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COMENTARIOS A LA COMPRENSIÓN LECTORA

Antes de cerrar este foro quería haceros unas últimas reflexiones.


Diferencias y semejanzas entre la comprensión y auditiva y la
comprensión lectora.
Hay un provecho en hacer pensar a vuestros alumnos que no tienen
que esforzarse cada vez que oyen o leen como si fueran destrezas
separadas: pueden rentabilizar las habilidades adquiridas para una
destreza en la otra. Es una estrategia docente que, en mi opinión, se
practica muy poco. Digo esto porque no creo que dediquemos mucho
tiempo en nuestras aulas a este tipo de actividad. Por eso,
adaptándolos a niveles y necesidades las fichas que os propongo en las
lecciones que tratan las diferentes destrezas me parecían de utilidad.
En ningún momento he pensado que unas estrategias sean sustituibles
por otras, sino que “se ayudan” mutuamente.

Ser conscientes de las diferencias –en todo- ayuda también, pero yo


prefiero plantearlo en términos positivos de semejanzas. La estrategia
es: cuando oímos, ¿en qué nos fijamos? ¿Y cuándo leemos? ¿Cómo
podemos usar lo que hacemos para una cosa cuando hacemos la otra?

Si faltan los elementos suprasegmentales entramos en el terreno de la


ambigüedad que, además, forma parte de la lengua y de la vida. Hay
quienes la toleran en ambos terrenos mejor y peor, pero sabiendo que
existe, debemos proveernos de recursos para aclararla. Observad este
diálogo enviado por un alumno de un máster diciendo que es real, que
lo recogió como muestra que contradice muchos principios
comunicativos.

J. Parece que vamos a necesitar que alguien venga a trabajar el sábado.


E. Sí.
J. ¿Puedes venir tú?
E. Supongo que sí.
J. Estupendo.
E. Sí. El sábado es un día especial para mí, ¿sabes?
J. ¿Qué quieres decir?
E. Es el cumpleaños de mi hijo.
J. ¡Felicidades! Que lo paséis muy bien.
E. Gracias. Te lo agradezco.

En este diálogo no hay marcas contextuales y aparentemente tampoco


hay intención comunicativa, pero incluso en este caso podemos inferir
cosas, como la falta de expresividad de ambas personas, la falta de
igualdad entre ellas, el deseo de no decir abiertamente que “ir a trabajar
el sábado le viene mal”. Es decir que un diálogo tan poco informativo
también nos da información, quizá nos equivoquemos al atribuir
nacionalidad o país de origen a quienes hablan, incluso al adivinar
intenciones, pero sí que sabemos cosas. Fijaos cuántas posibilidades
ofrecen esos diálogos tan criticados de algunos manuales para
trabajarlos con distintas intenciones comunicativas y transformarlos.
Por cierto, observad qué cerca está la comprensión lectora trabajada así
del análisis del discurso y la expresión oral.

Fichas de reflexión sobre la CL


Por lo que se refiere a las fichas, no puedo asegurar que funcionen
siempre, ni que la selección de preguntas sea la más adecuada. Lo
cierto es que están hechas a partir de los alumnos y para comprobar su
utilidad deberíais pasarlas para ver las reacciones de distintos grupos:
edad, país donde se aprende, nivel, etc. Mi experiencia con este tipo de
encuesta es que si se dejan las respuestas abiertas, muchos alumnos
no saben qué decir porque nunca se lo han planteado. Que haya tantas
preguntas es una forma de ayudar a la introspección.

Leer en voz alta y para los demás


Las actividades de pre-lectura no sólo se refieren a lo que podemos
hacer con los textos mismos, sino a crear el ambiente que predisponga
a la lectura. Los autores del libro La magia de leer cuentan la
experiencia de un profesor que decidió leer en voz alta a sus alumnos
una vez a la semana con resultados sorprendentes.
Nos recuerdan también que la lectura en voz baja es algo a lo que se
llegó con el tiempo. Lo habitual era la lectura de alguien para el grupo.
Es muy interesante la anécdota de los puros denominados
‘Montecristo’: os invito a buscarla en el libro o en cualquier otro medio.
Leer: un acto revolucionario
Sin duda para empezar a leer hay que conocer las letras y poder
descifrarlas, pero ya sabemos que tenemos que descifrar otras cosas
hoy en día que no desaniman a quienes creemos que leer puede ser un
acto revolucionario, ¿por qué si no la prohíben o la ven con malos ojos
las dictaduras: recordemos el libro o la película Balzac y la joven
costurera china o el famoso Índice de libros prohibidos para toda la
cristiandad publicado en 1559 y suprimido en 1996. ¿Qué habrá en los
libros que da tanto miedo? Quizá esta pregunta sería una forma de
empezar nuestra próxima clase de Literatura o de animación a lectura o
como la queréis llamar. Podríamos seguir por seleccionar fragmentos de
películas en las que se muestra cómo los libros se consideran enemigos
de la libertad y… bueno, se me ocurren muchas cosas que se podrían
desarrollar a partir de esta idea, pero espero que si os interesa seáis
vosotros mismos quienes busquéis vuestro camino.
Recordad en este sentido el libro Leer Lolita en Teherán de Azar
Nafisi. Podéis encontrar un resumen aquí
http://www.casadellibro.com/fichas/fichabiblio/0,1094,290000100982
8,00.html?codigo=2900001009828&ca=21

A medio camino entre la lectura y la expresión escrita –tema que


también trataremos- está este artículo “Los cuentos: formas de
construir la identidad”, que podréis leer aquí si os interesa
http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=837

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