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Violencia sexual en Bogotá: Un flagelo cotidiano

*Carla es una estudiante universitaria, de último semestre de psicología, accedió a


contarnos de que manera fue víctima de violencia sexual en la ciudad de Bogotá. En el año
2019, Carla alternaba entre ir a la universidad y cumplir con sus pasantías.

Vive cerca la avenida Américas, frente al parque de diversiones Mundo Aventura. Una
semana antes de que sucediera el hecho, la vida de esta mujer corría con total normalidad,
salía con sus amigos, estudiar, iba de fiesta, en fin, actividades de jóvenes.

El día del hecho se encontraba en la estación Banderas, a mediados de la 6:00 de la mañana


en espera de abordar un biarticulado. En medio del tumulto, ella avanzaba para subirse al
transporte público, y ese preciso momento fue asaltada sexualmente. En medio de la
muchedumbre no logro identificar el agresor, ese día su dignidad fue despojada.

Según los registros del Ministerio de Defensa en Bogotá en el año 2019 se registraron 6248
casos, donde fueron las mujeres fueron las más afectadas, el 83,7%, siendo esto un total
5228 personas afectadas por violencia sexual.

El acto de violencia sexual que sufrió Carla ese día la impactó para siempre, tanto así que
ninguno de sus familiares sabe que este hecho delictivo ocurrió. En su testimonio afirmo
tener miedo de salir con ciertas prendas de vestir, con el temor de ser atacada nuevamente.

Según la psicóloga Carolina Molina Arias, psicóloga de la Universidad Javeriana, nos


afirma que la violencia sexual “Tiene que ver con todo acto que afecte la integridad sexual
de las personas, se mediante contacto directo o mediante de actos psicológicos que
coloquen entre dicho la dignidad de las personas” tipificado para Colombia en la ley 1257.

La modalidad preferente para atacar son las vías públicas en la ciudad de Bogotá, con un
total de 4279 casos, siendo entre las 12:00 a 11:00 de la mañana donde se cometen más
delitos de esta índole, esto debido que la multitud es una herramienta de escondite para los
delincuentes. Gracias a la poca movilidad que puede tener la víctima, lo cual no le permite
identificar a su agresor, el abusador puede cometer su crimen en total impunidad, tales
como hostigamiento, tocamientos, lenguaje sexual violento y frotismo.
Para la psicóloga Arias “Esto sucede porque hay una objetivación del cuerpo de las
mujeres, para uso y abuso de los hombres, tales como el acoso sexual, siendo el tocamiento
y frotamiento de espacio público esta normalizado”. En Bogotá en el espacio el año pasado
que más se cometieron delitos sexuales fue las vías públicas con 4279 casos.

Carla fue asaltada en modalidad callejera, además nos cuenta que esta no fue la primera vez
que la intentaron asaltar sexualmente. En otra ocasión, un sujeto intentaba acercarse a sus
senos a manera de tocamiento. Estos hechos han transformado a Carla en una mujer
sumamente temerosa a salir en sitios públicos, con el temor de ser violentada y asaltada
nuevamente.

En Bogotá, los delitos que más se cometen en relación con la violencia sexual es el acto
sexual con menor de 14 años, tipificado en el artículo 209 en el Código Penal, en el año
2019, se cometió 2834 veces. El otro delito que más recurren los delincuentes, es el acceso
carnal abusivo con menor de 14 años, se encuentra en el Código Penal, articulo 208, este se
realizó 1020 ocasiones.

En Bogotá, este primer delito se cometió en su mayoría cuando las víctimas se movilizaban
a pie tanto verbal como física, donde las mujeres fueron las más afectadas. Esto se da, en
momentos que las mujeres deben movilizarme sus respetivos destinos lugares de trabajo o
estudio. Para el año 2019 se registraron 6240 caso en modalidad a pie.

En el caso de Carla, hay una construcción cerca de su casa, en la que habitualmente debe
pasar para ir a su universidad. A manera de protección, su rostro cambia de semblante,
coloca con frecuencia cara de enojo, para así intimidar aquellos hombres que la pueden
asaltar. Su comportamiento de acercarse a alguien cambio totalmente, en especial con los
hombres, tanto así que un abrazo lo consideraba un asalto a su intimidad.

Según la Carolina Arias esto sucede con frecuencia debido a las relaciones de poder ya que
“la violencia sexual se da por autoridad moral, económica o social. En ese sentido las
relaciones de poder es lo que nos hace entender la violencia sexual, cuando la persona
siente que es superior y puede abusar del otro.” Esto se refleja en el tipo de modalidades en
que los agresores emplearon para abusar de las víctimas, son el engaño y el chantaje, con
294 casos registrados para el 2019. Hay que resaltar que 5940 víctimas no registraron la
modalidad de agresión.
Violencia sexual: en la voz de una víctima.
*Carla es una estudiante universitaria, de último semestre de psicología, accedió a contarnos de
que manera fue víctima de violencia sexual en la ciudad de Bogotá. En el año 2019 Carla alternaba
entre ir a la universidad y cumplir con sus pasantías.

Vive en la avenida las Américas, frente al parque de diversiones Mundo Aventura. Una semana
antes de que sucediera el hecho, la vida de esta mujer corría con total normalidad, salía con sus
amigos, estudiaba, iba de fiesta, realizaba actividades de Jóvenes de su edad.

El día del hecho se encontraba en la estación Banderas, cerca de las 7:00 de la mañana en espera
de abordar un biarticulado. En medio del tumulto ella avanzaba para subirse al transporte público,
y en ese preciso momento fue asaltada sexualmente. Entre la muchedumbre no logro identificar el
agresor, ese día su dignidad fue despojada y ella no volvió a ser la misma.

Las cifras de violencia sexual en Bogotá según el observatorio de salud estiman que entre el año
2012 y 2018 hubo 35.310 casos de violencia sexual. Para el primer semestre del año 2019 se
calcularon 3.691 casos de violencia sexual, el 80 % fueron mujeres y el 18,6% fueron hombres.

Según los registros del Ministerio de Defensa en Bogotá en el año 2019 se registraron 5.419 casos,
donde fueron los niños de 10 a 14 años los más afectados siendo un 33% de los casos registrados,
seguido por el grupo de 5 a 9 años y por último los jóvenes. Las localidades donde más se
registraron actos de violencia sexual fueron Bosa, Kennedy Ciudad Bolívar, Suba y San Cristóbal en
este orden.

Los derechos de las mujeres para protegerse en contra de la violencia sexual en el transcurso de
los años a nivel internacional han cambiado, dictado resoluciones para combatir este flagelo que
tanto las afecta; la declaración de la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer
en el año 1994. Pese a que el máximo organismo no gubernamental se haya pronunciado y sacado
resolución en la ONU, aún ellas siguen siendo las más afectadas.( me parece que pudedes colocar
que otras leyes han salido desde colombia y bogota)

En el marco del conflicto armado colombiano tanto paramilitares, guerrillas, narcotraficantes y


fuerzas del Estado cometieron los principales vejámenes de violencia sexual contra las mujeres
que estuvieron en medio de la confrontación armada. Los paramilitares fueron los que más la
sistematizaron, aunque no fueron los únicos, esta práctica representa un método de guerra para
someter al cuerpo de la mujer. de donde sacas esta informacion esta bueno pero quien lo dice

Uno de los grupos paramilitares que realizó esta práctica con mayor frecuencia fue el Bloque
resistencia Tayrona, siendo su lugar de operaciones la Sierra Nevada de Santa Marta. El
comandante de este grupo ilegal fue Hernán Giraldo, quién violento sexualmente a más de 200
menores de edad. Seleccionaba niñas entre los 15 y 17 años, e incluso mujeres de edades más
pequeñas. Esta práctica también fue generalizada entre las filas guerrilleras además de los abortos
forzados del cual fueron victimas.

El acto de violencia sexual que sufrió Carla ese día la impacto para siempre, tanto así que ninguno
de sus familiares sabe que este hecho delictivo ocurrió. En su testimonio afirmo tener miedo de
salir con ciertas prendas de vestir, con el temor de ser atacada nuevamente. Su comportamiento
de acercamiento cambio totalmente, en especialmente con los hombres, tanto así que un abrazo
lo consideraba un asalto a su intimidad.

Según el código penal, la violencia sexual es definida como actos que van en contra de la dignidad
humana y de la voluntad de no consumar un acto íntimo sin su consentimiento viéndose forzado a
cumplir dichos deseos en contra de la integridad de la persona.

Entre las modalidades para violencia sexual en Bogotá se encuentra el asalto callejero, que ocurre
entre las 9 y 12 de la mañana, donde se cometen más delitos de esta índole, esto debido a que la
multitud es una herramienta de escondite para los delincuentes. Gracias a la poca movilidad que
puede tener la víctima, lo cual no le permite identificar a su agresor, el abusador puede cometer
su crimen en total impunidad; tales comportamientos son: hostigamiento, tocamientos, lenguaje
sexual violento y frotismo.

Carla fue asaltada en modalidad callejera, además nos cuenta que esta no fue la primera vez que
la intentaron asaltar sexualmente. En otra ocasión, un sujeto intentaba acercarse a sus senos a
manera de tocamiento. Estos hechos han transformado a Carla en una mujer sumamente
temerosa para salir a diferentes sitios públicos, con el temor de ser violentada y asaltada
nuevamente, la repetición de estos hechos es algo que está latente en su vida.

En Colombia, los delitos que más se cometen en relación a la violencia sexual son el acto sexual
con menor de 14 años, tipificado en el artículo 209 en el Código Penal, que se realizó en el año
2019 14.217 veces. El otro delito en el cual recurren los delincuentes es el acceso carnal violento
con menor de 14 años, que se encuentra en el Código Penal, articulo 208.

En Bogotá, este primer delito se cometió en su mayoría de veces en vía pública tanto verbal como
físicamente, donde las menores de edad fueron las más afectadas. Esto se da en momentos que
las mujeres deben ir a clases tanto para el colegio, universidad o respectivo trabajo.

En el caso de Carla, hay una construcción cerca de su casa, por la que habitualmente debe pasar
para ir a su universidad. A manera de protección, su rostro cambia de semblante, coloca con
frecuencia cara de enojo, para así intimidar a aquellos hombres que la pueden asaltar.

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