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Economía de mi familia

Situación de conflicto

Grupo:

Politécnico gran colombiano

Elaborado por:

Tutor:

Medellín septiembre
2020

Economía de mi familia

Como se puede observar en el mapa genealógico mi familia es bastante grande, ya que


para tenerla en cuenta no sólo tomo mi familia nuclear, es decir mis papás y mis
hermanos, si no que agrupo a todos los miembros que a lo largo de los años
significaron un aporte esencial en mi crecimiento y mi vida.

Pero como anteriormente había mencionado, mi familia actualmente no está así de


unida como aparece en el árbol genealógico, porque ha sufrido una serie de problemas
que afectaron a la misma al punto de que en al actualidad existe rivalidad, envidia,
problemas de comunicación entre otros que provocaron separación.
Claramente, los motivos son muchos y variados, pero el gran factor principal que
provocó esta separación fue el dinero. El dinero es un factor que puede ser muy bueno
o muy malo dependiendo de las circunstancias. Para ser más específicos debemos
hacer referencia a la economía, ya que el dinero por sí solo no representa ningún
inconveniente, así como tampoco ningún riesgo. El verdadero detonante de las
diversas situaciones que se pueden presentar en una familia, generalmente es la
economía del país.

Esto es así porque la economía tiene un gran poder de influencia no sólo en una familia
si no que también en una sociedad entera, donde todos dependen de cómo esté la
economía de sus país para poder afrontar los distintos gastos que tengan
habitualmente, por consiguiente para poder sobrevivir en la vida diaria. Por ejemplo, si
la economía del país está en crisis, también lo está la sociedad y por ende lo está una
familia, la cual deberá reducir gastos, pedir préstamos entre otras actividades para
poder superar esa crisis.

Y es aquí donde entra en juego la función de la familia, si la familia este en serios


problemas económicos es evidente que recurrirá a pedir ayuda a su grupo familiar,
porque cómo habíamos mencionado en un principio, la familia representa el entorno
en el cual el individuo busca refugio y protección. El problema se genera en esa ayuda
que se presta, y en cómo se devolverá. Esto es lo que sucedió con mi familia.

Pero antes de explicar específicamente como fue que se dieron los hechos, comenzaré
por explicar como estaba en ese momento la economía del país y cuál fue el detonante
específico que generó conflictos.

El 14 de mayo de 1989, Carlos Menem, el candidato del Frente Justicialista Popular se


impuso al radical Eduardo Angeloz con el 49,3% de los votos. Y el 8 de julio, ante la
delicada situación económica y social, Menem se hacía cargo de la Presidencia de la
Nación.

Heredó una economía en rápida descomposición, una hiperinflación cercana al


$5.000% y una deuda externa que rondaba los 63.000 millones de dólares. Una vez en
la presidencia, cambió el mensaje populista de su campaña por un duro programa de
ajuste, el cual provocó divisiones en la CGT y acusaciones de diversos sectores, por
considerarlo contrario a los postulados del general Perón.

El nuevo presidente no hacía más que poner en marcha aquello que académicos,
economistas y funcionarios estadounidenses y del Banco Mundial y del Fondo
Monetario Internacional establecieron a comienzos de 1989 en el denominado
“Consenso de Washington” : disciplina fiscal, prioridad del gasto público en educación
y salud, reforma tributaria, tasas de interés positivas determinadas por el mercado,
tipos de cambio competitivos, políticas comerciales liberales, mayor apertura e la
inversión extranjera., privatización de empresas públicas, desregulación y protección
de la propiedad privada.

Así, el proceso de privatizaciones estuvo a cargo de José Roberto Dromi y María Julia
Alsogaray, hacia el final de la presidencia de Menen, y virtualmente no quedó ninguna
empresa en manos del Estado. Si bien el objetivo principal era romper con el
monopolio estatal, las empresas gozaron de un virtual monopolio, ya que se
distribuyeron territorialmente la provisión de servicios. De esta manera se puede
entender claramente como los usuarios se transformaron en rehenes de las empresas,
que fijaron altas tarifas y con total libertad redujeron los servicios a los territorios que
mayores ganancias les brindaban. El servicio ferroviario, por ejemplo, quedó reducido
al Gran Buenos Aires y dejó aisladas a importantes zonas del país.

En 1992 se estaba recuperando el peso como unidad de cuenta nacional sobre la


paridad exacta y fija con respecto al dólar. Se prohibía además toda emisión de
moneda sin el respaldo en las reservas internacionales de divisas. Si bien el programa
trajo aparejada cierta estabilidad, posibilidad de viajes al exterior, compras en cuotas y
con tarjetas de crédito, esos frutos tuvieron como contrapartida la caída de los salarios
reales, que recuperados del proceso inflacionario, iniciarían un descenso continuo. Los
salarios estaban congelados, pero los precios de los productos de la canasta familiar y
las tarifas de los servicios y de los alquileres no. Se puede decir que de cierta manera
se estaba viviendo una realidad inexistente, fue en esta época en donde mi familia,
específicamente mi núcleo familiar comienza a comprar un terreno y empieza a
emprender proyectos a futuro, ya que la “supuesta economía” se lo permitía. Es aquí
donde comienza todo el conflicto, ya que mis padres comienzan a pedir dinero
prestado a mi tía, y demás familiares, y en esos momentos el dólar estaba uno a uno,
por lo cual hasta el momento no existía conveniente alguno en devolverlo, el problema
surgió después con la aparición de la crisis y la inflación.

La disminución del índice de pobreza fue tan solo un reflejo de la disminución de la


inflación acompañada por un breve crecimiento del PBI y no una consecuencia
redistributiva de la riqueza. El crecimiento de las exportaciones estuvo centrado en
sectores de uso intensivo de los recursos naturales y la brecha salarial entre mano de
obra calificada y no calificada creció en gran medida.
En 1992 Argentina renunció a la inmunidad soberana y ratificó la jurisdicción de los
tribunales de Nueva York para los contratos vinculados a la deuda externa. Un año
después, el Gobierno emitió 25,000 millones de dólares en bonos, que posibilitaron a
los Bancos acreedores desembarazarse de los créditos incobrables Según Cavallo ésta
era la forma de Solucionar el problema de la deuda.

En diciembre de 2000, el Gobierno obtuvo un crédito de 30.700 millones de dólares al


que denominaron “blindaje”.

Pero la ineficiencia continuaba, por lo cual De la Rúa depositó sus esperanzas en


Domingo Cavallo que por entonces, el ex funcionario del gobierno de tacto y de Carlos
Menem contaba con un 70% de imagen positiva y había salido tercero en las
elecciones de 1999, y unos nueve días después, el Congreso le concedió poderes
especiales que le permitirían gobernar por decreto, transformándose de ese modo en
“superministro”.

Se diseñó un plan de competitividad que pretendía controlar la evasión de capitales,


disminuir el gasto público y aumentarlos ingresos a fin de recuperar liquidez y reducir
la necesidad de refinanciación de la deuda externa.

La situación social se deterioraba cada vez más. Las huelgas y los disturbios por los
bajo salarios y las malas condiciones laborales se sucedían cotidianamente. Los
inversores desconfiaban de la paridad cambiaria y de la capacidad del Estado para
pagar sus deudas. La bolsa de Buenos Aires registró bajas sucesivas y el riesgo del país
aumentó, convirtiendo a la Argentina en la nación más proclive a suspender sus
compromisos.

El sistema financiero estaba al borde del colapso. El 1 de diciembre, Cavallo decretó el


estado de excepción monetario, que implicaba la inmovilización parcial de todos los
depósitos bancarios durante 90 días, topes de hasta 250 pesos o dólares por semana
en las extracciones de efectivo y la imposición del uso de tarjetas de crédito y débito
para la realización de pagos. Esta medida fue conocida como “el corralito”. Como
consecuencia, disminuyó el consumo y la actividad productiva, Los diversos actores
sociales, partidos políticos y centrales sindicales dispusieron movilizaciones y paros en
protesta por la situación. Se produjeron saqueos a comercios. El Gobierno respondió
con la dimisión de Cavallo y la declaración del estado de sitio, esta decisión fue
repudiada, durante los días 20 y 21 de diciembre con cacerolazos de protesta y
movilizaciones de la policía. Ante la delicada situación económica, el Ministro dispuso
un recorte salarial del 3% a los jubilados y empleados estatales que percibieran más de
mil pesos.

Fue recién en estos momentos en donde en mi familia se comienzan a ver los primeros
conflictos, el dólar había aumentado, y mis papás todavía no habían terminado de
devolver a mi tía el total del dinero prestado, por lo cual ahora el hecho de que el dólar
había aumentado complicaba la situación ya que no se podía devolver todo en el
mismo importe que había sido adquirido. Es entonces que todo esto trae aparejado
una serie de pleitos familiares, conflictos internos, y discordia en la familia.
Obviamente todavía los problemas no eran grandes, simples discusiones, hasta que se
terminó de devolver la cantidad prestada. Pero era lógico, que de un pequeño
problema, en un futuro se desatara un gran conflicto, el cual culminaría con separación
y malas relaciones familiares.

3. La economía familiar y las relaciones en mi familia.

A partir de ese conflicto, que mucho tuvo que ver con el cambio económico a nivel
nacional, mi núcleo familiar entendió que lo apropiado era optar por pedir préstamos
en un banco en lugar de pedir dinero prestado a la misma familia, ya que tarde o
temprano generaría esta serie de inconvenientes. Fue por eso que por un tiempo la
situación de la familia marchaba bastante bien, sin problemas, las reuniones familiares
continuaban, cada vez que había algún cumpleaños todos nos reuníamos a festejarlo
juntos, al igual que la fechas importantes como navidad y año nuevo.

Pero los problemas no tardaron en llegar, cuando tenía aproximadamente doce años,
nació mi último hermanito, y en ese entonces nosotros vivíamos en un departamento.
Al ver que ya no entrábamos mis papás decidieron mudarse a una casa más grande, la
cual venían construyendo hace un tiempo. El problema era que la casa todavía no
estaba terminada, y el financiamiento de la misma era algo elevado. De a poco
trataron de hacer frente a los gastos de la misma, y poder continuar con la
construcción. Todo estaba sucediendo según lo planeado, hasta que una de mis tías les
pide prestado dinero a mis padres para afrontar una gran deuda que tenía. Pero como
antes había mencionado, mis padres habían entendido que la mejor manera de
solucionar estos problemas no era mediante préstamos familiares, para evitar futuros
problemas que podrían presentarse.

El gran error estuvo en que mi familia conoce y respeta perfectamente la función


principal de una familia, ayudarse entre sus miembros, motivo por el cual a pesar de
que mis padres querían evitar cualquier tipo de futuro conflicto, accedieron al
préstamo para apoyar a uno de los miembros de la familia. Y allí nació el problema
principal que de a poco iría convirtiéndose en el central detonante de la familia y sus
problemas relacionales. Porque es desde ese momento, que mi tía no termina de
pagar ese dinero prestado, entonces por más que el lazo familiar exista y que entre los
individuos de la familia se trate de olvidar aquellos conflictos y la deuda existente, es
inevitable olvidarse de ella.

Todo esto de a poco fue aislando cada vez más a la familia al punto tal que hoy en día
nos reunimos cada vez que sucede alguna situación trágica, o que algún miembro de la
familia se encuentra en mal estado, o enfermo. Lo cual genera que las relaciones
familiares se vayan debilitando cada vez más, y que no exista una buena comunicación
entre los miembros.

El problema clave está en que por naturaleza la familia obviamente se va agrandando y


nuevos miembros van formando parte de mi familia, mientras que las relaciones van
disminuyendo, alcanzando un nivel de afectividad mínimo y casi inexistente entre los
miembros más jóvenes de la familia, por el corto lazo de relación que hay. Esto sucede,
ya que como las reuniones familiares se fueron reduciendo, y son mínimas, los nuevos
integrantes de la familia no crecen con ese sentimiento de unidad con el cual crecimos
los demás, aquél sentimiento que demostraba la unidad de mi familia, que todos
juntos formábamos un conjunto perfecto, en el cual nos sentíamos cómodos, seguros y
queridos.

Los nuevos miembros de la familia, no pudieron conocer esa unidad, y por lo tanto
aunque la familia se agrande, las relaciones disminuirán en igual medida, al punto tal
que habrán miembros que no lleguen a conocer del todo a otros. Y de ésta manera la
familia se irá dividiendo cada vez más, quedando solamente pequeños núcleos
familiares, dejando de lado ese sentimiento de unidad.

Este problema no sólo está relacionado con la economía del país, si no también con la
situación de la sociedad misma. En la actualidad la sociedad ya no es una sociedad
entera y unida, hay diferentes personas con opiniones y puntos de vista diferentes y
opuestos que tiene objetivos distintos y van en busca de los mismos sin importar a
quien tengan adelante o a quién puedan lastimar alcanzando esos fines. El índice de
individualismo ha crecido bastante los últimos diez años, es por eso que cada uno se
preocupa por su persona y no por los demás, lo cual ha dado nacimiento a un gran
nivel de envidia, egoísmo, discordia y competencia constante entre los individuos de
todo una sociedad y por ende de toda una familia.
Creo que esto influyó e influye bastante en mi familia, puedo observarlo normalmente,
ya que todo el tiempo hay alguien que tiene algo más que el otro y no pierde
oportunidad alguna para hacérselo notar.

El sentimiento de superioridad está muy latente, y es algo que no logro comprender


del todo ya que si somos una familia, ¿Por qué debemos superarnos entre nosotros?
Eso es algo que está en el ser humano, la superación personal y el sentir que se puede
siempre un poco más que el otro. El conflicto se genera cuando, ese sentimiento de
superación se transforma en envidia y deseo de sentirse más que el otro. Porque al ser
una familia, debemos entender que todos somos eso, y no uno solo separado, si no
que todos juntos conformamos a esta familia, y que sin uno de nosotros la familia no
sería lo que es, no hay ni mejores ni peores, todos formamos parte de esta familia que
construimos juntos de a poco, en la cual cada uno de nosotros es importante.

Aunque la gente adulta no lo pueda entender con esta facilidad, ellos simplemente
creen lo que quieren creer, y no lo que debería ser. Es por este motivo que mi familia
se está separando cada vez más, porque todos tienen objetivos y conceptos distintos y
no aceptan otros. Cada núcleo familiar tiene un concepto acerca de lo que la familia es
y como debería ser, estableciendo como familia ejemplo su propio núcleo familiar,
pretendiendo que los demás miembros de la familia copien ese modelo. Y cada núcleo
familiar que conforma mi familia completa, posee un ejemplo diferente al que quieren
que nos adaptemos y copiemos, pero nadie lo hace porque para cada uno, su núcleo
familiar es el mejor y el perfecto, cerrándose en sus ideas sin dar lugar a otras opciones
o consejos que los demás miembros de la familia puedan ofrecer.

En el pasado esto no era así, todos teníamos el mismo estilo de núcleo familiar, y todo
era bastante parejo, se aceptaban críticas constructivas, conformando un todo y no
pequeños núcleos familiares egocéntricos.

Es de esta manera, como se da lugar a la rivalidad entre los miembros de mi familia,


donde todos se quieren imponer sobre todos, donde cada uno cree que para sentirse
mejor debe ser mejor que el otro o tener algo que el otro no tenga, así nace la envidia,
el querer tener lo que el otro tiene. Son sentimientos que en una sociedad se aceptan
porque somos todos diferentes y las relaciones no son tan estrechas como en una
familia. Pero en una familia estos sentimientos son inaceptables, ya que compartimos
lazos familiares, estamos unidos por lazos de sangre, y es inexplicable como entre
personas que se quieren y antes compartían todo, ahora exista este nivel de rivalidad y
envidia constante.
Obviamente el cariño y el amor siempre va a existir porque juntos pasamos muchas
situaciones difíciles y afrontamos diversos problemas, pero las diferentes situaciones
por las cuales pasa el país a medida que pasan los años, y a su vez la evolución que es
inevitable en la sociedad, generan estos tipos de conflictos que perjudican bastante a
una familia, y a cada individuo que la compone. A su vez, provocan que las relaciones
en la familia se vayan deteriorando y no sean las que fueron años atrás. El cuál es mi
caso

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