Informe segregación espacial

¿Más integrados de lo que creemos?

Migración venezolana en Bogotá
y municipios vecinos
La población migrante, venezolana y retornada, presenta una baja segregación espacial en Bogotá y en los
municipios vecinos, evidenciando una alta integración con la población del territorio y reproduciendo las
formas de localización en estratos socioeconómicos medios y bajos. En este artículo se estudian estos patrones
de localización y sus implicaciones en términos de política pública.

Fot o: G ui l l er m o T o r r es
Bo g ot á.

1. INTRODUCCIÓN
L
a segregación socioespacial hace re-
ferencia a las diferencias o desigual-
dades sociales dentro de un conjunto
urbano y al agrupamiento de población
según características similares en su in-
terior, produciendo poca interacción con
el resto de los grupos. Es así como el ais-
lamiento espacial y el distanciamiento
promueven la desintegración social entre
clases, lo cual resulta especialmente per-
judicial para los grupos más vulnerables
(Katzman, 2001). Algunos problemas
asociados a las grandes aglomeraciones
en áreas residenciales segregadas, son
la difícil movilidad social, el deterioro
urbanístico-habitacional y la concentra-
ción de problemáticas sociales como el
desempleo, la informalidad, el embarazo
adolescente, entre otras (Linares, 2013).
Dado lo anterior, como parte de una
agenda de investigación independien-
te en procesos demográficos y territo-
riales, los investigadores Diva Marcela
García1 y José Mario Mayorga2, en co-
laboración con el Observatorio del Pro-
yecto Migración Venezuela y el Fondo
(UNFPA), analizaron la forma en que se
está asentando la población provenien-
te de Venezuela en Bogotá y sus muni-
cipios vecinos, a fin de medir el grado
de segregación espacial y los retos que
implica esta localización. La investiga-
ción se realizó bajo la premisa de que la
ubicación incide de manera directa en
1 PhD en Demografía, Praxis Urbana
Consultores https://praxisurbana.com/.
2 PhD (C) en Geografía, Praxis Urbana

de hogares en condiciones de pobreza, de Población de las Naciones Unidas Consultores https://praxisurbana.com/.

1
Informe segregación espacial

las posibilidades y barreras que tiene la

población migrante y retornada para su
integración, la cual es una condición ne-
cesaria para hacer efectivo su aporte a la
vida social y económica del país y de esta
forma garantizar sus derechos. De ahí la
necesidad de entender el fenómeno con
un enfoque territorial.
Cabe resaltar que, desde el 2015, se ha
presentado un fenómeno migratorio desde
Venezuela de grandes magnitudes y veloci-
dad, del cual Colombia es en la actualidad el
principal receptor, con 1.764.883 migran-
tes, según información de Migración Colom-
bia con corte a mayo de 2020. Al interior del
país, Bogotá es el principal destino de los
migrantes provenientes de Venezuela, dada
su amplia oferta de servicios, por lo que con-
centra a cerca del 20 % de esta población
F o t o : G ui l l er m o T o r r e s R e in a

(Migración Colombia, 2020). Este dato, de

lejos, supera la concentración en departa-
mentos fronterizos, tales como Norte de
Santander (11,4 %) y La Guajira (8,9 %).
Este artículo se centra en la localización
de la población proveniente de Venezuela
en el área urbana de Bogotá y municipios
vecinos de la Sabana (Soacha, Funza, Ma-
drid, Mosquera, Chía, Cota y Cajicá), que
requieren un análisis conjunto, por su
evidente dinámica regional (DNP, 2014). 2. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA
Como población de estudio se toma a la
población censada en 2018, residente en
DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA POBLACIÓN
dicho territorio, que hace cinco años vivía
en Venezuela. Al no enfocarse en la nacio-
MIGRANTE EN EL TERRITORIO?

D
nalidad, se incluye también a la población iferentes disciplinas que estudian la
colombiana en proceso de retorno, la cual relación entre población y territorio
representa el 11 % de la población estu- han concluido que la ubicación de
diada, según informa el Censo Nacional de nuestra residencia al interior de las ciuda-
Población y Vivienda (CNPV) de ese año, des no depende del azar o de la voluntad
del Departamento Administrativo Nacio- individual, sino que está relacionada con la
nal de Estadística (DANE). forma en que se organiza nuestra sociedad
El presente documento tiene cuatro sec- en el espacio urbano. En él, se pueden ma-
ciones, incluyendo esta breve introducción. terializar las distancias sociales entre la
La segunda sección revisa la importancia de población de distintos grupos, que revelan
la distribución espacial de la población mi- la existencia de jerarquías y desigualda-
grante en el territorio, como tema de estu- des sociales. Cuando se tiene una concen-
dio. La tercera, presenta algunos resultados tración desigual de población al interior de
sobre el grado de segregación de los migran- la ciudad, según alguna variable que gene-
tes en el conjunto urbano de Bogotá y sus re distancia social, se habla de segregación
municipios aledaños, y su distribución por espacial, y es ahí cuando se asume que esta
estratos socioeconómicos; posteriormen- dificulta la integración entre los diversos
te, se localizan y explican las zonas de aglo- grupos (Rodríguez, 2004).
meración significativas y concentraciones En el caso de América Latina, se ha
espaciales atípicas de los migrantes en este comprobado que las distancias espacia-
conjunto urbano. En una última sección, se les entre grupos se establecen princi-
hacen algunas recomendaciones para res- palmente a partir de su diferente nivel
ponder a los desafíos identificados con es- económico, identificándose claramente
tos patrones de ubicación en Bogotá y sus las zonas donde residen los más ricos y
municipios aledaños, en aras de mejorar la aquellas en donde se ubican los grupos
integración de la población migrante que ha sociales más pobres (Sabatini, 2006). Sin
llegado recientemente. embargo, esta no es la única fuente de
distancias sociales: el origen migratorio
o las diferencias étnico-raciales también
son factores que pueden producir des-
igualdades sociales. Esta forma de segre-
gación centrada en el origen migratorio
o la raza ha sido poco estudiada en Lati-
noamérica, pero ampliamente abordada
en muchas ciudades norteamericanas,
en donde se pueden identificar zonas
habitadas exclusivamente por afroame-
ricanos o latinos, o los conocidos barrios
chinos, italianos, entre otros.
La existencia de la segregación revela
que es en función de las características
socioeconómicas o del origen migratorio
que se posibilita el acceso a la vivienda
en un sector u otro de la ciudad, ya sea en
arriendo o propiedad. Pero no todos los
sectores son iguales, difieren en sus ven-
tajas o desventajas en términos de loca-
lización, sistemas de movilidad, equipa-
mientos, espacio público, estatus social,
tipo de vivienda ofrecida, calidad de los
servicios de salud, entre otros. Así que
optar por una vivienda que se pueda cos-
tear implica elegir un sector u entorno, y
unas condiciones de vida.

2
 Informe segregación espacial
Las ciudades con las que se encuentran
los migrantes ya presentan grandes
brechas de desarrollo y de inclusión, y son
altamente segregadas por las condiciones
socioeconómicas de sus habitantes
(Mayorga, 2019).
La localización en el espacio urbano, en
el caso específico de la población migran-
te, es aún más compleja, pues sus intereses
y estrategias para acceder a la vivienda se
entrecruzan con las condiciones estructu-
rales y formas de ocupar el territorio de
la sociedad de recepción (Bayona, 2007).
En el caso colombiano, las ciudades con
las que se encuentran los migrantes ya
presentan grandes brechas de desarrollo
y de inclusión, y son altamente segrega-
das por las condiciones socioeconómi-
cas de sus habitantes (Mayorga, 2019).
Para Bogotá, por ejemplo, la Secretaría
Distrital de Planeación (2013, 2017) ha
identificado una alta segregación de la
población según los estratos. Así mismo,
Salas (2008), Aliaga y Álvarez (2010), al
igual que Mayorga y Ortiz (2020), han
identificado que en la ciudad hay una se-
gregación de población con bajo nivel so-
cioeconómico, cuantificable a través del
tiempo y en distintas escalas espaciales.
En este escenario, la localización de los
migrantes puede describirse según una
escala que va desde la integración total
hasta la máxima segregación territorial. La
primera condición es reconocida por pro-
mover círculos virtuosos de proximidad
cultural y de redes de apoyo entre lugare-
ños y migrantes, evidenciando además el
aporte de la migración a todos los grupos
socioeconómicos de la sociedad recep-
tora. En cambio, la máxima segregación
revela la existencia de guetos, que son las
áreas de residencia separadas para los mi-
grantes según sus procedencias, pues son
excluidos de las demás zonas de la ciudad.
En estos guetos operan redes migra-
torias de familiares y amigos que tam-
bién emigraron, las cuales tienen un rol
de apoyo fundamental para sortear con
éxito los desafíos de reinstalarse en otro
Fot o: P ix a bay
país. Sin embargo, la consolidación que
Bo g o tá produce un aislamiento espacial y social
dificulta la inserción de los migrantes a
3
los mercados laborales, y otros espacios
sociales en los que se juegan las posibi-
lidades de la movilidad social. Además,
cuando los migrantes se asientan en zo-
nas con cierto deterioro físico, que son
probablemente las más accesibles en
todo el mercado inmobiliario de la ciu-
dad, y a ello se suman condiciones socioe-
conómicas desventajosas de lugareños y
migrantes, tales como altas tasas de des-
empleo e informalidad, estas áreas pue-
den convertirse en focos de xenofobia y
estigmatización (Cutler y Glaeser, 1997).
Debido a que la población migrante es
heterogénea en sus condiciones socioe-
conómicas, en sus trayectorias y expec-
tativas, y se inserta en ciudades también
heterogéneas socialmente, ninguno de
estos extremos suele darse en la realidad:
es decir, no existe la segregación o la inte-
gración total. Por ello, se busca establecer
el grado de segregación que existe y las
zonas de mayor concentración de pobla-
ción migrante en la ciudad. La identifica-
ción de dichas zonas abre la pregunta so-
bre las condiciones de vida de la población
lugareña que reside allí, lo cual anticipa
posibles conflictos, competencia o coope-
ración, especialmente ante situaciones de
vulnerabilidad. Adicionalmente, la identi-
ficación de dichas aglomeraciones arroja
insumos para focalizar las oportunidades
y servicios sociales necesarios para favo-
recer la integración económica y social.
Para esto, en este documento se ha
hecho uso de la información disponible
del CNPV de 2018 del DANE, cuya po-
tencia radica en ofrecer información para
escalas geográficas muy pequeñas (p. ej.
a nivel de manzana), por lo que permite
detallar los fenómenos de manera muy
precisa al interior de las ciudades. En
esta investigación se utilizaron como uni-
dades de análisis las secciones censales,
que son unidades creadas con fines esta-
dísticos, superiores a las manzanas.
Informe segregación espacial

3. ALGUNOS RESULTADOS GRÁFICO 1 - ESCALA DE

3.1. ¿MÁS INTEGRADOS DE
LO QUE CREEMOS?
El análisis espacial del CNPV de 2018
permitió evaluar el nivel de segregación de
la población migrante proveniente de Ve-
nezuela, en el conjunto urbano conformado
por Bogotá y los municipios de la Sabana.
Para ello, se utilizó el Índice Global de Mo-
ran, herramienta del análisis espacial que
sirve para establecer la similitud de áreas
vecinas con respecto a la concentración de
un grupo poblacional (en este caso, de mi-
grantes provenientes de Venezuela) y, por
tanto, tienden a diferenciarse de otras áreas
que no concentran al grupo de interés.
Como otros indicadores que miden la
segregación, este índice permite esta-
blecer si un grupo de población tiende
a distribuirse de manera homogénea en
el territorio y se integra en él, o si, por el
contrario, tiende a concentrarse espacial-
mente y a no mezclarse con otros grupos,
conformando guetos. El Índice Global de
Moran establece la intensidad de este pa-
trón espacial, a través de una escala que va
de 0 (máxima integración o distribución ho-
mogénea) a 1 (máxima segregación o con-
centración espacial)3. Se considera que hay
GRÁFICO 2 - MIGRANTES Y LUGAREÑOS POR ESTRATO SOCIOECONÓMICO
DE RESIDENCIA EN BOGOTÁ Y MUNICIPIOS DE LA SABANA
EL 81% DE LOS MIGRANTES SE CONCENTRA EN ESTRATOS 2 Y 3
49,0 %
39,4 %
32,0 %
11,0 %
9,2 %
0,5 % 0,1 %
Estrato 0 Estrato 1 Estrato 2
una segregación baja cuando el índice toma
valores en el rango entre 0 y 0,3; media,
cuando está entre 0,31 y 0,6; y alta, cuando
está por encima de 0,6 (Martori, Hoberg y
Surinach, 2006), (Gráfico 1).
En el caso de la distribución de la po-
blación migrante en Bogotá y sus munici-
pios vecinos, se obtuvo un valor de 0,19
en este índice4, lo que muestra un nivel
de segregación bajo. Esta integración en
el territorio revela que la población mi-
grante se ha asentado en buena parte del
espacio urbano, en donde representa en-
tre el 2 % y el 5 % de la población total de
los sectores censales en los municipios
estudiados. Esto, claramente, indica que
no hay sectores tipo gueto en donde los
migrantes se concentren sin mezclarse
con los lugareños. Esta distribución es-
pacial, sumada a las afinidades culturales
que existen entre los lugareños y aque-
llos que migraron, generan importantes
oportunidades para la integración social.
Dado que la población migrante prove-
niente de Venezuela está integrada espa-
cialmente con la población lugareña en Bo-
gotá y sus municipios vecinos, y que estos
entornos ya se encontraban segregados
Migrantes No migrantes
35,4 %
10,2 %
5,0 %
3,2 % 2,4 %
1,0 % 1,0 %
Estrato 3 Estrato 4 Estrato 5 Estrato 6
Fuente: Elaboración propia con base en datos del CNPV-DANE, 2018.
SEGREGACIÓN RESIDENCIAL DE
LOS MIGRANTES PROVENIENTES
DE VENEZUELA EN BOGOTÁ Y LOS
MUNICIPIOS DE LA SABANA, SEGÚN
EL ÍNDICE GLOBAL DE MORAN
0,4 0,5 0,6
0,3 0,7
0,2 0,8
0,1 0,9
Baja segregación
Media segregación
Alta segregación
Fuente: Elaboración propia con base en datos del CNPV-DANE, 2018.
socialmente antes de la migración, es con-
veniente analizar si la diferencia territorial
entre los ricos y los pobres se refuerza con
los flujos migratorios. Con este fin, a con-
tinuación, se examina la distribución de
la población migrante en los estratos so-
cioeconómicos utilizados para el cobro de
servicios públicos, y que fueron captados
por el CNPV de 2018. Cabe decir que los
estratos son establecidos en función de las
características de los sectores y las vivien-
das, y no de los hogares que las habitan .
El primer hallazgo al respecto es que
los migrantes siguen un patrón similar de
distribución poblacional en los estratos
socioeconómicos al de los lugareños de
Bogotá y la Sabana, pues se concentran
principalmente en los estratos medios/
bajos (Gráfico 2). Sin embargo, resalta la
sobrerrepresentación de migrantes en el
estrato 2 (categorizado como bajo), en
donde se localiza cerca del 50 % de esta
población, y algo menos del 40 % de los
lugareños. Un segundo hallazgo es que la
población migrante no solo se localiza en
los estratos bajos y medios, aunque tiene
menor presencia entre los estratos 4, 5
y 6 (7 %) que los lugareños (15 %). Esto
permite concluir que, en efecto, los pa-
trones de segregación y distribución de
la población lugareña, según niveles so-
ciales, se reproducen y profundizan con
la llegada de los migrantes.

3 Lo primero que permite establecer el indicador es si el grupo de población de interés se ubica aleatoriamente en el territorio o existe algún patrón.

Para ello, se analiza que el p-valor de la prueba sea estadísticamente significativo. Posteriormente, se evalúa si la puntuación del índice toma valores
negativos (hasta –1) o positivos (hasta 1). Los valores negativos muestran que la tendencia espacial existente es la dispersión, es decir, que no hay agrupaciones
espaciales, por lo que no es posible hablar de segregación (Anselin, 1995). De ahí que la escala de la segregación considerada se encuentre entre 0 y 1.
4 Con un p-valor significativo estadísticamente.

4
Informe segregación espacial

3.2. ¿CUÁLES SON LAS ZONAS MAPA 1 - ZONAS DE CONCENTRACIÓN DE MIGRANTES PROVENIENTES
DE MAYOR CONCENTRACIÓN DE DE VENEZUELA EN BOGOTÁ Y MUNICIPIOS DE LA SABANA (2018)
LA POBLACIÓN MIGRANTE
EN BOGOTÁ Y LOS MUNICIPIOS
DE LA SABANA?
El puntaje obtenido en el Índice Global de
Moran, no solo muestra que hay una se-
gregación baja de la población migrante en
Bogotá y los municipios vecinos, sino que
también revela que no hay una distribu- Chía
ción perfectamente homogénea de los mi-
grantes en el espacio urbano. Así, aunque
mezclada, la población migrante tiende a
concentrarse con mayor intensidad en al-
gunas porciones del territorio. Para identi-
ficar dichas zonas se utilizó el Índice Local
de Moran que, al analizar la cantidad de
población migrante en cada una de las sec-
Suba
ciones censales con respecto a la cantidad
de población migrante en las secciones ve- Madrid
cinas, permite definir unas aglomeraciones
significativas en las que la presencia de mi-
grantes está por encima del promedio del Engativa
resto del área de estudio. Igualmente, per- Mosquera
mite identificar unas zonas “atípicas” que
tienen una mayor cantidad de migrantes
que las secciones que colindan con ellas6.
Estas últimas áreas reflejan particularida-
Kennedy
des territoriales altamente focalizadas. Bosa
En el Mapa 1 se observan las zonas de
Bogotá y los municipios vecinos de la Sa-
bana en las que hay una mayor concentra-
Soacha
ción de población migrante que en el resto
de los sectores. Al interior de la ciudad, los
conjuntos de sectores con más cantidad de
migrantes, que conforman aglomeraciones
significativas, se localizan al suroccidente
de Bogotá, principalmente en las localida-
des de Bosa y al sur de Kennedy, así como
en el noroccidente, en inmediaciones de
Engativá y Suba. De otra parte, se revela la
presencia de varias zonas atípicas, princi-
palmente en el centro de la ciudad. En los
municipios de la Sabana se presentan aglo-
meraciones significativas, tanto en el eje
sur (Soacha) como en el occidental (Ma-
drid y Mosquera), y en el eje norte (Chía).
Fuente: Elaboración propia con base en datos del CNPV-DANE, 2018.

6 El indicador calcula un valor I para una entidad que, en caso de ser positivo, indica que sus vecinos tienen una presencia similar del atributo analizado, es decir, que

hace parte de una aglomeración significativa o clúster: estos pueden ser de valores altos o bajos, en función de la desviación estándar de los datos en el conjunto
urbano analizado. En caso de que el valor I sea negativo, se trata de una entidad cuya presencia del fenómeno analizado es distinta de la de sus vecinos, por lo que
se trata de una zona atípica. A partir de dichas puntuaciones, y de las puntuaciones Z del indicador, es posible clasificar a las unidades en cinco grupos, que permiten
generar representaciones cartográficas: 1) Bajo-bajo: unidades con valores bajos de la población de interés, que están rodeadas de unidades con valores bajos de la
misma variable; 2) Alto-alto: unidades con valores altos de la población de interés, que están rodeadas de unidades con valores altos de la misma variable, 3) Bajo-
alto: unidades con valores bajos de la población de interés, que son vecinas de unidades con valores altos de la variable, 4) Alto-bajo: unidades con valores altos de
la población de interés, rodeadas de unidades con valores bajos de dicha población, y 5) No significativo: unidades cuyo índice local tiene un p-valor mayor de 0,05
(Anselin, 1995). En este trabajo, los sectores “alto-alto” se clasifican como aglomeraciones significativas y los “alto-bajo” se clasifican como zonas atípicas.
Cabe señalar que tanto el indicador global como el local implican la toma de decisiones sobre la forma en que interactúan mutuamente las entidades en el espacio,
por lo que debe optarse por alguno de los parámetros de conceptualización de relaciones espaciales, que también dependen de las características de los datos. Estas
pueden basarse en la contigüidad de los vecinos o en la distancia en que se encuentran aquellas unidades que entrarán dentro del cálculo del indicador para cada
unidad espacial (Anselin, 1995), entre otras. En este caso, el criterio utilizado fue el de contigüidad de los vecinos.

5
Informe segregación espacial

Existe una alta integración territorial entre los lugareños y

la población que migró desde Venezuela, lo cual constituye
una oportunidad para la integración social.

Para comprender las implicaciones de

MAPA 2 - ESTRATO SOCIOECONÓMICO DE LAS ZONAS DE la localización espacial identificadas, en lo
CONCENTRACIÓN DE MIGRANTES PROVENIENTES DE VENEZUELA que sigue se analizan las características
EN BOGOTÁ Y MUNICIPIOS DE LA SABANA (2018) urbanas de las zonas con mayor concen-
tración de población migrante, así como
los estratos socioeconómicos en que se
clasifican. Las aglomeraciones significati-
vas se localizan mayoritariamente en los
estratos 2 y 3, y en menor proporción en
los estratos 1 y 4, lo cual es coherente con
lo revelado anteriormente (Mapa 2). Las
zonas atípicas se clasifican principalmen-
te como de estrato 3, y en menor medida
en el estrato 2 (Mapa 2).

3.2.1. Concentración
en Bogotá: occidente y
centro de la ciudad
Como se observa en el Mapa 2, las aglo-
meraciones significativas de población
migrante en las localidades de Bosa y el
sur de Kennedy se encuentran en sec-
tores de estrato 1 y 2, en barrios como
Patio Bonito, El Porvenir, El Recreo y
Bosa. Además de caracterizarse por la
presencia de grupos sociales altamente
vulnerables, estas zonas sobresalen por
su alta densidad poblacional, que su-
pera los 300 habitantes por hectárea,
cuando para el conjunto de Bogotá este
Teusaquillo
dato es de menos de 180 habitantes por
Kennedy
Bosa hectárea en suelo urbano y, por ejemplo,
en Teusaquillo está por debajo de los
100 habitantes por hectárea (Mapa 3).
Esto implica que, en realidad, dicha zona
concentra a la vez mayor cantidad de po-
blación migrante y lugareños. Lo ante-
rior, sumado a la importante influencia
de la informalidad urbana en el origen
de dichos sectores, produce déficits en
la disponibilidad de colegios, servicios
de salud y bienestar, sistemas de trans-
porte y otros bienes sociales necesarios
para garantizar una óptima calidad de
vida (Secretaría Distrital de Planeación
[SDP], 2019). Así, en esta zona conver-
ge una insuficiente oferta de servicios
urbanos y una alta demanda de los mis-
mos por parte de población lugareña y
migrante, panorama que puede anticipar
Fuente: Elaboración propia con base en datos del CNPV-DANE, 2018. situaciones de competencia y conflicto.

6
Informe segregación espacial

Pero no son las únicas zonas de aglo-

meración de migración al interior de la
ciudad: también sobresalen los sectores MAPA 3 - DENSIDAD POBLACIÓN TOTAL EN BOGOTÁ Y MUNICIPIOS DE
específicos de Engativá y Suba, que par- LA SABANA (2018) Y EN LAS ZONAS DE CONCENTRACIÓN DE MIGRANTES
ticularmente concentran la migración PROVENIENTES DE VENEZUELA
en sectores de estratos 2 y 3, revelando
la diversidad socioeconómica del grupo
de los migrantes (Mapa 3). Esta aglome-
ración también sucede por un efecto de
las densidades poblacionales, aunque de
menor intensidad que el observado para
las zonas de Kennedy y Bosa.
Por otra parte, la localidad de Los Már-
tires presenta varias concentraciones
atípicas que, como se explicó anterior-
mente, son sectores con alta presencia
de migrantes que no se encuentran en
una zona con las mismas características,
sino que se rodean de sectores con baja
presencia de migrantes. Siendo así, in-
teresa conocer las particularidades que
allí se focalizan y que atraen a este grupo
poblacional. Se encontró que en las zo-
nas atípicas de Los Mártires confluyen
condiciones de deterioro social y urba-
nístico, con la ventajosa localización que
implica estar en el centro de la ciudad.
Por un lado, se trata de una localidad
con una reconocida conflictividad social
por la presencia de establecimientos de
trabajo sexual, y con alta criminalidad,
asociada, entre otras cosas, al expendio
de drogas (SDP, 2017). Por otro lado,
Kennedy
tradicionalmente en este sector se han Bosa
localizado inquilinatos, en los cuales se
Los Mártires
subalquilan habitaciones de las grandes
y deterioradas casas que aún persisten,
y que constituyen una forma residencial
tan precaria como económica (García,
2019). En muchos casos, estos inquilina-
tos han adquirido la modalidad de “pa-
gadiarios” que, por cobrar el monto del
alquiler diariamente, sin necesidad de un
contrato formal, dan alojamiento a los
grupos sociales más vulnerables, tanto
entre los migrantes como entre los luga-
reños. La precariedad de los residentes
de la zona fue confirmada al convertirse
en el primer epicentro de desalojos de
migrantes y otros grupos vulnerables
durante el aislamiento obligatorio decre-
tado desde el mes de marzo de 2020 por
cuenta del covid-197.

3.2.2. El fenómeno Fuente: Elaboración propia con base en datos del CNPV-DANE, 2018.

en la Sabana de Bogotá
La concentración de la población migrante
no solo sucede al interior de los límites de
Bogotá, sino que se inserta en un proceso 7 Así lo documentaron medios como Semana (https://semanarural.com/web/articulo/en-los-pagadiarios-
de urbanización regional protagonizado no-desalojan-pero-cortan-los-servicios-publicos/1409) y la Silla Vacía (https://lasillavacia.com/silla-
por población que trabaja o hace uso coti- cachaca/los-desalojos-muestran-cara-mas-cruda-pobreza-cuarentena-76086).

7
 Informe segregación espacial

diano de la ciudad, pero que reside en los
municipios aledaños. Ejemplo de lo ante-
rior es que según los cálculos de la Encues-
ta Multipropósito DANE-SDP de 2017, el
20 % de la población ocupada que reside
en los municipios de la Sabana trabaja en
Bogotá. Lo anterior sucede porque en la
Sabana encuentran mejores condiciones
en el mercado residencial, tanto en materia
de precios como de espacio y otras carac-
terísticas de las viviendas, por lo que los
diferentes municipios vecinos han venido
especializando su producción residencial
para dar cabida a población de diferentes
estratos socioeconómicos (Alfonso, 2014).
Los resultados obtenidos muestran que
este fenómeno no es exclusivo de los lu-
gareños, sino que a él se suma la población
proveniente de Venezuela.
En este sentido, Soacha se incluye en el
eje de aglomeración suroccidental, identi-
ficado anteriormente en las localidades de
Bosa y Kennedy, concentrando espacial-
mente población migrante en sectores de
estratos 1, 2 y 3. Este municipio, además
de compartir fronteras, comparte también
buena parte de las condiciones socioeco-
nómicas y urbanísticas de las localidades
de Bogotá descritas anteriormente —
como se observa en el caso de las densida-
des (Mapa 3)—, que pueden generar alta
presión sobre bienes y recursos urbanos.
Por otra parte, sobresale la alta con-
centración de población migrante en
Funza y Madrid, cuyo importante creci-
miento en las últimas décadas se ha po-
tenciado por la recepción de población
de clase media y baja, que antiguamente
residía en Bogotá, pero que ahora busca
una oferta residencial más asequible (Ar-
dila et al., 2019). Allí, la aglomeración de
migrantes sucede principalmente en los
estratos 2 y 3.
Por último, para completar el abanico de
la diversidad socioeconómica, existe una
aglomeración significativa en Chía, que alo-
ja población en una amplia gama de estra-
tos —incluido el 6—, lo cual revela la diver-
sidad existente en la composición y prácticas
de localización de la población migrante en el
espacio metropolitano (Mapa 2).

Los patrones
de segregación
y distribución
de la población
lugareña, según
niveles sociales,
se reproducen y
profundizan con
la llegada de
los migrantes.
Fot o: Cé sar G ar cí a

Esto genera a
su vez presión
sobre los bienes
Bo g o tá y servicios
básicos que,
por su escasez,
pueden generar
situaciones de
competencia
entre migrantes
Fot o: A rch i vo S e ma n a

y lugareños.

8
Informe segregación espacial
4. DESAFÍOS DE BOGOTÁ Y LOS MUNICIPIOS DE LA
SABANA COMO LUGARES DE RECEPCIÓN DE MIGRANTES
E
l estudio de la localización de la po-
blación migrante al interior de las
ciudades es necesario no solo para
emprender acciones que permitan miti-
gar los costos de un flujo no planificado,
sino también para generar condiciones
para una movilidad regional digna para
los migrantes, que pueda impulsar el de-
sarrollo de los lugares de destino (BID,
2020). En ese sentido, para el caso de
Bogotá y sus municipios vecinos se en-
contró que existe una alta integración
territorial entre los lugareños y la po-
blación que migró desde Venezuela, lo
cual constituye una oportunidad para la
integración social.
Sin embargo, esa integración puede
peligrar debido a las condiciones pre-
9
existentes en la ciudad, que antes de
la migración estaba segregada y tenía
enormes tareas pendientes para cubrir
satisfactoriamente la demanda de vi-
viendas, espacios públicos, servicios de
salud, educación y transporte público
de toda la población. Como se demos-
tró, las formas de localización de los
migrantes refuerzan la segregación ya
existente e incrementan la presión so-
bre los bienes y servicios básicos que,
por su escasez, pueden generar situacio-
nes de competencia entre migrantes y
lugareños, afectando también a estos úl-
timos. Así, la presencia de los migrantes
se suma a dinámicas urbanas de densifi-
cación, integración regional y precariza-
ción que los anteceden, y que son parte
F o t o : C ésar G ar cí a
de los retos del modelo de ciudad que se
desea construir a través de los Planes de
Ordenamiento Territorial (POT). En el
caso de Bogotá, por ejemplo, en el actual
proceso de revisión del POT, es clave re-
conocer que el éxito en la intervención
de dichas problemáticas urbanas, ade-
más de tener un efecto generalizado so-
bre la calidad de vida la población, puede
tener un impacto en la integración entre
lugareños y migrantes, así como entre
grupos socioeconómicos.
En particular, es necesario reconocer
que los mencionados déficits urbanos
no afectan de la misma forma a los lu-
gareños y a los migrantes, pues estos
últimos “se juegan” en la ciudad sus po-
sibilidades de inserción a las dinámicas
 Informe segregación espacial

sociales, laborales y urbanas. Un ejem-

plo de ello es el acceso a la vivienda,
que puede constituir una barrera para
la integración del migrante a la ciudad
en condiciones mínimas de calidad de
vida, pues usualmente desconoce cómo
funciona el mercado de arrendamiento
local y puede no contar con los requisi-
tos ni los ingresos necesarios para ac-
ceder a él (BID, 2020). Es por ello que
se encontró una sobrerrepresentación
de población migrante en sectores con
oferta residencial precaria, que apareja
condiciones de vulnerabilidad social.
Por lo anterior, también se requieren
políticas de apoyo puntuales a la pobla-
ción migrante, las cuales pueden ser fo-
calizadas en las aglomeraciones y zonas
atípicas identificadas en los distintos

estratos socioeconómicos, en donde po-
siblemente ya operan redes migratorias
de apoyo informal, como las de familia y
amigos. Considerando dichas concentra-
ciones, es necesario que el Gobierno dis-
trital y los de municipios vecinos puedan
caracterizar a la población migrante que
ha venido a asentarse en sus municipios y
localidades, con el fin de organizar y am-
pliar la oferta de servicios para la población
migrante y no migrante, y así facilitar los
procesos de integración. En este sentido,
es clave que el Gobierno nacional avance
en la identificación y regularización de los
migrantes venezolanos, dado que el hecho
Fot o: Arc hi vo Se ma n a
de que hoy en día el 57 % de esta población
permanezca en condición irregular, limita
el acceso efectivo a derechos básicos (por
ejemplo, salud, educación, trabajo formal,
entre otros), bienes y servicios.
Adicionalmente, a partir del análisis
espacial se evidenció que la recepción
de migración es un fenómeno que no
respeta límites administrativos, por lo
F o t o : G ui l l er m o Tor r e s
que necesita de intervenciones manco-
munadas entre los municipios vecinos
y el distrito. Es para este tipo de retos
que se requiere la Región Metropolita-
na Bogotá-Cundinamarca, cuya consti-
tución viene avanzando en el Congreso
de la República, con la modificación del
artículo 325 de la Constitución Política.
Esta figura permitiría escenarios de tra-
bajo conjunto para informar, asesorar y
direccionar servicios especializados en
materia educativa, laboral, inmobilia-
ria, de salud, de justicia y protección, y
todos los servicios de la administración
pública que favorezcan la calidad de vida
de la población migrante.
Igualmente, se requiere de la coor-
dinación para la evaluación de los ries-
gos existentes en los territorios —en
particular en aquellos con alta concen-
tración de migrantes— en términos de
xenofobia, trata de personas, explota-
ción sexual y situaciones de violencia,
especialmente las basadas en género; y
también para la creación de estrategias
que permitan afrontar dichos riesgos.
Por último, la posibilidad de desarro-
llar una medición de la segregación y la
comprensión de sus implicaciones so-
cioeconómicas, así como las condiciones

territoriales que las permiten, se consti-

tuye en un ejercicio de vital importancia
para comprender las formas de integra-
ción en otras ciudades receptoras del
país y en el contexto latinoamericano.

10
Informe segregación espacial
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R Oproducto
Y E C T O Mde
I GProyectos
RACIÓN P
Semana S.A. financiado con el apoyo de la
Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo
Foto: Pix a ba y
Internacional (USAID), a través del
programa de Alianzas para la Reconciliación
operado en Colombia por ACDI/VOCA. Los
contenidos son responsabilidad de Proyectos
Semana S.A. y no necesariamente reflejan
las opiniones de USAID o del Gobierno de
Estados Unidos. 
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Paulo Javier Lara
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2017%5D
Esta publicación se basa en un
Secretaria Distrital de Planeación [SDP]. (2017). trabajo de investigación realizado por:
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José Mario Mayorga
resultados_bogota_region.pdf PhD (C) en Geografía