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Este municipio de Cundinamarca mediante nuevas alternativas

tecnológicas y ambientales hace que sus habitantes olviden el


ruido de los fusiles de la guerrilla y ahora trabajen en proyectos
de energía solar, uso eficiente del agua y los residuos, así como
en desarrollos agroforestales.

Renace un pueblo verde


En 2016, la calma absoluta en la que vivían los pobladores de Jerusalén se vio
alterada. Pero en esta ocasión no fue por el ruido de los fusiles de los grupos
armados o por las amenazas que causaron pánico en el pasado. Eran
funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de
Cundinamarca (CAR), que empezaron a visitar constantemente el pueblo.

“Nos dijeron que Jerusalén sería el primer municipio ecosostenible de


Colombia y que nos iban a ayudar a mejorar nuestra calidad de vida e
incrementar los ingresos por medio de acciones ambientales, como
energía solar, uso eficiente del agua y siembra de nuevos árboles. Al
comienzo no creíamos. Los pueblos pequeños somos muy incrédulos,
porque hemos permanecido casi que invisibles ante los ojos del país.
Nos costó creer”, dijo Sánchez campesino que vive con su esposa y tres hijas.

 
“En los cuatro años que lleva el proyecto no sólo hemos aprendido que
sí se puede vivir cuidando la naturaleza: la economía despertó. Antes no
había un solo restaurante o sitio para que algún turista pudiera pasar la
noche. El movimiento era escaso. Ahora, hay cerca de cinco hoteles,
pequeños pero decentes, y un restaurante con comida muy rica. Hasta
extranjeros nos han visitado por este proyecto. Estamos saliendo del
anonimato”,  asegura Sánchez, hombre delgado, de estatura baja y con piel
color melaza y curtida por el sol.

Edwin García, director del Centro de Investigación Ambiental de la CAR, alma y


corazón de este proyecto, informó que desde 2016 la entidad ha invertido más de
1.000 millones de pesos para convertir a Jerusalén en el primer municipio
ecosostenible de Colombia.
“Hemos tratado de aprovechar el fuerte de cada vereda. Por ejemplo,
en las zonas más montañosas, donde hay nacimientos de agua, nos
enfocamos en mejorar la calidad del recurso con filtros y
reservorios; y en las áreas más secas implementamos acciones
agroforestales, un banco de agua y paneles solares. El ideal es abarcar
la mayor cantidad de cobertura del municipio”.

Con los diferentes proyectos sostenibles, Jerusalén ya no es el mismo municipio


rezagado y olvidado. “En 2017, Jerusalén ocupaba la posición 80 por su
índice de desempeño en Cundinamarca. El año pasado estuvo entre los
30 primeros. Eso demuestra el éxito de la estrategia ecosostenible”,
anotó García.
 

La CAR ha invertido más de 1.000 millones de pesos para convertir a Jerusalén en el primer municipio ecosostenible de
Colombia. ©Jhon Barros.

la CAR ya trabaja en nuevos proyectos de investigación sobre energía renovable con la Universidad Nacional ©Jhon Barros
 
Y vienen más cosas para los jerusolemitanos. Según García, la CAR ya trabaja
en nuevos proyectos de investigación sobre energía renovable con la
Universidad Nacional, una alianza de 500 millones de pesos, y la perforación
de un pozo de aguas subterráneas en el casco urbano, por medio de un
convenio de 600 millones de pesos con el Ejército Nacional.

“También construiremos un centro de investigación de energías


alternativas, riego y bosque seco tropical, que contará con asesoría de
expertos israelitas, y con Enel-Emgesa pondremos en marcha litros de
luz, que busca iluminar con energía solar sitios de las zonas veredales,
como los polideportivos”. 

Por los buenos resultados alcanzados por este proyecto ecosostenible, la


CAR pretende replicar varias actividades en otros municipios.  “Hemos
visitado acueductos verdales en Silvania y empresas porcícolas en
Pacho, donde montaremos biodigestores. El ideal es trascender y que
otros municipios tengan ese cambio de vida que ha tenido
Jerusalén”,  dijo Daniel Rojas, líder del proyecto de la CAR.

SEMANA RURAL visitó varios de los proyectos emprendidos por la CAR y


conversó con los campesinos que han vivido en carne propia la transformación de
un pueblo marcado por la violencia que ahora vive de cuidar la naturaleza.

olombia: Emprendimientos rurales en


departamentos de frontera
Emprendimientos Rurales en Departamentos de Frontera es una estrategia de producción
sostenible, generación de ingresos e innovación tecnológica, implementada por el Ministerio
de Relaciones Exteriores a través de la dirección para el desarrollo y la integración fronteriza
en alianza con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO). Esta se ha desarrollado en los departamentos de San Andrés y Providencia, Chocó,
Nariño, Putumayo, Amazonas, Vaupés, Guainía y Vichada, en busca de impulsar el desarrollo
social y económico en los departamentos de frontera. La estrategia se basa en cuatro
componentes: 1. Sistemas agroalimentarios sostenibles, 2. Emprendimientos rurales
asociativos, 3. Sistemas de captación y potabilización de agua lluvia y 4. Fortalecimiento
Institucional; que junto con metodologías participativas con enfoque étnico como las escuelas
de campo y la medición del emprendimiento rural, han permitido asegurar un desarrollo
sostenible basado en la equidad, la inclusión social y el buen vivir de las comunidades rurales
en los departamentos de frontera del país. Con el liderazgo y compromiso de las comunidades
indígenas, afrodescendientes, campesinas y el apoyo de instituciones gubernamentales,
educativas y privadas el convenio es una realidad y los productores hablan de sus
experiencias, del impacto y de lo que está por venir.

Si tiene una gran relacion ya que es lo que condice el desarrollo económico la calidad de vida
de los habitantes, asi evitando el deterioro del medio ambiente y mejorando cada vez.

Cambia de vida a los habitantes

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