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El reconocimiento de los derechos humanos como derechos naturales del hombre, fue
una conquista ardua de la humanidad, y llegó a lograrse tras la Revolución Francesa
de 1789. Hasta entonces, era el gobernante quien decidía sobre los derechos de las
personas, quienes debían aceptar pasivamente sus exigencias, fueran o no justas.
Derechos sociales.- Son los que le corresponden a las personas por su rol en un
determinado contexto social, por hallarse desprotegidos frente a una situación desigual
con respecto a otros que podrían abusar de tal circunstancia. Así son derechos
sociales fundamentalmente los referidos al trabajo, ya que la situación de necesidad
en que se halla el trabajador, lo coloca en una posición susceptible de ser objeto de
abusos, tal como había sucedido durante la revolución industrial, que fue una muestra
más que elocuente de lo que pueden hacer los empleadores con sus empleados si no
existen leyes que limiten su accionar. Es por ello que la ley toma posición para lograr
equidad, estableciendo por ejemplo que las condiciones de trabajo deben ser dignas,
que deben respetarse horarios de trabajo, impide o regula el trabajo de menores,
concede vacaciones pagas, un salario mínimo vital, el derecho de agremiarse, el
derecho de los gremios a la huelga, a concertar convenios colectivos de trabajo, a
recurrir a la conciliación y al arbitraje, etcétera. En otros casos el estado interviene
para proteger a aquellos miembros del cuerpo social que se hallan en situación de
inferioridad y necesitan mayor atención por su estado de salud o por su edad
avanzada, concediéndoles seguro social, pensiones y jubilaciones.
Derechos patrimoniales.- son aquellos que tienen un contenido económico, como por
ejemplo, el derecho a contratar, el derecho de propiedad, el de comerciar, etcétera.
Derechos culturales.- son los que tienen un contenido que hace a la capacitación del
ser humano, con vistas a su perfeccionamiento, y es compatible con los derechos
sociales: Por ejemplo, el derecho de enseñar y aprender.
Derechos políticos.- son los que le corresponden al ciudadano para participar como
miembro activo del poder político en un gobierno democrático, por sí o a través de sus
representantes. El derecho de sufragio, a afiliarse a un partido político, a ser elegido
para un cargo de gobierno, a participar en la presentación de un proyecto de ley, en un
plebiscito, o en una consulta popular.
Artículo 1
Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones
sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común.
Artículo 2
La finalidad de cualquier asociación política es la protección de los derechos naturales
e imprescriptibles del Hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la
seguridad y la resistencia a la opresión.
Artículo 3
El principio de toda Soberanía reside esencialmente en la Nación. Ningún cuerpo ni
ningún individuo pueden ejercer autoridad alguna que no emane expresamente de
ella.
Artículo 4
La libertad consiste en poder hacer todo lo que no perjudique a los demás. Por ello, el
ejercicio de los derechos naturales de cada hombre tan sólo tiene como límites los que
garantizan a los demás Miembros de la Sociedad el goce de estos mismos derechos.
Tales límites tan sólo pueden ser determinados por la Ley.
Artículo 5
La Ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para la Sociedad. Nada que
no esté prohibido por la Ley puede ser impedido, y nadie puede ser obligado a hacer
algo que ésta no ordene.
Artículo 6
La Ley es la expresión de la voluntad general. Todos los Ciudadanos tienen derecho a
contribuir a su elaboración, personalmente o a través de sus Representantes. Debe
ser la misma para todos, tanto para proteger como para sancionar. Además, puesto
que todos los Ciudadanos son iguales ante la Ley, todos ellos pueden presentarse y
ser elegidos para cualquier dignidad, cargo o empleo públicos, según sus capacidades
y sin otra distinción que la de sus virtudes y aptitudes.
Artículo 7
Ningún hombre puede ser acusado, arrestado o detenido, salvo en los casos
determinados por la Ley y en la forma determinada por ella. Quienes soliciten, cursen,
ejecuten o hagan ejecutar órdenes arbitrarias deben ser castigados; con todo,
cualquier ciudadano que sea requerido o aprehendido en virtud de la Ley debe
obedecer de inmediato, y es culpable si opone resistencia.
Artículo 8
La Ley sólo debe establecer penas estricta y evidentemente necesarias, y tan sólo se
puede ser castigado en virtud de una Ley establecida y promulgada con anterioridad al
delito, y aplicada legalmente.
Artículo 9
Puesto que cualquier hombre se considera inocente hasta no ser declarado culpable,
si se juzga indispensable detenerlo, cualquier rigor que no sea necesario para
apoderarse de su persona debe ser severamente reprimido por la Ley.
Artículo 10
Nadie debe ser incomodado por sus opiniones, inclusive religiosas, siempre y cuando
su manifestación no perturbe el orden público establecido por la Ley.
Artículo 11
La libre comunicación de pensamientos y opiniones es uno de los derechos más
valiosos del Hombre; por consiguiente, cualquier Ciudadano puede hablar, escribir e
imprimir libremente, siempre y cuando responda del abuso de esta libertad en los
casos determinados por la Ley.
Artículo 12
La garantía de los derechos del Hombre y del Ciudadano necesita de una fuerza
pública; por ello, esta fuerza es instituida en beneficio de todos y no para el provecho
particular de aquéllos a quienes se encomienda.
Artículo 13
Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, resulta
indispensable una contribución común, la cual debe repartirse equitativamente entre
los ciudadanos, de acuerdo con sus capacidades.
Artículo 14
Todos los Ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o a través de
sus representantes, la necesidad de la contribución pública, de aceptarla libremente,
de vigilar su empleo y de determinar su prorrata, su base, su recaudación y su
duración.
Artículo 15
La Sociedad tiene derecho a pedir cuentas de su gestión a cualquier Agente público.
Artículo 16
Una Sociedad en la que no esté establecida la garantía de los Derechos, ni
determinada la separación de los Poderes, carece de Constitución.
Artículo 17
Por ser la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella,
salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija de modo
evidente, y con la condición de haya una justa y previa indemnización.
Los Derechos Humanos en la Constitución Política del Estado Boliviano.
Con la promulgación de la Nueva Constitución Política del Estado en enero de 2009,
Bolivia da su primer paso fundamental dentro de una nueva etapa histórica que inicia
el año 2006 con la instalación de la Asamblea Constituyente. Este importante hito
deviene de las luchas ancestrales de los pueblos indígenas campesino originarios
contra el coloniaje, hasta sus luchas por tierra, territorio, agua y gas durante el último
siglo, luchas que dieron lugar a una nueva agenda nacional que exigía la creación de
un nuevo país a través de una Asamblea Constituyente, y en consecuencia con la
creación de una nueva Constitución Política. Así, y por primera vez, Bolivia contó con
el primer Presidente indígena, dando curso a lo que ha venido denominándose como
un irreversible proceso de “empoderamiento sociopolítico” y económico de la población
indígena del país. Bajo este escenario, surge el reto de lograr avances reales en el
ejercicio efectivo de los derechos de la población, principalmente en el área rural.
Desde la realidad local, (municipal) por ejemplo, se hace evidente la necesidad de
abordar dos aspectos centrales, tales como el derecho a la alimentación y la equidad
de género; el primero porque está vinculado al desarrollo local, a la seguridad
alimentaria y a la superación de la pobreza, mientras que el segundo, permite
identificar la forma en que la desigualdad afecta a las mujeres en sus vidas. Por lo
tanto, este trabajo será de gran utilidad para la elaboración de políticas de desarrollo.
En este sentido, la presente cartilla pretende contribuir al proceso de información,
reflexión y apropiación por parte de las organizaciones campesinas indígenas en torno
al derecho a la alimentación y la equidad de género, buscando acompañarlas en su
largo camino en la búsqueda de un avance real en el desarrollo de la población
indígena campesina originaria, dentro del nuevo escenario de desarrollo rural que vive
el país en la actualidad.
El Estado como Titular de obligaciones debe:
Respetar: Significa que no puede interferir en el disfrute de un derecho. Por ejemplo:
el Estado no puede impedir que las personas tengan acceso a la educación.
Garantizar: El Estado debe adoptar medidas legislativas, administrativas, judiciales,
etc. para garantizar la realización de un derecho. Por ejemplo: el Estado debe
garantizar que existan escuelas suficientes para dar educación a niños y niñas.
Proteger: El Estado debe velar para que las empresas, particulares o terceros no
interfieran en el disfrute de un derecho. Por ejemplo, el Estado debe actuar contra
quienes estén contaminando el medio ambiente, o que estén deforestando, etc.
Dicho todo esto podemos decir que la constitución política del estado en cuanto a los
derechos humanos está conformada de la siguiente manera.
Derechos Fundamentales:
Los derechos fundamentales son prerrogativas necesarias para el completo desarrollo
humano, que están plasmados en una norma jurídica fundamental como lo es la
Constitución Política del Estado. Son aquellos derechos garantizados por el Estado en
virtud de están especialmente vinculados a la dignidad humana. La doctrina clasifica a
los derechos fundamentales en 3 categorías principales: los derechos civiles y
políticos, derechos económicos, sociales y culturales, y derechos colectivos. Sin
embargo, la norma constitucional boliviana hace un desarrollo mucho más exhaustivo.
En primer lugar, el capítulo segundo, título segundo del primer libro de la CPE (arts. 15
al 20) señalan como derecho fundamentalísimos los siguientes:
Derecho a la vida.
Derecho a la integridad física, psicológica y sexual.
Derecho al agua y a la alimentación.
Derecho a recibir educación en todos los niveles.
Derecho a la salud.
Derecho a un hábitat y vivienda adecuada.
Derecho al acceso universal y equitativo de los servicios básicos como: agua potable,
alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, servicio postal y a las telecomunicaciones.
Derechos Civiles y Políticos: Artículos 21, 22, 23, 24 y 25.
La sección I del Capítulo Tercero de la Constitución Política lleva por título, "Derechos
Civiles" y está integrada por cinco artículos, del 21 al 25, en los que se reconocen una
importante serie de derechos constitucionales: el derecho a la autodeterminación
cultural, el derecho a la privacidad y la intimidad, el derecho a la libertad de expresión
e información, la libertad religiosa y de culto, la libertad de residencia y circulación, la
libertad y la seguridad personal, el secreto de las comunicaciones y la inviolabilidad del
domicilio. También están incluidos en esta sección el derecho de reunión, el de
asociación, y el de petición, que tradicionalmente han sido calificados por la doctrina
constitucional como derechos de naturaleza política.
Los llamados derechos civiles, también conocidos como derechos de la esfera
personal, son aquellos que garantizan al individuo un status libertatis, un ámbito de
privacidad, libertad y seguridad frente a terceros y, fundamentalmente, frente al
Estado; afectando directamente a la persona en dos ámbitos, por un lado, a su
identidad psicológica e intelectual y, por otro, a su desenvolvimiento físico.