, Miraban al
ilffi
pecador más con asco que con misericordia y bondad.
Para ver llagas en los demás, basta ir a un hospital e ir
levantando sábanas. Pero para dedicarse a ayudar a
curar las heridas, sí se necesita un corazón bondadoso y
lleno de misericdrdia.
Jesús quería decir a todos Ios que Io iban a se-
guir, "Cuidado, puedes realizar todos los ritos religiosos l.Cuando los suyos supieron que Jesús era considerado un enemigo político y religioso y que se
estaban urdiendo planes para su muerte, fueron en su busca y quisieron llevarlo a su cas¿l porque
que quieras, pero si tu mano no se extiende para ayudar al
pecador y si tu corazón no se conmueve:ante su miseria
espiritual y no sientes compasión y deseo de comprender-
lo y ayudarlo, todos tus actos de culto, por muy grandes y
numerosos que sean, no lograrán hacefte un verdadero
discípulo de Dios".
éMe detengo un momento a reflexionar: de veras siento
3.Entonces exclamó uno de la multitud:
compasión por los pobres pecadores? éRezo por su conver- Z.Pero el pueblo se apretujó alrededor de la
"Mira a tu madrey a tus hermanos, que es-
casa donde Él estab a, y sus parientes no
sión? ¿Qué he hecho por llevar a algunos de ellos a la amistad an llesar hast¿ É1. tán fuera y te buscan para hablarte". I

con Dios? éMe dedico a criticar antes que a ayudar? "Más

moscas se cazan con una gota de miel que con un barril,de
hiel" decía San Francisco de Sales. ZEmpleo la bondad en mi
trato con los pecadores que deseo convertir? iQué se puede
decir de mí y de mi apostolado de lo que de San Francisco
decíia San Robefto Belarmino?: "Más pecadorcs salvó y
conviÉió el obispo de Sales con su bondad, su dulzu-
ra y su admirable misericordia, que todos los demás 4. Mas Él replicó: "¿Quién es mi madre y qüenes son mis heimanos?". Extendió entonceq su mano
sobre sus discípulos y ilij o : "He ahí a mi madre y mis hermanos. Pues el que hace la voluritad de mi
compañeros suyos con su sabiduría y su elocuencia". Padre Celesüal, aquél es mi hermano, mi hermana y mi madre".

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qPR§Er?ffi F{,& LECTIIRA: Génesis Sr$-fl ,5.

C TGO DEL PRTMER FEGADCII

Después que Adán comió del Árbot, el Señor Dios le
dijo: éDónde estás? -Él conte: tó: -Oí tu ruido en eljardín,
me dio miedo porque estaba desnudo y me escondí- El
Señor le replicó: cQuién te informó de que estabas desnu-
do?'¿Es que has comido del árbol del que te prohibí co-
mer? -Adán respondió: "La rnujer que me diste por
. compañera me ofreció del frwto y comí, El Señor Dios
dtjo, a la mujer: éQué es lo que has hecho? -Elta respon-
diói La serpiente me engañó y comí. El Señor Dios dijo a la
serpiente: "Por haber hecho esto serás maldita entre to-
dos,los animales. Te arrastrarás sobre el vientre y comerás
polvo toda tu vida. Establezco hostilidades entre ti y la muje¡
entre su descendencia y la tuya. Etta te herirá la cabeza
cuando tú la hieras en el talón".
Me ofreció: La excusa y el echar la culpa a otros no
obtienen el perdón de Dios. Es necesario sentirse culpabte
y pedir perdón al Señor humildemente.
Le hieras el talón: l.ara.za humana siente aquíun anuncio
de su eterna lucha conka el mal de este:mundo: siempre
estará la seipiente infernal hiriendo el talón con su ponróñ,
vengnosa de vicio y de pecado. Nunca nos veremos i¡bres de
sus ataques, aquíen la tie¡.ra
EL EVANTJELID EXPLICADD §O 4
DEMINEtr 1 OA CItrLO B
Te herirá la cabeza: Pero hay también aquí la prome- el evangerio veremos a cristo expursando a ros
sa de una victoria contra el mal: la descendencia de una monios ros cuares tembraban en su presencia. y de-
mujer pisará la cabeza al enemigo del alma. Hay esperanza. en
nuestra vida podremos ver día por díá ar
pisando con su poder inmenso ra cabeza buen Jesús
La mujer... Vemos aquí la "primera reyerta conyu- de satán, er
que nos quiere ilevar a probar er fruto prohibioo,
gal". Adán echando la culpa de todo a su mujer. iCuánto pecado. ei
se repite esto hoy día! Mientras cada cónyuge no se con-
sidere culpable también de Ios males que afectan a su El protoevangetio o primer evangerio se ha ila-
hogal jamás arreglará sus problemas matrimoniales. mado este anuncio der señor: .'La deslendencia
Nunca o casi nunca la culpa es solamente del otro. Mien- t']nujgr te.pisará la cabeza,,. Es et prir.,. de
tras sigamos dando golpes de pecho, pero en el pecho desteilo
de salvación. Los santos padres de ra ig¡esia
del vecino, jamás nos vamos a convertir de veras. siempre
han entendido que aquí se habra oeir"rÉiiár]
- -' o"r..n-
diente de una mujer ilamada María .
Me dio pena porque estaba desnudo... Es que
has cornido del árbol".. El querer experimentar Io serás mardita: Es de notar que Dios mardijo a ta
que Dios prohibe trae un despertar tal de las pasio- serpiente, al diablo, y no a las personu, ñrranas.
nes que la persona se siente verdaderamente aver- Porque satanás obró por maricia y mardao,
gonzada. Cuántas tendencias aberrantes se despiertan pero ras
personas humanas obraron por deLiridad
al querer experimentar lo que está prohibido por la y ángaño. y
porque la criatura humana es capa z
Ley Divina. El alcoholismo, las drogas, el adulterio, el de arrápentimien_
to y enmienda y quiel empieza pe ando puede
homosexualismo, los odios, los robos; Ios más horren- minar llevando. una vida agradabie a Dios.'-po, ter-
dos vicios nos esclavizan cuando hacemos caso a las eso a
insinuaciones del enemigo del alma, y todo esto nos {dán y Eva únicamente roí castigó, pero-no ios mar-
dijo ni los privó para siempre de la amistad
lleva a sentirnos verdaderamente avergonzados. Es divina.
Porque Dios es siemp.rg comprensivo
el despertar de la concupiscencia, primera con- con er pecador
que se arrepient.l que sus faltas son pro_
secuencia del pecado. l?pigrdo
ducto más de su debitidad que de su mara voruntad.
solamente quien quiera obitinarse en el
Pondré enemistad: afortunadamente el buen mal como
satanás, ese sí recibirá ar fin ra definitiva mardición
Dios promete una Redención, un Salvador que pisará de Dios. Líbrenos er señor de ilegar u ,uiá"'uru
la cabeza a Ia serpiente infernal que nos ataca. Ya en po nefando. grr-

EL EVAN E ELID EXPLICADD NE 4
.,,r'§ALtilOlrDesde lo hondo, grito a Ti Señor. Si lle-
vas cuenta de los delito , équién podrá resistir?
Es la súplica del Adán pecador, y la oración de todos
nosotros los que clamamos al buen Dios desde el abis-
mo de miseri y vergüenza a donde nos han hecho lle-
gar nuestros pecados.
Hermanos: teniendo el mismo espíritu de fe según el
cual está escrito: "creí y por eso habléi también noso-
tros creemos y por eso hablamos: sabiendo que quien re-
sucitó al Señor Jesús también nos resucitará.
El proyecto de Dios para con cada uno de nosotros es el
mismo que tuvo para con su Hijo Jesucristo: después de
una vida de lucha, después de nuestra muerte, una resu-
rrección gloriosa, y permanecer vivos y Ilenos de gozo para
siempre, como Io está Jesús. Después de las noches de
Getsemaní y de las agonías de nuestros Viernes Santos,
nos espera la alborada gozosa de la Pascua, la mañanita
alegre de nuestra resurrección para nun a más morir. éPen-
samos en esto? Es un pensamiento que llena de alegría y
entusiasmo.
"Todo es para vuestro bien'i
"Todo re-
Es como la repetición de su famosa frase:
dunda en bien de los que aman a Dios (Rom. 8).
p tr_Y_lIrE_P__I_rj: trICLt] B
que
Dios no busca jamás nuestro mal sino únicamente lo
más nos conviene. Aunque a veces no lo logremos com-
prender.
,,Por eso no nos desanimamos, aunque nuestra condi-
ción flsica se vaya deshaciendo, nuestro interior
se re-
nueva día a día",
como es natural, el llegar a cierta edad nuestro vigor
físico se va debilitando, pero afortunadamente nuestra
madurez espiritual puede ir progresando. Los mismos
sufrimientos, aunque debilitan el cuerpo pueden llenar
de fortaleza y de santidad el alma. Por eso un poeta
áxcfamabu' .iMi cuerpo disminuye cada día
a cau-
sa de mis sufrimientos, pero mientras tanto mi
alma sigue creciendo lozana y hermosamente>>"
Los años se llevan la belleza física pero pueden aumen-
tar la belleza espiritual. Cuántos maridos exclaman: "Mi
mujer ya no es hermosa, pero ahora es mucho más sim-
pática qu" .rardo era_ joven". su cuerpo perdió esbel-
ter; pero su alma adquirió santidad. La vida es un
descender del cuerpo hacia la muerte y el sepulcro,
pero
al mismo tiempo puede ser un continuo ascender del
alma hacia la santidad y hacia una mayor amistad y unión
con Dios. Lo más natural y lo más frecuente es que en
una persona creyente, mientras su cuerpo se va desmo-
,onahdo por tos años, el alma va creciendo notoriamen-
te en santidad. Y Dios sea bendito por permitir a sus
amigos este progreso tan provechoso'
EL EVANt3ELIO EXPLItrADT] NA 4
Y una tribulación pasajera y liviana produce un inmenso
e incalculable tesoro de gloria.
Esta frase famosa del apóstol ha sido saboreada y me-
ditada detenidamente por los santos durante 20 siglos, pro-
duciendo en las almas una gran dosis de esperanza
y alegría.
San Pablo estaba seguro de que por más que tuviera
que sufrir y trabajar en este mundo, todo ello sería como
nada en comparación con la gloria que le esperaba en el
cielo. Estaba seguro de que Dios nunca quedará debién-
dole a nadie; que el Señor jamás queda en deuda con
alguno. Nunca nadie le trabajará gratis a Dios. Todo
lo que por El se hace recibirá una recompensa inmensa-
mente grande.
Así como en el evangelio Jesús nunca predijo su
muelte sin anunciar también al mismo tiempo su
resurrección, así el que tiene que sufrir por Cristo debe
estar seguro de que una resurrección gloriosa le espera.
Está de por medio el honor de Dios que asílo ha prometido.
"No nos fijamos en lo que se ve sino en lo que no se ve.
Lo que se ve es transitorio. Lo que no se ve es eterno'i
Quiere el apóstol que los ojos del creyente no estén
fijos en lo que se ve, sino en las realidades que no se lo-
gran ver físicamente. La que se logra ver con los ojos del
cuerpo está destinada a perecer y desaparecer, gnrcambio
las realidades del cielo perduran para siempre.'por eso la
DDMINtJtr ]OA - CItrLtr) B
Cafta a los Hebreos dice que los santos vivían "Como vien-
do al Invisible" (Hebr. LL,Z7)
San Alfonso cuenta de un anciano que vivía feliz en un
ranchito de paja y cuando le preguntaron la crusa de su ale-
gría respondió:
*'For esta ventanita
alcanzo a ver el cie-
lo, y pensando en la gloria que me espera en la eter-
nidad me lleno de gozo y de esperanza". por eso san
Benito Cottolengo repetía: "Un pedacito de cielo aleja
muchas tristezas, Pensad en el cielo que os espera y lleva-
réis con más foftaleza vuestras penas en la tierra".
'Aunque se desmorone la morada terrestre en que acam-
pamos, sabemos que Dios nos dará una casa eterna en el
cielo, no construida por hombres'i
San Pablo considera nuestra existencia sobre Ia tierra como
ffimpamento del desiefto que se deshace para ir-
un
nos a r¡ivir luego al veldadero palacio que nos espera
en la Tierra Prometida. Para el apóstol el paso de esta vida a
la eternidad es dejar de habitar en una morada terrestre lle-
na de defectos y peligros para irse a vivir en una Casa Eterna
donde nada nos faltará, y donde viviremos felices para siem-
pre. Sus palabras son como un eco de aquellas que Jesús
pronunció en el sermón de la Montaña: "Alegraos porque
vuestro prenrio será grande en el cielo" (Mt. 5).
Al famoso Anaxágoras (siglo V a. de Jc.) le decían
los negociantes al verlo tan dedicado a lo espiritual y
tan independizado de los cuidados materiales: "éEs
que a ti no te interesa gozar de tu patrla?" y, él
 EL EVAN G ELIO EXPLICADD NA 4
les respondió señalando al cielo con la mano: "Sí que
me interesa gozar de mi patria, y por lograr ir
a vivir en ella, vivo esforzándome por progre-
sar en ciencia y en virtud". De él sí que se podía
repetir Io que decían los árabes del santo religioso
misionero católico Srugi muy popular en Palestina:
"Vive siempre muy alegre y se comporta siem-
pre muy bien, porque tiene la cabeza llena de
paraíso".
Recordando este pensamiento de San Pablo, el gran
músico Bach exclamaba moribundo: "Ahora sí que
irán mis ojos a ver los mejores colores, y mis
oídos a escuchar las mejores armonías, pero
sobre todo me alegra el pensar que ya pronto
veré a mi Dios".
Por eso en una visión nocturna San Juan Bosco recibió
este mensaje del cielo: "Decidle a todos que en vez de
asustarse por la cantidad de fatigas que les espe-
ran en la vida, piensen alegres en los premios que
tendrán en el paraíso para siempre".
El Cardena! Ratzinger dijo en 1988 a un grupo de
propagadores del evangelio: "Nuestro mal no será
_
jamás pensar demasiado en el cielo. Nuestro gran
mal puede ser olvidarnos demasiado frecuentemente
de la Casa Eterna que Dios tiene preparada en el pa-
raíso para los que trabajan por extender su Reino".
DOMINGD l OA - trICLD EI
EVANGELIO: S. Marcos 3, 20-35.
EL'PTCRDO CONTRA EL ESPÍRITU SANTO.
"Volvió Jesús a casa y se iuntó con tanta gente que no
los dejaban ni comer'i
'fanta gente"., S. Marcos presenta a cada rato a lesús
rodeado por la multitud. Cristo no se aísla. Está entre su
pueblo. Sólo se apafta de vez en cuando para orar al Padre
Celestial o para dedicarse a instruir más profundamente a
sus apóstoles. Las gentes, sobre todo al principio, se le lan-
zan a su encuentro por miles y miles. Después las multi-
tudes irán disminuyendo a medida que EI les vaya
enumerando las exigencias del Reino de Dios. Algu-
nos engañados por sus jefes se volverán contra El en la
Pasión del Viernes Santo, pero al venir el Espíritu San-
to el día de Pentecostés, de nuevo las multitudes em-
pezarán a juntarse alrededor de Cristo para recibir sus en-
señanzas y sus favo,res y conveftirse y salvarse.
Aún hoy día se siente alegría al ver las multitudes en
más de 500.000 templos católicos del mundo, reunirse
cada semana y en cada fiesta para alabalr a Jesús e
implorarle su ayuda. Y cuando el Vicario de Cristo, el Papa,
viaja a cualquier ciudad del mundo se reúnen junto a él
inmensas multitudes que no irán nunca en iEual
número ante ningún iefe político. Y estos recibimien-
tos al Sumo Pontífice se deben a que él representa a Jesu-
cristo; el Gran Amigo que atrae tanta gente en tantos sitios,
en todos los tiempos.
EL EVANGELII] EXPLICADD NS 4
En Jesús sí se cumple aquella famosa definición que
hizo un santo: "Un apóstol es un ser devorado. Sus
destinatarios tienen derecho a devorar su salud, su tiempo,
su paz, su tranquilidad, sus bienes y su vida toda. El ver-
dadero apóstol no vive para sí mismo sino para los
demás". Señor que cuando nuestro apostolado nos lleve a
dedicar totalmente nuestro tiempo y nuestra energía y aún
nuestros bienes a favor de los que queremos salvar, no nos
quejemos ni nos tengamos autocompasión sintiéndonos
unas víctimas, sino que recordemos tu ejemplo y nos ale-
gremos de poder asemejarnos también en esto a Ti nues-
tro Divino Maestro, a quien en todo debemos imitar.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo porque de-
cían que no estaba en sus cabales.
Está obrando ahora de manera tan díferente como lo
vieron en Nazaret durante 30 años. Y este comportamiento
suyo Ie puede traer represalias de las autoridades. Hoy
estamos acostumbrados á oír las maravillas que
Jesús obró y enseñó. Pero para aquellos sencillos aldea-
nos, primos, tíos y vecinos de Jesús, que lo han visto por
años trabajar en un pobre taller de Nazaret, verlo ahora
entusiasmando a multitudes y haciendo labores de
verdadero profeta y taumaturgo, esto se les hacía su-
mamente raro. (Quizás algo semejante hacemos nosotros
cuando nos escandalizamos de que algún amigo o compa-
qo-\4LNF_q l o_s_- trtBLt] E]
ñero se atreva a emprender obras grandes y difíciles por la
salvación de las almas).
éY qué de,,raro estaba ha_ciendo Jesús?,
Lo Cristo ha dejado la paz de su hogar, las ganancias
de un taller donde podía obtener buenos dineros por su
habilidad de obrero especializado; dejó la calma y alegría
de un pueblecito pacífico y acogedor, por irse de pueblo en
pueblo, predicando, sin siquiera una piedra para recli-
nar su cabeza o una cueva para cobijarse del mal
tiempo (Lc. 9,58). Viaja sin dinero, sin armas, sin
doble vestido de cambio (S. Mateo 10,10). Y eso les
parece que no es un compoftamiento de uno que esté muy
bien de la cabeza.
20 Jesús predica cosas que les parecen increíbles: "Di-
chosos los pobres (y no los ricos, como ellos se ima-
ginaban hasta entonces). Dichosos los que lloran, los
que son perseguidos... Poner la mejilla derecha al que nos
pega en la izquierda (y no vengarse 7 veces como ellos
deseaban) etc. etc. éEsto podía ser de una persona
muy equilibrada? Lo dudaban bastante.
3o Este Nazareno de ninguna manera se dedica a ga-
narse con zalamerías a tos que gobiernan. Él podría repéür
lo que el sabio Diógenes respondió a un empleado del pa-
lacio del rey, que !e decía: "Si supieras ser hipócrita
con Ios que gobiernan, no tendrías que vivir en medio
de tantas privaciones y tan gran pobreza". El filósofo le res-
EL _EVANE_ELlql E_Xl:Ll,c_ADD Na 4
pondió: "Y si tú supieras vivir en medio de privacio-
nes y pobreza no tendrías que dedicarte a ser hipó-
crita con los que gobiernan". Jesús se portaba de ma-
nera briosamente independiente de los que gobernaban su
país, con tal de no dejar encadenar su palabra por los ca-
prichos de los poderosos.
4o Jesús ha escogido sus amigos entre lo más despre-
ciado del pueblo: pecadores y pecadoras que se han
conve*ido. Pobres y humildes pescadores de Galiiea, re-
caudadores de impuestos... en vez de ir a buscar a impre-
sionantes fariseos irreprochables por fuera, o d sabios
doctores, o a millonarios de la capital... y esto les parecía
nada normal a los parientes de Jesús. Por eso creyeron que
se había vuelto loco.
LJuzgo yo también sin más ni más a los demás?
tJnos letrados de Jerusalén decían: "Tiene dentro a
Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del
jefe de las demonios.
Es como decirle que se dedica a la magia negra. Por-
que emplear en su favor los poderes del jefe de los demo-
nios, eso es lo que se llama magia de la peor clase. Lo
que más impresionaba a estos doctores venidos desde le-
rusalén a espiarlo para acusarlo, era constatar el terror con
el cual los espíritus infernales huían ante la presencia
de Jesús. Y de aquí sacaban la conclusión de que proba-
blemente lesús había hecho un pacto con el jefe de los
[__}ltrl ft E
diablos, Belcebú, para que le diera permiso de sacar co-
rriendo a cuanto demonio encontrara. Era una vil calumnia
que Jesús va a destruir enseguida.
Ét tos invitó a acercarse y les puso esfas comparaciones:
Litt *¿.lir,ü üit SüÉrrá civil na pueúe suus¡stir, Una fa-
milia dividida no puede subsistir Si Satanás se rebela con-
tra sí mismo para hacerse la guerra, no puede subsistir.
Está perdiclo.
Si Satanás está en guerra contra sus propios demo-
nios que le ayudan, está perdirlo y no p,rrecie sui:s¡.s-
r¡r. Si la propia familia del infierno está dividida
atacándose unos a otros los mismos der¡onios, esa fa-
milia no puede subsistir, está perdida. Si ir-r r¡ue nlñs
ciesea Satanlis es que ¡.in ina¡ esprritu se apodere
rle un aln'la, icómo se le va a ocurrir ayudarle a al-
guien para que saque ios demonios de las personas po-
seídas por unos malos espíritus? Tanto esfuerzo que le
costó al espíritu infernal lograr que un demonio domine
una persona y ahora se le va a ocurrir ayudarle a un
extraño para que eche ese demonio de esa persona? Ni
loco que estuviera... Conclusión: aqui ei que imrervie-
íiü cüftrra los demonios no es otro demonio, es el
nrisrr¡o f,iios que actúa soberanar¡rente por meci,u
de su t{ijo y Enviado, Jesucristo,
Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo
para tlevarse lo que tiene si primero no lo ata. Enton-
ces sí podrá disponer de sus posesiones.
 EXtrLItrADD Ntr
Es la primera y corta parábola narrada por San Marcos.
Jesús se presenta como un luchador. Se enfrenta a otro
que también es fuerte, Satanás, pero Jesús es mucho
más fuerte que el diablo y lo vence y le quita las almas
que el espíritu malo tenía como posesión suya.
Pienso en Jesús luchador. lesús más fuerte que el
espíritu del mal. En un combate rápido y decisivo derrota
a Satanás y le quita las almas que el otro tenía esclaviza-
das. Es algo que sucede todos los días y en todas partes.
Jesús luchando contra el mal, Jesús más fuerte que el
mal. Jesús combatiendo el mal donde quiera que se en-
cuentre. Oh y cuántos malos espíritus dominan hoy a
las personas que se creen tan liberadas. El mal espí-
ritu de la droga, del sexualismo exagerado, del aburrimien-
to, de la desesperación, del alcoholismo, del odio y resenti-
miento, del orgullo satánico y sobre todo el mal espíri-
tu de la impiedad que quiere alejar a la gente de fos
templos, de leer Ia S. Biblia , de rezar, de hablar u oír hablar
de Dios, para así precipitarla al abismo de todos los
vicios. Jesús tiene más fuerza que todos estos malos espí-
ritus juntos. Y quiere intervenir en nuestrcl favor. Pero
hay que llamarlo y confiar en Él y no avergonzarnos de ser
sus amigos y seguidores.
Desde que Jesús vino al mundo las defensas de Satanás
han quedado perforadas. Ha llegado uno que tiene muchí-
simo mayor poder que los demonios. Por eso ellos le grita-
ban: "éVienes a atormentarnos?" (Mt. g,Zg). y cuando
sus discípulos volvieron de la primera gira apostólica a la
CItrLÜ B
cual los envió, lesús les dijo: "Mientras ibais predican-
do, yo veía a Satanás precipitarse en el infierno"
(Lucas 10,18).
Cada día podemos ser atacados por el diablo y sus
secuaces, pero cada vez podemos llamar en nuestro soco-
rro a Cristo, el buen amigo, que es ¡nás fuerte que
Satanás y le quitará la posesión de lo que nos había robado
a nosotros.
Creedme: todo se les podrá perdonar a los hombres:
y toda otra clase de blasfemias. Pero el que
los pecados
blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón
jamás. Cargará con su pecado para siemp¡e. Se refería a
los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Es que atríbuir a un espíritu inmundo las maravillas que
Cristo hace, es cerrar los ojos, es negar la evidencia, es un
rechazo grave. Es bloquear todo progreso en la fe y ne-
garse a aceptar el plan de salvación ideado por Dios.
Todo se les podrá perdonar, Gracias Señor por esa
buena noticia. No puedo presentafte ninguna excusa acer-
ca de mis muchos pecados, pero me anima la promesa de
tu misericordia. Tu misericordia es mayor que la mu-
chedumbre de mis pecados. Por eso te suplico y te seguiré
suplicando durante toda mi vida que tengas misericordia
de mí, miserable pecador. La confianza en tus bonda-
des es mayor que el desaliento que me producen mis con-
tinuas y graves recaídas en el pecado. He abusado muchas
 EL EVANEELIO EXPLICADD I!C' ¿}
veces de tu misericordia. No confío en mis propósitos por-
que la experiencia me ha demostrado cuán pobres son:
Sólo confío en tu rnisericorclia.
Pero el que blasfeme contra el Espírit¿¡ Santo no ten-
drá perdón.
Los fariseos aseguraban que las maravillas que
obraba lesús no provenían del poder de Dios sino del
poder del demonio. Estaban frente a Ia encarna-
ción del poder de Dios y afirmaban que se trataba
de la encarnación del poder de Satanás. y es una in-
juria al Espíritu Santo atribuir al diablo las obras ma-
ravillosas de santificación y sanación que obra Jesús.
Es pecar contra la luz de Dios negando que viene Dios
y atribuyéndola a su enemigo. Es pet:ar contra la
rnisericordia del señor el negarse a aceptarla.
Es oponerse a la salvación el negar que el Hijo de
Dios haya venido a salvarnos.
Cargará con su pecado para siempre.
No porque Dios no quiera perdonarlo sino porgue
el que lo comete se cierra voluntariarnente al carni-
no ciel perdón rechazando el pran de salvacién ideado
por Dios que consiste en salvarnos por rneciio ,Je su
Hijo y de su evangelio. ipor qué no obtiene perdón
este pecado? Porque atribuir a satanás las obras de le-
sús es negarse a aceptar la encarnación y la redención
del Señor.
CICLD B
Dicen que un santo se encontró con Satanás y le dijo:
"arrepiéntete y pide perdón a Dios y deja de come-
ter tus maldades". Y que Satanás le respondió: "Si fuera
capaz de arrepentirme y de pedir perdón dejaría de ser
Satanás. Pero por no ser capaz de arrepentírme, por eso
jamás se me perdonan mis maldades". Es el típico pecado
que nunca obtiene el perdón de Dios: el pecado del cual
nü se siente aruepentimiento, ni se pide perdón, ni
se hace propósito serio de evitarlo. Es un pecado que
se cargará para siempre. Líbranos Señor de tan grande
mal. Mientras odiemos nuestros pecados, aunque no
seamos capaces de evitarlos del todo; mientras pidamos
perdón al Señor y confiemos en su misericordia, aunque
estemos hundidos en el fango de nuestras miserias; mien-
tras hagamos serios propósitos de evitar lo que ofende a
Dios, aunque nuestra inclinación al mal nos siga haciendo
traicioneras jugadas día por día, podremos ser perdonados
y seremos perdonados, porque "un corazón humillado
y arrepentido, Dios nunca lo rechaza" (Salmo 50). Pero
si llegamos a un estado tal que nos impide llorar nuestras
maldades; si hacemos paces con nuestros pecados; si bus-
camos justificarnos y echar la culpa a otros de nuestros
errores, si no confiamos en el poder inmenso de perdonar
que tiene nuestro Redentor que ha dado su vida por salvar-
nos, entonces sí, en vano se habrá encarnado Cristo por
redirnirnos; en vano habrá derramado hasta la últi-
ma gota de su sangre por pagar nuestras deudas;
en váno nos habrá dejado sus inmoftales enseñanzas. Todo
estará perdido para siempre para quien no quiera aceptar
a Cristo Jesús como su Redentor y Salvador. Oh Dios Santí-
 L="4
DDMINEI} I09 - CICLD B
srmo/ que ningT.i1" nosotros n¡ gu nuestros
Si la virgen hubiera tenido más hijos, Lpor qué entonces
;:iT_l; f :'"1?J Ítr::¿*:F íif:.ffi, J:
famiriares
',un u,
ou,. Jesús al morir la confía a Juan, un extraño, en vez de dejar-
la al cuidado de sus otros hijos?

c.¡s?i:: ii'.:¿'r?,:i'?l:#;Lxffi ri s¡ t no quieres, av qurÉNns soN Esos HERMANos DE ¡esúsa g

evangelio dice que eran Santiago y Tádeo, y que éstos eran
Llegaron su madre hijos de la esposa de Cleofás. Pero María es esposa de
y sus ht José y no de Cleofás.
r::#::!T';Ei;:;E;;:?,ixi;,,Í";1:o::íil3 De Santiago o Jacobo, uno de los doce apóstoles, dice
la Biblia varias veces que era "hermano" de Jesús. iCuál
ma.dre, María, la que
^..j,más n
que .írL.
má
rr'q*lár;::';¿.r[mprendido y ra
de los dos Santiagos? Santiago el Mayor no puede ser por-
que el evangelio dice que era h'rjo de Salomé. Tiene que
sus ,a*,1:1,u:1. D:. ser Santiago el Menor. Pero de éste afirma el evangelio
ta peregrina idea esja-frase sacan
tos prorestanres que su padre era Alfeo (S. Marcos 3,18). éPodrán probar
e gue rtrurn turo -m los protestantes que la Virgen se casó también con
una crasa ignoranci"
ces Io dicen
o ,nf aguda "idJJrarto
;;fiü. Muchassignifica
AIfeo? iAbsurdol Luego Santiago a quien se ltarna "her-
con matic¡a, ,ao¡unáo
mentira' pero ro que qr;.ü.i,Iá ,nrran ve_ mano" es simplemente g¡ "primo hermano" de Jesús,
res;ir"r.rl,-rr_ir contra es
hijo de otra _mujer, descendiente de los mismos abuelos,
l{aría, diciendo que ia virg¡n¡¿ad de
fuvo m¿ifl,:or. ru pero no es hijo de la Virg ¡n María.
una ignorancia menos.demuestran
srand., pr"r;i".i¿ú, rr;oI#;j
no existía una óarabñ;ñ#l=irl- ese uempo
nombrar a ros ..primos "Les contestó: équiénes son mis hermanos? y pa-
hermanos"
esta palabra se " i: §:
A;ffflJrumurt" ..heririnos.,. sando la mirada por los que le rodeaban, dijo: "Estos son
nombraba u foi fi1u_descendían con mi madre y mis hermanos. Et que cumple la voluntad
abuelo. Así Abrah?r. ,n
brino suyo (Génesis
tÉ* *tlX111lg,, Ju mismo
a Lot, y éste es so_ de Dios ese es mi hermafio, y mi hermana y mi madre,i
r+ü*.án-i¡Lrr".o" ü,
áLilo aoi.relq y Hace poco tiempo en un hospital al visitar a un enfermo
il.33j ZH.ffinl{í ;,X;i:,¡ r eltü ffi,,L; (Géne. que aceptaba con admirable resignación los males que el
evangelio Lhermanos,,
uama que los que et Señor había permitido que le llegaran, le dijo el sacerdote:
manos/ descendienres d. i::.9.1":ltí pr¡moé nei_ "Tú eres hermano de Jesucristo". El humilde enfermo
de ró, _r=,ríSi:td[::s
le respondió: "No, Padre, yo nunca seré digno de ser her-
 'l 0o.
mano de Jesús', y el sFcerdote le replicó: "Sí, eres herma-
no de Jesús, porque El ha prometido: "É.que! {lt}ti úurr-r-
H)CIftntf$GO
ple la Vcrluntsd cle Dios, ese es r¡i her¡'rtano" y tú
estás cumpliendo y aceptando lo que el buen Dios ha que-
CHCE.Ü C
rido que te suceda". El enfermo estrechó las manos del EL HIJO DE LAVIUDA
sacerdote y exclamó: "Oh padre, iqué cosas tan hermosas
enseña el evangelio! ¿Por qué Uds. no repitan más a sus
oyentes estas noticias tan bellas?
Senor Jesus: qué impoftante es cumplir la Voluntad
de Dios. esto nos hace semejantes a tu Madre Santísima,
María, y nos vuelve hermanos tuyos. cQuién no se esforza-
rá por tratar de cumplir cada día lo mejor posible la volun-
tad de Dios, sabíendo que el cumplirla nos hace tan
agradables a Ti como tu propia Madre, y nos vuelve herma-
nos tuyos? Te saludamos santamente orgullosos de ser tus
hermanos. i§aive, muestrc Herma¡:o i¡l#yor! Que no
dejemos jamás de cumplir la voluntad de üios y así nos
mantenqamos hermanos tuyos oara siemore. Amén.

9{,auÁ,eL úipru
Wtryort/ss,kt,
tu?M
S"ená/
g.ruldporuel%
dp¿o*% Joven. yo te mando, ilevántate!
@

DOMINGO 1OO. CICL(} C imagina que ésta muefte sea un castigo de sus propios
ANCS 2.o-o-7-2o 10-?.A1 3*aül 3-6-Afir-g
REsuRREccróru DEL HrJo DE LA vru»A
DE SAREPTA
PRIil,IERA LECTUR¡I: Del L¡bro l de
Ias Reyes L7,L7-24.
"Cayó enfermo el hijo de la señora que hospedaba al
Profeta Elías. La enfermedad era tan grave que se quedó
sin respiración'i
La mujer dijo al profeta éHas venido a aviver el re-
cuerdo de mis culpas y a traer la mue¡te de mi hija?
oró: éSeñor a esta viuda qtre me ha hos-
El profeta
pedado la vas a castigar haciendo morir a su hijo?
suplicó:'§e¡icr Dias
Se echó tres veces sobre el niño, y
mío, que vuelva al niño la respiración".
El Señor*escuchó la súplica de Elías y al niño le volvió la
respiración y revivió. Elías entregó el niño a su madre. Ella
dijo: "ahora reconozco que eres un hombre de Dios,
y que la palabra del Señor en tu boc¿t es verdad".
La mujer ante la presencia del hombre de Dios recuerda
sus faltas ocultas y quizá no suficientemente expiadas, y se
DDMINGD ] OA CICLD C
pecados. Ante un hombre de Dios se siente más fácilmente
la conciencia de culpabilidad.
En este ejemplo la acción de Dios, enorme y gra-
tuita, recompensa Ia hospitalidad de aquella mujer con un
nuevo milagro. Dios responde siempre a las buenas accio-
nes de la vida humilde y cotídiana. El amor lo paga con
anror, y ia fe con milagros.
Elías usa un rito que se consideraba esencial para
devolver la respiración: echarse sobre el moribundo para
darle respiración boca a boca. Así lo hizo más tarde Eliseo
para resucitar un niño (2 Reyes 4,34) y otro tanto hará
San Pablo cuando un joven muere al caer de un piso
alto y lo resucita (Hechos 20,10)., Pero Io que obra el
milagro es que Dios oye la oración del profeta e
interviene con su omnipotencia.
Este milagro de Elías era muy importante para las
gentes de Israel en aquel tiempo porque el rey y la reina
(Ajab y Jezabel) andaban diciendo que el verdadero dios
del cual provenía la vida era Baal, y que a él había que
adorar. Ahora el profeta viene a demostrar con un hecho
portentoso, la resurrección del hijo de Ia viuda, que
la única fuente de vida es Yahvé.
Un simple fisioterapeuta habría hecho quizá los mismos
ritos que hizo Elías, pero el profeta añadió algo esencial:
orar al Señor. Y la oración obtuvo el prodigio.
EL EVAN tf ELID EXPLICAD D NA 4

Aquí, como en muchos casos semejantes de la Biblia,

el milagro obtiene una exclamación de fe. El evangelio
dice que cuando Jesús cambió el agua en vino, "creció
Ia fe de sus discípulos en É1". Esta es una conse-
cuencia muy frecuente de los milagros: hacer crecer la
fe de quienes los presencian. Y bendito sea Dios que
aún hoy se presencian milagros en muchísimos lugares
del mundo. Basta estarse un poco de tiempo en uno de
los santuarios del mundo por ej, Lourdes, Fátima,
Guadalupe, Monserrate, Buga, Bojacá, Las Lajas,
Niño Jesús del 2O de Julio en Bogotá, etc. etc. y
queda uno convencido de que el Dios que obró los por-
tentosos milagros que se narran en la Biblia sigue "con
su brazo extendido" haciendo maravillas a favor de
los que tienen fe.

Esta es la primera resurrección que encontramos en la

Biblia. Ordinariamente Digs dirige et mundo y su lgle-
sia mediante el proceso natural de las cosas, por el
efecto de las leyes de la naturaleza que Él mismo esta-
bleció. Pero también se reserva a veces pasar por enci-
ma de estas leyes: el agua se transforma en vino; con 5
panes da de comer a 5 mil hombres; los muertos resu-
citan etc. Para Dios nada es imposible.

Aquí Dios Ie ooncede a Elías resucitar al hijo de

la viuda, y poco después le concede resucitar la fe
del pueblo en el Monte Carmelo. Es el Dios que está
siempre obrando a favor de los que en É! confían.

SALMO: 29: Te ensalzaré Señor porque me has
librado.
Este salmo es Ia oración de alguien que estaba grave-
mente enfermo o en muy terrible peligro, y acudió a Dios
y fue librado admirablemente. Ahora para esta perso-
na la vida tiene un sentido: dar gracias a Dios. Pero no se
contenta con dar gracias personalmente; invita a otros a
acompañarle en este acto de gratitud. Recuerda que la ira
de Dios dura sólo un instante pero que su bondad dura por
toda la vida. La frase final del Salmo sea nuestro lema:
"Daré gracias a Dios por sienlpre".
SEGUNDA LECTURA: De San Pablo a los
Gálatas 1,11-[S,
el evangelio anunciado por mí no
"Os notifico que
es de origen humano; yo no lo he recibido ni aprendido
de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo'i
San Pablo quiere recordar claramente que el evangelio
que predica no es una historia de segunda mano; lo
había recibido directamente del Hijo de Dios.
Los judaizantes decían que las doctrinas de Pablo no
eran verdaderas porque él ni siquiera había estado junto a
Jesucristo cuando éste vivía visiblemente en la tierra. El
apóstol responde que lo que enseña lo ha recibido directa-
mente por "revelación" de Cristo. Las verdaderas doc-
trinas religiosas no se inventan. Se reciben de Dios.
tr
Nosotros sí tenemos el peligro de inventarnos nuestras
doctrinas religiosas según nuestros gustos, pero la doc-
trina verdadera y auténtica es la que se recibe di-
rectamente de Dios por su palabra en las Sagradas Es-
crituras.
Qué animadora es para nosotros esta afirmación del
apóstol: "lo que enseño no es de origen humano, sino
que lo he aprendido por revelación de Jesucristo,,.
Cuando leemos sus famosas epístolas recordemos de vez
en cuando esta gran verdad: no estoy leyendo lo que in-
ventó un simple hombre, síno lo que el Hijo de Dios reveló
dírectamente a su gran apóstol. Así les daremos mucha
mayor impoftancia a sus mensajes
"Habéis oído de mi conducta pasada en el judaísmo con
qué saña perseguía a la Iglesia de Dios y la asolaba, y me
señalaba en el judaísmo más que muchos de mi edad y de
mi raza, como partidario fanático de las tradiciones de mis
antepasados'i
Pablo tiene que hacer ver que él también ha tenido que
transformarse en su modo de pensar. Él frabía sido un fa-
nático de la ley que se había constituido en su misma vida,
y a su estudio había dedicado meses y años. Todo el es-
fuerzo de su vida se cifraba en obselvar y cumplir
exactamente las leyes judaicas. Pero ahora había sido
convencido por Cristo de que lo más importante en cuanto
a la salvación es la gracia del Señor, y no la observancia de
las leyes judaicas.
EL EVANEELIC) EXPL!CADD NP 4
"Perseguía a la Iglesia y la asolaba". Asolar, en la
guerra significa tratar de destruir completamente hasta en
los cimíentos. Pero ahora está dispuesto a gastar toda su
vida hasta su muerte, en difundir y propagar esa Iglesia
por todo el mundo.
A fin de que aparezca mejor que todo lo debe a Ia bon-
dad de Cristo y a la interuención directa de Dios, San Pablo
hace una breve historia de su vida anterior a la gran reve-
lación de Damasco. Es un pecado que frecuentemen-
te se echa en cara a sí mismor aunque explica en su
favor que lo hacía por ignorancia (1 Tim. 1,13).
Señor: tú que transformaste a Pablo de perseguidor en
Apóstol, haz que también nosotros seamos dóciles a
tus inspiraciones, y abandonando nuestro antiguo modo
pecaminoso de vivir, empecemos desde ahora una vida se-
gún tu Santa Voluntad.
"Pero cuando Aquel que me escogió desde el seno de
mi madre, y me llamó a su gracia se dignó revelar a
su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles,
enseguida sin consultar con hombres me fui a Arabia, y
después volví a Damasco, Pasados tres años subí a Jerusalem
para conocer a Pedro y estuve 15 días con é1. No vi a ningún
otro apóstol sino a Santiago el pariente del Señor'i
Llega el momento de la gran transformación que lo
convierte de perseguidor en apóstol. San Pablo presen-
ta este momento con toda solemnidad. Lo narra con el
DDMINGC I D.., - CICLD C
corazón lleno de agradecimiento. Fue Dios mismo que
lo eligió desde que estaba en el vientre de la
madre, y se dignó revelarle el gran misterio de su Hijo
para que lo anunciara a los gentiles, o sea a los que no
eran israelitas.
El apóstol tiene dos cosas que decir sobre esta interyen-
ción de Dios.
a) No se trata de nada imprevisto, sino de algo que
estaba en el plan eterno de Dios. Cuando el Señor
hace llegar a una persona santa a un cargo importante
para dirigir a su pueblo, desde la eternidad había esta-
do planeando la llegada de ese apóstol a ese cargo en
favor de ese grupo de personas. Cada'uno de noso-
tros es una idea de Dios. Para cada uno ha elaborado
un plan, Nuestro Señor. Por eso Foucauld le decía: "Haz
de mí lo que quieras Señor. En tus manos me pon-
go. Trátame como te parezca mejor, porque yo
sé que me amas y que siempre buscas lo mejor
para tus amigos".
b) Pablo se sentía elegido para una misión del todo
especial: llevar el evangelio a los no israelitas (genti-
!es). Se sabía escogido no para recibir honores sino para
prestar servicios; no para lo fácil sino para lo difícil.
El general escoge sus mejores soldados para sus cam-
pañas más duras. Jesús escogió a Pablo para diri-
girse a los que nada sabían del verdadero Dios,
los gentiles, los despreciados por los judíos.
EL EVANGELItr EXPLItrADE Ntr 4
Señor: elígeme también a mí para una misión impor-
tante en tu plan de salvar almas, y concédeme la generosi-
dad suficiente para aceptar tu llamada y tu plan.
Me fui a Arabia.
Quería dedicarse a hablar con Dios antes de de-
dicarse a hablarles a los hombres. Tenía que reflexio-
nar acerca del tremendo acontecimiento que le había su-
cedido. Qué distinto su proceder al de tantos de nosotros
que nos Ianzamos locamente a hablarle a la gente sin ha-
ber separado tiempo para hablar antes con Dios. Por eso
nuestra palabra carece de gracia y eficacia. Poco bueno se
logra decir cuando a la predicación no la han precedido la
oración, el silencio y la reflexión.
San Alfonso recordaba a los que se dedican a enseñar
religión: "Si no nos preparamos con oración y estu-
dio, haremos rnucho menos bien del que podríamos
hacer". San Pablo: antes de dedicarse a hablar a los hom-
bres de Dios, se dedicó a hablarle de los hombres de Dios.
Después volví a Damasco.
Acción valgrosa, porque todos en Damasco sabían que
él había sido encargado de perseguir allí a la lglesia. y
ahora llegaba como propagandista de esa misma Iglesia. A
veces quisiéramos ser misio¡teros y predicadores por
allá donde nadie nos conoce. Y Dios quiere que sea-
mos evangelizadores allí donde nos conocen, allí donde vi-
ppMrNqq I o_!_q_lt!g_Q
vimos, allí donde saben todas nuestras miserias. Allí es
donde tenemos que empezar a ser misioneros.
A Pablo quísieron matarlo en Damasco y tuvieron que
sacarlo por sobre la muralla colgado entre un canasto.
Pero se atrevió a predicar allí donde conocían su mala
vida pasada.
Después subí a Jerusalem.
Otro acto de valor. Allá los judíos lo consideraban un
renegado. Y tratarán también de matarlo. Pero el após-
tol sabe que el Dios que hizo los triunfos, sólo se
los regala a los valientes. Así como hernos sido desca-
rados para hacer el mal, debemos ser valerosos para pro-
clamar ante los demás nuestra religión aún cuando nos
sobrevengan dificultades por ello. "El reino de Dios exi-
ge hacerse violencia, y solamente los que se hacen
violencia a sí mismos, lo conquistan", dijo Cristo
(S., Mateo 11,12).
Para conocer a Pedro. Y estuve 15 días con é1.
Pedro ha sido nombrado por Jesucristo como vicario suyo,
como jefe de la Iglesia. Por eso San Pablo quiere comu-
nicarse con é1, porque sin el visto bueno del representante
número uno de Cristo no quiere ir a predicar. Es la conduc-
ta de todos los grandes apóstoles de la Iglesia Católica:
siempre en comunión con el Sumo Pontífice, el"otro-Cris-
to" en la tierra, el representante de Jesús. Porque si no
 E)IE_LIQAD D
D[]MING! I OET - CICLC C

es asL podemos "correr rnucho

pero co*er fuera dei
carnino verdadero" como
decía san Agustín. Señor:
ruego por el Sucesor de pedro. te
Todavía hoy se conserva una capilla en el sitio en donde
se cree que se encontraron los dos grupos: el que iba con
lesús y el que venía con el muefto.

EVAF¡GELIT}: EL HIJCI DE Se nota que eran muy estimados el joven y su madre

I.A VIUDA DE
fttAÍM, s. Luca" z,i1--rz. porque el gentío que acompañaba el cadáver era conside-
rable. En aquel tiempo la condición de las mujeres era muy
"En aguer tiempo iba resús dura y amarga si no tenían ni marido ni hijo varón para
camino de una ciudad ,a_ protegerlas jurídicamente. El gran número de personas que
mada Naím, e iban con ét sui-discípr;t";;
;;;Zno sentío: se había desplazado para acompañar a la pobre mujer, ex-
NAÍtvf ; es un pueblo muy presa la piedad y la compasión de la gente de aquel
cercano a sunem, donde
resucitó a un niño (2 Reyes Eliseo lugar.
i,tll.
qu:ga a B kilómetros de Nazaret. Es curioso observar que las grandes resurrecciones de
,r^,Iul1
unrco evangelista que S. Lucas es et la S. Biblia se hicieron ante el dolor y la emo'cionante invo-
narra este milagro.
cación de las mujeres: el que resucitó Elías, el que re-
Para argunos riteratos,
esta es ra historia más
sucitó Eliseo, Lázato el hermano de Marta y María,
de todos los evangelios. hermosa y este hijo único de una viuda. Como que el llanto y la
oración de las mujeres conmueven de manera especial a
Aquí se encuentran.dos Dios. éCuántos pecadores han logrado resucitar de
prccesiones. Un gozosa
esperanzada que untiu
at puebto acompañando y su vida de pecado a una vida de santidad por el llanto
a-Jv"¡oa utui,ri. vlJ
a Jesús v. y oración de una madre o hermana?.
ff?*11i?r'ffuenseñanzai orru toro_
niili
. r .u, Á i,xl":.,,rT Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: "No llores".
y oyendo las lamentaciones i t i l;u !:fr:T" ;,.x,ffi
JáÉ plañideras. San Lucas y San Marcos insisten en este sentimiento
':;::y,,fr:?fffi de compasión que Jesús experimentaba cuando veía a la gente
enterrar a un mLtetto, !: t:..
,:-:,!:^r:::",
3i,t|dad,
hifo úni de su
resu ttó
q ue saca ba
ffiadre qu;;
na sufrir. Es el mismo que sigue experimentando por cada uno
y un sentío considánbb era de nosotros ante nuestras penas y calamidades. Jamás per-
K, oáirZZiía f#;#;:r:l manece lesús impasible ante nuestros sufrimientos.
 E!- EVAN G ELI _a'- _Erl:pLt q4!_Q O- !" 4
Humano ciento por ciento, se conmueve y va a dar el
pésame. Divino, ciento por ciento, obrará eirseguida el
portentoso milagro,
La palabra que s. Lucas emplea para decir "le dio rás-
tirña", es la más fuerte que existe en et idioma griego para
demostrar una conmoción que se siente en lo profuñdo del
corazón, una profunda simpatía hacia otra persona, un par-
ticipar del sufrimiento de otro.
Los estoicos paganos creían que
cuanto más perfec-
to era un dios, *ág "apatía', o incapacidad de expe-
rimrerrtar cornpasión o sentimiento tenía, Jesús viene
a demostrarnos que nuestro perfectísimo Dios no es apáti-
co, sino que siente compasión por los que sufren.
"se acercó al ataúd. (Los que lo ltevaban se detuvieron)
y dijo: "Muchacho, a ti te lo digo: iLevántate! El muefto
se incorporó, y empezó a hablar y Jesús se lo entregó a su
madre'i
Jesús no se contenta con compadecerse. übra a fa-
vor de la persona gue sufre. se acercó a la camilla don-
de llevaban el muefto. No era un ataúd como el nuestro
sino una camil[a de mimbre. Era aquel un momento dra-
mático. Jesús
"dueño
de ta v¡Ja amanca a Ia nruert*
una presa que ya ella está transportanelo hacia la
tumba. Jesús se acerca a ta miseria humana no sóro
compadecerla sino para ejercer una acción positiva yfará
re-
nrediarla.
DDMINGD 'I O.T . CICLO C
Quiero imaginarme esta escena conmovedora. Quie-
ro contemplar a emoción que embarga el corazón de
Cristo. Quiero oírle repetir de nuevo las palabras que
dice a esa maclr€'tpo llores", Delante de todos los que
sufren sigue experimentando esa misma compasión. Un
día nos dirá:"itsü llorarás más". Será el día de nuestra
entrada al paiaíso donde "no habrá lágrimas ni llan-
to" (Apocalipsis 21).
Admirable este milagro de Jesús. Pero más admira-
ble el que hará con cada uno de nosotros el día de su
venida gloriosa. "Nos resucitará para nunca más
rnorlr". Aquel joven fue resucitado, pero después tuvo
que volver a morir cuando le llegó su hora. En cambio el
día de nuestra resurrección final, seremod resucitados
para nunca jarnás volver a morir. Es una noticia
alentadora"
"Todos sobrecogidos daban gloria a Dios diciendo":
"U* §rdru profeta ha surgido entre nosotros, Dios
ha visitado a su pueblo". Ld noticia del hecho se divulgó
por toda la comarca y por Judea entera.
Hay sorpresa de la gente, pero también alabanza
y prclpagación de la noticia. éVivo yo en acción de
gracias? iCuento a los demás los favores de Dios
que he presenciado? éSoy capaz de admirarme
ante !r:s prodiEios que Dios hace a favor de sus
hijos?
 DDTvIINGt] CICLt] tr

El ángel Rafaer dijo a Tobías ar despedirse: ..Bueno feta ha surgido entre nosotros. Dios ha visita-
es
guardar los secretosr pero mucho mejor es publicar do a su pueblo".
las
obras gloriosas que Dios ha hecño" qrouias 12,1L).
Esto ha de ser para cada uno de nosotros un
deber,ágrá-
do: contar a ros demás ras obras que Dios ha hecho ALGUNAS CONCLUSIONES
en
nuestro favor o en favor de otras personas, de manera que
estas noticias (como sucedió con la noticia del milagro Ante todo es necesario recordar que la Iglesia al pre-
que
narra el evangerio) se divulguen por toda la comarca sentarnos este evangelio no se propone únicamente
y por
nuestra nación entera. cada vez que narramos un contarnos una bella narración, sino llevarnos a sa-
favor
obtenido de la,bondad divina, y cada vez que-iepatimos car de este hecho algunas conclusiones prácticas
lecturas que hablan de Dios y de sus maraviilosas para nuestra vida (Thiriet).
interven-
ciones, estaremos imitando a tos testigos del
milagro de
Naím, y contribuiremos a que las gentes amen y Lo que domina en esta escena es la adrrrirable corn-
estimen
más al buen Dios. Tenemos que haéerno, ,n pasión del corazén de Cristo que le lleva a emplear sus
rigu-
loso.a este respecto, no sea que nos pase "*u*"n
como decía ei p. inmensos poderes a favor de personas angLrstiadas. Hace
García Herreros acerca de aigunos cristianos de el milagro sin que se lo pidan. Y es interesante obseruar
nuestro
tiempo. "sienten miedo a hablar de cristo y de sus que Jesús en su vida moftal sólo empleó su Omnipo-
obras a favor de los humanos,,. Hay una promesa tencia para hacer bien a los demás, para consolar, para
for_
midable de Jesús, que si ra recordamos con frecuencia, solucionar problemas y angustias. Y podemos estar segu-
nos
dará calor para hablar bien de Él y oe sm nonJades: ..A ros de que ahora su modo de proceder sigue siendo seme-
quien me proclame ante las gentes de esta tierra jante: todos sus poderes están a disposición de ios
yo le proclamaré ante mi padre y sus ángeres det necesitados (S. Gregorio).
cielo" (Mt. 10,32; Lc. L2,B; Mc. B,3B). Es una ñoticia de_
masiado hermosa para que la vayamos a olvidar. San Ignacio aconsejaba que para meditar en estos
hechos del evangelio conviene reconstruir mentalmente la
cada vez que recordamos ros miragros de Jesús en escena, e irnaginarnos que estamos allí presencian-
los tiempos en que vivió en Judea y éarirea y tos que clo el milagro. Pensemos cómo pudo ser. Los portadores
sigue obr,ando a favor de los que to seguimo, y .r""_ del cadáver, impresionados ante la presencia y la orden de
mos en El, no podremos menos de exclamar como Jesús se detienen. En aquel momento se produce un so-
aquellos testigos del milagro de Naím: ..un gran pro- lemne silencio. Los dos grupos callan: el que viene acom-
@_
EL EVANGELIt] EXPLItrADO NA 4
pañando a Jesús y el que sale del pueblo acompañando al
joven muerto. Es un momento de inefable expectación. La
muchedumbre atenta. La madre expectante, en medio de
sus lágrimas por un momento contenidas; mira fijamente a
lesús. El Señor corre las sábanas que cubren el rostro...
"Joven, yo te lo mando, iLevántate!"... No necesita em-
plear tantas ceremonias como las que empleaban EIías y
Eliseo. Basta su palabra... Él es Dueño de la vida y de Ia
muerte... El joven se sienta y empieza a hablar... Quizás
pregunta qué ha pasado... le explican... su primera excla-
mación habrá sido un "Gracias" a Jesús, y un "Alelluia"
al Dios del cielo... y se lanza a abrazar a la madre. El
inmenso grupo prorrumpe en exclamaciones: 'tGloria a
Dios, gloria a Dios, iAleluya, Aleluya!
Señor: cada uno de nosotros pecadores, somos
un candidato que el pecado, el mundo y los vicios
llevan al infierno. Aunque seamos muy jóvenes. Aquel
muerto era joven. Es un aviso para todos porque tam-
bién podemos morir jóvenes como é1... Pero hay una
madre que nos llora y nos encomienda: es la Santa
Iglesia que ruega por sus hijos pecadores, muertos
por el pecado. Jesús nos detiene, Nos toca con su
"gracia". Nos Ilama con sus avisos y remordimien-
tos. Los portadores se detienen: nuestros vicios, nues-
tras malas inclinaciones, los atractivos del mal... Em-
pezamos a hablari a rezar, a pedir perdón, a propo-
ner ser mejores. Jesús nos resucita por medio de su
perdón y de la absolución y nos entrega otra vez vi-
vos a nuestra santa Madre la Iglesia. ¡Oh cuántas
DIIMINEE 1 fIE . CICLI] C
veces ha sucedido esto y seguirá sucediendo!
Gracias Señor (Ludolfo de Cartago).
Cuando viajamos llorando por el camino de la
vida, nos sale al encuentro Jesús, para consolarnos y si es
necesario, obrar prodigios en nuestro favor. Jesús resucitó
a este joven, no suplicando como Elías y Eliseo, sino orde-
.
nando, mandando a la vida que volviera. Ese inmenso
poder suyo estará siempre a disposición de sus
amigos que le tengan verdadera fe. El milagro que
más necesitamos es la resurrección espiritual, el pasar de
la muefte del pecado a la vida de !a gracia, de la tibieza y Ia
rutina y el desgano en la vida espiritual, al feruor, al entu-
siasmo, y a empezar con nuevos bríos en nuestras prácti-
cas de devoción y en el cumplimiento del deber de cada
día. S. Lucas llama aquí por primera vez"Señor" a Jesús.
Así lo llamará por 20 veces en su evangelio, mientras Mateo
y Marcos solamente le dan una vez cada uno ese título.
'"Señor" significa el Dueño, el Jefe, el que tiene Ia
autoridad. No olvidemos nunca que nuestro Redentor es
"Señor", Dueño, Jefe, con autoridad plena sobre la
vida y la muerte, sobre la enfermedad y Ia naturaleza,
sobre los espíritus y las personas. ¿Por qué no confiar
más en un Amigo tan poderoso y compasivo que
tiene todo el poder para ayudarnos¡ y siente conti-
nua compasión de los que estamos necesitarlos?
(Cardenal Gomá).
I-A coNMOerÓN DE JEsÚs. Al ver la viuda que ya
va a sepultar a su único hijo, dice el evangelio que'*Je-
E L EVAN GE LI I] EXP LI tr,A.D E NA 4

sús se conmovió". Que sintió lástima. Esa conmoción

'es un movimiento de profunda simpatía,
compartir el sentimiento ajeno haciéndolo propio. En esta
de un intenso i. ffi,I,
j ', ,ftft(#*
reacción de Jesús queda de manifiesto que Dios no es
insensible al dolor humano. Así como en tiempos del
Exodo escuchó el clamor del pueblo esclavizado por los
egipcios (Ex. 3,7) también hoy siente conmoción y lásti-
ma por nuestros sufrimientos'*l.hquleE a a¡ulüerm tE'ü r¡Biittü¡."jr
$e emcuemtra emf,enrmo", lE mandaron decir un día t

Marta y María y El se fue a ayudarles. Ese mismo men- ,:

saje le podemos enviar cada día: "l{r¡u¡e¡t a ,,tgzur5elm linl I

iliittr.ffiS,.. 1r"$¿. flffiifi ver:ñü'l{,,, rtti prariemte,, lttt g.»n''Cayectlrl},, il,*

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seguramente se dirigirá a ayudarnos y resucitará lo que 'i
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lrize¡ ure mriHmgra¡ a favor de unos recién casados. Aquí il,

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a 'favo¡'de uur pacflne rle familia deseonsotraaIo, No

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hay clase social, ni edad, ni sitio a donde no llegue el i

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poder de Jesús a obrar maravillas si lo sabemos llamar a ;,

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tiempo, y nos encontramos con Él por medio de la firffi.-

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r$flar al Señor pclr tanEes jévemem que

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actualrnemte son llevados a la muerte física y a la .,3

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muerte eterna por la droga'dicción, o las malas lec- ¡7

turas, o la incitación a la violencia, o las pasiones sexua- ' .',:!,

les o la impiedad que los quiere alejar de Dios y de la

práctica de la religión. iSálvalos Señor! Amén,

DoMTN.Go T1
AÑOS 2008- 2fJL1-2(,1 4-2fJA7 -2o.2o
OneCfóN;;Oh Dios, fuerza de los en Ti esperan, escu-
cha nuestra súplica, y pues la creatura humana es frágil y
sin Ti nada puede, concédenos la ayuda de la gracia para
cumplir tl¡s mandamientos y agradarte con nuestras accio-
nes y deseos. Por Nuestro Señor Jesucristo.
PRIME,RA,i LECTU RAl' Exodo, L9, 2-6,
Los israelitas al ttegar al desierto del Sinaí acamparon
allí frente al Monte.
La tradición señala para este pasaje el Yebel-
Mussa-, un monte de 2.300 metros de altura.
DDMINED ] IA. CItrLO A
Moisés subió hacia Dios. El Señor le llamó desde el mon-
te diciendo: "Así hablarás a la casa de Jacob, y esto
anunciarás a los Israelitas: Ya habéis visto lo que he
hecho con los egipcios, y cómo a vosotros os he llevado
sobre alas de águila, y os he traído hasta aquí.
Es la voz del Señor y hay que escucharla con profunda
veneración. Ya habéis visto lo que he hecho: Al pueblo le
conviene recordar lo inexorablemente justo y severo que
es Dios con los que se oponen a su Santísima Vo-
luntad, y lo admirablemente generoso y obrador de mara-
villas que es el Altísimo con los que siguen sus leyes y lo
adoran y le rinden culto. Jamás falta alguna quedará sin
ser sancionada por Dios, le repetirá varias el Señor a Moi-
sés en el Monte Sinaí; pero añade enseguida que con Ios
que siguen sus leyes empleará misericordia y benevolencia
por generaciones y generaciones. "con Dios, a las bue-
nas se consigue todo", decía Santa Teresa. Aunque ten-
ga que llevar a sus elegidos como por sobre alas de águila
a través de desieftos y peligros, el buen Dios lo hará de
muy buena gana, con ta! de salvarlos.
Si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, se-
réis mi propiedad personal.
En esta lectura se está narrando la gran alianza que
Dios hizo con su pueblo. EI Señor hace a los que le si-
guen una admirable propuesta: ser su propiedad
personal (Hay que ver cómo quiere cada persona lo que
es de su propiedad personal). Ser propiedad personal
EL EVANGELIt] EXPLICADD NA 4
de Dios quiere decir ser estimado y defendido más que
todo lo demás. Es una elección que Dios ha hecho sin
mérito alguno de los elegidos. Es pura y gratuita dona-
ción de Dios, Y qué hermoso para nosotros saber y re-
cordar que somos pueblo de Dios, su propiedad perso-
nal, y por lo tanto, el objeto de sus preferencias y de su
cariño muy especial! Pero no olvidemos las condicio-
nes que exige Dios: "si escuchais mi voz y si guar-
dáis mi alianza". A nosotros nos corresponde dar un
paso adelante. En nuestras manos está el aceptar
o no la propuesta formidable del Creador. La acep-
tamos si escuchamos lo que nos dice en su Libro Santo y
si guardamos su alianza cumpliendo los 10 mandamien-
tos que nos dio.
Porque mía es toda la tierra.
Por lo tanto de cualquier sitio puede escoger y elegir
gentes para que sean su pueblo. Cualquier elección que
hace, siempre será gratuita y sin merecimientos de parte
nuestra. El es el Dueño total y absoluto de todo. Nada
hay que no le pertenezca. Donde quiera que vayamos o
vivamos estaremos habitando propiedades de nuestro Dios
y Padre.
Seréis para mí un reino de sacerdotes y una
nación santa.
Sacerdotes: los que se dedican a lo sagrado y espi-
ritual.
DOMINGO I'I O. CICLO,A.
Santa: la que se liberta de lo mundano y material y se
dedica a tratar de ser agradable a la divinidad, cumpliendo
exactamente sus mandatos.
Sacerdote: el que se dedica a hablarle a Dios en nom-
bre del pueblo y a hablarle a la gente en nombre de Dios.
El pueblo de Dios tiene esa misión: hablarle a Dios en nom-
bre de todos los seres humanos en las ceremonias litúrgicas
y en sus continuas y frecuentes oraciones, y hablarles a los
demás de Dios, en sus enseñanzas de religión, en sus char-
las particulares, en sus catequesis, y narrando las maravi-
llas del buen Dios. Es una vocación inestimable que
tenemos todos los que pertenecemos al pueblo de Díos:
ser sacerdotes, o sea, dedicarnos a hablar al Señor en nom-
bre de los demás seres vivientes, y a hablai a cuantas más
personas podamos acerca de Dios, de sus obras de sus
promesas y de sus exigencias. Y esto último lo podemos
hacer o de viva voz o prestando o recomendando o repar-
tiendo buenas lecturas.
Nación santa: o sea, consagrada totalmente a
Dios y a su gloria y a su culto. No esclavizada a las
riquezas, a las pasiones sensuales ni al orgullo y va-
nidad,'tSanta" significa: "separada". iSeparada
de qué? De las malas costumbres, de los deseos va-
nos y exagerados de quienes sólo buscan darle gusto
a sus pasiones. Separada del modo mundano y dia-
bólico de pensar y opinar que domina a los materia-
listas y sin fe. De veras nos vamos a esmerar en ser
nación santa? De cada uno depende.
EL EVAN G ELIE EXPLItrADtrI Ntr 4
"porque el
con alegría". éPor qué? Por esta buena noticia:
Señor nos hizo y somos suyos y ovejas de su reba-
ño". Es algo digno de mantenernos siempre alegres.
Hermanos: cuando nosotros todavía estábamos sin
fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos.
No porque éramos buenos, pues en realidad éra-
mos impíos. Y équé es un impío? El que no demues-
tra hacia Dios Ios sentimientos de buen hijo que de-
bería sentir hacia É1. Es lo contrario de piedad, que
es la virtud que consiste en sentir y demostrar hacia
Dios todos los buenos sentimientos y buenas actitu-
des de un hijo cariñoso ante su padre amado. Impío
es el que organiza su vida y su conducta como si Dios
no existiera. EI impío no Ie concede importancia
a Dios y no se preocupa por cumplir su santa
Ley. Pues bien: por esta gentucha de tan mala clase,
murió Cristo. Por los imPíos.
"En verdad apenas habrá quien se arriesgue a morir
por un justo. Por un hombre de bien, tal vez se atrevería
alguno a morir. Mas la prueba de que Dios nos ama
es que Cristo siendo nosotros aun pecadores,
murió por nosotros",
DO_M|NGO L_t__"-_- CttrLtr A
San Juan Bosco tenía un alumno rebelde y violento, y
para lograr transformarlo se dedicó a hacerle toda cla-
se de favores, aun los más humildes, hasta que al fin un
día el rudo y descuidado muchachote encontró al santo
educador tendiéndole él mismo Ia cama... esto lo conmo-
vió, y lo hizo cambiar de vida y llegó a ser uno de sus más
famosos misioneros. Sintió que alguien se sacrificaba
por é1, y sin él merecerlo...
Infinitamente más impresionante es lo que Cristo ha
hecho por nosotros, Murió por unos que no lo tratamos
nada bien. Pero éste su acto inmenso de amor nos debe con-
mover y hacer cambiar. Murió no porque nosotros fué-
ramos buenos o -nos mereciéramos semejante sacri-
ficio, sino porque Él es bueno y nos ama con amor inmenso.
Aleluya. Gracias sean dadas al buen Redentor!
Con cuánta mayor razón, ahora que ya estamos justifi-
cados por su sangrq seremos salvados de la cólera divina.
Si cuando estábamos tan manchados por todos nues-
tros pecados ya se entregó a la muerte por salvarnos, iqué
no hará ahora que ya hemos sido purificados por su santí-
sima sangre? A "precio demasiado alto" hemos sido
comprados, para que vaya a permitir ahora que nos perda-
mos sin más ni más. El inmenso amor de Cristo transforma
en misericordia hacia nosotros la cólera de Dios que debe-
ría estallar en contra nuestra a causa de tantas maldades
nuestras. Lo que Cristo compró con su preciosísima sangre
nolo va a dejar perder tan fácilmente. Cuando éramos ene-
migos de Dios nos reconcilió con Él por medio de su muer-
EL EVANGELID EXPLItrADD NA ¿}
te, y ahora que ya estamos reconciliados se com-
prometerá hasta el final a salvarnos, dedicando a elto
toda su vida en la eternidad. Nuestra mayor gloria ante
Dios será sentir que fue su propio Hijo Jesur:risto, quíen
nos consiguió la reconciliación con É1.
EL SANTO EVANGELIO:
San Mateo 9,36, 1018.
"Al ver Jesús a las gentes se compadecía de ellas por-
que estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que
no tienen pastor"
Se compadecía: La palabra griega que emplea el evan-
gelio para significar esta "lástima" que Jesús siente por el
pueblo abandonado, es la palabra más fuerte que ese idio-
ma tiene para significar: compasión, conmiseración, triste-
za por el mal ajeno. Significa propiamente "connrovérsele
a uno las entrañas", sentir fueftemente conmovido el
corazón hasta lo más profundo del ser; y sentír un enorme
deseo de ayudar al otro a salir de su penosa situación". Es
un sentimiento que experimentaba lesús frecuentemente
ante los sufrimientos del prójimo. Jesús no podía ver
sufrlr a los demás sin connloverse profundanrente.
Pero lo que más le impresionaba era ver al pobre pueblo,
aquel pueblo que fue declarado propíedad de Dios, nación
santa... abandonado ahora en el descuido espiritual, sin
pastores que se dedicaran totalmente a buscar la santifica-
ción de las gentes, Como pobres ovejas que al que-
darse sin pastor andan desorientadas, cada una por
t]lcL{,- -\
su lado, siendo víctimas de las fieras o de los precipicios,
del calor sofocante y de la sed matadora del desiefto, o de
las tormentas o los ladrones.
És t:s[& uifta d* las nras bellas "estanrp¿*s dei Crist,"¡
iviisio¡¡ero. Jesús sigue compadeciéndose de las gentes,
porque esta situación se repite también en nuestros días. Hay
un desconcierto universal por falta de buenos guías. Por eso
Él sigue suscitando apóstoles que vayan a orientar y dirigir a
las gentes de su pueblo elegido.
El profeta Ezequiel había acusado a los pastores oficia-
les, a todos los que desempeñan cargos de responsabili-
dad, de no apacentar al pueblo, sino a sí mismos... de no
ejercer su cargo en beneficio de los demás sino para su
propia conveniencia. La lrumanidad de todos los tien'¡-
pcs estará siempre aguardando persünas gerie¡-ü-
sas que se conlpadezcan del pcbre pueblo abanda-
nado y sin guías. Queremos ser guías que se preocupen
por llevar a nuestros prójimos por los caminos de la santi-
dad y librarlos de tanto error y mentira? Ojalá logremos
llegar a serlo en verdad.
a sus discípulos: la rnies es abu¡¡-
"Les dijo entonces
clante pero los trabaiadores pocol, Rogad pues al
Señor de la mies que mande trabaiadores para su mies'i
He aquí uno de los dichos más típicos y hermosos
de todos los que pronunció Jesús. Él veía a las muchedum-
bres de manera muy distinta de como las miraban los de-
más líderes de su tiempo. Los fariseos miraban a las
 DEMINGI] 11A - CItrLE] A
4
EXPLItrADO Nq
EL EVANGELIIf Todos tenemos que orar por las vocaciones y trabajar
por conseguirlas. "Las vocaciones existen, pero hay
,l':::frifá'l1u:li""tt"'!ilÉi[:'1gh1"""',r*u:
muchedumb'."'.:omomontonera:r$::;:::::1,Hiqg:: que despeltarlas, dijo Juan Pablo II.
Cada uno tiene que proponerse ser un cosechador en el
campo de Dios. Porque siempre hay alguien que cada uno de
nosotros puede obtener que llegue a ser "trigo de Dios".
.;;t]x;:Tr *a B:liT
tj*ur*e o os]'Jo;"!'-1 * :*Í'i iU: l1;# f ,:f;
lt?x,"j:Jm*r§:
o i
Orad, dice Jesús. Porque la vocación no es sólo ini-
éiu ñ
",o:
ciativa humana. Es una obra de Dios, Y hay que pedir-
üáo'u' cuva le que suscite muchas vocaciones. Hay favores que no se
:,'Ifu:l x?'ITit'rT
:ffi:'fiffi ;üJ
i¡;rfff
u'.i;i?áiáruur' a toda :"ff
costa' consiguen si no se piden. Y uno de ellos puede ser el de
obtener pastores buenos y numerosos para nuestra grey.
uno d-9 los mayores desafíos
Y aquí encontramos áéu" ser recosidh "Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para
unu qran g3JJtná que s expulsar espíritus inmundos y curar toda enferme-
del cristianisml] obreros
pero es necesutiá'*oni'ar s' Necesita dad y dolencia",
g erl a . ¡
i" u n .s:^o-'
ieco
tiL'i"' ttó'¡*"t
"'u'"t'"i Esta autoridad no la ha quitado todavía Jesucristo a sus
,a
"ñ
nuestro
la tarea inrnensl ';
ilg:Jñte de salvar discípulos. Algunos se admiran de que cieftas personas de
l}.ütirii. "n ;U ;u *itlon"t mucha fe logren curaciones. iPero si esto es un poder
,t -rr. riene
conti ) ql ;5"Jlt;f H;.t; que el Señor ha dejado a los que lo siguen!
iüi'rit't"is
'de
no cristianos' '111""tf.'t:i:*:ffi Lo más importante es el poder de echar los malos espí-

ilf oveias sin pas-

#:1,:ll'.'.,"*":"-,"iü,=ju''p=o'"ñ,á*r.u'sure-
ligión. otJJ'';ul*;;n¿un "o*o
ritus. Y aquién no siente en su vida la presencia de algún
mal espíritu, de un espíritu inmundo? Por ej; cel espíritu
'o'. pue- del orgullo, de la avaricia, de la pereza, de la luju-
dé embaucadores se
torrsigut"nio-a'-nruios'*tntálistasnespiritistas' ria, de la envidia, o de la ira? éY de veras confiamos en
gnósticos, y u'Iuinü'éta '"s; *;É^¿o el a'nti s u o a d a
-
u'" d !i* o á*^" r el poder que el Señor nos confirió para alejar estos espíri-
de n i m a s' n 1t9
tus tan dañosos? No es por virtud nuestra o por nuestros
oio:"áDónotüti.['nt"zD"J"íá'ráé"nte"'siguiendo propios méritos que los vamos a alejar. No es por esto. Es
oveias' áA
íasmoda',ru'io'tumblet*'"aáñas'ilsuperficialismo porque lesús nos ha concedido el poder de alejar
ülnoiro"ntiuiáiJ"pout"s
v consumismá v'p*"tz Necesitan guías!
aóna" irán á
EL EVANTSELID EXPLICAD[) NA 4
los malos espíritus. Y Dios nunca se arrepiente de los re-
galos que nos ha concedido. Creamos en ese poder, pues
somos discípulos de! Divino Salvador, y a sus discípulos les
concedió el poder de alejar enfermedades y malos espíritus.
"Esfos son los nombres de los Doce Apostoles: el primero
Simón, el llamado Pedro, su hermano Andrés. Santiago el
Zebedeo y su hermano Juan. Felipe y Baftolomé. Tomás y
Mateo el publicano. Santiago el Alfeo y Tadeo. Simón el faná-
tico y Judas Iscariote, el que lo entregó'i
Ahora vemos a Jesús que escoge a sus inmediatos cola-
boradores. Es un gran líder que va a dar inicio a Ia más
grande campaña espiritual de todos los siglos y está
eligiendo a los jefes de batallones de avanzada. Está
nombrando a los que van a ser su mano derecha mientras Él
esté visible en la tierra, y sus sucesores cuando El se
vaya al cielo.
Y lo primero que llama la atención es que los elegidos
son gente común del pueblo, No son ricos, ni doctores,
ni jefes politicos. No tienen ventaja social alguna. Sus ofi-
cios son los del común de las gentes. lesús no busca hom-
bres extraordinarios para hacer las obras comunes de evan-
geliza6 sino hombres comunes para que se dediquen con
fenror extraordinario a evangelizar. Nadie podrá decir que
no tiene cualidades para ser apóstol.
Estos doce constituían la más extraordinaria mescolanza.
Ahí está Mateo, el publicano, el que colaboraba con un go-
bierno extranjero y opresor, y al lado Simón el fanático gue-
DOMINGÜ 1]qT. CICI-f] A
rrillero, que pertenecía al partido de los Zelotes que odia-
ban a los publicanos y a los extranjeros. La realidad lisa y
llana es que Simón el Zelote si se hubiera encontrado con
Mateo el publicano en cualquier otro sitio que no hubiera
sido allí en el grupo de los que seguían a Jesús, le habría
clavado un puñal en el corazón. Pero ahora el Divino
Maestro les hacía olvidar nivalidades políticas y los
encauzaba hacia una sola meta: conseguir el Reino
de Dios. De aquí podemos sacar la tremenda verdad de
que aún Ias personas que más se odien pueden aprender a
amarse si se dedican a amar a Jesucristo.
Con estos doce sencillos israelitas empezaba Cristo
la construcción del edificio más grande de Ia histo-
ria: la religión cristiana. EIlos serán |as doce piedras
sobre las cuales se basará el edificio. Y cuando una de ellas
(Judas) falle por la traición, pronto se le buscará no sólo un
reemplazo (San Matías) sino otro más brillante, San Pablo.
Jesús prefirió fundar la lglesia con seres imper-
fectos, antes de pasarse la vida aguardando inútilmente
encontrar personas perfectas para fundar su religión. Así lo
sigue haciendo su Iglesia: acepta como colaboradores a
seres llenos de defectos, en vez de quedarse aislada
en una soledad esterilizante, pues sabe que "cuan-
to mayor sea Ia debilidad humana, más puede bri-
llar la gracia de Dios'" (2 Cor. 72,9).
')4 esfos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
No vayáis a tierras de paganos, ni entréis en las
EL EVANGELII] EXPLICADtrl NE 4
ciudades de Samaría, sino id a las ovejas desca-
rriadas de Israel",
Jesús quiere que se vaya por orden. No sea que pase en
la religión Io que decía el poeta: "Mientras se despeña
el río, se está secando la hueÉa". Primero misionar a
los que están cerca/ a los que son de nuestro pueblo y de
nuestra raza. Primero los "próximos". Porque hay gentes
que arden en deseos de irse a misionar en Africa y en el
Polo Nofte, pero a las personitas que viven en su misma
cuadra no les dicen ni una palabra de religión y a quienes
trabajan en su misma oficina jamás los invitan a visitar un
templo y a sus amistades nunca regalan un libro religioso.
Suspiran por irse a tierras de paganos y pueblos de Samaría,
pero a los del pueblo de Israel, a sus vecinos y amigos no
los evangelizan. J sús quiere que empecernos a di-
fundir nuestra religión por los que estén más cerca.
Después vendrán los demás. Me examino a mí mismo. éQué
hago por evangelizar a mis "próximos"l a quienes viven
cerca de mí? ila caridad empieza por casa!
"Id a las ovejas descarriadas de Israel'i
Jesús, corno buen comandante, no quiere diluir sus fuer-
zas. El que pretende abarcar demasiado a lavez, se queda
sin poder apretar lo suficientemente fuefte como para po-
der mantener unido el montón de espigas que cosechó.
Pon ahora dedicará sus discípulos a evangelizar la
Tierra de Israel, la nac!én santa, la propiedad per-
sonal de Dios. Después, desde esta nación bien
po__yrN§fl_- 1, rj__: _c-]-ql!_ ¿
evangelizada saldrán los escuadrones de evangelizadores
a llevar la Buena Nueva a Samaría y luego enseguida a
todos los países paganos.
Esa orden de Jesús era transitoria. É1, como hábil
general concentra todos sus objetivos por ahora en con-
quistar para el Evangelio la nación de Israel. Una vez que
ella hay sido suficiente evangelizada, con los que allí se
hayan conveftido, emprenderá la obra más audaz de la his-
toria: conquistar con un puñado de hombres e ignorantes,
todas Ias naciones, aún las más ricas y poderosas.
Gracias Señor porque me permites tomar pafte
en el escuadrón de los evangelizadores que envías
a evangelizar al mundo.
Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca.
Curad enfermos. Resucitad muertos. Limpiad leprosos. Arro-
jad demonios.
Proclamad: así como se declamaban públicamente
los decretos de! emperador o las órdenes del coman-
dante general o las noticias de interés nacional. Así de-
ben propagar la religión: proclamándola, sin miedo, ante
todos, ante los que la desean conocer y también ante
los indiferentes. Proclamar significa: decirlo en público,
sin miedo.
Jesús les presenta un programa: hacer lo que hizo
Él: predicar, curar, resucitar, sanar, alejar malos espíritus.
 I
rl
,i
I
EL EVAN E ELID EXPLICADO NA 4
"Que el Reino de Dios está:cerca"i
,]
Reino de Dios signifüca en Ia Biblia el que Dios
sea cibedecido, glorificado y amado. Que su santa
Voluntad sea cumplida aquí en Ia tierra. Que los seres hu-
manos nos preocupemos por tener contento a nuestro Dios.
Los evangelizadores tienen que decir: "Mirad, édeseabais
que Dios fuera conocido y obedecido? Pues ved que
ahora¡ sí cumplimos lo que el evangelio nos manda, se cum-
plirá este anhelo vuestro". Jesús ha venido para que Dios
rcine entre nosotros. El Reino de Dios está cerca".
Curad enfermos. Esta orden debe interpretarse en dos
sentidos. En sentido titeral: obtener satud para Ios que su-
fren fisicamente de alguna dolencia. Esto es perfectamen-
te posible porque Jesús a quien servimos es Dueño de todo
lo que existe, y a El le queda totalmente fácil alejar !a en-
fermedad y hacer recuperar la salud.
Pero hay otro sentido muy interesante para esta fra-
se: curar espiritualmente. Esto es mucho más importan-
te que,,obtener,lla salud corporal.,Porque podemos ser
robustos como un Sansón y enclenques espiritualmente
como é1, lo cual sería un fracaso. Jesús por medio de
sus evangelizadores nos puede traer salud espiritual: ro-
bustecer la voluntad débil, conceder resistencia,frente a
las tentaciones y al atractivo del m?lr conceder constan-
cia y
perseverancia en obrar el bien, y hacer,fuertes
nuestras buenas resoluciones.'No lo olvidemos nun-
ca: todo auténtico evangelizador ha recibido po-
der de Cristo para sanar, sobretodo para sanar
DOMINI3tr 119 - EICLtrl A
espiritualmente. Tratemos de ejercer ese poder
recibido gratuitamente.
Resucitad muertos: Quizá nuestra fe no nos alcance
hasta lograr que salga iandando'y sonriendo uno que estaba
sin vida entre un ataúd. Pero sí podemos hacer que muchos
que estaban mueftos en sus pecados resuciten a la vida de la
gracia, éporque de qué seruiría que los cadáveres co-
braran nueva vida, si los que están vivos siguen con
et alma hecha un cadáver por el pecado? Podemos ha-
cer con la evangelización;que los que estaban muertos en Ia
desesperación y en el desaliento porque no lograban progre-
sar en Ia vida espiritual, resuciten al optimismo y a la espe-
ranza al conocer el poder y la bondad de Dios, "que tiene
poder y,misericordia para concedernos aún más de
lo que nos atrev€Etos,a pedir o'desear" (Efe. 3,20). Si
se Ros ha dado el poder de resucitar a otros, no desaprove-
chemos la ocasión cada vez que se nos presente, de resucitar
el ánimo decaído de los,pesimistas y de resucitar las almas
que están mueftas por el pecado, guiándolas hacia el arre-
pentimiento y la conversión.
Limpiad leprosos.
,Echad demonios. Todo ser humano puede ser do-
minado por el mal, ser esclavo de malos hábitos y
de perversas costumbres. El mal puede atraernos de
manera,hipnótica y fascinarnos. Puede dejarnos más
asquerosos en el alma que los más infectos leprosos
en el cuerpo. Pero Jesús con su perdón puede
lavar las llagas de nuestro espíritu, y con su
EL EVANGELIf] EXPLICADD NA 4
poder, alejar los denronios que quieran nues-
tra perdición. Ante el enemigo del alma nosotros
somos débiles y cobardes, pero hay uno ante quien
los demonios tiemblan y huyen, y ese es Jesús. Con
su poder y en su nombre alejaremos de nuestra vida
y de la muchos más, a los espíritus infernales que
pretenden nuestra eterna perdición.
Gratis habéis recibido, dad gratis.
Los sabios de Israel insistían mucho en que ya que
el buen Dios nos ha concedido gratuitamente
tantos dones y tantas enseñanzas espirituales,
seamos también nosotros generosos en comu-
nicar estos bienes a los demás. San Pablo insisti-
rá más tarde en que jamás permitirá que le quiten el
gran honor de no cobrar a nadie por evangelizar. De-
bemos ir repartiendo gratuitamente lo que de mane-
ra tan generosa nos ha regalado totalmente gratis
nuestro Señor.
áQué es lo que trato de conseguir cuando
evangeliza? éMi propia satisfacción? ZLa gratitud y
aprec'ro de Ia gente? ZSus ayudas económicas? ZO más
bien Io que busco al evangelizar es siempre y princi-
patmente tener contento a mi Dios y Redentor y
tratar de que otros Io amen, Ie obedezcan y le
den gloria?
DI]MINGO l IA CItrLD A
Jesús dijo: Todo lo que pidáis al Padre en mi nom-
bre, os lo concederá... Hay gracias especiales que si no
se piden no se consiguen. Y una de esas gracias puede
ser la de que haya numerosas y santas vocaciones de
sacerdotes, de religiosos y de apóstoles laicos. Si anotas
en tu almanaque en cada día del mes un + en las fechas
en las que sí has pedido a Dios que envíe vocaciones a
su Iglesia y un signo menos en los días en los que se te
olvldó pedir tan importante gracia, écuántos signos +
habrá en cada mes, y cuántos signos menos?
Mientras estás orando por las vocaciones pue-
de ser que un joven al leer un libro religioso o al
escuchar una predicación sienta en su corazón
un gran deseo de ser sacerdote, o que a una joven
le llegue al cerebro la idea de consagrarse a Cristo en la
vida religiosa. La oración por las vocaciones no puede
no ser escuchada pues se trata de un mandato del mis-
mo Cristo.
Ha)f un diálogo muy interesante que se presenta en al-
gunos colegios con ocasión de jomadas vocacionales. Allí
aparece San Pablo como Minisffio de Relaciones Exteriores
del cielq muy afanado buscando quién quiera aceptar en
la üerra el mensaje del errangelio de hoy. Id a proclamar
que el Reino de los cielos ha llegado,.. etc... y termina el
EL EVANGELIT] EXPLICADO Nq 4

bello diálogo con este slogan:*SI CRISTO TE NECESITA

PARA nléÚru PLAN QÚe rrENE, ,..¿ACEPTAnÁS SU
LLAMAD A?" . Esto habría que repetirlo frecuentemente en
ambientes juveniles: "si Cristo te necesita para algún
plan que tiene, aceptarás su llamada?". Frases como
ésta, precedidas de oración por las vocaciones, pueden
despeftar altos ideales apostólicos en la juventud.

Hay muchos sacerdotes, muchas religiosas y muchos

apóstoles laicos que si son tales lo deben principalmente a
que alguien oraba frecuentemente por las vocaciones (P.
Viganó, Superior General).

La Mies es del Señor y Él es el más interesado en enviar

obreros para que la cosechen. Por eso le agrada mucho
que le pidamos ese don: las vocaciones.

Repitamos a la juventud la frase de Juan Pablo II: os

propongo el ideal más bello y sublime de esta vida: dedi-
car vuestra existencia al seruicio de Dios. Escuchad:
es el mismo Dios el que os está llamando. Poneos en ac-
titud de escucha".

Granos de mostaza, "la más pequeña de las semillas" (Mt. 19,12).

Aun en los mínimos detalles, el evangelio es sumamente realista.
Y les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos es semejante al grano
de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. El cual, aun
siendo la menor de todas las semillas, cuando germina se convierte en un
arbusto, y luego en un árbol, y en élanidan las aves delcielo.

arrancaré una rama del alto
"Esto dice el Señor Dios:
cedro y la plantaré, De sus ramas más altas arrancaré
una rama tierna y la plantaré en la cima de un monte ele-
vado; la plantaré en la montaña más alta de Israel. Para
que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro no-
ble, Anidarán al abrigo de su ramas aves de toda clase'i
La Biblia de Jerusalén dice que en este poema de
Ezequiel se habla de los tiempos mesiánicos, de lo que
había de suceder en la tierra al enviar Dios a su
Hijo, el Mesías Redentor.
De lo más alto del cielo ha traído Dios a su Hijo y en Ia
cima de un monte lo ha plantado en el árbol de la cruz; y el
monte Calvario ha llegado a ser en lo espiritual la más
alta montaña del pueblo de Dios.
Al abrigo del árbol de la cruz nos cobijamos Ias aves de
todos los colores y de todos los plumajes: ricos y pobres,
niños y viejos, sabios e ignorantes, Ese árbol ha echado
tales brotes y ha producido tan abundantes frutos
que allí podemos acudir todos los que en el mundo tene-
mos hambre espiritual; y seremos saciados, y d la sombra
de sus ramas nos veremos libres del bochorno del sol de
las pasiones. Quiera Dios que sí sea así.
DEMINGfI ] IE trICLO B
Y todos los árbotes sirvst¡es sabrán que yo soy
el señor, que humilra árbores artos y enattecá bs árboÉs
h-umildes, que seca los árboles ro;:anos y hace florecer
los
árboles secos. yo el Señor lo he dicho y lo haré.
Parece tico de la Sma. Virgen:
"Dios dis de corazón, derliba
del trono y enaltece a los humildes;
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricoá
Ios despide vacíos". o er canto de Ana én d Antiguo
Testamento: "El señor hunde en et abismo y levanta; aá la
pobreza y la riqueza, humilla y enaltece. La mujer estéril
da a luz siete h¡-os, mientras !a madre de muchos se mar-
chita" (1 Sam. 2).
Nosotros los árboles sirvestres tenemos que recordar
siempre, día a día, que los que se creen árbolás muy altos
pueden ser humillados por Dios Todopoderoso que humilla
a los soberbios, pero que a quienes se reconocen humildes
arbolillos_en_ el jardín de Dios, el señor los puede ensalzar
porque El eleva a los que se humiltan. Los que se creen
lozanos árboles, capaces de producir muchos fiutos espiri-
tuales, que no se enorgullezcan vanamente, porque Dios
los puede dejar solos con sus propias fuerzas r"i¿n ,uv
v
pronto unos pobres chamizos secos, sin frutos y sin lozaná
ni verdor. Pero los que se creen inútiles árboleé secos, que
confíen en el señor y en su poder y misericordia, que pue-
de sacar hijos de Abraham de las mismas piedras. ..No
hay árbol tan seco y marchito, que si ro .i"ga Dios y
lo bendice con su misericordia, no se práa. con-
vertir en árbo] lozano lleno de abundantes frutos,,.
q L___qvA]:l§_E_LL0__q¿!P Ll cAD trl Na 4
Señor: que no seamos altaneros árboles llenos de orgu-
llo, sino senc¡llos y humildes arbolillos de tu huerto, que
confiando en tu generosidad y en tu bondad, reciba-
mos de Ti tan frecuentes ayudas que jamás dejemos de
producir frutos de vida eterna.
SALMO 97,'. El justo crecerá como una palmera; se al-
zará como cedro del Líbano plantado en la Casa del Señor
En la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso'i
El salmo repite y
realza la idea de !a lectura anterior:
que el justo, el que confía en el Señor y se esfuerza
por conseruar su santa amistado tendná en silJ espí-
ritu la vitalidad de esos dos árboles típicamente cen-
tenarios que son la palmera y el cedro. Y que la dicha de
los que siruen al Señor durará por incontable tiempo, y segui-
rán recibiendo las bendiciones de Dios por años sin término.
SEGUNEA I-ECTURA: de la 2a Cafta de
San Pablo a losr Gorintio§,5¡6-iO"
Hermanos: siempre tenemos confianza, aunque sabe-
mos que mientras vivimos estamos desterrados, lejos del
Señor Caminamos sin verlo, guiados por la fe. Y es tal nues'
tra confianza que preferimos desterrarnos del cuerpo y vi-
vir junto al Señor
$iempre tenernos confianza: el buen cristiano es
persona que vive de su gran esperanza en Dios. Sabe que
DDM¡NEO I IE - trICLfl B
el Señor Ie ha firmado un cheque en blanco para ayudarle
en esta vida y darle el Paraíso en la eternídad. El cristiano
sabe que los trabajos de esta vida son la "cuota inicial,,
para adquirir la mansión eterna en el cielo. El creyente tie-
ne un pie en este mundo y el otro en la eternidad. Vive de fe.
"Por lo cual, en destierro o en patria, nos esforzamos
por agradarlo'i
Para San Pablo como para todos los santos, el mayor
deseo y anhelo de su vida fue agradar a Dios, tenerlo
contento siempre a É1.
Una de las críticas de Jesús a los fariseos era que ellos
lo que más buscaban era ser honrados por las demás per-
sonas, en vez de preocuparse por tener contento a
Nuestro Señor, El apóstol, como todos los grandes ami-
gos de Dios, tuvo siempre horror a ese feo defecto de los
fariseos.
Dicen que el valor de una persona se puede medir
por lo que busca, por aquello que más desea y más trata
de obtener. Lo que busca el gran apóstol pablo, lo que más
desea, lo que trata de obtener a toda costa es agradar a
Dios. Y ojalá fuera también este nuestro más ardibnte de-
seo todos los días de nuestra vida (Marmion).
"Porque todos tendremos que comparecer ante el tribu-
nal de Cristo, para recibir premio o castigo por lo que
hayamos hecho en esta vida",
E L _EVAN E_E Ll,o E_¡E!] cA,D Q= ,1){:, 4 CICLT]
Apóstol Pablo: con sólo haber escrito esta frase ya me-
recías haber venido al mundo. Ojalá nos obtengas de Dios
el que logremos recordarla frecuentemente durante toda
nuestra existencia. Con sólo recordar esta gran verdad ya
nuestra vida cambiaría por completo, y se cumplÍría lo que
dice el libro del Eclesiástico: "Recuerda !o que te espe-
ra al final de tu vida y este recuerdo te lrara evitar
¡¡ruchc- pecados".
Pablo termina este pasaje de hoy con una nota de seve-
ridad, Sabe que no sólo nos encaminamos hacia la gloria
eterna, sino también hacia el luicio de Dios, hacia el tribu-
nal de Cristo, Juez de vivos y muertos.
El famoso Padre Escrivá en su inmortal libro "Camino"
aconseja: "No olvides ese Jt¡ez y ese Juiicic¡ que te
espera. Este pensamiento te ayudaná nluclro para
progresar en santidad".
Faltando apenas tres renglones para terminarse la Bi-
blia, en el último Capítulo del Apocalipsis, Jesús nos dice
unas palabras impresionantes. "He aquí qrre vengo lr
traigo conmigo mi salario, para darle unct¿t
según sus obras". Vamos a ser juzgados, y nuestro sala-
rio será proporcionado a las obras buenas que hayamos
hecho. Por eso'nos conviene ir echando día por día muchas
buenas obras al lado derecho de la balanza, no sea que al
ser juzgados nos tengan que decir las terribles palabras
que el profeta Daniel dijo al rey Baltasar: "Has sido pesa-
do y en el lado de las obras buenas, la t¡alanza se-
ñaló falta del peso suficiente".
B
Todos tendremos que comparecer: el gobernante
que apoyó el aborto, el periodista que escandalizó con
sus noticias escabrosas, el profesor de Universidad
que envenenó las mentes de sus alumnos con ideas
extremistas, la madre de familia que educó a sus
hijos en el fervor cristiano, el activista católico
que no tuvo miedo de propagar la religión... Cada
uno será juzgado por lo que lraya hecho en esta
vida. Emergerán del mar del olvido las obras de cada
uno, las buenas y las malas, las pequeñas obras de
caridad y los hechos más vergonzosos. Ante la luz
divina todo aparece manifiesto. Nada hay oculto que
no se haya de manifestar. cQué dirá de cada uno
de nosotros el Juez Jesucristo aquel día? Es
bueno irnos preparando una sentencia favorable. To-
davía tenemos tiempo para dedicarnos a obrar el bien.
Un día el exmilitar losé Brossio hizo un gran sacri-
ficio por no pecar y por conseguir agradar a Dios, y lo
conservó en el más absoluto secreto. Pero la próxima
vez que fue a visitar a San Juan Bosco, éste le dijo:
cada "José qué gran premio te has ganado para el
día del juicio!". -El otro se quedó admirado de que
el santo supiera lo que él había conservado en tan
estricto secreto, y Don Bosco le añadió: "Recuerda
que en el día del luicio todo lo bueno que ha-
yas hecho, hasta lo más oculto e ignorado, te
será recompensado por Jesucristo". Y es verdad:
así será.
 N(r 4
EL EVANGELII] EXPLIGADE
Diio Jesús: El Reino de Diog se parece a un hombre
que ácha semilla en la tierra. Ét duerme de noche
y se
ievanta de mañatna; ta semilla germina
y va creciendo
iin q,u. ét sepa cómo, La tierra va produciendg la cose'el
cha ella sola. Primero los tallos, luego la espiga, después
se cofta la espiga con
áráno. Cuando el grano está maduro
ía hoz porque haltegado el tiempo de la cosecha'
El Reino de Dios no viene prefabricado del cielo.
se va
haciendo en la tierra poquito a poco pero sin dejar
de crecer día Por día'
Esta es la única parábola que aparece solamente en
san Marcos. Es el único en narrarla. El reino de Dios
sig-
nifica el que la gente acepte la Santa Voluntad de
Dios y se esfuerce por conocerlo, amarlo y seruirlo
esi" vida y así vaya consiguiendo la felicidad de verlo
"n
y acompañarlo para siempre en el cielo'
Ante todo nos dice la parábola que el crecimiento del
Reino de Dios no es simplemente un esfuerzo nues-
tro, sino una obra de Nuestro Señor. Él es el que pro-
duce el querer y el obrar, dice san Pablo. Nos dice también
la parábola que este crecimiento será invisible quizás, pero
siempre cont¡nuo. Nadie podrá detener el crecimiento del
Reino de Dios en el mundo. Pocos lo notarán, pero se sigue
produciendo hora por hora. Cada día habrá más gente que
tr"" en Dios y más personas que se dediquen a extender
DOMINGtrI 118 trICLtr) E}
su religión. Cada hora habrá más fe en el mundo, y año por
año serán más y más las obras de caridad de los creyentes.
Es que es el mismo Dios el que va haciendo crecer su reino
sobre Ia tierra. Pero como el crecimiento de una planta, no
se ve ni se oye, no se aprecia sensiblemente, aunque no
deja ni por un momento de producirse. Que nos anime esta
hermosa noticia del evangelio. Peftenecemos a un Reino
que crece y progresa sin cesar.
Un día vendrá la cosecha. Y el buen grano será lle-
vado al reino eterno del cielo. Y la cosecha será grande,
aunque a veces parezca que el mal fuera mayor que el bien
en Ia tierra. Lo que pasa es que el bien no hace ruido y el
mal hace mucho bochinche. Pero en el Reino de Dios en
esta tierra cada día aparecen nuevos tallos, nuevas espi-
gas, nuevos granos y granos ya maduros para ser cosecha-
dos. Y todo esto irá al Granero de Dios en la eterni-
dad. Ánimo, crecemos guiados por un buen agricultor que
jamás se ha dejado derrotar ni por los malos tiempos, ni
por las plagas, ni por los salteadores de su campo. Con
Cristo como jefe de nuestros cultivos, la cosecha será
esplendorosa, y cada vez mayor. Gracias Señor porque
nos has hecho peftenecer a una plantación maravi-
llosa: peftenecemos al Reino de Dios que día por
día y hora por hora crece sin cesar.
a releer esta hermosa y pequeña parábola.
Volvamos
Dejémonos llevar por su alegre movimiento. Es la
historia del Reino de Dios al cual peftenecemos, Allí obra
maravillosamente el poder del Señor, obrando callada pero
continuamente.

Dijo también: ¿Con qué podemos comparar el Reino de
Dios? Con un grano de mostaza. Al sembrarla en la tie-
rra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace
más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan gran-
des que las aves pueden cobijarse y anidar en ellas.
Vuelvo a leer esta nueva parábola y recuerdo cómo ha
sido su cumplimiento. Cuando Jesús la dijo, el Reino
de Dios que El venía a predicar estaba reclucido allí,
al Redentor, pobre y humilde nazareno, y d 12 apóstoles,
extraídos de Io más pobre y sencillo del pueblo. Era una
semilla muy pequeña. Brotó en el Calvario y luego ya en el
día de Pentecostés son tres mil personas. Vient.n las per-
secuciones y la tglesia se extiende por todo el rnun-
c!o, y donde quiera produce mártires, virgenes y
propagandistas fervorosos del evangelio. Se ha he-
cho más grande que todas las demás religiones de la tie-
rra. Somos mil millones de católicos (la religión que nos
sigue en número, la musulmana, tiene 800 millones). Las
aves, las almas de todos los continentes han venido a cobi-
jarse bajo las grandes ramas de la religión de Cristo... éPien-
so también en mis proyectos espirituales, parecen tan pe-
queños, tan sín esperanza, o tan irrealizables? Pero si Je-
sús nre concede su ayuda, pueden crecer y comc la
pequeñísima "semilla de mostaza transformarse en
obras admirables. Para Dios todo es posible.
EI grano de mostaza. En Palestina era símbolo de lo
más pequeñito que existía. Uno mete la mano en una vasi-
ja donde hay granos de mostaza y le quedan seis u ocho
Dtlfvl ll.lG¡ I i' - CICLD
=
debajo de cada uña. Pero germina y se conviefte en una
planta elevada. Un historiador cuenta que vio en Palestina
una planta de mostaza más alta que un hombre de a caba-
llo. Las semillas de mostaza gustan mucho a las aves y es
muy común ver verdaderas nubes de pájaros encima de las
plantas de mostazd, y hasta llegan a hacer nidos allí. En el
Antiguo Testamento para ponderar la poderoso e influyen-
te que es una institución, se le compara a un árbol fron-
dCIs* a! cual vienen a refugiarse muchas aves (Ez.
17; Dan.4). El Reino de Dios es ese árbol donde se cobijan
gentes venidas de todas partes.
Esta es una parábola que enseña a no desanimar-
t1üs por los principios humildes de las obras de apostolado y
de evangelización. Puede parecernos que esta'mos obtenien-
do efectos muy insignificantes, pero si esto insignificante se
repite y se repite, y no desfallecemos y no dejamos de orar,
de obrar y de sacrificarnos, al fin, de poco en poca se for-
nta un nrucho. Hay un experimento científico: sobre un gran
recipiente lleno de agua se coloca una botella con un coloran-
te y un gotero. De la botella va cayendo una gota de coloran-
te cada minuto. Al principio nada se nota, pero después de
varias horas el agua se ha coloreado toda. El efecto acumula-
do de pequeños esfueaos de evangelización puede llegar a
producir resultados sorprendentes.
"Vendrán aves de todas partes a cobijarse bajo es árbol'i
Cuando en el siglo XVI encargaron a un pintor que pin-
tara en una Iglesia el Reino de Dios como un gran árbol
 DtrMINTJT] ] ]q. CICLD B
EL EVANGELIf) J2!PLIcADt] N" É

El artista se de modo sencillo y popular. Porque la mayoría de los

bajo el cual se cob'rjaban muchas personas. oyentes son gente poco instruida en lo religioso. Y aún los
en aquella in-
ááá¡.0 con toda su álma a pintar su cuadro sabios sacan mayor provecho de un sermón sencillo y prác-
,*iu pared. pero cuando ya estaba para terminarlo tuvo
y le decía: tico que de un discurso florido y rebuscado. De los sermo-
un sueño: vio que Nuestro éeñor se le aparecía nes con frases altisonantes se obtienen felicitaciones por el
..Veoundefectoentucuadro:sólohascolocadoallí
estilo, pero no propósitos para la enmienda, porque Dios
p"i"on"s vigorásas de Íazablanca y de 2o a 5o años' no presta eficacia a estas vanidades; y porque las gentes
éNo ves que mi Reino cobija también
a los negros'
a los sencillas que son mayoría en re los oyentes, no entienden
á iá" amáritlos y a los moienos' a los niños, esto. La gente lo que quiere es entender, Por eso hay
,n"¡"rosyalosenfermos?Atodoselloslosquiero
por este que narrarles ejemplos y presentarles modos prácticos de
; _i R"iño,,. Elypintor quedó completamente
muy emocionado
su cuadro, conseguir Ia santidad y de librarse de las trampas de los
ft;;;1" ¡el cielo transformó
gentes de todas enemigos del alma. Lo que debe buscar el que predica o el
colocañdo bajo el árbol del Reino de Dios a que enseña catecismo no es que salgan diciendo: "iQué
y
lui ,urur y Ae toaas las edad€s, Y también enfermos men- bien sabe hablar!", sino que salgan arrepentidos y
Jig";.- óué nermoso, qué variado, qué inmensamente
los que ama- dispuestos a mejorar su ompoftamiento",
ñr-m.roro es el grupo al cual pertenecemos
ba-
.,o, y seguimos a bristo Jesús! Nosotros levantamos
y los de otro' Jesús sabe adaptarse a la capacidad de entender que
rreras de separación entre los de un color tiene su auditorio. Y esta es una cualidad necesarísima para
entre sabios
;"iá rrco, y' pobres, entre sanos y enfermos' esas barreras todo el que enseña.
á ié*rrntes.'cr¡sto en cambio derriba todas
amables
á"i"puáción y nos cob'lja a todos bajo sus brazos Hay DOS PELIGROS para quien predica o catequiza:
de Redentor Y Salvador'
,,ConmuchasparábolasparecidaslesexponíalaPala- 10 El autoexhibicionismo. La labor del evangeliza-
lo exponía en para- dor no consiste en llamar la atención de los oyentes acerca
bra acomodándosL a su entender Todo se de lo mucho que él sabe o de Io bien que habla, sino sobre
todo en pirndo"'
bolas, rero a sus dixípulos re to o<pticafu
el tema que les explica, que son las verdades del evangelio
y de la religión. Si lo que busca es lucirse ante Ios oyentes,
Acomodándoseasuentender:éCómosuenande gran maes- puede llegar a ser brillante y aplaudido, pero entonces sus
opo,trnut aquí estas célebres enseñanzas del "Es ne- enseñanzas pierden aquella eficacia que Dios concede a
i,l-oápr"dicadores y de catequistas, san Alfonso: paftes las palabras de los que son humildes y sólo buscan el Reino
;;t*i" predicary enseñar siempre y en todas
 CItrLC E
Ntr4
ELE

Hay algunos con tan gran vado les volvía a explicar todo lo que no habían com-
y no su propia vanidad'
de Dios prendido bien, y !uego Ios animaba sin cesar a poner
deseo de impret["nlr u
lot demás coñ su mucha ciencia en práctica sus divinas enseñanzas. Más tarde el após-
y su mucha erudi-
que se vuelven átt"ot' in¡nttligiUles' eievados. De uno de tol Santiago dirá en su famosa carta: '*[\io hay qrur,:,
ción los hace .o-ifrioi,'demasiádo selr eüe fios qure stmpflermente oyem stril praetEcaH
los oyentes: "Tiene muy mala puntería' dis-
esos decían m¿,:¡rril,m" [-ar palabrar para que sea proveehosa etekrcr
para siempre táüv p."t tnt¡m"
alt btanco"' Lo que ely
amar es la doctrina que
predica sein tüeY¡a¡ela a la pnáctica",
buen evangel¡zaooiob¡e bri-
su vanagloria y la [ama de
el bien de sus oyentes'.no q'á é lleva el viento' éQué Qué imagen aEradable y sencilla ésta del evange-
llante expositor, que es
hllo lio de hoy: Jesús dedicando tiempo y energías para
¡esí¡si ¿La gloria Ño' ra'más' éY qué
buscaba '"iááo salvar almas? explicar detalladamente a sus rudos discípulos todo
busco yo al lo que sus romos cerebros no habían podido compren-
"'ungáiiñ'Ir-ui¡t*e
con enseñar sin preo- der. Siglos más tarde, un famoso Iíder, Napoleón, €X-
2o Peligro: E! contentarse clamaría: o'A Xa geurte ruda mo le qeredm sEmc¡ uil"r
dé si entendieron o no' iioU(i; sntdl{:odo parin §nacer[a apremder; ne¡lefitrile 1,
"*P".u" Repetil repetir, y volverle a repetir. Yo
();.{:[ri¡icü]ii'fle.
de los estoicos en Gre-
Epicteto el famoso maestro no conozco otro método para enseñar al pueblo co-
no se contenta con
cia, decía que el buen maestroque se esfuerza porque sus mún". Podemos imaginar a Jesús repitiendo a sus pri-
exponer la doctrina sino
dáspués de enseñar también meros discípulos sus impresionantes enseñanzas, y
discípulo,
que han oído' pero por sobre todo que practi-
'"uI'fuputu' explicándoles sin cansarse ni enfadarse por su falta
esto hav que insistir de inteligencia. Señor: enséñanos a no car¡sar-
quen las enseñ;;;;; iecib¡oas' Que üxos Eruffica de repetir y explicar lo qure Tú rguie-
vuelvan a rumiar en su cere-
en los oyente-s J9l.u que logr"n :t':l:llo'v para res 6ü[¡«] enseñemos a tu puehlo.
bro lo ue han áiOo para -que en su
pl.oponéun-.pon"rio luego
oue se "-1i:=1t:ttu
convierte en le-
Xñt" ,,ü."i unu¿íá: "lo que se
un los rümiantes no es lo que
che y Lo que se convierte
"n ""i"
sino lo que
comen, "tün'
en progr"ro 'áiaá'd"i" eny-
loi oyentes-n9 "t lo que
que
oractican"' Esto es lo
oyen sino lo e'á *99itan
lesústratabadeobten""ónsusdiscípulos:enpri-
 LA PECADORA
Cad& uruffi sfr
pret§ent&tre &§htq: aH
tribuÉhru[ de á*s
p&r& dar[e üEr,frstf,&
de todo [o qffi"s Éra
hecho; de lo hu#srü
y d,e Ío mmfn
(S. Biblia S,atn Fablo)

Se le perdona mucho,
porque demuestra mucho amor.

FRIM ERAI LEGf[l ffi¡,,'t'::'samuea L2,7 -L3.
"Dijo Natan a David: Asídice et Señor Dios de Israel. Yo
te uigí rey de Israel y te libré de las manos de Saúl
y te éntregué la casa de Israel y de Judá. Y por si
fuera poco pienso darte otro tanto'i
Nada mueve tanto a sentir arrepentimiento de haber
ofendido a otro como recordar los favores que él nos ha
concedido.
Cuando David comete el horr:ible crimen de mandar
asesinar a Urías para quitarle su esposa Belsabé (y Da-
vid tenía ya cinco mujeres más. éHasta dónde puede
llegar la pasión cuando se le deja vía libre en la
vlda), El Señor le envía su profeta Natán a que le re-
cuerde los grandes favores que le ha otorgadO ese Dios
a quien se ha atrevido a ofender con tanta; facilidad y
tanta gravedad. En verelad que David tenía mucho que
agradecer a Dios. De simple pastorcito que andaba tras
Oé los rebaños por los montes, lo llevó a ser rey de Is-
rael. cuando saúl el poderoso rey dispuso perseguirlo y
acabarlo por cornpleto, el señor intervino de mane-
ras admirables para salvarle la vida a David a toda
costa. Lo hizo jefe no sólo de Judá su tribu, sino de Ias
otras once tribus de Israel... y además tiene proyectado
darle muchos favores más. éCómo es que ante un Dios
DDMINGD 1 q - CItrLf)
1 C
tan extremadamente generoso, David se atreva a con-
sentir tan espantosa ofensa, como esa que acaba de
cometer?... ¿No es cierto que estas palabras están
redactadas cümo especialmente dichas para cada
una de nosotros? Hagamos una pequeña lista de fa-
vores recibidos de Dios y pensemos luego con qué can-
tidad de pecados le hemos pagado sus bondades! Es
para suspirar de tristeza, de arrepentimiento y de ver-
güenza!
El mismo Natán que poco antes le había anunciado a
David tantas bendiciones que Dios le iba a concedeq viene
ahora a echarle en cara sus pecados. Porque ese es el ofi-
cio del profeta, de todo el que habla en nombre de Dios:
r¡nr¡r'¡ciar [os nnuc$¡os biene$ que el Señor tiene pre-
¡rmraclcs; para los qr,le lo amanlr p€ro no tener ningún
miedo en hacer ver a todos la fealdad del pecado y sus
espantosas consecuencias.
oif)¿¡r, t¡w,á has d.es.,wreciado tti la palabra
d,cc*fl -q'e,fi$¡r
jr¡,iera¡u¡rrk¡ lCI qwe a tri le pare€e mal?
El pecado es siempre un desprecio (sino teórico, sí
real) de lo que Dios ha mandado o prohibido. Y lo más
grave del pecado es que con él hacemos'olo que a Dios
§c fltttr*cu: trifiütñ'o. Algunos se entristecen de sus pecados
porque ellos les trajeron malas consecuencias o les hu-
millan ante los demás, o les quitan la paz interior, o no
les dejan llegar al ideal de perfección que su vanidad les
había trazado. Eso no es contrición ni sirve para llegar a
_@
EL EVANEELID EXPL¡CADI] NA 4 DEMINGD I .IE - trItrLO tr

la santidad. El pecado nos debe entristecer y nos debe Mandaste matar con ra espada a Urías. pues Ia
inspirar un gran asco y aversión contra é1, por una razón muette por medio de la espada no se apaftará nun-
importante: porque pecar es hacer lo que a Dios le pa- ca dehu casa.
rece mal. En eso consiste su gravedad.

LPor qué aborrezco mis pecados? éPorque me han

hecho quedar mal ante los demás? Eso es orgullo.
éPorque me han impedido llegar a! grado altísimo de
perfección que yo desearía obtener? Eso es vanidad...
iPorque me producen amargura interior? Eso es impa-
ciencia. éO es porque e! pecado es hacer, pensar o de-
cir lo que a Dios le parece mal? Si es por esto que
aborrezco mis pecados, entonces sí tengo verda-
dero arrepentimiento.
GNooAüE
BLARTE tsE
has despreciado quedándote con la mujer otro, de UNA GFIAN
INJUSTI§IA
dice el Señor. §UE l§E
§OMETIDO EN
H/--q

iOh pecador, si oyeras en tu conciencia esa misma voz

del Señor cuando cometes pecado: "Me has desprecia-
do"! Ese el grgn mal de tu pecado. Pecar es despreciar a
Dios y a lo que El manda o prohibe, e ifte hacia las creaturas.
Aversión hacia Dios, conversión hacia las creaturas (San
Agustín). éEs por eso que aborrezco mis pecados?
éPorque pecar es despreciar a Dios y a sus mandatos y
prohibiciones? éEn verdad sí es por eso?

tt
 qqNrl_rNsc .t_
IA - CICLI] C

Procuce escalofrÍo el recordar cúmo esta te- tos, cosecharán tempestades. El salmo 9 dice: El violen-
rriirie p!'üffiesa de lJios se hace realidatl it¡eqr¡ en to piensa: "Dios no se entera; se tapa los ojos
la vicla y f*nrilia de David. Su hijo Absalón manda para no ver". "Pero vendrá Dios a pedirle cuen-
asesinar al hijo mayor de David. Amón (2 Sam. 13).
tas de su maldad".
Después Absalón fue muerto por Joab (Sam. L4).
Salomón hace asesinar a otro hijo de David, Adonías (1
éSoy violento en mis deseos y sentimientos? isoy cruel
Reyes Z,l3). Más tarde el Rey Ocozías, de la familia de
en mis modos de pensar, de juzgar, de desear males para
David, fue también asesinado (1 Reyes 9,27) y todos sus
otros? ¿Con qué bondad quiero que me trate Dios? Con esa
híjos, menos uno (2 Reyes 11). Pero Joas, hijo de Ocozías
misma bondad tengo que tratar a los otros.
también fue asesinado más tarde cuando ya era rey (2
R. 12,21). El rey Amasías, otro descendiente de David,
también fue muerto a espada (2 R. 14,19) y así podría-
David respondió: He pecado contra Dios.
mos seguir con una larga lista de muertes a espada, de
los descendientes de la familia del que mandó matar a
Y Natán le dijo: Pues el Señor perdona tu pecado.
espada a Urías, para quitarle la esposa.
No morírás. ,

La verdadera santídad de Davíd es haber reconocido

A veces Ia gente cuando oye narrar un asesinato o un
humildemente su falta. El dijo: iOh Dios, crea en mí un
acto de violencia exclama desilusionada:'*Y ¡)en§ái' QU€;
¿:s,J se quedará así, sin castigo ni sanci'Én". Eso no
corazón puro y no apaftes de mí tu santo espíritu.
iUn corazón humillado y arrepentido, Dios nunca to
es cierto. Eso no se quedará así. Dios personalmente desprecia (Salmo 50).
interviene para hacer cumplir la ley que por medio de
un profeta dejó escrita: "Coms cacla un€] trate, ttsí
El profeta Samuel dice que el mejor sacrificio que le
será tratado" (Ecles). El salmo 10 enseña: "Ai qile podemos ofrecer a Dios es un corazón humillado y arre-
:¡nta Ia violencia lo detesta Dios", Y si lo detesta,
pentido (Daniel 3,39).
cqué se puede esperar de él? Por eso cuidado con esas
doctrinas tan esparcidas hoy, que andan propagando
ideas de violencia. No es verdad que se puede tratar a
A David y a todos nosotros los pecadores se pueden
los demás con violencia y después no experimentar la aplicar muy bien las palabras del Salmo de la misa de hoy:
violencia en nuestras propias vidas y familias. Lo que
"mientras no confesé pecado mi corazón se agria-
cada uno cultiva, eso cosechará. Los que cultivan vien-
ba dentro de mí. Pero confesé mi pecado y tú me
perdonaste y recobré la paz" (Salmo 31).
EL EVANGELIÚ EXPLIC,ADÚ NC 4
SALMO 31. DTCHOSO EL QUE ESTA
ABSUELTO DE SUS CULPAS.
Este es uno de los siete salmos penitenciales que Ia
iglesia recomienda para pedir perdón a Dios. Narra la ex-
periencia sicológica y amarga de alguien que vivía en pe-
cado, y la alegría que sigue a la conversión. Trae una de
las bienaventuranzas del Antiguo Testamento: "Dichost:
el que está absuelto de su culpa", Describe lo que le
pasa al pecador antes de pedir perdón a Dios: se halla
bajo la ira de Dios, sufriendo en el alma y en el cuerpo.
Pero cuando se recono ce culpable y pide perdón al
Señor, Él lo perdona. San Agustín dice que él rezaba este
salmo con especial emoción.
SEGUNDA LECTURA: De la Cafta de
San Pablo a los Gálatas 7,L6-ZL.
Hermanos: sabemos que el hombre no se justifica por
cumplir la Ley sino por creer en Cristo Jesús. Por eso he-
mos creído en Cristo Jesús para ser justificados pti,r
la fe de Cristo, y no por cumplir la ley. Porque el hombre
no se justifica-por cumplir la ley.
La ley es como la señal de tránsito que indica por dónde
hay que dirigirse para poder llegar al reino de los cielos.
Pero la fe es el combustible que hace posible recorrer ese
camino.
DDMINI]E ] ]A ---tr IC LD C
Pocos pasajes como este de la epístola de hoy, en el que
en tan pocas líneas encontremos una síntesis tan completa
de lo que enseñaba San Pablo. Otro pasaje muy parecido
es el de Romanos 3,2L-26. Tres son las ideas fundamenta-
les de este pasaje: El hombre no se justifica sólo por
cumplir Ia ley. Cristo es el que nos justifica. Nuestra
fe en Cristo es la que nos atrae la justificación.
Antetodo es necesario recordar: eUÉ ESJUSTIFICACIóN.
lustificación, en la Biblia, significa ser aceptado por
Dios, ser aprobado por Dios, ser declarado por Dios como
"aceptable" para EI. lustificación es ser declarado )us-
toi o sea "agradable a Dios".
San Pablo insiste en que la justificación es un acto gra-
tuito de Dios, por pura gracia y bondad suya, y que se con-
sigue por los méritos que Jesucristo ganó para nosotros, y
no porque nos hayamos dedicado a cumplir la ley.
Y LEY ¿QUÉ ES? S¡ alguno quiere tener una idea de lo
que era l-A LEY para los judíos le invitamos a leer algunos
párrafos del Libro de los Números Cap. 5 y 6 o en el Libro
del Levitico cap. LL, L2, L3, L4. Si para ser gratos a Dios
tuviéramos que cumplir estas leyes, équién sería capaz de
serle agradable? Afortunadamente Jesucristo ha venido a
ofrecer su Sacrificio por nosotros y ha obtenido que si cree-
mos en él y cumplimos sus mensajes, logremos ser justifi-
cados por Dios, -o sea, ser declarados "agradables, sim-
páticos" ante É1. v esto por los méritos áe lesús y no por
la ley.
 San Pablo no está diciendo que no es importante cumplir
Ias leyes de Dios (Ya Jesucristo había enseñado que el que
enseñe a despreciar y a no cumplir las leyes de Dios será
,i[t!ino en el reino de los cielos, y que el que las cumpla e
Ínvite a otro a cumplirlas será primero en el Reino" (S. Mateo
5,19). Nitampoco está diciendo que el puesto en la eternidad
va a ser lo mismo para el que cumpla mejor las leyes de Dios
que para el que no las cumpla, pues él mísmo repite más de
tres veces en sus escritos que "cecla uno recihsrá segrin
sus obras. Y que cada cual tendrá qr"re presentarse
ante el tribunal de Cristo para darle cuenta de lc que
nírya hecho, de lo but:no y de lo rnalo" (2 Corintios 5,10).
Pero sí desea el Apóstol dejar muy en claro que lo que nos
hace sinrpáticos para Dios, lo que nos )ustifica" o nos hace
"jristcs" son los méritos que Jesucristo ganó para nosotros
con su santísima vída, pasión, muefte y resurrección. El que
hayamos llegado a serle gratos y aceptables a Dios es un
regalo generoso de la divinidad, obtenido únicamente por los
méritoide Jesús, y por nuestra fe en É1.
Fstcy erucifíca¿lo cnn Cristio. Viva rr'{, psrü fio soy
yü; es Crrstc¡ quien vive en mí.
S. Pablo está exponiendo su experiencia religiosa. Ha
aprer-rdido a "crucificar la carne con sus vicios y con-
L:upiscencEas" (Gal. 5,24) y ahora ha logrado que el que
.¡!ve en é! no sea ei espíritu de Pablo sino el Espíritri de
Cristo. Que no se haga lo que Pablo desea, sino !c que
desea Cristo; que la gloria no vaya dirigida ai i:póstol sino
al Maestrc Divino.
ffi_
Es Cristo quien vive en mí.
San Gregorio decía "el buen cristiano debe ser
corno una e ponja sumergida en la doctrina de
Cristo". Si sumergimos un esponja en un líquido, al
estrujarla brota de ella ese líquido por todas partes. Así
el cristiano: su cerebro debe estar tan lleno de las ideas
y pensamientos de Cristo que al pensar y razonar, los
criterios que se le ocurran sean los de lesús. Su corazón
debe estar tan sumergido en los.sentimientos de Cristo
gue sienta como El, ame como El, y compadezca como
El. Sus palabras deben ser como las que Cristo pronun-
ciaba. Y debe cumplirse en nuestra vida lo que reco-
mendaba el apóstol: "Tened los mismoq sentimien-
tos de Jesús" (F¡l¡P. 2).
éEn verdad me asemejo a Jesús en mi modo de pensar,
obrar y hablar? ZDe veras pueden decir de mí lo que decían
de San Francisco, de San Juan Bosco y de otros santos:
"Se parece a Nuestro Señor". En verdad las personas
que tratan conmigo pueden exclamar lo que del P. Escrivá
dijo alguien: "Se nota que éste sí ha leído y meditado
la vida de Nuestro Señor Jesucristo". Señor, que así
sea. Amén. Amén. Que sea Cristo quíen viva en mí.
"Mientras vivo en esta carne vivo en la fe en el Hijo de
Dios que me amó hasta entregarse por mí".
Una de las cosas por las cuales debemos estarle más
agradecidos a San Pablo es por su insistencia tan continua
y apasionada acerca de esta gran verdad: que Ia garantía

de nuestra justificación es que tengamos una gran fe en el
Hijo de Dios. Que no son nuestras cualidades ni nuestra
raza o nación o nuestra obseruancia de las leyes antiguas
de Moisés lo que nos asegura el éxito espiritual, sino el que
tengamos una fe total en los méritos y en el amor de Jesús.
San Pablo andaba repitiendo emocionado: "Yo sé en quién
he puesto mi esperanza". Vivía en una fe total en el
Hijo de Dios y ésta era la razón de todos sus progresos.
éVivimos en la fe en Jesús? io más bien vivimos en la
fe de nuestros méritos o los medios materiales, o en seres
de polvo que no pueden salvar?
Holzner es uno de los mejores biógrafos que ha
tenido San Pablo. En su líbro que a tantas personas
ha impresionado y emocionado, el gran autor trae esta
expresión acerca del texto que estamos comentando:
"Lo que a San Pablo llevaba hasta el más alto grado
de amor y de esperanza era pensar en esto: '*El Hijo
de Dios me amó hasta entregarse por mí". iQué
sacrificio se le podrá negar a quien ha llegado a tan
gran exceso de amor por nosotros? aQuién no confia-
rá en un amigo que ha derrochado tan exagerado
amor por sus creaturas? EI pensar que el Hijo de Dios
lo amó hasta el extremo de entregarse por é1, llevó a
San Pablo a los más arriesgados apostolados con tal
de hacer conocer y amar a Cristo Jesús". A los pies
del crucifijo de nuestra habitación podríamos escribir
esta frase de la epístola de hoy: "Me armó y se en-
tregó por mí". Y esta idea puede hacer florecer en
nuestro corazón un gran amor por É1.
L
DoMTNG_o.-,r_r n_- P_r_c_!CI_ Q
"Si la justificación fuera efedo de la Ley, la muerte de
Jesús sería ¡nút¡l':
San Pablo quiere insistir hasta la saciedad que lo que
nos hace gratos, "justos" ante Dios es la muerte de Jesús,
sus méritos, su intercesión, todo lo que Jesús ha hecho por
nosotros. Si hubiera algo más que nos pudiera justificar,
entonces, la muefte de Jesús sería ¡nút¡|.
Aquí tenemos que evitar dos extremos o excesos: 1o el
de los protestantes que andan repitiendo que la simpatía
de Dios nadie la logra ganar haciendo buenas obras. Que
lo único que nos atrae la simpatía de Dios son los méritos
de Jesús. Esto lleva a no concederle ninguna impoftancia a
las buenas obras. Los católicos sabemos, poi la doctrína de
los santos, gu€ nuestras buenas obras síaumentan el gra-
do de simpatía delante de Dios. Que no tiene. Dios la mis-
ma simpatía hacia la Virgen María que hacia la mujer de
Herodes, y que no siente Jesús el mismo grado de aprecio
y simpatía por el renegado ludas que por el fíel discípulo
Juan Evangelista. Las buenas obras sí aumentan nuestro
grado de aceptación ante Dios. Y las malas obras lo dismi-
nuyen. Por eso el Apocalipsis enseña que "los que vivie-
ron sin cometer pecados sexuales irán siempre muy
cerca del Hijo de Dios en la gloria y seguirán el Cor-
dero dondequiera que vaya" (Apocalipsís 14,4). No to-
dos siguen al Cordero de cerca en el cielo, sino los que se
esforzaron por ser puros y no mentir. Luego sí hay un au-
mento de simpatía ante Dios por nuestras obras buenas.
Además, Jesús anunció que el dirá a los malos: "AIéjense
EL EVANGELIt] EXPLItrADD NA 4
de mí, obradores de la maldado. Y ellos le responde-
rán: "Pero en tu nombre hacíamos prodigios!". Y el Señor
les responderá: "No los reconozcot obradores de la
maldad. Lejos de mí" (Lucas 13,27). Por lo tanto, aun-
que por ellos también murió Cristo, sin embargo, son echa-
dos lejos porque en vez de dedicarse a hacer obras buenas
se dedicaron fue a hacer maldades. Entonces sí contribu-
yen las obras a ganar Ia simpatía de Dios, si son buenas, o
perderla si son malas.
2o Pero el otro defecto, opuesto, es el de Ios espiri-
tistas, gnósticos, rosacruces y demás mentalistas moder-
nos. Para ellos lo único que lo salva a uno son los propios
esfuerzos. Así por ej. para llegar a la gloria del cielo ellos
enseñan que hay que reencarnarse 107 veces (1o en un
insecto, después en un sapo, luego en un buey, después en
un águila, y €ñ una persona y otra, hasta 107 veces. AIgo
que a Ia Sagrada Escritura jamás se le ocurrió decir). En-
tonces, según ellos, lo que nos consigue la gloria eterna y
la amistad y simpatía con Dios no son los méritos de Jesús,
ni su muefte y resurrección e intercesión por nosotros, sino
nuestras reencarnaciones y nuestros esfuerzos. Y sería inú-
til la muerte de Cristo y la labor de la lglesia. Uno se
salvaría por su propia cuenta y esfuerzo. Otros dicen que lo
que lo libra a uno de males y le trae bienes es el llevar una
cruz magnética, o un talismán, o tener una mata de sábila
o echar riegos o polvos, o decir cieftas fórmulas de bruje-
ría. Todo eso anula la intercesión de Cristo. Todo eso echa
a un lado la labor de nuestro Salvador y busca la salvación
en otros medios totalmente mentirosos.
DOMTNGO I 1p - trttrLo c
écrees en supersticiones que anulan el poder salvador
de Cristoé áHas creído que haya algo más fuera de los mé-
ritos y el poder de Cristo, que te pueda librar de peligros y
atraefte los bienes que necesitas? Si crees en cruces mag-
néticas, matas de sábila, riegos, polvos, talismanes,
amuletos, fórmulas de brujas etc. estás haciendo nula
para ti la muefte de Jesús y estás buscando la sal-
vación y el remedio donde no existen.
*Un fariseo rogaba a Jesús que
fuera a comer
con é1. Jesús entrando en casa se sentó a la mesa,i
La historia que vamos a comentar es tan llena de vida y
de interés, gu€ aquí se manifiesta de nuevo San Lucas como
un verdadero artista en narrar los hechos.
Una vez más va a suceder hoy con Jesús lo que sucedió
con la mayor parte de los profetas, que cieftas gentes hu-
bieran preferido que hicieran precisamente lo contrario de
lo que hicieron.
Por qué invitó el fariseo a Jesús? éPor cariño? euizá, no,
porque no le dio señales especiales de cariño al recibirlo. ipor
deseo de oírle hablar? Puede ser que sí; pues la fama de la
sabiduría de Jesús era muy grande. Puede ser que lo haya
invitado por tener el honor de ver visitada su casa por el
profeta más famoso de su tiempo. Pero lo cierto es que "le
rogó" que fuera a comer con é1. Qué bueno será que muy
frecuentemente le roguemos a Jesús que venga a nuestro
EL EVANGELIC] EXPLItrADt] NA 4

hogar. Lo invitamos cada vez que rezamos con fe. Lo invita-

mos cuando leemos su santo evangelio. Lo invitamos cuando
vivimos en gracia. Cada vez que hablamos bien de Él y que
nos encomendamos a su bondad, Io estamos invitando. éIn-
vitas a Jesús a venir a tu casa, a tu hogar, a tu fami-
lia? éCuántas veces? cle ruegas que venga?
"Veno Señor Jesús",

"Y Ltna mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse

de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un
frasco de perfume, y colocándose detrás, junto a sus pies,
llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los
enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos, y se los
ungía con el perfume'!

¿Por qué pudo entrar semejante mujer a aque!

lranquete en casa del fariseo?
En el oriente se acostumbraba que cuando un maestro
famoso concurría a una comida solemne, podían entrar en la
casa del invitante toda clase de personas, para escuchar tas ¡4€

j'Tuspecados te son
perlas de sabiduría que brotaban de los labios de aquel sa- perdonados
bio. Los que se sentaban a la mesa eran un grupo reducidcl,
pero los que se agrupaban alrededor podían ser muchos,
todos los que deseaban participar de las sabias respuestas y
soluciones y consejos que seguramente el profeta o el sabio
iban a brindar durante la cena. Entre los espectadores estaba
aquel día una pecadora muy famosa. (Algunos creen que
el banquete se efectuó en la ciudad llamada Magdata,
y que la pecadora fue María Magdalena).
EL EVAN G ELIO EXPLICAD[] NO 4
Una pecadora. Muy conocida y de mala fama en la
ciudad. La gente la señalaba con el dedo al verla pasar
y decían: "Míren, la que no se respeta ni se hace respe-
tar". -La consideraban una mujer "sin dignidad,, (Dig-
nidad es tener un gran respeto hacia sí mismo y hacia
los demás). Pocos pecados hay que contribuyan más a
desacreditar a una persona que la impureza. Otros pe-
cados se Iogran mantener ocultos, pero la impureza es
terriblemente desacreditante. San Francisco de Sales
decía: "con la impureza pasa como con la cande-
la. Cuando en una habitación hay fuego encendi-
do, aunque uno se esfuerce por cerrar todas las
puertas y ventanas, Ia gente desde el exterior se
dará cuenta de la presencia del fuego, por el
humo que se escapa por las rendijas". La impure-
za denuncia fácilmente a los que la cometen, y la gente
empieza a sentirles desprecio. Los hombres buscan a
las mujeres fáciles, pero a la vez sienten hacia ellas una
repugnancia y un desprecio enormes. Son los dos casti-
gos de la impureza: que el pecado síse llega a saber; y
que una vez sabido, lo único que se obtiene es el des-
precio de todos. Tremendos castigos! Aquí sí que se
cumple lo que dice el Salmo 35: "El error del pecador
es imaginarse que su pecado no será conocido ni
aborrecido".
éHe pensado en el "descrédito"y mala fama que me
pueden acarrear mis pecados? éNo pudieran seruirme es-
tos peligros para darme un poco más de temor y asco por
el pecado? ¿O me sigo imaginando tontamente que mis
DOMINGO 11q trItrLD C
pecados no serán conocidos ni aborrecidos? Oh Dios, crea
en mí un corazón puro!
Con un frasco de pertume,
Los perfumes de oriente eran famosos por lo finos,
pero también por Io costosos (Un frasco de perfume podía
costar 300 denarios (Jn. t2,5) o sea, 300 salarios diarios
de un obrero. Lo que ganaba una persona ordinaria en
un año).
Lo que esta mujer traía para Jesús no era algo de paco-
tilla. Era algo que le había costado de verdad.
Y colocándose detrás, junto a sus pies.,,
Cómo logró la pecadora llegar hasta allí? En el orien-
te los comensales no se sientan a Ia mesa sino que se
reclinan sobre almohadones, apoyándose sobre su codo
izquierdo, dejando libre el brazo derecho, con los pies
hacia atrás; y durante la comida se quitaban las sanda-
lias, Esto explica cómo la mujer podía estar de
rodillas a los pies de Jesús sin molestar a los de-
más comensales.
Se puso a regarle sus pies con sus lágrimas, se los enju-
gaba con sus cabellos, se los cubría de besos y se los ungía
con el perfume.
Es un estallido de inmenso aprecio,
 EL EVAN G ELl tr _E¿qr_l_trAP_D_ No 1
Podemos muy bien imaginar que durante la cena Jesús
ha venido hablando, como lo acostumbraba hacer, acerca
de los grandes temas de la salvación y de la conversión.
Puede ser que haya pronunciado aquella frase que de pue-
blo en pueblo iba i-epitiendo: "éDe qué le sirve a una
persona ganar todo el mundo si se pierde a sí mis_
ma?" (Lucas 9,25). No sabemos qué dijo Jesús al principio
de aquel banquete, pero sí podemos estar seguros de que
su conversación, escuchada por todos con gán atención,
estuvo centrada en lo importante que es asegurarse la en-
trada al Reino de los cielos, y no perderse el puesto reser-
vado junto a Abraham para los que cumplen bien la ley de
Dios. Lo ciefto es que aquella mujer no pudo más y estalló
en llanto, y abriendo el costoso frasco de perfume lo echó
sobre los pies del-señor. una mujer desde el día en que se
casaba ya no podía desatar su cabeilo en público, pero ésta
que probablemente era soltera, desató allí su imponente
cabellera y con ella secó los pies der maestro. Estaba con-
movida. Para ella ya no habría en adelante sino un
solo amor, el Castísimo Profeta de Nazaret.
Aunque mivida haya sido tan impura y escandalosa como
la de esta mujer pecadora, todavía puedo remediar mis
maldades demostrando, como ella, un desbordante amor
hacia Jesús mi Redentor. Jesús, que te ame siempre y
con todo mi córazón. y que mi amor sea notorio también
ante los demás. Que no me ro guarde en mi corazón.
Que
sea visíble, no por vana ostentacíón, pero sí con
el valoi- de
quien no se avergüenza de demostrai que
siente un verda_
dero enamoramiento por Ti, er Amor de
ros Amorei. euiero
DDMINGO ] ]A - CICLf) C
yo también hacer ostensible mi amor por Ti. Y lo haré can-
tando con toda la fuerza de mis pulmones mis Aleluyas y
mis Hosannas en la Eucaristía. Haré ostensible mi amor por
Ti, consiguiendo un cuadro tuyo, grande y hermoso, que
me cueste más de un jornal diario, y colocándolo en sitio
honroso y central de mi hogar. Llevaré tu ímagen en mi
auto y en mi caftera y hablaré de Ti ante familiares y ami-
gos. He manchado mi alma como aquella pecadora, pero
ahora también como el de ella, mi amor hacia Ti será os-
tensible, a la vista de todos.
^El fariseo se dijo: -5i esfe hombre fuera profeta sa-
bría quién es esta mujer que lo está tocando, y lo que es:
una pecadora'i ,
Síque lo sabía Jesús. Lo que no sabía el fariseo era que
lesús había venido al mundo no a buscar a los que se creen
santos, sino a los pecadores. Es médico de las almas y
ha venido a curar no a los sanos sino a los que tie-
nen enferma el alma. Pocas cosas que nos agraden tan-
to a nosotros los pecadores como el recordar que por noso-
tros, precisamente por nosotros los pecadores, se vino el
Hijo de Dios desde la eternidad. Y que jamás siente asco
hacia un pecador; con tal de que éste se arrepienta de sus
maldades.
"Tomó la palabra Jesús y dtjo: -Simón, tengo algo que
decirte'i
Ét respondió: -Dímelo Maestro.

lesús le dijo: Un prestamista tenía dos deudores. LJno
le debía 500 denarios y el otro 50. Como no tenían con
qué pagar les perdonó a los dos. iCuál de los dos le
amará más?
Simón contestó: -Supongo que aquel a quien le perdo-
nó más.
"Jesús le dijo: -Has juzgado rectamenL,e''.
Esta es una parábola muy breve pero muy hermosa.
¡esús es un maestro consumado en narrar parábo-
ias y en sacar de ellas las nrás inesperadas ense-
iiar¡zas, El Fariseo no se imagínaba el chaparrón que se le
vendría encima al terminar esta breve comparación.
Señor que al recordar la enorme lista de mis pecados y,
al saber que a mí me has perdonado mucho más que a
otros que han pecado menos, te ame más, mucho más
que esos otros. Que al preguntarme como a Pedro: Ya
que te he perdonado más que a otros, éme amas más que
ellos? -te pueda responder siempre: Señor, sí, te amo, Tú
sabes que te amo. No me has perdonado solamente 50
denarios, sino 500 y cien mil. En agradecimiento quiero
amarte más que aquellos otros que siendo rnenos
ptecadores han tenido que suplicar rnenor perdón.
"Y volviéndose a la mujer dijo a Simón: -éVes a esta
mujer? Cuando yo entré en tu casa no me pusiste agua
para los pies. Ella en cambio me ha lavado los pies con sus
lágrimas y me los ha secado con su pelo. Tú no me besas-
CICLIJ C
te; ella en cambio desde que entró no ha dejado de besar-
me los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento. Eila
en cambio me ha ungido los pies con perfume'i
Cuando un huésped distinguido entraba a la casa de un
hombre importante, éste hacía tres cosas: la Le daba un
Lleso t:n la rnejiila. Era el beso de la paz. Esta señal no se
omitía nunca cuando el huésped era un maestro venera-
ble. 2a se le presentaba un platón con agua para
iJue se refrescara los pies, cansados de transitar por
.lqilelios eauninos caiurosos y polvorientos. 3a 5e
echaba¡r u¡las Eotas de óleo o aceite peffumado en
!a cahel§era clel vlsitante, Los buenos modales ordena-
ban que se cumpliera con estos tres requisitos. Y en este
caso no sucedió nada de esto. Quizás el fariseo tuvo miedo
al "que dirán" de los otros faríseos, o no sentía por Jesús
el suficiente afecto y cariño como para darle estas mues-
tras de estimación.
Aquí hay un contraste entre dos actitudes y dos corazo-
nes. Uno se siente bueno y se muestra frío y apático como
una piedra. La otra se siente pecadora, pero demuestra
inmenso amor y formidable aprecio hacia Jesús.
lesús quiere recordar con esto que un pecador que de-
muestra amor hacia Dios está más cerca de la amistad divi-
na y del perdón, que un falso "justo" que se niega
orgullosamente a ofrecer demostraciones de amor al buen
Dios. Señor, que mis palabras y mis actitudes demuestren
-l-i.
que sí siento verdadero amor y aprecio hacia
EL EVAN G ELIf) EXPLICADf) NE 4
Los pecados de Simón el fariseo quízás eran más pe-
queños, pero su amor a Cristo también era "¡lequeñito" y
raquítico. Los pecados de la Magdalena eran muy grandes,
pero el amor que demostró fue también inmensamente
grande.
"Por eso te digo:
Sus muchos pecados quedan perdonados porque
tiene y demuestra muého amor".
Esta frase contiene una de las mayores revelaciones
acerca del perdón. Que Dios perdona muchos pecados a
quíen tiene y demuestra mucho amor hacia El. El texto li-
túrgico dice: "porque tiene mucho amor", pero la Biblia
de Jerusalém añade que la traducción más propia es: "por-
que demuestra mucho amor". O sea no sólo siente amor
hacia Dios, sino que lo demuestra. Porque algunas perso-
nas como que sísienten en su alma algún amor hacia Nues-
tro Señor, pero en lo exterior es muy poco lo que se les
nota ese amor (como el fariseo de este caso). En cambio la
pecadora no se contenta con sentir amor y aprecio hacia
Cristo,.sino que demuestra públicamente su entusiasmo
hacia El éObro yo así también? ¿O mi religión es sólo
para mís adentros sin que nadie logre darse cuenta de que
de veras estoi entusiasmado por Dios? ZEn qué pueden
notar mis familiares y mis amigos y demás personas que
tratan conmigo, que verdaderamente Dios es impoftan-
te para mí, Que el amor de mis amores, el primer amor
del mundo es para mí Nuestro Señor?
DDMINGI) I IA - CItrLO C
Mi amor será de contrición porque he pecado, de grati-
tud porque he sido perdonado, y si tengo la suerte de no
estar cometiendo grandes pecados, mi amor será el reco-
nocimiento a la inmensa bondad de Dios que ha querido
evitarme la enfermedad del alma en vez de tener que des-
pués dedicarse a curar mis llagas. Si Dios me libra de cier-
tos pecados es por pura bondad, que debo agradecerle con
todo el corazón.
No olvidaré nunca esta formidable enseñanza del evan-
gelio de hoy: si demuestro mucho amor hacia Dios,
me serán perdonados mis muchos pecados.
"Pero al que poco se le perdona, poco arya y poco amor
demuestra".
El perdón lleva al amor. Cuanto más perdonado se
siente uno, más inclinado estará a amar a quien le ha con-
cedido el perdón. Gracias Señor por habernos perdonado
tanto!
Quizás será por esto que, después de todo, Tú per-
mites Señor nuestros pecados... para que recibiendo tan
grande cantidad de perdón aumente nuestro amor ha-
cia Ti. Cada uno de mis pecados, que han sido perdona-
dos puede llegar a ser ocasíón de amar más a mi Dios.
El perdón es el instante maravillosos en el que
adivino hasta dónde me ama Dios. Señor que des-
pués de cada acto de contríción o de cada una de mis
confesiones sienta un aumentar mi amor hacia Ti al ver
Et EV,A,N G ELltrl EXPLICADO No 4
cuán grande cantidad de pecados me has perdonado!
Con razón decía San Francisco de Sales: ..La bondad
Divina saca provecho a favor nuestro hasta de los
propios pecados". Claro está que con la condición de
que le pidamos perdón sinceramente y tos odiemos y
tengamos el deseo firme de enmendar nuestra mala vida
pasada.
"Y le dio a ella: -Tus pecados están perdonados-
Los demás empezaron a decir entre sí: -ceuién es ésfe
que hasta perdona pecados? Pero Jesús dijo a la mujer: -
Tu fe te ha salvado, vete en paz'i
Lo más hermoso que Jesús nos puede decir a cada
uno de nosotros es esta frase que dijo a la pecadora:
"Tus pecados están perdonados". Si así es, ya
nada tendremos que temer. Por eso los santos insis-
tían tanto en que jamás pase un día de nuestra vida
sin pedir perdón a Dios por nuestras maldades, por-
que si El nos perdona seremos salvos, pero si no so-
mos perdonados por É1, no llegaremos a la patría Eter-
na. Afortunadamente nos ha dado una promesa infa-
lible que no puede jamás dejar de cumplirsel .'Un
corazón humillado y arrepentido no lo despre-
cia el Señor') (Salmo 50).
éQuién es éste que hasta perdona los pecados?
A nosotros /os creyentes nos corresponde dár esta res-
puesta:
DDMINGC} I ]E. CICLD C
Tu fe te ha salvado.
Jesús hace notar que todo se debe a la fe. Creyó que
podía ser perdonada y lo fue. Creyó que Jesús era tan po-
deroso como para poder perdonar, y tan lleno de bondad
como para no negar el perdón, y consiguió ser perdonada.
A cada creyente viene dirigida esta hermosa frase que Je-
sús gustaba repetir: "Tu fe te ha salvado". Si creemos
nos salvaremos.
Vete en paz.
Qué grande debió ser la paz que acompañaba al alma
de la pecadora al salir de aquel encuentro con el Salvador.
Un pecador decía después de una cuidadosa confesión:
"Siento como si me hubieran quitado un camión de
25 toneladas de sobre el hombro". Ah, es que la ale-
gría de sentirse perdonado y en buena amistad con Dios,
es la paz más grande y total que pueda conseguirse. No
renunciemos al gusto de conseguir esa paz.
(Nota: Para quienes desean experimentar la inmensa
paz que se siente al sentirse perdonado por haber hecho
verdaderos actos de arrepentimiento o por haber hecho
una confesión bien hecha, le recomendamos el hermoso
folleto *cóuo HACER UNA BUENA CONFESTóru", por
E. Sálesman. Gozarán leyéndolo y notarán un cambio en su
comportamiento.
Iba de ciudad en ciudad predicando, y le acompa-
ñaban algunas mujeres: Magdalena de la cual había
EL EVA.N E ELIt] EXPLICADD

echado siete demonios. Juana, esposa del ecónomo

de Herodes. Susana y otras que le ayudaban con sus
bienes.
DüMINGO 12o.
Son las primeras de aquel incontable número de CECLÜ A
buenas mujeres que ayudan a los evangelizadores en
todo el mundo. ZCómo pudieran dedicarse ellos total-
mente a extender el Reino de Dios si no fuera por
esas mujeres piadosas y buenas que dirigen los eco-
nomatos de las casas curales y de las casas religio-
sas, que ayudan en la catequesis a los níños, que
cuídan de la decorosa presentación de los templos y
que visitan los hogares llevando mensajes religiosos?
"A mi parroquia ta sostienen las be¿¡r¿*s", decía
un anciano sacerdote, aludiendo a esas mujeres pia-
dosas que visitan frecuentemente el templo, asisten
a los moribundos, catequizan a los niños y ayudan a
dar solemnidad al culto. Bendito sea Dios porque
a cada sitio de apostolado le ha asigtnado r^rnas
piadosas mujeres que como las que acúrirpa-
ñaban a Jesús, hacen más amable y más eficaz la
acción de los evangelizadores.

RNI€ LOS HOMBR€S

YO M€ PONDNÉ D€ SU PRRT€
RNT€ €L PRDR€ C€L€sTIRL.
 DpMINGO Lzg^ - CICLO A
ANC)S 2()(}8-2(}1 1-201 4-2cr7-?.(}2f}
ORACION: Concédenos Señor, vivir sientpre en el amor
.v respeto a tu santo nombre, porque jamás dejas de dirigir
a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor.
Amén.

'r(
PRIMERA LECTURA: '*J *-::
\G¡¡?-

Profeta Jeremías 20, 10-13- - si_

"Oigo el cuchicheo de la gente": "pavor en torno". P

Delatadlo, vamos a delatarlo. Mis amigos asechaban para
ver si yo tropezaba. "A ver sí se deja seducir y lo
irrespetaremos y nos vengaremos de é1",

Lo que el profeta Jeremías narra en esta lectura sucedió

probablemente alrededor del año 585 antes de Jc. (pues la
ciudad de Jerusalém fue conquistada y destruida por el
enemigo al año siguiente).

Jeremías ha venido predicando durante 50 años a la

gente, y como les anuncía que la justicia de Dios los va a
castigar por su mala conducta, sus oyentes burlones le han
puesto un sobrenombre "pavor en torno", como quien
dice: "Malas-noticias". Y cuando le ven venir empiezan a
cuchichear: "ahí viene el Malasnoticias". Sin embargo
el profeta les sigue predicando oportuna e inopoftunamen-
te. Lo toman en broma, lo persiguen, y hasta le llega una
 trICL[] ,A.

terrible tentación de desánimo al ver tanta incomprensión

tes y que no olviden jamás que lo oculto se sabrá y que
(ES como preparando er camino para ro qr" ¿¡rá Jesús nada hay encubierto que no llegue a saberse.
más tarde: "os perseguirán"...). sóro rc
óuáoa er con-
suelo de su Dios, lo cual hará presente en ios versículos
Pero el Señor está conmigo como fuerte soldado. Mis
que vienen enseguida. una antigua tradición dice que
al enemigos tropezarán y no podrán conmigo. Se avergonza-
fin, después del destierro, tos israetitas lo martirizaron en rán de su fracaso, con sonrojo eterno que nunca olvidarán.
Egipto. Jeremías será como una figura de cristo: persegui-
do, incomprendido. pero no calla los mensajes que Dios le Lo que anima al profeta es la promesa que el Señor le
ha ordenado transmitir. Muere mártir p*rá su mrensaje
ha hecho: "Yo estaré contigo. No temer§". Es lo que
perdura por los s[glos. puede ser ese mismo el camiño hoy anima a los apóstoles de todo el mundo: la promesa de
que Dios les tenga destinado a muchos de sus Cristo: "Yo estaré con vosotros hasta el tinal de los
evangelizadores.
siglos".
Este capítulo se llama *'Las
confesiones de Jerer¡í;¡s.-,. "[t'o pcclrán con¡-nigo".Ya el Señor lq había prometi-
Por orden de Pasjur, oficiat der Tempto, er profeia
ha sido do: "si no les tienes miedo, si les llevas los mensajes que
arrestado, golpeado y sometido durante toda una noche
al mando decir, no podrán contra ti". Lo mismo repetirá San
tormento delcepo (instrumento hecho de dos maderos que
Pablo siglos más tarde: 'tSi Dios está con nosotros,
al ser acercados el uno al otro torturan a ra víctima équién podrá contra nosotros?"; aunque las aparien-
opri,
miendo su cuerpo).
cias parezcan decir otra cosa, al fin de cuentas el vencedor
*'seducirro", será siempre Dios, y los que pregonan sus mensajes parti-
Quieren o sea hacer que sea infier a ra ciparán del triunfo del Altísimo.
misión de predicar que Dios re ha confiaáo (anára
muchos
enemigos del alma tratan de hacer otro tanto Repito en mi mente la imagen descrita hoy por Jere-
con tos
evangerizadores, hacer que cailen, rograr qrá
ná piensen mías: Dios como fortísimo soldado, junto a mí... équé po-
como Dios sino como los hombres).
drán los enemigos si el Campeón de todos los campeones
está junto a mí custodiándome? Si et Fuerte Armado cuida
Asechaban para ver si tropezaba. Esto lo siguen su casa, en paz están todos los bienes que posee... Con
haciendo tantos actuatmente: asethan, obse*un"pur,
Dios a mi lado nada temeré. Aunque un ejército de ene-
si los evangelizadores cometen errores o faltas. por ,",. migos se enfrente para atacarme, nada temo, porque Tú
eso
cristo recomendará tanto a sus amigos qr" ián pruden- estás conmigo ioh mi Dios y m¡ defensor!
ffi_
EI_ EVANGELID EXtrLICADO NET 4 DONlll.¡ GE 12. - Clcl_c
SALMO 68: Este salmo es la oración de quien se en-
cuentra en muy graves sufrimientos pero que por tener un
gran amor a Dios tiene la plena convicción de que su ora-
ción será escuchada. Muchísimas personas han repetido el
salmo 68 cuando las incomprensiones y angustias tratan
de acorralarles y ahogarles, y siguen diciéndole al buen
Dios la frase tan hermosa del salmista: "iQue me escuche
tu gran bondad, Señor!".
SEGUNDA LECTURA: Carta a los
Romanos. Cap. 5, 12-15,
Hermanos: Lo mismo que por un hombre entró el peca-
do en el mundo, y por el pecado la muerte, así la muefte
pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.
Pocos pasajes de San Pablo tan famosos como éste.
Quiere exponer la idea de la solidaridad. No somos cada
uno un individuo totalmente independiente. Formamos parte
del grupo humano, en el cual cada uno depende del todo y
el todo de cada uno. San Pablo quiere decir: Tri no eres
un ser aislado, un N.N. Tú eres un ser humano y por
lo tanto solidario con todos los demás para el blen
y para el mal. Cuando Adán, el representante del género
humano, manchó su alma con el pecado original, tu alma
tambÍén quedó ya manchada, como descendiente de é1. Y
como el castigo del pecado es la muefte, todos tenemos
que morir. Es la doctrina del pecado original, tan explicada
en la Iglesia por los Santos Padres.
A
El apóstol reafirma aquí una de sus ideas favoritas: la
rruieanidad es totalmente pecadora y a ella se le ofre-
ce una justificación totalmente gratuita por la fe. La huma-
nidad ha tenido dos caudillos: Adán y Cristo. Por Adán vino
el pecado, la desobediencia, la muerte. Por Cristo la justífi-
cación, la obediencia y Ia vida.
tli pecado, el qran mal, e[ mal contagioso, el que
es germen de otros males, fue como una epidemia que
enfermó a todos los descendientes de Adán. En esto todos
somos solidarios.
§e¡ior: ayúrr,{ame a comprender la gravedad Cel
p,*caCo. Cada vez que peco contagio al mundo entero. Y
cada vez que otros pecan me pasan el contagio. Que no
contribuya jamás yo a difundir este contagio por el mundo,
y que sepa reaccionar valientemente ante el pecado que
me rodea, para que no llegue a contagiarme. Tú que qui-
tas el pecado del mundo ten piedad de nosotros,
"Sin embargo no hay proporción entre la culpa y el don.
Si por la culpa de uno murieron todos, mucho más, gracias
a un solo hombre, Jesucristo, la benevolencia y el doit
de Dias, desbordaron sobre todos",
San Pablo dice que entre Jesucristo y Adán no hay com-
paración medible. Es tal la manera como la gracia de lesu-
cristo sobrepasa a la culpa de Adán, eu€ la
ssbreabundancia de la benevolencia y del don de
Dios hace que el mal quede como nada ante tanto
bien que el Hijo de Dios nos vino a traer.
ÚV EL EVANGELItr EXPLICADO I\O 4
Sí, ¡creo que el bien que Jesús nos trajo en su reden-
ción sobrepasa al mal que Adán nos dejó en herencia por
su pecado!
Sí, creo que toda gracia que Cristo nos vino a traer, le
puede ganar siempre y totalmente a la tuerza destructora
que el pecado de Adán quiere obrar en cada uno de nosotros.
Sí, mi fe en la gracia de Jesucristo tiene que llenarme
de optimismo.
Uno solo: Jesús, nos salvó a todos nosotros, los
pecadores.
"Jesús se ofrece a Dios en perfecta obediencia y to-
tal santidad. Y así como todos salimos perdiendo con
el pecado de Adán, todos podemos salir ganando ccn
el sacrificio de Cristo, y si la rebelión de Adán nos
acarreó la muerte, la obediencia total de Cristo nos cot"t-
siguio ta Vida Eterna".
El argumento triunfal de San Pablo en esta página
es que así como toda ia huma¡ridad fue soiidaria co¡r
Adún y por su pecaclo fue conclenoda a la ¡nuerte.
también ahora la humanidad entera por ser solidaria con
Cristo, recibe pbr Ia santidad de este Flecle¡rtor ei cle-
recho a cünseguir la Vida Eterna.
¡Gracias Jesús!
DDIvIINGf} CICLfi A
EVANGELIO: NO LES TEMAIS.
Mateo 10, 26-33,
En este pasaje Jesús recomienda tres veces a sus discí-
pulos que no tengan miedo.
El discípulo de Jesús es un Mensajero del Rey del cielo
Todopoderoso, y debe manifestar ciefta valentía llena de
intrepidez que lo distinga de las demás personas.
La primera orden es: NO TENGÁIS MrrDO A LOs
HOMBRES, porque NADA HAY OCULTO QUE NO LLE-
GUE A DESCUBRIRSE, nada hay escondido que no lle-
gue a saberse (Mt. 10,26).
La verdad anda en un minuto el camino que la mentira
había recorrido en un año. La verdad terminará siempre
por triunfar. Cuando un rey impío amenazó a un sacerdote
diciendo que le mandaría sacar la lengua para que dejara
de predicar, e¡ sacerdote Ie respondió: "A mí me puedes
callar, pero a la verdad jamás la harás enmudecer".
El cristiano vive confiado aunque tenga que sufrir humi-
llaciones, críticas y hasta pérdidas materiales por ser fiel a
Jesucristo, porque sabe muy bien que llegará un día en
que todos los hechos serán vistos tal como son, y entonces
se podrá evaluar en su justo valor lo que cada uno hizo, su
conducta y sus palabras, no según lo que opinaban y de-
cían los otros, sino conforme a la realidad ante Dios, y "cada
EL EVAN E ELID EXPLICA.DD NO 4
uno rec¡birá su recompensa, según lo que haya he-
cho, ya sea bueno, ya sea malo" (1 Cor. 3,8).
Por tres veces nos dice Jesús que no tengamos miedo:
Es que Él está presente, acompañándonos en todos los acon-
tecimientos de la vida.
Cuando un gran predicador empezaba su sermón de-
lante del rey, alguien le dijo: "Predica con temor por-
que el rey está presente", y él respondió: "Predicaré sin
temor porque el Rey de reyes está presente, y el que me
juzgará a la hora de la eternidad no será el rey de esta
tierra, sino el Rey del Cielo, Jesucristo".
En Ia tumba de un misionero muy famoso colocaron esta
inscripció¡¡ "Aquí yace un hombre que le daba tanta
inrportancia a Io que de él opinara Dios, que no se
preocupaba mucho por lo que de él opinaran los
hombres". Es que cuando una persona sabe que su vida,
sus palabras y sus obras aparecerán ante Dios diáfanas, tal
como son, y no como las juzga la gente, ya no se ínteresa
tanto por estas opiniones de ahora que juzgan por aparien-
cias lo oculto y lo escondido, sino por los juicios de Díos,
para quÍen nada hay oculto ni escondido.
El cristiano anda libre del "qué dirán" porque sabe que
los juicios de la eternidad corregirán los juicios de este tiem-
po, y anda con cuidado y temor de Díos porque todo lo que
habla, piensa y dice está claro y transparente ante los ojos
del Dios que lo va a juzgar (W.8.).
DDMINGD 1 Zq - CI CLD A
lesús quiere decir a los que predican su doctrina con
palabras y buen ejemplo: "No os dé afán de que ahora
os cligan tontos, ilusos, desencarnados, crédulos e
inritiles. Aguarclad un poco y veréis que en el día de
!a rrerdad los mismos que ahora os insultan y os
hacen burlas, serán los primeros en reconocer que
sí teníais razón en lo que andabais enseñando y
¡lracticando"" No os desaniméis por lo que ahora dicen y
piensan contra vosotros, más bien levantad la esperanza
hacia los premios que os esperan por la proclamación de
vuestra fe, porque es imposible que la viftud quede para
siempre escondida (S.J. Crisóstomo).
LO QUE OS DIGO EN LA OSCURIDAD: DECIDLO
VOSOTROS A PLENA LUZ. y lo que os digo al oído
proclarnadlo desde las azoteas (S. Mateo L0,27).
Es un versículo destinado especialmente para los que se
dedícan a enseñar a otros las verdades que Jesús vino a
difundir (lo cual debería hacer todo cristiano).
lil ha apren-
El discípulo de Cristo debe decir lo que cJe
elldo, ¡runque lo único que consiga com ello sea la
;rntlpatía de la gente, porque para cieftas personas que
tienen los ojos irritados, la luz les produce más disgusto
que alegría. Diógenes decía que la verdad es para cieftas
personas como laluz para los que están con los ojos irrita-
dos: les fastidia; pero que no por eso hay que callarla. Eso
es lo que quiere iesús: que el cristiano se atreva a procla-
rnar en cada ocasión las verdades de su religión y a proce-
EL EVANGELIÚ EXPLICADO NO 4
der según ellas, con valor, aunque a muchos se les irriten
por ello los ojos de su ceguera espiritual y de sus criterios
materialistas y equivocados.
lesús prometió a sus discípulos: "El que crea en Fr{í
lrará las obras que yo hago, y las ha¡'á aún rnayores
(S. Juan 14,t2), y aquíse cumple una vez más esta prome-
sa. Lo que Jesús dijo humilde y suavemente en las monta-
ñas de Palestina, Io dicen ahora sus discípulos en las
ciudades, en las plazas, por la radio, la prensa y la televi-
sión. Aquíen este versículo no está Jesús mandando única-
mente a sus discípulos lo que tienen que hacer, sino
profetizándoles lo que les va a suceder a sus amigos de
todo el mundo: podrán decir desde las azoteas y a la luz
del día todo Io que El enseñó, y para que entierren definiti-
vamente toda angustia por la maledicencia que les va a
herir, les promete que esto que enseñan se extenderá
inconteniblemente por todo el mundo.
NO TEMÁrS A LOS QUE MATAN EL CUERpO pERo
NO PUEDEN MATAR EL ALMA. "Temed más bien a Aquel
que puede llevar a la perdición en el fuego al alma y al
cuerpo" (Mt. 10,28).
Jesús quiere que sus discípulos entíendan que, sea cual
fuere el castigo qüe los hombres puedan administrar, no es
nada en comparación con la suerte final del que es
hallado culpable de infidelidad y desobediencia a
Dios. Es verdad que la gente puede hasta quitarnos la vida
física, pero Dios puede condenar a la muerte eterna, gu€
es muchísimo más grave.
CICLD A
La S. Biblia nos narra que durante la matanza de Is-
raelitas en la rebelión de los Macabeos, siete hermanos
fueron martirizados por el impío Antíoco, por no querer
renunciar a la religión del Dios verdadero. Y en medio
de los tormentos se animaban diciendo: "Es preferible
morir a manos de hombres, con la esperanza de
que un día seremos resucitados de nuevo por
Dios. El malvado en cambio no tendrá resurrec-
ción para la vida (2 Mac. 7,14).
Conviene siempre recordar que los castigos que puede
infligir el ser humano, no son nada comparados con los
castigos de la eternidad, o con los premios que Dios tiene
preparados. ,
Hay otra enseñanza muy impotante en este versículo:
que en la vida cristiana sí hay sitio para el Temor de
Dios. Algunos dicen: "Yo a Dios no le tengo temor sino
solo amor". Que perfectas deben ser tales personas, gue
ya han llegado a tal estado de santidad que nada les hace
temer de la justicia Divina. Pero quizás se olvidan de que
Jesucristo también tuvo Temor de Díos, porque el Libro Santo
dice que una de las siete cualidades que tendría el Sieruo
de Yavé (jesús) sería: "El Temor del Señor" (Isaías 11).
lesús no tenía "terror a Dios", porque ese nadie lo debe
tener, pero sí el "temor reverencial" o sea: el temor a
todo lo que le pueda disgustar. Ese es el "temor" tan re-
petidamente recomendado en la Sda. Escritura. En el Nue-
vo Testamento se cita 25 veces el Temor de Dios, y el Concilio
vaticano (L.G. 9) cita expresamente la frase de san Pedro:
a?
EL EVAN E ELID EXPLItrADD NO 4
"En todo tiempo el Señor ha preferido a quienes temen a
Dios (Hechos 10,34). Moisés al despedirse del pueblo les
dice: "ésabes qué te pide el Señor? que temas a
Yahvé tu Dios, y que le ames y le siruas" (Deut. L0,t2).
Moisés no habla del "terror" a Dios como el que le tenían
otros pueblos a sus dioses, sino del "temor reverencial" como
el del h'ljo que teme disgustar al más amado y bondadoso
de los padres.
Nunca ha habido una época en que se tenga más miedo
a hablar al pueblo del "Temor de Dios'i pero tampoco ha
habido nunca una época en que el pueblo se haya corrom-
pido más.
¿sERÁ r{Ás PERFECTO EL QUE TEME QUE EL QUE
NO TEME? ZCuál de los dos tiene mayor madurez síquica?
Veamos un ejemplo: una autopista: los autos pasan a 140
Kms., por hora. Atraviesan la autopista seis caballos
relinchones que se salieron de un potrero. No miran a nin-
gún lado por si vienen autos, sólo les interesa relinchar
gozosos...no tienen temo¡. Luego pasa un grupo de ale-
gres muchachas: ríen a carcajadas... y por estar riendo
atraviesan la autopista casi sin temor de ser arrolladas
por un automóvil... tienen poco temor...; luego pasa una
pareja de esposos: cuarenta años... personalidad ya for-
mada... miran detenidamente a lado y lado de la aveni-
da.,. tienen temor de que pase un auto a gran velocidad
y los arrolle... üenen temor... éCuál de los úes grupos tiene más
personalidad? éLos que menos tuvieron temor? éo Ios que más
temor twieron? Ternor es prudencia, y hace falta y es út¡!.
CICLD A
Por "temor" a ofender a Dios se libró José en Egipto de
las garras de la r:orrompida esposa de Putifar. Por temor a
caer en manos de un Dios ofendido, la casta Susana prefi-
rió la muefte antes que cometer un falta contra la pureza,
y Dios la salvó prodigiosamente... Es que es terrible caer
en manos del Dios vivo, si está disgustado (Hebr. 10). Por
eso el Apóstol Santiago recomendaba: "Vivid como per-
sonas que vÉrn a ser juzgadas".
Un sabio rnuy famoso, Jocanam, lloraba a la hora
de la muelte. Los discípulos le dicen: "¿Tú que has sido
luz para Israel lloras al partir hacia tu Dios?". Y él les res-
pondió: "Si tuviera que presentarme ante el tribunal
de un rey de la tierra, gue se va a mori¡, y a quien
pudiera sobornar con regalos, y cuya cárcel sería ape-
nas por un poco de tiempo, ya tendría bastante temor. Pero
ahora me presentaré ante el Rey de Reyes, el Santo bendi-
to, cuyo Nombre siempre sea alabado y bendecido. Que si
está enojado conmigo su enojo es para mí lo más terrible
que me pueda suceder. Sé que si me condena, mi muefte
será eterna. Y sé que dos destinos me esperan: o el Edén o
la Gehena del infierng. Por eso tengo temor". Los gran-
des sienten más temor porque comprenden mejor lo peli-
groso que es ofender a Dios.
Jamás un cristiano verdadero olvida que el amor
es lo más grande de todo lo que podemos regalar a
Dios. éPero es que acaso el que ama no teme ofender al
amado? éQué fuera de este mundo si los súbditos no tuvie-
ran temor de disgustar a sus autoridades, si los alumnos no
*
;'- dv'1. lrtlfL D EXPI-ICAD:
tuvieran temor de echarse en contra la antipatía de sus
profesores, sí los hijos no tuvieran temor de causar disgus-
tos a sus padres? ¿Qué sería este mundo sin tal temor?
El cristiano no teme solamente el castigo Divino, sino
ofender al amor de Dios. Dios es amor, pero también es
santidad. En nuestro corazón debe haber sitio para el amor
porque es respuesta al amor de Dios, pero también debe
haber sitio para el temor porque es respeto a la santidad
divina.
iqo Iemáis a ios que mata¡r el {:riür'}ü;r" S.l.
Crisóstomo dice: "no sólo nos anima a que suframos
la maledicencia sino la muerte misma que parece ser
lo más espantoso de todo. Y no sólo la muerte en
general, sino hasta la muerte violenta. Es como si nos
dijera: *Porgue temeis a la ftruerte évais a dejar
de predicar o practicar mis mandatos? Pues precisa-
mente porque teméis la muerte eterna no los dejéis
de practicar ni de predicar, porque aunque os quita-
ran la vida del cuerpo por cumplir mis mandatos, pre-
cisamente el cumplirlos os librará de la verdadera
muerte que es la eterna". Y con estas breves pala-
bras fija el Señor en nuestras almas el ricg,,rr;¡ riÉ la
¡nmortatidad del alnra, afirmando que a ella nadie
la logra matar. iDoctrina saludable y consoladora!
¿NO SE VENDEN DOS AVECILLAS POR UNA MONEDA?
l¡ues bien: ni una de ellas caerá en tierra sin cün-
sentirniento de vuestro Padre.
Es la certeza del minucioso cuidado que Dios tiene de
cada uno de nosotros. Si Dios se ocupa de las peque-
ñas avecitas, no podemos dudar de que también se ocu-
pará de cada uno de los que somos sus hijos muy amados.
San Mateo dice que se venden dos avecillas por una
moneda , y S. Luca que se compran cinco avecillas por dos
monedas. O sea que al que compraba por dos monedas se
le vendían las cuatro avecillas y se le encimaba una. Pues
bien, de esa quinta avecilla que se encimaba y que no tenía
valor alguno, de ella que según las cuentas de la gente no
valía nada, de ella tiene cuidado Dios; ella tiene valor para
Dios. ¿Cuánto mayor será el cuidado que tendrá de
nosotros que valemos tantas veces más?
A los Israelitas debió gustar enormemente esta compa-
ración de Jesús, porque ninguna otra nación ha tenido ja-
más una experiencia tan vivida y tan continua del cuidado
de Dios por sus criaturas. Los profetas les andaban repi-
tiendo: "éPuede una madre olvidarse de su pequeña
criatura? Pues aunque ella la olvidara, Yo, tu Dios,
nunca te abandonaré". Los Israelitas recitaban los Sal-
mos y los sabían de memoria, y allí se va recordando con-
tinuamente el cuidado amoroso que Dios tiene por sus
creaturas. Nosotros los cristianos hemos tenido una pér-
dida pavorosa al reemplazar los Salmos por otras oracio-
nes que quizá ni son bíblicas, y por eso no siempre tene-
mos presente lo cuidadoso que es el Señor para vefar por
los que en El confían. Eso no sucedía a los israelitas: ellos
recitaban frecuentemente por ej. El Salmo 135, y por cada
*
Ll- [-,É) rGEL f DDi\4 lf.JED
favor de Dios que recordaban repetían: "[,orque es eter-
fta su nriserieordia".". y esta gran verdad se les iba gra-
bando en su corazón.
Los santos antiguos gustaban recordar a la gente que
los grandes actos divinos no han sido solamente la Crea-
ción, la liberación de Egipto, etc., sino también la alimenta-
ción de cada día, y los detalles en verdad maternalmente
divinos con los cuales nos cuida y nos socorre sin cesar,
nuestro amabilísimo Creador.
Ln cüt^iiianee ciel amigo de Cristo se funua err que,
sucédale lo que le suceda, jamás estará lejos del cuidado y
del amor de su Dios y Señor. Sabe que cada minuto y cada
segundo de su vida están hasta la eternidad en manos de
Dios; que Dios nos lo abandonará ni se olvitfara r.le
el ni por un instante, gu€ estará por siempre rodeado
del maravilloso y ultra cariñoso cuidado divino. Y si es así,
ino es el amigo de Cristo el ser más tranquilo del mundo?
Si vivimos intranquilos puede ser porque nos flaquea la
confianza en É1.
'fODü ¡tQUEt- QUE SH OEüLAü{E A i"AVüR l"lIO
AN-i'E LÜ5 I.IÜMBI{ES, YÜ ME I,'ECLAR.L¿\*É ¡T I.A\TÚR
üE r-l ANTE MI.PA.ü$iE QUE CSTA üN LOS CIELOS
(Mt. 10,32).
Es una promesa formidable: si alguien es leal a Jesu-
cristo en esta vida, Jesucristo le será leal en la vida venide-
ra. Si alguien reconoce como un honor que Jesucristo sea
IZ"'CICLD A.
su Señor, Jesucristo tendrá como un deber reconocerlo como
su amigo en el cielo. Es un hecho innegable que si en la
Iglesia antigua no hubiera habido hombres y mujeres va-
lientes que enfrentaron los peligros, las humillaciones y las
fatigas con tal de proclamar ante los demás su amor y su
admiración por Jesucristo, la Iglesia cristiana no se habría
extendido tan prodigiosamente como se halla extendida hoy.
r-a Iglesia de hoy está basada, clespués del pocier
eie Dios, en Ia valentía de c¡uienes no tienen rr¡iedo
en proclamar ante las gentes que Cristo es Dios y
Señor y que bien merece hacer cualquier sacrificio
con tal de seguir sus enseñanzas, porque Él sabrá cum-
plir la promesa de gloria eterna que hizo para los que le
sigan (W. Barclay).
Cerca del año 100 un gobernador llamado Plinio escri-
bía al emperador Trajano contándole que había ofrecido a
los cristianos la oportunidad de salvar su vida y de no per-
der sus puestos y sus bienes con la única condición de que
Ies echaran un granito de incienso a los ídolos y dijeran que
Cristo no era Dios; pero añade que reconoce su im-
potencia a¡rte la inquebrantable lealtad de los ver-
;:iacleros cristianos, porque ellos prefieren perder sus
bienes, sus empleos, su libeftad y hasta su propia vida, con
tal de ser fieles a su amigo Jesucristo y proclamar ante
todos los demás que Cristo es Dios y que a El y a sus man-
datos quieren obedecer para siempre.
Cuando el famoso San Policarpo, obispo de Esmirna, de
casi cien años, le aconsejaban que renegara de su religión
3

y que así salvaría su vidp, exclamó: "Hace ochenta años
que sirvo a Jesucristo y El no me ha fallado ni una vez en
sus promesas. éCómo voy a hora a serle infiel yo que
sólo favores he recibido de su generosidad?", y ale-
gre subió a la pira de leña para ser quemado vivo.
Qué alegría pensar que a la hora de nuestra muerte,
al llegar a las puertas de Ia eternidad, nos encontrare-
mos con Cristo, quien cumpliendo con su palabra que
nunca puede fallar, nos dirá: "Hola: étú me recono-
ciste como amigo y como jefe ante Ia gene de Ia
tierra? Ven que ahora te presentaré como mi amigo y
mi hermano ante las multitudes del cielo". iQué maravi-
lla! Y pensar que esto no es un sueño, esto es una rea-
lidad que sí se va a cumplir, totalmente a la letra. áQuién
no se anima a proclamar con más valentía su fe cristia-
na ante las gentes que le rodean?
"La peor falta en el apostolado es: no atreverse",
dicen los santos. Lo peor de todo sería que no nos atreva-
mos a proclamar ante los demás que sícreemos en Jesús,
y en su evangelio. Y no sólo con palabras, sino sobre todo
con nuestras buenas obras.
Para que sus discípulos se animen a no tener miedo en
propagar la religión, Jesús les prnrnete un premio: se-
rán proclamados ante el Padre que está en los cielos. pero
les advierte algo muy importante: que no basta la fe
interior, sino que hay que proclamar a Jesús con nuestras
pa Ia bras.
@ I
il
it
+l
DDMINEC 1 2E - CICLI) A
El premio que Jesús promete es mucho mayor que Ia
buena obra ejecutada: nosotros lo proclamamos por poco
tiempo ante estas pobres gentes pecadoras, y El nos pro-
clamará para toda la eternidad ante el Padre y sus ángeles.
ZPara qué buscar recompensa acá en la tierra por tu apos-
tolado a favor de Cristo, si tienes asegurado un premio tan
inmenso en el cielo para siempre? Si ya en esta tierra los
que proclamaron a Cristo son tan gloriosos para nosotros,
écómo !o serán en la eternidad? Si los padres y gobernan-
tes de la tierra saben premíar a los que los proclaman y a
los que les dan buen nombre ante los demás, cqué no será
el premio que nos tiene preparado el que es el más amable
de los padres y el más sabio de todos los gobernantes?
Dios se inclina más a dar premios que castigos, por
eso anímate: que muy grandes son los tesoros que te están
reseruados si haces lo que puedas por extender el reino de
Cristo Señor (S.J. Crisóstomo),
A QUIEN ME NI,EGUE ANTE LOS HOMBRES, LO NE-
GARÉ YO TAMBIÉN ANTE MI PADRE QUE EsTÁ EN
LOS CTELOS (Mt. 10,33).
Hoy sigue siendo posible todavía negar a Jesucristo.
Lo negamos mediante nuestras palabras. De un
alto empleado se cuenta que un día Ie preguntaron: "Ud.
sigue siendo cristiano?", y él respondió: "Sí, pero si
puedo serlo sin perder mi empleo". iQué poca cosa un
cristianismo así! También Pilatos se declaraba a favor de
Cristo, mientras no Ie dijeron que si era amigo de Jegucris-

EL_qYAN§ELtf] EXPLTGAD[} Na 4
to se volvía enemigo det césar. Entonces prefirió que su-
bieran a Jesús al patíbulo de ra cruz, con tar de que no ro
bajaran a él de su arto cargo. (De todos modos er mismo
césar lo destituyó y desterro poco después también).
Hay personas que quieren ser cristianas pero sin que
esto interfiera en nada en sus amistades o en ius negocios.
Les pasa lo der gitgno que cada domingo iba a
misa y cuan-
_!9
e]rárroco pedía ra rimosna !e respoñdía: "No ¿oú nááa
porque yo no soy de esta parroquia,,. pero
un domin_
go el sacerdote dispuso repartir un regalo a cada parro-
quiano y allí estaba el gitano haciendo- fila. E! párroco
le
pregunta: "éPero no dice ud. que no es de esta p'arroquia?,
y el gitano le responde: pq{recito, yo sí soy de'esta
parroquia, pero sin contri -"§i,rus¡6r,,.
eué fácil ser cristia-
no sin que nada nos cueste, sin que ello nos obligue a ser
distintos de los demás pecadores, de tos demás
m posistas, ch istesverdes, pel ietas y m rm
!1a u u radores. i eué
fácil, pero qué ¡nút¡l entonces la religiónt H ;;dalero cris-
tiano no puede renunciar jamás ar deber de ser distinto de
los no cristianos o de ros falsos cristianos. El cristiano no
puede adaptarse al mundo, no puede mimetizarse
con este
Tyngg corrompido y tramposo, materialista, secularizado.
o hablamos y nos poftamos mejor que ros que no tienen
fe, o no nos ilusionemos de que nuestra fe sea auténtica.
Podemos negar a Cristo con nuestro silencio:
Un
novelista francés narra el tormento de una muchacha que
vive en casa de sus suegros ricos y to que la hace sufrir y
desanimarse son "las cosas que debierán decirle y que no
-T-
I
I
I
t
I DtrIMINGE 129 - trItrLC]'A
I
t
I
se las dicen". En la vida cristiana puede haber muchos hom-
I
:
bres y mujeres que hacen mal a los demás solamente por
las palabras buenas que debieran decir y no las dicen. Cada
día la vida nos dará la opoftunidad de decir algunas pala-
bras a favor de Cristo y de su religión, de pronunciar algu-
na protesta contra Io que va contra el evangélio, de adoptar
una posición que demuestra claramente de qué lado esta-
mos. Cada vez, todas las veces, en estas ocasiones será
más fácil, más comodón y menos comprometedor guardar
silencio que hablar. Pero este silencio es en síuna negación
de Jesucristo. Es muy probable que sean muchas más las
personas que niegan a Jesucristo más con las palabras que
callan que con las que dicen. Esto se llama "pecado de
omisión". Omisión es dejar de hacer o decir lo que tenía-
mos que decir o hacer.
Ojalá no tenga Cristo que decir contra nosotros lo que S.
Pablo repetía acerca de sus amigos cuando fue acusado,en
Roma: "Ninguno se puso a mi favor para defender-
me" (2 T¡t. 4,L6).
Podemos negar a Cristo mediante nuestras
acciones: Puede ser que nos digan lo que le encara-
ban a un predicador: "No podemos oír lo que di-
ces, por el ruido de lo que haces". podemos ir
negando con nuestras obras diarias la fe que predi-
camos con nuestras palabras. San Pablo reprendía ese
grave error: "Tú que dices que no hay que robar, éro-
bas? No tienes excusas pues haces eso mismo
que condenas en los demás (Romanos 2,1).
 Quien se ha consagrado a un evangelio de pureza
tiene el peligro de ser hallado lleno de innumerabtes
faltas que manchan su alma. Aquella jovencita a quien
se le recomendaba que se hiciera religiosa de una co-
munidad respondía: "hio, de *sa comunrri::ii ilc,, i.!ü¡--
que ai¡á vi una r¡ernrana que no era satlra efl sus
afectos", iComo negó esa religiosa a Cristo con sus
acciones mientras lo proclamaba con sus palabras!
Que no seamos solamente oidores, sino Hacedores
de tu Santa Voluntad.
Que no solamente admiremos tu doctrina, sino que
también la practiquemos.
Que no solamente amemos tu evangelio, sino que lc
u'ivanrcrs cada día.

Puede existir el peligro de que mientras profesamos Concédenos que recibamos en nuestros corazones la
la religión de cristo que es absolutamente honorabte, doctrina que nos has dado y que la ponga,Tios de ma¡',,'
tieirerilüs rIueSt¡'& vida,üti l],*EUEiri¡:: La&iTlitü- ¡'io:stc¡ en nuestras acciones. Te lo suplicamos en el nom-
s,¿iaoes. Que mientras seguimos el evangelio que exi- bre de Jesucristo Nuestro Señor".
ge negarse cada día y tomar su cruz, llevemos sin
embargo una vida dominada por el apego a la propia Valdría la pena repetir de vez en cuando esta preciosa
comodidad y satisfacción. eue los que seguimos a un oración.
Maestro que murió perdonando, y recomendó a sus dis-
cípulos perdonar y amar aun a sus enemigos, vivamos Porque como dice la Imitación de Cristo: "No recibirás
una vida llena de rencores, de amargos resentimientos corona de gloria en el cielo por haber tenido idea:;
y de frialdad para quienes nos han tratado mal. Hay per- lrrr¡y luminosas, sino por haberte portado de mane*
sonas que se han comprometido a tener como modelo a r"e eu€ le hayas agradado a Dios".
Cristo, que amó hasta dar su vida por sus amigos, y sin
embargo estos seguidores suyos viven encerrados en su
propio egoísmo buscando únicamente lo que les gusta
más a ellos y lo o que es más conveniente para los
demás. Eso es negar a Cristo con las obras.

En las reuniones de la Jerarquía de la Iglesia en Inglate-

rra se reza esta oración: *'Señor Dios Todo¡rodeross:
cianos estas gracias especiaies:
I ü ilffiffi*
i*ii

LA TEMPES D
 f
"t i, ffiffi
iE :ee¡n.{s
IFRIMERA I-ECTUR-Ar Del [-[hlio d,e JÜlffi
El Señor habló a Job rlesde la tormenta: "équién cerró el
mar con una puerta cuando salía impetuoso del seno ma-
terno? Cuando le puse nubes por mantillas y niebla por
pañales, cuando le impuse un límite con puertas y cerrojos,
y le dije: "Hasta aquí llegarás V na pasariás, aq#í ;t{\
romperá la arrogancia de tus obras?
Job, como muchos de los que sufrimos en la tierra, ha
deseado de Dios una explicación a sus terribles sufrimien-
tos. Díos en lugar de darle una respuesta a su pregunta lo
invita a contemplar las maravillas del universo. Al ver el
mar impetuoso y terrible, gu€ sin embargo obedece total-
mente a Dios, y que en sus manos es como un niño peque-
ñito envuelto entre mantillas y pañales, gu€ se queda allí
donde Dios lo coloca, entonces ya la pobre inteligencia hu-
mana deja de pedir explicaciones al Omnipotente. Sabe
que EI lo puede todo y que lo que'hace o perrnite es
siempre po!'amora nosotros sus creaturas, pgro équé
es el hombre para pedirle cuentas a su Creador de lo que Él
hace o permite que suceda?
Dios inabarcable. Qué presuntuosa es la mente huma-
na cuando trata de comprender el por qué permite Dios el
mal y el sufrimiento. Somos infinitamente pequeños, aun-
que nos desagrade que nos lo recuerden. Y en cambio el
Dios que gobierna nuestra existencia es el infinito, el Todo-
poderoso. El Dueño de cuanto existe. Ante los aconteci-
mientos no nos queda más que repetir la frase de Jesús:
'*Eenclito seas Padre, porque así te ha parecido me-
jon" (Lc. 10,21).
Nosotros ante el dolor y el sufrimiento que Dios permi-
te, debemos aceptar que hay zonas insondables de miste-
rio, el cual nuestras reducidas inteligencias nunca lograrán
comprender en esta tierra. No nos queda más remedio
que callar y admirar en silencio como lo hizo Job cuando
Dios le hizo la comparación entre el inmenso poder divino
y la pobreza del ser humaho, y exclamar como lo hizo él
cuando Dios terminó este discurso: "Soy rnrry poca cosa
para dnscutlrle a Dios. Taparé mi boca y ya r¡o insis-
'tFré (Job. 40,5).
Para los amigos de la literatura les recomendamos
que se lean todo este capítulo 38 del Libro de Job. Los
analistas dicen que aquí la literatura hebrea llega al gra-
do nnáximo de htelleza en la descripcién del poden
Dios gobernando la naturaleza entera. Las descrip-
ciones de este capítulo y del siguiente son magníficas e
impresionantes. Y todo para insistirle al ser humano que
no quiera hacer caber en su diminuto cerebro los t'por-
qués" de todo Io que hace y permite el Omnipotente
Dios, que derrochando sabiduría y poder ha creado y
gobierna todo lo que existe.
EL, EVAN E ELII] EXPLICADD NA 4
.,,ii§ALM9#O§*iEste salmo es de singr¡ur. belleza. l_as,fra-
ses que se Ieen en la rniba:de hoy, describen tos peligros de
unos creyentes en una espantosa tempestad en el,.rnar, y
cómo el señor los"arrancó, portentosamente de su angustia
y los llevó sanos y salvos al, ansiado puefto, porque É[ es
dueño y Señor del mar y de las tempestades.
Herma,nas: nos aprernia el a¡nor de'Cristo, el caswí&rar
que si una rnailó par tadasr tados rnurieron.
Para San Pahlo lo que [o rnueve, lo que [o entpuja, lo
que no lo deja quedarse sin enangelizar, es el inmenso amor
que Cristo le ha tenido. Esta frase suya se ha hecho famosa
y los santos Ja saboreaban despacio como queriendo con-
vertirla en lema de sus kabajos apostólicos: "ef,amor de
Cristo nos apremia". Apremiar es empujar. dar prisa, no
dejarlo a uno ahí quieto donde está; insistirle para que siga
adelante. Pablo es un apasionado: se siente inmensamen-
te amado por Cristo, y siente al mismo tiempo hacia Él un
amor tota! que lo impele hacia delante, a no dejar de hacer
campaña a favor del Redentor. Qué distintos sus sentimien-
tos a esta frialdad que nos domina y nos paraliza. Oh Cris-
to, que tu amor nos "eche con fue¡za para adelante"
día por día, y que no cometamos jamás el pecado de amar-
te poco, sino que nos dediquemos a hacefte conocer y amar
más y más.
DDMINGD 12A. trItrLI] B
Cristo murió por todos para que los que viven no vivan
ya para é1, sino para el que murió y resucitó por ellos.
Estas palabras han sido incluidas en una de las 4 anáforas
o plegarias de la Santa Misa (La 4a que es bellísima). Con-
tienen una de las verdades esenciales de nuestra fe. Cristo
no vivió para sí, sino para los demás. Y pide a sus seguido-
res que ninguno se encierre en un vivir agoísticamente solo
para sí, sino que encamine su vida a favor de los demás,
especialísimamente en "pro" del que tan generosamente
vivió y murió por salvarnos solo a nosotros.
Has muefto por mí, Señor, iCómo podré permane-
cer indiferente y no dedicar mi vida a amarte, conocer y
seruifte, y a obtener que otros te amen, te sirvan y te co-
nozcan?
"Por lo tanto no valoramos a nadie con criterios huma-
nos. Si alguna vez juzgamos a Cristo según tales criterios,
ahora ya no'i
San Pablo ha llegado ya a un grado de Iibertad cris-
tiana al cual nosotros deberíamos llegar también: ya no
juzga Ias personas y los bienes de la tierra con la medi-
da que el mundo utiliza. Ya no atribuye a lo material el
valor que el mundo Ie da. Hubo un tiempo en el cual
juzgaba a Jesucristo según las medidas simplemente
humanas, y entonces se dedicó a despreciarlo y hasta a
perseguirlo. Pero ahora no. Ahora sus normas son
sobrenaturales, Ya no ve el mundo y los seres huma-
 EL EVANGELID EXPLItrADE §E 4
nos con lentes materialistas sino con la visión sobrena-
tural que Dios re ha regatado. y con ese rente ra persona
humana es para ér un ser maraviiloso porquá Jesucristo
le ha conseguido ra amistad con Dios, comprándora ar
precio infinito de su propia muerte y reirrrección.
éQuién podrá jamás-despreciar a ,n humano
si piensa que por salvar a esa persona"áiha derra_
mado cristo Jesús hasta ra úit¡ma gota de su
sangre?
Para nosotros cristianos, et meditar en esta gran
ver-
dad: que cristo ha muerto por sarvar a ros ,ár", huma-
nos, tiene que hacer cambiar nuestras relaciones con
los demás. Ya no tratamos a los otros .oro si fueran
simplemente unos animares racionares, un poco de car-
ne y hueso, o un temperamento desagradubr", o un
ser
pobre y antipático. Ahora es necesarió adquirir
un nue-
vo estilo de relaciones. Amaremos y respetaremos a los
demás como a seres de tan inmenso varor que por sar-
varlos se ha venido del ci elo
el Hijo de 'Dios
y ha
muerto y ha resucitado con tar áe mantenerros
en amistad con Dios. Altísimo precio hemos costado,
luego debemos valer muchísimo.
"El que vive con cristo es una creatura nueva. Lo viejo
ha pasado. Ha llegado lo nuero,i
EI cristianismo es novedad. Tiene alergia a la an-
tigua costumbre de vivir manchados en el almá y en ene-
mistad con el Creador.
P_D r.ll¡lq D_l s1-_ qs!s_ E
Es una creatura nueva el que vive con Cristo. Es
esta una frase tan hermosa que bien vale la pena detener-
se un momento a meditarla en silencio,
Dios el siempre joven, el siempre nuevo, quiere rejuve-
necer a quienes viven en amistad con su Hijo. No quiere
seres envejecidos, anticuados, pegados a sus antiguas cos-
tumbres de equivocarse. éDe veras soy creatura nueva? iO
sigo en mi viejo modo de vivir materialista?
Seguir a Cristo es pafticipar en un "alba nueva", de
un nuevo modo de vivir. Los Hechos de los Apóstoles al
hablar del cristianismo lo llaman: "Este nuevo modo de
vivir". Es que dedicarse a vivir las enseñanzas de Cristo
es volverse una creatura nueva, es dejar la vieja Ievadura
de las antiguas malas costumbres y de los viejos equivoca-
dos criterios mundanos y dejar que lo viejo de la mala vida
pasada se vaya como agua podrida de una alcantarilla,
arrastrada por el río del desprecio, mientras se siente lle-
gar este nuevo modo de pensar, de apreciar, de hablar; de
vivir y de amar.
Cuando alguien hace con fervor un Cursillo de Cris-
tiandad, o asiste con interés a una reunión de Grupos
Matrimoniales, o participa con toda su alma en un
Retiro de Renovación en el Espíritu o hace con ver-
dadero esfuerzo y fe unos Ejercicios de San Ignacio,
entonces sí que experimenta qué es Io que aquí anuncia
el apóstol: "empezar a ser una creatura nueva. Dejar
lo viejo, y admitir Io nuevo. Señor: concédenos desde
 E L -EYAI!G_-E!1!-_ E XE! QAQ*D_-_N " _4
DDMINGO 12A - CICLtrI B

hoy el renovarnos, er empezar una vida

totarmente nue- una fuerte
va, según tu Espíritu Santo. Amén. En este milagro hay además del milagro real,
alegoría: ta Barca de la Iglesia tiene vientos que la com-
baten y abismos que la atraen, pero tiene Alguien que la
EVANGELIO: San Marcos 4r3S_40: cuida y la defiende. Va atravesando mares de dificultades,
I.A TEÍ.vIPESTAD: pero Jesús sigue presente al frente de los suyos, como lo
prometió solemnemente cuando dijo: "Yo estaré con vo-
Dijo Jesús a sus discípuros: "vamos sotros todos los días hasta el fin del mundo". Aun-
a ra otra oriila,,. que a veces parece dormir mientras sus discípulos comba-
D^e1and9 a la gente se io ilevaron
en barca como estaba.
otras barcas lo acompañaban. Se levantó ten contra las dificultades externas y hasta se pelean. Pero
un fierce hura-
y las.gtas rompían contra ra barca hasta casi ilenarra de de pronto se pone de pie y manda al mar y al viento y le
?!
agua... El estaba a popa obedecen y llega la calma. Después de la crisis de la tem-
despertaron diciéndole:, pestad, llegará Ia bonanza (De Andrés).

'Aquel día al atardece¡ dijo Jesús a sus dtscípulos: "Va-

mos a la otra orilla".

Al atardecer:
gtro1: ".épero quién
le obedecen'!
es éste? ,i::i::'rt;ri:'r:,:r':;;: lesús no lo
S¡ no se lo hubiese mandado
habrían hecho, porque viajar de noche por allí era expo-
nerse a terribles peligros de tempestad. Los naufragios
La Antigua Tradición.de ra Igresia ha visto numerosos y frecuentes lo comprobaban mes por mes.
siempre en
esta barca a ra Igresia de cristo y a sus pastores
y fieres, Vamos a la otra orilla: es lo que sigue diciendo Je-
atravesando er bravío mar de ta vida. rvo'náy-que
desan¡-
marse por las tempestades y peligros, porqrá 5(s; vamos a Ia playa del más allá, a la eternidad. El
si-desperta_
mos a cristo con nuestra fe y nuéstra brai¡ón. oficio de la Iglesia es la trascendentalidad, a través de lo
Éi siempre perecedero llegar a lo eterno. Recordar a los seres huma-
poderoso que tas otás, tos vienros y
:::á tas tempesta-
ues' Ilá.:
Er va con nosotros compartiendo nos el antiguo lema: "Para mayores realidades hemos sido
ros riesgos de
la existencia hurnana , y ar mismo ü.rplpát-enc¡anoo creados" (Ad maiori nati sumus') o el slogan de los gue
nuestras fuerzas y capacidades. su presená¡u inventaron la aviaci§¡¡ "Plus ultra": más allá, más allá...
án medio de Será una travesía llena de borrascas, pero con Jesús a
nosotros nos garantiza el triunfo final.
bordo, y entonces ya no hay peligro de hundirnos.
EL EVAN G ELID EXPLICADD NA 4
"Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra
la barca hasta casi llenarla de agua'i
Las tempestades del mar de Galilea eran famosas.
Aparecían de un momento a otro al levantarse el aire
caliente del lago y dejar el sitio a los vientos fríos que
descendían con fuerza catastrófica desde el Monte
Hermón, alcanzando proporciones terroríficas.
Les vino la tempestad estando Jesús con ellos.
Sería una ilusión creer que por rezar y por tratar
de portarnos bien ya no nos vendrán problemas. Las
difícultades aumentan la personalidad. El ejército se
degenera si no tiene oportunidades de combatir... Al
pueblo de Isr¡rel siempre le permitió Dios tre-
mendas dificultades para mantenerlo fuerte,
Dios permite que a los suyos los acosen las temibles
tempestades para hacer brillar el poder Divino y ha-
cer aumentar la fe de Ios discípulos. Las tormentas y
problemas de la vida no son señales de que Dios se
ha alejacto tle ¡insotros, sino ocasiones para for-
talecer nuestri¡ vr'¡luntad y nuestra fe.
"Él estaba en popa dormido sobre un almohadón'i
La popa es la parte posterior de la nave. Allí don-
de va el timón. Siempre va El junto al timón, aunque
a veces parezcí, '?ue está dOrmidO.
QpYINGo _l__?:'_-- IL_c_Lq _E
Para dormir tranquilamente en una barca durante una
gran tempestad, se necesita un excepcionat equilibrio siquico
y un gran cansancio. Contemplo a Jesús allí durmiendo...
En las barcas había algún almohadón reservado a perso-
nas de importancia. Jesús está fatigado de tanto predicar y
socorrer. Los apóstoles se han callado para que pueda dor-
mir, mejor, pero...
"Lo despeftaron diciendo: "éMaestro no te impofta
que nos hundamos?",
Los apóstoles ya han hecho todo lo que estaba de su
parte. Ahora no les queda sino una solución: despertar al
Maestro.
Nosotros en Ios momentos de tempestad espiritual ten-
dremos dos modos de proceder: 10 sudar, echar remo, sa-
car agua, fatigarnos hasta el extremo y... hundirnos sin
remedio. O: 20 despertar al Maestro y suplicarle que
venga en nuestra ayuda, y así sí loEraremos llegai'
al puerto de la salvación (EvelY).
Jesús permite que las angustias de sus -discípulos lle-
guen hasta el extremo. Entonces actuará É1. Dios tiene
que permitir a veces que nos vengan tormentas para
que Ie hablernos y recurramos a su poderosa ayu-
da. Las tempestades del alma hacen brillar el poder de
Dios y aumentan la fe.
Jesús dormía para darles ocasión de recurrir a
Ét, porque si hubiera estado despiefto o no habrían temi-
 Na 4
do, o no le habrían rogado, o no habrían creído que podía
ayudarlos (s.J.. crisóstomo). su corazón dormía, pero
no
dejaba de palpitar de amor por los discípulos.
cómo habrán contemplado los ángeles del cielo a su rey
y señor, tendido sobre et duro maderó de la barca,
recosta-
da su cabeza sobre un burdo almohadón de cuero relleno
de lana. Restaurando sus fuerzas el que ha sido poderoso
desde toda la eternidad. Rendido de fatiga el gue mueve
con un dedo el universo entero: .Duermó _puede
repe_
tir con el Cantar de los Cantares,,- duermo, pero mi
corazón sigue vigilante. siento venir la tempestad antes
que vosotros. sé muy bien cuándo y cómo ha de
ilegar, y
qué tendré que hacer para apaciguarla y para no permitir
que logre haceros perecer.
Los apóstoles , antes de despeftar a Jesús se dedicaron
a hacer todo lo que pudieron para no hundirse. Dios no
hace lo que nosotros podemos hacer. Él no reemplaza a las
perezosos.
Los tres varados en el camino:
Dice una antigua leyenda que viajando Jesús con sus
apóstoles por Galilea se encontraron tres carrozas llenas
de bultos, varada's en el camino, empantanadas entre un
fuefte barrizal. El que dirigía ra primera carroza se había
dedicado a rezar para poder sacarla de alh, pero no hacía
nada por echarla hacia fuera. El conductor de la segunda
carroza estaba sudando, tratando de empujar la carroza
DtrMINGO 120_. CICLI] B
para sacarla de entre el barro, pero no rezaba ni pedía
ayuda a Dios. En cambio el dueño de la tercera carroza se
esforzaba con todas sus fuerzas por sacarla de entre el
barrizal, pero mientras tanto rezaba con feryor pidiendo a
Dios que le ayudara a salir de aquel mal momento. Los
apóstoles le preguntaron a Jesús: iA cuál de los tres ayu-
damos?- y el Señor les respondió: "al primero no, por-
que solamente reza sin esforzarse ni poner de su
pafte ningún trabajo. Al segundo tampocor porque
solamente se esfuerza y trabaja, pero no reza ni
pide ayuda del cielo. Ayudemos al tercero porque a
Ia vez que hace lo que puede por solucionar su pro-
blema, eleva también oraciones a Dios para que
venga en su socorro". Y los 12 pusieron el hombro y
sacaron el carro atascado. "Haz lo que puedas, y pide a
Díos todo lo demás', decía el antiguo refrán. Es lo que hi-
cieron los apóstoles en la noche de la tempestad: remaron,
sacaron agua de la barca y... llamaron a Jesús en su soco-
rro. Con el mazo dando... y a Dios rogando.
Señor, cuántas veces, atacados por las destructoras tem-
pestades de la vida tendremos que llamarte suplicantes:
"éNo se te da nada que perezcamos?" éQué harás
Tú, ante nuestra súplica?
El cristiano de hoy puede emplear dos modos de com-
portarse: el racionalismo: irnaginarse que con sus solas
fuerzas logrará vencer. Vivirá en angustias y terminará en
fracaso total. O la actitud fe: Despeftar a Dios. Creer, que
Dios viaja con nosotros. Decir a Jesús: "Mira que nos hun-
 LL=EV4_N E E_U_!¿ qxe__Lle_aa-o
-N: É
DtrMINED 12E - DICLD B
dimos"' Y consegujr que Él
siga rhaciendo
-'r5 't milagros en nues_
tro favor (Boroblo). probaran? -Pero los hizo delante de los que mejor
los podían apreciar. Estos remeros veteranos sabían que
"Se puso de o,!e._.Increpó aquel mar dura nueve o más horas en calmarse después
al ,,Si_
lencio, cáttatá-. g n¡ei{ir-' ;viento y dijo al mar:
y vino una gran catma,i de la tempestad, y ahora lo vieron quietecito en sólo medio
minuto. Ellos habían constatado tantas veces que el hura-
Ante ros ojgs. de los apóstores
que elros no orvidarán tiene rugar una escena cán en aquel mar o lago, derriba furioso a quien pretenda
duáni" toau ,, ,iiu.':Lsús se enfrentársele, y ahora se ha quedado calladito inmediata-
vanta majestuoso en medio le_
de aquera barca
ár" ,. tam_ mente. Con razón se ponen de rodillas ante Jesús al ver
balea sacudida por vientos
ímrletuosos y otas elpantables. semejante milagro nunca antes presenciado. Ellos llevan
Da una orden y ar instante
ru rÍ1tg er sirencio y ta tranqui- docenas de años pescando en aquellas aguas y saben lo
lídad' La barca se queda quietá
y ellos se quedan sin
saber temibles que son cuando se encrespan. Sus vecinos y fami-
qué hacer ni pe.nsar...
,enos l"
,i"ao y admiración... mirán_ liares fueron tragados por esas olas y ya no volvieron más a
dolo con ojos desorb¡tadoi..
á"t,
festación de un aam¡ra¡i"-ioo".es para eros ta mani_ sus hogares. Y ellos, en un instante, a la voz de un enviado
venido det cieto... de Dios, se han visto libres del desastroso peligro del mar:
cuántas veces..en ras tempestades una violenta tempestad. Jesús les ha trábtaao con el
Jesús repetirá: sirenciá, de nuestro espíritu, lenguaje del lago y del mar, calmando en un instante la
.¿r,i"Lr v ,".ti[rás tuego ra tempestad, cuando la ley de la inercia lleva a las aguas a
de ta bonanza y de ta pazsuspirada.
::¡:S;. señor: que seguirse moviendo violentamente por horas y horas. Ahora
sí que les podrá decir: "Todo poder se me ha dado en el
cuántos y cuántas obtienen cielo y en la tierra".
miragros en su vleia
P.rgue despieÉan a Jesúr .on sus
tes y llenos de fe. g sarmáie ruegos insiste'- éPor qué so¡s tan cobardes? ¿Aún no te-
dado que muchos creyentes
ü m¡sa de hoy nos ha recor-
invocaron a Dios en medio
temibles temoestades y logirroñ'ilegar de
a puerto de sarva- EI queaún no tiene fe no cree que Jesús hace milagros.
cuintos se huno¡áron ántre las
,.:::;0.r. oÉ ¡;i;ut, por ro Pero Jesús.sísigue haciendo milagros. Para El nada es difí-
cil. Para El todo es fácil. Lo raro sería que a sus
Los ateos han preguntado:
épor qué Jesús no hizo evangelizadores no les hiciera milagros, habiendo
sus milagros deranté ae prometido que la predicación del evangelio iría acompaña-
cient-íh"or-p"üi-r1"ro" com-
L da de milagros y prodigios (Marcos L6, t7).
EL EVAN G ELIO EXPLItrADD Nc] 4 DI]MINED 129 trItrLtr} B

éPor qué el cristiano manifiesta a veces poco
poder? Porque no tiene fe suficiente en el poder de
Cristo que va a su lado. Por ese olvidarse de que Je-
sús es tan poderoso para vencer las tempestades del
dolor, de la pobreza, de la incomprensión, de la dure-
za de corazón, de las preocupaciones, de la violen-
cia, de la sexualidad, de Ia droga, del hastío de la
vida... por esa falta de fe en el poder de Jesús,
no se obran más milagros de persuasión, de con-
versión, de tranquilización em tantas vidas. Se nos
oly,ida comunicarnos con El q'l.le tiene el poder para
calrnar cualquier situación difícil, y en vez de desper-
tar a Jesús con la súplica llena de fe, nos quedamos
remando y sudando inútilmente (P. Tardif).
"éPor qué sois tan cobardes?"
t
Esto lo sigue diciendo a todos y a cada uno de noso-
tros. "éSe os olvida que el nombre de tu Redentor es
"Emmanuel', que significa: "Dios con nosotros?", Cris-
to no es un Dios lejano. No nos ha dejado huérfanos.
Parece dormir pero despierta apenas lo llamamos en
nuestro auxilio. Permite que junto a El pasemos por tem-
pestades y tentaciones carnales, por huracanes de in-
comprensión, por ventarrones de sustos
preocupaciones y ante abismos de desánimos y de tris-
tezas, y con el peligro de ser tragados por precipicios de
desastres económicos... pero al final repetiremos gozo-
sos Ia frase del profeta antiguo: "Señor, dichosos los
que han confiado en Ti" (Salmo 83).
"Se quedaron espantados y se.decían unos a otros: "ifuro
qu¡¿Á-á f5tel nisíi et viento y tas aguas te obedrcen'i
Hanpresenciadounmilagroformidable.Porfavor
Juan
El Papa
no qritá*os los milagros del evangelio!
pául" II decía en 1988: "áEs que Dios no puede
suspender mornentáneamente las leyes de la
ha- resultado
naturalerrz JÉnl-oñü lá náturaleza cla-
LüiJi¡áiá o¡o, qrá lu creó? Habría entonces dos
,", d" dioses: el D¡os Creador, quey la ru.atyral111
onnnipotente que no permite ni s¡qulera
frit" puecia hacer una exceoción a las ley9.1^t:
es el Señor y dueño
esa mis*u
ñáüñieza y nunca dejará de serlo. Por
ifirbiií;iülla""'üt";;;;'-óios' parezca
áiá pu"¿e cambiar o detener cuando bien leporque a
las lbyes naturales para- obrar sus milagros,
'Ét-;;á; y
Ie cueita dar órdenes a la naturaleza ha-
jamás la bella
cerse obedece. fot ella"' No perdamos
milagros
irrl¡OuO de sabár sentir admiración ante los
de Cristo.
quedaría mu-
Si quitamos los milagros, el evangelio
tilado. Los primeros diécípulos se admiraban ante los
milagros de lesús' sigamos admirándonos Cristotam-
y es porque
bién nosotros. Si sóm'os cristianos Dios' Jesús está
demostró con sus milagros que sí es partes'
iát.u: en el sagrario, en el alma' en todas
pero tan acti-
Tan callado comó si estuviera dormido,
vocuandolollamamos,comocuandocalmólatem-
pestad (Tardif).
_@
EL EVAN E ELIC EXPLICAD[] NA 4

Muchas veces las olas de la agitación y de la preocupa-

ción invaden el alma y amenazan hundir nuestro optimis-
mo y nuestras esperanzas. Quizás en las horas en que nues-
tra alma es combatida por las más violentas tentaciones o
las más angustiosas inquietudes, Jesús parezca dormir y
no querer evitar que nos hundamos en el abismo del des-
aliento y del fracaso. Pero si acudimos con fe al Señor, ve-
remos que Dios nunca abandona a sus seguidores, ni deja
de escuchar los clamores angustiosos que piden su pode-
rosa ayuda. Cuando Dios permite que lleguen tem-
pestades a nuestra vida no es para dejarnos caer y
perecer, sino para aumentar nuestros méritos para
el cielo y para excitarnos más a invocar su protección.

Cuando Santa Catalina se quejaba ante el Señor de

haberla dejado sola en los momentos de más terrible ten-
tación, y le decía; "iJesús, a dónde te fuiste en esa
hora espantosa?". -El Señor le respondió: "Yo no me
alejé de ti. Estaba contemplando tus luchas y dándote
fuerza para que no te dejaras vencer. Nunca estuve más
cerca de ti que en esos momentos".
eL QU€ QUI€RR V€NIR
En cada tempestad espiritual que sobrevenga debe- CoNMIGO, QU€ TOM€
ríamos recordar aquella maraviJlosa promesa de la S.
Biblia; "clamarás a tu Dios y EI te responderá. Lla- SU CRUZ CRDR DIR
rnarás en tu ayuda al Señor, y Él te dirá: "Aquí V M€ SIGR
estoy" (Isaías 58,9).
 pecados e impurezas" (Zac. 13,1). Nosotros al mirar hoy
con sentimientos de arrepentimiento y perdón al que tras-
pasamos con nuestros pecados en la cruz, obtendremos
que se derrame sobre nuestra alma un espíritu de gracia y
Sfi;, Z arías L2,*O-1f. de clemencia.

"Derramaré un espíritu de gracia y de clemencia sobre (El valle de Meguido, al cual hace referencia este pasa-
Jerusalen. Me mirarán a mía quien traspasaron. Harán llanto je, quedaba cerca del Monte Carmelo, y allí hubo muchas
como llanto por el hijo único, como se llora por el primogé- lágrimas porque Israel sufrió en ese sitio grandes derrotas,
nito. Aquel día será grande el luto en Jerusalém como y allí murieron en batalla los reyes Ocozías y Josías.
el luto en el valle de Meguido",
: 'i
San Juan dice que este pasaje se refiere a Ia Pasión y ,l'.',, !.; {, S.',Ü ir\lt i. i,¡r¿ u, ü r-,, ü ü [-i.¿rr* ii tL*[ [' ilu] (! u: ,1.i, ,
muefte de Jesús (Jn.20,37). Fue escrito 500 años antes del lrlsü r.u ru rn il¡*s i'.$, ,¿(i-".¿l,s =

nacimiento de Cristo. San Mateo dice también que Jesús

en la noche anterior a su Pasión dijo en la intimidad
a sus apóstoles que en Él se iba a cumplir lo que
había anunciado Zacarías (Mt. 26,31).
La llegada del espíritu de gracia y de clemencia
depende de su sufrimiento, de que alguien sea traspa-
sado. De que muera el Hijo Unico, el Primogénito. De que
sea mirado con la mirada misteriosa de la fe aquel a quien
le han taladrado las manos y los pies (S. 2L) y cuyo costado
abierto es el manantial de salvación (Jn. 19,34) (Biblia de
Jerusalém).
"des-
El profeta anunciará en el siguiente capitulo que
de aquel día habrá una fuente siempre corriente de
perdón y santidad para que cada uno pueda lavar sus
-'J,:¿sfr¡¡;*fs#s:
todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo
lesús'l
éPienso de vez en cuando que soy hijo de Dios? iO ando
por el mundo desanimado y lleno de complejos como si
fuera un pobre huérfano desamparado? Si soy hijo de Dios,
puedo estar seguro de que mi Padre Celestial cuidará de
mí y se preocupará por mí. Y si tengo fe en Cristo ya por
esto soy hijo de Dios. Qué provechoso es tener fe en Cristo.
"":l;[ .::r'c,ri:i¡ r:iiB ct'¡sEo s---"tras salvo. El que crea en Él
no
será confundido" (Romanos 10,9). Ahora sí que se cumple
lo que anunció el profeta: "sereils limnlaei¡:s: ii-ri3os clc"
¡:.,rior¡drx/'^: (Oseas 2,1). San Pablo gusta mucho de repetir
esta idea tan bella y consoladora, inspiradora del más san-
to orgullo y de la más fuefte confianza: '"VLr rre rlre s es.-

ffi
EL EVANGELIO EXPLItré.DE NA 4
clavo sino hijo de Dios', y si eres hijo eres heredero de sus
bienes" (Gálatas 4,7). No Io olvidemos nunca: somos hijos
de Dios por Ia fe en Cristo.
Los que os habéis incorporado a Cristo por el
bautismo os habéis revestido de Cristo. San Pablo
recuerda que la ceremonia con !a cual una persona se in-
corpora a Cristo, y entpieza a formar parte del grupo de
sus discípulos es el bautismo. Cuando alguien era bautiza-
do se revestía de una túnica blanca, en señal de la pureza
de alma que había adquirido y debía conseruar. Ahora el
apóstol enseña que desde el bautismo debemos estar re-
vestidos no ya de una túnica blanca, sino de Cristo, o sea
de un modo de pensar, de hablar y de actuar, en todo se-
mejante al de Jesús. Tenemos 9ue hablar como Jesucristo,
pensar como El, actuar como El, o sea, revestirnos de su
modo de ser. Es un ideal altísimo que no lograremos jamás,
pero al cual hay que tratar de acercarse lo más posible
cada día.
Los comentaristas están de acuerdo en que este pasaje
de S. Pablo es de una riqueza de contenido extraor-
dinaria, Las consecuencias de estas enseñanzas del após-
tol son inmensas y él pasa a enumerar algunas, las que
vienen en las siguientes frases de la epístola.
Antiguamente cuando un gran jefe obtenía una vic-
toria sobre e! enemigo, todos los soldados de! vencido
debían dejar el uniforme de su antiguo jefe y revestirse
del uniforme del vencedor. Ahora que Jesucristo en su
cruz y resurrección ha obtenido total victoria sobre el
enemigo del alma que nos tenía dominados, nuestro
deber será revestirnos deE unifklr&'ne deB !{¿tewo -tret¿,:
aiieli verre;ecüo¡" ¿lle L¿e e¡"us:2, Y ese uniforme consistirá en
comportarnos como nos lo manda en su evangelio.
"Ya no hay distinción entre iudíos y gentiles, esclavos y
libres, hombres y muieres, porque todos sois uno en Cristo
Jesús'i
Esto en tiempos del apóstol era muy importante
decirlo porque los judíos despreciaban totalmente a
Ios gentiles (llamaban gentil al que no era israelita).
Los libres trataban con gran desprecio a los esclavos,
y el hombre consideraba a la mujer como un ser infe-
rior y de segunda clase. ¡lhonru ta re!Ég¡tulr u::rlstü¡¡-
¡ra aX ,errseñanflo,§ quqr r$CInltls ht.los ¿ie Diios, ti**
alia¡,a r¡ule toa8os $orÍlcrs lgtlalle§; y que en la fe ya
no hay personas de segunda clase o dignas de des-
precio. Esto es sumamente provechoso recordarlo. El
más decrépito anciano, el más descuidado vago de la
calle, el más pobre mendigo, Por su fe en Cristo es
hijo de Dios, y por eso merece todo respeto, y jamás
podemos tratarlo con desprecio, sino todo Io contra-
rio, darle todas las muestras de aprecio y respeto,
**r.ü[SÍit¡'a¿ACXt¡ ,.,ilru:r
pOrqUe en él eStá CriStO ¡.rii'i'.,J,iilirr
Y porque cada bautizado está revestido con los méri-
tos que Cristo consiguió para sus amigos.
EL EVANE_E_L!_g_EXPLTCApp Na 4
Porque todos sois uno en Cristo Jesús.
Lo que nos une es nuestro amor a Cristo, y nuestra es-
peranza en El. Lo que nos une es que todos pafticipamos
de unos mismos méritos, los que Jesús consiguió para no-
sotros. Todos somos uno, no sólo los israelitas, ni sólo los
Iibres, sino todos los que creemos en Cristo Jesús. Forma-
mos un compacto batallón al mando del Único Capitán que
aunque a ratos pareciera que pierde batallas, jamás pierde
la guerra.
Y si sois de Cristo sois descendencia de Abraham
y herederos de la promesa. Es decir: si seguimos a Cristo
nos sentaremos junto a nuestro padre Abraham en el cielo,
para gozar para siempre de las promesas que él recibió a
favor de los que se conseruen fieles a Dios; y se cumplirá
en nosotros aquella promesa de Jesús: "vendrán de orien-
te, y de occidente, del norte y del sur, y se sentarán
a la ¡nesa en el Reino de Dios" (S. Lucas L3,29).
EVANGELIO:
a .' :.
San Lucas
' ..:
9,LA-24=
¿QUTEN DrCE, tá GENTE QUE,,SOY YO?
.
"Estaba Jesús orando solo'i
Era una actividad a Ia cual le concedía mucha impoftan-
cia el Señor. Frecuentemente se retiraba a orar Él solo. Era
su "contemplación". El papa pablo VI decía: ..El esfuerzo
por fijar en Dios la mirada y el corazón, esfuerzo que llama-
Do_f,t1NGq. I _z-?_ ctcLo c
¡¡95 "contemplaciún", es el acto más alto y pleno al cual
podamos dedicar nuestro espíritu, el acto que debe estar
en primerísimo puesto en la escala de nuestros valores',.
Jesús le concedía siempre ese primer puesto.
Jesús antes de hablarles a las creaturas se dedicaba a
hablar con el Creador.
Cuanto más se trata con Dios, más ganas se sienten de
tratar con É1. Por eso Jesús sentía tanto gusto en orar a
solas al Padre.
Jesús se ponía en oración siempre que iba a suceder
algo impoftante. Los momentos en que el eyangelio afirma
que Jesús oraba, eran todos de una gran tensión humana.
Jesús pedía al Padre la fuerza y la eficacia para superar
aquellos momentos de especial importancia. Y con esto nos
daba también una lección.
"Les preguntó alos discípulos; "éQuién dice la gente
que soY Yo?", Ettos le contestaron: -lJnos que Juan el
Bautista. Otros que Elías. Otros que ha vuelto a la vida
uno de los antiguos profetas",
Jesús pregúntaba qué opínaba la gente acerca Oe Ét.
iTenían una opinión digna o lo creían un iluso? Las res-
puestas de la gente resultaron positivas aunque incomple-
tas, en esta primera "Encuesta de opinión" del
cristianismo. Demuestran que sí se habían impresionado al
oírlo hablar y verlo actuar. Debió haberse alegrado el cora-
EL EVANGELIÚ EXPLICADÚ NA 4 Dtr_!!_|!_G_o _l-?,?, -__Q]%-D c

zón de Cristo al sentir que las gentes sencillas Io compara-
ban con esos grandes hombres que ellos tanto admiraban,
Ios profetas, especialmente en la antigüedad, Elías el tau-
maturgo obrador de milagros y defensor de la religión; y
en ese tiempo con Juan Bautista, considerado por la
inmensa mayoría del pueblo como un santo.
tros mismos. Puede uno leer todos los ribros y conferencias
que se han escrito acerca de cristo, y no sentir por Él n¡n-
gún entusiasmo ni creer en su divinidad. En ta tumba de un
gran teólogo, alguíen escribió esta frase picante: ..mila-

Mientras el reducido grupo de enemigos orgullosos afir-

ma de lesús que es un engañador etc... la inmensa mayo-
ría de la opinión pública en Israel expresa opiniones que
indican la estíma tan grande en que se le tiene. Dicen que Nuestra religión, para ser verdadera, no puede consistir
es un inspirado, un hombre de Dios, un profeta. Y yo cqué
opinión tengo de Jesús? éQué leo, en qué medito, para que
mi opinión acerca de lesús vaya mejorando día por día?
éCuánto tiempo he empleado en leer o escuchar o
meditar algo que aumente en mí el aprecio hacia
Jesús?

"Y les preguntó: éY vosotros quién decís que

soy yo?
Pedro tomó la palabra y dijo: -El Mesías de Dios-.
Los ojos de Pedro debieron brillar con gran emoción
cuando pronunció estas palabras. Jesús comienza pregun-
tando qué dicen los demás acerca de É1, pero enseguiOa
pasa a preguntar qué opinan sus propios apóstoles. y es
que esto es de primordial impoftancia. porque no basta
saber lo que otros dicen y piensan acerca de Nuestro Se-
ñor, es necesario analizar qué pensamos y decimos noso-
Jesús me pregunta hoy a mítambién:-y tu quién crees
que soy? Hay que tomar una posición personá|. trlo basta
repetir lo que otros opinan. Señor ilumínanos quién er.€rs
Tú, y haz que te apreciemos cada día más y rnás.
El Mesías de Dios.
Mesías es una palabra hebrea que
do". En griego se dice"Cristo,,. En la
a tres clases de personas: al rey, al sa
ser ungido significaba ser destinado a una misión muy es-

_@
 4 -iCLÜ
pec¡al. La persona ungida con aceite se consideraba perso-
na sagrada. Solamente ha existido s¡ "Urgido" que al
mismo tiempo haya sido: sacerdote, profeta y rey. Ese Un-
gido es Jesús. Él fue ungiclo por Dios mismo al llenarlo
del Espíritu Santo. Ahora ya no llamamos Ungido, o Mesías,
o Cristo, sino a Jesús. Mesías de Dios significa enviado por
el Señor a la misión más impoftante que existe: la de salvar
al mundo.
Los profetas hablan mucho de ese Mesías de Dios. Anun-
cian que será un personaje con poder sin límites que esta-
blecerá la paz y la justicia en el mundo (Is. 9) y que traerá
la verdadera liberación. Que será urr e¡lvi;.lifr¡ cie DI«rs,
r¡¡i:it:iii ¡ iruarilde, qLie aceptará e¡r oil le,s sui"ri¡¡tie¡¡-
, i.i:r grrrra irlgar li:s pecados Ce ios dernás (Is. 53) que
perdonará pecados y ayudará al pueblo (Jer. 23). Mesías
es un enviado de Dios, ungido con el Espíritu Santo para
salvar al pueblo del Señor. lesús es el verdadero y único
Mesías de Dios.
En estos momentos iqurién e5 JesLl61'lsto ¡:;lra nril',
éUn Señor muy bondadoso sí, pero que poco interuiene en
nuestra vida? io es el luez que nos va a juzgar, que ve y
oye y sabe todo lo que hacemos, decimos y pensamos, y de
cuya sentencia en nuestro favor o en contra nuestra, de-
penderá toda.nuestra eternidad? éEs alguien que no nos
interesa mucho, o un amigo poderoso al cual nos conviene
tener siempre contengo y de nuestra parte?
Cada uno debería hacerse de vez en cuando esa pre-
gunta tan importante: ZQuién es Crist* p*¡.ír nrí? por-
C
que de la respuesta que pueda dar depende en gran parte
el valor de su cristianismo.
Del Siervo de Dios, Luis Variara, fundador de una
Congregación de Hermanas para atender los leprosos, la
primera frase escrita que se conserva es una tarjetica re-
dactada cuando era seminarista y que trató de cumplir du-
rante toda su vida. Dice así: "No dejaré pasar ningún
tlía sin leer algo acerca de Jesucristo". Esto sí que
debería ser un propósito para cada uno de nosotros. Por-
que el que lee más de Cristo sabe más de Cristo, y si cono-
ce mejor a Nuestro Señor, seguramente lo amará y lo estimará
mucho más. Y una vez que nos entusiasmemos por Nuestro
Redentorr ya toda nuestra vida espiritual prosperará.
Para tener un ideal es necesario pensar frecuentemente
en é1. éPero cómo pretender tener por ideal asemejarnos a
Cristo, si no leemos algo de él cada día o al menos cada
semana?
Buena redacción para grupos de alumnos o de creyen-
tes: "¿Qué dices tú que es Jesucristo?".
"Les prohibió terminantemente decírselo a nadie'i
La gente podía darle un sentido polítíco y triunfalista y
desvirtuar el verdadero mensaje espiritual que Jesús venía
a traer.
"Y les añadió: -El hijo de hombre tiene que pade-
cer mucho, ser desechado por los anciano+ sumos
EL EVANGEL¡D EXPLICADT] N(r
sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al
tercer día",
Tiene que padecer: es necesario, así lo ha dispuesto
el Padre y Jesús hace siempre lo que más le agrada a su
Padre. Esa es su santa Voluntad y él Ia quiere cumplir con
toda exactitud. Quizás de varios de nosotros se pueda re-
petir esa frase: "Tiene que padecer", así lo quiere el
Padre Dios, para que logre salvar muchas almas y
santificarse. Si el Señor así lo quiere, que se haga siempre
y en todo su Santa Voluntad. Le diremos sícon San Agustín:
"Señor mándame lo que quieras, pero dame valor
para sopoltarlo".
A una religiosa muy enferma que en los momentos de
mayor sufrimiento adquiría un brillo y hermosura especia-
les en su rostro, le preguntó la superiora qué !e decía a
Dios en esos momentos de dolor, y ella respondió: "Cuan-
do el dolor arrecia y el sufrimiento es mayor, yo digo: "Oh
mi Dios, si a Ti te parece que yo deba sufrir esto, yo
Io acepto con todo mi corazón y lo ofrezco por tu
amor". Con raz6n el buen Dios le hermoseaba tanto su
rostro en esos momentos; estaba aceptando plenamente
la voluntad divina. Ojalá hiciéramos nosotros otro tanto.
"Y dlrigiéndose a todos dijo: El que quiera seguirme
que se niegue a sí mismot cargue con su cruz de cada
día y se venga conmigo'i
A todos. O sea a cada uno de nosotros, sin ninguna
excepción.
DEMINIS0 1Ze - trttrLo tr
Jesús pone las tres condiciones para ser del número de
sus seguidores:
la Que se niegue a sí mismo. Es llevarse la con-
traria. A veces consideramos el yo, nuestro egoísmo,
como lo más importante del mundo, y a é1, como a un
ídolo falso Ie sacrificamos todo. y eso es fatal. Sólo bus-
camos nuestro gozot nuestro placer, nuestro prestigio.
Ya el centro de todo no es Dios sino nuestro yo, y
nuestra satisfacción.
Seyle, el inventor de la palabra Stress, dice que una
causa muy frecuente del Stress es Ia egolatría, el egoísmo,
el buscar solamente lo que a uno le agrada y le satisface y
atrae, en vez de buscar e! bien de los demás. El negarse
uno a sí mismo puede liberarlo de una alta dosis de
Stress.
I
Un proverbio chino enseña Qu€..e1 egoísmo,,, por pro-
porcionar unos momentos de felicidad, proporciona mu-
chas horas de infelicidad". Lo contrario habría que decir del
"negarse a sí mismo: "Por aguantar unas horas de
dominio de sí mismo, se obtienen largas tempora-
das de paz y de progreso espiritual",
La experiencia ha demostrado que el ..negarse a,sí
mismo" conmueve de tal manera el corazón de Dios, que
ante el sacrificio propio, É1, el poderoso, el Fuerte, se incli-
na incondicionalmente a prodigar ayudas y éxitos. Haga-
mos la experiencia y veremos que sí es así. Sin*negarse
EL EVANGELIO EXPLlC,A,Dtl N!=4
a sí mismo" no habrá jamás verdadera personalidad. Por
eso san Vicente cuando alguien le preguntó cuál era la ra-
zón por la cual son tantas las personas que desean Ilegar a
la santidad y son tan poquitas las que Io logran alcanzar, Ie
dijo por única respuesta: "La raz6n por la cual tantos
empiezan el camino de la santidad y no Iogran alcan-
zarlo es: que no se niegan a sí mismos,
eQué me niego a mí mismo? éDejo de ver algo, de co-
mer algo, de decir algo, doy más de lo que mi egoísmo me
manda dar? Con San Pedro de AIcántara tendré que repetir
al final de mi vida: "Oh dichosas moftificaciones que
tan grande gloria me alcanzanon de Dios".
Tomar su cruz de cada día.
Cuando San Juan Bosco era seminarista, un día su pá-
rroco le d'rjo: "Para llegar a la sanidad hay que saber
tomar la cruz". Y el joven le añadió: "Y la cruz cada
dia". Tampoco seas tan exagerado, respondió el anciano
sacerdote. Cada día tampoco no". -Bosco insistió en que S.
Lucas afirma que el tomar Ia cruz es asunto que hay que
hacerlo cada día. Hicieron una apuesta, fueron a abrir la
Biblia y allá encontraron este pasaje del evangelio de hoy, y
Bosco ganó la apuesta. El veterano sacerdote había leído
este mismo pasaje muchas veces en S. Mateo y en S. Mar-
cos, pero no se había fijado que S. Lucas añade que el
tomar la cruz es cueStión de l'cada dia". Es el 'lTerrible
cuotidiano" de que hablaba Pío XI: todos los días,"a Ias
mismas horas, los mismos oficios monótonos y cansones,
DT]MINGtr 1,ZO_. C¡trLC] tr
las mismas personas ásperas y desagradecidas, la misrna
salud deficiente; Ios mismos afanes, las mismas tentacio-
nes... la cruz que cada mañanita encontramos ya prepara-
da'a los pies de la cama, para que nos acompañe hasta que
volvamos otra vez al descanso, pero que al mismo tiempo
es el camino para llegar muy alto a Ia santidad, si conver-
timos cada pequeño sufrimiento en un acto de amor
de Dios.
(Nota: Para quien desee hacer de cada sufrimiento un
acto de amor de Dios y hacerse así millonario para el cielo,
le recomendamos que lea y relea el bellísimo libro "Pe-
queño Secreto" del P. Casiano Karg.Gozarán leyéndolo y
harán grandes progresos en santidad. Es un librito pe-
queñito, barato y fácil, pero que hace inmenso bien a
quien lo lee).
Para los israelitas la frase "tomar su cruz" era muy
comprensible. Los romanos, cada vez que había alguna re-
volución en esa nación (y esas revoluciones eran frecuen-
tes), tomaban presos a los revolucionarios y los crucificaban
en Ias orillas de los caminos, y por horas y días se les oía
gritar de dolor y se les podía ver agonizar terriblemente.
Jesús quiere decir: el cristiano debe estar dispues-
to a soportar los sufrimientos, aunque sean tan es-
pantosos como los de un crucificado, con tal de permanecer
fiel a su Dios y hacer su santa voluntad.
II: "iPor qué !a
Preguntaron un día al Papa Juan Pablo
Iglesia no impone ahora tantos ayunos y abstinen-
EL EVANIJELItr EXPLICADtr NA 4

cias?" -y él respondió: 'tPorque la vida de cada uno
tiene tantas pequeñas cruces de sufrimientos que
si se aceptan por amor a Dios, ya con eso se hace
penitencia", Y algo parecido enseñaba Juan X(III: "Si
lográramos que las personas que sufren aceptaran con
paciencia la cruz de sus sufrimientos y ofrecieran a Dios
sus penas y amarguras, ya con eso santificaríamos la hu-
manidad". Eso es lo que Jesús llama: "Tomar su cruz de
cada día".
La Sma. Virgen recomendaba en Fátima: "Cuando te-
néis que sufrir alguna contrariedad decid: "Señor, es
por tu amor, por la conversión de los pecadores, y para
desagraviarte de las ofensas que te hacemos".
para utilizarlo totalmente a favor de la gloria de Dios y del
bien de los demás. éAhorro mi vida y temo desgastarla? éO
en verdad sí soy capaz de gastarme y desgastarme
por mi Dios y por mis hermanos? Cuanto más la des-
gaste, más la ganaré; cuanto más la ahorre, más saldré
perdiendo.
R.ecordemos: siempre podremos hacer más de lo que
hacemos. Siempre podremos dar más de lo que estamos
dando. Al grano de trigo que se queda descansando en la
alacena, se lo comen los ratones. En cambio el grano que
acepta ser echado por tierra y reventarse de tanto esfuerzo
por ser útil, llega a convertirse en espiga rebosante de nue-
vos granos, llenos de vitalidad.

Un santo educador repetía: "La mejor penitencia es

la paciencia",
El que quiera salvar su vida la perderá. El que pierda su
vida por Mí, la salvará.

Jesús quiere que sus discípulos se pregunten no "qué

es lo más seguro para evitarme molestias", sino: 'téqué
es lo que Dios quiere de mí? -aQué puedo dar para mi Dios
y para bien del prójimo?". Cristo desea que nuestro lema
no sea el de:'Srabajar lo mínimo que se pueda y des-
gastarse lo menos posible", sino este otro: ..éCuánto es
lo máximo que puedo ofrecer a mi Dios y a mi prójimo?,,.
Quiere que cada uno considere su propia vida no como
algo que recibió para guardar sin que se desgaste, sino
como un bien que le fue dado para gastarlo y desgastarlo,
ffiüÉWñNGü 13ü.
ÜHÜtÜ A

OBACIONI, ,Pddre Celestial: por medio de tu gracia nos
has hecho hijos de la luz. concédenos vivir fuera de las
tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor
de la verdad. Amén.
ELTSEO PROFETIA.A LA MUJER QUE LO HOSPE-
DA QUE DrOS LE DARA DESCENDENCTA.
una buena mujer le ha dado hospedaje generosamente
al profeta Eliseo. Le ha señalado un apartamento en su
casa, con un sencillo mobiliario y cada vez que Eliseo pasa
por allí lo hospeda como si fuera un hijo. El profeta lflenr:¡
ftá gratitr¡¡f le pregunta a Ia genrprosa muien die qud,
u¡rairera §e podrá én recompensar tanrtas bonciarfu*s"
Le ofrece darle una recomendación ante el rey o para otras
autoridades. Pero ella responde que afoftunadamente ntl
la necesita por el momento. Y ante el silencio de aquella
mujer que no se atreve a pedir un favor especial como
puéo de su caridad, el secretario del profeta le recuerda al
'noñ1nt.
de Dios que aquella mujer y su marido no han
tenido la dicha de poder tener un hijo. Entonces Eliseo la
llama y le anuncia que dentro de un año el Señor Dios le
habrá'bendecido con el nacimiento de su primer hijo. Y así
sucede.
ffii
DIIMINtf D I30 - CICLC A
Deberíamos nosotros al recibir favores proponer-
nos Io que Eliseo dijo a Ia mujer que lo hospedaba:
"Hablaré a favor tuyo ante el R.ey". Sí: hablare-
mos ante nuestro Dios, Rey Omnipotente, en favor de
todos los que nos han hecho favores. Sea esa nuestra
mejor gratitud hacia todos los que nos han tratado
bien: hablar a favor de ellos cuando oremos ante
Nuestro Señor.
Aquella mujer recibió la ansiada descendencia
como premio de Dios por los detalles caritativos que
había prodigado al profeta. No olvidemos que jamás
se queda sin recompensa,lo que hacemos por un re-
presentante de Cristo. El nos lo dijo claramente:
"Quien recibe bien a un profeta, por ser profe-
ta, recibirá premio de profeta. Y quien regale
aunque sea un vaso de agua a un discípulo, por
ser discípulo mío, no quedará sin recompensa"
(S. Mateo 10,41). Con razón los santos y las personas
de mucha fe han demostrado tanto entusiasmo por
ayudar y tratar bien a los que representan a Dios. iEs
que hay de por medio la promesa de una gran recom-
pensa
!
Esta mujer recibió su recompensa por la hospitalidad
brindada al profeta, porque es a Dios a quien recibe en
su casa quien recibe bien a un mensajero de Dios: "Ve-
nid benditos de mi Padre porque fui huésped y
me recibisteis bien" nos dirá Jesús en el día del Juicio
Final (S. Mateo 25,40).
EL EVANGTILID EXPLICADT] Ntr 4
"Los qLte por el bautismo nos incorporamos a Cristo fui-
mos incorporados a su muefte. Por el bautismo fuimos se-
pultados con Él en la muerte, para que así como
Cristo fue despeftado de entre los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en una
vida nueva'i
San Pablo nos quiere decir: "éHabéis pensado qué
os sucedió cuando fuisteis bautizados?... Convie-
ne recordar que el bautismo en tiempos de San Pablo
era un poco distinto de como se hace ahora. EI bautismo
era por inmersión total entre el agua. La persona se metía
entre un río o en el pozo de una quebrada o en una
alberca y al consumirse y hundirse entre el agua, hasta
el cuello, parecía que el agua se cerraba sobre uno como
si hubiese sido sepultado en una tumba. Y esa práctica
se prestaba para un simbolismo que aquíel Apósto! quie-
re recordar. Eray s, como morir y resucitar. Era y es un
morir a la antigua vida de pecado que llevaba hasta en-
tonces (el bautismo se aplicaba a adultos que venían del
paganismo y que por lo tanto habían vivido una vida no
muy santa). Era y es un resucitar a la vida nueva
de la gracia, de la amistad de Dios y a una conducta
de acuerdo con las enseñanzas del evangelio. Al agua
descendía una persona totalmente mundana, y del agua
del bautismo salía una persona que se proponía vivir
t:} I t] l_- tl ,.\
según la doctrina de Cristo. Y se imaginaba a Cristo sa-
liendo glorioso del sepulcro el día de su resurrección,
después de haber estado muerto y sepultado por tres
díaS. ;-:I i rr;i1[¡']rü§(t l,i iiEi t'lf¡,Íil\,.ren¡i',,:fisi¡g¿ Sj('tiit illiirt lrliri,l,:,.,," iii:ijjij"t.
iii¡rl.,i 'i,liir:- ,ll.rit:r,-1i.'" t]u., ,,;:',i,ti-it,,:l¿r, Y IOS qUe fUimOS baUti-
zados estando muy pequeños debemos reafirmar ahora
lo que significó para nosotros entonces nuestro bautis-
mo: morir a la vida de pecado y resucitar como Jesús a
una vida de gracia y amistad con Dios.
;[órt; sepultura de nuestras malas costumbres.
.i¡ir¡u;r:,,'r
a una vida nueva de santidad. Tarea
:irr,r::r',i;iiir¡i:: r€SUCitar
suficiente para emplear todos los días y todas las horas de
nuestra vida.
"Por tanto, si hemos muefto con Cristo, creemos que
también viviremos con É1, pues sabemos que Cristo una
vez resucitado de entre los mueftos ya no muere más. ti-:,
jrrlr¡lt(:iir-rr;ú:i ,,/,fi ffi&t Úíe-r,¡¡ol ,cil,t»twt¡aio,s,'@,ffire Elt, Porque su mOrir
fue un morir al pecado de una vez y para siempre, y su vivir
un vivir para Dios'i
Todo este pasaje gira alrededor de esta idea: la
muerte y resurrección de Cristo. Si l,ri; ,1il:r'i,.,:i:í, r:r ii:,
::üütiij, )i'll.iir l;il rl;-tt,iieü" eii
¡lrl'[l.lii:$ü cte ffi[ü(:l$'t.ü'iir¡l-j Íiirlr:;:"dti:r:;
también el creyente puede vencer la muerte espiri-
tual que es el pecado, y obtener un día la resurrec-
ción para la gloria como ya !a obtuvo su Redentor.
Basta que se esfuerce y crea en el poder salvador de
Jesucristo.
EL EVANGELIE EXPLIGADT] NA 4
Señor: que de cada uno de nosotros se pueda repetir
esta frase tan maravillosa: "su vivir es un vivir para
Dios". Que vivamos para Dios y para nuestra eterna salva-
ción, y no para nuestras pasiones y nuestro egoísmo.
Lo mismo: consideraos mueftos para el pecado y vivos
para Dios en Cristo Jesús, Señor Nuestro.
Cuando uno quiere cortar con una amistad que no
le conviene, se considera como un muerto para
tal persona. Todo su trato queda cortado y es para
ese ser como si ya no existiera. Así tiene que hacer el
cristiano con el pecado: considerarse un muerto res-
pecto a él: no le atrae, no hace tratos con é1, no en-
cuentra en sí ninguna respuesta aceptante, no le agra-
da ni lo más mínímo.
Señor: que ante los atractivos de! pecado nos consi-
deremos como muertos y no nos dejemos atraer por sus
engaños. Que nuestra primera resolución de cada día y
de cada hora sea siempre: por nada del mundo co-
meter un pecado, Pero que en cqmbio para Ti nuestro
Dios estemos siempre vivos, entuSiastas, activos, em-
prendedores, como Cristo Jesús nuestro Señor y Modelo
perfecto de santidad.
Señor: enséñanos a moriral pecado y a odiarlo
no sólo por sus malas consecuencias sino porque
ofende a Nuestro Dios y porque es una falta de amor
hacia Ti que tanto amor nos has demostrado siempre.
DE=M.I NCB--1 3E - CIELD A
"Señor, quítame el deseo,,, fue la oración que hizo
de un vicioso un convertido. una vez que dejó de desear lo
que es pecaminoso ya fue como "Un muelto', para el pe-
cado y completamente "vivo" para Dios en cristo Jesús.
El "mal deseo" es un puñal asesino cubierto con miel
decía Buda. Hay que considerarnos como mueftos para todo
lo que sea deseo de pecado. sólo así podremos conseryar-
nos "vivos" para Dios y para el Reino de Cristo, Se_
ñor: aleja de mí todo mat deseo, Amén.
EI/AFIGEl-ffiS:
q g,+§u RE
A MAS Q Ffri:
f (S. Máteo :ÍOrSZ)i.
I
Inaudita es esta exigencia que hace Jesucristo. eeuién
otro, si no es Dios, se atrevería a hacerla? Jesús insiste en
que hay que preferir la Voluntad ele Dios a cualquiera
otra, aunque sea la más apreciada como es la de los papás
o la de los hijos. Yque no se puede dar gusto a las exigen-
cias ni siquiera de los seres más quer¡doi de la tierra como
son los padres y los hijos, si con álflo se disgusta a Dios,
Supongamos que tu padre o tu madre te dijeran: .'ñüo
vas a misa los_domingos, y tienes que trabajar
todos los días cle fiesta,', équé les diríal? No te que-
da otra frase sino la de los Apóstoles ante el sanedrín
E_!_EYAN G ELI o EXf LlcA D o-l! :l
cuando los quisieran bligar a ir contra el mandato de
que a
Cristo. "Es riecesario obedecer a Dios antes
los hombres" (Hechos 5,29). Hay un Mandamiento
sagrado de Dios. "seis días trabajarás y harás tus obras,
p"lo el séptimo está consagrado al Señor. No trabajarás
bn este día (Ex. 20,LO; Dt. 5,14). Si tu padre y tu madre
o tu hijo y tu hija te exigieran ir c ntra este mandamien-
to v les haces caso y Oéjas f,s obedecer a tan impor-
iáñte ley de Dios,'ya ño eres digno de Cristo'Y así
podríamos repasar los demás mandamientos como por
ej. el de no robar, el de ser puros el 6o (por ej' si te
atonseiaran ir a discotecas o ver películas peligrosas) el
de no mentir (si quisieran pedirte dar falsos testimo-
nios)... N¡ aún por demostrar cariño al padre o a la ma-
dre, al hijo o a la hija, se puede ir contra un mandato de
Dios. éo es que a tu madre le dieron azotes, la corona-
rcn de espinas y la escupieron p r redimirte? ¿o es que
tu hijo era Dios y se hizo creatura humana por liberarte
de lá condenación? ¿O tu hija es la que te va a señalar
en el día del luicio tu destino eterno? No
pretendas
léuálii tu familia a Cristo, porque la desigualdad
es demasiado grande.
No es de admirarse si los apóstoles se hubieran desani-
mado o se hubieran ido al escuchar tan terribles exigencias
de su Maestro.'Porque parecía q e los estaba sofocando
con unas exigencias tremendamente duras. éPor qué pues
no se desanimaron y
o se fueron al oír estas cosas? Por-
que era mucha la vi¡tud del que hablaba y mucho
también el amor de los que le oían (s.J. riióstomo).
DOMTNGO l3q, - trltrLO A
éHe preferido alguna vez dejar "menos contento" a
algún familiar o algún amigo, con tal de seguir siendo lo
más fiel posible a Jesucristo? Estoy dispuesto a hacerlo sí
en lo futuro me llego a encontrar ante el dilema de escoger
entre: "éNo complacer a un familiar, a alguna amis-
tad, y no complacer a Dios?". Preferiré siempre no dis-
gustar por nada a Dios aunque todos los demás que me
traten se puedan disgustar.
'EL QUE NO TOME SU CRUZ Y ME SrGA NO ES
DIGNO DE MÍ" (Mt. 10,38).
Los Galileos sabían muy bien lo que era una cruz. Cuan-
do el general romano Varus logró dominar la, revuelta de
Judas de Galilea, crucificó a dos mil judíos, colocando las
cruces a todo lo largo de los caminos de Galilea. Los que
oían a Jesús habían visto más de una vez a sus com-
oatriotas trastabillando bajo el peso de sus cruces y mu-
i¡endo en la más terribte agonía colgados de ellas. Cruz era
símbolo de sufrimientos.
En S. Lucas 9,23 Jesús pone como condición para se-
guirlo: "El que quiera venir en pos mí, tome su cruz
cada día y sígame".
El Papa Pío XI decía: "Cruz de cada día es el "terríble
cuoticiia Íto",eSe tener que hacer todos los días a las mis-
mas horas los mismos trabajos cansones y aburridores, el
tener que tratar cada día con personas no demasiado ama-
bles, el tener que sopoftar nuestras miserias físicas y espi-
EL EVAN G EL¡fI EXPLIC,A.DI] NA 4
rituales, sin renegar, sin oponernos a lo que,Dios ha queri-
do que nos suceda. El es l-odopoderoso, EI podía haber
permitido que todo sucediera de manera distinta y en cam-
bio ha permitido que suceda como está sucediendo... ben-
dita sea por siempre su Sánta Voluntad. Así es como se
lleva la cruz de cada día por amor de Cristo",
Jesucristo |levó su cruz y murió clavado en ella
y con ella salvó al mundo. Desde entonces ya nad;ié
logra separar a Cristo de la cruz. También nosotros: con
nuestra cruz de cada, d'ía nos salvamos y podernos salvar
a muchos más.
Pedro quería apartar a Cristo de Ia crLtz, y Jesús le
dijo: "Apártate de mí Satanás, porque piensas
como los hombres y no como Dios". Es [a respuesta
q,ue tenemos que dar a nuestro comodilslnne y a nuestra
pereza y cobardía cuando quieren apa¡:tarnos del deber
porque hace sufrir, o de la caridad porque trae moles-
tias o pérdidas materiales, o de la oración porque
cuesta sacrificio, o de la \mpsna porque nos quita
L'
comodidades.
Si Jesús exige como prirnera condición para seguirle,
aceptar Ia cruz de cada día, debe ser que esto es extrema-
damente importante para la santidad y la salvación.
Hay tres modos de llevar la cruz de cada día: Como
Jesús: con alegría y valor porque nuestros sufrimientos son
redentores y con nuestros dolores y penas salvamos almas.
Dtr]MINGE ] 3S - CICLO A
20. Como Dimas o el Cireneo: con resignación, por-
que no se puede huir de ella, pero aprovechando para pa-
gar con este sufrimiento los propios pecados. 30 Como
Gestas el mal ladrón, renegando y maldiciendo. Así se
sufre cruz en esta vida y cruz de penas en la eternidad.
Renegar ante los sufrimientos es hacer como el loco que al
encontrarse con un muro alto que no Io deja pasar, se dedi-
ca a darle cabezazos. Sufre su cabeza y se descalabra,
pero el muro no se quitará de ahí,
Cada uno tiene su cruz. Uno renegaba porque tenía
que comer yerba del campo, pero volvió a mirar atrás y vio
que otros venían recogiendo los pedazos de yerba que él
tiraba, y se los comían. Estaban en peores condiciones que
é1. Alguien refunfuñaba porque tenía los zapatos rotos, pero
Iuego vio a uno que sonreía y aquel no tenía pies. Un ciego
le decía a un pasajero de un bus: "¿Usted de qué sufre?
-éPor qué me pregunta eso? Le respondió el otro- y el
ciego le dijo con admirable sabiduríat "Es que yo sufro
de Ia vista. Pero usted también debe sufrir de algu-
na molestia porque todos sufrimos de algo que nos
martiriza",
Para unos su cruz será una enfermedad. Para otros su
pobreza. Para una esposa su cruz será un marido borra-
cho, o para un marido su esposa contestona. Para algulen
su cruz será su oficio que no le gusta y para otro las tenta-
ciones rebeldes de su carne. Uno tiene como cruz dia-
ria su melancolía y otro un mal vecino, Para'una,su
cruz será la soledad de su soltería y para otra la desespe-
ración de una familia revoltosa.
E_L EYAN_G__E!!! EXEIL1qADQ_N: 4 Dtr}MINGt] I3E - tr¡CLO A
LA CRUZ ES SEÑAL DE AMOR POR PARTE DE
Dros. zA quién amó más el padre celestial que a cristo
Nuestro señor? iY a quién le ha concedido una cruz más
pesada? Nacer en una pesebrera, en una cueva barrida
por el viento, y ser sepultado en un sepulcro prestado de
limosna. eA qué mujer la ha preferido Dios más que a la
Virgen María? éY a qué otra le ha permitido una cruz más
dolorosa? Ver a su hijo nacer en semejantes condiciones
de abandono en Belén, tener que huir con el niño pequeñi-
to por los desiertos hacia un país extraño; perderlo a los 12
años, ver que lo asesinan ante sus propios ojos? Así que
la cruz dei dolor no es señax cle ahandono cle.parte
de nuestro Dios sino ele preferencia, porque Éi sabe
-que el árbol que más se poda produce más frutos y Ia roca
de mármol que más golpes recibe del escultor, ,á, bella
imagen dará.
En el cielo diremos con san pedro de Alcántarar '.oll
dichosa cr.th oh provechosos sufrimientos de la vida, que
tanta gloria traen para la eternidad,,.
V Iglesia, estarían entre la gente del montón, oscuros en esta
san Pío Décimo decía: si nos presentaran ante nuestros
ojos las cruces de todas las personas der mundo, nosotros
escogeríamos nuestra cruz para lleva rla, y no la de algún
otro. Porque nuestra cruz está perfectanrente pre-
parada por el que nos creó, por el que conoce dequé
barro somos hechos, y la hizo tan proporcionada a nues-
tras fuerzas y debilidades, que ninguna otra cruz nos con-
viene mejor que esta que la Divina votuntad ha permitido
que nos sobrevenga cada día.
Santa Teresita decía: "Yo no pido a Dios mayor cruz
que la que Él manda cada día, porque sé que con lo
que El me envía ya me basta. Pero Io que sí le pido cada día
es que me dé fuerza y alegría para llevar mi cruz. Y me
lleno de admiración al comprobar cuán generoso es el Se-
ñor para ayudarnos a llevar nuestra cr.tz".
Los antiguos repetían este refrán:"Si vamos al mer-
cado a cambiar nuestras cruces y desdichas por las
de otros, al conocer las de los demás nos volveremos otra
vez con las nuestras".
EL QUE ENCUENTRE SU VIDA LA PERDERÁ, Y
EL QUE PIERDA SU VIDA pOR ttÍ, tR ENCONTRA-
nn (S. Mateo 10,39).
Jesús ofrece una aventura. Perder su vida por É1. S¡em-
pre es ciefto que en Ia historia muchos cristianos hubieran
podido salvar su vida renegando de su religión. Y hoy
en vez de flgurar en la Iista gloriosa de los mártires de la
vida y en la eternidad. Epicteto dice de Sócrates: "Hizo
gloriosa su vida al no huir de la muette", Hubiera
podido salvar su vida fácilmente pero hoy no tendría la glo-
ria que le acompaña. Si San Pablo hubiera huido de los
peligros que le traía su predicación, Tarso hubiera tenido
un tejedor más de lonas (tal era su oficio) pero, la Iglesia
no lo honraría h y como gran apóstol de Jesús. De
Eleázar narra !a S. Biblia que siendo anciano lo amenaza-
ron con Ia muerte si no comía las carnes prohibidas por la
 Da-Y|_NFE I es - Q!_c!_e a
Ley de Moisés. Argunos re aconsejaban que
comiera otras que debe recibir con todo aprecio al mensajero de Cristo, y
carnes y dijera que sí había comiáa ras que
üo¡sés proñ- que si acepta con amor y aprecio a este embajador o pre-
bía. Era muy fácir, para ér, pero prefirió morir
márt¡r antes dicador, le está dando con ello una demostración de amor y
que seguir viviendo renegado. perdió su
vida para ese año, de respeto a Jesucristo y al mismo padre Dios (WB).
pero la conservará para muchos siglos
en tá memoria de
sus admiradores.
San Juan Crisóstomo dice: "Estas palabras
de Jesús
El que haffe su ',rEda !a p*rderá. eué gran daño res son un motivo para persuadirnos de la gran hospi-
.
viene a los que talidad que debemos dar a los predicadores cie nues-
!91 tar.de arargar su vida prerÉren ir contra
la ley de Dios. sóro pérdidas áefinitivas est¿n cosechando tra religión. éDespués de esta promesa de Jesús quién
(sJC). no recibirá con la mejor voluntad a los que víenen a traer
sus mensajes? El Señor, promete el más grande honor que
podríamos imaginar: el que recibe al que yo envío, me re-
Hi" {}uE A vüsüTRCIs REerBE, A Mr Mri
REC¿BE, y cibe a ML y recibe al Padre que me envió. ¿puede haber
I.L QiJI I'.,1E RECIBIA- iui, RECIBts A NqUUI
¡iA sf\¡VIAtlO (Mt. 10,40). L- -'-- +Ur 14E honor más grande que recibir juntampnte al padre
y al Hijo?".
Jesús aprovecha un modo de pensar muy en
boga entre Cuando el Obispo Camus se extrañaba de las exage-
ia gente que re escuchaba. Los judíos creían
enviado o mensajero de una persona era como
luá
recibir ar radas demostraciones de aprecio y respeto que le prodi-
recibir a gaba San Francisco de Sales, el santo doctor le respondió:
esa misma persona. Rendir honores a un embajador
como rendir honores al rey que lo había enviadá.
era "No te afanes: es que cuando te atíendo a ti, estoy
Recibir atendiendo es al mismo lesucrísto el cual prornetió que
con respeto y amabilidad al mensajero de un amigo
era cuando recibimos con verdadera hospitalidad a sus pre-
como recibir al amigo en persona.
dicadores, lo recibimos a Él mismo y a su padre
Jesús expone cuati.r-r eslabrnes Celestial".
efi !a c;adena cie
salvaciún: to'Fstá *! Fadre celestia! a quien sea todo
honor y toda gloria. ?ú Su enviado Esta promesa maravillosa de Jesús tiene su coronación
Jesr¡cri:;t.* Qu€ trae con aquella otra que en el decir de San Francisco es el
un mensaje de sarvación para todos roi 1i;ñ;;=,
Bú E! "secreto de tod<> el buen trato que debemos dar a los
nrensajero () effibalador de Jesús: o sed el que ileva
otros tas enseñanzas det Divino rqiésiro. a discípulos del Señor". "Todo lo que hicisteis a los demás,
É;i;r,eyepre aunque sea al más pequeño, a míme lo hicisteis'(Mt. 25,40).
 r

Todo acto de hospitaridad y de caridad que hacemos

a los que dicen, y mientras ellos trabajan por fuera con aparien-
enviados del Maestro Divino, se nos contará en la
cuenta cias triunfales, los otros trabajan en la oscuridad de una
de la eternidad como si Él mismo en persona hubiera
veni_ cocina o de una sacristía, en un ropero o en sencilla albañi-
do a nosotros y lo hubiéramos atendido con el
mismo cari_ lería. Al célebre emperador Justiniano de Constantinopla le
ño con que fo trataban Marta, Lázaro y María
en Betania o preguntaban de dónde sacaba fuerzas para obtener tantas
José y María en Nazaret.
victorias y él respondía: "Del cariño que encuentro en
Es lo que dice ra primera rectura de hoy: et mi casa: del ánimo que me sabe dar mi esposa cuan-
caso de do estoy desanimado, del ariño que me brindan los de
aquella mujer caritativa que le brindó r,ospéoaje
por ser profeta del señor, y Dios Érr
a Eliseo mi hogar cada día, de la confianza que me demuestran mis
cErixbi¡-¡ cc¡.rceeii<i a amigos, todo ello es lo que, después del poder de Dios, me
su t'ai¡riiia !a ciesead* proie, y más tarde la resurrección
del hijo que había muefto (2 Reyes 4). lleva a los grandes triunfos". Todos los hombres que con-
mueven al mundo por su grandeza dependen de otras per-
rr!üs titir¡$: prenr!i;s ,,1S¡]ü{i,}ie§ para quienes sonas que, desconocidas por el mundo, hicieron posible su
tratan
con carídad a los demás. obra. Los que cuidan su casa y su ropa, los que les prepa-
ran alimento, los que los defienden, los que les demuestran
cariño de hermanos, los que los saben aplaudir y saben
también corregirlos, y los que los encomiendan a Dios. "La
técnica de la misión es muy fácil, decían los enfer-
mos de un hospital al sacerdote. Usted predica y
nosotros rezamos por su sermón. .,". Y así fue. Y el
En este pasaje hay Uos preclosas ensüiiénzfrs
para resultado fue maravilloso. Todas estas personas humildes,
las almas simpres y humirdes: ro No torr*s
a la hora de la paga eterna tendrán el mismo premio del
profetas o andar predicando con rucimiento¡irJr--nrr:§ §,::i. que predicaba y profetizaba. iQué hermosa noticia! Pero
ta palabra de
Dios. pero quien recibe con. hospitaridad,
.uiiñJy respeto hay otra igualmente atractiva.
al que predica ra doctrina de cristo, recibirá
ta misma re_
compensa que'er mismo predicador b proiátu
predicadores famosos, muchos
n., muchos 20 EL QUE RECIBE A UN ]USTO, TENDRÁ PAGA
escritores adm¡rábres, ca- DE JUSTO.
tequistas estupendos y apóstores de gran
éx¡tá. pero si va_
mos a estudiar sus vidas todos ertos necesítan
de quien ros No todos logramos ser ejemplos de bondad y santidad.
acepte con cariño, ros anime, res demuestre
qru ir vare ro No todos lograremos que la gente exclame al vernos pasar:
 Nr. 1
Dü1"1 INGt_

"Mi¡'en ahí va un santo". (euizás dirán todo

ro contra- ñor, o porque son justos, o sea buenos amigos de Dios.
rio)' Pero quien ayuda a un santo a ser más
santo y quien "Flecibiréis premio de profeta y de santo, porque
trata bien a un justo por ser justo, recibe la
recompensa psr vosotros que tratáis bien a mis enviados yo es-
del santo' Eso sí que parece raro. si no lo
hubiera dicho toy dispuesto a hacerlo todo".
cristo, quién sabe si habría quién pudiera creerrá.
Un zapa-
tero siempre había deseado ser sacerdote y no
Entonces se propuso ayudar a un seminarista
Io rogró. La Iglesia y Jesucristo siempre necesitarán sus grandes
pobre y rogró
que ilegara ar sacerdocio. "poco antes oradores, sus santos que vayan por todas partes dando
cre nronir re
cía entuslasmado: ..Lo que yo no pude conseguir de_ buen ejemplo de vivir cristiano, sus grandes maestros y
para teólogos, cuyos nombres serán conocidos en su época y
mí lo conseguí para ti. Tus oraciones y
tu recuei-E1o en mucho después por todo el mundo, Pero la Iglesia y Cristo
el s" §ecrificio nle treerán ra reconlperrsa
cier r¡¡,1*n necesitan también de aquellas personas que con su buena
üics""
voluntad ayudan a los santos a ser más santos, y a los
No todos tenemos cuaridades para enseñar predicadores a predicar con más ánimo, y a los que repar-
er catecis- ten el mensaje de libros y en catequesis a repartir con más
mo a los niños. Pero ei cuidedo y ayua&
r¡r,¿¡r üan}$s a
tos sacerdotes y catec¡uistas .onti¡rruy.i facilidad sus mensajes cristianos. Esos podbmos ser noso-
* t¡ue
enseÍien a ros niiies er catecisnlCI que nosotros eilos tros: ayudamos al profeta a ser mejor profeta, animamos
no fui- al santo a ser más santo, y tendremos premio como el que
mos capaces de enseñar y ros ileven a ra
santidad. No to-
dos lograremos escribir obras o sarir a defendeiira ellos van a conseguir.
tgresia
por radio y TV. pero.la ayuda generosa
a los que se prepa_
ran para el sacerdocio o para ta catequesis Or BEBER AUNQUE NO SEA mÁS QUE
EL QUE OÉ
o a las misiones
o a los que ya están en ero, redundará en iac¡ridad UN VASO DE AGUA FRESCA A UNO DE ESTOS
para PoBRECTLLOS, SÓlO PORQUE ES DrSCÍpUlO MiO,
que todos ellos hagan por el reino de
cristo ro qr.'nosotros
no logramos hacer. y er premio nuestro será CIs ASEGURO QUE NO pERDenÁ SU RECOMPENSA
iguat ar de ros (Mr. 10,42).
santos y al de los profetas. Así lo dijo :esrcrlito,
y así to
cumplirá.
La gran belleza de este pasaje es el acento que pone
Jesús insiste en.que aquí el nrerito en "los pequeñuelos", en "los pobrecillos", que en
esta tirl eü€ reci_
porque tienen cuatidades rJ el tiempo de Jesús eran esos pobres apóstoles peque-
:T:::1":,1_"*ás.no
mundanos, sino senciilamente porque son profetas
o títutos
LtLL.ltl.JJ
ños en instrucción, en valor y en cualidades humanas, y
der se_ pobres de bienes materiales y en altas influencias, y que
 r
I
I

ahora somos todos los fieles, gue seguiremos siendo

siempre y en todas partes "pobrecillos" y "pequeñuelos'i
pero que tenemos la gran fortuna de obtener que la
t
t
: [NG'O X 30"
persona que nos dé un simple vaso de agua fresca no se
quede sin recompensa.

Tengamos siempre presente esta condición: el que rA RESURREQCIoN DE

Y'úilHl-JA
dé un vaso de agua ...por ser discípulo n'lío; y cuando
DE JAI Ro
hagamos algún favor reavivemos nuestra buena inten-
cíón y digamos interiormente: "Este favor, este regalo,
este saludo, esta colaboración no se la ofrezco porque
es persona simpática, o porque me va a hacer otros fa-
vores o porque quiero obtener fama, sino por sola una
razón I porque es discípulo de Jesucristo". Esta intención
, -Jr§. " +* üi
le dará valor infinito a nuestros mínimos favores. Franklin
narra que una vez hizo un gran favor a un predicador y
éste le escribió: "Tendrás un gran pnemio porque
me ayudaste por ser yo un predicader de Cristo",
y el sabio exclamó: -tLástima que al haeenle el favor
no tuve en cuenta esto tan importante, Solarnen- 4

te pensé en ayudarle como amigo, pero no crsr!.ro

discípulo de Jesús"... Hay que renovar de vez en cuan- '.d.1

do la intención en los favores que hacemos.

De San Camilo y de San Juan de Dios se lee que su

caridad para con los pobres y enfermos era inmensa por-
que en cada uno querían tratar bien a Jesucristo. No veíer:
en el necesitado un sirnple ser humano solamente,
sino un discípulo de Jesr¡s.

PRIMERA LECTURAT Del libro de la
,Sabiduría 1r1¡3-15ii ,l¡,2,3.25,.,, ,,
:
"Dios no hizo la muefte ni se recrea en la destrucción de
los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera. Las creaturas
del mundo son saludables, nacieron para el bien. La justi-
cia o santidad es inmortal, no dejará de existir. Dios hizo
al ser humano inmoftal, para que no perezca para siem-
pre. Por envidia del diablo entró la muerte al mundo y la
experimentan los que lo siguen a él'i
Lo que más interesa al autor sagrado no es la muerte
físíca, herencia de todos los seres animales, sino la muefte
espiritual, la muefte de nuestra amistad y buen en-
tendimiento con Dios, la muefte del alma que nos trae el
demonio cada vez que nos hace ofender a Dios (Floristán).
Experimentan la muerte aquellos que peftene-
cen al diablo. El que obra mal comienza a hacer la expe-
riencia de la muefte. Hay un desgaste del cuerpo por el
vicio (alcoholismo, drogadicciones, Sida, enfermedades
sexuales, envejecimiento prematuro, y hasta muefte vio-
lenta en reyeftas etc,). Pero más que un desgaste del cuer-
po por el vicio, sobreviene un desgaste del entusiasmo,
una pérdida de la alegría, un acabarse la confianza y la
esperanza. (Biblia Latinoamericana). Quien cultiva vicios de
la carne, cosechará corrupción" (Gálatas 6,8).
DDMINGD 1 3A - CItrLD B
Dios no hizo la mue¡te,
Aquíse habla sobre todo de Ia muerte espiritua!, y como
consecuencia la muerte física. Se insiste en que Dios no es
el autor del mal, y que no hay tampoco otro autor del mal
(como se imaginaban los antiguos los cuales creían que
había un dios bueno, autor de los bienes, y un dios malo
autor de los males). l{o hay ctro dios fuel'a de nuestro
Dlos, el c¡,rat solantelite e5 autor ¿lel bieri" La más
temible muefte es la muerte eterna, la perdición, la eterna
condenación. Es el ser humano el que con sus pecados ha
atraído la muerte al mundo, la muefte espiritual y la muer-
te física. Pero no hay muerte definitiva síno la del que sigue
al diablo pecando. Fue el diablo ei que trrr.io i;r r¡ruerte
espiritual al rnundcl, haciendo pecar al ser humano. Y
de esta muefte es de la que tenemos que huir a toda costa
(Biblia de Jerusalém).
SJTLFIO ?;92 Señor: sacaste mi vida del abismo, me hi-
ciste revivir cuando bajaba a la fosa.
O sea: me libraste tle Ea ¡trueÉe es¡riritual, la que
sobreviene a todo el que peca.
SEGUNDA LECTURA; 2a Carta a los
Corintios 8r7-I.5.
tlermanos: ya que sobresalís en todo, en la palabra,
en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos
tenéis, distinguíos también ahora por vuestra generosidad.
EL EVANGELItr EXPLICADO NP 4
El apóstol desea que no sólo tengamos buenos impu!-
sos, sino que los convirtamos en acción. El había prometido
a los apóstoles en Jerusalém que se acordaría mucho de
los pobres para hacerlos ayudar (Gálatas 2,t0) y se esfuer-
za por ser fiel a su promesa. Y en ese tiempo ha llega-
do una gran carestía una pavorosa escasez en Tierra
Santa y San Pablo está organizando una colecta por todas
las Iglesias por él fundadas, para llevarla a los pobres de
Palestina. Para convencer a los Corintios de lo importante
que es el ser generosos les presenta varios argumentos.
Primero les cuenta cómo las Iglesias de
Lacedemonia, siendo tan pobres han sido tan ge-
nerosas en recoger ofrendas Para enviar a sus herma-
nos más pobres. Porque muchas veces las gentes más
pobres son las más generosas y caritativas. En seguida les
presentará otro §ran ¿¡gr¡mento que les debe mover a
ser inmensamente generosos. Es un argumento de
primera clase.
"Bien sabéis lo generoso que ha sido Nuestro Se-
ñor Jesucristo: siendo rico, por vosotros se hizo pobre,
para que vosotros, con su pobreza, os hagáis ricos'i
Para San Pablo el sacrificio de Jesús no comenzó en la
cruz, ni siquiera con su nacimiento. Su sacrificio comenzó
en el cielo cuando dejó al lado su gloria y se vino a !a tierra
a vivir en la más austera pobreza. El desafio del apóstol es
el siguiente: "6¡¡stianos con semejante ejemplo de
generosidad, ante tan tremendo y conmovedor des-
prendimiento de Jesús a favor nuestro, Zno vamos
DI]MINGtr I39 - CICLD El
también nosotros a desprendernos generosamente de al-
gunos bienes nuestros para darlos a los más necesitados?
"Pues no se trata de aliviar a otros pasando vosotros
estrecheces; se trata de nivelar. En el momento ac-
tual vuestra abundancia remedia la falta que ellos
tienen. Y un día la abundancia de ellos remediará vues-
tra falta'i
Es la repetición del antiguo pensamiento del libro Ecle-
siástico: "Como cada uno trate, así será tratado, Y
quien repafte con generosidad, recibirá también con
generosidad", y un eco de aquella formidable promesa
de Jesús: "La medida que cada uno use para dar a los de-
más, esa misma medida se usará para darle a éY'. (S. Lucas
6,38). Dios tiene por sistema pagar con abundancia
a quien sabe dar con abundancia.
la Escritura: "Al que recogia mu-
"Es lo que dice
cho no le sobraba, y al que recogía poco no le
faltaba" (Ex. 16,18).
Sociedad donde no haya esta nivelación no merece el
nombre de cristiana.
San Basilio decía: "Oye cristiano: la ropa que tie-
nes guardada y que no usas, no te peftenece a ti, es
de los pobres que carecen de vestidos suficientes. El ali-
mento que no necesitas, no te peftenece, es de los pobres
que sufren hambre. EI dinero que te sobra, no te peftene-

EL EVANGELIO EXPLItrADO NO 4
ce. Es de los necesitados. La Ley del Señor te manda repar-
tir todo esto.
Pasaré por mi casa, por mi habitación, y revisaré qué
puedo dar a los necesitados, y recordaré la frase tremenda
del mísmo gran doctor San Basilio: "Lo que no necesí-
tas, si lo retienes y no lo repaftes, es un robo que
estás haciendo a los pobres".
Señor: ayúdanos a ser mucho más generosos de hoy
en adelante. Así nos aseguraremos también de Ti una
sobreabundancia de bendiciones y de ayudas.
EVANGELIO: San Marcos 5,2L-43:
La hemorroísa y la Hija de Jairo.
"Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió
mucha gente a su alrededor y se quedó junto al lago. Se le
acercó el jefe de la sinagoga que se llamaba Jairo y, al
verlo se arrodilló a sus pies, rogándole con insistencia "Mi
niña está en las últimas. Ven, pón las manos sobre
ella, para que se cure y viva".
La narración que vamos a meditar está relatada con
magistral vívezá. San Marcos la describe con los detalles de
un periodista.
Vamos a ver aquídos efectos de la fe. No es una fe muy
perfecta pues la mujer cree que necesita tocar la orla del
DoMlNGtr 13:l - c!qLÚ-. E]
necesario que
manto de lesús y Jairo se imagina que es
la ca-
:áius vaya hasta su casa a colocar sus manos sobre
pero es una
bezade ia niña para que quede curada"'
fe humilde Y confiada'
Jaíro, aunque es lefe de la Sinagoga de aquella
ciudad importante, no se avergüenza de arrodillarse
delantede]esús.enplenacalle,delante.detodos. tragedia
irro una feliz idea: al llegarle la tremenda
los solos 12
Oá que su hijita estuviera agonizante a
añoi, a Jairó se le ocu¡rrió Io mejor qye en su
,¡J"'podía ocurrírsele: pensó en Jesús' llamó
en su socorro a Jesús. Ninguna otra idea hay en
como ésta:
esta tierra que nos pueda traei tanto bien
llaman-
en los momentos criticos buscar una solución
áo u Jesús a que venga en nuestra ayuda. Especial-
mente cuando nuestá alma está en peligro de
la
que venga a
muerte eterna del pecado, rogar a lesús
sanarla, Para que se cure Y viva'
Jesús
La aflicción lleva a dos personas hacia
y Hemorroísa'
en este evangelio de hoy: a Jairo a la
Cristo: ambos fue-
óragrande es-el poder de la fe en lesús goza pro-
r-on Jux¡liados de manera admirable.
poder
poi.ionundo ayudas a. quien.es confían en su
;;; su bondád. No hay grito de dolor que no tenga
al fin Por eco una esperanza'
E_ L _E V.A§_G=E_L r D__E x F_ LLq4 p o_ _ _Dl: _4

"Jesús se fue en compañía de mucha gente que lo

apretujaba". I.^A HIJA DE JAIRO
A un empleado lo había regañado un día porque le pidió
que fuera a la casa a curar a su criado, porque.,si no veis
milaqras no creéis, (Juan 4,48), pero a este jefe de sina- i
gogalo ve tan angustiado, que se va Ínmediatamente a su ¿L

casa a ayudarlo, dejando incluso la predicación que estaba a Ét un jefe de la sinagoga, cuya
única hija esta-
Cuando Jesús volvió, presentóse
haciendo a las multitudes junto al mar. Ningún corazón tan ba en trance de muerte. con insistencia
rogó a Jesús: "Ven, impone nt mano para

sensible a las llamadas de dolor de los necesitados, como el que viva"

corazón de Cristo.
"Había una mujer que padecía flujos de sangre desde
hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a
toda clase de tratamientos y se había gastado en esto toda
su foftuna, pero en vez de mejorar se había puesto peor'i
Si una persona ha sufrido de una úlcera estomacal san-
grante y doliente, sabe lo que era más o menos la enferme- a El una
2. Jesús se fue con él y los siguió una gran multitud' Acercóse entonces
dad de esa pobre mujer. Desangrarse gota a gota día y noche, su fortuna en médicos' no pudo lograr
su curación' y tocó la
mujer que, habiendo gastado toda
con dolores continuos y debilidad extrema, y gastando en orla de su manto, pucs decíase: "Con
sólo tocar su vestido' sanaré"'

médicos y remedios todo su dinero... y sin alivio. Aún hoy día

se encuentra uno con personas que viven tomando los ú!ti-
mos remedios inventados por la ciencia moderna, y sin enr-
bargo la úlcera de su estómago las sigue atormentando noclle
y día. No es una enfermedad fácil de curarr sobre todo
si ei paciente es nerviogo y se deja.ciominqr por pre-
ocuoacio¡ss, dflgUSUaS, afanes O resenflmlentO. POrqUe Cada
afári, cada angustia, cada preocupación por el futuro o cada
4. Llegó entonces trn enviado y diio a Jarro
recuerdo tríste del pasado hace que la glándula pituitaria se- "¿Quién me ha qriu hija acababa de morir' Jesús oY'ó
3. Volvióse Jesús y preguntó:
gregue unos ácidos que corren a avivar más la herida de su tocado'?". Temblando, la mujer declaró que sus palabras y dUo al paclrc:
"No temas'
dijo: "Htja tu fe te Ten fe Y ttr hrja vivirá"'
úlcera estomacal. Sólo la paz que viene de Dios trae cieftas había sido ella' Jesús '
ha salvado, vete enqaz" '
curaciones.

tocar a una persona que
La ley de Moisés decía que
tenía hemorragia estomacal era quedar impuro (Lev.
15-25) o sea no podía participar de las ceremonias deltem-
plo por unos días. Por eso ella no quería que nadie supiese
de su enfermedad, porque se le alejarían con horror.
Como recurso supremo esta mujer dispuso acercarse a
Jesús. Ya había experimentado todos los medios humanos
de curación y de nada le habían servido. Cuántas personas
están simbolizadas en el caso de esta mujer. Han venido
perdiendo y perdiendo energías espirituales por un mal in-
curable que tienen en el alma, y de pronto han hecho el
ensayo de poner toda su fe en el poder y la misericordia de
Cristo, y han empezado a sentir su sanación interior; y la
hemorragia de sus continuas caídas ha disminuido de una
manera que no habían imaginado. Cuántos han tratado en
vano de conseguir la paz que viene de un espíritu tranquilo
y sin embargo sus energías se iban derramando día por día
y hora por hora en continuos estallidos de cólera, y en ex-
clamaciones de disgusto y gestos de amargura. Y en una
buena hora de su vida se propusieron buscar en Jesu-
cristo lo que inútilmente habían tratado de conse-
guir únicamente con sus buenos propósitos, y los
que antes derramaban energía en dañosos actos de rabia y
rebelión, ahora aceptan pacíficamente Ias duras realidades
de la vida con paz, bondad y tranquilidad.
Tocan el manto de Jesús, todos aquellos que se
acercan a é! con oración confiada y perseverante.
Tú también puedes acercarte a Cristo a tocar su manto y
DDMINGCI I3E - CICLD B
empezar a sent¡r tu curación, si te decides a rezarle con
más confianza y mayor fe (S. Agustín).
"Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias
y notó que su cuerpo e;taba curado. Jesús notando que
había salido fuerza ¿e Ét se volvió enseguida en medio de
la gente preguntando: "éeuién me ha tocado el man-
to? Los discípulos contestaron' "Ves cómo te apretuja la
gente y preguntas: "éeuién me ha tocado?-. Él seguía
mirando alrededor para ver quién había sido. La mujer se
acercó asustada y temblorosa al comprender lo que había
pasado. Se le arrodilló a los pies y le contó todo. Ét te d¡o:
"Hija, tu fe te ha curado, Vete en paz y con salud,,,
Pudiéramos decir que éste fue un milagro ..robado,,.
La mujer siente susto porque todavía no sabe lo extraordi-
nariamente comprensivo y bondadoso que es Jesús.
Notó que su cuerpo estaba curado.
Nunca se aprecia tanto la salud como después de haberla
perdido. Ya podemos imaginar el alivio que se siente des-
pués de venir sufriendo agudos dolores y extenuantes he-
morragias por doce años y quedar luego totalmente curada
de su grave mal. Oh Señor: que nosotros los que te-
nemos enferma el alma con tan dolorosas heridas
de pecado, tan profundas, y con costumbres malas que
parecen incurables, obtengamos de tu poder y de tu bon-
dad el sentirnos también curados de tan espantosos ma-
les. Para Ti todo es posible, basta que quieras y quedará
EL EVANGELIÚ EXPLItrAD.] NItr 4.
sana nuestra alma. Te ruego por los que llevan tantos años
desangrándose en el alma por cor,ltinuos pecados. üSána*
flos y sálvas'B$s! Amén.
H\ioto "$esurrs qLfle hareíe sffiillef,o fu.Eergil de
Todo verdadero bien que hacemos a los demás nos cues-
ta algo de lo nuestro. Un predicado,r cuando termina Lrn
sermón bien pr,eparado y bien proclarnado, siente que buena
parte de sus energías han sido desgastadas a favor de ese
público que lo escuchaba. Un huen catequista que ex*
¡¡llca eon todo entusEasnro V prepa¡nacEó¡l su csase
¡ie cateeisrmo, puede darse cuenta después de cada cla-
se de que ha salido fuerza ¿e Él a favor de otros. Nada
grande se hace sin fueftes costos.
eQwién rne ha tocado?Jesús quiere obtener que esta
mujer proclame ptiblicamente el nrilag¡ü,o qu€: ha ul¡te-
rtiafo ete E)¡os,
"Te apretuja Ia gente y preguntas: equié:n rne taa
tacado?"'
Muchos [o empujaban, pero sólo una persona Io tocó
con fe... Cuán pocos de entre nosotros son los que obtie-
nen verdaderos milagros. éPor qué? porque se acercan
a Jesús, pero les falta ta fe de esa rnujer" Basta tocar
con f'e el poder de Dios y el milagro estalla, Muchos rnás
tocaron el rnanto de Jesús y slguieron lo misrno. Ella lo
tocó con f,e y obtuvo Na curación (San Agustín).
DDMINEtrI 139 - trICLtr B
Aquí hay un milagro dentro de otro milagro. Dos
mujeres favorecidas: la una que ha perdido la vida des-
pués de t2 años de existencia, y la otra recobra la salud
después de 12 años de enfermedad. Las dos recuperan
ffiU. lo perdido. Es ésta una de las más deliciosas páginas del
evangelio. En ambos casos lo que impele a Jesús a obrar es
la fe de quien pide el milagro.
Tu fe te ha curado, Es la fe la que le ha obtenido
este favor tan grande. Cuántas personas en el mundo
reciben y recibirán esta misma respuesta de Jesús: Lo
que te ha conseguido los grandes favores de Dios que
tanto necesitabas y deseabas ha sido tu fe: tu fe te ha
curado... Señor: que nos puedas decir esto mismo
a cada uno de nosotros.
"Todavía estaba hablando cuando llegaron de la casa
del Jefe de la sinagoga para decirle: -Tu hija se ha muerto.
éPara qué molestar más al Maestro? -Jesús alcanzó a oír lo
que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga.' "lllo temas.
Basta que tengas fe",
Afortunadamente la repentina curación de Ia hemorroisa
ha foftalecido la fe de Jairo, a la cual le llega una grave
crisis: "Tu hija ha muerto, épara qué molestar al
maestro?
Basta que tengas fe. Ya hemos narrado en otra oca-
sión que a un santo Ie preguntaron: "ZCuál es el milagro
más difrcil de conseguir?". Y él respondió: "El milag¡o más
EL EVAN E ELIfI EXPLItrAD fI NEI /:I
di'fícil de coslseguir e$ que [as personas teng¡an fe'""
Porque si se tiene fe, ya todos los demás milagr:os se pue-
den conseguir "por añadidura".
Basta que tengas fE. De la fe se puede afirmar lo que
la Sagrada Escritura dice de !a,sabiduría: '"T,odos los de-
r¡lás hEe¡res rne vimüer,on junto a ella. Ella me atrajo
todos los demás bienes que yo necesitaba".
Con razón los apóstoles le rogaban a Jesús: "seiior
auméntar¡os Ia fe". Esta debería ser nuestra petición to-
dos los días de nuestra vida. Y ojalá varias veces cada día.
"Ha mLterto: épara qué molestar el maestro?"
Hasta que podía cura¡'la de su grave enfermedad creían.
ZPero que lograra resucitarla cuando ya estaba muefta? En
eso ni pensaban. Pero
*'Jesús tiene poder y [roncflad
'$lara rla¡ nos muchíslrno más de lo que nos atreve-
ltrus a pedir o desea¡' (Ef. 3,20).
'Al llegar se encontró con el alboroto de los que lloraban
a gritos'i
Cuando moría una persona había que conseguir al me-
nos un flautista para que entonara músicas muy tristes. Y
se contrataban varias plañideras, mujeres cuyo oficio era
llorar con gritos conmovedores. Cada vez que llegaba un
visitante impoftante a ver a Ia persona difunta, todas las
plañideras empezaban a llorar con estentóreos gritos, y los
DI]MINEE I3E - CItrLC) B
flautistas entonaban lúgubres tonadas. Era un cuadro im-
presionante que conmovía mucho a Ios que llegaban.
"Y /es dijo: cqué estrépito y lloros son estos? La niña
no está muerta sino dormida, Y se reían de él'i
Hay un contraste entre los gemidos desesperantes de
los allí presentes y la paz y gran seguridad de Jesús.
Los unos lloran amargamente a alguien que consideran ya
muerta definitivamente, y lesús, dueño de la vida y de
la muefte, afirma que para el poder de Dios la niña sola-
mente está dormida. Le queda tan fácil a Jesús resucitarla,
como a uno de nosotros despeftar a alguien que duerme
suavemente.
Y se reían de é1. Pero esa risa se conveftirá en asom-
bro dentro de unos momentos cuando vean que la niña
que ya era un cadáver, se pasea Iozana y rozagante, salu-
dando y sonriendo. Cuántos que han empezado rién-
dose de los planes de Dios han terminado
boquiabieftos de asombro al ver los poÉentos que
obra su marav¡lloso poder.
Y se reían de El, De religión sabrá mucho -excla-
man plañideros y Iloronas- pero se nota que de medici-
na no sabe tanto. Nosotros que ,hemos asistido a los
funerales de tantísimos difuntos, sabemos que esta mu-
chacha está muerta y requetemuerta. Sabemos mucho
de muertos y podemos distinguir perfectamente entre
una niña dormida y una niña convertida en cadá-
 I
E tr EVAN Ij ELI E EXP Ll trAD fl Na 4
ver". Sí, pero es que no sabían que para el poder de
Cristo la muerte es como un sueño del cual logra hacer
despertar con una sola frase de sus divinos labios... (La
muerte de mi al¡na asesünada grror mis pecados,
¡ror mis ¡malas costunrbr€r miS ocasiones pecamino-
sas y mis inclinac ones vergonzosas e inconfesables...
Señor: que esta nri muerte espiritual te sea tan
fácil de curar como para rní el elespertar a ufl niiir¡
de un suave su ñ{¡... y que me despiertes de este
sueño fatal y me resucites de esta mue¡te del alma que
me está llevando al sepulcro de la mue¡te eterna...).
*Tsw¡ú i¿t wifia de la fitano y te dijo; "?a¡irí8.lr aúwni'i
que significai eontigo l¡ahlo niña, ilevántaÉel -é.a niña
se pffs(! de yaie inmediata¡nente y eahó a arudan ?-e-
nía X.2 años. Se queda ron llenos d,e admiración. l-es
insistió c¡ue nadie -se enfel ara y les dijia que te rl,í'e-
ran de üütner a la niíía",
Hscena de poder y' de ternura, cf,e grandeza y s3e
amor (Bover). Gracioso y apacible idilio. Farece Diss ju-
Eando. Qué mara\rillosos son Ios juegos de Dios
(Fernández Tuyols). Con un acto de exquisita bondad, de-
vuelve a la familia entristecida la dicha pedida, el encanto
de los juegos y las risas infantiles. También hoy, si en
esta nuestra existencia llena de tristezas:y de an-
gustias, llamamos con fe a lesús, Élvendrá en nuestra
ayuda con su divino poder, y a nuestras inquietudes mofta-
les las reemplazará por Ia alegría de quien ha logrado reco-
brar el gozo de vivir.
DDMINEO I 3A - trItrLD B
"Los mandó salir.. y les ordenó que no contaran..."
No quería curiosos sino creyent€s... Además la
situación política era explosiva y la gente la podía apro-
vechar para fines politiqueros que Jesús no venía a bus-
car. Después, cuando Jesús ha,1¿a salido de casa, la gen-
te sabrá la increíble noticia y,,se quedarán pasmados de
admiración.
;r# JesrÍsse manifiesta aquí como v€n-
cerd,or de la m uerte. La misión de Cristo es
liberadora. Libera de lia enfermedad (espiritual y ma-
terial) y de la muerte, (la del cuerpo y la del alma).
Los milagros de Jesús demuestran la presencia
del Padre entre nosotros, una presencia poderosa
que nos ayuda a tihrarnos de enfermedad,es )f de
muerte, ya seii del cúerpo, yd sea del alma. Aquí en
el evangelio de hoy quienes se acercan con fe a Jesús
logran suptra,r enfermedad y muerte. En ambos ca-
sos los necesitados no se contentaron con po-
ner los medios humanos. Pusieron también los
medios divinos. Acudieron a Jes¡is y obtuvieron la
solución a su probléma.
Si imitamos a la hemorroisa y a Jairo teniendo
una gran fe en el poder y en Ia bondad de Jesús,
los imitaremos también en la obtención de maravillosos
favores del Señor. Quiera Dios que así sea.
 DOMINGO I30"
CICLO C

i cerr¡PEStNo

¡Sl ELISEO!
DIOS OUIERE
OUE SEAS SU
POBTAVOZ EN
ISRAEL

I n,á,

IRE A DESPEDIRÑ1E DE . rPOR SUPUESTO! PERO RE-

MIS PADBES DESPUES t GRESA PRONTO. PORQUE HAY
IRE CONTIGO
 DDI''1 lt\¡G[] .l3" - CICL[] C

D9MTNGO 13o _ crcl-o c de de todo lo que tiene: su par de bueyes: los mata y los
añ o s zo a7 - zo Lo - zo r s _áo r.-u]ri ró asa y reparte la carne entre sus compañeros de trabajo,
como un banquete de despedida, una comida de comu-
PRIMERA LECTURA: ler. L¡bro de los nión. Prontamente se despide de sus padres y de todo lo
Reyes, 19;1:G,-Z¡' que tiene de posesiones y lazos de familia, y s€ va a seguir
a Elías. Este lo consagra echándole encima su manto de
profeta., como concediéndole una nueva investidu-
SLIAS ELrcE A ELTSEO Corr,to PRoFETA ra: la de dedicarse a llevar a los demás los mensa-
Y SUCESOR: ,

jes de Dios. De hoy en adelante será una nueva creatura.

"En aqueilos días er señor dijo a Erías: También a nosotros, sencilla gente de trabajo ordina-
-ltnge como
profeta sucesor a Etiseo. _Elías ," ,urihólr- rio, viene Dios a llamarnos para que nos convitamos en
Eliseo arando, colt doce yuntas de a
ouáies. 'Ét'"nrortró
ttevaba ta portadores de sus mensajes de salvación y de santificación
!!!ru. Etías pr:? a
i
,su.ádo te echó á;;ir; su manto. de otras personas. "Todos y cada uno de nosotros
Eliseo corrió, dejando debemos ser apóstoles", dijo el Concilio Vaticano. To-
los bubyes y te dijo: -Déjame ir a
despedirme de mis padres.
-ttíut contestó: -vete y vuer- dos debemos llevar a alguien los mensajes que el Señor
ve' -Eriseo mató su yunta de bueyes, ros nos ha venido a traer.
mer con ellos a su gente. Luego márcitó
asói a¡o de co-
tra,s- ftí;as y se puso
a sus órdenes,i Eliseo responde inmediatamente y con toda generosidad.
éSomos también nosotros prontos en atender a las
Dios manda ungir a Eliseo como
sacerdotes y a los reyes. para que,u
s
ungía a tos inspiraciones que Dios nos hace para que nos dedique-
sona consagrada a Dios, y digna
.ánJ"L pur_ mos más a hacer apostolado, a divulgar el evangelio?
"n ade_
de todo r"ipuio En
lante será "prol"t1i o u'Ígri"n que comunica mensa- Eliseo mata y quema todo lo que tiene para ganarse la
jes en nombre de Dios. ¡áa
v tenáiá. giá. ;"ráio. vida. Es un sacrificio costoso. Es un desprenderse de
sucesor der famosísimo profeta ser er los bienes materiales y echarse confiadamente en las
"r
Eríai. v;;"
ple campesino gue se O'eO¡ca or""L, un sim_ manos de Dios que nunca abandona a quienes se con-
u i.u., el camiá-.án
de bueyes. Dios erige a ro úrümá ,n p., sagran a su santo servicio. Más tarde Jesús pedirá tam-
der mundo para rtevar
mensajes. A lo gue no es nada sus bién a otros sencillos trabajadores que abandonen todo lo
en et
Dios para humirar a ros orgrtio"or. munAá to elige que tienen para ganarse Ia vida: sus barcas y sus redes, y
riiráo rJa.rpr"r_
que lo sigan. Y le responderán de manera semejante a la
 EL EVAN E ELID EXPLItrADE NA 4
de Eliseo: Con toda generosidad y prontitud... éTam_
bíén he renunciado a atgo costoso para dedicarme a seruir
a Dios? También podremos decirle a cristo: éLo hemos de-
jado todo para seguifte?... No olvidemos su maravillosa
promesa: "Todo el que por mí haya dejado padre,
madre, hermanos, o casas o fincas, récibirá cien
veces más en esta vida y después la vida eterna,,.
SALMO trS:,8/ Señor es mi tote y mi heredad. Et Señor
es mi mejor herencia.
Este salmo antiquísimo es recitado por ta Iglesia católi-
ca el día de Ia ordenación de los iacerodtes y de la
profesión de las religiosas, y es por excelencia la ora_
ción de las personas que se consagran a Dios, porque insis-
te en la felicidad que se encuentra en dedicarse a seruir al
Señor Dios. Es Ia declaración que hace er alma de la inmen-
sa alegría que experimenta al vivir consagrada a ta amistad
con Dios. Dice que siente mayor alegría que aquella que
habría experimentado si al tender ras cuerdas paia repartir
la hacienda de una gran herencia, re hubieran correspondi-
do en suefte los mejores lotes de tierra. En el reparto que
José hizo de las tierras de Israel entre las 12 tribus, a la
tribu de Leví no le correspondió ningún tote porque su me-
jor herencia era seruir ar señoiDios. rstá
m¡smo afir-
ma con sus hechos el profeta Etiseo al renunciar a todos
sus bienes terrenos por dedicarse a predica[ y es que
lo
pode-pgs_repetir todos los que nos dedicaro,
zar: "EI señor es el lote d'e mi hered"á;. rrl¡
. evangeli-
,ejor he-
rencia es dedicarme a conseguirte amigos a Dios.
L No es libertad para pecar sino: libertad para no pecar.
DDMINED
SEGUNDA LECTURA: Carta de S. Pablo a
los Gálatas 4131; 5,18.
"Hermanos: para vivir en libertad, Cristo nos ha libe-
rado. Por tanto manteneos firmes, no os sometáis de nue-
vo al yugo de la esclavitud. Vuestra vocación es la libertad.
No una libertad para que se aproveche el egoísmo. Al con-
traria, sed esclavos unos de otros por amor, Porque
toda la Ley se concentra en esta frase: "Amarás a tu
prójimo camo te amas a ti mismo".
Hay el peligro de liberarse de un amo y caer bajo
el dominio de otro, Puede ser que el cristíano sea libe-
rado por Cristo de antiguas esclavitudes de pecado y de
error y ahora de nuevo se deja esclavizar pbr nuevas teo-
rías equivocadas. éQué me estará esclavizando? ZAI-
guna teoría política de actualidad? iAlguna moda? éUna
inclinación inconfesable y vergonzosa? éMe sacó Cristo de
la esclavitud de Egipto y ahora me dejo llevar a la esclavi-
tud de Babilonia? iLíbrame de toda esclavitud! Mi vo-
cación es la libertad.
"No una libeÉad para que se aprcveche el egoísmo":
Mis derechos llegan hasta donde empiezan los
del prójimo. No es que todas las restricciones hayan sido
suprimidas, y que puedo seguir mis pasiones, inclinacio-
nes, emocíones y deseos, a donde quiera gue me llaman y
me inciten. No tengo derecho a manchar una vida
por la cual Cristo ha derramado su propia sangre.
 §o4
pqr!¡j§_D_13_a - ctcLE c
Sed esclavos unos de otros
por amor, la única es-
clavitud recomendabre es la esforzarse por hacer esto con los demás, si es un
áe a clr¡aao.-La le v¡v¡r dedi_
cados ar bien de ros ¿emái. mandato del mismo Dios?
san pedro
"Escravo de tos escravos negros,,, craver se r.irmaba
y para eros dedicó Hoy se habla mucho de la "Empatía" que consiste en
totarmente su vida. La Madre
T"r"ru de carcuta se convir_ "ponerse en e! sitio del otro". Siyo fuera esa persona, cómo
tió en "escrava de ros Járárparados,,. quisiera que mi persona le tratara? Este modo de pensar
dedicar mi vida por_"o_pi¿i" Era decía: ..At
a servir a los más po_ obra verdaderos cambios en el trato y en las relaciones de
bres, siento una ategriá ¡nmenst caridad con Ios demás.
porque sé que
haciéndoto así esrov-sirv¡"iao
se siente uno tan cerca der
, jdil;Iio.
lvrn.. ¿Cómo quisiera yo que me corrigieran? cEn público, de-
ciero como cuando se dedica lante de todos, a gritos, con desprecio y malas maneras? éO
seryir a ros que están en er ¡nRérno a
de ra miseria. Los que en privado, con suavidad, manifestando respeto y compren-
en verdad quieran ser tibres
esjiritualr"",", orrqr"n ill sión y cariño por mi persona? Jesucristo me manda tratar a
a los pobres, a ro¡ abandonadoí
ni aprecio, y s€ dediquen u
. ros que no reciben amor los demás como yo deseo que los demás me traten a mí. Es lo
rárírlus con amor de caridad,,. que se llama "La Regla de Oro" del trato socíal.
Er padre Damián ZDeseamos que nos elogien, que nos del'nuestren esti-
.sirviendo día y noche a ros pobres re-
prosos de Morokai y ,egando
a sLr reproso ¿l tu,ío¡¿n, por ma, que aprecien públicamente lo que hacemos? éY por
servirres, se sentía er ñombr" qué no hacer otro tanto con los otros? El elogio aun-
do' Es que nadie es tan ribre en,a" rearizado der mun-
er espírit;;;ilquien
que sea de una sola persona ejerce efectos benéficos muy
hace esclavo de los demás poi se duraderos. Todos deseamos que nuestros esfuerzos sean
rrol. de caridad.
reconocidos, y si alguien nos elogia sinceramente senti-
"Toda la Ley se concentra mos un cariño especial hacia esa persona. Algunos dicen
prójimo en esta frase: ,.Amarás al
como fe amas a ti mismo,', de sus superiores: "Sólo hacen comentarios de mis
trabajos cuando algo me resulta mal". Hay que sor-
' s¡ ra gente practicara e$e
mand.amiento tas retaciones pren algo les está resultando muy
;IrTÜl§ri1n
una verdadera marav¡ua. ¿eiiéii"""" qr" bien ente. éEsto es lo que quisiéra_
o*"u iuñ,.*l"§f ffi,?á,.H;X"#,[ilil] mos ran con nosotros? Hagámoslo
con ellos. Y_que sea nuestro, el lema de Carnegie: ..Seré
fi ?:.:::,ft!,
posibre, :,":1",¡¡á,
,".,ññ1, bien rratado. v áv,,r,¡r,n
:8X,5: ;; amplÍo en los elogios y supremamente cuidadoso y
v con ro' m"¡,olIr";#l:rT:1t3"I?,1áT;
H amable en mis críticas y correcciones". Eso es amar
al prójimo como uno se ama a sí mismo.

:+: _-+^¿d- .-i----:--&.- -.. -- - _-__--. _ _ __

EL EVAN E ELI C EXPLICADD NO 4
si os mordéis y destrozáis unos
Pero atención: que
a otros terminaréis por destruiros mutuamente,
Si no tratamos de evitar lo que impide la amable convi-
vencia, la vida se hace insopoftable. La maledicencia no
hace bien y en cambio destruye la felicidad.
Del n-ójimo o se habla bien o no se habla, decía un
gran santo.
La Biblia compara la lengua del murmurador a un "pu-
ñal de triple filo". Porque hiere el oído del que escucha,
mata la fama del que es criticado, y hace daño a la misma
persona que murmura.
De alguien que hablaba muy mal de los demás y vivía
mordiendo y destrozando con sus palabras hirientes, na-
rraban sus colegas con humor: "Una serpiente vene-
nosa le mordió la lengua y,.. se murió ia serpiente".
Y aquí viene a la memoria aquella comparación del Libro
de los Proverbios: "La lengua de quien habla en con-
tra de r¡tros es tan peligrosa como una serpiente
\renenosa escondida e¡rtre tra hierba que pisamos
con los pies descalzos".
Una vez San luan Bosco estuvo varios días pidiendo al
Espíritu Santo que le iluminara de qué tema debía
hablar a un grupo de personsa espirituales que le
iban a escuchar en una conferencia. Y en una visión
nocturna recibió este mensaje: "Háblales de la Filoxera,
esa terrible enfermedad.que arruina los cultivos de la vid
(como ahora la roya ataca al café o la sigatoca al banano).
DDMINGO ] 39 . CIGLO C
Diles que quien habla duramente contra otras personas
está haciendo en el grupo en donde vive, la misma desas-
trosa actividad de una enfermedad de un cultivo: está des-
truyendo sin compasión". El santo les hizo entonces una
larga conferencia acerca del terrible mal que hacen en un
grupo las personas que son duras en el hablar, mur-
mura-doras, criticonas y faltas de ,:aridad en sus
palabras. Y dicen las crónicas que dicha charla produjo
un efecto muy saludable en los oyentes.
Señor: Iíbranos de andar mordiéndonos y destro-
zándonos unos a otros con faltas de caridad frater-
nal, porque de toda palabra que haga daño al prójimo
tendremos que dar cuenta en el día del juicio, y "el juez
está a las pueltas, y si murmuramos sin piedad, ten-
dremos también un juicio sin piedad (Sant. 5).
'Andad según el espíritu y no realicéis los deseos de la
carnq pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu
contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal, que no
hacéis lo que queréis. Pero si os guía el Espíritu no es-
táis bajo el dominio de la ley".
San Pablo insiste mucho en ese antagonismo que hay
entre la parte superior de nuestro ser que nos impulsa a
ser buenos y a poftarnos dignamente, y las inclinaciones
sensuales egoístas y malvadas que nos llevan hacia la mal-
dad. El sabe por propia y ajena experiencia que la guerra
entre los deseos de la carne y las inspiraciones del espíritu
es un batallar sin tregua, todos los días, y que al primer
descuido puede llegar una emboscada de la carne y herir
EL EVAI\t]ELID EXPLICADD Nq

mortalmente al espíritu. La carne busca el placer, un gusto ",LOS IIilJGS

que siente el cuerpo y que es muy pasajero, y que por unos TDEIL TRTTETIIO"'
minutos de gozo proporciona después horas y años de triste-
zd.En cambio el espíritu busca la felicidad verdadera,
que es la alegría del alma, duradera y auténtica.
El Espíritu nos libra del dominio del opresor. !f-
-;,,l",Ln,ü rrtrPt ffi
Si por sola nuestra cuenta pretendemos vencer los ata- 1.Contaba Jesús a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén
paramorir allí. Y se pueieron en camino.
ques de la carne, fracasaremos. Sólo el Espíritu Santo
puede librarnos de las antiguas tendencias y
ievestirnos de un modo nue\ o de se[ según Jesucristo.
Cuántas veces decimos: "no me dejaré rrencer en
esto y en esto"" Viene luego un ataque inesperado. Los
deseo-s de la carne luchan contra nuestro espíritu y... ya
sabemos lo que sucede. ZCuántas veces lo que no imaginá-
bamos que íbamos a hacer, porque es muy malo, lo llega-
mos a hacer?... Cuántas veces tenemos que derramar lá- 2. Enhe los que le seguían hallábanse Santiago y Juan, llamados por el Señor "hijos
del trueno". Y aconteció que en un lugar de Samaria no quisieron acogerlo, porque
grimas de contrición y clamar a Dios para que no permita sabían que no permanecería entre ellos, sino que se dirigiría a Judea.
que nos pisoteen tan frecuentemente los enemigos delalma.
Estas situaciones nos hacen comprender que andamos por
territorios plagados de adversarios Y QU€"el hombre vie-
jo,, no ha muerto ni se ha ido, y que si dejamos de emplear
las armas defensivas seremos derrotados irremediablemen-
te. Pero hay una noticia consoladora: El Espíritu Santo, si lo
llamamos en nuestra ayuda, vendrá en nuestra ayuda. Y
tendremos que repetirle: "Oh Espíritu Divino: si confío
en Ti, seré ayudado por Ti". No importa que aún cla- 3.Indignados exclamaron ambos dis-
cípulos: "Señor, ¿quieres que pida-
4."E1 Hrjo del hombre no ha venido al
mundo para destruir vidas humanas,
mandb y orando seamos a veces derrotados. ZPero qué mos que descienda fuego del cielo y sino para salvarlas". Y, dichas estas
sería de nosotros si no clamáramos, si no imploráramos la destruya su ciudad?". Rechazó su palabras, se fueron a otro lugar.
ayrlda del Santo Espíritu? (8. Graham). idea Jesús con las palabras:
EL EVAN G ELID EXPLICADE NA 4.
Luca,§, 9,5,1;6zrt
,i,,t,
:,:,,,,,:,;,:
,;ji,
"Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al
cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalem y envió men-
sajeros por delante'i
San Lucas narra desde ahora el último y largo viaje
que hace Jesús hacia Jerusalem. En la narración de este
viaje empleará el evangelista bastantes capítulos. (Del
9 al 18). Es una "subida" hacia la cruz y hacia la gloria.
Jesús no quiere llegar de improviso a ninguna parte.
Envía por delante grupitos de discípulos que van anun-
ciando su llegada a cada pueblo para que las gentes
estén atentas y preparadas para recibir sus mensajes.
Él sabe que muchas veces lo improvisado no resulta bien.
El no quiere improvisar nada Todo su apostolado va
dentro de un plan perfectamente preparado, de manera
que los resultados sean los más completos posibles.
San Lucas anuncia este viaje con ciefta solemnidad. Para
el evangelista aquel viaje, o serie de correrías apostólicas
por todas aquellas regiones, tiene una perspectiva fi-
nal: va a terminar en un fatal desenlace: la pasión y
mue¡te en la ciudad deicida; pero tiene también una
feliz coronación: la glorificación y entrada al cielo, resu-
rrección y ascensión. Para San Lucas, estos seis meses
que restan de la vida de Jesús son como una prepa-
ración, un viaje hacia el trágico sacrificio y hacia su gran-
diosa glorificación.
DDMINGC ] 3A - CICLI) C
Nuestra vida, como la de Jesús, es un viaje. Y de cada
,,
uno de nosotros se puede afirmar la frase que el evangelio
,
de hoy dice de Cristo: "Se va cumpliendo el tiempo de
ser llevado al cielo". Pero primero tendremos que sufrir
cruz de padecimientos, y subir al calvario de muchas pe-
nas. Después sí nos esperará la glorificación.
"De camino entraron a una aldea de Samaria para pre-
pararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía
a Jerusalem'i
Pasar por Samaria era el camino más cofto para ir de
Galilea a Jerusalem pero la mayoría de los judíos lo evita-
ban porque esta región estaba habitada por gentes que le
tenían especial antipatía a todo lo que fuera israelita. Los
samaritanos hacían todo lo que podían para estor-
bar y hacer desagradable el viaje por su territorio a los
grupos de peregrinos que viajaban hacia Jerusalem, For-
que la mayor parte de los israelitas los despreciaban tam-
bién inmensamente a ellos.
ZPor qué toma Jesús este camino donde va a encontrar
tantas hostilidades, en vez de irse por el otro lado delJordán
donde hay tanta gente amiga? Es que Jesús está exten-
diendo una mano amistosa a esa gente que ahora
se demuestra enemiga pero que después de su resu-
rrección resultará muy dispuesta a aceptar su evangelio
(Hech. 18).
'Al ver esto, Santiago y Juan, discíputos suyoq le pre-
guntaron: -éSeñor , quieres que mandemos bajar fuego
 I
EL EVAN E ELIO EXP LI trAD tr NA 4
del'cielo que acabe con ellos? -El se volvió y los regañó y se
marcharon a otra aldea'i
lJesús quiere que nuestra austeridad sea para dominar-
nos'a nosotros mismos pero no para amargar la vida de los
demás. Un cristiano debe pedir, que baje fuego del cielo
para destruir el hielo de sus propios egoísmos y transfor-
marlo en horno ardiente de caridad, pero no para quemar
y atormentar las incomprensiones de los que no nos tratan
bien. Los regañó: porque el poder que reciben los que
siguen a Cristo no tiene por fin castigar a quienes se
les opong?ñr sino tratar de conveftir y salvar a todos.
Jesús quiere enseñar el deber de la tolerancia.
Aceptar no ser aceptados. Pero nuestra tolerancia debe estar
basada en el amor y no en Ia indiferencia. No es que no
se nos dé nada porque a Cristo y a su mensaje no se
les acepta, sino que sabemos aguardar porque con el tiem-
po rla gente puede cambiar y aquellos que hoy nos lanzan
la puerta por las narices, mañana nos abrirán de par en par
las puertas de su corazón para aceptar a Jesús y a su men-
saje salvador. Pero hay que saber dar tiempo al tiempo.
Jesús pide a sus discípulos que respetan los pla-
zos de la conversión. El corazón humano es lento en
convertirse. Danos Señor, tu divina paciencia.
"l)no te dijo: te seguiré a donde vayas. -Ét te respondió:
"Las zorras tienen cuevas para descansar y las aves
tienen nidos. Pero el Hijo del hombre no tiene dónde re-
clinar, la cabeza'i
DBMINGO 13P - trItrLE tr
En el evangelio de hoy encontramos las respuestas de
Jesús a tres posibles seguidores. Al primero Ie dice: Tienes
que calcular cuánto te puede costa¡ el seguirme. No te in-
vito a una vida fácil y comodona... En la Iglesia nadie tiene
derecho a decirle al que quiere pertenecer a ella: "Esto es
muy fácil. Aquí se puede vivir como en cualquier
otra sociedad. No se exige nada costoso ni diferen-
te". Eso sería engañar, Ser buen cristiano sí cuesta. Ser
buen cristiano no es viajar al cielo por autopista en pulman,
sino subir cuesta arriba por el camiho del renunciamiento.
"No andes
Jesús quiere avisar a quien desea seguirle:
diciendo con mucha seguridad: te seguiré a donde
vayas. Cuidado no sea que te creas más fuerte y generoso
de lo que en realidad eres. Mira que el seguirme a donde
quiera que yo vaya, no te va a p!:oporcionar confoft, sino
desprendimiento de muchas comodidades.
Señor: también yo quiero seguirte a donde quiera que
vayas. Pero ya sé a dónde vas: al Calvario. Y esto sí me
espanta. Sé que no seré capaz de seguirte siTú no me das
las fuerzas suficientes. Pero me atrevo a pedíftelas, y te
las pediré muchas veces en la vida, porque Tú lo has pro-
metido: "Mi Padre no negará el buen espíritu a quien
se lo pida". tY acaso no es un maravilloso "buen
espíritu" el saber seguirte a donde quiera que vayas aun-
que ello me cueste llegar a no tener dónde reclinar mi
cabeza?
Los literatos dicen que esta respuesta de lesús es
de una insuperable'belleza literaria. Y contiene tres
EL EVANGELIO EXPLIGAD[] NO 4
verdades. 10 Que la pobreza forma parte esencial en el
apostolado de Cristo. 2o Que Cristo ha vivido totalmente
pobre en esta tierra. 3o Que el que quiera seguir a Jesús
tiene que estar resuelto a sufrir las privaciones que impone
la pobreza (Bover).
'A otro te dijo: "Sígueme". Él le respondió: ,,Déjame
primero ir a enterrar a mi padre'i -Le contestó: "Deja que
los mue¡tos entierren a sus mueftos, Tú , vete a anun-
ciar el Reino de Dios".
Esta respuesta es probablemente menos fuefte de lo
que aparece a primera vista. Lo más probable es que el
padre de este hombre no estaba muerto, ni siquiera cerca
de su fin. Sencillamente lo que le quiso decir a Jesús fue:
"Te seguiré después de que mi padre haya muer-
to". No hace mucho le ofrecieron a un profesional irse a
vivir a Estados Unidos. Él respondió: "Sí, pienso hacerto,
pero después de que haya enterrado a mi padre". Con esto
estaba diciendo que aguardaría unos años hasta que su
padre muriera. Después sí se iría al exterior.
PeroJesús quiere enseñar con esta respuesta que
hay que aprovechar el llamamiento de Dios cuando
éste llega, sin dejar para más tarde el correspon-
der, porque después puede ser que la llama del entusias-
mo se apague y ya no respondamos a su llamado. "Temo al
Señor que pasa llamando -decía San Agustín-. porque si
no le respondo hoy, puede ser que ya no me vuelva a lla-
mar mañana". La sicología enseña que cuando tenemos un
DEMINEE 13E - CItrLE tr
buen sentimiento, el deseo de ejecutar algo bueno y pro-
vechoso, lo más prudente es realizarlo prontamente, por-
que si no lo cumplimos ahora que sentimos el entusiasmo,
puede faltarnos después voluntad para hacerlo, o quizá ya
no se nos vuelva a presentar la ocasión. Si no aprovecha-
mos la emoción, puede ser que no lleguemos a la acción.
De tanto repetir'*mañana", puede ser que al fin llegue-
mos al "nunca jamás". Nos puede pasar como cuando
sentimos el deseo de escribir una cafta o tarjeta de simpa-
tía, de agradecimiento, de felicitación, o de pésame. Si no
lo hacemos ahora que lo deseamos, puede ser que ya nun-
ca la escribamos, Por eso Jesús insiste en que el lla-
mado de Dios a seguirlo hay que responderlo ensegui-
da, cuando el corazón se siente conmovido, y no dejarlo
para más tarde cuando ya se haya enfriado la emoción.
"Hoy si escucháis la voz de Dios, no endurezcáis
el corazón" -dice el Salmo 94. Si Cristo me llama hoy a
anunciar el "Reino de Dios", debo responderle pronta-
mente y con generosidad. El primero y el tercero de los
hombres de este evangelio se ofrecieron ellos mismos a
Jesús. A este segundo lo llama Cristo personalmente. No
me estará invitando también a mí para que me dedique a
propagar sus enseñanzas y su religión entre las gentes?
aQué le voy a responder? éDejaré para mañana lo que pue-
do hacer hoy?
*'Deja que los mueltos entierren a sus muertos".
O sea: esos familiares que tú quieres seguir ayudando
materialmente, están en un modo de vivir materialista donde
EL EVANGELIC] EXPLItrADt] NO 4
impera la muefte espiritual. Deja que otros que tienen
muefta el alma se dediquen a ayudarles a pasar sus últi-
mos años a los que están en ese reino de la muefte que es
el mundo pagano y paganizante. Tú dedícate a obtener
que otros tengan la vida eterna y salgan del reino de la
muefte espiritual, y para ello dedícate a anunciar el
Reino de Dios. Lo más importante que tienes que hacer
en la vida es eso: anunciar el Reino de Dios. Ante ello que-
da de segundo en impoftancia todo lo demás. Es una exi-
gencia radical, absoluta, que no admite retraso alguno: hay
que ir a anunciar que Dios quiere ser amado y obedecido y
que en cambio nos daría un reino de paz espiritual en esta
tierra y un reino de incomparable alegría en el cielo.
El hermano menor de San Bernardo.
Narra la historia que cuando San Bernardo y sus demás
hermanos se fueron a un monasterio a dedicarse a conse-
guir la santidad por medio de la oración, la penitencia y las
buenas obras, llamaron al hermano menor y le dijeron: ..Te
dejamos heredero de todos los bienes que nos Ie-
garon nuestros padres". Pero el joven que era muy in-
teligente, les respondió: éSí, con que os vais a conse-
guir el cielo, y a mí me dejáis la tierra? iEsto no! y
repartiendo todos sus bienes a los pobres, se fue con sus
hermanos al monasterio a tratar de conseguir el Reino de
Dios y salvar su alma. No quería quedarse en este mundo
de muertos espirituales, enterrando muertos, pudiendo
dedicarse a anunciar el Reino de Dios y conseguir así su
santidad. Seguir a Cristo y obtener un puesto muy cercano
DtrMINGB 1tsE . trItrLO C
a nos exige el sacrificio de realidades que,átl:aq¡-J:r[flu¡
É1,
cho pero que son pasajeras. Jesús no fascina a nadie-rp¡o;
metiéndole facilidades en esta tierra, pero sabe premiar
muy bien.
"Otro le dijo: "Te seguiré Señoh pero déjame pri-
mero despedirme de mi familia, -Jesús le contestó:
"el que echa mano al.arado y sigue mirando atrás,
no vale para el Reino de Dios",
Jesucristo quiere que amemos a nuestras fami-
lias y El mismo demostró gran aprecio por el 4o manda-
miento. Aún en su última hora en la cruz se preocu-
pó por su Santa Madre y encargó a San Juan que se
encargara de cuidar de ella. Pero quiere que sus após-
toles y discípulos tengan un heroico desprendimientoi,de
los Iazos familiares cuando se trata de dedicarse a exten-
der la religión. Como Elías a Eliseo, Jesús pide a ,sus
evangelizadores que dejando aparte los problemas ma-
teriales de la familia, se dediquen con santa indepen-
dencia a tratar de que otros amen y conozcan más a nues-
tro Dios.
"El que sigue mirando atrás..."
Ningún arador logra surcos derechos mirando hacia atrás
mientras ara. Si el que maneja el tractor se dedica a mirar
hacia atrás mientras va arando, los surcos le van a quqdar
torcidos. Jesús quiere que sus seguidores miremps hacia
adelante. No nos dice "a marchar hacia atrás y a ama-
EL EVANEELID EXPLItrADD NO 4
rrarse a su familia", sino: "De frente mar. A saber
independizarse aún de Ios lazos familiares cuando Dios pide
que nos dediquemos a propagar su reino". Pero nos pro-
mete que quien deje padre, madre o hermanos o
fincas por su Reino, recibirá cien veces más en esta
tierra y luego premio eterno en el cielo.
eQué despegos me cuesta mi dedicación al apostolado?
éVivo amarrado en esto a mi familia? éAcaso mientras voy
arando en el campo espiritual de la evangelización retorno
a cada rato a mirar hacia mi familia y hacia lo que lleva a lo
material y pasajero? éNo querrá Dios que tenga un
poco más de desprendimiento? éOlvido quizás el cien-
to por uno y la vida eterna que Jesús prometió a quienes
sepan renunciar a padre, madre, hermanos y bienes por
extender su reino?
ACERCA
VócAcroñ, '"
En un colegio, católico entre un alumnado de 500 jóve-
nes preguntamos un día de L997: ¿Qué prometió Jer"ús a
quien deje padre o madre o hermanos por amor a El? -Y
aunque parezca mentira, nadie supo responder. Entre 500
creyentes ni una sola voz se dejó oír para responder que
Jesús dará cien veces más en esta tierra y Reino Eter-
no en la otra vida. No será por no anunciar más estas
noticias formidables que no hay más jóvenes que se dedi-
quen al apostolado y que opten por seguir la vocación reli-
giosa o sacerdotal?
DI]MINGD I3q - CICLÜ C
Un famoso Padre Jesuita nos narraba que su padre le
contó después de que el hijo llegó al sacerdocio: "Cuan-
do yo estudiaba en el colegio sentía tantos de-
seos de que alguien me invitara a ser sacerdote o
religioso, pero nunca nadie me hizo esa invita-
ción, Gracias a Dios que a ti
sí alguien te invító a seguir
más cerca a Jesús". -Quién sabe si no habrá en nuestro
medio jóvenes entusiastas que podrían llegar a ser gran-
des apóstoles si alguno de nosotros se atreviera a invi-
tarles a desprenderse un poco de los lazos materiales
de la familia y a dedicarse a extender el reino de Dios?
Santa Teresita repetía: la persona que quiere colaborar
mucho en la extensión del evangelio eue trabaje por con-
seguir y despertar vocacioñes.
Y Juan Pablo IIexclamaba ante un grupo de superio-
res mayo¡s5¡ "'Las vocaciones sí existen, lo que hay
que hacer es despertarlas", Demos gracias a Dios
por tantas vocaciones que están despertando en nues-
tro tiempo. Demos gracias a Dios por ello, porque hay
favores que se pierden por no haber dado gracias por
ellos.
El Padre Alberione fundador de los Paulinos, recuer-
da en su autobiografía: "Mi maestra de escuela era
una mujer tan buena y santa que todos los días
pedía a Dios que alguno de sus alumnos llegara a
ser sacerdote. Y su oración fue ampliamente es-
cuchada".
 San Bernardino cuando era joven le pedía a Dios que le
iluminara qué profesión debía seguir. Y en un sueño vio
que todas las casas de sus alrededores ardían en un gran
incendio menos la casa donde se hallaba un grupo de per-
sonas dedícadas a evangelizar. Y con eso entendió que los
afanes materiales llevan Ia muerte y el desastre al alma,
como las llamas a una casa, pero que el dedicarse a
extender el Reino de Dios puede llevar a la persona
a verse libre de grandes y pavorosos males espiri-
tuales.

ORACIÓN DE ^S'§ JUAAT PABLO TT

PORLAS VOCACTONES

Señor Dios, Padre Celestial, la mies es mucha y los obreros pocos.

Envía obreros para Tu mies. Envíanos muchos y santos
evangelizadores que antmcien tus mensajes a todas las gentes. Recibe
nuestro agradecimiento por las Yocaciones que por medio de tu
Espíritu Santo regalas continuamente a tu lglesia. Tb suplicamos que
llenes de santidad a los sacerdotes y misioneros, a las personas
consagradas en la vida religiosa y a los apóstoles laicos. Concede
fortaleza y perseverancia en stt vocación a quienes se preparan al
sacerdocio o a la vida religiosa. Vuelve también hoy tu mirada hacia
la juventud e invítale a seguirte, y concédele prontitud y generosidad
para escucharte. Y la fuerza de dejarlo todo para seguir tu llamada.

Perdona la no correspondencia y las infidelidades de aquellos que

has escogido.
APREltlDED
Te lo suplicamos en el nombre de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Y lllJilI ILDE DI

DOMI.NGo I4o - CICLO A
AN- (}S 'j:i, :
2OO8-2O,l,O; 20tr.4-2ol'7 - 2§2O
rG)RAGIóN::,Oh Dios que por la humillación de tu Hijo
:.,r
levantaste la humanidad caída, concede a tus fieles una
alegría santa, para que libres de la esclavitud del pecado,
puedan disfrutar de los goces del cielo. Amén.
'Alégrate Jerusalem: mira que tu rey viene a ti, justo
y victorioso, modesto y cabalgando en un asno,..
destruirá las armas de guerra, dictará la paz a las naciones
y dominará de mar a mar'i
Es un hermoso retrato del Nuevo Rey, Jesús. Se ha des-
pojado del atuendo guerrero y del boato vanidoso de los
reyes antiguos, perologra dictar Ia paz y reinar de un
extremo al otro del universo. Jesús viene humilde y
manso pero glorioso. Su cabalgadura es la del domingo
de Ramos. No la carroza del rico jactancioso ni el bríoso
caballo del guerrero imponente, sino el sencillo asno de los
pobres y humildes. Y El traerá la paz y la unión a las naciones
y hará disminuir los instrumentos de ataque a los demás,
entre aquellos que acepten cumplir su santo Evangelio.
Jesús cumplió exactarnente la primera frase de esta lec-
tura en su entrada a Jerusalem en el día de Ramos y la
DI]MINtjD 140* - C¡CLC| 4
segunda la empezó a cumplir maravillosamente en el día
de Pentecostés en el que empezó a reinar de mar a mar
por la predicación de su evangelio a todas las naciones,
llevando la paz.
Esta primera lectura de hoy es como un retrato anticipa-
do del "Jesús manso y humilde de corazón" del cual
nos habla el Evangelio de este domingo.
SALMO,'L44. Este salmo es una admirable descripción
del inmenso poder de Dios y sobre todo de su bondad pa-
ternal. Es un pequeño tratado de teodicea o de "ciencia
de Dios" que enumera una serie impresionante de atribu-
tos y cualidades de Nuestro Señor. Ha sido uno de los sal-
mos preferidos por los santos de todas las épocas. Leámoslo
también nosotros de vez en cuando con corazón admirado
y agradecido.
SEGUNDA LECTURAT De la Cafta de
San Pablo a lós ,Romanos 879-13,
:
"Hermanos: no estáis en la carne sino en el espíritu, ya
que el espíritu de Dios habita en vosotros".
Dos palabras repite mucho San Pablo en sus caftas:
Carne y espíritu.
Carne para San Pablo significa: dejanse llevar por el
egoísmo y por las pasiones y las ambiciones. rMirar
EL
las cosas desde un punto de vista simplemente humano y
terrenal. Él recuerda que en un tíempo vivió *'según !a
carne" y critica a los que "viven según la carne', di
ciendo que no pueden por eso agradar a Dios (Rom. B,B) y
los contrapone a quienes viven la vída cristiana"
Es evidente que San Pablo no emplea la palabrd "c&i--
ne" simplemente en el sentido de cuerpo sino que se refie-
re a la naturaleza humana con toda su debilidad y sus ma-
las inclinaciones. Se refíere a la naturaleza humana con
toda su vulnerabilidad hacia el pecado y con su inclinación
hacia la tentación. Se refiere a aquellos aspectos de nues-
tra naturaleza que le hacen cuafto al pecado para hacer-
nos ofender al Señor. Se refiere a la naturaleza humana
pecaminosa cuando es rebelde a Cristo y a Dios.
Para el apóstol "la carne"es todo aquello que nos in-
clina hacia el mundo, hacia el pecado y solamente hacia la
materia, en vez de dirigirnos hacia Dios. Para é1, 'tvivir se-
gún la carne" es vivir una vida mundana, guiada por los
malos deseos y por las inclinaciones pecaminosas, en vez
de vivir una vida dirigida por los mandamientos de Dios.
Para San Pablo "vivir según ta carne" no es solamen-
te cometer pecados sexuales, sino también dedicarse a las
demás'oobras de la carne", las cuales, según é1, son la
ira, la envidia, las peleas, la idolatría y la herejía" (Gálatas 5).
Otra palabra muy empleada por el Apóstol es: *ESpÍ-
RITU". La emplea más de 30 veces, en este capítulo de su
CICLD .1
carta, y es impoftante que recordemos a qué se refiere al
hablar de esto.
Espíritu, en la Biblia significa algo que es superior a
la materialidad, algo que representa el poder de Dios.
Aquí San Pablo nos quiere decir que antes de creer en el
Evangelio estábamos a merced de la naturaleza humana
pecaminosa, la cual nos hacía ir de mal en peor, frustrados
y derrotados, pero que apenas empezamos de veras a creer
en Cristo comenzó a obrar en nuestra vida el impe-
tuoso poder del Espíritu de Dios, y apareció en nuestra
existencia un poder que no es nuestro, el cual nos quiere
llevar a una existencia victoriosa en lugar de una existencia
derrotada
Señor: no quiero vivir según la carne. sino según
tu santo Espíritu.
"Estamos en deuda, no con la carne, para vivir
carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la
muette, Pero si con el Espíritu dais muerte a hs obras
del cuerpo viviréis".
En este pasaje San Pablo traza un contraste entre dos
clases de vida:
10 La vida dominada por la naturaleza hunrana
pecadora. Una vida cuyo centro es el egoísmo. Una vida
absorbida por lo que es material; fascinada por las atrac-
ciones de lo sensual, cuya ley dominante son los propios
 EL EVAN C ELtA EXPLICADD Na 4
deseos. Es la vida de quien hace y dice y piensa todo lo que
quiere, cuando quiere, como quiere, solamente bajo la guía
de los instintos. Puede uno entonces andar domiñado por
el orgullo, la avaricia, la envidia o la perezat por la gula, la
lujuria o el mal genio. Esa vida ileva a la muerte eterna. Es
la vida "según la carne".
2o Pero hay otra vida diametralmente opuesta:
"La vida según el Espíritu',. Allí Io que interesa es: qué
piensa Cristo, qué aconseja é1, qué aprueba y qué des-
aprueba Nuestro señor. eué conviene hacer para tener
contento a Dios y qué hay que evitar para no disgustarlo.
Esta vida tiene un premio maravilroso: lograr dar muerte
a las obras de !a carne y obtener la Vida Eterna.
Estas dos vidas tienen cada una un fin totalmente dife-
rente. El fin de la vida de quien vive "según la carne,,, de
quien tiene su existencia dominada por los deseos
de la naturaleza humana pecadora, se aparta cada
vez más y más de Dios que es la Vida, y se va
autoextinguiendo en un vacío espiritual, es un suicidio es-
piritual. Va hacia la muerte, destruyendo con obras de la
carne la vida de su espíritu. su destino es la muerte. La
muefte de su vida espiritual. euiso jugar en el equipo
contrario al de Dios y pierde la partida.
En cambio cuando la persona trata de dominar las
malas obras de su naturaleza caida, se va llenado cada
vez más del Espíritu de cristo y casi diríamos que ya empie-
za a vivir su cielo en la tierra, pues Dios le acompaña amo-
DDMINGII 14E - CItrLO 4
rosamente en todos sus actos con su perenne bendición.
Le pasará como a Enoc, del cual dice la Biblia que "cami-
naba con Dios y Dios se lo llev6", o como decía un
niño: "Enoc era un hombre que caminaba con Dios y
un día no volvió", La muefte del cuerpo no es para el
que vive según el Espíritu sino un continuar su vida de amor
de Dios, pero sublimada hasta el infinito. Camina con Dios
y un día no vuelve. Se queda para siempre en el cielo.
Señor: que no vivamos jamás según la carne. Haz
que con tu Santo Espíritu logremos dar muelte a
las obras de la carne, Amén.
Dijo Jesús: "YO TE DOY GRACIAS PADRE, SEÑOR
DEL CIELO Y DE LA TTERRA, PORQUE HAS ESCON-
DIDO ESTAS COSAS A LOS SABIOS Y ENTENDIDOS
Y LAS HAS REVELADO A LA GENTE SENCILLA. SÍ
pADRE: nSÍ r¡HA PARECTDO MEJOR'(Mateo 11,25).
Aquí Jesús habla por experiencia. La experiencia que
tenía era que los doctores y fariseos le rechazaban y
la gente sencilla !o aceptaba. Los que estaban en altos
puestos en Ia sociedad no se preocupaban por aceptar sus
enseñanzas y los humildes lo escuchaban con corazón abier-
to y buena voluntad. Debemos prestar atención para en-
tender qué fue precisamente lo que quiso decir Jesús con
estas frases. Está muy lejos de condenar la capacidad inte-
 EL=_EyA¡!_gELl D EXPLICADD Na 4
DOl4 r N G tr_1_41 -_Cr qLtr_ 4
lectual, lo que condena es el orgullo intelectual. Lo que
le
cierra la puerta a Jesucristo no es la intetigencia sino el pensó que se debía a los méritos del Jefe de la Sinagoga,
orgullo. Lo que le abre el corazón no es la ignórancia sino la pero un hombre de Dios avisó: este favor de salvar la sina-
humildad. Jesús no dice que donoe nies ignorancia goga del incendio lo obtuvo esa mujercita pobre que dedi-
haya habrá más fe, sino donde más humiidad exis- ca sus ratos libres a llevar gratuitamente el agua del aljibe
ta. una persona puede tener ra sabiduría de saromón, ra a la casa de los que por estar enfermos no pueden ir a
inteligencia de Einstein, ra imaginación de un célebre nove- llevarla personalmente... Con estos ejemplos que se narra-
lista y la instrucción del más fámoso de los profesores ban ya en tiempos de Cristo, los judíos querían recor-
de
u.niversidad y sin embargo cerrarle a cristo lá puefta
de su
dar que los que son más distinguidos entre la gente
alma porque le falta la humildad, la sencittez de corazón. de Ia tierra, no siempre son los más distinguidos a
Por eso san pabro decía que er perigro de ra
ciencia los ojos de Dios, y viceversa.
es que infla y enorgullece (1 Cor. g).
En este pasaje nos quiere recordar Jesús cuáles son las
Los israelitas tenían una antigua leyenda. Decían que preferencias de Dios, Y que Él puede comunicar sus
una vez se apareció el profeta Elías a un famoso Rabinó y sublimes conocimientos a todos aquellgs que sean
éste le preguntó: *éeuiénes de tos que están en lo suficientemente humildes y tengan la suficiente con-
el fianza para recibirlo.
templo irán a la vida eterna?", y er profeta re fue seña-
lando, no a los doctores ni a los
¡eiei, s¡no a un payaso que Le preguntaron a Sta. Teresita a qué se debían las gra-
reír a la gente triste; a ún carcelero ignbrante que
!?:i, paz entre los
ponra y d una pobre sirvienta que cias tan especiales que Dios le concedía. ZSería acaso por
-presos,
hacía feliz con sus oficios sus grandes deseos de maftirio? Y ella respondió: "No, no
humitdes a la familia donde ser-
vía. Y tenían también otra antigua historia: una vez
hubo
son mis deseos de maftirio los que me obtienen los
una gran epidemia, pero la enfermedad no llegó a la
casa
favores especiales de Dios, La razón es otra. La razón
del sumo sacerdote. Averiguaron, a un profeta a quién es que yo procuro conservarme pequeña ante los
se
debía el que ta enfermedad no hubiera'ilegado a
ra casa
ojos de Dios, y a los pequeños El les concede todas sus
sacerdotal. ése ciebía a los méritos del sumó sacerdote? y preferencias". Quizás de nosotros se podrá decir todo lo
el profeta respondió: esto se debe a r s méritos contrario: la causa por la cual Dios no nos da gracias espe-
de
pobre aldeano que presta su para y su pica gratisun ciales es porque nos creemos algo, porque hemos cre-
a
los que van a sepultar a sus muertos. otra vez hubo cido en el orgullo y en la autosuficiencia. Por eso un céle-
un incendio y todo se quemó menos ra sinagoga. bre convertido exclamabdl "Jamás cometerá el dispa-

L La gente
rate de volverme a creer grande, Mientras creí que era
 NF 4
algo notorio, se cerraron para mí las fuentes de las gracias
divinas, pero apenas reconocí mi poquedad cayeron como
una catarata sobre mi alma las luces de Dios.
Una vez más se afirma la célebre sentencia de la Biblia:
*'Dios rechaza a los orgullosos, pero a los humildes
les da su gracia" (Sant. 4,6).
TODO ME LO HA ENTREGADO MI PADRE: Y NA.
DrE CONOCE AL HrJO SINO EL PADRE, Y NADrE AL
PADRE SINO EL HIJO, Y AQUEL A QUIEN EL HIJO SE
LO QUTERA REVELAR (Mt. L0,27).
S.J. Crisóstomo explica así este pasaje.
Era como decirles a sus discípulos que se alegraban de
haber expulsado los demonios y de haber hecho otros pro-
digios: "éPor qué os maravilláis de que os obedez-
can los demonios? Todo es mío. Todo me ha sido entregado
por mi Padre".
Es como decirnos a nosotros: épor qué maravillarse de
que en mi nombre logréis obrar prodigios y conseguir lo
que nunca habíais imaginado? éNo recordáis que todo
rne Io ha entregado rni Padre en mis manos?
Y añade otra gran verdad: éY qué maravilla es que yo
sea soberano de todas las cosas si conozco al Padre y soy
de su misma sustancia? En la Sagrada Escritura conocer a
un ser significa frecuentemente no ser inferior a é1.
Muy importante la noticia de que el Hijo conoce perfec-
tamente al Padre, porque los judíos se escandalizaban cre-
yendo que cieftas enseñanzas de Jesús iban contra
io que el padre enseñaba en la Sda. Escritura. Ahora
ya saben que el único que conoce perfectamente entre los
i'umanos qué es lo que opina el Padre, es Jesús, y por eso
lo que afirma É1, siempre está totalmente de acuerdo
con lo que afirma el Padre Dios.
Y enseguida nos da otro mensaje de enorme impoftan-
cia: ceuieie alguno conocer al Padre? Somos muchos los
que lo áeseamos. Somos millones los que vivimos deseosos
d" .onocer a Dios: équé píensa, cómo es, qué hace, cómo
nos ama? etc. Pues bien: para los que desean conocer al
padre les traigo Ia fórmula: nadie lo llegará a conocer
si el Hijo no le concede ese gran favor, si el Hijo no
se lo rebela.
que
Desde ahora no nos queda otro camino más Seguro
el de pedirle al Hijo esa gracia formidable: que nos rebe-
le al Padre, que nos conceda conocerlo. Con Felipe le
iá*ot quá áec¡r: "Señor muéstranos al Padre", haz
que lo vayamos conociendo cada día más y mejor'
pero Él nos dará la misma respuesta que le dio al discí-
(s.
pulo: el que me ha visto a Mí, ha visto a mi Padre
Juan M,g). cUando más queremos conocer al Padre,
tanto
y medi-
más debemos tratar de conocer el Hijo, estudiando
tándo su vida y sus palabras en el Evangelio. Y no
olvidar
que te conoz-
que "en esto consiste la vida eterna: en
(Jn. t7,3).
.un u Ti, oh Padre, y a tu enviado Jesucristo,,
 EXPLICAD¡ N" 4
Señor Jesús: que te conozcamos cada día más y
que tu bondad nos haga conocer a tu Eterno padre.
Amén.
vENrD A MÍ TODOS LOS QUE ESTÁIS CANSA-
DOS y AGOBTADOS y yO os ALrvrARÉ (Mr.
70,28). Jesús hablaba a gentes que se esforzaban por
encontrar a Dios y se empeñaban con todas sus fuer-
zas en ser buenos y en cumplir lo que Dios manda,
pero se encontraban con que era algo extremadamen-
te difícil por la debílidad de su voruntad , y cdían fácil-
mente en el desaliento y en la falta de ánimos para
seguir luchando en el camino de ta santidad. Éran
gente como nosotros.
"Venid a Mí todos los que estáis cansados,,. Los
antiguos decían: "Encontrar a Dios es un trabajo muy pe-
sado. Pero hablar de Dios a otras personas es trabajo más
difícil aún". A las personas que están cansadas en su traba-
jo de buscar a Dios y de comunicarlo a los demás, se dirige
Jesús en primer grado. A Dios no se togra llegár con
el
sólo esfuerzo humano: nos moriremoé de ca-nsancio en
mitad del camino. A Dios se llega yendo a donde cristo
a Señor quiero ir a Ti, especialmente cuando esté can-
que nos ayude en este trabajo agobiador. Idéntica
cosa
podemos decir respecto del llevar el mensaje
de Dios a
otras almas: si lo tratamos de hacer por nuestro solas
fuer-
zas sucumbimos a mítad de subida. pero Jesús nos
dice:
*venid a Mí", y con
su ayuda sí rograremos trabajar sin
desfallecer en esta labor mil veces bendita de hr"".
que otros conozcan y amen más a nuestro Dlos.
"Venid a Mí, todos". No éste ni aquél sino todos los
que estáis cansados y agobiados. éY quién no lo está? Ve-
nid, no para que yo os reproche vuestro cansancio y des-
aliento, sino porque os quiero aliviar y llevar al des-
canso (S.J. Cris.).
Aquella leprosa de Agua de Dios rezaba asíen el templo
solitario: "Señor te he ve¡rido a contar nris penas.
Ahora ya tendré valor para soportarlas por tres días
más". Jesús se conviefte en nuestro Cireneo cada día si le
pedimos que venga a "darnos una mano" en esta fatigosa
labor de llevar las cruces de sufrimientos diarios. "Si no
fuera porque Jesús viene en mi ayuda, yo no sería
capaz de soportar estos dolores", decía Sta. Teresita
moribunda. Y otro tanto repetía Juan XXIII en los dolores
atroces del cáncer de sus últimos días. Un San Juan Bosco
que sufre sonriendo, un San Antonio Claret que demuestra
alegría y paz cuando lo hieren con cuchillo afilado, un San
Francisco que se alegra cuando lo humillan, y un San Pa-
blo que exclama: "Sobreabundo de gozo en todas mis
tribulaciones" Za quién deben este don sobre-humano
de sufrir gozando? A Cristo a quien fueron a pedirlo.
sado o agobiado. Iré a Ti con mi oración, y con mi confian-
za total en tu poder y en tu bondad.
CARGAD CON MI YUGO Y APRENDED DE MÍ QUE
soy MANso Y HUMTLDE DE CORAZóN, Y ENCON-
TRARÉrS VUESTRO DESCANSO. PORQUE Mr YUGO
ES LLEVADERO Y Mr CARGA LIGERA (Mt. 10,29).
 EL EVAN G ELID EXPLItrADD NF 4 .I
DDIVIINGO 4, - CICLC] A

"Cargad rni yugo". Los israelitas llamaban*Yugo" las jos y contrariedades, pero todo proporcionado a vuestras
obligaciones que imponía la ley de Moisés. Llamaban Yugo
fuerzas, y siempre iréis por el camino iluminados con la luz
a los 10 Mandamientos y a los deberes que cada día hay
que cumplir. Jesús dice: "Mi yugo es llevadero, es fá-
de mis palabras, fortalecidos con la fuerza de mis ejem-
plos, y animados con la esperanza robustecedora del pre-
cil". En el idioma en que fue escrito el Evangelio se dice mio que os espera al final cuando se abra el libro de cada
con una palabra que significa "mi yugo es bien adapta-
uno y se dé a cada cual lo que ha ganado con sus fatigas
do a cada uno". En Palestina el yugo se hacía de madera, (Apoc. 20). Envíenos Dios lo que nos envíe, ya sabemos
se llevaba al buey que lo iba a soportar y se le medía sobre
que si viene de sus manos está bien adaptado a nuestras
su nuca para que le quedara bien adaptado y no lo fuera a
capacidades (!o grave es andar buscándonos nuevos yugos
lastimar. Se pulía hasta que se adaptara bien al cuello del
con nuestros pecados, porque los yugos que vienen del
buey y no le causara molestias excesivas. Una leyenda cuen-
mal espíritu sí despellejarán nuestros hombros). Dios tiene
ta que Jesús hacía los mejores yugos de Galilea y que la
una tarea para cada uno de nosotros que está hecha a
gente de todos los alrededores iba a su taller de carpintero
nuestra propia medida. "La persona más feliz del mun-
en Nazaret para comprar los yugos más suaves que se po-
do es aquella que tiene que hacer los, oficios que
dían obtener de un artesano. Sabían que un yugo fabrica-
rnás le gusta hacer", dicen los sicólogos. Y es admirable
do por Jesús se adaptaba perfectamente al cuello de quien
ver cómo en nuestra vida el Señor frecuentísimamente nos
lo llevaba y no le causaba molestias innecesarias. Y dice la
confía labores y deberes que en verdad sentimos gusto en
leyenda que había un letrero sobre la puerta del taller de
llevar a cabo. Dios sea bendito por sus detalles.
Jesús de Nazaret y decía: "Mis yugos son los que me-
jor se adaptan al que los vaya a llevar, y los que "'Mi carga es ligera", Un famoso maestro de la ley
menos molestias proporcionan", Ahora y siempre Je- judía exclamaba: "Dios hizo que mi carga se convirtiera en
sús puede repetir su aviso sanamente comercial: "Los yu-
una canción". No es que la carga resulte fácil de llevar, sino
gos que yo impongo son los más adaptados para cada
que el poder de nuestro Dios nos da robustez espiritual
persona. Nunca la hacen sufrir más de lo conveniente o
para subir hasta la cumbre de la eternidad con esa cruz de
más de lo necesaqio".
cada día. Él nos da amor para hacer los trabajos que tene-
mos que hacer y, como dice San Agustín: "Donde hay
"Mi yugo se adapta bien", dice Jesús. Lo que quiere amor no se siente el peso de la labor, y si se siente
decir es lo siguiente: "La vida que vais a vivir, si os dejáis
guiar por las enseñanzas de mi evangelio será una carga
se soporta con el gozo y el valor que produce el
que os lastimará lo menos posible. Tendréis penas, traba-
amor". "Sarna con gusto no pica, o si pica no moftifica'i
dice el pueblo: "Cárceles, grillos, cadenas, no hay tantas
EL__EVA]_\r_tr E-!=l
p _ EXE Ll trAD D Ne z+ 't - tr!q-_L_q_4
P_D_]lL,NF_Q +?

en la ciudad como las que yo deseo sufrir por salvar las puede ayudarnos a llevar nuestras cargas: Jesús. Él es quien
almas" exclamaba San Ignacio. Cuando sabemos que es- nos puede dar lo que tanto anhelamos:
tos trabajos que hacemos o sufrimos los ve Cristo y los
conviete en salvación para nosotros mismos y para otros,
nuestra carga se convierte en una canción. Hay una bella
historia de un misionero: Encuentra a una muchacha en-
ferma y débil llevando a un niño enfermito sobre sus hom-
bros. El misionero le dice: "éY no te cansas con esa
carga?". La niña le responde: No, Es que esto que llevo no
es una carga: es mi hermano". Asíel peso se siente me- NOTAS
nos. Las cargas,que impone Jesús se sienten mucho más
tivianas porque El infunde el amor que las hace adaptadas
y llevaderas. Gloria a Dios por este nuevo detalle de
su amor,

"Venid a Mí". Hay que ir a Jesús. Porque éde qué sirve
tener un millonario amigo si tú estando en la miseria no vas
a pedirle ayuda? iDe qué te valdrán todos los remedios del
hospital si estando enfermo no pides que te los proporcio-
nen? Dos hombres agonizaban. Ambos padecían espanto-
sos dolores. El uno exclamaba: "Jesús, Jesúsr.Iesús ay'ú-
dame", y murió como un santo, lleno de paciencia y de
amor. Se llamaba Juan XXIII. El otro sólo confiaba en las
medicinas y en los médicos, pero cuando ya la moffina no
logró calmar los dolores de su cáncer, sacó de la mesa de
noche un revólver y se pegó un tiro. Era una famoso actor
mexicano. Moría en el mismo día en que Juan XXIII volaba
al cielo, pero terminaron de muy distinta manera, porque
el uno solamente buscó la ayuda de médicos y enférmeras
y medicín?s, y el otro en cambio supo recurrir al único que
escoge a los mediocres. Eso mismo decía S. pablo a los
Corintios: "No sois muchos tos doctores ni los ricos,,.
La mayor pafte de Ias veces la gente más dispuesta a reci-
bir la Palabra de Dios es la gente no brillante. Según S.
Pablo: "Dios escogió a los necios para confundir a
los sabios, y d lo que no es para confundir a lo que
si es", y con eso hizo la revolucíón religiosa del mundo.
Los profetas hablaban a los ..pobres de yahvé,,. eui-
zálos primeros 12 Apóstoles no serían capaces de sostener
una conversación a "la altura,, de los letrados de ese tiem-
po. Pobres de Yahvé eran María, José, Ana, Simeón etc.
Si Jesús hubiera obrado de otra manera, los más religio-
sos serían los premios Nobel, los campeones mundiales de
EL EVANGELIO EXPLItrADE NA 4
Ajedrez y los profesores de Universidad... pero es que para
llegar a Dios no basta tener talento especial, ní se necesita,
lo que hace falta es una buena disposición interior, y un
corazón abiefto a las insinuaciones de Ia gracia.
Lo que sí es cierto es que para que Dios nos revele sus
místerios tenemos que ser unos pobres de corazón,
no engrcídos, unos niños espirituales. Desconfiar siem-
pre de nosotros mismos y depender de Dios como un niño
de sus padres.
No te afanes porque eres una personita sin impoftancia
en la tierra; alégrate porque tienes un puesto impoftante
en el Reino de Dios.
Venid a Mí Cada persona, lleva en su alma un peso de
angustias y penas. Y es algo oxigenantemente consolador
que un Dios Todopoderoso invjte a "los escupidos por la
suette" a que le permitan a El ayudarles a llevar su pesa-
do sufrimiento. Invita a los oprimidos por la conciencia, a
los que derraman lágrimas, a los que encuentran demasia-
do dura esta vida.
PERO NO PROMETE SUPRIMIR LA ANGUSTIA:
entre suprimirla y aliviarla !e parece mucho mejor ali-
viarla. Es que sabe que sin cruz no subimos al cielo.
Nadie se forma sin sufrimiento. Hijo criado sin hacerlo
sufrír en nada, será un merengue inútil. Soldado forma-
do sin hacerlo padecer, saldrá corriendo ante el enemi-
go. Por eso el Señor en vez de quitarnos las penas las
alivia y nos da fueza para sobrellevarlas. Como hizo el Padre
con Cristo en Getsemaní cuando le pedía que le apaftara el
cáliz de amargura. No le alejó el amargo cáliz pero sí le envió
un ángel a consolarlo y le concedió enorme coraje y total
generosidad para subir al calvario.
ÉY qué remedio mágico propo e lesús para ali-
viar las penas? Algo bien raro: tomar su yugo. En la men-
talidad israelita tomar el yugo de alguien era aceptar las
enseñanzas de un jefe, obedecer los mandatos que él daba
y procurar imitarlo en su modo de obrar.
La promesa de Jesús es pues: Os aliviaré de vuestras
penas si entráis a ser discípulos míos, si ernpezáis a cum-
plir lo que os enseño y a imitarme en mi modo de vivir.
Y este alivio es palpable aún en la actt¡alidad.
Siquiatras notabilísimos han notado que la religión alivia
enteramente la angustia. William James, el sicólogo nor-
teamericano, decía que el único remedio infalible que
había encontrado para vencer la angustia era una fe to-
tal en Dios. Y que no había encontrado jamás en su vida
una persona que tuviera una fe total en Dios y que hu-
biera sido dominada por sus angustias. La Haye escribió
un libro muy famoso titulado "Cómo vencer ia depre-
sión", y allí el primerísimo remedio que aconseja des-
pués de una experiencia de 45 años curando personas
deprimidas es este: "Vaya cionde t;¡os corl 5t¡ cra-
c¡dn. Deposite su confianza en Jesucristo, Y Él ¡e
llenará de paz y de consuelo".
EL EVAN E ELItr EXPLItrADtrl NA 4

En el consultorio de un famoso médico especializado en

sistema nervioso hay esta leyenda irónica: "éPara qué
rezar si puedo preocuparme?", con lo cual e! especia-
lista quiere decir a su cliente aún antes de saludarlo: le
quedan dos alternativas: o confiar a Dios sus angustias o
vivir siempre lleno de preocupaciones; o dar a Jesucristo
sus penas para que las alivie o echárselas Ud. solo al hom-
bro y morir aplastado por ellas, maldiciendo y con úlcera,
jaqueca y neurosis.

En el mejor libro que hay en la actualidad para vencer la

melancolía y la depresión, y gu€ se llama "secretos para
triunfar en la vida", se narra que una mujer se iba a
suicidar, pero oyó en el radio una canción que decía: "Zpor
qué no hace la experiencia de poner en manos de Dios sus
penas? Verá cómo se las sabe suavizar",y sa dedicó a
Volvió Jesús a Galilea, donde curaba a los enfermos yproclamaba por todas par-
confiar en el poder y la bondad de Jesucristo, llegando a tes: "El reino de Dios se acerca". Un sábado leía en Nazaret, su pueblo natal, el pasaje
ser una de Ias personas más alegres de su vecindario. Co- del profeta Isaías, donde se dice de É1: "El Espíritu del Señor está sobre mí. Él rne ha
loquemos nuestros pesares en el Corazón grande y enviado a predicar, curar y liberar a los oprirnidos.

fraternal de Cristo y cuando las volvamos a tomar

habrán perdido la mayor parte de su peso y de su
repugnancia. Hagamos la prueba. Nada nos cuesta.

Quien confía en Dios de nada teme, porque Dios

es su esperanza (S. Biblia, Eclesiástico).

Al oír esto se irritaron quienes se hallaban en la sinagoga y lo echaron de

allí, pues para los nazarenos era sólo el hijo de José, el carpintero, y no tenía
derecho a hacerse pasar por enviado de Dios. Jesús les dijo: "Ningirn profeta es
bien acogido en su tierra".
DÜMING(} L4(, I CICL(} B sión, no será siempre fácil. cuando Dios manda a una
PRIMERA LECTURA: Del Profeta
Ezequlel: 2t2-5,
"Oíque el Señor me decía: te envío a un pueblo rebelde
que se ha rebelado contra mí. Sus padres me han ofendido
y también sus hijos son obstinados y testarudos. A ellos te
envío para que les digas: "Esfo dice el Señor'i Te hagan
caso o no te hagan caso ellos (pues son un pueblo
rebelde) sabrán que huba un profeta entre ellos",
El profeta es un delegado de Dios que viene a traer
mensajes del Señor del cielo. Su oficio es transmitir
estos mensajes, Que le hagan caso o no le hagan caso,
eso ya no es oficio suyo, sino responsabilidad de cada oyen-
te. La responsabilldad del profeta es no callar los mensajes
que Dios le manda comunicar.
Pueblo rebelde.
Para cada uno de nosotros el peligro es poftarnos como
"pueblo rebelde" que no hace caso a los mensajes que
Dios nos envía por medio de la Sagrada escritura, espe-
cialmente por medio del más grande y santísimo profeta:
Jesucristo.
Te hagan caso o no te hagan caso. La misión de
los profetas, o sea de los que traen mensajes de conver-
persona a advertir a las gentes acerca del peligro
de seguir viviendo en pecado y en vicios y de la
necesidad de empezar una vida de mayor amor a
Dios y al prójino, muchas veces quien lleva estos mensa-
jes resulta víctima de la incomprensión y sólo unos pocos
le hacen caso, mientras la mayoría mira sus llamadas con
desprecio e insiferencia y a veces hasta con hostilidad. Sin
embargo el mr:ndo necesita con urgencia de estos predi-
cadores y catequistas que no dejen a las almas dormirse
en el sueño de la muerte espiritual y descendiendo por el
camino del descuido hasta el desastre eterno.
Dios no nos preguntará acerca del éxitq que tuvieron
nuestros Sermones O catequesis, sino acerca del esfuer-
que vienen a robar al alma!
gALIútO 1'22: Nuestra alma está saciada del sar-
Éesmü de lss satisfechos, y del desprecio de los
orgullosos. Es como un eco al lamento de tantos
evangelizadores que tienen que predicar a gentes que
como "puebio rebelde" no hacen caso a los mensajes
que Dios les envía,
E !_
-
EyA \LE E1-lq IXE-LI-c-A_P-D--_|! " --4
SEGUNDA LECTURAT 2a Corintios
L2,7-10.
"Hermanos: por Ia grandeza de las revelaciones que
he recibido, para que no me llene de orgullo, he recibido
una espina en Ia carne, un emisario de §afanás que
me apalea para que no sea orgulloso".
San Pablo, el gran predicador podía sentir la tentación
del triunfalismo. Imaginarse que era é1, que eran sus cua-
lidades, la causa de tantas conversiones. Entonces Dios le
permite debilidades de todo género: enfermedades,
incomprensiones, y tentaciones. Esto le moftiflca pero
!c mantiene humilde,
Una espina en la carne. La palabra original significa
también "una estaca". O un aguijón. Ya nos podemos
imaginar lo incómodo que ha de ser caminar con una esta-
ca clavada en el pie o trabajar con una aguda espina meti-
da entre la carne. Es un dolor casi salvaje. Y qué decir del
dolor que produce el aguijón envenenado de un animal
ponzoñoso?
éEn qué consistía esa espina?
San Jerónimo y Tertuliano, autores antiquísimos, creen
que se trataba de una molesta jaqueca que atormentaba
continuamente (fue Ia molestia de Santa Teresa y de San
Juan Bosco y de muchos otros santos. A Don Bosco su dolor
de cabeza le duró 40 años y exclamaba: "Parece a ratos
que se me va a saltar el techo de la cabeza, de tan-
to dolor"),
Para Holzner, especialista moderno en San Pablo, esa
espina pudo ser la enfermedad de fríos y fiebres o paludis-
mo, que adquirió en sus continuos viajes por esas tierras
tan llenas de mosquitos A ratos tiembla uno de frío y poco
después le parece estar ardiendo, por la sofocante fiebre.
Es una enfermedad que puede durar 20 o más años en
quien la contrae.
Para Lutero se trata de la oposición continua que mu-
chos presentan al mensaje de Pablo y de la in.diferencia y
desprecio que otros demuestran hacia lo que él enseña.
Para que no sea orgulloso.
Para los profetas el destino final de una persona depen-
de en gran parte de écuál sea el polo que le atrae y qué le
hace otrar: si el orgullo o la humildad. Si darle gloria a
Dios o buscar su propia vanagloria. Y Dios quiere librar a su
muy amado apóstol del peligro horrendo de dejarse atraer
por el orgullo y de dedicarse a seruir a la propía vanagloria.
Las limitaciones y miserias humanas nos hacen re-
cordar que Dios nos puede quitar en un momento
todo lo que nos enorgullece.
,,Ires veces te he pedido al señor verme libre de esto, y
me ha respondido.. "Ie basta mi gracia, La fuerza se
realiza en la debilidad",
EL EVAN G ELI D EXPLI CADD Na4
Pablo oró al Señor para que le librara de tan molesto
mal, y DÍos le respondió como acostumbra hacerlo: No li-
brándolo de lo que hace sufriro sino concediéndole
fuerza y alegría para sobrellevar sus contrarieda-
des. (Hasta hacerle exclamar después: sobreabundo en
alegría en medio de mis penas y sufrimientos) Dios no ale-
ja muchas veces lo que nos hace sufrir, pero nos concede el
valor suficiente para saberlo sopoftar.
A una religiosa le oímos decir una vez: "Me sobrevino
un dolor tan intenso en las encías que me parecía
que iba a enloquecer. Visité médicos y homeópatas. Tomé
remedios y me sometí a tratamientos, pero el dolor seguía
ahí sín disminuir. Oré mucho pidiendo al Señor que me li-
brara de esta molestia, pero al fin cambié mi petición: "Mi
lruen Dios -le dije- puede ser que no sea de tu agra-
do apaftar de mí este dolor agobiante. Entonces con-
cédeme el valor suficiente y alegría para sopoftarlo por Tí y
por la salvación de las almas"-. Ahora mi dolor sigue ahí lo
mismo, pero yo he recibido una fortaleza ta! que nin-
guna de mis alumnas al verrne siempre alegre y fes-
tiva podría ni siquiera sospechar lo que estoy su-
friendo. Solamente mís superiores y el médico están al
corriente de Io que sufro. Los demás lo ignoran y yo me
admiro del valor que el buen Dios puede conceder para
saber sobrelleüar la cruz que El mismo nos envía",
"Le he pedido al Señor verme libre de esto'i
Es perfectamente normal que le pidamos al Señor que
aleje de nosotros los males que nos atormentan. También
lesucristo en el Huerto pidió tres veces al Padre Celes-
tial que alejara de El aquel cáliz de la amargura que lo
iba a atormentar. A Jesús no le alejó el Padre el cáliz de
la amargura, pero le envió un ángel a que lo consolara,
y en adelante durante toda su Santísima Pasión le con-
cedió un valor extraordinario. Puede ser que también
con nosotros obre Io mismo. En nuestro futuro pue-
den venir espinas/ estacas hirientes, ponzoñas
que hagan estremecer de dolor. Tenemos todo el
derecho a pedir por tres y tres mil veces a Dios que nos
libre cie esos males, pero con tal de que siempre le diga-
mos las palabras maravillosas de Jesús en Getsemaní:
"Padre: Que se haga tu Santa Voluntad",
Te basta mi gracia. !
Para tu cansancio físico. San Antonio Claret predica-
ba hasta 9 sermones diarios, confesaba, visitaba enfermos,
escribía libros, propagaba buenas lecturas, dirigía misio-
nes, ayunaba, leía y trasnochaba rezando y se mostraba
siempre tan fresco y lozano como si estuviera descansando
en el más lujoso hotel del mundo. La gracia de Dios hace
resistente al apóstol ante el cansancio.
Por tus dolores y enfermedades: Santa Teresita ya
moribunda exclamaba: Nunca me había imaginado que
fuera a sufrir tanto. Pero tampoco imaginé jamás que
Dios me fuera a conceder tanta fortaleza y tanta paz
en el sufrimiento". Sus sufrimientos eran atroces, pero
la gracia que Dios le concedía era suficiente y le bastaba
para soportarlos.
EL EVAN G ELItrI EXPLItrADt] NA 4
Para soportar a los que se te oponen y te ca-
lumnian.
Dicen que Jesús pasó por entre las oposiciones y calum-
nias de su Santísima Pasión, "vestido de silencio,,. Ha-
bía recibido una gracia suficiente para soportar esos males.
É1, como tantos de sus santos seguídores, podía repetir la
frase que dijo Arquelao cuando le preguntaban por qué no
se había irritado cuando un opositor le tanzó un balde de
agua por la cara: "Es que no me tiró el agua por lo
que yo soy sino por lo que pensó que yo era,,. Es
muy consolador el constatar hasta qué grados de heroísmo
permite llegar la gracia de Dios, a los seguidores de Jesús,
en soportar oposiciones y calumnias. No nos libra de la
oposición, pero nos concede fuerzas para aguantarla.
Mi fuerza se manifiesta en la debilidad.
Lo hermoso de nuestra vida de creyentes es que encon-
tramos junto a nuestra humillante debiridad una tan mara-
villosa ayuda de la gracia de Dios, que en cada vez que
aparecen nuestras miserias a querernos hundirnos en el
abismo del desaliento y de la desesperación, se le pre-
senta al señor una nueva y forrnidable opoftunidact
de intervenirpn nuestro favor y hacernos salir adelante.
Bendito seas por siempre Señor.
Todo apóstol, todo creyente debe reconocer que ha re-
cibido de Dios valiosos carismas y admirables cualidades
para triunfar en muchos frentes, pe!-o reconocer también
e_n_f!_ll_G_o---1 4e - atcLp E
que es déb¡|, lleno de defectos, y que en muchos aspectos
de la vida tiene que aceptar sus limitaciones. No hay que
conveftir en tragedias las propias carencias, sino dejar a
Dios obrar maravillasr confiando en su fuerza maravillo-
sá, y permitiéndole realizar proezas por medios despro-
porcionadamente débiles, como Io acostumbra a hacer
continuamente.
"Por eso muy a gusto presumo de mis debilidades, por-
que así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo
contento en medio de mis debilidades, de los insul-
ios, de ias privaciones, las persecuciones y las diftculta-
des sufridas por Cristo, porque cuando soy débil entonces
soy fuefte'i ,
San Pablo termina por aceptar gustoso su lirnitación y
renuncia al deseo de verse libre de sus males. Termina por
someterse a la Voluntad de Dios que le ha hecho compren-
der que "a los que aman a Dios, todo les sirue para el
bien". Se alegra al pensar que mientras más déb¡l se sien-
te un seguidor de Cristo, más puede brillar en é1, el poder
maravilloso de su Redentor.
El humilde desconfia de sí mismo pero confía en Dios.
Sabe que es barro y no un semidios: pero tampoco olvida
aquella promesa repetida por Dios en la Biblia:"Yo nunca
te abandonaré".
El humilde no se acobarda, pues sabe que Dios puede
hacer en cada uno de nosotros obras muy grandes, como
EL EVANGELI! EXPLICADD ND 4
lo d¡-o Ia Virgen María en su Magnificat. Pero ser humilde
es reconocer que somos débíles, inclinados al mal, capaces
de todas las deslealtades, de todas las bajezas, si Dios
con su gracia no nos sostiene. Es recordar que somos
nosotros pobres creaturas con todas las consecuencias de
ser simples creaturas, y no seres impecables o incorruptibles.
San Pablo es humilde pero no apocado. Como creyente
humilde sabe que todo lo puede si es ayudado por la gracia
de Dios, y que aún con toda su debilidad, puede llegar a
ser fuefte por la fuerza incontenible que recibe de
Cristo Jesús.
El apóstol en este hermoso pasaje al reconocer su pro-
pia debilidad, está obedeciendo a aquel mandato del pro-
feta: "Lo que el Señor desea de Ti es que te conser-
ves humilde delante de Dios" (Miqueas 6) y Santa Teresa
comenta que esta es la puefta, el salón de entrada al pala-
cio de la santidad. Y que la primera de las siete moradas o
pisos del edificio de la santidad se llama humildad: reco-
nocer la infinita debilidad propia y el inmenso poder de la
ayuda que la gracia de Dios puede concedernos.
EVANGELIO: San, Marcos, 611-6.
Fue Jesús a su tierra en compañía de sus discípulos.
Cuando llegó el sábado empezó a enseñar en la sinagoga.
La multitud que lo oía se preguntaba asombrada: "éDe dón-
de saca todo esto? cQué sabiduría es esta que te han ense-
:it-jLü
=
ñado? ¿Y esos milagros de sus manosT lNo es éste el car-
pintero, el hijo de María? éY sus hermanos no son Santiago
y José, ludas y Simón? éY sus hermanas no viven con no-
sotros aquí?". { destonfiaban cte Ei,
lesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado,
y allí el día de fiesta pasó adelante a comentar la página
de la Sagrada Escritura que correspondía a esa semana.
Cada sábado, el encargado de la Sinagoga encargaba a
alguno de los más instruidos del vecindarío para que
comentara el párrafo bíblico correspondiente a ese día.
Los israelitas tenían la Biblia dividida en 156 pasajes de
manera que en tres años se leyera toda entera, un pa-
saje cada sábado y el de este sábado le correspondió
comentarlo a Jesús. Y su exposición fue tan brillante que
todos se quedaron boquiabiertos. Ellos podian decir lo
que más tarde responderán |os policías enviados por los
Sumos Sacerdotes a poner preso a Jesús y que en vez
cle apresarlo se quedan escuchando sus sermones: "Ja-
irlas hornbre alguno na hablado, tan sumamente
rien corno habla este hombre" (Jn. 7,46). Señor:
que te escuchemos síempre con admiración. Que no dis-
minuya jamás en nosotros Ia capacidad de admirarnos
ante tus sublimes enseñanzasl
El Carpintero. El sencillo obrero. El hombre de la calle.
Uno de tantos. Verdaderamente siendo Hijo de Dios renun-
ció a los honores que merecía por su divinidad y se humilló
hasta hacerse un hombre cualquiera. Por eso Dios le glori-
ficará y le dará un nombre sobre todo nombre (Filip. 2).

Jesús enseña con sus 30 años de "carpintero" que
cada uno puede encontrar la santidad en el oficio que hace
y la profesión que ejerce, aunque sea humilde, con tal de
que sea un oficio honesto. Jesús fue el mejor trabaja-
dor del mundo. Pero su trabajo en aquellos primeros 30
años de su vida no fue brillante ni espectacular. Era como
el de la mayoría de nosotros: un trabajo gris: todos los
días a las mismas horas los mismos oficios. Pero estos ofi-
cios ofrecidos por amor a Dios y por la salvación de las
almas, adquieren un valor infinito, y un día constataremos
con alegría que no hemos trabajado en balde.
El hijo de María:
Hermoso título. Y sobre todo glorioso
para la Santísima Madre. Que al Redentor del mundo, al
Salvador de los pecadores, al Juez Universal se le llame:
"El Hijo de María". Es un nombre que afortunadamente
se nos puede dar a cada uno de nosotros: "El Hijo de
María", porque en la tarde del Viernes Santo, Jesús nos
encomendó a María para que nos recibiera como hijos, y
nos la recomendó a Ella como a madre nuestra. "He ahí a
tu hijo" le sigue diciendo, señalándonos a ti y a rní.
En verdad somos "hijos de María".
"Sus hermanos Santiago y José. Judas y Simón y sus
hermanas'i
Recordemos que en el idioma de aquella región no exis-
tía una palabra especial para nombrar a los primos y pri-
mas hermanas, sino que a todos los descendientes de un
mismo abuelo se les llamaba sencillamente "hermanos",
DOMINGD 1 4A - CICLC B
Volvamos a recordar que Abraham llama "herma-
lio" a Lot, (Gén. 14) pero Lot es sobrino suyo. Y que
lacob llama "hermano" a Labán (Gén. 29) el cual es su
tío. Sencillamente llamaban hermanos a los que descen-
dían de unos mismos abuelos. Estos aquí nombrados:
Santiago y José, Judas y Simón etc., bien pueden ser
hijos de alguna hermana de María, y resultarían primos
hermanos de Jesús y sobrinos de la Sma. Virgen. Que
lesús no tuvo verdaderos "hermanos" carnales, y que
María Sma. no tuvo más hijos sino solamente a Jesús, lo
demuestra el que el Redentor en la cruz confía su Santí-
sima Madre a Juan Evangelista. Si María hubiera tenido
más hijos, Jesús no la habría confiado a un extraño sino
a los hijos de Ella. Pero María no tuvo sino un solo y
único hijo: su santísimo Hijo Jesucristo. '|
Y desconfiaban Ae É1.
Es uno de los peores desastres que puedan suceder a
una persona: Desconfiar de Jesús. Desconfiar es: no con-
fiar. No tener esperanza en una persona, Así como el
salmista exclama: "Señor: dichoso el que confía en Ti",
así se podría repetir: "Pobre, infeliz y desdichado el
que no confía en Jesús!".
Un gran santo enseñaba: "Muchísimas de las pre-
ocupaciones que nos angustian se deben a que no
confiamos lo suficientemente en Jesucristo, en su
poder, en su amor y en su deseo de ayudarnos y de
defendernos". Y añade: "A veces al leer las pro-
EL EVANGELItr EXPLICADO NA 4
mesas de Jesús nos parecen demasiado hermosas
para,que sean ciertas, pero es porque se nos olvida
que El pensó muy bien cada palabra que iba a decir, y
no dejará de cumplir ni una sola de sus promesas. Al
final de nuestra vida tendremos que repetir lo que
dice la Biblia en el primer Libro de los Reyes: *El
Señor no ha dejado sin cumplimiento ni una
sola de las bendiciones y ayudas gue nos había
pronretido".
Jesús decía:"No desprecian a un profeta más que
en su tierra entre sus parientes y en su casa,
Cómo suenan de oportunas aquí aquellas palabras
del Antiguo Testamento: "El Señor Dios envió avi-
sos a Israel por medio de sus mensajeros porque te-
nía compasíón de su pueblo. Pero ellos se burlaron
de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras
y se burlaron de sus profetas, hasta que se encendió
la ira del Señor contra su pueblo hasta tal punto que
ya no hubo remedio (Crónicas 36). Ante esta noticia
triste no podemos sino repetir lo que el pueblo excla-
maba cuando Jesús anunciaba los castigos que espe-
ran a quienes se oponen a los planes de Dios: "Que
Eios nos libre de tan gran desastre!". Señor: que
no despreciemos jamás un mensajero tuyo o las en-
señanzas que nos envías por medio de alguno de tus
profetas o evangelizadores.
DOMINGO 'I 4I - CICLO B
"No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos
enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su fal-
ta de fe'i
No es que se haya dísminuido el poder de Jesús, es
que el milagro se produce proporcionalmente a Ia fe del
que lo va a recibir, Jesús repetirá muchas veces: "Se-
gún sea tu fe, así serán las cosas que te sucede-
rán". Pero si la fe se queda en cero, los milagros también
se quedan en cero. Si la fe no existe, los milagros no se
producen. No porque Dios no pueda o no quiera hacer-
los, sino porque El ha puesto esa condicién para conce-
derlos.
5e extrañó de su falta de fe. ,
Señor: que jamás haya que afirmar algo semejan-
te de nosotros. Que nos falten muchas cualidades más,
pero que jamás nos falte la fe en tu poder y en tu
bondad. Es difícil a ratos creer en que tu ayuda llega-
rá a su tiempo y en la medida necesaria. Pero quere-
mos creer, y que nunca tengas que quedarte extrañado
al ver nuestra falta de fe en Ti. Te ruego por los que
no creen. Te suplico por los que desconfían de
tu ayuda, de tu generosidad o de tu poder para ayu-
darlos. Te pido por" los que tienen falta de fe.
El ¡nal de nuestro tiempo es la falta de fe. A cada
uno de nosotros se nos puede aplicar lo que Santo Domin-
go Savio dijo en una aparición al educador que lo formó:
"En tu vida habrías logrado el doble de éxitos de los
EL

."fi

#ffifw-Hü\§ #,#
gue has obtenido, si hubieras tenido un poquito más
de fe en Dios y en su poder y en su bo¡rdad,,. Muchas T

personas más hubieras podido ayudar a salvar si hubieras

f ! .,f'=tt E 6l¡it
,¡
creído un poco más". -y como San Juan Bosco, al oír este t*, á \*" [* 'i.l
"i:. r¡.

mensaje tendremos que exclamar: '.Es verdad. Señor, au_

menta nuestra fe. Ayuda mi incredulidad. Amén.
JESUS ENVIA A LOS 72

Lo,s envic connü oveifis

B,tl, f:ll'ediiO d'e l,Obos

D(}Mf,n¡GO 14o r CICLCD C
..t , . , ¡
Añ()S ZO OZ -2,OIÍO;ZO1B*.2O 16_2(} af)
Del Profeta Isaías
*Festejad a Jerusalem, gozad con ella, todos los que
la amáis. Alegraos de su alegría. Haré derivar hacia ella
como un río de paz. Y como un torrente las riquezas. Lleva-
rán en brazos sus creaturas y sobre las rodillas las acaricia-
rán. Como a un niño a quien su madre consuela, así
os consolaré yo; en Jerusalem seréis consolados. Al ver-
lo se alegrará vuestro corazón y vuestros huesos florecerán
como un prado. La mano del Señor se manifestará a favor
de sus siervos'i
Dios quiere que se sienta su presencia salvadora. Quie-
re intervenir a favor nuestro como una madre cariñosa a
favor de su hijito pequeñito, y anuncia que sus bendi-
ciones nos inundarán como un río feftilizante que llena de
frescor a los campos.
Esta primera lectura de hoy la proclama la lgle-
sia como Cántico de alegría en los Laudes del último
jueves de cada mes. Es un himno escatológico que nos
habla de lo que será la Jerusalem del futuro, !a Comunidad
de los que aman a Dios. El Espíritu Santo nos repite
hoy a nosotros estas buenas noticias dadas por Isaías
hace 25 siglos. También el pueblo cristiano es invitado hoy
Dov]§Eq 14? - ctcLp c
a sentir alegría al pensar en las bendiciones tan inmensas
que Dios tiene preparadas para Ia Jerusalem cetestial, la
reunión de los que siguen a cristo. No somos una proce-
sión de entristecidos, que cantan himnos fúnebres, sino
una gozosa peregrinación de creyentes que marchan opti-
mistas hacia Jerusalem celestial donde la paz inundará las
almas como el río Eufrates inunda sus llanuras cercanos,
donde- las riquezas de las bendiciones de Dios nos
v
lleganán copiosas como un incontenibre torrente, y
se alegrará para siempre nuestro corazón. Hemos sentido
tristezas de luto al ver los males que afligen a nuestra Igle-
sia, pero un día sentiremos inmenso goio at constatar
[ue
la mano del señor se manifiesta a favór de los que lo aman.
Esta lectura quiere recordarnos que Dios es amor y que
su amor hacia nosotros no ha cesado ni ha disminuido.'Dios
no ha olvidado a nuestra Jerusaleffi, , nuestra xgle-
sia, a nuestra congreEación de creyentes. Hemos
sufrido a causa de nuestros pecados, pero nos esperan
ale-
grías para el futuro, a causa del amor verdaderamente
maternal que Dios siente hacia cada uno de nosotros. Dios
no abandona jamás a su pueblo.
SALMO 65: Venid a ver las obras de Dios.
Este es un salmo destínado a recordar las maravillas
que Dios ha obrado a favor de los que creen en É1.
Re_
cuerda que Dios deja pasar por muy graves pnJe_
bas a sus seruidores, pero que siempre term¡ña interyiniendo
poderosamente para ayudarros. Er sarmo contiene
un pro-
 EL EVAN G ELID EXPLItrADC] §O 4
pósito que ningún cristiano debería dejar jamás de cumplir.
"Contaré lo que Dios ha hecho en mi favor,,, potas
cosas encienden el feruor y la esperanza de los demás como
el narrarles los prodigios que uno ha obtenido de Dios cuan-
do le ha suplicado confiadamente, y cómo el Señor no ha
rechazado nuestras súplicas ni nos ha retirado su favor.
SEGUNDA LECTURA: Cafta a los Gálatas:
6,14-f.9,
"Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nues-
tro Señor Jes do está crucificado
para mí y yo que cuenta no es
circuncisión o del
tura nueva,i
san Pablo presenta una teología cristiana acerca de la
cruzy del sufrimiento en Ia vida del creyente. Está conven-
cido de que por medio de la cruz de los padecimien-
tos se puede llegar a la resurrección de la gloria,
como Jesús. Por eso insiste en que es necesario vivir cru-
cificados con Cristo al pecado, al mundo y a la carne, y no
gloriarse sino en la cruz del señor. Er apóstol en su vida ha
procurado identificarse con esa doctrina que enseña, hasta
el punto de poder exclamar: "ltevo en mi cuerpo las
marcas de Je5ús".
San Pablo considera la cruz de
fuente de prestigio para un apósto
le ha extinguido el atractívo que el
DDtM'iGü i-i CICLú a
ciones terrenas pudiera ejercer sobre é1. Ya que se siente
crucificado con Cristo, también el mundo queda crucificado
respecto a él y él para el mundo. Calmado el atractivo hacia
lo mundano, esto lo lleva a lo que más desea el apóstol:
llegar a ser creatura nueva, dejando el antiguo camino del
pecado.
cSigo yo por el camino viejo de mis pecados? iViajo
todavía por el antiguo y engañoso modo de pensar mun-
dano y carnal? if¡le esfuerzo po!' crucific:¡r mis de.
seos c::rr:ailes y mis ambiciones mundanas, con tal de
poder gloriarme en la cruz de Cristo y llegar a ser creatura
nueva, renovada, para poder acompañarlo en la gloria
cielo?
,
t-ler"'o er: mi cuerpo las marcas de Jesús.
Es una frase desconcertante. Así como un esclavo lleva
en su cuerpo la marca de su dueño, San Pabto lleva las
ír'¡arcsri c{e Jesus que son sus sufrimientos. La vida
llena de penalidades, la interminable serie de sufrimientos
que enumera en sus cartas, han quedado en su cuerpo
como una marca que lo distingue como flel discípulo de
Jesús e! Crucificado, el Hombre de dolores.
Dicen de un muchacho que al saber que las manchas
que su padre tenía por todo el cuerpo, se debían a que
estando su hijo pequeñito se había lanzado aquél hom-
bre en medio de las llamas por salvarle la vida en un
incendio, eljoven exclamó emocionado. "Ahora te quie-
EL EVAN G ELID EXPLItrADD NA 4
ro dos veces: una porque eres mi padre, y otra porque
te has sacrificado por mí hasta el grado de que tu cuer-
po quedara tan manchado". Algo parecido podrá decir
Dios acerca de San Pablo y de muchos de nosotros: "Te
quiero dos veces: una porque eres mi hijo, y otra por-
que has soportado de tal manera los sufrimientos que
permití que te llegaran, que tu cuerpo ha quedado mar-
cado con las señales de Cristo Crucificado.
Algunos creen que estas "marcas de Jesús" pueden
ser las estigmas, o sea Ia reproducción de las cinco heridas
de Jesús: las de las manos, los pies y el costado, como
sucedió a San Francisco de Asís, a Santa Catalina, y al
Padre Pío de nuestros tiempos. Estas personas recibieron
en sus manos y pies y costado unas heridas muy parecidas
a las que los clavos y la lanza hicieron a Jesús, y muy dolo-
rosas, y les duraron mucho tiempo. Si San Pablo tuvo tam-
bién esta particularidad, muchos lo creen, pero no lo
sabemos. Lo que sí estamos seguros de que lo que
conseruaba con santo orgullo el gran apóstol eran las
cicatrices de los malos tratos soportados por extender el
Reino de Cristo.
Hay relación entre amor y sufrimiento. Mientras
más se ama, más capacidad hay para sufrir. Los que aman
poco, tienen también poca capacidad para sufrir. Pero si
queremos no tener cruz ni s frimientos nos quedamos sín
camino para llegar al cielo. San Pablo, como muchos otros
seguidores de lesús, recordando lo que ha sufrido por amor
a Cristo, puede repetir lo que aquel gran santo dijo al mo-
DOMINEE] 14A - CIGLtrI E
rir: "Nunca me imaginé que se sintiera tanto honor
y se experimentara tanta alegría al sufrir por amor
a Nuestro Señor".
Santa Teresita recordaba que la marca que Jesús coloca
en el alma de sus seguidores es la cruz de sus sufrimientos,
y repetía: "No ¡ne extraña que Dios me colme de tan-
tos dolores. Es que a través del sufrimiento se logra que
muchas almas vuelvan a Jesús y que nuestra vida se vuelva
cada vez más semejante a la del Divino Redenton ZY qué
mejor que esto?".
EL EVANGELIOT S. Lucas fo, 1,-12:
"El Señor designó otros 72 y los envió por delante de
dos en dos a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir'i
San Lucas es el único que narra esta expedición, Ya no
son los 12 apóstoles los que van a misionaq sino 72 discí-
pulos más. Jesús va entrenando a sus futuros
evangellzadores. Hay que echarles el agua para que
aprendan a nadar. Hay que ir practicando. De dos en doso
porque el ir acompañado anima y defiende. Todos
los maestros de apostolado han seguido siempre esa prác-
tica: enviar a sus jóvenes discípulos a entrenarse en el
apostolado, de dos en dos, por tierras alejadas, para que
experimenten que sí pueden, con la ayuda de Dios, con-
veltirse en evangelizadores y lograr cambios y con-
versiones,
EL EVANGELID EXPLICADtr) NO 4
A los sitios a donde pensaba ir:
Así cuando lesús llegaba a algún lugar ya la gente,esta-
ba preparada para escuchar sus mensajes y recibir sus
admirables favores.
Muchos de nuestros jóv'enes catequistas puedenir pre-
parando las almas para que Jesucristo les hable. No
tengamos miedo en lanzar a la gente joven al apostolado.
Nada consigue tantas vocaciones como encaminar a la ju-
ventud a hacer apostolado.
"Y les decía: La mies es abundante y los obreros pocos.
Rogad pues al dueño de la mies que envíe obreros a su
mies'i
Pocas oraciones que agraden tanto a Dios como
aquella que le dirigimos para que nos envíe santas
y numerosas vocaciones para;el sacerdocio, para la vida
religiosa y para el apostolado laical. Le agrada porque Je-
sús ordenó que la hiciéramos.
La mies es mucha: los obreros pocos.
Esto sucede especialmente en América Latina. Veamos
algunos datos alarmantes: Europa con 300 millones de ca-
tólicos tiene 250.000 sacerdotes. Amérlca Latina con 300
millones de católicos no tiene sino 50.000 sacerdotes. La
desproporción es miedosa: Europa tiene cinco veces
más sacerdotes que América Latina. Nuestros obreros son
DC]M¡NGD 14A trItrLtr tr
demasiado pocos. Si nos comparanlos con otros continen-
tes, nuestra alarma es aún mayor. Africa con 60 millones de
católicos tiene 30.000 sacerdotes, es decir, un sacerdote
por cada 2.000 fieles. América Latina con 300 millones de
católicos tiene 50.000 sacerdotes, o sea un sacerdote por
cada 6.000 fieles. En la lglesia Católica Universal hay
la proporción de un sacerdote por cada dos mil qu¡-
nientos fieles, Esto es lo que c/u puede atender (Somos
mil millones de católicos y 400.000 sacerdotes). Pero en
América Latina no tenemos más que un sacerdote por cada
seis mil fieles. Y de ellos se quedan al menos 4.000 como
ovejas sin pastor. Por eso Jesús desea que pidamos al
Padre Dios que envíe más pastores a su rebaño,
¿Pido por las vocaciones? iCada cuánto? éInvito a
las personas a rezar por las vocaciones? Es un deseo ex-
preso de Nuestro Señor Jesucristo y hay que cumplirlo, si
queremos serte gratos a É¡. Jesús sabe que la mejor
solución para que haya más obreros en la mies del
Señor es la oración. La vocación apostólica es don de
Dios. Es una gracia que si ,la pedimos la conseguiremos.
Mirad que os mando como cor-
"Poneos en camino.
deros en medio de lobos",
Jesús da consignas de buen modo de vivir y de compor-
tarse. El evangelizador va a predicar ante todo con el ejem-
plo. Y su primer consigna será la de "no-violencia". El
evangelizador va indefenso como un cordero. No va a im-
poner su doctrina, ni a emostrar fuerza y poderío, ni a
 I
.I
:t
I
I
EL EVAN EL EXPLItr,ADO NO 4
I
G O
forzai la adhesión. Su fuerza será la gracia de Dios, la ayu-
da del Espíritu Santo.
I
Dél mansísimo San Francisco,de Sales decía el gran
doctór San Roberto Belarmino: i "Francisco de Sales
ha ganado más almas con su bondad que muchos
otros con su sabiduría o sus medios poderosos de apos-
tolado. Francisco de Sales va a predicar con la manse-
dumbre de un cordero, y los lobos se convierten".
t'La
Se cumple en él la frase de la Sagrada Escritura:
bondad en enseñar, hace eficaz la doctrina que
se enseña" (Prov.24).
De Moisés dice el Libro Santo:"Por su mansedumbre
lo escogió Dios para llevar sus mensajes a sus fie-
les" (Ecl. 45) y seguramente que este gran profeta tenía el
mismo modo de pensar del Abad San Odilon el cual repe-
tía: 'riPrefiero ser exagerado en la bondad y que me
tachen de demasiado bondadosor y no que me di-
gan que soy áspero y duro'i. LEn verdad vamos al apos-
tolado como corderos? éO más bien parecemos a ratos leo-
nes furiosos? Jesús manso y humilde de corazón, haz nues-
tro corazón semejante al tuyo.
"No llevéis talega, ni alforjas, ni sandaliasl'.
Quiere que confien en la Divina Providencia. Después
cuando vuelvan Ies preguntará: 'láCuando os envié sin
talega, sin caltera, sin zapatos de repuesto, os fal-
tó algo? Y ellos responderán. Nada nos faltó Señor".
DtlMtNESE 140- tr¡ELO tr
Muchos misioneros han imitado a estos primeros 72 dts-
cípulos y han conrprobado que la Divina Providencia jamás
Ie falla a quien tiene confianza en pios. En 1987 el Padre
Tardif se propuso hacer un viaje porr todo el Africa predi-
cando la devoción al Espíritu Santo, y,5s fue sin dinero,
con la sola muda de ropa de cambiarse, y al volver a su
patria exclamaba emocionado: nada me faltó en todo el
larguísimo viaje. Dios vela por sus amigos que se de-
rdican a propagar el evangelio!
"No os detengáis a saludar a nadie por el camino".
Los orientales cuando se encuentran por un camino se
detienen horas y horas a charlar y contarse noticias. Esto
quitaría tiempos preciosos al apostolado. El libro de Ios
Proverbios enseña: "todo trabajo produce frutos, perc
üa charlatanería empobrece". Hoy quizá nos diría Je-
sús: No os detengáis a perder tanto tiempo Ieyendo perió-
dicos y mirando televisión y charlando en la puerta del
templo o en las visitas domiciliarias. Mirad, menos tiem-
po para e! periódico, menos para la TV, menos para
charlas que no os hacen más santos, y dedicar ese tiempo
precioso a leer, preparar catequesis, visitar enfermos, di-
fundir buenas lecturas, y orar, orar. Esto sí que os enrique-
ce espiritualmente.
"Cuando entréis a una casa decid: "Paz a esta casa",
Y si hay allí gente de paz, descansará sobre ellos la paz'l
Cuántas veces saludamos de esta manera los que so-
mos apóstoles de Jesús. ZNuestro saludo de veras es como
E_L_Er{a\c_E!-_r E E x_a L LCAP_Q _§'. a
el que quería el Señor? el gran bien para una fam¡lia es la
paz. Y tenemos que desearla más veces y recomendar a
otros que se acostumbren a desear la paz a los demás Y
que cada uno trate de ser gente de paz. Jesús dice que la
paz no llegará sino a quienes sean gentes de paz. No es
alegando, discutiendo, murmurando y tratando mal como
vamos a atraer la paz. Me pregunto: éen verdad soy gente
de paz? Ojalá que el Señor nos conceda a todos en
nuestra familia ser gente de Paz'
"No andéis cambiando de casa. Quedaos en la misma
casa, Comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero
merece su salario'i
Tomás de Kempis decía: "Qu[en nrucho cannbfra de
domicilio, elifícilmente se santifica". Jesús no quiere
que sus eva nge! izadores sea n excesiva mente tra nsh u ma ntes
y demasiado inestables en su domicilio. Hay personas a las
.cuales les fastidia la vida monótona de un domicllio estable
y andan de aquí para allá como turistas insatisfechos. No
andéis cambiando de casa, nos manda Jesús.
"Comed y bebed de lo que allí tengam".
Saber adaptarse. No ser demasiado exigente. Estar con-
tento con lo que nos presentan. Los santos tenían la espe-
cialidad de que jamás criticaban los alimentos y nadie
sabía si alguna de las comidas no Ie gustaba. Todo lo toma-
ban con gusto, como buenos seguidores de Jesús. San Juan
Bosco enseñaba que cuando un apóstol empieza a volverse
DI]MINtf[} 149. CICLtrI C
ex¡gente y descontentadizo respecto a los alimentos, es señal
de que o está enfermo o no está practicando el mandato de
Jesús. "El que quiera seguirme que se niegue a sí
r4ismo.
El obrero merece su salario.
Obreros de Jesús somos, y nunca jamás nos quedará
debiendo ni siquiera el salario de un solo día. Nadie podrá
pasarle algún día a Dios Ia factura de un jornal que se le
haya quedado sin pagar espléndidamente. Qué hermoso
es trabajar para un Jefe que paga siempre el mejor salario
y tan a tiempo. Jesús promete en el Apocalipsis: "He aquí
que vengo y traigo conmigo mi salario, para darle a
cada uno según su trabajo" (Apoc. 22,L2) pero ya an-
tes, día por día, nos habrá pagado generosamente tam-
bién, a todos los que nos hayamos dedicado a propagar su
evangelio. No olvidemos esta paga que nos espera, porque
puede excitarnos a trabajar con más ardor y con mayor
esperanza.
"AI principio del día nos
Un himno de la liturgia dice:
apalabraste, y a jornal de gloria, ino hay trabajo
gran.de!". Nuestro jornal será pagado en la gloria, pero
también aquí en Ia tierra.
"Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la
plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo que
se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre
vosotros. De todos modos: sabed que está cerca el
Reino de Dios".
 trL.5V,AT\LfELItr EXFLICADI] N. I}
lesús advierte a sus evangelízadores que vendrán fra-
casos y que encontrarán rechazos y mala votuntad también
en algunas partes, Siendo tantos los que van a predicar,
necesariamente son muchos los sitios a donde van a llegar.
Y en algunas paftes la gente no los va a recibir bien. No se
desanimarán. Se irán a otra parte a predicar, pero antes
anunciarán a los que no los quieren escucha¡; *'Estad se-
Euros cte que Dios reinará. Dios quiere reinar entre
nosotros, y llegará a reinar también en estas tie-
rr-ás", Es como una semilla de esperanza que quedará por
allí y un día germinará en conversiones.
Decían los antiguos que cuando el carro de Triptodemo
se vino del cielo traía unos granitos de trigo, y que durante
el viaje los granos fueron cayendo sobre la tierra y pronto
había ya trigales por todas partes. Es una imagen de la
labor de los evangelizadores: van regando los mensa-
jes de Jesús, y aunque cieftos terrenos parezcan áridos,
pedregosos y demasiado secos o duros, la gracia de Dios
ios regará y hará germinar propósitos de salvación
y conversión, Pero lo importante es no dejar de lanzar sin
cesar esas buenas semillas.
"os digo que aquél día será más ilevadero para sodoma
que para este pueblo'!
Es una co paración impresionante. sodoma fue des-
truida por una lluvia de iuego por su gran corrupción
(Génesis 19). Este castigo parecería ser ef más tremendo
de los que D¡os haya enviado a ciudad alguna. pues bien,
CICLü Ll
Jesús promete que a quienes rechacen el mensaje que les
envía por medio de sus evangelizadores, les puede esperar
un fin peor que el de la misma Sodoma. Con razón San
Pablo aconseja: "Obrad vuestra santificación con te-
!.flor y temblor". Y el salmo 2: "Cuidado. Servid al Se-
ñor con ternor, no sea que se irrite y vayáis a la ruina.
Porque se inflama de pronto su ira". No se puede jugar con
Dios y ganar.
Hace poco a un hombre que vivía en concubinato le acon-
sejaba un apóstol que arreglara sus asuntos y se casara
por lo católico, y el otro respondía: "Ya habrá tiempo
lla!'a ello. No hav aián". Y una mañanita al levantarse
quiso amarrarse un zapato y allí quedó muefto instantá-
neamente. Y llevaba años de concubinato. Díos lo llamó a
conversión y se opuso a la invítación de los seguidores de
Cristo. eQuién sabe si a su alma le habrá ido peor que a
Sodoma? Señor: que no nos suceda jamás la desgracia de
no recibir o no aceptar los mensajes de salvación que nos
envías por medio de tus evangelizadores.
"Los 72 volvieron muy contentos y decían: "Señor, Dut-
ta los demonios se nos someten en tu nombre. El les
dijo: "Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad os
he dado poder para pisotear serpientes y escorpiones. Y no
os harán daño alguno'i
Los que se dedican a propagar Ia religión de Jesús pue-
den repetir lo que dice el salmo: "Al ir iban llorando,
sembrando sus semillas. Al volver, vuelven cantando
 DtrMINGD 14. CItrLtr¡ C
EXPLICADD N"-4

entrar y allí detrás de la puerta obseruar el Libro de la Vida,

trayendo sus gavillas" (salmo 125). Cuántos y cuántas han
donde según la S. Biblia están escritos los nombres de los
experimentadó esto mismo. Han ido al apostolado Ilenos
que se van a salvar (Apoc. 20,L2). Con qué emoción pasa-
de miedos de complejos, de inceftidumbres. éMe oirán?
ríamos página por página hasta Ilegar a las iniciales de
¿t-"r agradará mi irabajo? ... y después ven la gracia de
nuestro apellido para ver si estamos en la lista de los que
Dios dáscender sobre sus oyentes de manera tan impresio-
gozarán para siempre de la gloria de Dios.
nante que tienen que exclamar como estos 72 discípulos
de Jesús: "Hasta los demonios se nos someten"'
Pero no hace falta ir hasta el cielo a mirar en el Libro
de la Vida para saber si estamos inscritos allí. Jesús nos
seguramente cada día puede repetir cristo las mismas
palabás de aquella tarde en la que recibió a sus primeros dice que los que se dedican a llevar el evangelio a los
demás, tienen inscrito su nombre en el cielo. Y San Pa-
lz catequistas que volvían de hacer su primer trabajo de
blo asegura que los nombres de los que colaboran a
evangelización: 'iveía a Satanás precipitarse del cielo
haciá el infierno como un rayo". Oh Señor: de cuántas extender el evangelio están escritos en el Libro
personas lograremos hacer satir huyendo a Satanás, el ene- de la Vida (Filip. 4,3). Y Cristo en el Apocalipsis prome-
migo de la éalvación, si les predicamos el evangelio de Je-
te que a todo aquél que se esfuerce por permanecerle
súi. S¡ les enseñamos el catecismo. Si les recomendamos fiel no le borrará jamás su nombre del Libro de la Vida
la lectura de buenos libros. Si los invitamos a un sermón, a
y se declarará a su favor ante su Padre Celestial y sus
asistir a misa, a frecuentar un grupo de oración, o a perte-
ángeles (Apoc. 2,5).
necer a una asociación apostólica o a asistir a un Retiro o a
Además el profeta Daniel nos cuenta una noticia verda-
un Cursillo de Cristiandad. Sólo en el cielo sabremos
deramente bella. "Aquellcs que enseñan a otros la san-
cuántos demonios hicimos precipitarse al infierno
cuando nos dedicamos a hacer apostolado. Jesús trabaja tidad, brillarán como estrellas por toda la eterni-
con nosotros, y ante Él huyen Ios espíritus malignos. dad" (Daniel 12). O sea, tendrán su nombre escrito en el
cielo.
"Sin embargo no estéis alegres porque se os someten
los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están
Ante promesas tan maravillosas ino dedicaremos más
inscritos en el cielo'i tiempo, más energía, más palabras, esfuerzos y entu-
siasmo a obtener que otros conozcan y amen a Jesucris-
to y cumplan mejor la Santa Ley de Dios? Promesas in-
Quién pudiera echarse ahora una escapadita al cielo y
en un descuido de San Pedro, el santo poftero celestial, mensas nos esperan. Ahora a nosotros no nos resta sino
EL EVANGELIE EXPLICADD NO 4

dedicarngs a conseguirlas, evangelizando con toda la

medida de nuestras fuerzas y siempre.

Evangelizadores: vuestros nombres están inscritos en

el cielo: quiero volver a escuchar esta noticia tan estupen- Prólogo: ¿Por qué es ¡mpoltante predicar bien? ¡,...,....,., ¡.,.::,1'
da, y meditarla en silencio. Es demasiado grande y her- Dorningo 8. Ciclo A: Mirad las aves del cielo,¡,,..,.¡.¡..,¡,r¡.,.¡.. 2L
mosa para que la vaya a olvidar, Domingo B. Ciclo B: No ayunan los am¡gos del ,;r;:.: ..,:,. . 4L

Donringo 8. Ciclo C: El árbol se conoce por sus frutos ,,,,,, ¡ ¡. 47

Domingo 9. C¡clo A: El que escucha la palabra de Dios ....¡,¡. 73
Domingo 9. Ciclo B: El hombre de la mano seca ,.,.¡!,.,!,.¡..., 95
Domingo 9. Ciclo C: Señor yo no soy digno ,,...,,¡..,,.¡..,...., 109
DominEo 10, Ciclo A: Vocación de Mateo ,,,,¡,,,,¡,r.,,,.,,¡,¡¡¡r L29
Domingo 10. Ciclo B: La madre y hermanos de Jesús ¡, !. r,., L49
Domingo 10. Ciclo C: El hijo de la viuda de Naím ¡,.¡...,!,,.,. L7L
Domingo L1" Clclo A: La mies es mucha.¡.¡.i¡,,r,.¡,!,¡,,,,,r,,r. 191
Domingo 11. Ciclr¡ B: El grano de mostaza .,, ¡.,. ¡.,,, ¡,., ¡... ¡.. zIL
Domingo 11, Ciclo C: Jesús y Ia pecadora !. ¡,., ¡ r, ¡r ¡,,,., !., ¡... 227

cohro eófrsíLlá Domingo L2. Ciclo /\: S¡ alguno se declara en mi

Domingo L2. Ciclo R: La tempestad !. ¡

favor,,.,,,. 255
¡,... ¡... ¡ ¡....,,... ¡.,,, ¡¡¡ ¡. 281

lror fola ía
Domingo L2. Ciclo c: Tome su cruz y sígame,.!.,,..,....,¡¡¡..¡ 299
Domingo 13, Ciclo A: El que regale un vaso de agua,......,. 317
Domingo 13. Clclo B: La hija de Jairo . ¡, ¡¡ ¡,., ¡, ¡.,, ¡, ¡,,.,., i,,,,. r 337
Domingo 13. Ciclo C: Los hijos del trueno ¡ ¡. ¡, !,, !..,,..,.,.. ¡. ¡. 355
DominEo L4. Ciclo A: Aprended de Mí que soy manso ¡.¡,.,, 377
Domingo L4. Ciclo B: No hizo milagros por su falta de fe... 397

Domingo 7.4" Ciclo C: Jesús envía a los 72 ,, ¡..,.,,. !,.,,,., ¡.,,. ¡ 4L3