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Asignatura
Legislación Comercial
Presenta
Wendy Johanna Bautista Ortega
Docente
Alean Moreno Hernán Erasmo
Grupo: 20132
¿Cuáles son los requisitos esenciales y particulares de cada título valor y que se debe entender
por una obligación clara expresa y exigible?
Defina el endoso
Definir:
Cheque a la orden
Cheque al portador
Cheque cruzado
Cheque certificado
Cheque de gerencia
Cheque de viajero
Cheque no negociable
Cheque fiscal
Cheque en blanco
Cheque judicial
Cheque postal
Cheque de empresa
Tenemos además de las clasificaciones de los títulos valores vistas en clase y que deben
estudiarse las siguientes:
SOLUCION
1.
Títulos valores: Articulo 619 co.co. Los títulos valores son documentos necesarios para
legitimar el ejercicio del derecho literal y autónomo que en ellos se incorpora, pueden
ser de contenido crediticio, corporativo o de participación y de tradición o
representativo de mercancías.
Desde el punto de vista material el título valor es un documento escrito, siempre
firmado (unilateralmente) por el deudor; es además un pedazo de papel que contiene
diversas menciones En un segundo plano, se define al título valor como un derecho en
beneficio de una persona. El derecho consignado en el documento, nace con la creación
de éste. Tiene un valor en la actividad económica en general y en los negocios
mercantiles en especial, por ello y para el desarrollo de la economía de un país, interesa
que el titulo como valor en sí mismo, pueda entrar en circulación económica como los
demás bienes.
Quien suscribe un título valor se obliga a una prestación frente al poseedor del título, o
quién resulte tal, y no subordina esa obligación a ninguna aceptación, ni a ninguna
contraprestación.
El concepto de título valor lo consagra el Código de Comercio en el artículo 619. Esta
norma es para algunos una definición; para otros esa disposición contiene una
descripción de los elementos y características que tipifican un título valor. Sea que se
opte por uno u otro criterio, la verdad es que el Código de Comercio en su artículo 619
indica que los títulos valores son documentos necesarios para legitimar el derecho
literal y autónomo que en ellos se incorpora.
Este texto no corresponde exactamente al texto del Proyecto Intal, porque el Proyecto
Intal decía que "los títulos valores son documentos necesarios para legitimar el
derecho literal y autónomo que en ellos se consigna". Nuestro Código de Comercio, por
insinuación de la Comisión Revisora, sustituyó la frase final "que en ellos se consigna"
por la "que en ellos se incorpora".
Entonces, la definición o descripción del artículo 619 del Código de Comercio consagra
varias ideas.
2.
l. LA INCORPORACIÓN
A. DEFINICIÓN
El artículo 619 del Código de Comercio enseña que los títulos valores son documentos
necesarios para legitimar el ejercicio del derecho literal y autónomo que en ellos se
"incorpora".
C. CONSAGRACIÓN LEGAL
.
II. LA LITERALIDAD
A. DEFINICIÓN y NATURALEZA
Se parte del ya citado artículo 619 del Código de Comercio, norma que al definir los
títulos valores hace referencia al ejercicio del derecho "literal", para dar a entender el
derecho escrito, el contenido impreso en el título valor.
Ahora, si es cierto que todos los aspectos principales o accesorios de los títulos valores
se miden, se definen o determinan sólo por el contenido mismo del texto, por su tenor
literal, la literalidad implica que los derechos que se incorporan en el documento por lo
menos originariamente, no pueden ser objeto de complementación o adición mediante
documentos extraños, al igual que las estipulaciones contenidas en un título,
naturalmente distintas al propio título valor, no están llamadas a dejar sin efecto, a
variar el derecho inserto en el documento, en la forma y en los términos como se
encuentran escritos en el mismo.
Este aspecto plantea una discusión: Saber qué efectos tiene en la vida de un título
valor los acuerdos, convenios, pactos o estipulaciones que se hayan celebrado en otros
documentos diferentes del título valor. Pues bien, tales aspectos, dichas estipulaciones
no están llamadas a modificar, a alterar, a afectar o derogar las estipulaciones o el
tenor literal del documento; ello en principio, de manera originaria.
D. CONSAGRACIÓN LEGAL
En primer lugar hacemos mención al artículo 619 como norma básica en el estudio de
las características generales, como norma aplicable a la incorporación, literalidad,
legitimación y autonomía. En verdad el artículo 619 señala que los títulos valores son
documentos necesarios para legitimar el ejercicio del derecho "literal" que en ellos se
incorpora. Igual mención se hace en el artículo 621 cuando se señalan los requisitos
generales que deben contener los títulos valores, porque si bien se ha establecido que
tanto los aspectos fundamentales como los accesorios del título valor se definen o
determinan por su tenor literal, consecuencia lógica es que la ley está interesada en
que la mención del derecho que en el título se incorpora, la firma de quien lo crea, el
lugar de cumplimiento o ejercicio del derecho, la fecha y el lugar de creación, etc., no
puedan ser omitidos dentro del texto del documento, a menos que sucede la ley supla
algunos vacíos, destacando como requisito básico, no sustituible la mención del
derecho que en el título se incorpora. Lo afirmado tiene confirmación en lo
preceptuado por el artículo 620 del Código de Comercio en el sentido de que el título
sólo producirá los efectos en él previstos cuando contenga las menciones y llene los
requisitos que la ley señale, salvo que ella misma lo presuma.
IlI. LA LEGITIMACIÓN
A. CONCEPTO y CARACTERIZACIÓN
E. CONSAGRACIÓN LEGAL
Ahora, ¿dónde está consagrada la legitimación? Tiene diversas normas que la recogen
como característica esencial de los títulos valores. En primer lugar, nos encontramos
con el artículo 619, norma que define el título valor como documento necesario para
"legitimar" el ejercicio del derecho. Pero el artículo 624 nos pone de presente cómo
para ejercitar el derecho se requiere la exhibición misma del título, porque la
legitimación en concordancia con la incorporación exige que por activa, para que
pueda exigir el derecho, debe exhibirse el documento, y la misma norma agrega que si
el título es pagado hay que devolverlo a quien paga.
IV. LA AUTONOMÍA
A. DEFINICIÓN y NATURALEZA
E. CONSAGRACIÓN LEGAL
Hemos dicho que los títulos valores son documentos formales. Bien es sabido que las
formalidades pueden ser voluntarias o pueden lograrse con fines simplemente probatorios o
que tales modalidades pueden ser esenciales o "ad substantiam actus".
Generalmente se ha entendido que las formalidades voluntarias son aquéllas en las que los
particulares pueden libremente expresar a través de sus actos, es decir, de aplicación en el
ámbito de la autonomía de la voluntad de las personas. Por su parte, las formalidades con fines
probatorios son definidas como aquellos requisitos que deben contener determinados actos a
fin de que sirvan como prueba del acto mismo. Las formalidades esenciales o sustanciales, de
otra parte, son aquéllas que deben cumplirse para que el acto produzca todos los efectos
legales.
Pues bien, los títulos valores requieren de formalidades sustanciales, es decir, que sólo en la
medida en que el título cumpla con los requisitos señalados en la ley, podrá nacer a la vida
jurídica, podrá predicarse de él un verdadero título valor, pues de lo contrario existirá un
documento pero no con las características inherentes del título valor. Es por esa razón que
algunos tratadistas señalan en las formalidades de los títulos valores una función genética, en la
medida que son indispensables para que nazcan, para que surjan al mundo jurídico.
Los requisitos de los títulos valores son de dos clases: Unos de carácter general y otros
especiales. Los primeros tienen relación con todos los títulos valores cualquiera que sea su
naturaleza. Los segundos hacen mención a cada título valor en especial.
El Código de Comercio en el artículo 621 consagra los requisitos generales que debe contener
todo título valor. Estos requisitos tienen aplicación para cualquier clase de título valor, o mejor
los deben contener todos los títulos valores, lo cual significa que ningún título valor puede
carecer de dichos requisitos.
Los requisitos generales son sintetizados en dos: a) La mención del derecho que se incorpora
en el título, y b) La firma de quien crea el documento.
Pero no basta que el título contenga los dos requisitos indicados, sino que además deben
contener los especiales de cada título valor.
El numeral primero del artículo 621, preceptúa que todo título valor debe contener la mención
del derecho que en el título se incorpora. Éste es un requisito formal que obviamente tiene
relación con la literalidad y la incorporación.
1) Lo primero en advertir es que todo documento vale por su contenido y de allí deriva su
importancia. El contenido del documento elaborado contienen necesariamente un derecho y el
derecho así incorporado tendrá que manifestarse de una manera escrita, es decir, el documento
contentivo del título valor expresará en últimas una declaración de voluntad de quien lo emite.
Así debe exteriorizarse, a través de un documento escrito que mencione el derecho. Sobre este
derecho bueno es recordar que debe aparecer en un solo escrito, lo que no admite la
posibilidad de poderlo dividir, o sea, es de carácter indivisible.
3) En materia de títulos valores el derecho que se incorpora debe ser determinado, lo cual
significa que debe expresarse con exactitud y claridad en la mención del derecho, como sería el
caso por ejemplo del pago de una suma de dinero, o la referencia a determinado depósito de
mercancías. En los eventos de pago de dinero la costumbre mercantil se ha encargado del
diseño de formatos en donde se expresan las cantidades o sumas tanto de una manera
numérica como literal.
4) Creemos que la mención del derecho que se incorpora es fácilmente concebible en el sentido
de que todo documento debe expresarse o exteriorizarse conteniendo derechos, pues de lo
contrario no tendría razón de existir. Entonces, siempre que mencionemos el título valor
estaremos hablando de un documento escrito, o como es llamado en algunas legislaciones, un
instrumento.
5) Además de concebir el título valor como un documento formal y escrito, dichos título o
documentos contienen necesariamente declaraciones de voluntad, en otras palabras,
manifestaciones de cada una de las personas que intervienen en su creación. Recordemos que
las declaraciones de voluntad pueden adquirir las modalidades de promesas y órdenes. La
declaración de voluntad en forma de promesa significa que quien la exterioriza se compromete
a cumplir una obligación o una prestación, como lo que acontece con los pagarés o el bono de
prenda. La declaración de voluntad en forma de órdenes se da en aquellos casos imperativos
en donde el emisor ordena el cumplimiento de una obligación o pretensión por parte de otro,
segunda persona que a su vez cumple con lo ordenado por la primera. Tal es el caso de la letra
de cambio respecto de la orden que da el librador al librado para que pague. De todos modos,
sea promesa u orden, la declaración de voluntad va dirigida a cumplir o a pagar la prestación
que se incorpora en el respectivo título valor, tales como pagar una suma de dinero, si es que
se trata de un documento de contenido crediticio; entregar ciertas mercancías, en aquellos
casos de títulos valores representativos de mercancías; conceder o transferir derechos
económicos o políticos, en los eventos de títulos valores corporativos, etc.; pero siempre
estaremos en presencia de una declaración de voluntad vinculada a un título valor.
En el primer caso sólo se requiere la manifestación de voluntad de cada persona que intervenga
para que quede vinculado al título valor. En esto hay diferenciación con la declaración de
voluntad en la materia contractual, puesto que aquí la declaración de voluntad, de una parte,
debe ir acompañada de la aceptación del otro contratante, es decir, el consentimiento de uno
que debe ser aceptado por otro, o sea, mutuo acuerdo de voluntades. En cambio, en el campo
de los títulos valores de declaración de voluntad de quienes intervienen no requiere ser
aceptada o consentida por los demás; es, pues, una declaración de voluntad que por sí sola
genera el vínculo jurídico. Por ello es que, por ejemplo, un endosante se vincula al pago de un
título valor frente a los endosantes posteriores, sin que sea necesaria la aceptación de las
personas que han intervenido con anterioridad, y sin que sea obligatorio el consentimiento de
quienes intervinieron con posterioridad. La unilateralidad de la declaración de voluntad en los
títulos valores se encuentra plenamente plasmada en el Código de Comercio. Así, el artículo 625
indica que toda obligación cambiaria deriva su eficacia de una firma puesta en un título valor y
de su entrega con la intención de hacerlo negociable conforme a la ley de circulación. El artículo
657 prescribe que el endosante contraerá obligación autónoma frente a todos los tenedores
posteriores a él.
El numeral segundo del artículo 621 del Código de Comercio señala como segundo requisito
formal de los títulos valores en general el hecho de que el documento lleva la firma de su
creador.
1) Se entiende por firma la signatura autógrafa del documento, es decir, el escribir una persona
su nombre, sea o no legible, pero capaz identificarse como el autor jurídico del documento, o
para adherirse a él, o para dar fe de su otorgamiento como testigo actuario, o para autorizarlo
o autenticarlo como funcionario público. Hablamos de autor jurídico para distinguirlo de quien
elabora o escribe un documento (autor material) por encargo de otra persona, en cuyo caso
ésta tiene aquella calidad.
2) La firma del autor de un documento privado puede ser suplida por la de otra persona a quien
aquél ruegue que firme por él, y tal ruego puede probarse por la certificación del notario o juez
ante quien se reconoce, por el autor del documento, o por confesión de éste, o por testimonios
de quienes hayan presenciado el acto, así sea que también lo hayan firmado o no.
3) No existe ningún requisito formal para la firma de documentos privados; por consiguiente
puede ser o no legible, completa o parcial con o sin ortografía, en el idioma nacional o
extranjero, aún cuando éste no use el mismo alfabeto (como el árabe, el chino o el japonés en
relación con el español) e inclusive puede estar formada por signos caligráficos que no
constituyan letras. Sólo importa que se obtenga la autenticidad de la firma por reconocimiento
de su autor o mediante testimonios, peritaciones e indicios o que se presuma legalmente su
autenticidad.
Por su parte, en la Ley 962 de 2005 encontramos que, en relación con la autenticación, el artículo 24 señala:
"ARTÍCULO 24. PRESUNCIÓN DE VALIDEZ DE FIRMAS. Las firmas de particulares impuestas en documentos
privados, que deban obrar en trámites ante autoridades públicas no requerirán de autenticación. Dichas firmas se
presumirán que son de la persona respecto de la cual se afirma corresponden. Tal presunción se desestimará si la
persona de la cual se dice pertenece la firma, la tacha de falsa, o si mediante de métodos tecnológicos debidamente
probados se determina la falsedad de la misma.
Los documentos que implican transacción, desistimiento y en general, disposición de derechos, deberán
presentarse y aportarse a los procesos y trámites de acuerdo con las normas especiales aplicables. De la misma
manera, se exceptúan los documentos tributarios y aduaneros que de acuerdo con normas especiales deban
presentarse autenticados, así como los relacionados con el sistema de seguridad social integral y los del
magisterio." (Se subraya)
4) La firma con sellos u otro medio mecánico que la reproduzca fielmente no está autorizada
para ningún acto público y carece de valor para los privados, a menos que una norma legal la
autorice para el caso concreto. Precisamente el artículo 827 del Código de Comercio dice que la
firma que proceda de medios mecánicos se considerará suficiente en los negocios en que la ley
o la costumbre la admitan, y los artículos 621 y 665 del mismo Código la autorizan para la
creación de títulos valores bajo la responsabilidad de su creador (pudiendo ser un signo o
contraseña) y para endoso de cheques entre bancos, respectivamente.
5) No existe norma legal que impida ayudar a una persona en el acto de estampar su firma,
bien sea porque lo requiere debido a una relativa incapacidad física o porque su escasa
habilidad caligráfica lo exija, siempre que sepa leer y escribir y que solicite esa ayuda y se
encuentre en situación de completa conciencia de su acto. Teóricamente tampoco puede
objetarse este procedimiento, pues se trata de un acto libre y consciente. Si la persona apenas
sabe dibujar su firma, pero no leer y escribir, debe firmar otra por ella a su ruego y se aplica el
artículo 826 del Código de Comercio.
6) Hemos visto que quien no sabe o no puede firmar puede rogar a otra persona para que lo
haga en su lugar y en su nombre, salvo cuando la ley lo prohíba expresamente. Se trata de un
mandato especial, el mandatario firma con su propio nombre, pero advierte, bien con su propia
letra o con la de otra persona o en máquina o por un sello elaborado para el caso, que lo hace
a ruego del mandante, identificándolo con su nombre y apellido.
7) Cuando se trata de documentos privados que gozan de presunción de ser auténticas todas
las firmas que en él aparecen, no es preciso probar la autenticidad de la firma del rogado, pero
si el ruego o mandato para que éste firmara por quien figura otorgándole efectos jurídicos,
pues no existe ninguna presunción de que tal acto sea cierto sin que aparezca dicha
autorización. Precisamente, el artículo 273 del Código de Procedimiento Civil exige que el
reconocimiento del documento firmado a ruego, comprenda el que se extendió a su orden, que
el signatario obró a ruego suyo y que es cierto el contenido; en los demás casos basta
reconocer la firma o manuscrito.
Cuando se firma un papel parcialmente escrito o impreso, para que la misma persona u otra
llene los claros (por ejemplo, un formulario de letra de cambio o de pagaré, sin escribir la suma
ni la fecha de vencimiento), existe el documento desde el momento en que se estampa la firma
y aun cuando esté incompleto tiene el valor probatorio inmediato.
Siempre que se firme un papel en blanco o con espacios sin llenar, el reconocimiento de la
firma, o el gozar ésta de presunción de autenticidad hace presumir cierto el contenido, a pesar
de que quien lo suscribió alegue que fue llenado de manera distinta de lo convenido; pero
puede probarse contra lo escrito, utilizando cualquier medio, inclusive testimonios, acreditando
que la firma se estampó en tales o cuales condiciones y determinando el convenio o
instituciones para llenar el texto, porque se trata de probar el hecho ilícito del abuso de
confianza. Sin embargo, los terceros de buena fe exenta de culpa que hayan adquirido
derechos con base en ese documento no pueden ser perjudicados por la prueba en contrario.
Según se expresó, los requisitos de los títulos valores son generales y especiales. Los primeros
con las características examinadas anteriormente, aplicables a cualquier forma de título valor.
En cambio, los requisitos especiales son regulados en cada forma de título valor.
Así, tales requisitos son examinados en los artículos 671, para la letra de cambio; 709, para el
pagaré; 713, para el cheque; 754, para los bonos, 759, para el certificado de depósito y el bono
de prenda; 768, para la carta de porte y el conocimiento de embarque; y 774 para las facturas
cambiarias de compraventa.
¿El Código de Comercio regula en algún lugar este aspecto? En efecto, el artículo 620 consagra
el tema cuando afirma que los documentos y los actos referidos a los títulos valores sólo
producirán los efectos previstos cuando contengan las menciones y llenen los requisitos que les
señala la Ley. La omisión de tales menciones y requisitos, sin embargo, no afecta el negocio
jurídico que dio origen al documento y al acto. Lo anterior no significa otra cosa que para que
tales documentos nazcan a la vida jurídica como títulos valores y produzcan los efectos
señalados en el Código de Comercio a través de su articulado 619 a 821, es requisito
indispensable que contengan las menciones indicadas en la ley, tanto en sus aspectos generales
como especiales, ya que de no contener dichos requisitos, nunca podrá predicarse de ellos la
calidad de títulos valores.
III. ENFOQUE DE LOS TITULOS VALORES EN BLANCO A TITULOS VALORES CON ESPACIOS EN
BLANCO
Esta clase de título valor incompleto es permitida por el inciso primero del artículo 622 del
Código de Comercio. Se está en presencia de un documento que reúne la gran mayoría de los
requisitos legales, tanto generales como particulares, pero que por algún motivo se omitió una
de tales formalidades, verbigracia, la fecha o el nombre del beneficiario.
Se trata de firmas puestas sobre un papel en blanco, entregado por el firmante con la intención
de convertido en un título valor. Esta figura es permitida por el inciso segundo del artículo 622
del Código de Comercio y se diferencia con la anterior en que mientras en el título valor con
espacios en blanco se ha omitido tal o cual requisito que el título debe contener, en la presente
modalidad se omiten todos los requisitos a excepción de la firma de quien lo crea, ya que es la
única exigencia legal que contiene.
El artículo 622 del Código de Comercio exige para las dos modalidades de títulos valores
incompletos que haya autorización o instrucciones del suscriptor. En efecto, el primer inciso
señala que cualquier tenedor legítimo de un título con espacios en blanco puede llenar tales
espacios conforme a las instrucciones que haya dejado el suscriptor y que este proceso debe
efectuarse antes de presentar el título para el ejercicio del derecho que en él se incorpora. Y en
cuanto a papeles en blanco emitidos con la sola firma y entregados por el firmante para
convertirlos en título valor, el segundo inciso del mencionado artículo confiere al tenedor del
documento derecho para llenarlo, pero para que el título, una vez lleno, pueda hacerse valer
contra cualquier persona que en él hubiere intervenido, antes de completarse debe ser llenado
estrictamente con la autorización dada para ello.
¿Qué persona está facultada para llenar los espacios en blanco? Indudablemente que el tenedor
legítimo del título, tal como lo prescribe el artículo 622 del Código de Comercio.
¿En qué momento deben ser llenados los espacios o la hoja en blanco? El mismo artículo señala
que debe llenarse antes de presentar el título para el ejercicio del derecho en él incorporado, lo
cual significa que el tenedor no podrá presentar el título valor con espacios en blanco o con la
sola firma del creador para ejercitar tales derechos.
E. FORMA EN QUE DEBEN LLENARSE LOS ESPACIOS EN BLANCO ¿Cómo deben llenarse los
espacios en blanco o el papel en blanco con la sola firma del emitente? Será, sin lugar a dudas,
siguiendo literalmente las instrucciones que haya dejado el suscriptor. Y ¿qué sucede entonces
si el tenedor llena el documento alterando dichas instrucciones, rebozando las facultades
otorgadas o simplemente lo llena sin que hubieren existido instrucciones al respecto? Dos
situaciones podrían prestarse en este caso. De un lado si quien ejercita la acción cambiaria es el
directo beneficiario, un primer tenedor-beneficiario, en este evento el suscriptor del título tiene
perfecto derecho a interponer una excepción fundada en la ausencia o violación de
instrucciones, excepción que indudablemente está llamada a prosperar. En segundo lugar, y es
una situación bien distinta, si quien propone la acción cambiaria es un tenedor que adquiere el
título después de haber sido llenado, que no participó en este proceso, que no es el beneficiario
directo, el tratamiento no puede ser el mismo, en la medida que se trata de un tenedor
legítimo, a no ser que se pruebe que este tenedor obró dolosamente o en circunstancias de
complicidad con la persona que llenó el título, lo cual significa que la acción en cuestión no
podría proponérsele a esta última persona.
Por ello el artículo 622 en su inciso tercero dice que si un título de esta clase es negociado,
después de llenado, a favor de un tenedor de buena fe exenta de culpa, será válido y efectivo
para dicho tenedor y éste podrá hacerlo valer como si se hubiera llenado de acuerdo con las
autorizaciones dadas.
De otro lado, es importante señalar al respecto que la misma ley procesal hace presumir como
cierto el contenido del documento en blanco o con espacios sin llenar, una vez se haya
reconocido la firma o declarado su autenticidad. Así lo indica el artículo 270 del Código de
Procedimiento Civil, norma que además regula la participación de terceros intervinientes en esta
clase de documentos, al señalar que la prueba en contrario no perjudicará a terceros de buena
fe, salvo que demuestre que incurrieron en culpa. Entonces, quien entrega un documento con
espacios en blanco o un papel en blanco con la sola firma, pero con la intención de convertirlo
en título valor, lo hace a sabiendas de las dificultades que puede tener el título con
posterioridad y por lo tanto está llamado a asumir el riesgo que implica tal entrega.
¿Ahora bien, cómo deben darse las instrucciones? La ley no lo dice y por consiguiente no se
impone una forma especial para otorgarlas, lo que en otras palabras se traduce en afirmar que
las instrucciones pueden darse verbalmente o por escrito.
Sin embargo, para efectos probatorios, para deslindar la responsabilidad de quien llena el
documento, para conocer el real alcance de las instrucciones dadas por el suscriptor y para
evitar conflictos jurídicos, creemos que esas instrucciones deben expresarse por escrito.
En esta modalidad de títulos valores incompletos la persona encargada de llenarlo tendrá que
tener un máximo de cuidado, preocupándose de hacerlo conforme al tenor de las instrucciones
dadas, en la medida que un primer efecto al no seguirse dichas instrucciones es que se afectará
obligatoriamente la eficacia del título valor frente a la persona que lo emitió. Otra consecuencia
de la inobservancia en las instrucciones es que puede dar origen a denuncias de tipo penal por
falsedad o abuso, con lo cual se agrava la situación de la persona encargada de llenar los
espacios o la hoja firmada en blanco, aspectos estos encaminados a restarle eficacia al
respectivo proceso ejecutivo, pues muy seguramente la parte interesada irá a obtener la pre-
judicialidad, mientras se produce la definición del hecho punible cometido. Ahora, entiéndase
bien que lo dicho últimamente son circunstancias o situaciones que pueden predicarse única y
exclusivamente entre el suscriptor del título y la persona que lo llenó, pero nunca podrá
involucrarse a terceros tenedores de buena fe que hubieren adquirido el título valor una vez
llenado o completado, porque esa situación ya fue analizada al tenor del último inciso del
artículo 622 del Código de Comercio, salvo, repetimos que exista mala fe de su parte.
G. UTILIZACIÓN DE TITULOS CON ESPACIOS EN BLANCO
Por último digamos que las modalidades de títulos valores incluidos en esta clasificación bajo la
denominación de títulos valores incompletos, es decir, con espacios en blanco o documentos en
blanco con la sola firma del creador, tienen en nuestro medio una gran utilización, al contrario
de lo que se pensaría que su existencia es de rara ocurrencia o de no empleo en el medio
mercantil. Tanto los bancos como las casas distribuidoras utilizan diariamente esta clase de
títulos valores en sus distintas transacciones. Los bancos, por ejemplo, la emplean
frecuentemente cuando le otorgan a un cliente algún préstamo, y se le exige la constitución de
una garantía o aval, o cuando se le concede determinado cupo de negociación de remesas, o se
le asigna un cupo de sobregiro, o se le abren cartas de crédito, o se le entrega una tarjeta de
crédito.
En estos eventos, el banco recurre a que su cliente le firme un pagaré, o una contragarantía,
bien de manera personal o conjuntamente con avales. En un principio el banco no tiene
conocimiento si tales documentos pueden ser empleados, pero constituyen al fin y al cabo una
política bancaria que los intereses de la entidad estén plenamente garantizados. Puede ser que
los documentos firmados no tengan que ser utilizados, porque el cliente cumplió a cabalidad
con el préstamo otorgado o porque la carta de crédito no fue utilizada, o porque el sobregiro no
fue empleado; pero puede suceder también lo contrario y se vea el banco obligado a accionar
contra su cliente. Originariamente el título se llena en blanco y el cliente faculta a la entidad
bancaria para que proceda a llenarlo y hacer efectiva las responsabilidades derivadas, lo cual se
cumplirá si el cliente incumple al establecimiento bancario.
También se emplean estos documentos por parte de las grandes empresas distribuidoras de
productos o artículos respecto de las personas que periódicamente retiran elementos de dicha
compañía para la venta. La empresa distribuidora les otorga, por efecto de un contrato de
distribución; de venta o comisión, un determinado número de artículos, generándose una
relación comercial continua, permanente, siendo la empresa la proveedora de dichos
elementos. Este proveedor le interesa tener un documento que respalde los artículos retirados,
documento que generalmente es un pagaré o una letra de cambio aceptada en blanco con la
facultad para el proveedor de llenarla cuando no se produzca restitución, reembolso o pago de
las mercancías.
ARTICULO 713. <CONTENIDO DEL CHEQUE>. El cheque deberá contener, además de lo dispuesto
por el artículo 621:
Para efectos tributarios, la factura debe contener mínimo los siguientes requisitos:
Estatuto tributario,
Art. 617. “Para efectos tributarios, la expedición de factura a que se refiere el artículo 615
consiste en entregar el original de la misma, con el lleno de los siguientes requisitos:
a. Estar denominada expresamente como factura de venta.
b. Apellidos y nombre o razón y NIT del vendedor o de quien presta el servicio.
c. Apellidos y nombre o razón social y NIT del adquirente de los bienes o servicios, junto con la
discriminación del IVA pagado.
d. Llevar un número que corresponda a un sistema de numeración consecutiva de facturas de
venta.
e. Fecha de su expedición.
f. Descripción específica o genérica de los artículos vendidos o servicios prestados.
g. Valor total de la operación.h. El nombre o razón social y el NIT del impresor de la factura.i.
Indicar la calidad de retenedor del impuesto sobre las ventas.
El documento debe contener los nombres y apellidos de la persona física o razón social que deberá
pagar la obligación estipulada (girado). Si se posee algún error en el nombre, la letra de cambio
queda nula.
La indicación del vencimiento.
El vencimiento puede ser a fecha fija, a un plazo o pagadera ala vista. En caso de que la letra de
cambio no indique el vencimiento, se considerará pagadera a la vista.
A un plazo contado desde la fecha: se establece como vencimiento uno o varios meses después de
la emisión de la letra. En estos casos, el plazo se determinará computándose los meses de fecha a
fecha.
A un plazo contado desde la vista: el vencimiento se producirá cuando transcurra el plazo que en la
misma se establece desde su aceptación o, en defecto de ésta, desde la realización del protesto o
declaración equivalente.
El lugar de pago.
La letra debe indicar el lugar en que se debe presentar la letra para pagar, pero si éste falta, la letra
se pagará en el lugar designado junto al nombre del librado.
Los tí tulos valores a la orden son aquellos tí tulos que se libran a favor de una
persona determinada. En otras palabras, el tí tulo valor a la orden conti ene el
nombre del benefi ciario. Se caracterizan por ser transmiti dos mediante el
procedimiento del endoso a lo que debe agregarse la entrega
Las letras y los cheques pueden ser a la orden: basta para ello que se incluya
el nombre del benefi ciario, sin ninguna otra formalidad. No es necesario
incluir una mención que diga “ a la orden ”.
6. El Endoso es una figura jurídica que consiste según Joaquín Garrigues en “una
cláusula accesoria e inseparable del título, por virtud de la cual el acreedor pone
a otro acreedor en su lugar dentro del título, sea con carácter ilimitado o
limitado”. Vale la pena precisar que se refiere a Títulos valores. Aunque hemos
dicho que el endoso es simplemente la firma del endosante, tal vez resulte útil aludir a una
definición o descripción del endoso. Se trata de un acto jurídico unilateral, accesorio e
incondicional por media del cual el tenedor de un título valor coloca a otra persona en su
lugar, con efectos plenos o limitados.
7. definir:
Cheque a la Orden
Es un cheque que solo puede cobrar el beneficiario al cual fue hecho el cheque. Se puede
endosar.
Cheque al portador
Se denomina "cheque al portador" al cheque que no tiene especificado un beneficiario y
puede ser cobrado por cualquiera que lo tenga en su poder.
Cheque Cruzado
Es un cheque al cual se le trazan dos lineas rectas paralelas y en diagonal en el frente. Al hacer
esto el cheque no se puede cobrar en efectivo y solo se puede depositar en una cuenta.
Es la colocación de estas palabras en el documento y significa que el cheque no puede ser pagado
en efectivo, sino solamente puede ser depositado en una cuenta (de cualquier banco) a nombre del
beneficiario.
Cheque certificado
El banco certifica que el cheque tiene fondos, reservando los mismos hasta que sea cobrado.
Es una garantia de que el cheque tiene fondos.
Cheque de gerencia
Los cheques de gerencia son emitidos por un institución financiera, generalmente por un
banco o entidad de crédito, y el dinero es retirado de la cuenta del remitente en la
fecha de emisión, no en la fecha de cobro, y el librador del dinero es la entidad emisora,
generalmente el director de la sucursal bancaria emisora, por lo que el cheque de gerencia
representa una garantía. Es, además, nominativo pudiendo ser cobrado sólo por la persona
indicada en el cheque.
Cheques de viajero
Los cheques de viajero o "traveller's check" en ingles, son los cheques expedidos por una
institución bancaria para ser pagados en alguna de sus sucursales dentro del pais o en el
exterior.
Son muy utilizados por turistsas para no llevar efectivo.