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LA CALLE ES DE TODOS

(Cuento)

En una ciudad muy grande en una de sus calles vivían familias que no se llevaban bien,
sus hijos en todo momento se echaban en cara los problemas que sus padres tenían
entre ellos, Juana que era la niña mas pequeña de todos soñaba con jugar el único
columpio que había en la cuadra y jamás la dejaban pues los demás eran mucho mas
grandes y la amenazaban con golpearla.

Un buen día llego al barrio Luciana una niña muy tímida cuyos padres se habían mudado
por el nuevo trabajo que le habían dado en esta parte de la ciudad, Luciana a pesar de
tener solamente 8 años era corpulenta y tenía una fuerza descomunal lo cual hacia que
tenga confianza en ella misma. Una tarde se puso a jugar en el columpio de la cuadra y
como siempre las abusivas del barrio se asomaros a preguntarle quién le había dado
permiso, Luciana les dijo que nadie y que además no necesitaba permiso de nadie ya
que el columpio era publico y por lo tanto no necesitaba autorización para jugar en él;
Juana que estaba muy cerca estaba escuchando lo que las niñas decían. Una de las más
grandes se acerco y quiso sacar del columpio a la fuerza a Luciana, ella se volteo y de
un empujón tumbo a la niña quien se golpeo en el piso y empezó a sangrar. Todas las
demás niñas se asustaron y se retiraron dejándola jugar en el columpio.

Al día siguiente Juana se fue al columpio y quiso hacer lo mismo que Luciana, las demás
niñas se acercaron y la golpearon par después botarla del columpio, ella se fue llorando
a casa y como siempre no le conto a nadie lo que le pasaba. Luciana se entero del hecho
y fue a buscar a Juana y le dijo que de ahora en adelante nadie la tocaría en su
presencia y se pusieron a jugar; las demás niñas al verlas juntas no se acercaban por
miedo a que Luciana les pegue de nuevo.

Los padres de las demás niñas se dieron cuenta del hecho y se dieron cuenta que a raíz
de los problemas que entre ellos había estaban privando de muchos derechos a sus
hijas por lo que fueron al columpio a ver lo que pasaba, Luciana les narró lo que había
pasado días antes, las mamás de las niñas mas grandes se disculparon de las pequeñas
y de las demás mamas y acordaron que en adelante se llevarían bien. Desde ese día no
volvió a ocurrir ningún problema, las niñas se llevaban bien y las mamas trataron de
convivir en armonía.

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