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Uso y función de las formas

temporales en el habla infantil


MONTSERRAT CORTÉS e IGNASI VILA
Universidad de Barcelona

Resumen
Este artículo es un estudio empírico sobre la adquisición y el uso de las formas temporales
en el lenguaje infantil temprano en una niña monolingüe en catalán y dos bilingües familiares
catalán-castellano. El estudio consta de tres partes. En la primera se describe la aparición de
dichas formas en catalán y castellano. En la segunda se discute su función y se cuestiona la pri-
macía del aspecto sobre el tiempo, a la vez que se afirma su carácter indexical al inicio desde
el punto de vista de su uso. Por último, estudiamos longitudinalmente un caso con el objeto
de ofrecer un modelo pertinente para la explicación de la incorporación de las marcas tempo-
rales en el habla infantil. En las conclusiones, discutimos los resultados y enfatizamos sus con-
secuencias para comprender el proceso de adquisición del lenguaje.
Palabras clave: Adquisición del lenguaje, Bilingüismo, Formas temporales, Formas aspectuales,
Teoría histórico-cultural.

Use and functions of temporal forms in children's


speech
Abstract
This paper is based on a study on the acquisition and use of temporal forms in the early
language of a monolingual catalan child and two children from bilingual catalan-spanish fa-
milies. The study is divided into three sections. First, the appearance of temporal forms in ca-
talan and spanish are described. Secondly, their function is discussed and the primacy of aspect
over tense is questioned, though maintaining the indexical character of aspect from the begin-
ning of its use. Finally, a longitudinal case study was undertaken with the purpose of offering
a relevant explanatory modeI of the introduction of temporal mar/es in child speech. We con-
dude by discussing the results and underlining their relevance for the understanding of the lan-
guage acquisition process.
Keywords: Language acquisition, Bilingualism, Temporal froms, Tense forms, Historial-cul-
tural theory.

Agradecimientos: Esta investigación ha sido subvencionada por una beca de la DGICYT del
Ministerio de Educación y Ciencia.
Dirección del autor: Universidad de Barcelona, Departament de Psicología Básica. Adolf Flo-
rensa, s/n. 08028 Barcelona.

C) 1991 by Aprendizaje, ISSN: 0210-3702 Infancia y Aprendizaje, 1991, 53, 17-43


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INTRODUCCION todo de trabajo, los resultados y las con-
clusiones.
Los estudios sobre la adquisición de las
marcas de tiempo se han convertido en un
campo, de estudio privilegiado para expli-
car cómo llegan los niños y las niñas a do- ALGUNOS MODELOS
minar el sistema gramatical de su lengua. EXPLICATIVOS DE
La expresión de la temporalidad está ínti- LA ADQUISICION
mamente relacionada con el lenguaje. No DEL LENGUAJE
existe otro sistema simbólico 9ue tenga la
fuerza de re-presentación suficiente para A nuestro entender, dos grandes cues-
localizar sucesos en el tiempo. En este tiones diferencian los actuales modelos
terreno, las estructuras cognitivas están es- que pretenden explicar la adquisición del
trechamente relacionadas con el habla y, lenguaje. La primera tiene que ver con la
por eso, el estudio de su ontogénesis pue- forma de entender las relaciones entre len-
de proporcionar información sobre el pa- guaje y cognición o, más en concreto, en-
pel de estas estructuras en el desarrollo de tre desarrollo lingüístico y desarrollo cog-
las marcas de tiempo y sobre cómo se pro- nitivo. La segunda se relaciona con la po-
duce su evolución. sición que se adopta respecto a los bino-
En nuestro trabajo, centrado en el estu- mios forma-significado y forma-función;
dio de la referencia temporal, nos hemos es decir, si la emergencia de las formas lin-
planteado tres objetivos. El primero, rea- güísticas se explica, bien por el empareja-
lizar una descripción de la emergencia de miento de dichas formas con los significa-
las distintas marcas temporales y aspectua- dos construidos o bien a partir de empa-
les para el catalán y el castellano. rejarse con las funciones que cumplen.
Desde que Piaget (1923) planteó la hi-
El segundo, analizar cómo los aprendi- pótesis cognitiva según la cual sólo somos
ces de la lengua adquieren, las marcas de capaces de comprender y usar eficazmen-
tiempo y de aspecto para el pasado. En te las estructuras lingüísticas que nos per-
este ámbito, se han defendido dos postu- miten nuestras capacidades cognitivas, nu-
ras. La primera mantiene que los niños, merosos trabajos han defendido que el de-
emplean, inicialmente las formas verbales sarrollo conceptual es previo a la adquisi-
para expresar distinciones aspectuales. La ción de una forma lingüística. Esta posi-
segunda propone que las marcas de tiem- ción mantiene que los cambios en la es-
po y aspecto se construyen simultánea- tructura conceptual se traducen en cam-
mente y que, desde el comienzo, la mor- bios en el sistema lingüístico relativos a la
fología verbal se usa para expresar nocio- misma área de aplicación. En consecuen-
nes temporales. Por último, nos propone- cia, desde modelos lingüísticos apoyados
mos ofrecer un modelo que explique la en la semántica, diversos autores han pro-
emergencia de las marcas temporales y, de puesto que las formas lingüísticas emergen
forma general, discutir qué aporta los es- para codificar significados construidos a
tudios sobre la ontogénesis de la referen- través de la experiencia no-lingüística. Por
cia temporal, a una teoría sobre la adqui- ejemplo, Clark (1973) propuso que la in-
sición del lenguaje. corporación de un ítem lexical es el resul-
Hemos organizado el artículo en siete tado de identificar determinadas caracte-
apartados. En el primero, discutimos los rísticas de los objetos (pelota se relaciona
modelos más relevantes para explicar la con objeto redondo). Igualmente, Bates y
adquisición del lenguaje. A continuación, MacWhinney (1982) sostenían que era
realizamos una descripción de los térmi- previa a la emergencia de categorías como
nos empleados y describimos el sistema verbo o adjetivo la identificación de accio-
temporal-aspectual del catalán y del caste- nes o atributos. Por último, Slobin (1985)
llano. Un cuarto apartado revisa los traba- ha explicado la emergencia de estructuras
jos realizados en este ámbito, a la vez que tipos N-V-N como resultado de la identi-
proponemos un conjunto de hipótesis. ficación de secuencias como agente-ac-
Los apartados restantes recapitulan el mé- ción-objeto.
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No obstante, esta aproximación tiene güísticas emergen para marcar diferentes
serios problemas. Las formas lingüísticas funciones.
no siempre correlacionan con significados Pero, todos los modelos que hemos co-
semánticos estables. Por eso, Maratsos y mentado, más allá de las propuestas con-
Chalkley (1980) sostienen que la incorpo- cretas que los diferencian, comparten unos
ración de las marcas lingüísticas es de ca- mismos principios generales. Defienden
rácter formal. Según este punto de vista, que cognición y lenguaje son dos entida-
las categorías gramaticales se construyen a des separadas, siendo el lenguaje un pro-
partir de las operaciones formales de ca- ducto del desarrollo cognitivo. En conse-
rácter distribucional en las que estos ele- cuencia, resaltan los procesos cognitivos
mentos participan. Un ejemplo de esta po- individuales, los cuales son relativamente
sición lo constituyen diversos trabajos so- independientes de los contextos socio-in-
bre la adquisición de las flexiones de gé- teractivos de uso. Contrariamente, la Es-
nero que no se corresponden con la reali- cuela Histórico-Cultural mantiene que los
dad extralingüística y donde los factores principios y los mecanismos del desarro-
intralingüísticos tienen un papel impor- llo cognitivo no son independientes de los
tante. signos, especialmente de los signos lin-
güísticos. Vygotsky aborda el estudio del
A pesar de las diferencias entre las dos lenguaje desde una perspectiva funcional
posturas, las que defienden la incorpora- en la que se atribuye un papel importante
ción de las formas lingüísticas desde su a la interacción social y considera que el
significado y las que adoptan una posición lenguaje cumple una doble función: indi-
«formal», ambas parten de la misma con- cativa y simbólica. La función indicativa
cepción del lenguaje: aquélla en la que los se refiere al hecho de que el lenguaje apa-
signos lingüísticos se abordan y se estu- rece en contextos de interacción social, en
dian a partir de su contribución al sistema los que los signos lingüísticos tienen un
de referencia y predicación. Como señala valor de índices (Peirce, 1931-35). La fun-
Silverstein (1987), adoptar una descripción ción simbólica, por el contrario, define los
lingüística de carácter distribucional supo- aspectos descontextualizados del lenguaje
ne mantener que las categorías lingüísticas y se refiere a los aspectos de generaliza-
se definen en base a las semejanzas de los ción de la realidad. En esencia, Vygotsky
segmentos lingüísticos en distintas propo- entiende el lenguaje como un sistema plu-
siciones, de lo que se deriva que las uni- rifuncional con distintos niveles de funcio-
dades lingüísticas son referencialmente namiento. Ontogenéticamente, considera
puras. Es decir, se atribuye a los signos que, en sus comienzos, los signos lingüís-
lingüísticos un valor abstracto-representa- ticos tienen una función indicativa y, pro-
tivo en tanto que son elementos conven- gresivamente, el niño descubre el valor ge-
cionales y arbitrarios. neralizador del lenguaje. En esta transi-
A diferencia de las propuestas presenta- ción las formas de representación mental
das, Karmiloff-Smith (1985) parte de un cambian, de modo que el niño aprende a
modelo lingüístico pragmático-discursivo operar con nuevas categorías de objetos,
y plantea que las formas lingüísticas , ini- aquéllas cuya existencia ha sido creada por
cialmente, están controladas por el estímu- el mismo habla. Por último, la posibilidad
lo y que se incorporan como homónimos de referirse al propio lenguaje determina
unifuncionales. Así, las partículas se sus usos metrapragmáticos y culmina con
aprenden independientemente y sin ser la emergencia de la función metasemánti-
analizadas; posteriormente, se integran en ca que describe los usos abstracto-repre-
sistemas y pasan a estar controladas por el sentativos del lenguaje.
discurso. En este desarrollo, existe una Hasta la actualidad, los estudios realiza-
fase intermedia en la que los aprendices dos desde esta perspectiva se han interesa-
cometen errores de sobreextensión y so- do principalmente por el sistema de deter-
brerregularización que evidencian la exis- minantes y el sistema pronominal. En este
tencia de procesos ,de reorganización. En artículo presentamos un intento de exten-
consecuencia, Karmiloff-Smith se sitúa der estas propuestas al sistema de referen-
entre los que defienden que las formas lin- cia temporal.
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CATEGORIAS LINGÜISTICAS B.1. Verbos de cambio de estado
DE REFERENCIA TEMPORAL
Son los que se refieren a situaciones que
La mayor parte de trabajos sobre la ad- comportan una transformación mediante
quisición de la referencia temporal han de- la cual un objeto cambia de estado y llega
finido el sistema temporo-aspectual desde a un estado final. Es una situación que im-
una perspectiva semántico-referencial. plica un punto terminal inherente.
Así, se ha distinguido entre tiempo grama- Estos verbos se diferencian en función
tical, aspecto y tipo de situación. de cómo relacionan el proceso de cambio
Por tiempo gramatical se entiende la y el estado final.
gramaticalización de las relaciones de an-
terioridad, simultaneidad y posterioridad B.1.1. Verbos puntuales. Se conocen
con el nombre de verbos de consecución,
respecto a un punto determinado del con-
de modo que una vez iniciada la situación
tinuum, el cual corresponde convencional-
ya no puede pararse. Ejemplo: romper,
mente al presente. Por eso, dicha catego-
ría se considera una categoría deíctica.
caer, conseguir, etc.
Por aspecto se entiende la gramaticaliza- B.1.2. Verbos durativos. Se reconocen
con el nombre de verbos de realización.
ción de las diferentes perspectivas que un
En este caso, una vez iniciada la situación
hablante puede tomar al referirse a un su-
se puede interrumpir antes de llegar a su
ceso. Así, una situación puede ser vista
final. Ejemplo: construir, escribir un li-
desde dentro, focalizando la estructura in-
terna y estableciendo los límites tempora-
bro, etc.
les. De aquí surgen una gran diversidad de B.2. Verbos de actividad
distinciones: simultaneidad, inclusión, so-
breposición, etc. De estas distinciones las Describen situaciones que implican una
que tienden a formalizarse en las lenguas transformación, pero no un resultado fi-
del mundo son la perfectividad versus la nal. Se refieren a situaciones que pueden
imperfectividad y la progresividad versus continuar indefinidamente. Ejemplo:
la no-progresividad. correr, jugar, comer, etc.
Además de las categorías de tiempo gra-
matical y aspecto, el significado inherente Pero, debemos realizar algunas conside-
al propio ítem verbal aporta también in- raciones en relación a la forma en que han
formación temporal. Así, en general se sido definidas estas categorías. En primer
acepta que existe una distinción entre ver- lugar, una consideración epistemológica.
bos de estado y verbos de actividad. Vend- Desde un punto de vista pragmático, tal y
ler (1967) propuso una clasificación que ha como hemos visto, el lengua je es un siste-
sido ampliamente utilizada: ma plurifuncional que presenta distintos
niveles de estratificación (Silverstein,
1985). Así, los signos lingüísticos tienen
A) Verbos de estado un significado pragmático en función de
su contribución a los distintos sucesos del
Describen cualidades o situaciones que habla y un significado semántico desde el
no sufren cambios a lo largo del tiempo; punto de vista de su contribución a la fun-
es decir, que no son estables. Si no se pro- ción referencia! pura. Por eso, y teniendo
voca su final, son situaciones duraderas. en cuenta la definición de aspecto como
Ejemplo: gustar, tener, ser, etc. una perspectiva espacio-temporal que
adopta el hablante en un momento deter-
B) Verbos de no-estado o dinámicos minado (Rafferty, 1982; Smith, 1986), po-
demos considerar que esta categoría es, al
Describen situaciones que necesaria- igual que el tiempo, también deíctica.
mente comportan un cambio en el sentido En segundo lugar, entendemos que el
que las diferentes fases de una situación estudio de las categorías de tiempo grama-
son distintas unas de las otras. tical y aspecto debe realizarse en el marco
En relación a los verbos dinámicos del discurso. El significado de los tiempos
Vendler distingue entre los siguientes: gramaticales depende de las formas que
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aparecen en las oraciones precedentes y si- sus, por el contrario situar en segundo pla-
guientes (Rigau, 1981). Por eso, para po- no los sucesos que forman el texto. En
der interpretar correctamente formas concreto, se ha propuesto que, universal-
como habré ido o había marchado, hay mente, los aspectos perfectivo e imperfec-
que fijar el punto temporal respecto al cual tivo se relacionarían, respectivamente, con
estas formas se orientan. el primer y el segundo plano, siendo ésta
1. Me habré ido cuando tu llegues. su función primordial.
2. Cuando llegaste, ya me había mar- El sistema de referencia temporal en
chado. catalán y en castellano
En consecuencia, en el discurso «la de-
pendencia entre referencias temporales se El catalán y el castellano utilizan tanto
puede considerar un tipo de anáfora» mecanismos gramaticales como lexicales
(Smith, 1981:214). para expresar distinciones aspectuales y
Igualmente, se ha propuesto que el sis- temporales. En este apartado, únicamente
tema aspectual está regido por la misma describimos aquellos aspectos del sistema
estructura del discurso. Varios autores lingüístico que son relevantes para nues-
(Hopper, 1982; Wallace, 1982) consideran tra investigación.
que el aspecto es fundamentalmente «un En relación con los mecanismos grama-
mecanismo de control» del discurso. Des- ticales, debemos distinguir entre el siste-
de esta postura, la función del tiempo en ma de tiempos gramaticales y la gramati-
la narración consiste en dar relevancia ver- calización mediante la perífrasis.
Los tiempos gramaticales

Tiempo/Aspecto Formas simples Perfectas

Presente canto he cantat
canto he cantado
Pasado
perfectivo vaig cantar vaig haver cant

canté hube cantado

imperfectivo cantava havia cantat
cantaba había cantado

Futuro cantaré hauré cantat
cantaré habré cantado

Además, todos los tiempos simples o el verbo estar + participio pasado. No


perfectos tienen sus correspondientes obstante, las formas no progresivas no ex-
tiempos progresivos, formados mediante cluyen un significado durativo.

Tiempo/Aspecto Formas simples Perfectas
Presente estic cantant he estat cantant
estoy cantando he estado cantando
Pasado
perfectivo vaig estar cantant vaig haver estat cantant
estuve cantando hube estado cantando
imperfectivo estava cantant havia estat cantant
estaba cantando había estado cantando
Futuro estaré cantant hauré estat cantant
estaré cantando habré estado cantando
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Por otra parte, ambas lenguas presentan pués, etc.), de subordinación (después que)
variaciones morfológicas para los diferen- y de interrogación (¿cuándo?).
tes modos.
En relación a los significados de estos
tiempos, el indefinitl (indefinido) en cata- LOS ESTUDIOS SOBRE LA
lán codifica acciones pasadas y perfectas ADQUISICION DEL SISTEMA
que se relacionan con el momento presen- TEMPORAL-ASPECTUAL
te bien porque se trate de acciones del pa-
sado inmediato, bien porque la acción se En la línea de la hipótesis cognitiva, va-
haya realizado en un período que todavía rios trabajos han propuesto que los niños
no ha acabado (el mismo día, el mismo y las niñas antes de referirse a nociones or-
año, etc.). Se usa también para expresar ac- dinales de tiempo (pasado, presente y fu-
ciones pasadas cuyos efectos todavía per- turo) hacen distinciones aspectuales. Así,
viven. El castellano, en este aspecto, pre- Sinclair y Bronckart (1973), Antinucci y
senta algunas variaciones. Así, el indefini- Miller (1976), Aksu (1978), Bloom, Lifter
do se puede emplear para referirse a situa- y Hafitz (1980), Meisel (1985), Sebastian
ciones en el pasado reciente y, consecuen- (1986) han propuesto que la primera mor-
temente, alterna su uso con el pretérito fología verbal emerge para marcar la es-
perfecto. tructura interna de los sucesos; los tiem-
pos de pasado se usan para codificar situa-
El imperfet (imperfecto) y el imperfecto ciones de cambio de estado y las formas
tienen un valor de presente respecto al pa- imperfectivas o progresivas emergen pri-
sado y sitúan la acción en segundo plano. mero con verbos de estado o de actividad.
En relación con el futuro, podemos decir En este sentido, se defiende que determi-
que codifica acciones del futuro lejano así nados significados (cambios de estado o
como del futuro inmediato. Además, el resultado final de una transformación) se
castellano tiene una forma perifrástica expresan primero con determinadas for-
ir + a + infinitivo con la que se puede re- mas (perfectivas) por una relevancia de
ferir «una acción que comienza a efectuar- significados. Así, se explica la incorpora-
se, ya sea en la intención, ya sea en la rea- ción del sistema verbal a partir del signi-
lidad objetiva» (Real Academia, 1981). En ficado. A lo largo del desarrollo se produ-
catalán, esta perifrasis tiene un silnificado ce una evolución del significado de las for-
incoativo, ligado a la realidad objetiva. mas verbales, hasta atribuirles el valor
El catalán y el castellano gramaticalizan temporal deíctico que tienen en el lengua-
distintos aspectos mediante las perífrasis. je adulto.
Por ejemplo, comenzar a tiene un En oposición a este planteamiento,
cado incoativo; volver a un significado otros autores han observado que, ya a los
reiterativo; acabar de un valor completi- dos arios, los niños emplean los tiempos
vo, etc. El aspecto durativo se gramatica- gramaticales para marcar relaciones tem-
liza también mediante diversos auxiliares porales deícticas y han propuesto que los
(ir, venir) seguidos del gerundio. sistemas temporal y aspectual se constru-
Con el léxico también se expresan dis- yen simultáneamente. Smith (1980) ha se-
tinciones aspectuales: ya está marca algo ñalado que aunque parece existir una ten-
completo; otra vez expresa reiteración o dencia a asociar determinados tiempos con
recurrencia; todo el rato expresa dura- determinados verbos, los niños son capa-
ción, etc. El léxico es además un mecanis- ces de usar determinados tiempos grama-
mo más preciso para la localización tem- ticales con verbos que no les son semán-
poral. Los adverbios temporales pueden ticamente afines (p. e., observó usos de
ser deícticos (ahora, ayer) o anafóricos tiempos pasados tanto en el aspecto pro-
(aquel día). Otros adverbios temporales gresivo como en el simple). En esta mis-
como un día, los domingos, etc. sitúan los ma línea, Weist (1986) observó que los
sucesos en un continuum temporal sin re- contrastes aspectuales emergen simultá-
ferencia a otro intervalo. Finalmente, tan- neamente a los contrastes temporales (sus
to el catalán como el castellano, tienen sujetos contrastaban las formas de pasado
marcas secuenciales (primero, des- perfectivas con las de pasado imperfecti-
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vas). Kuczaj (1977), en el marco de las compartido por todos los interlocutores,
propuestas defendidas por Maratsos y a más de unas formas lingüísticas fijas.
Chalkley (1980), defendió que los niños Con estas estrategias, los adultos aseguran
incorporan los ítems lexicales de manera el éxito de la comunicación. Hablar de he-
independiente y sin analizar. Por ejemplo, chos pasados comporta recordarlos y re-
los niños usarían como, comía y comido sin presentarlos, pero, al niño, casi no le hace
darse cuenta que son variaciones de una falta recordar el suceso para dar una res-
misma raíz. Posteriormente, descubrirían puesta ya que el mismo adulto le propor-
las regularidades y se derivaría la forma- ciona el contenido. Con el tiempo, los ni-
ción de una categoría verbal. ños dependen menos de la participación
A nivel conceptual, especialmente los del adulto y las rutinas se hacen más va-
trabajos de Weist (1986), estas investiga- riables, hasta desaparecer como tales. Lo
ciones parten de una reformulación de la único que queda es un tema compartido
hipótesis piagetiana según la cual los ni- en relación al cual el niño es capaz de in-
ños a los dos arios están ya preparados troducir información de manera espontá-
para marcar relaciones temporales deícti- nea, partiendo de los modelos lingüísticos
cas de anterioridad y posterioridad, evo- que el adulto le ofrece. Estos trabajos, por
lucionando la manera de marcar otras re- tanto, entienden que, en el marco de las
laciones temporales. rutinas de conversación, los niños no sólo
Pero, a nuestro entender, la cuestión ra- acceden a las formas lingüísticas, sino que
dica en el estatus representativo de ambos además se les facilitan las herramientas
subsistemas. Más allá de si los sistemas para pensar sobre los sucesos e interiori-
temporal y aspectual se construyen simul- zar la información. Así, estos autores en-
táneamente o por separado, los estudios fatizan las relaciones sociales y priorizan
comentados comparten los mismos presu- la función comunicativa del lenguaje. Des-
puestos generales: los niños aprenden for- de este punto de vista, se entiende que el
mas nuevas a medida que aprenden nue- estatus representativo de las primeras mar-
vos conceptos. En este sentido, creemos cas temporales y aspectuales no es de ca-
que realizan una inferencia errónea. Dado rácter abstracto. Por el contrario, se plan-
que parten de un modelo formal del len- tea que ambos subsistemas establecen una
guaje, atribuyen al lenguaje infantil un sig- referencia directa con el contexto extralin-
nificado semántico-referencial en el senti- güístico, es decir, cumplen una función in-
do adulto sin aportar pruebas de que sea dicativa.
así. Así, entienden que la representación
de los subsistemas temporal y aspectual es
de carácter abstracto e independiente de OBJETIVOS E HIPOTESIS
los contextos de uso.
En una línea diferente, Sachs (1983) y Tras lo dicho, nos planteamos diferen-
Eisenberg (1985) han planteado que el tes cuestiones. En primer lugar, describir
niño accede a los tiempos gramaticales en la secuencia evolutiva de la emergencia de
los contextos de interacción con el adulto. las distintas marcas temporales y aspectua-
Estos estudios indican que las primeras re- les con el objeto de aportar datos para las
ferencias al pasado son elicitadas y mante- comparaciones translingüísticas.
nidas por el adulto. El adulto proporcio- En segundo lugar, analizar la función de
na el tema y solicita al niño comentarios las primeras marcas verbales. Así, si los ni-
sobre él. En este sentido, proponen que, ños marcan antes el aspecto que el tiem-
en lugar de apoyar las formas lingüísticas po, las primeras marcas de perfectividad
en el contexto visible, los niños deben (indefintt y perfecto) se asociarán a situa-
apoyarlas en el discurso y, por eso, el ciones de cambio de estado o puntuales.
adulto asume la estrategia de proporcionar Igualmente, se utilizarán los tiempos im-
contextos semánticamente muy claros. Es- perfectivos (presente, imperfecto o formas
tos autores afirman que las primeras inte- progresivas) con situaciones de estado o
racciones tienen la forma de rutinas de con actividades. Según esta predicción se
conversación y se caracterizan por tener entiende que el niño no adoptará cualquier
una estructura predecible y un contenido perspectiva en relación con los sucesos,
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sino que los tiempos gramaticales depen- poral y la perspectiva aspectual coincidirá
derán del significado del verbo utilizado. con las propiedades de los sucesos en el
El rechazo de esta hipótesis comportaría, mundo real. Si esto es así, podemos espe-
contrariamente, que el sistema temporal y rar errores en el uso de las distintas mar-
aspectual se adquirirían simultáneamente cas temporales y aspectuales.
y que los ítems lexicales se incorporarían
como formas aisladas y no analizadas.
En relación a este último aspecto, si METODOLOGIA
consideramos que los niños atribuyen un
valor temporal deíctico a sus formas ver- Sujetos
bales, deberíamos esperar que éstos intro-
duzcan espontáneamente referencias al pa- En nuestra investigación estudiamos el
sado y, consecuentemente, admitir que lenguaje de dos niñas, Sara y María del
han construido las estructuras cognitivas Mar y, un niño, Roger. Sara es monolin-
que les permiten decentrarse del momen- güe en catalán y María del Mar y Roger
to presente. Por el contrario, si las prime- son bilingües familiares en catalán y cas-
ras referencias al pasado se producen en el tellano. Sara fue registrada entre los 2;3 y
marco de contextos introducidos por el los 5;6 años de edad y María del Mar y
adulto, deberíamos pensar que los adultos Roger lo fueron, respectivamente, entre
fuerzan a los niños a expresar nuevos con- las edades de 2;1 y 2;11 y 2;0 y 2;11. Los
tenidos semánticos y, por tanto, el uso de tres sujetos pertenecen a un nivel socio-
los tiempos gramaticales del pasado por cultural medio/alto.
parte de los niños dependerá de los mo- Procedimiento
delos lingüísticos que se le ofrecen. En
otras palabras, la representación de estas Todos los registros se realizaron en ví-
formas en el habla infantil no será de na- deo hasta la edad de 3 arios. Posteriormen-
turaleza simbólica sino indicativa. te, Sara fue registrada en vídeo y magne-
Si la hipótesis del modelo interaccionis- tofón. La duración de los registros fue de
ta se cumple, podemos esperar que los gra- 30/45 minutos en sesiones espaciadas cada
dos de libertad de los contextos estableci- dos o tres semanas en casa de las niñas y
dos por el adulto estén altamente restrin- el niño. Los registros se hicieron en pre-
gidos para evitar ambigüedades y, así, fa- sencia del experimentador y consistieron
cilitar el éxito de la comunicación. Se pue- en interacciones espontáneas de los suje-
de esperar también que las solicitudes de tos con algún familiar.
información de parte del adulto se ajusten Todos los datos fueron transcritos de
a la secuencia temporal de los sucesos con acuerdo con las normas del paquete infor-
el fin de ayudar al niño a organizar sus re- mático SALT.
cuerdos. En relación con el habla infantil, Realizamos tres tipos de análisis. En
podemos predecir que las primeras refe- primer lugar, describimos la secuencia de
rencias al pasado se adecuarán exactamen- aparición de las marcas temporales y as-
te a las solicitudes del adulto y, sólo, más pectuales entre los 2 y los 3 años de edad.
adelante, introducirá información nueva Excluimos las formas imitadas, definidas,
espontáneamente. siguiendo a Müller (1979), como aquéllas
Si, tal y como hemos predicho, la repre- que mantienen el mismo orden, se emiten
sentación de los tiempos gramaticales es en el mismo tono y aparecen en las tres úl-
indexical, podemos hipotetizar que, en el timas palabras emitidas por el interlocutor
momento en que el niño ya no dependa inmediatamente anterior.
del apoyo del adulto y comience a cons- En segundo lugar, analizamos la fun-
truir discursos, emitirá producciones inco- ción de las primeras marcas temporales y
nexas. Sus primeros discursos estarán for- aspectuales a lo largo del segundo año de
mados por oraciones independientes y el vida. Las categorías empleadas son las si-
uso de los signos lingüísticos no depende- guientes:
rá de la presencia de otros signos presen-
tes en el discurso. El tiempo servirá para • 1) Codificamos la forma del verbo de
localizar los sucesos en el continuum tem- acuerdo con los sistemas temporales ver-
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bales del catalán y del castellano: presente, 1) Iniciador de la secuencia. Entende-
imperfet/cto, indefinit/pezfecto, pezfet/in- mos que una producción inicia una se-
definido, futur/o simple, etc. cuencia cuando introduce información
2) Codificamos el tipo de predicado de nueva. Consideramos información nueva
acuerdo con la clasificación de Vendler cualquier mención a un suceso que no ha-
(1967) (verbos de estado, de actividad, de bía sido mencionado anteriormente por el
realización y de consecución). Para la de- niño o sugerido por el adulto.
terminación semántica de los ítems adap- 2) Distribución de la nueva informa-
tamos las propuestas de Dowty (1979). ción. Analizamos del conjunto de produc-
3) Codificamos las distinciones aspec- ciones totales, aquéllas que introducen in-
tuales no flexionadas morfológicamente, formación nueva.
pero marcadas abiertamente, bien por pro- 3) Carácter de la intervención. En
cedimientos lexicales, bien por la interac- cada secuencia clasificamos las produccio-
ción entre la morfología y un tipo de pre- nes infantiles en espontáneas y elicitadas.
dicado o por mecanismos como la perífra- Las últimas son las que responden a soli-
sis. De todas las distinciones aspectuales citudes explícitas del adulto.
hemos tenido en cuenta las comúnmente La segunda dimensión se relaciona con
aceptadas: consecución, terminación, in- la forma lingüística de las producciones in-
coación, inminencia, iteración, recurrencia, fantiles. Así, codificamos todas las pro-
duración, puntualidad, perfección, hábi- ducciones elicitadas según cinco paráme-
to, etc. tros (ausencia de respuesta, respuesta de
4) Codificamos las expresiones lexica- tipo si/no, respuesta tipo «no lo sé», e in-
les temporales, incluimos los adverbios y tervenciones productivas que pueden con-
las conjunciones. De acuerdo con Van tener un sintagma nominal o un predica-
Eynde (1987) y Berman y Slobin (1986) do verbal) y añadimos una sexta catego-
distinguimos entre adverbios deícticos, ría, designada con el nombre de input. En
anafóricos, situacionales, marcadores de se- ella distinguimos entre formas imitadas y
cuencia, conectores temporales de subordi- formas modeladas. Las primeras se defi-
nación e interrogativos. nen siguiendo a Miller (1979), tal y como
5) Por último, tenemos en cuenta la si- hemos señalado anteriormente, y las se-
tuación en el tiempo real fuera del contex- gundas son todas las que siguen la pauta
to lingüístico ya que, por ejemplo, un verbal temporal sugerida por el otro inter-
tiempo de pasado puede, de hecho, estar locutor en su intervención anterior.
refiriéndose a una situación presente como Por último, analizamos las produccio-
en el caso de la descripción de un suceso nes del habla infantil que, desde el punto
que acaba de ocurrir (se ha caído o se de vista del modelo adulto, contienen
cayó). errores en relación con el sistema tempo-
ral y/o aspectual.
En tercer lupr, realizamos el estudio de
un caso. Analizamos las interacciones de
Sara a lo largo de todos los registros, es- RESULTADOS
cogiendo los segmentos de la conversación La secuencia de aparición
en que se refería a algún suceso pasado de de las marcas verbales
la vida real. Los segmentos de conversa-
ción venían definidos por todas las inte- Las Tablas I, II y III reflejan la emer-
racciones verbales que contenían como gencia de la morfología verbal en nuestros
mínimo un turno por parte de cada parti- sujetos. Muestran que las secuencias de
cipante relacionado con un mismo tema aparición de las distintas formas verbales
(Eisenberg, 1985). Las producciones de es- es semejante y, en términos generales,
tas secuencias fueron codificadas según confirma los datos de otros estudios
dos tipos de dimensiones. La primera se (Bronckart, 1973; Antinucci y Miller,
relaciona con la contribución formal de los 1976; Clark, 1985; Jacobsen, 1986).
enunciados y se compone de los siguien- Sin embargo, debemos resaltar varios
tes parámetros: aspectos. En primer lugar, observamos
26
TABLA I

Emergencia de la morfología verbal en el habla de Roger



Edad Catalán Castellano

2;1 Present Presente


2;2 Imperatiu Imperativo
Participi Passat Infinitivo
Pretérit Indefinit Gerundio
Infinitiu
Gerundi
2;3 Futur simple Pretérito Indefinido
Presente Progressiu Pretérito Perfecto
Futuro inmediato
(perifrástico)
Futuro simple
2;5 Imperfecto
2;7 Present Subjuntiu Presente Progresivo
Presente Subjuntivo
Imperfecto Progresivo
2;11 Futur Inmediat
(perifrástico)
Pretérit Perfect

TABLA II

Emergencia de la morfología verbal en el habla de María del Mar

Edad Catalán Castellano

2;0 Present Presente


2;1 Imperatiu Imperativo
2;2 Pretérit Indefinit Pretérito Perfecto
Present Subjuntiu Imperfecto
Gerundio
Infinitivo
2;3 Participi Passat
2;4 Infinitiu Participio Pasado
Presente Subjuntivo
2;6 Present Progressiu Futuro Inmediato
Futur Simple (perifrástico)
Presente Progresivo
2;8 Imperfect Imperfecto
Imperfect Pro gressiu Pretérito Indefinido
Pretérit Perfet Futur Simple

que la forma imperfet aparece muy pron- sen, 1986). Esta observación es interesan-
to a diferencia de otros estudios (Clark, te ya que estas formas tienen fundamen-
1985). Igualmente, observamos que las talmente un significado durativo que tam-
formas progresivas son anteriores (Jacob- bién se marca con las correspondientes

27
formas simples. Más adelante volveremos to con una gran variedad de ítems lexica-
a esta cuestión. les y sólo emplea el indefinido para la for-
En relación con los tiempos de pasado ma cayó y sólo al final del segundo año lo
observamos que el indefinit/pe7fecto es la emplea con otros ítems lexicales.
primera forma de pasado que aparece en Respecto al pedet catalán, observamos
ambas lenguas, excepto para Roger que in- que, a diferencia de otros estudios, su apa-
corpora simultáneamente el indefinido y el rición es tardía. De hecho, numerosas in-
perfecto. Sin embargo, el uso de ambos vestigaciones han señalado que el indefi-
presenta una particularidad. Usa el pe7fec- nido es la primera forma que aparece.

TABLA III

Emergencia de la morfología verbal en el habla de Sara



Edad Catalán

2;3 Infinitiu
Gerundi
Participi
Imperatiu
Present
Indefinit
2;4 Present Progressiu
Futur Simple
Present Subjuntiu
2;5 Imperfect
Futur Inmediat
Perfet
2;10 Imperfet Progressiu

TABLA IV

Secuencia de aparición de las formas adverbiales aspectuales en el habla de Roger,


María del Mar y Sara

Edad Roger María del Mar Sara


2;0/2;3 ya está ya está ja está
més («más») més més
ya prou («basta») prou
2;5 una altra vegada
(«otra vez»)
ya
encara no («todavía»)
també («también»)
2;6 tot (»todo»)
pie («lleno»)
2;8 ya
2;10 encara no cada dia
2;11 todavía una altra vegada
otra vez

28
TABLA V

Secuencia de aparición de las formas adverbiales temporales en el habla de Roger,


María del Mar y Sara


Edad Roger María del Mar Sara

2;0/2;3 ara («ahora») ara ara


ahora ahora
2;5 i llavontes
(«entonces»)
2;7 quan era petita avui («hoy»)
(«cuando era pe- un dia
queña») un altre dia
(«otro día»)
2;8 ahir («ayer»)
primer («primero»)
abans («antes»)
2;9 després («después»)
2;10 dissabte («sábado»)
quan era petita
2;11 ayer

Creemos que las diferencias en relación Las primeras expresiones adverbiales


con la emergencia de estos tiempos se debe
a las diferencias de uso de estas formas en Las Tablas IV y V muestran la aparición
el catalán y el castellano. Así, el catalán li- de las expresiones adverbiales temporales
mita el indefinit a los sucesos del pasado y aspectuales que realizan nuestros suje-
reciente o a sucesos cuyos efectos aún es- tos. Tal y como muestran las tablas, la va-
tán presentes. Por el contrario, el castella- riedad de dichas producciones en el habla
no es menos fijo y, en ambos casos, per- de Sara es notablemente superior a las de
mite el uso de ambas formas (el indefini- Roger y María del Mar.
do y el perfecto). Serra, Cortés, Vila y
Serra (1986) han propuesto que esta dife- Errores de sobrerregularización y
rencia explica el uso preferente del perfec- sobreextensión
to/indefinit como forma de pasado por
parte de los bilingües familiares en catalán A partir de los dos años y medio nues-
y castellano. tros sujetos comienzan a cometer errores
Nuestros sujetos bilingües incorporan tras regularizar sus flexiones verbales. Po-
casi simultáneamente las formas de futuro demos distiquir tres tipos de errores de
simple y la perifrástica de futuro inmedia- sobrerregulanzación. El primero se refie-
to (ir + a + infinitivo). En cuanto a las re a la regularización de formas irregula-
formas catalanas, emplean el futur simple res de acuerdo con el paradigma de la con-
prácticamente como forma única para jugación a la que pertenecen. Por ejemplo,
marcar el futuro. Este hecho es diferente rompido por roto O morit por mort
de otros estudios que proclaman la ante- («muerto»).
rioridad de las formas perifrásticas en las Otro tipo de errores consiste en flexio-
lenguas románicas (Clark, 1985). Creemos nar el verbo siguiendo los paradigmas de
que la diferencia se encuentra también en otra conjugación. Por ejemplo, caba y ca-
la diferencia de uso de ambas lenguas ya baves en vez de cap y cabies del verbo ca-
que el catalán limita enormemente el uso ber o culles en vez de culis del verbo collir
de la forma perifrástica. («coger»).
29
TABLA VI

Frecuencia de uso de los distintos tiempos gramaticales para las diferentes clases de
verbos en el habla de Roger

Castellano Catalán *

S ACC AC S ACC AC
ACH ACH
Presente 48 99 32 8 12 11
Pretérito Perfecto 1 55 3 7
Pretérito Indefinido 6 2 1
Pretérito Imperfecto 6 5 3
Participio Pasado 8 2 1 1
Gerundio 2 2 2
Presente Progresivo 5 4
Futuro 3 12 3 1
Pret. Progr. Imperfecto 2
* En catalán, el pretérito perfecto es el indefinit y el pretérito indefinido es el perfect.
S : verbos de estado.
ACC : verbos de realización.
ACH : verbos de consecución.
AC : actividades.

TABLA VII

Frecuencia del uso de los diferentes tiempos gramaticales para las diferentes clases
de verbos en el habla de María de Mar

Castellano Catalán

S ACC AC S ACC S
ACH ACH
Presente 43 134 42 10 29 10
Pretérito Perfecto 1 41 1 18 1
Pretérito Indefinido 2 2 3 1
Pretérito Imperfecto 8 2 4 2
Participio Pasado 7 1 1 2
Gerundio 1 3 7 1
Presente Progresivo 1 8 10
Futuro 3 5 2 2 1 8
Pret. Progr. Imperfecto 1 1

Por último, los sujetos bilingües em- cialmente para referirse al pasado inmedia-
plean formas mixtas. Es decir, ítems de to y, posteriormente, junto con el perfet,
una lengua flexionados de acuerdo con el lo emplean para referirse al pasado lejano.
paradigma morfológico de la otra. Por Más adelante trataremos con detalle este
ejemplo, ha menjado, por ha comido y hecho.
manió por comió y s'ha acabado por s'ha
acabat. Función de la primeras marcas
En relación con las sobreextensiones, temporales
observamos que, a finales del segundo año
de vida, extienden el significado del preté- Las Tablas VI, VII y VIII muestran la
rit indefinit. Este tiempo lo emplean ini- relación entre las distintas formas lingüís-
30
VIII
TABLA

Frecuencia de uso de los diferentes tiempos gramaticales para las diferentes clases
de verbos en el habla de Sara "
ACC
Catalán S ACH AC

Present 56 156 76
Pretérit Indefinit 15 110 29
Pretérit Perfet 4 18 8
Pretérit Imperfet 16 12 23
Participi Passat 5 34 12
Gerundi 6 9 21
Present Progressiu 3 10 19
Futur 6 45 40
Pret. Progr. Imperfect 2 7 10

* Los datos de Sara corresponden a la edad comprendida entre los 2;3 y los 2;11.

ticas y el tipo de verbo empleado por mentos, los niños emplean los tiempos
nuestros sujetos. gramaticales con una función aspectual.
Las Tablas muestran que, al inicio de las Sin embargo, si analizamos otros índices
grabaciones, los tiempos que codifican observamos también que, desde el co-
perfectividad (participi/ o passat/ do, indefi- mienzo, se refieren tanto al proceso como
nit/perfecto, pelfet/ indefinido) se usan más al resultado. A diferencia de Antinucci y
frecuentemente con verbos de cambio de Miller (1976) y Bronckart y Sinclair (1973)
estado y, por el contrario, los que codifi- que defienden que el presente está asocia-
can imperfectividad (impeifet/cto, gerun- do a actividades o sucesos imperfectivos,
di/ o, present/ e, progressiu/vo, impelfet/cto nuestros sujetos, entre los 2;0 y los 2;4,
progressiu/vo) se usan más a menudo con emplean verbos de cambio de estado en
verbos de estado o con actividades. presente e incluso en gerundio. Por ejem-
Así, nuestros datos, aparentemente, pa- plo, Roger emite los siguientes enuncia-
recen confirmar que, en los primeros mo- dos:
(2;1,1) no surt a nene («no sale el nene»)
(2;2,0) el tren viene
(2;2,28) yo cojo otro coche
(2;2,28) a pongo a cometa blanca
(2;2,28) mojando/saltando (interpretados como cambios de estado
en base al contexto)
(2;3,2) ya cae
(2;3,2) se cae más
En las dos últimas producciones, Roger tas en términos de la diferenciación pro-
emplea un verbo prototípico de cambio de ceso-resultado: está rota seguida de la he
estado (caer) en presente, indicando la in- roto yo.
coación de un proceso que conduce a una En el corpus de María del Mar y de Sara
modificación. A la misma edad, Roger es también observamos producciones espon-
capaz de producir dos expresiones opues- táneas semejantes.

María del Mar Sara
(2;2,2) ¿le quito el reloj? (2;3,18) que cullo («que cojo»)
(2;2,2) ponemos un clip (2;3,18) embruto («ensucio»)
(2;2,27) ara me tiro (2;3,18) jo guixo un forat («yo
pinto un agujero»)
31
De acuerdo con estos datos, también cesos de cambio de estado. Por ejemplo,
observamos que cuando se incorpora el Roger incorpora esta flexión verbal a los
imperfet/impeifecto se utiliza para referir- 2;5 y realiza las siguientes producciones:
se tanto a actividades y estados como a su-
(2;6,2) yo explicaba porque no estaban
(2;6,2) me comprabas una d'aquests estos

Lo mismo ocurre con el presente pro-


gresivo que Roger también lo emplea con
referencias claras al proceso.

(2;7,16) se está haciendo de noche

(2;7,16) se está mojando la bici
(2;7,16) y se está rompiendo

Estos datos permiten relativizar la ex- mas perfectivas con verbos de cambio de
plicación de la incorporación de las mar- estado y las imperfectivas con actividades
cas temporales verbales en base a una re- o estados. Ya hemos visto, en el apartado
levancia de significados. A pesar de que anterior, cómo Roger, a partir de los 2;5,
parece existir una tendencia a utilizar de- emplea verbos de cambio de estado con
terminados tiempos gramaticales con un formas imperfectivas cuestionando dicha
tipo determinado de verbos, nuestros su- hipótesis. Pero, es más, tal y como mues-
jetos emplean tiempos gramaticales con tra la Tabla VIII, ya desde el inicio, nues-
verbos que semánticamente no les son afi- tros sujetos emplean un mismo verbo con-
nes. trastando las formas perfectivas e imper-
fectivas.
Sintaxis de los tiempos gramaticales Además, entre las mismas edades opo-
nen las formas de presente a las de futuro.
Dicha hipótesis queda también en en-
tredicho si observamos el uso de las for- mulla-mullarás («moja-mojarás»)
mas perfectivas versus las imperfectivas. sale-saldrán
Así, si la función aspectual es primaria, dones-donarás («das-darás»)
nuestros sujetos deberían emplear las for- porto-portaré («llevo-llevaré»)

TABLA IX

Oposiciones de las formas de pasado versus la de presente en un mismo verbo en


el habla de Roger, María de Mar y Sara entre los 2;0 y los 2;3

Roger
cayó versus cau/cae
hago pupa versus ha hecho pupa
María del Mar
ha banyat versus banya («ha bañado vs baña»)
ha caigut versus cae/caigo («ha caído vs ...)
ha escapado versus escapa
Sara
ha embrutat versus embruto («ha ensuciado vs ensucio»)
he tirat versus tiro («he tirado vs tiro»)
he trencat versus trenca («he roto vs rompe»)
32
En consecuencia, podemos afirmar que de interacciones pautadas y bien delimita-
nuestros sujetos establecen distinciones das. La forma de estas interacciones evo-
aspectuales para un mismo verbo o un luciona a lo largo del tiempo. Así, inicial-
mismo tipo de verbo. mente, el adulto sostiene la interacción y
determina la secuencia temporal así como
Referencias al tiempo la perspectiva desde la cual abordarla. Las
primeras referencias al pasado de Sara tie-
Nuestros sujetos tampoco limitan el uso nen lugar en el contexto de las referencias
de los tiempos gramaticales de pasado para introducidas por el adulto y son siempre
referirse al pasado inmediato y marcar es- elicitadas. Posteriormente, Sara introduce
tados resultantes o modificaciones física- información espontáneamente en el mar-
mente presentes. Así, a partir de los 2;3 co de la interacción iniciada por el adulto.
emplean los tiempos de pasado para anti- Finalmente, a los 2;5 inicia interacciones,
cipar y rememorar situaciones sin un apo- tendencia que se incrementa notablemen-
yo perceptual. A los 2;5, oponen el futuro te a partir de los 2;8.
al indefinido/perfet para referirse a obje-
tos o situaciones no presentes. Además, Contribución de Sara a los sucesos de
usan el imperfecto para referirse a situacio- habla. Función de los tiempos
nes pasadas, aunque éstas son muy poco gramaticales
frecuentes.
Los datos mostrados en los tres aparta- Entre los 2;3,18 y los 3;2,24 podemos
dos anteriores cuestionan la hipótesis que distinguir tres momentos desde el punto
mantiene que la morfología verbal tiene de vista del tipo de producción lingüística
inicialmente una función aspectual. Por el que emplea Sara.
contrario, promueven la idea de que los
sistemas temporal y aspectual se constru- Estadio I
yen paralelamente. En este sentido, suge-
rimos que el uso de la morfología verbal En un primer momento, se trata princi-
depende de las características temporales palmente de producciones elicitadas por el
de la situación. Es decir, la perspectiva adulto a las que Sara responde con nomi-
adoptada es función del contexto extralin- nales o con producciones del tipo sí/no o
güístico. Ello explicaría el uso de los tiem- no lo sé.
pos gramaticales en los casos en que la se-
mántica verbal y la perspectiva aspectual OBSERVACION I: Sara (2;4,13)
se oponen. Por ejemplo, en el caso en que
verbos prototípicos de cambio de estado Sara y su madre juegan a cocinitas
se codifican con formas progresivas o im- M: explica-li a la Montse que vas anar
perfectivas (ya cae, se está rompiendo, etc.) als cavallitos («explícale a Montse que
o cuando verbos de estado o de actividad fuiste al tiovivo»).
se marcan perfectivamente (ha bañado). S: Van anar als cavallitos («fue al tiovi-
A continuación realizamos el estudio de vo» (habla todo el rato mientras va po-
un caso con el objetivo de conocer el es- niendo plazos y tazas en la cocina de ju-
tatus representativo de estas formas lin- guete).
güísticas. E: vas anar ahir? («fuiste ayer»).
Estudio de un caso S: ahir.
M: amb qui vas anar? («con quien fuis-
Consideramos que los niños y las niñas te»).
emplean la morfología temporal con su va- S: amb en Jordi («con Jordi»).
lor deíctico desde los primeros momentos M: on vas pujar? («dónde subiste»).
y, por tanto, hacen referencias espontá- S: eh?.
neas al pasado. Para observar este desarro- M: on vas pujar?
llo, analizamos las referencias al pasado de S: no ho sé («no lo sé»).
Sara en situaciones interactivas. M: sí.
Observamos que las referencias a suce-
sos no presentes se producen en el marco M: amb el tren («con el tren»).
••

33
S: amb el tren. levante para el suceso, objeto de su aten-
M: hi havia una nena, oi també? (había ción, aunque esta información no se ajus-
una niña, también). ta a la secuencia real.
S: una nena.
M: i després qué («y después qué»). OBSERVACION II: Sara (2;5,26)
M: no volies sortir, oi? («no querías sa-
lir»). Sara y su madre juegan con unos trozos
de madera que representan animales
M: eh?.
M: qué es?
M: i ploraves («y llorabas»). S: una vaca.
S: i plorava («y lloraba»). M: oi que en vem anar a veure una de
M: perqué volies anar més («porque vaca? («eh que fuimos a ver una vaca»).
querías ir más»). S: vem anar a veure una (va * va *)
S: sí. vaca («fuimos a ver una vaca») (mientras
M: i després on vem seure? («y después se gira hacia E).
donde nos sentamos»). E: ah, si?
S: eh? S: d'aquestes («de estas»).
M: on vem seure? M: i qué més? («y que más»).
S: una cadira («una silla»). E: de veritat era? («de verdad era»).
S: (una una) i4 n a taula («una mesa»). S: un caballo.
M: una taula una cadira? S: que vaig anar a tocar («que fui a to-
car»).
M: i (qué vem) qué vem beure? («y qué E: un qué has dit? («un qué has dicho»).
bebimos»).
S: eh? M: un caballo que el va tocar («un ca-
M: vem beure, oi? («bebimos»). ballo que lo tocó»).
S: sí.
M: qué vas beure? («qué bebiste»). E: ah!.
M: de veritat, oi, era? («de verdad, hoy,
M: orxata. era»).
S: orxata. S: de veritat («de verdad»).
M: era gros! (era grande).
Junto a las producciones de Sara del tipo
sí/no o no lo sé, nuestro sujeto emplea ver- Cuando Sara comienza a referirse de
bos flexionados en perfet e impedet. En forma espontánea a sucesos del pasado le-
ambos casos, Sara retoma el modelo del jano, sobreextiende el significado del in-
adulto y extiende dicha producción para definit y lo usa erróneamente desde el
introducir la información solicitada. punto de vista del lenguaje del adulto. Lo
En este mismo período, Sara emplea es- emplea para marcar tiempo pasado al mis-
pontáneamente los pretéritos indefinit e mo tiempo que marca el aspecto perfecti-
imperfet para referirse a sucesos ocurridos vo. Así, se inicia un período en el que la
en el contexto extralingüístico inmediato referencia a sucesos pasados alterna entre
y utiliza el perfet y el impeifet para refe- el indefinit y el perfet. El primero en las
rirse a sucesos del pasado lejano en con- producciones espontáneas y el segundo en
textos creados y sostenidos por el adulto. las modeladas.
En estos contextos, el perfert lo emplea
para referirse a una gran variedad de situa- Estadio III
ciones, bien de cambio de estado, bien de
actividades. A partir de los 2;8, Sara comienza a en-
lazar más de una oración. Ahora, además
Estadio II de utilizar el indefinit en sus referencias
espontáneas, comienza a introducir la in-
En este momento, Sara comienza a in- formación con el perfet.
troducir espontáneamente información re- En este período, observamos también
34
TABLA X

Usos del pe7fet y del indefinit en el habla de Sara entre los 2;8 y los 3;0

Perfet
(2;8,21) ahir vaig jugar en alló/vaig jugar en allá al meu cuartoli
l'Assumpta en aquí («ayer jugué en eso/jugué allá en mi
cuarto/i Assumpta aquí»)
(2;11,14) i un dia, eh, va dormir aquí l'Assumpta («y un día, eh, dur-
mió aquí Assumpta»)
Indefinit
(2;8,6) ha tancatlel meu papa m'ha tancat/a l'armari («ha cerra-
do/mi papá me ha encerrado/en el armario»)
(2;9,8) aixó m'ho han portat els Reis («esto me lo han traído los Re-
yes»)

que tras una negociación cambia la forma S: a ca.


lingüística empleada. S: els gegants («los gigantes»).
E: ríe.
OBSERVACION III: Sara (2;9,8) E: quins gegants? («qué gigantes»).
S: aixó ho van portar els Reis («'esto lo
Sara manipula un juego de clavar maderas trajeron los Reyes»).
que le acaban de traer los Reyes E: eho van portar els Reis? («te lo tra-
S: aix<3 m'ho han portat els reis («esto jeron los Reyes»).
me lo han traído los Reyes»). En otras ocasiones, a pesar del modelo
S: aixas, eh (no para de golpear). adulto, Sara impone su «propia» forma.
E: si? En este período, como ya hemos seña-
S: a on t'ho han portat («donde te lo lado, sobreextiende el significado del in-
han traído»). definit para referirse a sucesos del pasado
E: a casa de qui? («en casa de quién»). lejano. Pero, a la vez, lo emplea para re-
= S deja de golpear. ferirse a sucesos anteriores que tienen
S: a casa aquí. efectos en el presente. No obstante, como
E: a casa aquí? veremos más adelante, algunas de las pro-
S: sí. ducciones erróneas de Sara muestran que
S: a casa l'avia («en casa de la abuela»). no domina las relaciones temporales im-
S: a casa l'avia. plicadas en el significado de «relevancia
= S vuelve a golpear. presente».
E: sí. En el uso de estos tiempos, Sara parece
E: ciar («claro»). utilizar diferentes estrategias. En un pri-
E: perqué ho havia escrit a la carta l'a- mer momento, cuando no introduce infor-
via («porque lo había escrito en la carta la mación espontáneamente, se adapta al mo-
abuela»). delo del adulto. Posteriormente, compagi-
na las dos formas verbales: en las produc-
E: i aixó on t'ho van portar? («y esto ciones elicitadas tiende a utilizar el pelfert
donde te lo trajeron»). o el indefinit en función del modelo pre-
E: aixó. sentado por el adulto; pero, cuando es ella
S: X la que introduce la información utiliza el
E: la plastilina. peyfert al introducir un adverbio temporal
S: la plastilina? (un día, un altre día («otro día») o ahir
E: sí. («ayer»), sino utiliza el indefinit. Esto nos
S: a casa seva («en su casa»). hace pensar en dos estrategias de distinta
E: a casa seva?. naturaleza. Una explicación de carácter
E: i qué és a casa seva? perceptivo-cognitivo sería que cuando
35
Sara no focaliza ni el momento de la ac- la niña en sus relatos. Las producciones de Sara
ción ni la misma acción, usa el indefinit. son, por el contrario, más desordenadas y pa-
Por el contrjrio, cuando presta atención al recen resaltar no tanto aspectos de la secuencia
suceso como suceso pasado emplea el per- sino los aspectos relevantes para ella.
Podemos afirmar que las primeras referen-
fet reforzado por un adverbio. Otra expli- cias temporales de Sara a sucesos pasados no
cación distinta sería la de utilizar el inde- presentes en el contexto de habla se producen
finit para marcar simultáneamente tiempo en el marco de la interacción con el adulto. El
y aspecto y, en cambio, usar la combina- adulto, en estos primeros inicios, introduce y
ción perfet + adverbio para diferenciar sostiene las interacciones, proporciona la infor-
entre las dos funciones: marcar aspecto mación necesaria y delimita de forma estricta
perfectivo con el tiempo gramatical y el referente. Igualmente, determina el orden en
tiempo pasado con la expresión lexical. que se produce la secuencia y la perspectiva que
Desgraciadamente, nuestros datos no se debe adoptar, abriendo ranuras que favore-
permiten ni confirmar ni rechazar ningu- cen la intervención de Sara. Poco a poco, las in-
teracciones se modifican en el sentido de una
na de las dos explicaciones. Sin embargo, mayor iniciativa de Sara que no sólo introduce
el hecho que en una fase posterior recurra información nueva en relación al referente
en ocasiones a una combinación de las dos compartido sino que también introduce nue-
formas (empleando la perífrasis del perfec- vos referentes. La siguiente observación es un
to, pero sustituyendo el infinitivo por el ejemplo.
participio) podría ser un indicador de una
diferenciación de tiempos y aspectos que OBSERVACION V: Sara (2;11,14)
se expresarían mediante dos formas sepa- M está dando a cenar a S que no quiere comer
radas.
M: escolta'm («escúchame»).
OBSERVACION IV: Sara (3;2,24) M: explica-li a la Montse el que et va fer l'E-
lisabet aquel! dia («explícale a Montse lo que
S: mira. te hizo Elisabet aquel día»).
E: miro. M: qué et va fer aquell dia? (..que te hizo
S: les ungles grosses («las uñas grandes»). aquel día»).
S: i a mi me van tallat "- a la guarderia M: qué et va fer l'Elisabet aquell dia a co-
(«y a mi me cortaron en la guarderia»). llegi? («qué te hizo Elisabet aquel día en el co-
T: t'han tallat les ungles a la guarderia? legio»).
(«te han cortado las uñas en la guardería»). M: qué li vas demandar, eh? («qué le pedis-
S: sí. te, eh»).
S: jo vull berenar («quiero merendar»).
A los 3;0,4, Sara utiliza por primera vez el M: qué li vas demandar?
imperfet en referencias espontáneas al pasado S: jo no en vull ara («yo no quiero ahora»).
lejano. Aunque, este tiempo continúa usándo- M: no.
lo con verbos que codifican duración (estados M: qué li vas dir a l'Elisabet? («qué le dijis-
o actividades), también lo utiliza con verbos de te a Elisabet»).
cambio de estado. M: jo vull berenar.
También, a partir de los 3 años, Sara comien- S: vull berenar.
za a referirse a la simultaneidad de dos sucesos M: i llavontes quan te'l va portar qué? («y
y observamos producciones como com feia entonces cuando te lo trajo qué»).
caca a sobre, eh, la mama me'n canviava S: en allá baix («allá abajo»).
(«cuando hacía caca encima, eh, la mama me M: et va fer anar a baix, oi? («te hizo ir aba-
cambiaba») o la mama li donava papilla i jo no jo, oi»).
en volia (<da mama le daba papilla y yo no que- M: per qué? («por qué»).
ría»). Estos usos indican que nuestro sujeto M: qué vas dir tu? («qué dijiste tú»).
emplea el imperfet para marcar, conjuntamen- S: jo no en vull («yo no quiero»).
te, tiempo pasado y aspecto imperfectivo. S: d'allá («de aquello»).
En general, cuando el adulto y la niña expli- S: de madalena.
can un suceso, el adulto intenta reproducirlo S: i la mama te castigará.
manteniendo el orden en que ocurrió y guía a M: te castigará?
S: allá.
" La forma correcta en catalán sería van tallar. Ta- S: de cara a la paret no «de cara a la
llat es el participio del infinitivo tallar. pared no».
36
M: a baix amb la Maria et va castigar M: sense calces («sin bragas»).
(«abajo con la María te castigó»). S: sí..
S: a baix amb la Maria.
M: li has explicat molt bé («le has ex- En este caso, Sara opta por secuenciar
plicado muy bien»). dos sucesos marcándolos perfectivamente.
S: i corn acabi he anat a dalt («y como En el sistema del adulto, por el contrario,
acabe he ido arriba». no va tindre calces configuraría el fondo y
M: quan acabis has anat a dalt? se marcaría en imperfet mientras que va
(«cuando acabes has ido arriba»). anar a casa seva, como suceso de primer
S: sí. plano, se marcaría perfectivamente.
M: peró aixó va passar un día, no?
(«pero esto pasó un día, no»).
S: un día. OBSERVACION VII: Sara (4;5,23)
M: fa dies ja («hace días ya»).
S y M miran unas fotografías en las que S
En el marco de la interacción con el está durmiendo
adulto, la niña amplía su perspectiva tem- en un cochecito de niños
poral inicial. Al comienzo, las marcas tem-
porales de pasado emergen como marcas S: no inteligible.
dependientes del contexto y la niña apren- M: dormilega («dormilona»).
de a usar sus formas lingüísticas en rela- M: a veure («a ver»).
ción a sucesos bien delimitados que se S: mira, aquí em vaig adormir («mira,
configuran como «objetos extralingüísti- aquí me dormí»).
cos». En estos contextos, los tiempos gra- S: aquí em vaig adormir de tant d'a-
maticales codifican temporalidad al mismo nar a passeig («aquí me dormí de tanto ir
tiempo que se construye el sistema aspec- de paseo»).
tual. Sara y su madre están mirando fotogra-
El discurso no cohesionado fías de cuando Sara era pequeña. Estas no
forman una secuencia y temáticamente son
A partir de los 3 años, Sara amplía su muy diferentes. Sin embargo, Sara inicia la
discurso conectando diversos sucesos en referencia con una forma morfológica-
una sola intervención y construye secuen- mente perfectiva e incoativa por el signi-
cias ordenadas. En este momento, obser- ficado del ítem lexical. En la forma adul-
vamos usos erróneos de algunos tiempos ta, un suceso de este tipo no puede iniciar
verbales que, hasta el momento, eran uti- la secuencia ya que se entiende por refe-
lizados correctamente. rencia a un suceso previo. Debería utili-
Aunque ocasionalmente Sara continúa zarse una forma imperfectiva.
empleando el indefinit para situar sucesos En relación al imperfet, Sara lo utiliza,
en el continuum temporal se decanta de- a partir de los tres años, para referir la si-
finitivamente por el pvfet como forma de multaneidad de dos sucesos, realizando
localización temporal y para marcar el or- producciones erróneas.
den natural de las secuencias.
OBSERVACION VI: Sara (3;3,18) OBSERVACION VIII: Sara (5;0,19)
S: oi que (l'Alma li va fer) es va fer M, S y unas tías están sentadas alrededor
pipi, la meya amiga? [«oi que (Ana le de una mesa merendando.
hizo) se hizo pipí, mi amiga»]. S un poco antes ha explicado que aquella
M: sí. mañana había
M: aixó és el que diu l'avia («esto es estado jugando con un vecino
lo que dice la abuela»).
S: és una marrana i cotxina. A: estic suant («estoy sudando»).
S: (i es va fer) (i i no va tindre cal- S: jo quan estava jugant amb X tam-
ces, i va anar a casa seva [«(y se hizo) (y bé estava suant («yo cuando estaba jugan-
y) no tuvo bragas, y fue a su casa»). do con X también estaba sudando»).
37
Sara ancla su producción con la partícu- del habla de Sara muestra que sus discur-
la temporal quan («cuando») y presenta sos están formados por oraciones sintácti-
dos sucesos que han ocurrido simultánea- ca y morfológicamente independientes.
mente en el pasado sin distinguir entre los Sara no constriñe el uso de los tiempos o
diferentes planos. Al contrario, presenta de otras formas lingüísticas de referencia
ambos sucesos como sucesos de orienta- temporal o aspectual y tampoco delimita
ción. los dos planos de la narración. En conse-
Por otra parte, de acuerdo con Sebas- cuencia, podemos afirmar que hasta la
tián (1989), observamos que Sara marca si- edad estudiada aún no ha construido un
multaneidad con el impeifet y duración sistema temporal-aspectual que permite
con el aspecto progresivo. que la «activación» de una forma «desac-
En la observación anterior, vemos que tive» otra del mismo sistema y, por eso,
Sara sitúa el suceso mediante la partícula comete errores de sobredeterminación de
quan («cuando») en vez de usar la partí- los significados.
cula mentre («mientras») que especifica si-
multaneidad en el tiempo. Esta observa- CONCLUSIONES
ción confirma nuevamente los datos de Se-
bastián (1989), obtenidos con sujetos de El curso general del desarrollo de los
habla castellana, en los que se observa que tiempos gramaticales y de otras expresio-
para marcar simultaneidad, los niños y las nes temporales y aspectuales de carácter
niñas incorporan antes los marcadores as- lexical coincide con lo observado en otras
pectuales morfológicos que otros mecanis- lenguas. Nuestros sujetos distinguen muy
mos no gramaticales. pronto entre presente y no-presente e in-
De acuerdo con Berman y Slobin corporan antes de los tres arios formas
(1987), observamos que Sara diferencia en- temporales para el pasado y el futuro. En
tre simultaneidad, duración y protracción. cuanto a estos tiempos, observamos dis-
Mientras que emplea mecanismos morfo- crepancias en relación a otros estudios rea-
lógicos para marcar las dos primeras dis- lizados con sujetos de habla castellana, di-
tinciones, recurre a expresiones repetitivas ferencias que atribuimos al contacto entre
para manifestar algo así como «extensión las lenguas estudiadas.
alargada a través del tiempo» como forma Antes de los tres años, Roger, María del
de marcar la intensión. Mar y Sara, incorporan una gran variedad
La construcción de un discurso cohesio- de formas verbales y temporales y, poste-
nado presupone la secuenciación de suce- riormente, un gran número de expresiones
sos que configuran un episodio, determi- lexicales.
nando lo que constituyen el esqueleto y Entendemos, junto con Sebastián
los que ocupan un segundo plano. De for- (1985), que ello es posible porque el cas-
ma más general, para construir un discur- tellano y el catalán presentan marcas que
so cohesionado se debe de dominar la ha- son perceptivamente «sobresalientes» y
bilidad para relacionar intralingüística- permiten al niño identificarlas e incorpo-
mente los distintos signos lingüísticos ya rarlas muy pronto.
que dependen entre sí en el marco del dis- La aparición temprana de sobrerregula-
curso. Por ejemplo, el imperfet como mar- rizaciones en el habla infantil muestra
ca de simultaneidad exige la partícula men- también la sensibilidad de nuestros suje-
tre («mientras»). De la misma forma, la tos a las variaciones morfológicas del ca-
misma organización del texto restringe el talán y del castellano.
uso de los tiempos verbales. Un ejemplo Desde el punto de vista del estatus de
lo constituye el texto construido por Sara estas marcas tan tempranas podemos de-
en la Observación VI en la que emplea cir que cuestiona seriamente la hipótesis
inadecuadamente no va tindre calces («no cognitiva fuerte que propone que los ni-
tuvo bragas») y va anar a casa seva («fue ños y las niñas no incorporan las marcas
a su casa»). Este último enunciado requie- de tiempo hasta que no desarrollan habi-
re obligatoriamente el uso anterior de no lidades cognitivas subyacentes a la capaci-
tenia calces («no tenía bragas»). dad para localizar temporalmente como
En definitiva, el análisis de los errores son la decentración, la secuenciación, etc.
38
Igualmente, la versión débil de esta hipó- contrario, nuestros datos muestran que las
tesis que afirma la primacía del aspecto so- primeras referencias al pasado son incita-
bre el tiempo se ve también cuestionada. das y mantenidas por el adulto, siendo éste
Así, nuestros datos no corroboran las pre- quien induce la idea de pasado. Así, Sara,
dicciones —semántica, sintáctica y tempo- al inicio de nuestro estudio, emplea el pre-
ral— que se derivan de la llamada hipóte- térit indefinit para referirse a acciones del
sis del «tiempo defectivo». A pesar que pa- pasado inmediato al mismo tiempo que, en
rece existir una tendencia a asociar deter- las narraciones sobre situaciones del pasa-
minados tiempos con determinados tipos do lejano, sus producciones dependen de
de verbos, nuestros sujetos son capaces de la intervención del adulto. Sara no realiza
emplear estos tiempos gramaticales con referencias espontáneas a sucesos del pa-
verbos que no les son semánticamente afi- sado lejano, a pesar de poseer medios for-
nes. Igualmente, pueden usar un mismo males para hacerlo.
ítem lexical en diferentes formas verbales. De acuerdo con Sachs (1977, 1983) y Ei-
Consecuentemente, nuestros datos apo- senberg (1985), vemos que las primeras re-
yan la hipótesis alternativa que proclama ferencias al pasado lejano se producen en
que los sistemas temporal y aspectual se situaciones de interacción con un adulto.
construyen simultáneamente. Creemos En estas interacciones, el adulto asume el
que los ítems lexicales, al inicio, se apren- papel de guía, regula la información a
den globalmente y que la formación de la compartir y minimiza los grados de liber-
categoría verbal es posterior y, por tanto, tad. En estos contextos, Sara no necesita
las formas temporales se aprenden prime- tener adquirido el concepto de tiempo
ro como unidades aisladas. para comprender las referencias al pasado
Los datos de nuestro trabajo se suman que realiza el adulto. Unicamente le hace
a los observados en otros estudios y se falta reconocer un suceso que ha experi-
añaden a los resultados obtenidos en rela- mentado. Por eso, puede producir formas
ción al desarrollo de otras partículas lin- lingüísticas sin conocer una gran aprte de
güísticas como son los determinantes. Es- su significado.
tas investigaciones permiten cuestionar Las propuestas de Vygotsky, tal y como
que el lenguaje se adquiere apareando for- han sido expuestas y extendidas por
mas y significados. Por el contrario, como Werstch (1985), ofrecen un modelo expli-
ya hemos señalado, el hecho que nuestros cativo más adecuado para comprender el
sujetos flexionen un mismo ítem lexical en surgimiento de los signos lingüísticos que
diferentes tiempos gramaticales [ha caigut aquéllos que parten de una concepción del
(«ha caído»), cau («cae»), caurá («caerá»)] lenguaje en la que éste es visto exclusiva-
a pesar de que el significado característico mente como un sistema abstracto de rela-
de una de las formas verbales sea más di- ciones entre signos. En el marco de la Es-
rectamente relevante para el significado cuela Histórico-Cultural se abordan dife-
del ítem lexical [en este caso ha cazgut («ha rentes niveles de funcionamiento de los
caído»)] señala que las formas lingüísticas signos lingüísticos y se entiende que su
se incorporan de forma aislada y el niño evolución responde a distintos niveles de
organiza el sistema temporo-aspectual a representación de los mecanismos lingüís-
partir del análisis de las variaciones mor- ticos. Inicialmente, éstos se usan para es-
fológicas que puede sufrir una misma raíz. tablecer referencias extralingüísticas y,
Esta explicación permite también dar posteriormente, se descontextualizan a
cuenta de por qué primero aparecen for- medida que cambian las formas de repre-
mas irregulares que, posteriormente, se sentación.
sustituyen por sobrerregularizaciones. En esta línea, proponemos que el uso de
Desde el punto de vista del estatus re- las primeras formas verbales temporales
presentativo de estas formas lingüísticas no tiene un carácter abstracto-representa-
vemos que, inicialmente, no aparecen de tivo sino que su significado es función del
forma espontánea referencias a sucesos no contexto creado y mantenido por el adul-
presentes, cuestionando el estatus abstrac- to. En otras palabras, es un significado ex-
to-representativo de las primeras formas clusivamente referencial. Lo que hace po-
de referencia temporal y aspectual. Al sible que el niño y el adulto se entiendan
39
depende de que compartan un mismo re- dad y duración en el tiempo. Igualmente,
ferente más allá del significado que ambos observamos que las expresiones lexicales
interlocutores atribuyen al signo lingüísti- de carácter aspectual las emplea para esta-
co que emplean. El significado de los sig- blecer correspondencias directas con el
nos lingüísticos, en los primeros momen- contexto extralingüístico. Nuevamente,
tos, no tienen para el aprendiz del lengua- los datos nos llevan a proponer que las
je un valor categorial, sino indicativo. marcas de referencia temporal están regi-
La distinción entre referencia y signifi- das por el estímulo y cumplen una fun-
cado y el énfasis en la función comunica- ción indicativa. Además, los errores de
tiva del lenguaje pasa por la afirmación de Sara cometidos en producciones de más de
que los signos lingüísticos modifican su una oración al no tener en cuenta las res-
significado a lo largo del desarrollo. Pro- tricciones textuales o el constreñimiento
ponemos que, inicialmente, los niños y las en el uso simultáneo de distintas marcas
niñas atribuyen a los signos lingüísticos un temporales, muestra que para relacionar
significado original, el cual, en el caso del intralingüísticamente se necesita un cam-
perfecto/indefinit y del imperfecto, así bio en las formas de representación men-
como de las formas progresivas, se corres- tal. El niño debe poder operar no única-
ponde con las características del suceso en mente con objetos físicamente presentes,
el mundo real. En relación al indefini- sino también con «objetos» creados lin-
do/perfet emerge como una forma mode- güísticamente, lo que a nivel semiótico im-
lada, producida en presencia del «objeto», plica dominar los aspectos descontextuali-
creada y sostenida por el adulto. Por eso, zados del lenguaje y, a la vez, comporta
decimos que estas primeras formas verba- un nuevo dominio del funcionamiento de
les se caracterizan por ser índices referen- los signos, ya que éstos constituyen un
ciales. Posteriormente, los «desacuerdos» contexto propio de referencia.
referenciales con el adulto posibilitan un En las relaciones sociales el niño tiene
desarrollo subsecuente del significado. acceso a los sinos y a su significado. Por
Así, cuando Sara comienza a aludir espon- eso, una vez incorporados se convierten
táneamente a sucesos del pasado sobreex- por sí mismos en objetos cognitivos o, en
tiende el significado de las formas que ha otras palabras, en un espacio de resolución
estado utilizando de forma independiente de problemas de propio derecho tal y
y sin el apoyo del adulto (el indefinit), al como afirman Karmiloff-Smith (1985),
mismo tiempo que continúa usando el per- Bowerman (1985) y Slobin (1985) o tan-
fet en el marco de los contextos negocia- tos otros. Justamente, a nuestro entender,
dos con el adulto. Nuestros datos parecen una de las aportaciones de Vygotsky a la
decir que éste es un paso obligado antes actual psicolingüística evolutiva consiste
de reconocer este último tiempo como una en resaltar la importancia de los aspectos
forma «adulta» para narrar situaciones pa- interactivos en el proceso de «construc-
sadas de la vida real. ción individual». Los procesos cognitivos
El análisis de los errores de Sara en el no sólo se nutren de la acción del niño,
uso de los tiempos verbales muestra que, sino también de la interacción con su en-
posteriormente, emplea el peifet para lo- torno social, de modo que cognición y
calizar temporalmente un suceso en el pa- lenguaje no son dos entidades separadas e
sado y el imperfet y las formas progresivas independientes sino abiertamente interde-
para referir, respectivamente, simultanei- pendientes.

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Notas
En catalán y en castellano los tiempos indefinido y perfecto no se corresponden. De hecho la corres-
pondencia es la siguiente. El indefinido castellano se equipara con el pelfet catalán y el perfecto castellano
con el indefinit catalán.

Extended Summary
Studies on the acquisition of temporal marks have become a privileged area of study
to explain how a child becomes profficient in his/her language's gramatical system. In
our work we address this issue after discussing general language acquisition models
which incorporate various explanations given to understand the emergence of tempo-
ral and aspectual systems.
We understand that there are two big issues which differentiate models explaining
the language acquisition process. In the first place, models differ in the type of rela-
tions they asume that exist between cognitive and language development. Secondly,
and closely related to the first, they also differ in the way they understand the emer-
gence of linguistic forms. Thus, there are models which asume that these forms emerge
after they are matched to meanings already constructed by the subject, while others
explain their ontogenesis on the basis of a match these forms and their functions. Ho-
wever, we feel that, inspite of these differences, on many ocasions the language con-
cept underlying different models is similar. In fact, most models adopt a view of lan-
guage which supports that the different language signs only have an abstract-represen-
tative value and, therefore, language units are referentially pure. Contrary to this, we
believe, as proclaimed by the historic-cultural school, that language has a double func-
tion: indicative and symbolic. That is to say, the language system is multifunctional
with different levels of functioning and, therefore, its ontogenesis must be treated as
an issue of functional stratification. Until now this last view has been successfully ap-
plied to the sudy of the emergence of determinants and pronominal systems. Our aim
is to extend it to the study of the emergence of temporal reference.
Following cognitive hypothesis, many studies have proposed that children make as-
pect related distinctions before they refer to temporal notions. As a result, these aut-
hors explain the emergence of temporal forms in terms of the relevance of meanings.
Hence, the end result of an action, a notion previously constructed by the child, is mar-
ked with a perfective linguistic form. On the other hand, other authors proclaim that
both systems, temporal and aspectual, are simultaneously constructed. Under this pers-
pective cognitive hypothesis is reformulated, nevertheless, it continues to support that
children learn new forms as they learn new concepts.
Following a different approach, we may conceive that the child is introduced to tem-
poral and aspectual systems in contexts of interaction with an adult. In such interac-
tions a number of conversational routines are established in which the first references
made to the past or future are elicited and maintained by the adult. It is the adult who
42
provides the topic in an interaction and asks the child to comment on it, so that the
child's linguistic forms are not supported by a visible context but by a shared discour-
se with the adult. As a consequence, under this approach, it is understood that the first
temporal marks used by the child are not used in their abstract-representative value
but indexically.
In view of this approach, our work has the following objectives. First, to describe
the sequence of the emergence of temporal and aspectual systems in catalan and spa-
nish, so that we may make translinguistic comparisons. Second, to analyse the func-
tion of early verbal marks in order to assess the «defective time» hypothesis. Third, to
study longitudinally the emergence of verbal forms in interactive adult-child contexts
so that we may discover and understand the different functional reorganizations pro-
duced in child speech.
In our work we study the speech of two girls, Sarah and Maria, and a boy, Roger.
Maria and Roger come from bilingual catalan-spanish families and Sarah is catalan mo-
nolingual. The three children were video taped from the age of 2 to 3 years every 2/3
weeks, though Sarah continued to be taped till the age of five and a half.
The data from the three children's observations for the period between the age of
2-3 helps us to describe the emergence of the temporal and aspectual systems in cata-
lan and spanish, and also to study the function of early verbal forms. The longitudinal
case study carried out on Sarah allows us to study the different reorganizations in her
speech in relation to time and aspect marks.
In our data, the general course of development of gramatical tenses and other tem-
poral and aspect related expressions of a lexical nature coincided with what has been
observed to happen in other languages. The only discrepancies observed with other stu-
dies relate to the moment of appearance of the past and future tenses in spanish. We
attribute these differences to the contact between languages in our subjects.
Our data does not support any of the prediction —semantic, syntactic, and tem-
poral— derived from the «defective time» hypothesis, according to which children use
their first verbal forms to establish aspect related distinctions. Thus, our subjects used
gramatical tenses with verbs that did not match from a semantic viewpoint or they used
lexical items in different verbal forms. Our data supports the idea that temporal and
aspectual systems are constructed simultaneously.
Sarah's longitudinal study shows that her first references to the past are initiated
and maintained by the adult. In verbal interactions between Sarah and an adult the lat-
ter asumes the role of guide, regulates information to be shares, and minimizes the de-
grees of freedom. Thus, in these contexts Sarah does not need to have acquired a time
concept in order to understand references to the past made by the adult. It is only ne-
cessary that she recognizes an event as something she has already experienced and, the-
refore, uses linguistic forms without understanding a great deal of their meaning. As a
result, Sarah uses her first verbal forms with an indexical value whose meaning is a func-
tion of the context being created and maintained by the adult.
With respect to the communicative function of language it is said that linguistic
signs modify their meaning throughout development. We propose that initially chil-
dren atribute an original meaning to linguistic signs which (in the case of the perfect
tense in spanish and the indefinite in catalan, and of the imperfect in both languages,
together with the progressive forms) corresponds to the characteristics of events in the
real world. The indefinite tense in spanish and the perfect in catalan emerge as forms
which are modelled, created and maintained by the adult in the presence of the «ob-
ject». Later, referential disagreements between adult and child speech make a subse-
quent development of this early meanings possible.
43
The analysis of Sarah's speech «errors» in the use of verbal tenses shows that later
she uses the pe7fect in catalan to temporally locate a past event, and she uses the im-
perfect and progressive forms in catalan to refer to simultaneity and duration in time,
respectively. Also, she uses lexical expressions of aspectual character to establish direct
correspondences with the extralinguistic context. In addition, the errors Sarah makes
in productions of more than one sentence, show that in order to relate intralinguisti-
cally the simultaneous use of several verbal forms it is both necessary to modify the
forms of mental representation and to master the functionality of these particles.

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