Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1lucia-Romero-Luis Kelsen
1lucia-Romero-Luis Kelsen
3. CUÁL FUÉ LA POSICIÓN OFICIAL DEL AMPARO CONTRA RESOLUCIONES DEL TC ANTES
DE LA VIGENCIA DEL CODIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL
Haciendo un breve recuento acerca de las posiciones del amparo contra resoluciones
judiciales encontramos:
i. La posición del Tribunal de Garantías Constitucionales (TGC) es destacable en
el aspecto que las demandas de amparo contra resoluciones judiciales desde
una fecha tan temprana, delimitaran los supuestos en que correspondía su
procedencia; siendo el procedimiento irregular el que servía de causa para la
correspondiente acción.
ii. La constitución de 1993: lo encontramos en el artículo 200 inciso 2, en el cual
en su segundo párrafo se incluye una nueva causal de improcedencia que no
se encontraba prevista, siendo la razón fundamental a la necesidad de evitar la
proliferación de este tipo de demandas contra normas legales y resoluciones
judiciales.
iii. Jurisprudencia del Tribunal Constitucional: esta se orientó por admitir el
amparo contra resoluciones judiciales, en casos relacionados con la afectación
de la tutela jurisdiccional efectiva y el debido proceso. Tenemos a la sentencia
del año 1997 en la cual precisa el TC “Que el amparo no procede contra
resoluciones judiciales se encuentra condicionado a que estas sean expedidas
en franco y absoluto respeto del contenido esencial del derecho al debido
proceso, característica que permite diferenciar cuando se está o no ante un
proceso regular”.
Respondiendo a la pregunta en cuestión, cabe determinar que la posición oficial del
Amparo contra las Resoluciones del Tribunal Constitucional antes de la vigencia del
Código Procesal Constitucional, fue siempre enmarcada dentro de la tesis permisiva
moderada, la cual aceptaba la procedencia del amparo contra resoluciones judiciales
únicamente en los supuestos en que se afectara la tutela jurisdiccional efectiva o el
debido proceso.
4. CUÁL ES EL NÚCLEO DURO QUE ESTÁ EN JUEGO EN LOS PROCESOS DEL AMPARO
CONTRA HÁBEAS CORPUS. EXPLIQUE.
Con respecto al desarrollo de la pregunta el núcleo duro que está en juego en los
procesos de amparo contra Habeas Corpus es la que afecta LA LIBERTAD PERSONAL
DE LAS PERSONAS y DERECHOS CONEXOS.
Así tenemos como ejemplo el hecho que un juez emita una resolución judicial en la
que se priva de su libertad a una persona, no significa que esta decisión no pueda ser
objeto de control constitucional alguno, esto es parte también del debido proceso al
que todo ciudadano sometido al órgano jurisdiccional tiene derecho. La libertad se ve
afectada cuando, entre otros motivos, una persona es privada de ésta por una
resolución judicial arbitraria. Es arbitraria porque no respetó un debido proceso penal,
lo cual hace al mismo, un proceso irregular.
Habiendo tocado cada uno de los argumentos con respecto a quien debería ser el
defensor de la Constitución, concluimos que Kelsen sostenía que la defensa de la
Constitución debería estar a cargo de un órgano distinto al Poder Legislativo, Judicial y
Ejecutivo; por lo que el Tribunal Constitucional es el órgano que debería ser el
defensor de la Constitución. Por otro lado Schmit, replicó que el defensor de la
Constitución debería ser un órgano que esté por encima de todos los poderes, no debe
ser el Tribunal Constitucional. El garante de la Constitución debería ser el poder
ejecutivo, en ese entonces al Reich, siendo esto inevitable frente a la incapacidad de
decisión característica del sistema parlamentario y a su nocivo pluralismo político.
Las cláusulas que generan la inconstitucionalidad por omisión, son cláusulas explícitas
o implícitas que encierran principios o contenidos que deben cubrirse con actos
administrativos, de gobierno o jurisdiccionales. La inconstitucionalidad por omisión
deriva stricto sensu de las cláusulas programáticas las cuales requieren de leyes para
que la constitución se cumpla y al no ser desarrolladas, es entonces donde se origina la
inconstitucionalidad por omisión; está se trata de un fenómeno por el cual el legislador
va a tener la obligación de desarrollar las normas que se exigen de leyes ordinarias, lo
que quiere decir que consiste en no producir leyes que la constitución exige por lo que
deben ser desarrolladas por el Legislativo, de tal manera que la omisión se limita a la
inercia del Poder Legislativo.